SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 issue2Procedures for prehistoric mobility analysis among mound builders through geospatial technologiesArtificial levels vs. stratigraphic units: the human burial subsequent to Sancti Spiritus Fort (1527-1529), Puerto Gaboto (Santa Fe) author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista del Museo de Antropología

Print version ISSN 1852-060XOn-line version ISSN 1852-4826

Rev. Mus. Antropol. vol.7 no.2 Córdoba Jan. 2014

 

DOSIER

Arqueología del Litoral

La localidad histórico arqueológica del Río San Salvador (Soriano, Uruguay)

The historical archaeological town of Rio San Salvador (Soriano, Uruguay)

José López Mazz*, **, Valerio Buffa*, **, Verónica De León* y Cristina Cancela***

*,** Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación (MEC) – Departamento de Arqueología, Facultad de Humanidades/Universidad de la República. lopezmazz@yahoo.com.ar;

*,** Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación (MEC) – Departamento de Arqueología, Facultad de Humanidades/Universidad de la República. valbuffa@gmail.com;

* Departamento de Arqueología, Facultad de Humanidades/Universidad de la República. vnfleitas@gmail.com;

***Licenciada en Historia, especialidad Arqueología. criscancela76@gmail.com

Recibido 17-12-2013

Recibido con correcciones 13-03-2014

Aceptado 07-06-2014

Resumen
Los primeros cronistas de la conquista del Río de la Plata expusieron la diversidad cultural reinante en el área en el siglo XVI. Las investigaciones arqueológicas de los años 60 y 70 confirman, a nivel arqueológico, la intensa ocupación de la que fue objeto esta zona próxima a la confluencia del río Paraná con el río Uruguay. Este trabajo presenta información producida durante un trabajo de diagnóstico realizado en el marco de la llamada Arqueología Pública, en un sitio de ocupación española del siglo XVI ubicado al oriente de dicha confluencia. Los resultados muestran que la ocupación del sitio desde el año 1000 AP está caracterizada por una amplia diversidad de estilos cerámicos. El área constituyó un lugar estratégico para los asentamientos europeos en función de la presencia de redes de intercambio pre existente. La información producida permite afinar la secuencia cronológica prehistórica para el bajo río Uruguay, al tiempo que abre el debate  respecto de la dinámica etnohistórica regional y del rol jugado por este particular asentamiento humano.

Palabras claves: Asentamientos europeos; Uruguay; R ío San Salvador; Siglo XVI.

Abstract
Early chroniclers of the conquest of the Río de la Plata exposed the cultural diversity prevailing in the area in the sixteenth century. Archaeological research during the 60’s and 70’s confirm an intense occupation of the confluence of the Paraná river and the Uruguay river area. This paper presents information recovered during a diagnostic fieldwork developed on a Spanish settlement from the sixteenth century. The results show an intense occupation of the site since 1000 AP, characterized by a wide variety of ceramic styles. The area was a strategic location for European occupation due to the presence of preexisting exchange networks. Information produced refines prehistoric chronological sequence for lower Uruguay river while opening the discussion about regional dynamics and the ethno historical roles played by this particular human settlement.

Keywords: European settlements; San Salvador river; Find; XVI century.

Introducción

El presente trabajo expone información producida recientemente en el marco de un proyecto llevado adelante entre la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación (CPCN) (Ministerio de Educación y Cultura) y la Intendencia de Soriano1. El proyecto se centra en el reconocimiento de los asentamientos coloniales de origen español del siglo XVI que marcan el inicio de la conquista española en el Río de la Plata.

El trabajo explora los vínculos y reciprocidades metodológicas establecidas entre la documentación histórica y los hallazgos realizados en 2011 en el río San Salvador. Se analiza el interés científico de estos asentamientos europeos “tempranos”, las estrategias implementadas en el reconocimiento del terreno y los trabajos de campo. Al final se exponen los hallazgos realizados entre enero de 2011 a mayo de 2012 y se hace una evaluación crítica de los mismos.

Esta investigación, sumada a otras que se focalizan en sitios de la misma época y de similares características (Cocco y Letieri 2010; Cocco et al. 2011) permiten nuevos abordajes del escenario interétnico existente en el Río de la Plata en el siglo XVI. La interfase histórico-arqueológica permite también rediscutir aspectos relativos a la adscripción cultural de algunos tipos cerámicos.

El río San Salvador se ubica sobre la margen izquierda del río Uruguay, en un enclave fluvial estratégico, que comparte con el delta del Paraná y el delta del río Negro. Desde tiempos prehistóricos esta región ha sido el escenario de contactos interétnicos entre poblaciones locales y otras de origen amazónico (arawak y guaraní) que llegan por vía fluvial, como parte de una dispersión poblacional meridional.

Los primeros asentamientos europeos en la región se ubicaron en y sobre un escenario de conflicto y violencia pre colonial, que aprovecharon a su favor. Los primeros cronistas exponen circunstancias que pueden ser entendidas como parte de una estrategia de conquista que ya había sido utilizada en otras regiones de América como México o el Perú.

Los inicios del contacto ibérico post medieval en el Atlántico sudamericano

Desde comienzos del siglo XVI diferentes expediciones, españolas y portuguesas, reconocen la fachada Atlántica de América del Sur y llegan a las costas del Río de la Plata, buscando incorporar nuevos territorios a sus coronas2.

En todos los casos hay un reconocimiento geográfico que conlleva a una aproximación etnográfica, con el objetivo de reunir información útil al establecimiento de los asentamientos estratégicos, para la actividad extractiva de productos de la tierra (humanos, minerales, vegetales y animales).

En abril de 1500, Pedro Alvares Cabral llega “oficialmente” a las costas de Brasil y en 1516 Juan Díaz de Solís alcanza el Río de la Plata. Posteriormente se realizaron nuevas expediciones como las de Fernando de Magallanes (1519) y la de Cristóbal Jaques (1521), Sebastián Gaboto (1526), Diego García (1527) y Martim Afonso de Sousa (1530).

En 1526 Sebastián Gaboto llega a la isla de Santa Catalina y encuentra a dos náufragos de la expedición de Solís, quienes le narran la existencia de una región en donde abundaba el oro y la plata (Medina 1908). Este hecho parece haber modificado la ruta original de Gaboto (hacia Filipinas) quien decide explorar la región del Río de la Plata, llegando a un puerto de tierra firme al cual llamaron de San Lázaro. Luego, a consecuencia de las tormentas sufridas, decide localizar un puerto más seguro. Navegando por el río Uruguay llega al río San Salvador, donde decide fondear sus naves mayores. Se estima que el nuevo “Puerto de las Naos” fue establecido hacia fines de mayo de 1527. Este primer asentamiento español semipermanente en la cuenca del Río de la Plata tenía una guardia de 30 hombres (Varnhagen 1888b)3. Hacia fines de 1529, la escasez de alimentos y los continuos enfrentamientos con los indios timbús, chanás y charrúas, llevó a que los españoles abandonaran Sancti Spiritus, sobre el río Paraná, y San Salvador, y retornaran a España (Varnhagen 1888a y b).

Podemos decir que la llegada al Río de la Plata de Sebastián Gaboto en 1527 fue el inicio de la conquista europea en este territorio, con la creación de asentamientos en San Lázaro, aún no ubicado, San Salvador y Sancti Spiritus, que unían estratégicamente el Río de la Plata con el río Paraná.

Posteriormente Juan Ortiz de Zárate arribó al Río de la Plata en noviembre de 1573 con el cometido de fundar una ciudad que permitiera dar apoyo a Asunción (1537) que había quedado aislada. El contingente estaba compuesto por 80 pobladores que mantenían una cintura de chacras. La fundación de Zárate que llevó el mismo nombre, fracasa y luego de tres años, y de la constante hostilidad de los indios el lugar es definitivamente abandonado en 1576 (del Barco Centenera 1999; Groussac 1916, de Gandia 1955, entre otros).

El interés de los primeros asentamientos europeos

El estudio de los primeros asentamientos europeos en América tiene características históricas y culturales específicas. El interés histórico, por un lado, se relaciona con la expectativa arqueológica de localizar e identificar los testimonios directos de esa ocupación temprana, y fijar definitivamente el lugar de la crónica en la geografía. Esta circunstancia enriquece el diálogo entre la información documental y la cultura material.

Por otro lado, el reconocimiento geográfico directo permite dar un anclaje paisajístico al relato histórico y comprender mejor la estrategia territorial de conquista.

Desde el punto de vista de la reconstrucción cultural, estos asentamientos son testimonio directo de los mundos que entraron en “contacto”. En ese contexto se produjeron las primeras fuentes documentales y la descripción directa de los pueblos originarios. Sin embargo, la variabilidad cultural y la identidad de los nativos americanos constituyen así mismo un tema que los documentos históricos no resuelven con claridad por sí solos.

La reconstrucción arqueológica de los paisajes coloniales permite reconocer la funcionalidad y el emplazamiento de las ocupaciones indígenas, tomados e integrados por la estrategia europea. Los enclaves así surgidos consolidan el control territorial y la proyección conquistadora hacia el interior del continente. Los asentamientos presumiblemente superpuestos de aldeas indígenas, el puerto de Gaboto y la “ciudad” de Zárate en el río San Salvador, se convirtieron con el tiempo en un lugar de alto simbolismo histórico y prioritario para la investigación arqueológica.

El correlato arqueológico de los hechos históricos permite desarrollar una línea de evidencias independiente. Entre otras cosas, contribuye metodológicamente a las instancias de validación en las investigaciones interdisciplinarias y, elabora modelos interpretativos integrales. Por otro lado, permite la elaboración de nuevas hipótesis de trabajo en torno a los acontecimientos y modalidad de conquista, del continente americano.

En busca de los primeros asentamientos europeos

Desde fines del siglo XVIII la búsqueda y localización de los primeros asentamientos europeos del Río de la Plata fueron centro del interés de diversos investigadores.

El geógrafo español Andrés de Oyarvide en 1801 (representante de la Comisión Demarcadora Española) se embarcó hacia el bajo río Uruguay con el objetivo de relevar la zona. En la década de 1970, la información de su diario de navegación orientó a los miembros del Centro Histórico y Geográfico de Soriano en la búsqueda de estos primeros poblados.

El 24 de agosto de 1976 la CPCN realiza la declaratoria de Monumento Histórico Nacional (Resolución Nº 988/976) tomando como referencia la información de Oyarvide y los trabajos del Centro Histórico y Geográfico de Soriano. Se declara Monumento al

                “(…) lugar en que estuvo emplazada la población efímera zaratina de San Salvador, fundada por el adelantado Juan Ortiz de Zárate el 30 de mayo de 1574 y entorno, en un área de 10 hectáreas” localizándola sobre la “margen izquierda del río San Salvador, próximo a su desembocadura en el río Uruguay”.

En las décadas de 1980 y 1990 el arqueólogo Arturo Toscano inició un proyecto (UNESCO 6328) que plantea entre sus objetivos la identificación del emplazamiento del “Fortín de San Salvador” y de la “Ciudad Zaratina”. La prospección preliminar en el sitio “El Arenal” señaló la presencia de material cerámico de tradición europea similar a la cerámica colonial hallada en Cayastá (Argentina) (Toscano 1992). Siguiendo esta línea de trabajo, en el año 2007, el Dr. Antonio Lezama realizó prospecciones en la zona buscando el emplazamiento del Puerto de Gaboto y la Ciudad Zaratina sin reportar hallazgos positivos.

Entre diciembre de 2010 y enero de 2011, aficionados locales identificaron un área sumergida (con material cerámico europeo correspondiente al siglo XVI) como posible lugar de los asentamientos europeos, a partir de lo cual dos buzos de la ciudad de Dolores realizaron los hallazgos subacuáticos que dieron origen a la investigación en curso. A su vez, el hallazgo y la identificación de los restos del asentamiento colonial de Sancti Spiritus (Cocco et al. 2011) dio un nuevo impulso a los trabajos históricos y arqueológicos interesados por este capítulo de la historia regional.

Trabajos realizados y hallazgos arqueológicos

El yacimiento esta compuesto por un sector subacuático asociado a las actividades del antiguo puerto y por un segundo sector, correspondiente al asentamiento terrestre (figura 1).

a10f01

Figura 1. a) Islario General de Alonso de Santa Cruz (1505-1565), b) Fotografía aérea del sitio arqueológico San Salvador con la ubicación de las principales intervenciones.

Figure 1. a) Islario General de Alonso de Santa Cruz (1505-1565), b) Aerial photograph of San Salvador archaeological site with the location of the main interventions.

El sitio arqueológico sumergido en el río San Salvador se presenta como una estructura compuesta por rocas de diferentes tamaños dispuestas en un montículo de base elipsoide orientado N-S, en su eje mayor de 5,30 m y un eje menor de 2,10 m, y una altura aproximada de 0,70 m (figura 2).

Esta estructura se denomina montículo de lastre (en inglés ballast mound) y ha sido descripta en la bibliografía especializada como vestigio material de actividades náuticas de distinto orden, una acumulación cuyo origen se debe tanto a la depositación producto de eventos involuntarios tales como un naufragio4,  como a acciones voluntarias como el proceso de aligeramiento o carga y descarga de una embarcación.

El lastre constituye una parte fundamental en la estructura de un buque ya que determina su centro de gravedad permitiendo que éste navegue establemente sin realizar movimientos bruscos de banda que pueden ocasionar el oleaje y el viento (Keith 1985; Smith 2001; Smith et al. 1998; Villegas 2001).

a10f02

Figura 2. Plano de ubicación e imagen sonar del montículo de lastre.

Figure 2. Location map and sonar image of the ballast mound.

El montículo de lastre se ubica a 6 m de profundidad en aguas con características de cero visibilidad, no se desarrollaron excavaciones en el mismo, pero se dividió en seis sectores ubicando una línea en su eje mayor y subdividiendo ésta en 2 segmentos de 2 m quedando el último segmento de un largo de 1,30 m. Esta división en sectores fue utilizada como guía para desplazarse sobre el sitio y para recoger las muestras de materiales arqueológicos que se hallaban entre las piedras de lastre. Asimismo, se tomaron muestras aleatorias, dos por sector de piedras de lastre para análisis petrográficos.

Integrados al montículo de lastre se hallaron fragmentos de cerámica que fueron identificados como tiestos de contenedores destinados al transporte ultramarino, definidos como “botijas” (Amores y Chisvert 1993:283). Estos fragmentos tendrían una correspondencia crono cultural que los adscribirían al siglo XVI. Otros hallazgos asociados son parte de cordaje, varios clavos de hierro forjado e instrumentos de calafateo.

A partir de la realización de trabajos de prospección en la parte terrestre del sitio se pudo identificar la presencia de una extraordinaria cantidad y variedad de material arqueológico indígena y algún material europeo (mayólica y contenedores cerámicos) en superficie. La dispersión de los materiales cubre un área aproximada de 350 m x 150 m.

Fueron identificados dos enterramientos humanos (que se observaban en superficie), que se retiraron en un paquete uniforme con el sedimento debido a su franco deterioro. Estos restos se encuentran actualmente en proceso de análisis. Los materiales cerámicos indígenas hallados en el sitio, incluyen una amplia variedad en el tratamiento de superficies como el alisado, pintado, ungulado, incisiones, escobado, corrugado y decoraciones geométricas entre otras, rasgos que son atribuidos a la tradición cultural tupi guaraní (figura 3a).

a10f03

Figura 3. a) Fragmentos cerámicos tradición tupi guaraní, b) Fragmentos de cerámica gruesa con decoración plástica, c) Fragmentos de bordes decorados.

Figure 3. a) Pottery fragments from tradition Tupi Guarani, b) Fragments of pottery with thick plastic decoration, c) Fragments of decorated edges.

El material arqueológico de origen europeo está constituido por fragmentos contenedores comerciales destinados al transporte de líquidos y sólidos (botijas). Los mismos tipos cerámicos están presentes en la estructura arqueológica subacuática.

Como es habitual en los trabajos de arqueología se diseñaron prospecciones geofísicas en el área terrestre, dirigidas a obtener información subsuperficial de manera remota. Los primeros relevamientos a gran escala consistieron en la aplicación de la técnica de Ground Penetrating Radar (GPR) sin que ello arrojara resultados positivos. En una segunda etapa, se realizó un relevamiento con un Gradiómetro de Protones, que tampoco señaló anomalías significativas.

Posteriormente se decidió plantear seis intervenciones subsuperficiales (2011 y 2012), entre las que destacan el Sondeo II y la Excavación I.

El Sondeo II registró la presencia de materiales arqueológicos hasta los 60 cm de profundidad, sobre un total de 80 cm. La metodología de excavación elegida combinó la aplicación de profundizaciones sucesivas por niveles naturales y artificiales. Se recuperaron más de 3000 tiestos cerámicos prehistóricos (Sondeo I y Sondeo II) con una alta tasa de fragmentación (figura 3) y se efectuaron dos fechados radiocarbónicos, que dieron entre 1034 ± 50 (URU 0571) y 1072 ± 50 años (URU 0572) C14 años antes del presente.

En el material cerámico hallado en el Sondeo II (n=1983) se puede apreciar una mayor presencia de tiestos correspondientes a cuerpos sobre las otras dos categorías (bordes y bases), estando en concordancia con los procesos de producción y fragmentación de la cerámica. Ambos sondeos muestran una intensa ocupación pre europea del sitio.

En la Unidad Estratigráfica 001 del Sondeo II se hallaron fragmentos de cerámica corrugados (n=2) (tradición tupi guaraní), alfarería gruesa (n=1) (arawak?), borde decorado (n=1). Las alfarerías gruesas se recuperaron fundamentalmente en las UE002 (n= 14) y UE003 (n= 11), estando ausentes en esta unidad los tipos adscribibles a la tradición guaraní.

En noviembre de 2012 se realizó una excavación en área en la porción terrestre del sitio (Excavación I) que alcanzó una superficie de 48m2, excavada con metodología Harris (1991) y que permitió reconocer un “piso de ocupación”, a 14 cm de profundidad, con varias huellas de postes, fosas, y un contexto arqueológico caracterizado por la asociación de cerámica indígena, vidrio, cerámica europea, y algún material óseo (figura 4). Este material está localizado en la UE001, interpretada como el nivel que sella el momento de ocupación y abandono del yacimiento.

a10f04

Figura 4. a) Planimetría e imágenes de planta de la Excavación I con restos de estructuras domésticas (agujeros de poste, fosas y piso de ocupación).

Figure 4. a) Planimetry and photos of Excavation I, remains of domestic structures (post holes, pits and dwelling floor).

La cerámica indígena hallada en estratigrafía, por su decoración (ungulada y corrugada) corresponde en gran medida a la tradición guaraní. Otros hallazgos de cerámica atribuida a esta tradición se obtuvieron en superficie (escobada y pintada policroma).

Respecto a la cerámica de tradición bajomedieval cabe destacar que la mayoría corresponde a alfarerías gruesas, contendores (botijas) (Goggin 1960; Amores y Chisvert 1993). Hasta el momento, de los fragmentos de mayólica recuperados pudieron identificarse los tipos Columbia Plain e Isabela Polychrome (Deagan 1987). Las cerámicas europeas registradas tanto en la parte subacuática como la terrestre corresponden a las mismas tipologías y cronología, lo que fortalece el vínculo propuesto entre ambos sectores del sitio arqueológico (figura 5).

a10f05

Figura 5. Fragmentos de cerámica europea e instrumentos de calafateo.

Figure 5. Fragments of european pottery and caulking instruments.

Conclusiones

La localización de los primeros asentamientos europeos de la región propuesta por Oyarvide en 1801, se confirma a partir de los hallazgos realizados en 2011 y 2012. Estos contextos arqueológicos le dan definitivamente un emplazamiento geográfico a las ocupaciones tempranas, conocidas hasta el momento únicamente a través de la documentación histórica.

La asociación de cerámica guaraní y europea (mayólica y contenedores) al interior de los restos de estructuras y pisos domésticos constituye el correlato material de los vínculos sociales, llamados “rescates”, referidos en la documentación. Esto es congruente con otra documentación histórica que describe las alianzas políticas usadas en la ocupación del territorio (Varnhagen 1888b).

Tanto los dos fechados C14 del Sondeo II (UE002) (ca 1050 A.P), como la fuerte presencia de material indígena sugieren que el lugar elegido por los asentamientos europeos del siglo XVI era habitado previamente por grupos nativos. Parece no tratarse de una casualidad, sino más bien de una estrategia deliberada (Robin et al. 2006).

En el S. XVI la zona estuvo intensamente ocupada por grupos que portaban: a) cerámica lisa con formas globulares pequeñas a medianas; b) cerámica incisa; c) alfarerías gruesas e incisas rítmicas (¿arawak?) (Politis y Bonomo 2012); d) cerámica guaraní de diferente tipo.

En el S. XVI la ocupación europea se inserta en el conflicto previo entre guaraníes y no guaraníes. Los tipos cerámicos indígenas decorados asociados a los testimonios europeos (corrugada, pintada de rojo, escobada, ungulada) corresponden a la mayoría de los tipos atribuidos al grupo Tupiguaraní (Lasalvia y Brochado 1989). Esta circunstancia es congruente con las descripciones realizadas por Ramírez2 (Varnaghen 1888b) al respecto del trato amistoso dado por los guaranies (chandriles) a los españoles. En contraste, los grupos autóctonos timbúes y chanás, mantenían conflictos tanto con españoles como con guaranies.

En este sentido parece lógico que las ocupaciones europeas se emplazaran en lugares de comprobado valor estratégico, en relación a las redes de intercambio pre existentes y al buen tránsito regional.  

Finalmente, los hallazgos subacuáticos y terrestres confirman la unidad y especificidad de este sitio. Estos testimonios constituyen un correlato material positivo y congruente con las actividades documentadas por los cronistas. La presencia del montículo de lastre, por sí misma sirve como evidencia de la actividad náutica desarrollada en puertos en situaciones normales. La variabilidad granulométrica de las rocas del lastre y la presencia de artefactos asociados al equipamiento náutico (cordajes) e instrumentos de calafateo y clavos sugiere el desarrollo de actividades de reparación y modificación de embarcaciones, ya que la ausencia de estructuras de madera debajo del montículo descarta la hipótesis de un naufragio. La cerámica gruesa bajo-medieval se puede atribuir a un contexto temporal del siglo XVI.

Perspectivas

En el momento actual el proyecto aborda su segunda etapa en tierra que tiene como objetivos, a partir de la continuación de la excavación con la técnica de Open área, reconocer la extensión y la estructura de los asentamientos localizados en noviembre de 2012.

En esta etapa buscamos precisar la delimitación del yacimiento tanto espacialmente como cronológicamente, procurando identificar si los contextos arqueológicos localizados son atribuibles a la ocupación de Gaboto (1527-29) o a la de Ortiz de Zárate (1574-77).

El proyecto forma parte de una estrategia de gestión integral de este patrimonio histórico-cultural, donde además de los objetivos y actividades de carácter arqueológico, se han realizando diversas actividades de difusión educativa en la zona.

La etapa de investigación tiene como finalidad suministrar información específica que permita diseñar procedimientos de conservación de los hallazgos así como su puesta en valor para el acceso público.

Montevideo, 10 diciembre de 2013

Agradecimientos

Alfonso Quian, José Luis Gómez y Nelsy Negrín, quienes protagonizaron los primeros descubrimientos. A la Estancia San José, al Sr. Nelson Duclos y Sr. Gerardo Mackinnon.

A las autoridades nacionales CNPC (MEC), Director General Alberto Quintela, a las autoridades departamentales: Intendencia de Soriano, Intendente Guillermo Besozzi, Directores Javier Zarauz, Lourdes Cerchi, Andrea Auchania, Pedro Nocetti, José Luis Perazza, Director del Museo Berro Aparicio Arcaus. Municipio de Dolores, Alcalde Javier Utermark. A la Prefectura de Mercedes y Prefectura de Nueva Palmira, Prefecto José Luis Eliozondo. A la Escuela Rural Nº 59 La Concordia, maestra Loreley Bidegaray y Escuela Agraria La Concordia, profesora Shirley Rochón. A los vecinos de La Concordia y de la ciudad de Dolores. A todos ellos por el compromiso y el apoyo en los trabajos realizados.

Notas

1. Los hallazgos realizados en enero de 2011 activaron la cooperación entre dos organismos, los que luego diseñaron un proyecto que tiene como objetivo localizar los asentamientos europeos del siglo XVI. La evaluación primaria, realizada por los arqueólogos de la Comisión, constató la existencia de un sitio arqueológico sumergido compuesto por un montículo de rocas de mediano y gran porte. En la planicie adyacente, a unos 90 m. de la costa, se identificó un área arqueológica con presencia en superficie de cerámica nativa, cerámica europea y enterramientos humanos.
El Proyecto “Diagnóstico y Evaluación del Sitio Arqueológico San Salvador” es un Convenio de Cooperación Técnica entre la CPCN-MEC y la Intendencia de Soriano.
2. El tratado de Tordesillas, firmado en 1494 entre las coronas española y portuguesa (participantes de la carrera naval de los siglos XV y XVI) distribuía las tierras conquistadas y por conquistar mediante una línea imaginaria de demarcación que corría de norte a sur distante 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, de manera que todo lo que se descubriera al este de dicha línea pertenecería al rey de Portugal y a sus sucesores, y lo encontrado al oeste sería para los reyes de Castilla y de León y sus sucesores.
Este cuadro de situación se alteraría drásticamente con el surgimiento de nuevos participantes, a partir de la segunda mitad del siglo XVI (Inglaterra, Francia y Holanda).
3. Luis Ramírez, miembro de la tripulación de Gaboto, en una carta escrita a su padre.
4. Según la Real Academia Española - 1. m. Pérdida o ruina de la embarcación en el mar o en río o lago navegables.

Bibliografía

1. Amores, F y N. Chisvert. 1993. Tipología de la cerámica común bajomedieval y moderna sevillana (SS. XV-XVIII): I. La loza quebrada de relleno de bóvedas. SPAL 2(1993): 269-325.

2. Sevilla. Bracco, D. 2004. Charrúas, guenoas y guaraníes. Interacción y destrucción en el Río de la Plata. Linardi y Risso, Montevideo.

3. Camargo, F. 2003. Las relaciones luso-hispánicas en torno a las Misiones Orientales del Uruguay: de los orígenes al Tratado de Madrid, 1750, Revista Fronteras de la Historia Nº 8: 217-248, Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Bogotá         [ Links ].

4. Cocco, G. y F. Letieri. 2010. Proyecto: localización del primer asentamiento español en la cuenca del Rio de la Plata – fuerte Sancti Spiritus 1527-1529 localidad de puerto Gaboto - provincia de Santa Fe, en Mamül Mapu: pasado y presente desde la arqueología pampeana, Ed. por M. Berón, L. Luna, M. Bonomo, C. Montalvo, C. Aranda y M. Carrera Aizpitarte: 215-226. Editorial Libros del Espinillo (Ayacucho, Pcia. de Buenos Aires).

5. Cocco, G., Letieri, F. y G. Frittegotto. 2011. El descubrimiento y estudio del fuerte Sancti Spíritus, Revista América Nº 20: 70- 85. Centro de Estudios Hispanoamericanos, Santa Fe (R. Argentina)         [ Links ]

6. Cordero, S. 1960. Los charrúas. Síntesis etnográfica y arqueológica del Uruguay. Ed. Mentor, Montevideo.         [ Links ] Deagan, K. 1987. Artifacts of the Spanish Colonies of Florida and the Caribean, 1500-1800. Smithsonian Institution Press. Washington.

7. Del Barco Centenera, M. 1999. La Argentina o la conquista del Río de la Plata, Ediciones Theoria, Buenos Aires.

8. Díaz de Guzmán, R. [1612] 1969. Historia argentina del descubrimiento, población y conquista de las provincias del Río de la Plata. En Colección Pedro De Ángelis I: 45-488. Plus Ultra, Buenos Aires.

9. de Gandia, E. 1962. La segunda fundación de Buenos Aires, En: Historia de la Nación Argentina. Desde los orígenes hasta la organización definitiva en 1862. El Ateneo y Academia Nacional de la Historia. 2° edición, Tomo III, cap. III. Buenos Aires.

10. Goggin, J. 1960. The Spanish Olive Jars. An Introductory Study. Yale University Publication in Anthropology, Nº62. New Haven.

11. Groussac, P. 1916. Mendoza y Garay: las dos fundaciones de Buenos Aires 1536-1580, Jesús Menéndez editor, Buenos Aires.

12. Harris, E. C. 1991. Principios de estratigrafía arqueológica, Ed. Crítica, Barcelona.

13. Keith, D. H. 1985. Analysis of Hull Remains, Ballast, and Artifact Distribution of a 16th Century Shipwreck, Molasses Reef, British West Indies. Journal of Field Archaeology 12:4, 411-424.

14. Lasalvia, F. y J. Brochado. 1989. Cerámica Guaraní. Posenato Arte y Cultura, Porto Alegre.

15. Latini, S. H. 2011. Primeros contactos e interacción en las costas del Plata a principios del siglo XVI. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología XXXVI, Buenos Aires.

16. Lockhart, W. 1970. Fundación de la Ciudad Zaratina. Revista Histórica de Soriano. N°15:31-32. Centro Histórico y Geográfico de Soriano, Mercedes.

17. Lockhart, W. 1979. Historia de Soriano: desde 1574 a 1660. Revista Histórica de Soriano. N°22: 3-21. Centro Histórico y Geográfico de Soriano, Mercedes.

18. Martínez Montero H. 1955. Reconocimiento del bajo Rio Uruguay en 1801. Suplemento Dominical. N°1172. Diario El Día, Montevideo.

19. Medina, J. T. 1908. El veneciano Sebastián Caboto. Al servicio de España y especialmente de su proyectado viaje a Las Molucas por el estrecho de Magallanes y al reconocimiento de la Costa del Continente hasta la Gobernación de Pedrarias Dávila. Tomo I y II. Imprenta y Encuadernación Universitaria. Santiago de Chile.

20. Politis, G. y M. Bonomo 2012. La entidad arqueológica Goya-Malabrigo (ríos Paraná y Uruguay) y su filiación Arawak, Revista de Arqueología Volumen 25, Nº 1: 10-46.

21. Ramírez, H. El País digital, miércoles 20 de junio de 2007. Encontraron los orígenes de Dolores, El Espinillo. Fue un pueblo en 1754. Hallaron objetos. http://historico.elpais.com.uy/07/06/20/pciuda_287268.asp.

22. Robin, A., Beck, Jr., David, G., Moore, y C. B. Rodning. 2006. Identifying fort San Juan: a sixteenth-century spanish occupation at the berry site, North Carolina southeastern archaeology 25(1) SUMMER. Pp 65:77. Access http://www.questia.com/read/1P3-1158326821/identifying-fort-san-juan-a-sixteenth-century-spanish

23. Smith R. C., Bratten J. R., Cozzi J. C. y K. Plaskett. 1998 The Emanuel Point Ship Archaeological Investigations 1997-1998. Report of Investigations #68. Archaeology Institute. University of West Florida. Florida.

24. Smith R. C. 2001. The Emanuel Point Ship: a 16th-century Vessel of Spanish Colonization. International Symposium on Archaeology of Medieval and Modern Ships of Iberian-Atlantic

25. Tradition, Alves F. J. S. (2001). Proceedings, International Symposium on Archaeology of Medieval and Modern Ships of Iberian-Atlantic Tradition: Hull remains, manuscripts and ethnographic sources: a comparative approach. Centro Nacional de Arqueología Náutica e Subaquática, Academia de Marinha, Lisbon, September 7th to 9th, 1998. Lisboa: Instituto Portugués de Arqueologia. Lisboa.

26. Toscano, A. 1992. Noticia sobre la investigación en curso en la desembocadura del río San Salvador e inmediaciones. En 1as Jornadas de Ciencias Antropológicas en el Uruguay. Museo Nacional de Antropología, Pp. 157:160.Montevideo.

27. Varnhagen, F. A. 1888a. “Carta de Diego García”, en Revista do Instituto Historico e Geographico do Brazil. Tomo XV. 2º daTerceira Serie. 2º Ediçao. Pp. 6 -14. Rio de Janeiro.

28. Varnhagen, F. A. 1888b. “Carta de Luis Ramírez”, en Revistado Instituto Historico e Geographico do Brazil. Tomo XV. 2º da Terceira Serie. 2º Ediçao. Pp.14 - 41. Rio de Janeiro.

29. Villegas, T. 2001. El lastre en las naves europeas destinadas a América durante los siglos XVI y XVII. Memorias del Congreso Científico de Arqueología Subacuática ICOMOS. Erreguerena, P.L. y Roffiel, R. Serie Arqueología-INAH. Pp. 131-143.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License