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Revista del Museo de Antropología

Print version ISSN 1852-060XOn-line version ISSN 1852-4826

Rev. Mus. Antropol. vol.7 no.2 Córdoba Jan. 2014

 

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

Rosana Guber. La articulación etnográfica. Descubrimiento y trabajo de campo de la investigación de Esther Hermitte. 2013 Editorial Biblos. Buenos Aires

María Celeste Godoy*
* Maestría en Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. godoymariaceleste@gmail.com

Recibido 28-01-2014

Aceptado 01-09-2014

Con el primer acceso al libro el lector percibe dos palabras claves: articulación y descubrimiento. Ambas sostienen y dan respuesta al problema de investigación, que reside en descubrir el entramado y las múltiples decisiones que se adoptan en el curso de una investigación etnográfica. Para responderlo la autora toma el texto final de la investigación de la primera antropóloga social del país, Esther Hermitte1, y recorre su trabajo etnográfico en sentido inverso a la vez que lo rescata y reconstruye. A partir de la lectura al ras de lo que configura su propio ‘campo’ (etnografía y material de trabajo de Hermitte) Guber revela la realidad del oficio del antropólogo y argumenta su problema; desde allí dialoga y hace dialogar a la academia (que enfatiza en la teoría por sobre los datos empíricos) con el material de investigación de Hermitte que da cuenta de las vicisitudes que el trabajo de campo de tipo etnográfico plantean al investigador.

El estudio preliminar (autoría de Andrés Medina Hernández, colega y amigo de Hermitte, y miembro del equipo Man in Nature2 o Chicago-Chiapas Project que los incluyó a ambos) trae el contexto histórico y académico, imprescindible para entender el marco conceptual en el que se inserta el trabajo de Esther. La obra principal se divide en tres partes que reflejan diversos abordajes y que se integran/articulan entre sí. La primera es una mirada más general que se concentra en el método etnográfico y la etnografía como género textual, comprende un verdadero curso de metodología de la investigación; la segunda examina la metodología que aplicó Hermitte, desmenuza el material y descubre su lógica; la tercera analiza el descubrimiento de Hermitte en su presente etnográfico a través de su diario de campo. Cada parte se subdivide en capítulos numerados correlativamente, que responden las preguntas que Guber formula como si leyera la mente del lector, y como si acompañara la mente de la investigadora en los Altos de Chiapas. La continuidad y progresividad del recorrido surgen de la numeración y del enlace que la autora hace al inicio y al final de cada capítulo.

En la introducción la autora instala su objetivo (dar respuesta a la denunciada falta de herramientas genuinas de investigación) y al método etnográfico que aporta el punto de vista de ese ‘otro’ objeto de estudio. Luego de especificar y adelantar su plan de trabajo considera la figura de Esther Hermitte en la academia argentina, para finalmente mostrarle al lector las claves de lectura del libro. Por último, adelanta la solución a su problema: el resultado de una investigación depende de la articulación que el investigador -en tanto instrumento- realice entre teoría y datos empíricos, donde la intuición y la casualidad tienen su parte. La introducción esboza clara y sucintamente el contenido de la obra y presenta la discusión de la autora con la academia.

El capítulo uno responde a la pregunta de qué dice haber descubierto Hermitte. Ingresa al texto por su título e índice y por medio del análisis de sus características (cantidad de hojas, orden, terminología, estilo de redacción, tiempo verbal) se aproxima a la investigación. Continúa con el problema (núcleo alrededor del cual gira toda etnografía), prosigue con la respuesta (solución al problema) y finalmente llega a la argumentación (enlace entre el problema y la solución mediada por la articulación de teoría y datos empíricos). Con el análisis de la noción de nahual Guber muestra qué información tenía Hermitte al inicio de su investigación (ladinización y cambio social), cuál descubrió con su trabajo (control social sobrenatural por medio de la brujería), cómo las articuló y de qué manera sumergió al lector en su investigación.

Las tablas, relatos de contextos y recreación de situaciones que analiza la autora en el capítulo dos (como el relato de Bricio respecto de la conversación mantenida con Jacinto) le muestran el trabajo a ras del campo que realizó Hermitte, que desde allí ‘sube’ hacia la teoría y presenta sus datos. Ello se vuelca al texto final que da cuenta del descubrimiento progresivo y gradual que acompaña el relato y sumerge fácilmente al lector en el mundo pinolteco.

En el capítulo tres Guber analiza la evidencia que usó Hermitte como fundamento y articula ese material (informes de avance, informes temáticos, cuadros, tablas y listados) con las conclusiones donde no aparece necesariamente toda la información que surgió del campo. Ello da cuenta de cuánto sabía Hermitte de su descubrimiento al momento de redactar cada uno de esos documentos, y revela las múltiples decisiones que como ‘puentes’ la investigadora adoptó en su trabajo.

En el capítulo cuatro la autora examina documentos más cercanos al campo con abundantes datos empíricos (cuadros temáticos, fichados por informante, listados de personas e incluso una encuesta de opinión pública) y detecta la lógica que siguió Hermitte al reunir evidencia del gobierno sobrenatural. Un análisis correlativo y comparativo de ellos da cuenta que a través del consenso (relacional y no como estado) Hermitte legitimó y dio confiabilidad a sus conclusiones.

La introducción de la tercera parte delata una sección abocada al diario de campo con el objetivo de captar el presente etnográfico (información del campo que se convierte en dato por medio de la interpretación de la investigadora).

Así el capítulo cinco muestra -con el análisis del registro de la información- el momento preciso en que la información se revela a la investigadora; la charla entre Hermitte y Guillermo, la conversación con Tina y el relato de un sueño de su principal informante Bricio, fueron las advertencias que recibió Hermitte.

Mediante el rastreo de las apariciones del término nahual, en el capítulo seis Guber detecta la forma en que Hermitte articuló la información que surgió del campo extraña a su esquema conceptual, con sus propias nociones que se vieron transformadas. Fue un descubrimiento progresivo y acompañado por una creciente focalización en su problema de investigación.

En el capítulo siete Guber muestra la creatividad y humildad de Hermitte al entablar sus relaciones en la comunidad (en particular las emblemáticas con Bricio y la Boni), de manera que -sin llegar a convertirse en nativa- transformó al informante en persona y así pudo acceder (en tanto blanca y extranjera) a un mundo clandestino y sobrenatural.

Finalmente en el capítulo ocho Guber se ocupa de las “técnicas” que usó Hermitte para obtener la información (tertulias como principal escenario de información) y dialoga con la academia (con su discurso estricto respecto de esas técnicas), al tiempo que muestra la riqueza de la flexibilidad y creatividad del investigador cuando hace suyas las formas nativas de producir información.

En su Epílogo Guber aspira a un acercamiento humilde de la academia a la realidad del trabajo de campo e integrador de la tarea etnográfica. El etnógrafo que no se deja interpelar por el campo se convierte en verificador de hipótesis previas, con fuerte carga etnocéntrica. El valor de una investigación no depende sólo del marco teórico o decisión del investigador, sino del diálogo que él (en tanto instrumento) entabla entre sus nociones académicas y las interpelaciones del campo; entre su propia reflexividad y la de sus nativos. Bronislav Malinowski3 sobrevuela e impregna el espíritu del libro que aboga por una investigación a ras del campo y reveladora de la ‘cara oculta’ de la investigación etnográfica, sin atajos, con permanencia y con profunda empatía humana.

Notas

1. Pinola es el nombre nativo de San Cristóbal de Las Casas, localidad ubicada en los Altos de Chiapas, México. Hermitte realizó allí trabajo de campo durante un año y medio (1960-1961) a partir del cual elaboró su tesis de maestría, su tesis de doctorado y finalmente la etnografía “Poder y control social sobrenatural en un pueblo maya contemporáneo” (1970b, México, Instituto Indigenista Interamericano).

2. Equipo de investigación de la Universidad de Chicago dirigido por Norman McQuown, y con intervención de Julián Pitt-Rivers quién a su vez fue el director de tesis de Hermitte.

3. Introducción a “Los argonautas del Pacífico Occidental. Un estudio sobre comercio y aventura entre los indígenas de los archipiélagos de la Nueva Guinea Melanésica” (Malinowski, Bronislaw (1986) [1922] Barcelona: Ed. Planeta-Agostini.

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