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Olivar

versión On-line ISSN 1852-4478

Olivar vol.14 no.19 La Plata jun. 2013

 

RESEÑAS

Julio Ortega (ed.). Nuevos hispanismos interdisciplinarios y transatlánticos, Iberoamericana Vervuert: Madrid-Frankfurt, 2010, 316 pp.
Julio Ortega (ed.) Nuevos hispanismos. Para una crítica del lenguaje dominante, Iberoamericana Vervuert: Madrid-Frankfurt, 2012, 412 pp.

Gloria Chicote
IdIHCS (Conicet-UNLP)

La Editorial Iberoamericana Vervuert presenta la Colección Nuevos Hispanismos dirigida por Julio Ortega con el objetivo de documentar la nueva crítica interdisciplinaria y transatlántica que se está desarrollando en torno al Hispanismo.
La colección plantea como punto de partida la condición internacional del hispanismo actual, y desde esa perspectiva, se propone acoger trabajos críticos de profesores y ensayistas que traten de articular el diálogo entre América Latina y España en su literatura y que a su vez planteen nuevos sistemas.
El primer tomo publicado en 2010, Nuevos hispanismos interdisciplinarios y transatlánticos, reúne ensayos que se acercan al problema de la periodización con nuevas perspectivas y nuevos análisis que ofrecen un estado de la cuestión y a su vez esbozan las vacancias, las áreas, temas y disciplinas que deben ser incluidos en el debate.
En el Prólogo, Ortega parte de la premisa de que el nuevo hispanismo que hoy interactúa en foros y publicaciones es consecuencia del proceso de renovación de los estudios literarios que empezó poniendo en duda la validez universal del canon consagrado por las distintas tradiciones académicas, todas estas a la zaga de la democratización que la teoría y la crítica habían abierto en la validez de la interpretación y los turnos de diálogo. Un nuevo hispanismo plural comenzó a proyectarse más horizontal y dialógico, luego se consolidó desde una nueva geotextualidad desde la perspectiva de la crítica transatlántica, y actualmente asume este rico debate desde una perspectiva inclusiva considerando todas sus instancias como válidas. Esta conversación resulta intelectualmente innovadora, capaz de articular distintas tradiciones analíticas, institucionales y metodológicas, a la vez que organiza mapas rizomáticos. Los nuevos hispanismos comienzan por cuestionar la retórica de su propia genealogía: preguntan por quién habla, desde qué posicionamiento y para cuál propósito. Por esta razón solo pueden ser plurales e insertos en una concepción de humanismo internacional.
Para poder interactuar en este diálogo, la filología debe ser liberada del positivismo historicista y del rol de discurso de legitimación cultural del estado nación del que surgió e insertarse en la tradición miscelánea de la cultura iberoamericana, producto de diferentes sincretismos: las culturas medievales, la consolidación hegemónica de la lengua castellana, el descubrimiento, la explotación esclavista, el barroco, el debate político liberal del siglo XIX, la formación de las lenguas nacionales, las recuperaciones e invenciones del modernismo, la exploración de las vanguardias, los exilios, nomadismos y migraciones, el despliegue de la narrativa de los 60 y las búsquedas actuales.
A lo largo del libro los distintos autores abordan este interrogante focalizando franjas espaciales y temporales determinadas. Ángel Gómez Moreno se ocupa del hispanismo medievalista a partir de un rastreo del origen del término hispanista que en principio se aplicó a los extranjeros versados en hispanismo y que a lo largo del siglo XX fue incluyendo también a los actores culturales americanos y españoles. Gómez Moreno se refiere concretamente a la infraestructura y políticas de investigación del hispanomedievalismo en España después del franquismo, por lo cual queda pendiente una perspectiva de todo lo producido en las Américas.
Klaus Zimmermann se refiere a la diacronía y a la sincronía de la hispanofonía. Desde el punto de vista lingüístico, es indudable que la expansión de la lengua española por imposición, en el marco de las conquistas del reino de Castilla, ha creado la base de la ideología del hispanismo. Los procesos de expansión, desplazamientos y sustituciones no fueron naturales sino iniciados y acompañados por políticas lingüísticas, de la mano de políticas económicas, culturales y sociales. Este proceso puede denominarse "hispanización", en el que de alguna manera debe incluirse la violencia antes resaltada. Como consecuencia se creó una identidad hispana, un lazo de comunidad entre países y personas que usan la misma lengua a pesar de que el espacio se fragmentó a principios del siglo XIX con la creación de los estados americanos. En este sentido el discurso al respecto fue desde el comienzo una construcción. No se pueden descartar las pretensiones políticas de términos como hispanismo, hispanidad, panhispanismo, hispano-americanismo, ya que parte de los que los usaron los concibieron como forma de supremacía de todo lo que provenía de España, menospreciando los pueblos y las culturas autóctonas. La historia del hispanismo acarrea la historia de la expansión y del colonialismo español, la construcción del otro considerado como inferior, la ideología de la pureza de la lengua y el desprecio de las lenguas autóctonas y las variedades híbridas emergentes de los procesos de transculturación y de contacto lingüístico, como las lenguas criollas y las lenguas peninsulares, y del desarrollo independiente por construir una sociedad con una dinámica sociocultural propia, una red de comunicación propia y en un espacio diferente al de la lengua de origen. El desafío actual de las culturas iberoamericanas constituye en desestimar esos mandatos de supremacía y escisión para construir políticas integradoras de las vertientes hispánicas e indígenas en la lingüística y la literatura.
En la misma línea de análisis, José del Valle retoma el fantasma del peligro de la fragmentación del español agitado con el propósito de conservar (o restituir) la hegemonía política. Para del Valle, la comunidad hispanohablante se convierte en sintagma resbaladizo y pegajoso, en objeto de disputas en las cuales se enarbolan argumentos que ambicionan controlar su historia, su presente y su futuro. Solo desde un acercamiento sin complejos, abierto y riguroso, se podrá construir una memoria histórica capaz de servir a un proyecto colectivo crítico, transatlántico y democratizador.
Temas candentes que se han instalado en las últimas décadas en nuestra cultura iberoamericana de este o del otro lado del océano son tratados en las distintas secciones: la memoria histórica y derechos humanos, las miradas de género, las relaciones entre cosmopolitismo y latinoamericanismo, la ciencia y la literatura, la intermedialidad y la transnacionalidad, el hispanismo de Estados Unidos frente a la crítica latinoamericanista, con sus derivas en la cultura y el devenir político del país más allá del ámbito estrictamente académico, en relación con los vaivenes de las instituciones en general y, en particular, los de la universidad.
Jorge Carrión presenta un derrotero muy original del hispanismo a través de un recorrido por los propósitos y la incidencia de viajeros americanos y españoles en los últimos cien años. A principios del siglo XX los viajeros españoles venían a América como portavoces "de la antigua Metrópoli" en ocasión de aprovechar las celebraciones de los centenarios de las independencias "de la que fuera nuestra América para llevar nuestro espíritu" (en la pluma del rector de la Universidad de Oviedo, Fermín Canella, en 1909), y a lo largo del siglo (guerra civil mediante) hubo distintos proyectos españoles para concretar este objetivo. En la primera mitad del siglo XX el viajero español en América buscaba el espacio de la reafirmación de lo español, mientras que el viajero contemporáneo a España busca, por el contrario, el espacio de la reinterpretación: Carrión plantea que, mientras que los primeros querían hispanizar América, los últimos intentan europeizar España.

****

Entre 2010 y 2012 la colección publica diferentes libros de carácter monográfico, que incluyen estudios puntuales sobre los problemas enunciados en esta primera entrega, hasta que el volumen 13 de la colección, también compilado por Julio Ortega, titulado Nuevos hispanismos. Para una crítica del lenguaje dominante, vuelve a la miscelánea de temas y autores. En este tomo, Ortega continúa planteando la posibilidad de estudios críticos que focalicen en la geotextualidad cultural atlántica. Las manifestaciones culturales modernas se constituyen como mezcla de lenguas, códigos y modos de registro e inscripción que despliegan nuevos procesamientos de información, donde la memoria se postula como modelo del porvenir. Este punto de partida conduce, por ejemplo, a entender los "estudios coloniales" no como una rama menor del Siglo de Oro español, sino como una configuración de lo que Ortega denomina "el algoritmo barroco del atlantismo".
La dinámica de ese proceso de formalización, a comienzos de este siglo, propuso un diálogo inclusivo entre sujetos, textos, codificaciones y reapropiaciones, que excedía tanto el escenario melancólico de "lo colonial" como el artificio de "lo metropolitano", y que reordenaba esa tradicional segmentación para postular la heterotopía de la crítica, avanzada por el Nuevo Mundo. Lo "colonial" sólo puede serlo, homólogamente, como producción que lo confirma en su carácter político subsidiario y genealógico. Liberados de esa causalidad reductiva, los textos construyen hoy otro escenario (y otro lector) del debate: la creación de las alteridades de la mezcla, esa modernidad crítica adelantada, que hoy entendemos como una civilización en construcción. La crisis actual de las hegemonías y del pensamiento único, hace más evidente que la producción cultural iberoamericana configura otras funciones emancipadoras desde el hábitat cultural. El libro se propone trazar un mapa de ruta de vivencias que revisitan el Hispanismo y lo hacen actual y pertinente a nuestras perspectivas culturales y sociales. La textualidad de una consideración transatlántica se ha ido configurando como el camino abierto del hispanismo internacional del siglo XXI, y en esta órbita se ofrecen nuevamente artículos que practican un nuevo hispanismo crítico, reafirmando el debate internacional por ampliar el campo y postulando un ejercicio de relevos para documentar su futuro. Este tomo amplía las líneas centrales del primero: la teoría y práctica de la crítica trasatlántica y la hipótesis de contactos transdisciplinarios, esta vez en el escenario de los lenguajes y las escrituras, con sentido crítico y hasta polémico. También incluye nuevas puestas al día, balances y prospecciones de las literaturas y sus desbordes genéricos. El Hispanismo tiene una larga historia pero sus nuevas prácticas no son sólo inclusivas y plurales, también son críticas y divergentes. Este tomo reafirma el debate internacional por ampliar el campo y postula un ejercicio de relevos para documentar su futuro a través de preguntas sugerentes como la referida a la localización de las literaturas sin residencia fija, como la formulada por Otmar Ette, los itinerarios transhistóricos y transespaciales de la poesía oral analizados por José Manuel Pedrosa, los juegos de apropiaciones y resignificaciones, la literatura de blogs y las narraciones digitales, enfocados cada uno por los diferentes colaboradores.
Mientras que el libro de 2010 interrogaba a los lectores sobre el presente y futuro del hispanismo, este segundo volumen se adentra en una casuística puntual que ofrece un panorama ecléctico de temas y abordajes entre los que se pueden mencionar la vigencia de las vanguardias, nuevos lenguajes como el digital y los testimonios gráficos, nuevos recorridos discursivos, temáticos y mediales para la narrativa (histórica y ficcional) y la poesía.
Hasta aquí, las dos compilaciones ofrecidas por Ortega evidencian que el hispanismo de hoy tiene lances significativos que afrontar: se halla en un momento de expansión que le posibilita la comunicación virtual, pero también de redefiniciones profundas, de búsqueda de espacios de diálogo e interacción con prácticas teóricas y metodológicas, tales como
esta propuesta transdisciplinaria y transatlántica, que concibe un nuevo hispanismo plural, más horizontal y dialógico.

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