SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.18 número1Desarrollo y competitividad: la desigualdad en departamentos de Mendoza (Argentina)Caracterización socioterritorial de los asentamientos turísticos-balnearios del litoral marítimo de la Provincia de Buenos Aires índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Revista Universitaria de Geografía

versão On-line ISSN 1852-4265

Rev. Univ. geogr. vol.18 no.1 Bahia Blanca  2009

 

ARTÍCULOS

 

Historia ambiental del área rural de Pelicurá sobre la base de registros pluviométricos. Partido de Tornquist, provincia de Buenos Aires

Gabella, Julia Inés* - Gil, Verónica** - Del Pozo, Olga***

* Lic. en Geografía, Dpto. de Geografía, Universidad Nacional del Sur.
** Lic. en Geografía – Becaria CONICET – Docente/Investigador Dpto de Geografía, Universidad Nacional del Sur.
*** Magister en Geografía – Docente/Investigador Dpto de Geografía, Universidad Nacional del Sur. odelpozo@uns.edu.ar

Resumen
El presente artículo tiene como objetivo analizar la historia ambiental del asentamiento rural de Pelicurá y su área de influencia. La misma pertenece al partido de Tornquist, ubicado en el Suroeste de la provincia de Buenos Aires. Para comprender las transformaciones que se sucedieron en este espacio fue necesario identificar, mediante una mirada retrospectiva, los acontecimientos que estructuraron la región. Para ello, se seleccionaron cortes temporales, en función de hechos significativos determinados luego de un análisis climático. De esta manera se establecen las variaciones y fluctuaciones climáticas que afectan la zona de estudio. Al realizar la historia ambiental del área, se analizan de manera integrada al espacio, distinguiendo sus transformaciones a lo largo del tiempo, el papel que ha desempeñado cada componente del medio natural y a su vez, cuáles han sido los impactos provocados por la presencia del hombre en el mismo. Se contribuye así, a lograr un mayor conocimiento de la situación ambiental actual y pronosticar posibles tendencias futuras, así como estudio base para la toma de decisiones por parte de los agentes planificadores, en vista al mejoramiento de las condiciones ambientales del área.

Palabras claves: Historia ambiental; Cortes temporales; Análisis climático; Variaciones y fluctuaciones climáticas.

Environmental History of Pelicurá Rural Area Based on Rainfall Records. Tornquist District, Buenos Aires Province.

Abstract
This article aims at analyzing the environmental history of Pelicurá rural settlement and its area of influence. The area belongs to the District of Tornquist located in the Southwest of Buenos Aires province. In order to understand the changes that took place in this area, it was necessary to identify, through a retrospective look, the events that gave shape to the region. So, time sections were selected according to significant events determined after a climate analysis.  In this way, climate variations and fluctuations that affect the area under study are established.  When conducting the environmental history of the area, a comprehensive analysis of space, pointing out its transformation over time; of the role played by each component of the natural environment; and, at the same time, of the impacts caused by the presence of man was carried out. This contributes to the achievement of a greater understanding of the current environmental situation and prediction of possible future trends, as well as a study basis for decision making by planning agents, with regard to improving the environmental conditions of the area.

Keywords: Environmental history; Time sections; Climate analysis; Climate variations and fluctuations.

Introducción

En las regiones áridas y semiáridas, a diferencia de las regiones húmedas, se observa una gran variabilidad en la ocurrencia y montos de las precipitaciones. La ausencia total o parcial de las mismas durante períodos prolongados conduce a épocas de sequías. éstas constituyen una adversidad climática con efectos negativos en los aspectos socio-económicos de las áreas dedicadas a las actividades de producción primaria.

La planificación del espacio rural requiere de estudios referidos a condiciones climáticas regionales y locales. Por otra parte, el uso acertado de los elementos climáticos y el gerenciamiento adecuado de las actividades agrícolas, exigen el análisis exhaustivo de aquellos fenómenos climáticos determinantes de la agricultura regional.

Las variaciones en los montos de precipitaciones del área rural de Pelicurá han sido un factor determinante de su evolución y desarrollo. Sin embargo, no existen estudios que determinen en qué grado estos eventos climatológicos afectaron y afectan la dinámica de la zona. Por ello el objetivo de este trabajo es realizar la historia ambiental del área, sobre la base de registros pluviométricos.

Este trabajo se justifica en tanto constituya una herramienta de información para el mayor conocimiento de la zona y de la misma manera contribuir, como estudio base, a la toma de decisiones por parte de los agentes planificadores, en vista al mejoramiento de las condiciones ambientales.

Aspectos Teóricos

La perspectiva histórica en el ambiente

Los estudios históricos se definen como una herramienta indispensable en el análisis sistémico. En los mismos se intenta reconstruir la evolución de los procesos más significativos que determinan el funcionamiento de los sistemas, donde las relaciones entre función y estructura son claves para la comprensión de los fenómenos involucrados en los mismos.

  1. Bolsi (1978) señala que aquellos cambios y modificaciones que se producen en un espacio, son aspectos que le conciernen al campo de estudio de la Geografía Histórica, la cual mediante la inspección retrospectiva de la realidad analiza los orígenes y procesos, las evoluciones y sucesiones del pasado. Uno de los pioneros en esta temática fue Le Roy Lauderie (1991), quien en su estudio sobre las fluctuaciones climáticas y las consecuencias para el hombre, ya abordaba de manera integrada la cuestión ambiental en relación al tiempo.
  2. Otra disciplina que trata la cuestión histórica es la Historia Ambiental. Es una rama de la Historia que trata de comprender las mutuas influencias entre las sociedades y el medio natural desde un punto de vista diacrónico. Intenta conocer como los humanos han sido afectados por el medio ambiente a través del tiempo, pero también como ellos mismos han afectado al medio y con qué resultados.

Así, la Historia Ambiental, surge como una propuesta metodológica, en donde se investiga la evolución de los diferentes modos de producción, los cuales se entienden como estilos socio-históricos de apropiación social de la naturaleza y puntualiza que

 "... se intenta "historiar" a partir del análisis de actores ambientales o del uso de componentes ambientales, con lo cual la técnica del enfoque histórico-genético se despoja de cuestiones muy generales e intenta concentrarse en una análisis de la variaciones de la dinámica ambiental". (Fernandez; 1996: 27).

La historia del ambiente asume varios niveles de relación, identificando las sucesivas y crecientes modificaciones espaciales, resultantes de la interacción sociedad-naturaleza y estableciendo periodizaciones, vinculadas con los acontecimientos más  relevantes producidos en el espacio analizado.

Los cortes en el tiempo

Según Bengoa (2004) los procesos de antropización de un territorio se desarrollan a lo largo del tiempo y este transcurso temporal es el que genera luego, diferentes estadios de dominación e interrelación entre la sociedad y la naturaleza. Especifica también la manera de realizar un seguimiento histórico de cada uno de los principales parámetros determinantes de la cuestión ambiental, mediante "... un corte vertical, cronológico del desarrollo de una rama determinada, que es imposible aislar de su contexto" (Bengoa; 2004: 11).

Estos cortes temporales se realizan bajo un enfoque espacio-temporal, donde se incorpora la noción de espacio-tiempo como categoría de análisis geográfico. Ambos conceptos conforman un conjunto dialéctico en donde no se puede entender uno sin tener en cuenta al otro y se parte de la premisa de que "... no existe historia anespacial ni geografía atemporal" (Grippo; 2002: 3). El análisis de estas historia parciales, deben tomarse con sus implicancias medioambientales y una de esas variantes puede ser el estudio de las fluctuaciones climáticas y las consecuencias derivadas de las mismas.

El clima y sus variaciones: determinaciones conceptuales

El clima es el conjunto de fenómenos meteorológicos que caracterizan el estado medio de la atmósfera en un punto cualquiera de la tierra. Son aquellas condiciones atmosféricas que por su permanencia en el tiempo, pueden generar un medio propio. Lo efímero o fugaz de la atmósfera, se denomina tiempo y es el conjunto de valores que en un momento dado de un lugar determinado caracterizan el estado atmosférico (Cuadrat et al., 1997).

Pédelaborde (1970) afirma que el tiempo no es más que una combinación pasajera, en tanto que el clima es un conjunto de tendencias estables que resultan de las condiciones permanentes durante un largo período. Por su parte Lamb (1972), identifica al clima como la suma total de las experiencias de tiempo en un lugar específico, a lo largo de varios años, comprendiendo no sólo aquellas condiciones que pueden describirse como normales o casi normales, sino también las variaciones y eventos extremos.

El rasgo más característico del clima es su variabilidad, tanto espacial como temporal. Existe una amplia gama de fluctuaciones en diversas escalas espacio-temporales. Las magnitudes atmosféricas presentan fluctuaciones periódicas, casi periódicas o aleatorias. A su vez las escalas temporales de variación oscilan entre las diarias y las seculares o milenarias, desarrollándose además cada una de estas sobre el conjunto de la superficie terrestre o sobre porciones muy pequeñas y localizadas (Cuadrat et al., 1997).

Así fluctuación se define como una "... inconstancia climática que consiste en cualquier forma de modificación sistemática, sea regular o irregular, a excepción de la tendencia o discontinuidad" y una variación climática es "... una fluctuación o una componente de esta cuya escala temporal característica es lo suficientemente amplia como para conducir a una inconstancia apreciable de las medias (normales) sucesivas de las variables, calculadas para un período de treinta años" (Cuadrat et al., 1997: 481).

Según la Comisión de Climatología de la Organización Meteorológica Internacional, una oscilación climática, es una fluctuación en la cual la variable tiende a cambiar gradual y regularmente entre máximos y mínimos sucesivos. Las oscilaciones y las variaciones no difieren más que en la amplitud ya que se encuentran ligadas a los mismos procesos de circulación general. Mientras que las oscilaciones tienen en cuenta las medias de series consecutivas de treinta años, las variaciones se aplican a períodos superiores a treinta años.

Existen oscilaciones geológicas, donde los períodos se cuentan en millones o millares de años; climáticas, cuando los períodos son de muchos siglos y posteriores a la última glaciación cuaternaria; seculares, períodos de 10, 20, 30 ó 50 años (en el interior de un siglo) y las irregulares, aquellas oscilaciones de una semana a la otra, de un mes a otro o de un año a otro (Campo de Ferreras, 2000).

La alternancia de estos eventos climáticos resulta de gran interés, cuando se manifiestan en espacios rurales destinados a las actividades de producción primaria.

La complejidad del espacio rural

El espacio rural ha sido siempre difícil de definir y aún hoy no existe una definición de carácter universal que logre sintetizar la complejidad del mismo. La mayoría de los autores coincide en caracterizarlo como un espacio en donde la utilización del suelo se realiza de manera extensiva y en él habita una población con densidades menores a la de las áreas urbanas. Se le añaden también además características propias en el modo de vida y las infraestructuras. Existe una serie de funciones rurales que

"... se traducen en la utilización del suelo, en la estructura socio-profesional de la población rural, en las relaciones lugar de trabajo-lugar de residencia, en el carácter y área de influencia de los establecimientos de producción y terciarios del espacio rural" (Puyol et al., 1988: 241).

Por su parte Sili (2000), entiende al espacio rural como un área de población dispersa y aglomerada de menos de 2000 habitantes, abocados a la producción de bienes primarios. El autor lo define como sinónimo de espacio de vida de una sociedad enraizada en la tierra. Estebanez (1988), considera que en el espacio rural puede reconocerse la presencia de un mosaico complejo de elementos paisajísticos. El mismo es un sistema dinámico y cambiante, donde los elementos funcionan a través de procesos de interacción, cambios y conflictos.

El potencial agroproductivo de estos espacios determina distintos modelos de desarrollo económico, en su mayoría asociados a la producción de materias primas. Estos modelos son guiados por las diferentes racionalidades adoptadas por cada sociedad en determinados momentos históricos.

Materiales y métodos

El estudio se clasifica como exploratorio y descriptivo, logrando un mayor conocimiento del área a través de los elementos y variables que se manifiestan en este espacio. La determinación del grado de relación existente entre los elementos involucrados y la exposición de las causas de los hechos analizados anteriormente, convirtió a este trabajo en un estudio correlacional y explicativo (Hernández Sampieri, 1998).

Se contó con información pluviométrica proporcionada por la Estación Experimental Bordenave y Estancia San Rafael, ubicadas dentro del Partido de Puan y dos establecimientos rurales: La Juanita y La Livia, que corresponden al área rural de Pelicurá dentro del Partido de Tornquist. Las mismas fueron elegidas en función de la disponibilidad de información, relacionada en este caso con los datos de precipitaciones mensuales y anuales recolectadas durante el período 1916 - 2008.

Se aplicó el índice de Precipitación Estandarizado (IPE o SPI) a los datos de cada estación. El mismo cuantifica las condiciones de déficit o exceso de precipitación de un lugar según escalas temporales. Esto permite que sea apto para el estudio de sequías cortas (importantes para la agricultura) ó muy prolongadas (relevantes para evaluar la disponibilidad de agua subterránea, la escorrentía y los niveles de lagos o reservorios de agua). Por ello es aplicable al ámbito de la meteorología, agricultura e hidrología superficial.

En función de los resultados obtenidos mediante este índice, se seleccionaron cortes temporales fundamentales para el desarrollo de la historia ambiental del área. El corte temporal y el tema vertical son dos métodos tradicionales de la Geografía Histórica. Combinados resultan en la metodología "Sándwich de Dagwood". El primero, consiste en un período seleccionado a causa de su importancia o de la abundancia de información. El segundo, es un tópico elegido ya sea por su mayor influencia en los cambios acaecidos en un espacio o por su valor para el estudio en cuestión (Newcomb, 1984). Por último se prosiguió con la elaboración de gráficos y cartografía temática que complementaron el estudio.

área de estudio

Pelicurá se encuentra ubicado a los 38° 11' Latitud Sur y  62° 41' Longitud Oeste. Su altura sobre el nivel del mar es de 189,73 m. Pertenece al Cuartel V (subdivisión interna) del Partido de Tornquist, en el Suroeste de la provincia de Buenos Aires (Figura 1). Desde el punto de vista organizativo, el área se relaciona con la ciudad de Bahía Blanca, distante unos 95 Km. al Sureste de Pelicurá, actuando como polo de organización regional. El acceso al área de estudio se realiza a través de la Ruta Provincial N° 35 y por caminos de tierras paralelos a las vías del Ferrocarril Sud.

Características climáticas del área sobre la base de registros de precipitación

Comprendida dentro de un clima de transición, el área de estudio presenta una alternancia permanente de masas de aire de distinta índole. La característica esencial es la gran variabilidad climática, principalmente en las precipitaciones, temperaturas, vientos y humedad relativa ambiente, hechos que se pone de manifiesto en todas las estaciones del año (Glave; 2006). Los valores medios anuales de temperatura y precipitación encierran variaciones estacionales que son decisivas para la actividad agrícola-ganadera de la región. Se destaca así, la presencia de veranos e inviernos térmicos bien diferenciados y estaciones intermedias casi semejantes en sus valores (Capelli de Steffens et al., 1994).

Los registros de precipitación correspondientes al área rural de Pelicurá y zonas cercanas, fueron analizados de forma mensual y anual. Su análisis permite identificar el régimen pluviométrico que caracteriza al área de estudio. Del análisis de cada una de las estaciones pluviométricas (Figura 1a), se deduce que en aquellas donde la cantidad de años considerada es mayor, la precipitación media del lugar disminuye entre 70 y 100 milímetros aproximadamente de las demás estaciones que abarcan un período menor de años.

Figura 1
Ubicación del área de estudio en la provincia de Buenos Aires y localización de las estaciones pluviométricas.

Fuente: Elaboración propia sobre la base de cartografía topográfica a escala 1:250.000

Si se considera el promedio general de las cuatro estaciones, con los datos de todos los años en cada una de ellas, el mismo fue de 696 milímetros anuales. Para poder comparar las mismas se tomó el período coincidente en cada una de ellas (1984-2008). En estos años el promedio del área aumentó, siendo 737 los milímetros registrados. Se evidencia así, la ocurrencia de una etapa más húmeda que se iniciaría a partir de la década del '70.

Al analizar la distribución espacial de las precipitaciones anuales, para el período '84-'08 se identificaron valores mayores en las estaciones localizadas hacia el Norte y Noroeste (Bordenave, Estancia San Rafael) y hacia el Sur, Sureste (Establecimientos La Juanita y La Livia) los valores totales comienzan a descender (Figura 2).

Figura 2
Distribución anual de precipitaciones en las diferentes estaciones pluviométricas (1984 – 2008)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de registros pluviométricos obtenidos en diversas estaciones pluviométricas.

En cuanto a la distribución mensual de las precipitaciones, la figura 3 demuestra que los meses más lluviosos se localizan en la estación más cálida del año. Enero, seguido por febrero y diciembre, son claramente los meses en los que se registran los montos más abundantes de precipitación. El otro período húmedo, lo representan los meses de marzo, correspondiente a la estación otoñal, seguido por octubre y noviembre, representando la etapa primaveral. La disminución de lluvias comienza a hacerse notoria durante la estación más fría del año.

Figura 3
Distribución mensual de precipitaciones (1984 – 2008)

Fuente: Elaboración propia sobre la base de registros pluviométricos obtenidos en diversas estaciones pluviométricas.

Si bien dentro del clima templado de transición, las precipitaciones se distribuyen durante el otoño y primavera con máximos bien definidos, en el área estudio se presenta una variante. La misma se asocia a la presencia abundante de precipitaciones durante la época estival, por lo que se agregaría un máximo a los valores establecidos.

La tendencia en el área de Pelicurá (Figura 4) demuestra la ocurrencia de períodos de varios años con excesos de humedad, donde los valores se encuentran por encima de la media histórica (696 mm) y otros con déficits, donde los montos anuales no logran alcanzar el valor promedio. Esto se asocia a la presencia de variaciones climáticas en la zona.

Figura 4
Tendencia de las precipitaciones para el área de Pelicurá a lo largo de 90 años

Fuente: Elaboración propia sobre la base de registros de precipitación obtenidos de diversas estaciones pluviométricas.

"... La suma de estas desviaciones positivas o negativas, por encima o por debajo del promedio anual, da lugar al movimiento cíclico o marcha secular, que en definitiva significa la ocurrencia de varios años húmedos, secos o medianamente secos..." (Glave; 2006: 19).

Cálculo del Índice de Precipitación Estandarizado (IPE)

El índice de precipitación estandarizado (IPE) fue desarrollado por Mckee et al., (1993), para mejorar la detección del inicio de las sequías y su ulterior monitoreo. Actualmente, es utilizado por algunos autores (Skansi; 2006, Scian; 2006) por ser una herramienta versátil que permite cuantificar tanto déficit como excesos de precipitación.

El cálculo del IPE consiste en ajustar una distribución teórica (generalmente la Gamma de dos parámetros) a la serie de precipitación usada de referencia. Los parámetros de la distribución ajustada se usan para convertir la serie de precipitación en una distribución normal estandarizada, con media 0 y varianza 1, en cuya abscisa se encuentra el IPE. Los valores negativos indican déficit y los positivos superávit. El IPE permite trabajar con múltiples escalas temporales (2, 3, 6 y 12 meses) que varían en función del objetivo de la investigación. En el área de estudio se seleccionó una escala de 12 meses, debido a la extensión del período analizado.

Para cualquier escala temporal, la determinación de un período seco o húmedo, comienza cuando el IPE se hace negativo ó positivo por primera vez y finaliza cuando el índice se torna positivo ó negativo. En el caso de que el IPE sea continuamente negativo/ positivo y alcance el valor -1 o menor/ +1 o mayor, se considera que la deficiencia o exceso de agua es suficientemente importante como para definir un período significativo, el cual puede alcanzar distinta severidad en las diferentes escalas temporales. De acuerdo a su valor, el IPE puede clasificarse de la siguiente forma:

Tabla I
Clasificación del IPE

Fuente: Servicio Meteorológico Nacional, Argentina (www.smn.gov.ar).

Análisis y comparación del IPE para las cuatro estaciones pluviométricas analizadas

De la comparación de los cuatro índices de precipitación elaborados para cada estación pluviométrica, se concluyó que fueron coincidentes (Gabella et al., 2009). Si bien existieron diferencias asociadas a la cantidad de años tenida en cuenta en cada una de ellas, las tendencias en cuanto a períodos húmedos y secos, fueron similares. Por este motivo en la elaboración de los cortes temporales, se tomó como referencia los datos pluviométricos de la estación INTA Bordenave, al ser la que cuenta con registros más antiguos, por lo tanto más representativos y útiles para la realización de la historia ambiental de Pelicurá (Figura 5).

Figura 5
Índice de Precipitación Estandarizado para cada estación pluviométrica analizada

Fuente: Elaboración propia sobre la base de registros de precipitación obtenidos de diversas estaciones pluviométricas.

Luego del análisis de cada estación, en el área se observó una alternancia de eventos asociado a déficit y excesos de precipitación. Los extremos estuvieron relacionados mayormente a eventos de sequías con valores de IPE que alcanzaron la clasificación de extremas (-2 o menor). Esto es característico de la región, donde este tipo de eventos, tanto húmedos como secos, son recurrentes. Sin embargo son las sequías las más perjudiciales para el área, tornándose de severas a extremas, extendiéndose a lo largo de varios meses. Esto trae aparejado un grave perjuicio para las actividades socioeconómicas de la zona.

En general el área presentó valores clasificados como normales y una gran ocurrencia de períodos ligeramente secos y húmedos, que se repitieron cada tres años aproximadamente. Los eventos severos se produjeron a intervalos más prologados, entre 10 y 15 años, mientras que aquellos acontecimientos extremos fueron identificados en lapsos mayores de entre 30 y 50 años.

Historia ambiental de Pelicurá

Los cortes temporales que se presentan a continuación, han sido seleccionados en función del análisis climático del área (Figura 6). En cada uno de ellos se describen acontecimientos relevantes para el espacio objeto de estudio y se contextualiza cada etapa desde una visión integrada y sistémica.

Figura 6
Relación IPE de la estación Bordenave y los cortes temporales

Fuente: Elaboración propia sobre la base de registros pluviométricos.

Primer gran período de estabilidad generalizada (1906-1928)

Los acontecimientos que se sucedieron en el área rural de Pelicurá, no fueron ajenos a los que se producían dentro del territorio Argentino. Hacia fines del siglo XIX, comenzaban a producirse transformaciones decisivas en la sociedad que generaron una forma particular de organización del Estado y de la economía.

El Suroeste bonaerense, al igual que el resto de la región pampeana, gracias a las favorables condiciones climáticas para la ganadería y agricultura, se convirtió en un espacio propicio para desarrollar el modelo agroexportador. El avance y tendido de vías del ferrocarril hacia el Sur de la región, generó un mayor crecimiento del área. Las tierras que hasta entonces se hallaban en manos de grandes terratenientes, comenzaron a subdividirse en parcelas menores, dando lugar a nuevos agricultores de diversas procedencias. En el caso de Pelicurá, la mayoría de los chacareros que se adentraron en la zona, eran de procedencia italiana. Esto se comprueba a través de la mayoría de apellidos de familias instaladas hoy en día en el área (Campetella, Cornacchini, Gianotti, Malcotti, Melegari, Pessi, Scalfi, Settimi, etc).

El poblado contaba con edificaciones particulares, comercios, un pequeño espacio de enseñanza primaria y población estable. La concentración de población motivó la creación del Club Atlético Pelicurense, asociado a los acontecimientos sociales y deportivos, fundamentalmente abocado a la actividad futbolística. Los colores del club representaban las tonalidades de la bandera italiana.

Desde el año 1906 hasta 1928, la zona se encontraba bajo un período de normalidad con respecto al monto de precipitaciones, si bien los registros demuestran algunos años más húmedos que otros, en general los valores se encontraban cercanos a la media del lugar. El gran auge del área, se debió en parte, a estas condiciones climáticas que estimularon y favorecieron un crecimiento continuo y sostenido.

La década del '30: crisis económica y climática

La década de 1930 fue un período en el que se produjeron importantes transformaciones en la estructura económica y social argentina. Para la agricultura y ganadería marca el fin de una época y comienzo de otra. Termina lo que se había dado a llamar el período de crecimiento hacia afuera y empieza el de crecimiento hacia dentro.

El crack financiero de Wall Street, en 1929, desencadenó una crisis económica mundial que desorganizó los patrones del comercio internacional vigentes y afectó los términos del intercambio que Argentina mantenía con los países centrales. Estos últimos extremaron la protección de sus economías y disminuyeron sus compras de materias primas y alimentos a los países periféricos. Como consecuencia, disminuyó el volumen de las exportaciones de cereales y carnes y a partir de entonces la economía argentina entró en crisis. El creciente desempleo en las áreas rurales y los requerimientos de mano de obra de las nuevas industrias, instaladas en las grandes urbes, motivaron un movimiento de migraciones internas que afectó la vida de los habitantes citadinos (Alonso et al., 1997).

Acompañando a esta crisis económica y para la zona rural pelicurense, el período se caracterizó por la disminución considerable en el monto de sus precipitaciones. El año 1928 marca el inicio de una etapa de años más secos, con valores muy por debajo del promedio general. Este período se prolongará hasta mediados de la década del '70. La ausencia de lluvias ocasionó cosechas nulas o escasas y también dificultó la alimentación del ganado. El panorama del área era lo suficientemente desalentador como para que muchas familias migrasen hacia las ciudades en búsqueda de mejores condiciones de vida.

"... Debido al incremento de la erosión y pérdida de cosechas entre los primeros años de la fase seca, muchos productores tuvieron que emigrar en busca de nuevos horizontes. Ante la necesidad de subsistir frente a fenómenos climáticos y económicos, muchos pequeños y medianos agricultores encontraron en el movimiento cooperativo una herramienta válida para seguir adelante. En la mayoría de los pueblos, surgieron cooperativas de consumo y comercialización agropecuaria, donde acudían los productores para paliar los magros resultados de sus cosechas y contribuir al sostenimiento de la familia rural..." (Glave; 2006: 20).

La gran sequía del '52 y los efectos negativos de la política económica imperante

La Segunda Guerra Mundial implicó para el agro un sensible retraso en mecanización. El alza del nivel de precios, principalmente en el sector industrial, se tradujo en la descapitalización del sector agrario que, a cambio de lo que producía sólo podía adquirir una cantidad de artículos mucho menor que en la época de preguerra. Al finalizar la guerra se produjo la intensa demanda mundial de productos agrícolas. La Argentina se encontraba en inmejorables condiciones para reponerse de los inconvenientes sufridos tras la contienda. Sin embargo la política de cambios y precios iniciada en el '46 fue netamente desfavorable para las actividades agropecuarias (Alonso et al; 1997).

En el año 1952, se registró una gran sequía en la zona de Pelicurá y alrededores. Los campos comenzaron a sentir el déficit de agua, producto de varios años malos, que desde 1949 se registraban con promedios anuales muy por debajo de la media histórica de la región. A raíz de esta circunstancia climática, las cosechas fueron paupérrimas y se produjo una gran liquidación de hacienda. Muchos chacareros tuvieron que abandonar sus explotaciones en busca de zonas aptas climáticamente. Algunos junto con ellos, trasladaban la hacienda hacia campos cercanos al partido de Coronel Suárez, donde los efectos de la sequía no habían sido tan desbastadores.

Hasta ese momento la ganadería era en su mayoría ovina y en menor grado bovina. Era necesario a su vez, una gran cantidad de equinos utilizados como tracción a sangre para el funcionamiento de las maquinarias. Con el correr del tiempo el ganado pasó a ser mayoritariamente bovino y las explotaciones se fueron poco a poco abocando hacia la agricultura. Para esa época el pueblo contaba con una población estable de aproximadamente 120 personas y todos los servicios necesarios para el mantenimiento de la vida. Desde 1942  funcionaba la Escuela Primaria N° 9 San Francisco del Monte, en un principio de carácter nacional y posteriormente provincial, tras varios años de constantes reclamos para que se instalase en el pueblo, una escuela de enseñanza gratuita para los niños del lugar.

La mayoría de los habitantes del pueblo eran trabajadores denominados "changarines" que se especializaban en el trabajo de cosecha. En ese entonces, las bolsas de cereales aun se cosían a mano, por lo que se convertía en un trabajo tedioso y lento. Estos mismos trabajadores eran los encargados de cargar en los vagones del ferrocarril todo el cereal que se transportaba hacia el puerto de Bahía Blanca. El ferrocarril intensificó el desarrollo de los pueblos y continuó siendo el principal medio de transporte con el que contaba la población rural. Los vehículos particulares eran escasos y la mayoría de los caminos y accesos de tierra se encontraban en pésimas condiciones de transitabilidad, lo que sumado a las grandes distancias convertía a los viajes en travesías largas y cansadoras.

época de cambios: transformación tecnológica y aumento significativo de las precipitaciones (1960-1990)

Hacia fines de los años 60, el campo argentino parecía estar en una etapa terminal en cuanto a sus posibilidades de crecimiento productivo. La falta de mejoramiento tecnológico había estancado la producción y la productividad. Lejos habían quedado los tiempos en que la producción se podía expandir mediante el crecimiento territorial. Sólo un cambio tecnológico o una modificación en el peso relativo de los usos de la tierra podían mejorar la situación.

En Pelicurá, luego de los años 1961 y 62, muy malos desde el punto de vista climático, le sucedieron una serie de años estables, con precipitaciones normales para el área, que marcaría una tendencia que durante los años '70 comenzaría a profundizarse. Un período más húmedo abarcaría a la región semiárida. La variación en el régimen de lluvias determinó la expansión gradual de la frontera agropecuaria y este avance se intensificó durante las siguientes décadas.

La incorporación de tecnologías implicó una profunda transformación de la estructura de las explotaciones agropecuarias y de las relaciones económicas y sociales en el agro. A partir de este momento se profundizó el carácter capitalista del régimen de producción agrícola. En el seno de la producción familiar se dieron profundas transformaciones. Los productores para permanecer debieron incorporar capital en maquinarias e insumos; esta incorporación impactó fuertemente en la necesidad de mano de obra y en la distribución de la tierra, iniciándose un proceso de concentración productiva y exclusión social en la región.

Durante las décadas del '70, '80 y '90, alcanzada la mecanización en casi la mayoría de los productores del área, las explotaciones modificaron paulatinamente sus estructuras productivas. La continuidad de años más húmedos favoreció, junto a políticas económicas imperantes, cambios en el uso del suelo. Se abandonó la diversificación productiva como estrategia dominante, disminuyó la superficie ganadera y creció la superficie ocupada con cereales. Ello implicó una disminución de las rotaciones agrícolas-ganaderas, con el consecuente deterioro de los suelos.

La agriculturización, bajo las pautas tecnológicas de la modernidad, prescindía del trabajo permanente y cotidiano, estacionalizándolo. Como consecuencia la población rural descendió abruptamente. Productores y asalariados no encontraban razones para vivir en el espacio rural y esto trajo aparejado el despoblamiento del campo (Albanesi, 2007).

El área de estudio se vio gravemente afectada por estas circunstancias y desde los años 90, la población disminuyó significativamente. Las familias, que tenían hijos en edad escolar, se dirigieron hacia los núcleos urbanos más cercanos que pudieran brindarles estudios superiores. Los productores de aquellas explotaciones que no pudieron asimilar los condicionamientos externos y no lograron incorporar estrategias para permanecer, tuvieron que abandonar el campo en busca de mejores oportunidades y condiciones de vida. Los que formaban parte de otro grupo con capacidad de gestión y manejos adecuados, asumieron riesgos mayores y adoptaron un perfil más empresarial.

Variabilidad climática, modernización y crisis rural (1990-2008)

Durante este período y hasta la actualidad, el área de estudio atravesó por una alternancia de años secos y húmedos. Severas sequías han ocasionado pérdidas irreparables en las economías de los pequeños y medianos productores, mientras que la ocurrencia de precipitaciones normales y a veces más húmedas que las habituales, trajeron aparejado buenas cosechas y mayores posibilidades de modernización y utilización de tecnología.

Las nuevas prácticas de labranza cero y siembra directa, junto a la adopción de semillas genéticamente modificadas, sólo han sido incorporadas por medianos y grandes productores que han podido sobreponerse a las crisis climáticas y financieras. El cierre de estaciones de ferrocarril, el aislamiento ocasionado por el trazado de rutas pavimentadas, alejadas de los antiguos caminos de tierra, la falta de inversión en mejoramiento de rutas existentes y la falta de transportes públicos que permitan el traslado de la población, han fragmentado el espacio, al romperse la cohesión local que existía históricamente debido al advenimiento de nuevas formas de relación entre el espacio y la sociedad.

Esta fragmentación también se vive al mismo tiempo como una disolución de las relaciones sociales que unían a los hombres entre sí. Muchos productores ya no comparten su visión de la realidad y sus prácticas productivas. Existe una integración diferencial, entre el productor de la ciudad, completamente integrado a esta modernidad; el productor del campo refugiado en valores y tradiciones rurales y aquellos que viven en una situación de transición constante (Sili, 2000).

Cien años después de su nacimiento, Pelicurá presenta características muy diferentes a las de épocas anteriores. En muchos aspectos son claros los indicios de convertirse en un poblado en riesgo de desaparición. Con el transcurso de los años, la cantidad de habitantes fue variando, hasta ser hoy en día veinte el número de personas asentadas en el mismo (Figura 7).

Figura 7
Relación Población – Precipitación en la localidad de Pelicurá

Fuente: Elaboración propia.

Las pocas familias que habitan el pueblo lo hacen de manera temporaria, por razones de trabajo. Las personas mayores que habitaban en el campo, poco a poco se fueron trasladando hacia los núcleos urbanos más cercanos, donde encuentran ciertos servicios y comodidades que el medio rural no puede ofrecerles. Algunos productores, incitados por los años secos y las políticas de gobierno han decidido alquilar o vender sus propiedades, mientras que otros permanecen, porque es su único modo de vida o porque siguen apostando a que la situación mejorará y será factible llevar una vida de trabajo y prosperidad en este espacio rural.

El deterioro ambiental en el área rural de Pelicurá: ¿resultado de irracionalidades ecológicas?

Para comprender la situación ambiental de Pelicurá, es necesario remontarse a principios del siglo pasado, donde comienza un vasto proceso de aprovechamiento que dura hasta nuestros días. Antes de la conquista del desierto, periodo anterior a 1880, el medio natural no se encontraba intensamente modificado. Las únicas actividades extractivas eran la caza y recolección por parte de los aborígenes del área.

Desde los inicios de la actividad agropecuaria en la región pampeana (primer y segundo corte temporal, Figura 6) y tras el auge del modelo agroexportador, las modificaciones registradas en el uso del suelo han afectado al medio ambiente. El equilibrio natural se ha ido alterando como resultado de las orientaciones productivas que se sucedieron en el tiempo.

Se logra identificar una etapa inicial de modificación sobre el pastizal natural existente. El ganado efectuaba una selección de acuerdo a su grado de palatabilidad y preferencia. Sumado a ello, se agregó la introducción de pasturas artificiales con el propósito de mejorar la calidad de la carne. Con el tiempo, la aparición y difusión de cultivos de cosecha anual originó que un gran número de establecimientos adoptasen rotaciones mixtas.

El uso intensivo y continuo del suelo exclusivamente con cultivos de cosecha anual, registrado especialmente en unidades de explotación pequeñas, acentúo el proceso degradatorio del suelo, contaminando por la aplicación de insumos químicos, el ambiente biofísico. La degradación de los suelos es el factor de deterioro más evidente de la zona. Esto se debe al resultado de procesos físicos y biológicos ocasionados por la aplicación de prácticas agronómicas inadecuadas, utilizadas por agricultores y contratistas de labores. Una de ellas corresponde al cultivo continuo con laboreo intensivo que deja el suelo descubierto y lo expone a los agentes erosivos, principalmente el viento.

Hacia las décadas de 1950-1960 comienzan a introducirse en la agricultura mundial una serie de nuevas tecnologías conocidas con el nombre de "revolución verde". En el área de Pelicurá (etapa coincidente con el tercer y cuarto corte temporal, Figura 6) los avances antes mencionados llegaron con un cierto retraso y representaron una evolución e intensificación de algunas tecnologías que venían incorporándose desde hacía un tiempo. Estas tecnologías estaban basadas en el uso de variedades mejoradas y en la aplicación de agroquímicos, sobre todo abonos químicos, herbicidas y pesticidas. La aplicación conjunta de estas prácticas llevó a un aumento significativo en los rendimientos agrícolas y provocaron que la actividad agropecuaria se volcara cada vez más hacia la agricultura, debido a que las nuevas circunstancias hicieron de ésta la actividad más rentable.

Desde la década del '90 hasta la actualidad (quinto corte temporal, Figura 6), las nuevas tecnologías demandaron mayor capital para insumos e inversión en maquinaria, lo que a su vez fue necesario contar con grandes superficies para que la actividad sea rentable. Esta nueva situación benefició a los propietarios que poseen grandes explotaciones y a contratistas, operadores con maquinaria y capital que contratan a terceros la labranza de sus tierras. La estrategia del contratista se orienta a favorecer la maximización de ganancias de manera inmediata. Estas visiones cortoplacistas han estado potenciadas por la inestabilidad de la economía argentina y los bajos precios mundiales para productos agropecuarios, sobre todo los granos, que no estimularon ni estimulan hoy en día, las inversiones a largo plazo, ni la capitalización de la actividad agrícola, produciendo una degradación cada vez mayor en los suelos de la zona (Morello et al., 1997).

El camino hacia la sustentabilidad: la agroecología

El concepto de agricultura sustentable es una respuesta relativamente reciente a la declinación de la calidad de los recursos naturales, asociada a las prácticas de agricultura moderna. En la actualidad, los sistemas agrarios han evolucionado hacia formas más complejas, caracterizadas por varias dimensiones que son sociales, culturales, políticas y económicas. En la búsqueda por reinstalar una racionalidad más ecológica en la producción agrícola, surge una disciplina que provee de principios ecológicos básicos: la agroecología. La misma estudia, diseña y maneja diferentes ambientes agrarios con el fin de convertirlos en espacios productivos, conservadores de los recursos naturales, culturalmente sensibles y social y económicamente viables.

Esta disciplina alcanza un entendimiento de los niveles ecológicos y sociales de coevolución, estructura y función. No sólo centra su atención en algún componente particular del ecosistema sino que además enfatiza las interrelaciones entre sus componentes y la dinámica compleja de los procesos ecológicos involucrados. Realiza un estudio holístico, incluyendo todos los elementos ambientales y humanos. Se interesa por la forma, la dinámica y función de sus interrelaciones y los procesos en el cual están envueltas.

La agroecología provee el conocimiento y la metodología necesaria para desarrollar una agricultura que sea por un lado, ambientalmente adecuada y por el otro, altamente productiva, socialmente equitativa y económicamente viable (Altieri, 2001).

Propuesta concreta para el sector

Las últimas campañas agrícolas llevadas a cabo en el área de estudio han estado muy afectadas por la escasez de lluvias, situación que incide negativamente en los rendimientos de trigo y en los cultivos de verano. Esto pone en evidencia la importancia del agua como insumo estratégico para la producción, en relación con la salud de los suelos y la posibilidad de cumplir la función de almacenamiento y cesión gradual al cultivo a lo largo del ciclo.

De lo analizado anteriormente y frente a la posibilidad de encontrarnos de aquí en adelante con un ciclo más seco, se debe apelar al buen manejo o gestión del agua de lluvia. Para ello es necesario el conocimiento de varios aspectos técnicos, imprescindibles para el buen manejo del área (Allasia, 2009).

Puede observarse que en los suelos bien manejados la incidencia relativa de la sequía será menor como causal de la disminución de los rindes. Ello se consigue mejorando la calidad del proceso productivo mediante la utilización de buenas prácticas, como el mantenimiento de una cubierta de rastrojos, cultivos de cobertura, control de escurrimientos y erosión en áreas con pendientes, fertilización balanceada y disminución de la compactación por tránsito.

La rotación de cultivos con inclusión de gramíneas genera un balance positivo del carbono del suelo, que se traduce en un incremento de la materia orgánica. La misma proveniente de los residuos de cultivos, la acción de insectos y lombrices. Esto sumado al aporte de raíces de las plantas genera en forma descendente una trama de poros de vital importancia para la acumulación del agua, aireación y fracturación de la estructura de tipo laminar y densificada a que normalmente tienden los suelos bajo siembra directa (Casas, 2009).

Es necesario a su vez, un nuevo enfoque en el cual se identifiquen aquellos fenómenos que según el daño ocasionado, permitan dar cuenta de los diferentes riesgos ante los cuales el productor debe actuar y prevenirse. Se deben tomar decisiones en función de información confiable y para ello es indispensable la elaboración de estrategias orientadas hacia el relevamiento, sistematización y análisis de la información. De esta manera será posible alcanzar conclusiones precisas y elaborar acciones concretas orientadas a minimizar el impacto de los riesgos evaluados (Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, 2004).

El asesoramiento adecuado, orientado hacia el desarrollo sustentable se convierte hoy en día en una medida necesaria. Sólo de esta manera, será posible corregir las perturbaciones indeseables y prevenir una posible alteración de los recursos. Es una obligación moral mantener el ecosistema en el mismo estado en el que fue legado por generaciones anteriores y proteger su diversidad para que las venideras, también puedan utilizarlo y gozar de sus beneficios.

Consideraciones Finales

El análisis de la historia ambiental sobre la base de información pluviométrica demostró la incidencia de los períodos húmedos y secos en los modos de producción y en los usos del suelo para la región estudiada.

El área de estudio, ha estado desde sus inicios, bajo la influencia de un clima de transición caracterizado por su gran variabilidad. La alternancia de períodos, tanto húmedos como secos, condicionó en determinados momentos la evolución y el desarrollo del área rural, modificando las estructuras agrarias, los sistemas productivos y las formas de gestión agropecuaria. Sin embargo éstos no han sido los únicos factores determinantes y excluyentes, sino que a su vez, existieron cuestiones políticas, económicas y sociales, tanto a escalas nacionales como internacionales que influyeron en la dinámica de Pelicurá.

Actualmente, el área se encuentra afectada por múltiples problemáticas ambientales que en su mayoría, son el resultado de inadecuadas prácticas de manejo dentro de las unidades de explotación.

Al conocer el funcionamiento de los sistemas climáticos y detectar con exactitud con qué periodicidad e intensidad ocurrirán los eventos, será posible también, pronosticar futuras tendencias climáticas para el área de estudio. Así será mayor la cantidad de información y conocimiento climático con la que contarán los actores involucrados en este espacio y a la hora de tomar decisiones, el estar prevenidos provocará menores riesgos e impactos negativos en el ambiente.

Este estudio se realizó sobre el análisis de un caso concreto, en un espacio bien definido y acotado a una temática específica. Lo que no significa el agotamiento de esta investigación, sino que posteriormente podrá ser analizado con mayor profundidad, articulándolo con diversas escalas que sean significativas para la comprensión de las dimensiones abordadas, elaborando modelos climáticos, nuevos escenarios ambientales y generando la posibilidad de nuevas líneas de investigación orientadas hacia un enfoque multidisciplinario.

Bibliografía
1. ALBANESI, Roxana. "La modernización en el devenir de la producción familiar capitalizada". En: Mundo Agrario. Revista de estudios rurales. La Plata: Centro de Estudios Históricos Rurales, Universidad Nacional de La Plata, 2007, Vol. 7, N° 14.         [ Links ]
2. ALLASIA, Alberto. Más vale prevenir que curar. Diario: Clarín. Buenos Aires, 31/01/09, Sección Rural, p.12.         [ Links ]
3. ALONSO, María Ernestina, ELISALDE, Roberto et al. Historia: La Argentina del Siglo XX. Buenos Aires: Aique, 1997.         [ Links ]
4. ALTIERI, Miguel. "Agroecología: principios y estrategias para diseñar sistemas agrarios sustentables". Ediciones Científicas Americanas ISBN [En línea]. 2 de noviembre de 2001, Cap. 2, 027-034.qxd, http://www.infoagro.net/shared/docs/a2/AgroecAltieri.pdf [19 de febrero de 2009].         [ Links ]
5. ÁNGELES, Guillermo. "Implementación de un sistema de información geográfica (SIG) para la planificación y análisis del turismo sostenible en el SO. Bonaerense". V Jornada del SO. Bonaerense. Bahía Blanca, 2008.         [ Links ]
6. BENGOA, Guillermo. "Siete notas sobre Historia Ambiental". THEOMAI, Red de estudios sobre sociedad, naturaleza y desarrollo [En línea]. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes, 2004. http://theomai.unq.edu.ar/artbengoa001.htm [15 de octubre de 2008].         [ Links ]
7. BOLSI, Alfredo. "La Geografía Histórica y sus perspectivas en Argentina". Breves contribuciones del Instituto de estudios geográficos, N° 3. Tucumán: Instituto de estudios geográficos, Facultad de filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán, 1978, pp.18-15.         [ Links ]
8. CAMPO DE FERRERAS, Alicia, CAPELLI DE STEFFENS, Alicia et al. El clima del Suroeste Bonaerense. Bahía Blanca: Universidad Nacional del Sur, Primera Edición, 2004.         [ Links ]
9. CAMPO DE FERRERAS, Alicia. "Las fluctuaciones climáticas". Curso de Posgrado: Las consecuencias del cambio climático. Bahía Blanca: Departamento de Geografía, Universidad Nacional del Sur, 2000.         [ Links ]
10. CAPELLI DE STEFFENS, ALICIA, CAMPO, Alicia. "La transición climática en el sudoeste bonaerense." Sigeo N° 5. Bahía Blanca: Universidad Nacional del Sur, Departamento de Geografía, 1994, Serie: monografías, 76, pp.         [ Links ]
11. CASAS, Roberto. El cuidado del suelo. Diario: La Nación. Buenos Aires, 17/01/09, Sección Campo, p.5.         [ Links ]
12. CUADRAT, José María, PITA, María Fernanda. Climatología. Madrid: Ediciones Cátedra, 1997.         [ Links ]
13. FERNANDEZ, Roberto. "Teoría y metodología de la Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano". Publicación del Programa Editorial del centro de Investigaciones Ambientales. Mar del Plata: Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño; UNMDP, 1996, Vol. 1 y 2, pp.5-23.         [ Links ]
14. GABELLA, Julia Inés, DEL POZO, Olga María et al. "Aproximación a la historia ambiental de Pelicurá, sobre la base de registros pluviométricos. Partido de Tornquist, provincia de Buenos Aires". Tesis de grado inédita. Bahía Blanca: Departamento de Geografía y Turismo, UNS, 2009.         [ Links ]
15. GLAVE, Adolfo. "Evolución del manejo de trigo en el sudoeste bonaerense". ACAECER. Bahía Blanca: 2005, N° 351, pp.10-13.         [ Links ]
16. GLAVE, Adolfo. "Influencia climática en el sudoeste bonaerense y sudeste de La Pampa". ACAECER. Bahía Blanca: 2006, N° 360, pp.18-23.         [ Links ]
17. GRIPPO, Silvia Beatriz. "La geografía histórica: su renovación teórica y metodológica". Primer Encuentro sobre Geografía Histórica e Historia de la Ciudad y el Territorio. Bahía Blanca: Universidad Nacional del Sur, 2002, pp.1-5.         [ Links ]
18. HERNANDEZ SAMPIERI, Roberto y FERNANDEZ COLLADO, Carlos et al. Metodología de la Investigación. México: Ed. Mc Graw-Hill, 1998.         [ Links ]
19. LAMB, Hubert Horace. CLIMATE: present, past and future. Fundamentals and climate now. London: Ed. Methuen and Coltd, 1972. Vol. 1.         [ Links ]
20. LE ROY LADURIE, Emmanuel. "Las fluctuaciones climáticas: causas climatológicas y consecuencias para el hombre". En: CLAUDE CORTEZ (comp.). Geografía Histórica. México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 1991.         [ Links ]
21. MCKEE, T.B, DOESKEN, N.J et al. "The relationship of drought frecuency and duration to time scales". Preprints, 8th. Conference on Applied Climatology. Anaheim: CA, 1993, pp.179-184.         [ Links ]
22. MORELLO, Jorge, SOLBRIG, Otto Thomas (Comp.). ¿Argentina granero del mundo: hasta cuándo? La degradación del sistema agroproductivo de la Pampa Húmeda y sugerencias para su recuperación. Buenos Aires: Orientación Gráfica Editora, 1997.         [ Links ]
23. NEWCOMB, Robert. Dos enfoques operativos en la Geografía Histórica. Buenos Aires: Oikos, GAEA, 1984.         [ Links ]
24. PEDELABORDE, Pierre. Introductión a l'étude scientifique du climat. Paris: Societé D'éditión D' enseignement Supérieur, 1970.         [ Links ]
25. PUYOL, Rafael, ESTEBANEZ, José. Geografía Humana. Madrid: Ediciones Cátedra, 1988.         [ Links ]
26. SCIAN, Beatriz. "Comparación entre el índice de precipitación estandarizado y otros índices hidrológicos para la región pampeana". Meteorológica. 1997, 22 (2), pp. 37-47.         [ Links ]
27. SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERíA, PESCA Y ALIMENTOS. "El nuevo enfoque: Manejo integrado del riesgo agropecuario". Oficina de Riesgo, Proyecto de Riesgo y Seguro Agropecuario. [En línea]. Buenos Aires, 2004, http://www.ora.gov.ar/manejo.as [15 de marzo de 2009].         [ Links ]
28. SILI, Marcelo. Los Espacios de la Crisis Rural. Geografía de una Pampa Olvidada. Bahía Blanca: EdiUns, Universidad Nacional del Sur, Colección Sociedad y Territorio, 2000.         [ Links ]
29. SILI, Marcelo. La Argentina Rural. De la crisis de la modernización agraria a la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales. Buenos Aires: Ediciones INTA, 2005.         [ Links ]
30. SKANSI, Milagros, NÚÑEZ, Silvia et al. "Un nuevo producto operacional para monitorear la ocurrencia y duración de períodos secos y húmedos, usando el índice de Precipitación Estandarizado. XI Reunión Argentina de Agrometereología. La Plata: Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, 2006.         [ Links ]

Fecha de recepción: 27 de octubre de 2009
Fecha de aprobación: 8 de febrero de 2010

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons