SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.17 issue1Is the Desiderative Questionnaire a suitable technique to detect drives and defenses in the pathologies of helplessness? author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Subjetividad y procesos cognitivos

On-line version ISSN 1852-7310

Subj. procesos cogn. vol.17 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jan./June 2013

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

Estudio descriptivo de la adolescência en São Borja: un análisis la luz de las habilidades sociales

Descriptive study of adolescence in São Borja: an analysis focusing on social skills

 

Andrea Simone Santos Weis*

* Licenciada en Psicología UNIJUÍ. Especialista en Psicoanálisis por UNIJUÍ. Especialista en Psicología Organizacional y del Trabajo por CRP/RS. Especialista en Psicología Hospitalar por CRP/RS, Especialista en Gestão del Personas por PUC/RS y Especialista en Administración Hospitalar por SÃO CAMILO/RS. Candidata a Doctora en Psicología por UCES. E-mail: andreaweis1@yahoo.com.br

 


Resumen

Las habilidades sociales son importantes tanto para la Psicología como para las personas en general y, así, al reportar la adolescencia surge la preocupación en verificar como son las habilidades sociales de los jóvenes de la ciudad de São Borja. La relevancia de este tema para este público es transpuesto por la posibilidad de identificación de reservas o déficits de estas habilidades sociales. Las personas con déficits pueden presentar mayores problemas psicológicos, sociales y académicos que las personas con reservas, las cuales poseen una desenvoltura relacional bien elaborada lo que garantiza un equilibrio en sus vidas. El objetivo general de este estudio científico es describir las habilidades sociales de los adolescentes en tres diferentes escuelas (escuela pública nacional, escuela pública provincial y escuela privada). La muestra de este estudio está compuesta por 171 alumnos que están cursando el primer año del colegio secundario, de cada escuela y la franja etaria es de 13 a 17 años de ambos sexos. Dos instrumentos fueron utilizados para la recolección de datos: el primer es un instrumento de autorrelato llamado de Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes desarrollado por Del Prette (IHSA- Del-Prette 2009a) y el segundo, también de autorrelato, Criterio Brasil versión (2008) que relaciona las habilidades sociales de los jóvenes y su clase económica. Los resultados mostrarán si hay o no correlación entre habilidades sociales, tipo de escuela y la clase social donde el adolescente está inserto.

Palabras clave: Adolescencia; Habilidades sociales; Escuelas.

Summary

Social skills are important for Psychology as well as for people in general and, therefore, when reporting on adolescence the concern arises to verify the social skills of youngsters, as were verified those of the youngsters of the city of São Borja, Brazil, in this case. The importance of this subject for this community is the possibility to identify resources or deficits of these social skills in the community. Individuals with deficits can present greater psychological problems, aas well as social and academic ones, than individuals with resources, who attain an assertive complex stance which guarantees a balance in their lives. The general aim of this scientific study is to describe the social skills of adolescents in three different schools (state public school, country public school and private school). The sample of this study is composed for each school, by 171 male and female junior students in high school, of ages ranging from 13 to 17. Two instruments were used for the data collection: the first is an instrument of narrative of personal experiences called Inventory of Social Skills for Adolescents developed by Del Prette (IHSA- Del-Prette 2009a) and the second, also of narrative of personal experiences (Criterion Brazil, version 2008) relates the social skills of the youngsters to their socio-economic class. The results will show if there is or not correlation between social skills, type of school and the social class in which the adolescent is inserted.

Key words: Adolescence; Social skills ; Schools.

Fecha de recepción: 20/11/12
Fecha de aceptación:
17/02/13


 

1. Introducción

A partir de estudios anteriores que hemos realizado dentro del ámbito de la Psicología como ciencia que se disloca más allá de su relevancia propiamente dicha y dando cuenta de un saber que viabiliza el entendimiento psicopatológico de las condiciones humanas entendemos que ocurre un avance científico indisoluble que posibilita el aumento y la diseminación del conocimiento y también de nuevas tecnologías. Así, si por un lado de la tecnología tenemos ese avance ideal por otro lado observamos dificultades y ahí marcamos la diseminación del conocimiento a través de las relaciones interpersonales.

Estas relaciones interpersonales son definidas por muchos autores como crisis en las relaciones interpersonales. Estas crisis en las relaciones interpersonales están generando indagaciones y desafíos a todos especialmente a los investigadores que buscan describir, entender y explicar el desarrollo y el envolvimiento de los individuos por medio de sus relacionamientos interpersonales. Considerando importantes estos cuestionamientos nos preocupamos con los problemas sociales y en particular con aquellos en los cuales los adolescentes están envueltos directa o indirectamente.

En el terreno de los temas psicológicos siempre fueron relevantes en nuestra vida académica y en nuestra jornada profesional. Así, en este sentido, estos temas estudiados articulan las características psicológicas de los individuos y sus posibles influencias en comportamientos sociales. En nuestra actividad clínica percibimos la importancia de los comportamientos sociales y así con el tema de las habilidades sociales, desarrollaremos un gusto por la descripción de sus subescalas, las cuales son más específicamente comportamientos como empatía, autocontrol, desenvoltura social, asertividad, civilidad, abordaje afectivo. Estos comportamientos interfieren en la vida psíquica de las personas desde los niños hasta los adultos. Y, así, en este actual estudio hay un interés práctico en describir las habilidades sociales en la adolescencia en tres diferentes escuelas de la ciudad de São Borja.

La adolescencia se muestra como una fase de la vida que presenta particularidades y desafíos. Esta fase es un pasaje caracterizado por la salida del universo infantil y la nueva adhesión para un universo adulto, así, estos cambios son decurrentes de la maduración natural de todos los seres humanos que en este período de vida son denominados adolescentes. Al pensar en la temática de las habilidades sociales y en la adolescencia indicamos directamente una articulación entre las características psicológicas y las posibilidades de influencia en los comportamientos sociales.

2. Los aspectos de la adolescencia

La adolescencia pode ser sustentada y mantenida no como siendo un período orgánico/ cronológico sino como un proceso psicológico y social muy abarcativo. Eso es lo que se describe Gaudencio (1980) cuya edad cronológica no es el factor más importante para la fase de la adolescencia. Para este autor la adolescencia se caracteriza por la forma psicológica y comportamental que el individuo tiene al enfrentar la vida. O sea, los individuos son o no caracterizados como adolescentes debido a una clasificación psicológica y no solamente y exclusivamente cronológica.

Podemos tener en la fase de la adolescencia consideraciones interesantes, pues ella se caracteriza ante todo como un período y como un proceso de construcción de temas fundamentales que permearán y, así, posibilitar la vida adulta. Ya Cavalcanti (1988) afirma que:

"La adolescencia, como todo lo que es humano, solo puede ser realmente comprendida si hacemos un estudio de los diversos elementos estructurales que entran en la composición del ser y del vivir del hombre" (Calvalcanti, 1988, p. 6).

Esta visión es compartida también por otros autores, entre ellos, Castellar (1989), donde la pubertad es solamente lo biológico y la adolescencia significa el concepto psicológico y social. También este autor afirma que lo que realmente existe son las adolescencias debido a la función de lo político, de lo social, de lo cultural y del momento en que estará inserto el sujeto adolescente. Estas descripciones son efectivamente reafirmadas por Kalina& Grynberg (1992); Palácios (1995) y Mussen et al. (1995) los cuales se refieren a la adolescencia como una fase de desarrollo psicosocial aunque diferenciada de la pubertad, que es para estos autores una fase de pleno cambios, especialmente a nivel orgánico.

Se atribuye a la adolescencia una etapa ardua y dura del crecimiento y desarrollo humano en la cual resulta todo el proceso de madurez biopsicosocial del individuo a través de los cambios biológicos, psicológicos y socioculturales que son las características de esta etapa. En este momento las primeras reacciones emocionales y cambios físicos aparecen como que apropiándose de la pubertad, en la medida en que este sujeto va perdiendo sus características biológicas infantiles al mismo tiempo en que tiene que luchar con la pérdida de los padres en lo que se refiere a la dependencia infantil.

Los aportes del psicoanálisis son de mucha relevancia para mí y con ellos percibimos que innúmeros teóricos y estudiosos de la psicología tratan y desarrollan sus estudios sobre la adolescencia, de entre estos grupos están los psicoanalistas que fundamentan sus estudios en el psicoanálisis freudiano y pos freudiano. Podemos citar Freud como el padre del psicoanálisis que es una teoría nacida a partir de su clínica con la propuesta teórica acerca del psiquismo humano.

Los conceptos de Freud (1905, 1915) describen la libido como energía sexual, definiendo también que esta organización libidinal se sustenta en las zonas erógenas corporales. Podemos describir como la primera etapa de la organización libidinal la fase oral donde coincide con el amamantamiento. La segunda es la fase anal que se inicia con la educación de los esfínteres más o menos cuando el niño comienza a andar. Posteriormente tenemos la fase fálica, cuando el niño percibe las diferencias sexuales. Luego viene la latencia en donde ocurren las conquistas sociales y el aprendizaje. Para el psicoanálisis, la latencia termina con la pubertad para entonces iniciar la fase genital que tenía la sexualidad adulta.

Podemos definir tres corrientes importantes dentro de los estudios propuestos por Sigmund Freud que son los llamados pos freudianos. Así, cada una de esas corrientes promueve un retorno y re elabora las propuestas del "padre del psicoanálisis". Tenemos la corriente denominada culturalista representada por E. Erickson. La segunda representada por M. Klein que defendió la teoría de las relaciones objetables; concluyendo tenemos una representación estructuralista defendida por J. Lacan y sus seguidores.

Al levar en consideración el pensamiento de Eric Erikson con el tema de esta investigación científica, Erickson considera que el adolescente necesita siempre responder a la siguiente pregunta: "¿quién soy yo?", y la respuesta a esta pregunta significará la seguridad para vivenciar las etapas posteriores. En esta línea de pensamiento la confusión de papeles es una enorme dificultad que este individuo adolescente necesita vencer, ya que al permanecer inmovilizado en sus dudas tendrá pérdidas en la realización de su capacidad genital conforme la teoría freudiana.

Con la corriente teórica que propone las relaciones objetables se destaca la influencia de las figuras paternal como experiencia concreta del niño. Y a través del trabajo de análisis hay posibilidades de tornar consientes las experiencias que están reproducidas en el inconsciente de los sujetos, así, con la comprensión inconsciente podrán ocurrir los cambios en el comportamiento del individuo. Podemos decir que esta teoría se focaliza en las actividades del ego.

Aberastury& Knobel (1988) se refiere que la difícil tarea de la fase titulada de adolescencia es la concretización de un luto por la pérdida de una estructura infantil en función a la bisexualidad perdida, así como por la pérdida de los padres de la infancia. En la adolescencia estos mismos padres son fuente de seguridad, pero también de conflictos y por eso el joven se aleja. Así, para estos autores, los cambios que la pubertad impone, los adolescentes internalizan como una pérdida del propio cuerpo, o sea, hasta un momento atrás el joven conocía su cuerpo infantil y en la pubertad este cuerpo pasa por transformaciones cuyas proporciones y aún las funciones son desconocidas por él.

En esta línea de referente teórico, no podemos dejar de mencionar los estudios desarrollados por psicoanalistas sudamericanos, más precisamente los autores argentinos que también investigan el tema de la adolescencia contribuyendo para una producción actualizada y basada en las corrientes teóricas de Freud. Así tenemos, en la década de los 80 del siglo pasado, a Quiroga (1984) que reunió una serie de artículos y los compiló a través de la metapsicología y de la actuación clínica de diversos autores. Con ello, tenemos ya hace algunos años varios puntos de vista teóricos sobre la adolescencia.

Estos textos argentinos que destacamos aquí en este momento articulan, conforme Quiroga (1984), los conceptos de la psicología y los conceptos desarrollados por el psicoanálisis freudiano. Al ejemplificar con el estudio del caso "Rosita" donde la autora describe que en la fase de la pre adolescencia hay un desprendimiento de la época edípica de las fantasías del inconsciente con el autoerotismo. Específicamente en esta obra de Quiroga (1984) están reunidos una serie de aportes de estos autores argentinos que contribuyen para el estado del arte actual para este tema que nos proponemos a estudiar. En este mismo libro podemos citar Maldavsky (1984) que centraliza su mirar y articula teóricamente su estudio a través del análisis del narcisismo en el aparato psíquico del sujeto adolescente a través de los deseos edípicos y siempre permeado por la fase fálica y latencia, como por los mecanismos de defensa.

Quiroga (2004) en estudio epidemiológico titulado "Detección del padrón de interacción familiar/grupal y prevención de conducta antisocial y autodestructiva en adolescentes", y realizado a través de un proyecto con adolescentes en la Universidad de Buenos Aires (UBA) cita Kaes que señala como una posibilidad de desestructura de estos jóvenes la dificultad de ampararse ya que este amparo debe ser provisto por la función paterna, por la materna, por el grupo y por la cultura. Fue concluido en este mismo estudio epidemiológico de Quiroga (2004) que la vulnerabilidad psicosomática, en este grupo evaluado, se ha agravado debido a las condiciones del medio social en que el joven está inserto. Para esta autora las enfermedades psíquicas, las adiciones y el déficit en los vínculos con los padres cuando se suman las otras dificultades como las económicas hacen que la red que debería servir de amparo, sustento y fundamentación a los adolescentes fracase. Así, los jóvenes corren riesgos que van desde la apatía, o desinterés por el otro, la violencia, etc.

3. Habilidades sociales en su totalidad

Estudios explican que las creencias, las expectativas en relación a si y al mundo y las actitudes son determinantes para las personas. Así, el abordaje cognitivo a través de Rangé (2001) defiende que las emociones y los comportamientos son influenciados por la forma como los eventos de la vida son percibidos. Un concepto interesante y muy importante en la comprensión de las habilidades sociales, en este momento, es el de la competencia social. Ya como refieren algunos autores es la capacidad de administrar de forma favorable las situaciones interpersonales teniendo como reflexión la mejoría en la calidad de vida e del bienestar.

Con el avance de la humanidad y la globalización muchos abordajes acaban tornándose imprescindibles y una de ellas se trata del comportamiento relacional donde las habilidades sociales vienen siendo ampliamente estudiadas y difundidas para una adecuación y, o ascensión subjetiva, relacional y social de los seres humanos. A través de este contexto es posible verificar la grandeza y principalmente las potencialidades existentes cuando tengamos una evaluación de las habilidades sociales y a partir de ella definir una estrategia especialmente para aquellos individuos que están en déficit en sus habilidades sociales.

Para Shinohara (1997), la teoría cognitiva determina la influencia del pensamiento sobre el afecto, el comportamiento, la biología y el ambiente. El objeto de estudio principal es la función de los aspectos cognitivos, o sea, como las informaciones se procesan para el acto de atribuir significado a algo. Así, los individuos atribuyen significado a acontecimientos, personas, sentimientos y otros puntos de vista de su vida, por eso se comportan de cierta forma edificando, entonces diversas hipótesis sobre el futuro y sobre su propia identidad.

Los estudios que Vicente Caballo viene realizando a través del cognitivismo describen por medio de sus investigaciones la relación de los componentes de conducta y las habilidades sociales. Para Caballo (2010) estos componentes de conducta están divididos entre componentes verbales, no verbales, paralingüísticos, mixtos, cognitivos y fisiológicos y son acomodados en tres grupos distintos. Los estudios descriptos por Del-Prette y Caballo, entre otros autores, comparten la idea de que el comportamiento de los individuos está determinado en gran parte por el ambiente en el cual se está inserto, o sea, el aprendizaje del repertorio de actitudes depende de este contexto. La competencia social es siempre aprendida y así, a lo largo de la vida vamos aprendiendo y configurando o reconfigurando la forma relacional con los demás. Podemos aprender a través de las consecuencias del comportamiento, O sea, el aprendizaje se da en función de las consecuencias que tienen. Siendo así, toda conducta que el resultado es positivo para el individuo tiende a repetirse en el futuro.

Según las teorías cognitivas también aprendemos por observación, o sea, imitando lo que hacen los otros a nuestro derredor. Del-Prette (2009b) se refiere a la competencia social, a todo que aprendemos de habilidades que puedan resolver nuestras cuestiones relacionales de forma asertiva. Al pensar por ejemplo, un niño de poca habilidad social, seguramente no fue expuesto a suficientes experiencias y modelos que le hayan enseñado a comportarse de una manera más adecuada. Así, si desde niño observamos modelos que nos posibiliten y que resuelvan los conflictos sin agresividad, que expresan de forma adecuada las emociones posiblemente lo imitaremos posteriormente.

Una vez más Del-Prette (2009b) y Caballo (2010) afirman que muchas veces los individuos no son capaces de decir las cosas que quieren de manera adecuada por que el nivel de ansiedad es muy alto en determinadas situaciones. No es que no sean capaces de pensar un mensaje adecuado, sino que la ansiedad los impide actuar de forma asertiva. Así, en este contexto descriptivo estamos estudiando la adolescencia con la seguridad de sumar nuestras ansiedades al tema propuesto especialmente vislumbrando, con certeza, la adquisición de nuevos conocimientos y métodos de investigación. También y al mismo tiempo con el deseo de contribuir con el saber científico.

Según enfatiza Caballo y también Del Prette& Del Prette las personas por medio de sus comportamientos y de sus habilidades sociales están siempre en desarrollo desde muy temprano y este proceso permanece ocurriendo durante toda nuestra existencia. Según Brandão y Derdyk (2003), el modo como nos relacionamos con los otros es aprendido en el transcurso de la vida. Pero, ¿qué son estas habilidades sociales desde el punto de vista cognitivo? Citamos los autores McFall (1982) y Trower (1982) como los representantes de los años 70 y 80 cuya construcción establecida como marco teórico para las habilidades sociales seria el cognitivismo. Para ello citamos Del-Prette "del punto de vista cognitivo, una respuesta socialmente habilidosa es el resultado final de una cadena de comportamientos" (Del-Prette, 2009c, p. 69). Conviene reforzar, en este momento, que los comportamientos socialmente habilidosos pueden hacer parte de lo cotidiano de las personas en general.

Importante indicar que debemos partir del principio que habilidad social debe ser considerada dentro de un contexto cultural definido, así, no hay un "criterio" absoluto. O sea, cada cultura emite un repertorio adecuado a su base cultural y social. Caballo (2010) hace la siguiente referencia: "Pero, parece que todos saben, de manera intuitiva, qué son las habilidades sociales" (Trower, 1984, p. 49), (Caballo, 2010, p. 4). Todavía, según las consideraciones de Caballo (2010, p. 7), al reportarse las constataciones de Alberti, dice de las habilidades sociales:

. Es una característica do comportamiento, no de las personas.

. Es una característica específica a la persona y a la situación, no universal.

. Debe ser contemplada en el contexto cultural del individuo, así como en términos de otras variables situacionales.

. Está basada en la capacidad de un individuo escoger libremente su acción.

. Es una característica de la conducta socialmente eficaz, no dañosa.

Al pensar en los aspectos de la calidad de vida de los individuos, las habilidades sociales contribuyen muy satisfactoriamente o no para todas las personas. Estas habilidades para Brandão y Derdyk (2003), son de suma importancia para el desarrollo humano tanto personal como profesional. Varias investigaciones en esta área de las habilidades sociales indican que las relaciones personales así como las relaciones profesionales son satisfactorias, permanentes y productivas si las personas son competentes socialmente, también la salud física y mental es mejor. Siendo, entonces, descriptas por los estudiosos de esta área como reservas de habilidades sociales. "Los seres humanos pasan la mayor parte de su tempo enganchados en alguna forma de comunicación interpersonal y, al ser socialmente habilidosos, son capaces de promover interacciones sociales satisfactorias" (Bolsoni-Silva, 2005, p. 1).

Entonces, al pensar en los adolescentes justificamos nuestra preocupación con sus habilidades sociales, no solo por las teorías ya mencionadas sino, sobre todo en la medida en que estos sujetos son exigidos a responder de un lugar donde en función de la faja etaria existen muchos conflictos y dificultades. Por estas razones las habilidades sociales se tornan una forma de correlacionar comportamiento y desempeño social, por medio de la competencia o no de las relaciones interpersonales.

Al revisar Del-Prette (2009a, pp. 5-6) observamos una propuesta de clase y sub clase relevantes en la infancia, pero que son la base para la evaluación del repertorio de habilidades sociales de adolescentes como sigue: autocontrol y expresividad emocional; civilidad; empatía; asertividad; hacer amistades; solución de problemas interpersonales y habilidades sociales académicas.

. Autocontrol y expresividad emocional - reconoce y nombra emociones propias y de los otros; muestra espíritu deportivo; controla ansiedad y humor; expresa emociones positivas y negativas; se calma.

. Civilidad - usa "palabras mágicas" como: gracias, por favor, perdón; hace y acepta elogios; hace y responde preguntas; cumple reglas; espera su turno para hablar.

. Empatía - respetan las diferencias; expresa comprensión por el sentimiento o experiencia del otro; comparte y ofrece ayuda.

. Asertividad - habla sobre sus propias cualidades o limitaciones; concuerda o no con opiniones; hace y rehúsa pedidos; defiende sus derechos; resiste a la presión de los compañeros; negocia intereses conflictivos.

. Hacer amistades - sugiere actividades; se presenta; saluda; ofrece ayuda; elogia y acepta elogios; conversa y coopera.

. Solución de problemas interpersonales - evalúa, escoge e implementa una alternativa en el proceso de tomada de decisiones; se calma frente a un problema; identifica y evalúa posibles soluciones.

. Habilidades sociales académicas - seguir reglas e instrucciones orales; presta atención; imita comportamientos socialmente competentes; ofrece, solicita y agradece ayuda.

Todos estos comportamientos socialmente competentes podrían o no estar presentes en lo cotidiano de los adolescentes de la ciudad de São Borja, Rio Grande do Sul, Brasil, ya que la escuela es un lugar donde ellos tienen la posibilidad de aprendizaje lidiando con los conflictos interpersonales característicos del adolescente. Partiendo de estos principios describimos las seis sub clases definidas por el instrumento psicométrico que fue utilizado en este estudio, el Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes (IHSA Del-Prette 2009a). Subescala F1 - Empatía; Subescala F2 - Autocontrol; Subescala F3 - Civilidad; Subescala F4 - Asertividad; Subescala F5 - Abordaje afectivo y Subescala F6 - Desenvoltura social.

Un concepto importante necesita ser destacado como la definición de psicometría1 que es la especialidad dentro de la psicología que estudia y desarrolla los test para la realización de evaluaciones psicológicas, así como genera y pone en práctica el saber estadístico, así inserta los procesos matemáticos para la psicología. De otro punto de vista es la posibilidad de un campo de investigación por medio de técnicas de evaluación y del conocimiento. Actualmente en Brasil fue construido y validado un instrumento psicométrico llamado Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes (IHSA-Del Prette). "(...) está disponible para profesionales e investigadores de este campo teórico práctico de la Psicología (Del-Prette, 2009a, p. 2).

A partir de estas definiciones relatadas anteriormente podemos ahora prestar atención en los conceptos extraídos de las subescalas defendidas por Del-Prette en el instrumento psicométrico Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes (IHSA, Del-Prette 2009a). Sobre ello describiremos las evoluciones conceptuales que más abajo son relacionadas y se refieren a una revisión bibliográfica utilizando incluso el diccionario de psicología y también el diccionario de la lengua portuguesa.

En nuestro primer concepto a ser estudiado es la empatía. Assinala Del Prette& Del Prette que "la empatía es la capacidad de comprender y sentir lo que alguien piensa y siente en una situación de demanda afectiva, comunicándole adecuadamente tal comprensión y sentimiento" (2001b, p. 86). Es conveniente revisar, aún que de forma breve, los conceptos de estas correspondencias comportamentales, afectivas y cognitivas en otros autores como Falcone (1998) que sustenta que la empatía es una habilidad social que se constituye por el comportamiento, por la afectividad y por la cognición. Dicho de otra forma, la empatía se apropia de comportamientos a través de la comprensión de los sentimientos y pensamientos de otros, así como también por el reconocimiento de estos. Como define Falcone es una reciprocidad afectiva o intelectual, así como una calidad del sentimiento humano vinculado al relacionamiento interpersonal. La afectividad se traduce en la compasión e inquietud con el bienestar de las personas en general. Ya la cognición es una condición así como capacidad de aceptar la perspectiva de los otros y concluir sus propios pensamientos y sentimientos.

El segundo concepto que hace parte de las subescalas del instrumento psicométrico Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes (IHSA, 2009a) es el autocontrol. Que según el diccionario online de lengua portuguesa es: "Control de sí mismo; dominio de sus propios impulsos, emociones y pasiones". Autocontrol en la cultura occidental deriva de la aptitud de enfrentar situaciones difíciles sin perder el juicio dominando el impulso, tener motivación para algunos comportamientos que tienen voluntad, pero que no debería hacerlos. Puede considerarse como una capacidad de refrenar los impulsos y los instintos.

Al analizar el concepto de autocontrol en términos técnicos dentro del saber de la ciencia de la psicología tenemos Castanheira (2001) y Skiner (1953/2001) que definen el comportamiento del autocontrol a través de un agente interno por medio de caracteres personales de seguridad. Así, para Skiner (1953/2001) el autocontrol depende de los operantes del organismo y del ambiente, o sea, este organismo genera arreglos en su ambiente para poder controlarlo.

Bandura (2008) señala una perspectiva del desarrollo y de la adaptación humana centrada en el individuo, o sea, la forma que los individuos tienen de ajustar sus propias acciones y su actividad psicosocial como funcionamiento. Este autor cree que la capacidad cognitiva centrada en el individuo realiza un ejercicio de control sobre el comportamiento. El autocontrol, en otras palabras para Bandura refleja la importancia de criterios internos para los posteriores comportamientos y acciones. También este autor hace innúmeras referencias a la importancia y la influencia del ambiente para el desarrollo del autocontrol, pues los individuos continúan aprendiendo siempre independientemente de la fase de vida en que se encuentre.

Para continuar el entendimiento sobre las escalas y subescalas de las habilidades sociales, tenemos ahora la denominación de civilidad que según el Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes es clasificada como F3. Así, para Del-Prette (2009a, p. 21) civilidad: "incluye las habilidades de comprensión social tales como despedirse, agradecer favores o elogios, saludar, elogiar, hacer pequeñas gentilezas". Las conclusiones de estos autores nos proponen que las personas que tengan alta puntuación en esta subescala posiblemente tendrán una buena enseñanza de las normas culturales primordiales de convivencia social, representando así, reservas o un repertorio altamente elaborado.

Los comportamientos descriptos por Del-Prette (2009a, p. 5) sobre la civilidad se refieren a: "saludar a las personas, despedirse, usar expresiones como: por favor, gracias, perdón, con permiso, esperar el turno para hablar, hacer y aceptar elogios, seguir reglas o instrucciones, hacer preguntas, responder preguntas, llamar al otro por el nombre". De esta forma entendemos que la civilidad propone comportamientos que facilitan la actuación de los individuos en un contexto social y cultural y acaban por revelar un ajuste psicosocial de este individuo.

La cuarta subescala a ser descripta es la asertividad que según Bueno (2007) es un adjunto afirmativo; aseverativo que afirma, certifica y declara. Ya en el área del saber de la psicología y especialmente relacionando al tema específico de habilidades sociales tenemos el concepto defendido por Alberti& Emmons (1983, p. 18) sobre el comportamiento asertivo: "aquel que torna a la persona capaz de actuar en sus propios intereses, a afirmarse sin ansiedad indebida, a expresar sentimientos sinceros sin avergonzarse, o a ejercitar sus propios derechos".

Para el teórico Vicente Caballo (2002), el comportamiento asertivo produce algunas afirmaciones a través de las verbalizaciones, como por ejemplo: "Pienso"; "Siento"; "Quiero"; "¿Cómo podemos resolver esto?"; "¿qué crees?". También presenta elementos no verbales como: contacto ocular directo; nivel de voz compatible con el de una conversación; habla fluida; gestos firmes; postura erecta; mensajes en primera persona; verbalizaciones positivas; manos sueltas.

La subescala colocada a seguir se refiere al tema abordaje afectivo donde en el sentido común de la lengua portuguesa quiere decir: Acto de abordar, aproximación es así que se refiere Bueno (2007) al concepto de abordaje. Ya el concepto de afectiva según este mismo autor se traduce: "relativo al afecto, afectuoso, dedicado, aficionado y cariñoso" (Bueno 2007, p. 33). En el campo teórico de la psicología tenemos los conceptos propuestos sobre abordaje afectivo por Del-Prette (2009a, p. 21) donde: "habilidades de establecer contacto y conversación para relaciones de amistad y entrar en grupos de escuela o de trabajo, así como para relaciones de intimidad sexual y expresión de satisfacción o insatisfacción a diferentes formas de cariño".

El concepto de desenvoltura social se define separadamente según el diccionario de la lengua portuguesa. Conforme Bueno (2007, p. 241) la "desenvoltura es el desembarazo y la inteligencia". Lo social es definido por: "de la sociedad o relativo a ella; sociable; que conviene a la sociedad". (Bueno 2007, p. 722) Así, para Del-Prette (2009a, p. 21) desenvoltura social: "consiste en las habilidades requeridas en situaciones de exposición social y conversación, como presentación de trabajos en grupo, conversar sobre sexo con los padres, pedir informaciones, explicar tareas a colegas, conversar con personas de autoridad". Del Prette e Del Prette (2001) se refieren a una condición para la adecuada competencia social como la habilidad que el adolescente debe tener para discriminar correctamente las demandas sociales. Para muchos autores sobre el tema habilidades sociales se teorizan que aprender la competencia social está directamente relacionado con las oportunidades que los individuos tienen para participar de diferentes contextos mejorando su desempeño frente a las más variadas formas de situaciones sociales.

Así, las habilidades sociales son aprendidas no son innatas. Para Bandeira y cols. (2006) que también comparte la misma línea de conceptos de Del Prette& Del Prette (2009c) donde definen que el comportamiento social habilidoso varia conforme algunos factores como, por ejemplo, los factores situacionales, individuales y culturales. Así, en este momento tomaremos una suposición conocida y evidente, es la que dice que los seres humanos son animales sociales por el simple hecho esencial, que son los establecimientos de vínculos interpersonales, los cuales podrán dar un soporte social y emocional a los individuos en el transcurso de sus vidas. No es de menos que, casi todo el tiempo se da ese tipo de interacción social así, el éxito personal y social, así como el bienestar, es en gran parte determinado por las habilidades en iniciar mantener interacciones sociales saludables y las consecuencias que estas relaciones generan.

De acuerdo con Vicente Caballo (2010), muchos problemas humanos pueden ser resultado de un déficit de Habilidades Sociales. Del Prette& Del Prette y Vicente Caballo, por ejemplo, defienden el concepto de que las habilidades sociales forman un eje entre el individuo y las personas que lo cercan. Si este eje está debilitado o es disfuncional, pueden no ser generadas consecuencias reforzadoras lo suficiente para que el individuo tenga lo que se llama "vida satisfactoria" o "vida feliz". Este eje debilitado o disfuncional generalmente proporciona el déficit.

Aunque existan inúmeros contextos favorecedores del aprendizaje de las Habilidades Sociales (Caballo 2010 y Del Prette 2009a) a lo largo de la vida es importante resaltar que los déficits también pueden resultar de largos períodos de aislamiento y desuso, perturbaciones cognitivas y afectivas (Bellack y Morrison, 1982) y prácticas educativas parentales, excesivamente, coercitivas (Papalia y Olds, 2000). Las dificultades en Habilidades Sociales, normalmente, involucran conflictos interpersonales; mala calidad de vida; problemas psicológicos, como timidez, desajuste escolar, depresión, pánico y esquizofrenia (Argyle, 1967/1994; Morrison y Bellack, 1987; Wallace y Liberman, 1985); y respuestas fisiológicas, como cefalea y gastritis (Del Prette, A. y Del Prette, Z. A.P., 2001).

Para Del Prette& Del Prette (2009c) dentro del desarrollo de la clasificación de los déficits en habilidades sociales ocurren dos líneas claras y definidas. La primera se refiere a los déficits de adquisición que es la ausencia del conocimiento o la dificultad en identificar cual es la habilidad social que es la adecuada y necesaria para aquel exacto momento. La segunda línea señala los déficits de desempeño que son aquellos los cuales los individuos se rehúsan a desempeñar, también tasados como déficits motivacionales. Por ejemplo, cuando un niño sabe qué hacer, pero dice: "no lo voy a hacer", Del Prette& Del Prette (2009c, p. 22).

4. Metodología

El campo metodológico de este presente estudio científico está definido como un trabajo únicamente cuantitativo, pues actúa a nivel de la realidad en la cual los datos se presentan a los sentidos y tiene como campo de prácticas y objetivos traer a luz fenómenos, indicadores y tendencias observables. Partiendo de un estudio cuantitativo delineamos también que este describirá las habilidades sociales de los adolescentes que van al primer año del secundario de la ciudad de São Borja. Para Argibay (2009, p.19) el método descriptivo tiene un único propósito, el de describir un fenómeno en términos cuantitativos aunque utilice más de una variable a pesar de que no se establezca ninguna relación entre ellas.

Para Hernández Sampieri et al. (1994, p. 13):

"... frecuentemente el propósito del investigador es describir situaciones y eventos. [...] Los estudios descriptivos buscan especificar las propiedades importantes de personas, grupos/comunidad o cualquier otro fenómeno que sea sometido al análisis. [...] Del punto de vista científico, describir es medir. O sea, en un estudio descriptivo se selecciona una serie de cuestiones y se mide cada una de ellas independientemente, para así describir lo que se investiga".

Este estudio cuantitativo y descriptivo se construyó a través de una investigación a nivel de una colectividad, siendo que el referente teórico utilizado fue el cognitivismo, en la búsqueda por comprender el comportamiento social de estos jóvenes, buscando establecer una comparación entre las escuelas y la condición socio económica. La recolección de datos fue realizada a través de la selección de las instituciones escolares que se encajaban en los criterios de inclusión.

Algunas cuestiones que se formularon como un problema para fines de este estudio científico son: ¿Cómo están las habilidades sociales de los adolescentes que van al primer año del secundario en tres diferentes escuelas de la ciudad de São Borja, Brasil? Para pensar sobre esta cuestión se dieron algunas cuestiones importantes, como por ejemplo, ¿de qué manera describir las habilidades sociales de os adolescentes? ¿Cuál es el mejor método? ¿Cómo hacer una relación entre las tres escuelas?

Los adolescentes fueron reclutados por estar inscriptos en el primer año del secundario brasileño en las tres modalidades de escuelas, o sea, escuela pública nacional, escuela pública provincial y escuela privada. En este estudio científico será efectivamente reforzado el anonimato de los participantes (adolescentes) siendo que el resultado será conocido solamente a nivel colectivo de las instituciones para la realización de la comparación institucional, o sea, no será posible detallar individualmente los resultados de los test. Las tres instituciones de enseñanza prefirieron identificarse para fortalecer el estudio y así lo hicieron, firmando el Consentimiento Libre y Claro a través de sus responsables legales, es decir, los directores de las instituciones.

La muestra de este estudio está compuesta por 171 alumnos que están cursando el primer año del colegio secundario, de cada escuela y la franja etaria es de 13 a 17 años de ambos sexos. Dos instrumentos fueron utilizados para la recolección de datos:

El primer es un instrumento de autorrelato llamado de Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes desarrollado por Del Prette (IHSA- Del-Prette 2009a) con características psicométricas certificada por minuciosas investigaciones realizadas por la Universidad Federal de São Carlos en el estado brasileño de São Paulo a través del Grupo RIHS (http://www.rihs.ufscar.br), el instrumento está compuesto de 38 (treinta y ocho) ítem de una escala, que se subdivide en seis subescalas. Estas subescalas son: 1) Empatía; 2) Autocontrol; 3) Civilidad; 4) Asertividad; 5) Abordaje afectivo; 6) Desenvoltura social. El IHSA-Del Prette (2009a) sigue la Escala Likert que es un tipo de escala de respuesta psicométrica usada comúnmente en cuestionarios, y es la escala más usada en investigaciones de opinión. Al responder a un cuestionario basado en esta escala, los cuestionados especifican su nivel de concordancia con una afirmación.

Cada instrumento de autorrelato y de uso individual está compuesto de página de rostro con las instrucciones y posteriormente siguen los 38 ítems. Conforme describe Del-Prette (2009, p. 9):

" ... cada ítem describe una situación de interacción social y una posible reacción a ella. Al lado de cada ítem son presentadas las columnas para que el entrevistado marque la frecuencia y la dificultad. Para la frecuencia, se trata de una escala tipo Likert que varía de 0-2 (en cada 10 situaciones de este tipo, actúo de esta forma al máximo 2 veces) a 9-10 (en cada 10 situaciones de este tipo, actúo de esta forma al máximo 9 a 10 veces). Para la dificultad, la escala de cinco puntos presenta opciones: ninguna, poca, media, mucha y Total. La instrucción presenta las escalas e indica que todas las cuestiones deben ser respondidas, aunque aquellas que describen situaciones no experimentadas: en esta, el adolescente debe imaginar la situación y estimar cuál sería su reacción".

La primera razón para conducir una Investigación Cuantitativa será descubrir cuantas personas de una determinada población de adolescentes comparten una característica o un grupo de características. Ella está especialmente proyectada para generar medidas precisas y confiables que permitan un análisis estadístico, en un análisis cuantitativo los datos son presentados en porcentaje y, es apropiado para medir tanto opiniones, actitudes y preferencias como comportamientos.

Así, el instrumento IHSA-Del Prette (2009a) se encuentra en conformidad con los conceptos citados anteriormente. O. IHSA-Del Prette posee:

"... manual impreso, cuaderno de aplicación y fichas de resultados. En el cuaderno de aplicación constan las instrucciones en la página de rostro y los 38 ítems a ser respondidos. Cada ítem describe una situación de interacción social y una posible reacción a ella. Al lado de cada ítem son presentadas las columnas para que el entrevistado marque la frecuencia y la dificultad. Para la frecuencia, se trata de una escala tipo Likert que varía de 0-2 (en cada 10 situaciones de ese tipo, actúo de esta forma al máximo 2 veces) a 9-10 (en cada 10 situaciones de ese tipo, actúo de esta forma 9 a 10 veces). Para dificultad, la escala de cinco puntos presenta las opciones: ninguna, poca media, mucha y Total. La instrucción presenta las escalas e indica que todas las cuestiones deben ser respondidas, aun aquellas que describen situaciones no experimentadas: en estas, el adolescente debe imaginar la situación y estimar cuál sería su reacción" (Del-Prette, 2009a, p. 9).

El segundo, también de autorrelato, Criterio Brasil versión (2008), que relaciona clase económica a ser utilizado, paralelo al primero, será para evaluar las características socio demográficas. Este cuestionario evalúa el poder adquisitivo a través de un sistema de puntuación basado en la posesión de bienes de consumo durables, instrucción del jefe de familia entre otros factores.

El Criterio de Clasificación Económica Brasil divide la población brasileña en cinco clases de poder adquisitivo como se describe a seguir A1- mayor poder adquisitivo, A2, B1, B2, C1, C2, D y E- menor poder adquisitivo. Los resultados mostrarán si hay o no correlación entre habilidades sociales, tipo de escuela y la clase social donde el adolescente está inserto. Este estudio pretende contribuir para futuras políticas públicas municipales para los adolescentes de la ciudad de São Borja, Brasil.

Cuando consideramos la muestra de 171 alumnos que iban al 1º año del secundario brasileño el año 2011 y en tres modalidades diferentes escuelas, o sea, escuela pública nacional, escuela pública provincial y escuela privada se afirma que hubo predominancia del género femenino sobre o masculino. En esta misma línea de pensamiento a través del análisis de la clasificación general de las tres modalidades de escuela observamos que en el factor de las habilidades sociales los adolescentes de São Borja poseen una baja clasificación en sus habilidades sociales con 49,12%, con 30,41% están los jóvenes con clasificación media y con 20,47% están los jóvenes con alta clasificación en sus habilidades sociales. Podemos afirmar que solamente 34 adolescentes de los 171 jóvenes evaluados en este estudio científico poseen un repertorio elaborado de habilidades sociales. Ya aproximadamente 86 adolescentes poseen un déficit en sus habilidades sociales y 51 recibieron una clasificación media.

5. Discusión

Cuando nos reportamos a los 171 adolescentes a través de la evaluación y análisis de los instrumentos psicométricos IHSA-Del Prette por medio de las subescalas (F1 Empatía, F2 Autocontrol, F3 Civilidad, F4 Asertividad, F5 Abordaje Afectivo y F6 Desenvoltura Social) de las habilidades sociales el panorama se inscribe de la siguiente forma: Empatía con 53,80% para la clasificación baja, Autocontrol con 49,12% para la clasificación baja, Civilidad con 54,39% para la clasificación baja, Asertividad con 46,20% para la clasificación baja, Abordaje Afectivo con 46,78% para la clasificación baja y Desenvoltura Social con 46,20% también para la clasificación baja.

Entendemos que entre estos porcentajes descriptos anteriormente todos los jóvenes entrevistados (171 adolescentes) se clasifican en el factor "bajo". Así, podemos decir que la mayoría de estos jóvenes entrevistados posee dificultad de identificar sentimientos y problemas en el otro (Del-Prette, 2009a. p. 21) que está relacionado con la empatía. Baja habilidad en reaccionar con calma en situaciones aversivas en general que se relaciona con el autocontrol (Del-Prette, 2009a. p. 21). Insuficiente comprensión social, o sea, hacer pequeñas gentilezas, elogiar, saludar, etc., que corresponde a la civilidad (Del-Prette, 2009a p. 21). Poca capacidad de lidiar con situaciones interpersonales que demandan la afirmación y defensa de derechos y autoestima relacionada con la asertividad (Del-Prette, 2009ap. 21). Insatisfactorias habilidades de establecer contacto y conversación para relaciones de amistad y entrar en grupos de la escuela o trabajo que son características del abordaje afectivo (Del-Prette, 2009ap. 21). En la desenvoltura social ocurrem las inconsistentes condiciones de exposición social y conversación, como presentación de trabajo en grupo, conversar sobre sexo con los padres, pedir informaciones, explicar tareas a los compañeros, conversar con personas de autoridad (Del-Prette, 2009ap. 21).

A seguir realizaremos cuantitativamente la descripción con criterio por medio de gráficos de esta comparación institucional la cual nos proponemos. Así, la posibilidad de visualizar la actuación al respecto de las Habilidades Sociales de los adolescentes del primer año del colegio secundario en las tres modalidades escolares (escuela pública nacional, escuela pública provincial y escuela privada) se hace de manera clara, objetiva, descriptiva y prioritariamente organizada.

Al analizar el criterio edad a través del Gráfico 1 entendemos que la gran mayoría de los 171 adolescentes encuestados posee 14 años, el porcentaje para esta franja etaria es de 43,27%, seguido de los 26,90% con 15 años, 14,62% con 16 años, 13,45% con 17 años y 1,75% con 13 años. Observamos también que en las dos escuelas públicas (Instituto Federal Farroupilha y Escuela Estadual Getúlio Vargas) están inscriptos alumnos con 17 años, lo que no ocurre en la escuela privada (Colegio Adventista). En la escuela privada la gran mayoría posee 14 años, pero ocurre una pequeña variable con indicadores muy bajos desde los 13 años de edad con porcentaje 0,58% hasta los 16 años con 1,17%.

Gráfico1 Edad

En el Gráfico 2 podemos percibir que 27,49% de los adolescentes de las tres instituciones escolares pesquisadas están en la clase económica B2, seguidos de los 23,98% que están en la clase económica B1, también con 22,81% están los jóvenes de la clase económica C1, son las clases con los tres mayores indicadores. Tenemos también con 12,28% los adolescentes que representan la clase económica A2, con 10,53% los jóvenes de la clase económica C2 y finalizando tenemos 1,17% de los pesquisados insertos en la clase económica A1. Observamos que las clases económicas representadas por las categorías D y E no se hacen presentes en estos grupos entrevistados en este momento. La clasificación económica B2 corresponde a un salario mensual familiar de R$ 2.327,00 y la clasificación donde no se encontraron representantes de los alumnos entrevistados fueron las clases D y E con respectivamente R$ 618,00 y R$ 403,00. Podemos acompañar conforme descripto en la Tabla 1 los valores brutos en reales R$ del ingreso mensual medio familiar utilizado como clasificación en Brasil.

Gráfico 2. Clases Económica/Criterio Brasil

Al considerar el Gráfico 3 podemos relatar que 49,12% de los 171 adolescentes entrevistados en las tres modalidades de escuelas poseen "baja" clasificación en las habilidades sociales, donde 30,41% de estos jóvenes tienen una clasificación "media" de sus habilidades sociales y con 20,47% están los jóvenes que poseen clasificación "alta" que corresponde a un elaborado repertorio en sus habilidades sociales y que posiblemente tendrán éxito, conforme la teoría defendida por Caballo y Del Prette, en sus vidas personales y profesionales.

Gráfico 3. Clasificación General de Habilidades Sociales

También complementa este Gráfico 3 otro ponto muy interesante donde el Instituto Federal Farroupilha presenta la mayoría de sus 48 adolescentes entrevistados en la clasificación media con 11,11%. En la Escuela Provincial Getúlio Vargas la mayoría de los 100 alumnos encuestados se encuentran en la calcificación baja con 34,50%. Ya el Colegio Adventista de São Borja se sitúa con sus adolescentes evaluados en la clasificación baja con 5,85% aunque podamos analizar que casi el mismo porcentaje aparece en la clasificación alta con 5,26%.

Este inventario de autorrelato posibilita de una forma simple y fácil un análisis normativo del repertorio general de los individuos encuestados. A partir de este punto los análisis y descripciones corresponden a las sub clases de las habilidades sociales como: empatía, autocontrol, civilidad, asertividad, abordaje afectivo y desenvoltura social.

A través del Gráfico 4 podemos percibir que la mayoría de los 171 adolescentes evaluados en las tres escuelas posee baja empatía con 53,80%, esto quiere decir que la gran parte de estos jóvenes encuestados no se coloca en lugar del otro en sus relaciones sociales. Con 29,24% están los jóvenes con media empatía y 16,96% están los adolescentes con alta empatía.

Gráfico 4. Clasificación General de la Empatía

Observamos también en este Gráfico 4 que los adolescentes de las tres escuelas presentan los mayores indicadores en la clasificación de baja empatía. Instituto Nacional Farroupilha con 11,70%, Escuela Provincial Getúlio Vargas 36,84% y Colégio adventista de São Borja con 5,26%.

En el Gráfico 5 tenemos la subescala F2 autocontrol donde la mayoría de los 171 adolescentes encuestados demuestra poseer bajo autocontrol ya que fue el mayor porcentaje con 49,12%, los jóvenes de las tres escuelas tienen mucha dificultad en mantener un comportamiento que reúna habilidades de reaccionar con calma a situaciones aversivas en general, se puede decir que estos jóvenes tienen dificultad de lidiar con las frustraciones. A sumar los porcentajes de la clasificación media y alta tendremos más de 50% lo que puede significar que los jóvenes con estas clasificaciones podrán expresar desagrado o bronca, pero hacerlo de forma socialmente competente.

Gráfico 5. Clasificación General del Autocontrol

En el Gráfico 6 tenemos la subescala de la civilidad descripta donde 54,39% de los 171 adolescentes entrevistados poseen clasificación baja lo que resulta en déficits en la "comprensión social" y en el uso de las "palabras mágicas" como, por ejemplo, gracias, por favor, con permiso, etc. Con 23,98% están los jóvenes con clasificación media y 21,64% están los jóvenes con clasificación alta.

Gráfico 6. Clasificación General de la Civilidad

Lo que ocurre en el Gráfico 7 es el desempeño de los 171 adolescentes encuestados con relación a la asertividad, o sea, 46,20% de estos jóvenes poseen baja asertividad, es decir, falta de habilidad para lidiar con situaciones interpersonales que demandan la afirmación y defensa de los derechos y autoestima, con riesgo potencial de reacción indeseada del otro (interlocutor). Otro punto importante en este gráfico es demostrado en la clasificación media y alta, donde ambas están con 26,90%.

Gráfico 7. Clasificación General de la Asertividad

Al analizar el Gráfico 8 tenemos la subescala del abordaje afectivo donde 46,78% de los 171 jóvenes encuestados poseen bajo abordaje afectivo que condice con déficits en establecer contacto y conversación para relaciones de amistad. Ya con 37,42% están los adolescentes con clasificación media y 15,79% de los jóvenes con alto abordaje afectivo.

Gráfico 8. Clasificación General del Abordaje Afectivo

En este Gráfico 9 tenemos la subescala desenvoltura social donde los adolescentes en su mayoría se encuentran en la clasificación baja con 46,20%, con 32,16% tenemos los jóvenes con clasificación media y con 21,64% se encuentran los jóvenes encuestados con la clasificación alta.

Gráfico 9. Clasificación General de la Desenvoltura Social

Así uno de los temas destacados entre esos pocos estudios generales, es decir, que comprende la temática de la adolescencia y habilidades sociales tenemos el trabajo que fue realizado, en el estado de San Pablo, Brasil, por Angelico (2004) cuyo título es: "Estudio descriptivo del repertorio de Habilidades Sociales de adolescentes con Síndrome de Down", esta disertación de la maestría en educación especial nos posibilitó analizar y ponderar muchas situaciones en lo que conciernen las dos cuestiones (adolescencia y habilidades sociales) que también desarrollamos en nuestro estudio científico en São Borja, Rio Grande do Sul, Brasil.

Al retomar el trabajo de Angélico (2004) observamos que el objetivo de su pesquisa fue investigar el repertorio de las habilidades sociales de los comportamientos sociales en 10 adolescentes con Síndrome de Down con edad entre 12 a 17 años, donde la mayoría presentó déficit en la asertividad que fue la subescala que basó el estudio. Lo interesante en este estudio es la definición de los teóricos que apoyan esta tesis de maestría defendida por Angélico (2004) que concluyen que individuos con síndrome de Down presentan una fuerte tendencia a la sociabilidad.

Todavía conforme la revisión de literatura encontrada cuando existe baja condición socioeconómica de la familia en este período de la adolescencia puede ocasionar influenciar y hasta restringir el acceso de este joven a participar de eventos culturales ya que este ambiente podría ser algo estimulador que posibilitase aprendizajes y desarrollos sociales. Para analizar este efecto socioeconómico en los sujetos encuestados en São Borja, asociamos al primer instrumento psicométrico Inventario de Habilidades Sociales para Adolescentes-IHSA el segundo que se llama "Criterio Brasil" que realiza una clasificación socioeconómica de la familia.

Las descripciones del comportamiento referente a las habilidades sociales de los adolescentes encuestados en la ciudad de São Borja muestran que, de una forma general, los jóvenes relatan a través de IHSA (Del-Prette, 2009) que poseen bajo repertorio en sus habilidades sociales considerando las tres escuelas. Este resultado está en concordancia con dos investigaciones realizadas con poblaciones no clínicas. La primera sucedió a través de los estudios de Del-Prette (1985), Entrenamiento comportamental: una alternativa de atendimiento a la población no clínica, Ya la segunda pesquisa realizada con 193 adolescentes secundarios de dos escuelas públicas de la capital del estado de Rio Grande do Sul descripta por Pacheco, Teixeira y Gomes (1999) con el título de Estilos Parentales y Desarrollo de Habilidades Sociales en la Adolescencia ambos estudios defienden que la posición socioeconómica de las familias no interfirió en el resultado final.

6. Consideraciones finales

Las descripciones de las habilidades sociales a través de sus subescalas mostraron que, de forma general, los adolescentes que cursaban el 1º año del secundario en el 2011 en la ciudad de São Borja no poseen un repertorio elaborado en sus habilidades sociales y lo que ocurre con estos jóvenes encuestados son déficits. Podemos afirmar que este trabajo está en consonancia con otros que también investigan poblaciones no clínicas (Del-Prette, 1985). Precisamos evidenciar que las habilidades sociales a través de sus subescalas como la empatía, asertividad y la desenvoltura social son también, una cuestión de cualidad de vida en la medida en que son colocadas como actividades diarias relacionales, que implican en la real posibilidad de adquirir buenos hábitos comportamentales que acaban por facilitar el presente y el futuro de los jóvenes.

Pensamos desde siempre que la adolescencia merece una atención especial y así, defendemos la idea de las políticas públicas dirigidas específicamente a este público adolescente. Dentro del municipio y a través de él que un trabajo en red a través de las políticas públicas puede contribuir para que no haya violación de los derechos y también para que no ocurra si es posible la exposición de los adolescentes las cuestiones relacionadas a la vulnerabilidad de las condiciones de vida sean ellas físicas, emocionales y comportamentales.

Fue a través del análisis de los protocolos gráficos, los déficits se revelaron superiores a los repertorios elaborados, lo que de antemano ya caracteriza que posiblemente la ciudad de São Borja tiene riesgos en el futuro. Si no existen inversiones en políticas públicas para el adolescente que contemple su salud emocional, mental y psicológica sea a nivel de intervención terapéutica como también a nivel de una intervención preventiva tendremos posiblemente ciudadanos limitados.

Esta investigación realizada con estos grupos de 171 jóvenes encuestados, marcada por el continuo de poseer o no poseer un repertorio elaborado de habilidades sociales, ya posibilitó un ejercicio consciente, a través del cual algunos jóvenes experimentaran una breve relación de interactuar y pensar como el propio objeto de su desarrollo personal. Deseamos que pudiese ocurrir un desliz donde esos cuestionamientos se consolidasen en aprendizaje de las habilidades sociales revelando una atención para su propio futuro, para sí y también para el mundo.

Siendo así, podemos pensar que las habilidades sociales son un modo abierto y continuo al desarrollo relacional humano sea en casa, en la escuela y en lo social que exige competencia, pero especialmente repetición. Podría ser vista como un modo de entrenar aprovechando las posibilidades y experimentando tanto la enseñanza como el aprender relacional que se desarrolla desde el inicio de la vida del ser humano y debe ser entendida como un proceso que no tiene fin.

Cuando me propuse hacer esta investigación sobre un estudio descriptivo de la adolescencia en São Borja a la luz de las habilidades sociales, idealicé algunas propuestas y la posible distinción entre el adolecer, el tempo biológico, lo emocional y lo comportamental que se refiere también al tiempo cultural y social, con la intención de describir y comprobar las posibles características del déficit de habilidades sociales en los jóvenes participantes de este estudio. De cierta forma, ya había algunas hipótesis que se desprendían de mis experiencias como psicóloga clínica con la visión y teoría propuesta por los trabajos de Vicente Caballo, Almir Del-Prette y Zilda Aparecida Del-Prette.

Constato que esta posibilidad de descripción de las habilidades sociales que hasta este estudio científico ser vislumbrado nunca había conseguido adentrarse en el campo de la investigación metodológica con los adolescentes en la ciudad de São Borja ocasionó un pensar y un actuar diferente e incluso complementar. Así, hoy luego de un gran transcurso, percibimos el valioso camino descubierto y sobre todo el saber metodológico que aprendimos.

 

Notas:

1 Acceso el 19/05/2012 y disponible en http://www.infopedia.pt/$psicometria

Bibliografía

1. Aberastury, A.& Knobel, M. (1988). Adolescência Normal. Tradução Suzana Maria Garagoray Ballve. Porto Alegre: Artes Médicas.         [ Links ]

2. Angélico, A.P.& Del-Prette, A. (2004). Estudo descritivo do Repertório de Habilidades Sociais de adolescentes com Síndrome de Down. Programa de Pós-Graduação em Educação Especial: Universidade Federal de São Carlos. Acessado em 30/12/2010. Disponível em http://www.ufsj.edu.br/portal2-repositorio/File/lapsam/dissapa.pdf        [ Links ]

3. Argibay, J.C. 2009. Muestra em investigación cuantitativa. Revista Subjetividad y Procesos Cognitivos, 13, Buenos Aires, UCES.         [ Links ]

4. Bandeira, M. e cols. (2006). Habilidades Sociais e variáveis sociodemográficas em estudantes do ensino fundamental. Psicologia em estudo, 11(3), 541-549.         [ Links ]

5. Bandeira, M.& Ireno, E.M. (2002). Reinserção social de psicóticos: avaliação global do grau de assertividade, em situações de fazer e receber crítica. Psicologia: Reflexão e Crítica, 15(3), 665-675.         [ Links ]

6. Bandura, A. (1999). Auto-eficácia: Cómo afrontamos los cambios de la sociedad actual. España: Desclée de Brouwer. Biblioteca de Psicologia.         [ Links ]

7. Bandura, A. (2008). A Teoria Social-Cognitiva na perspectiva da agência. Em A. Bandura; R.G. Azzi& S. Polydoro (Orgs.). Teoria Social-Cognitiva: Conceitos básicos (pp. 69-96). Porto Alegre: Artmed.         [ Links ]

8. Bericat, E. (1998). La integración de los métodos cuantitativo y cualitativo en la Investigación Social. Barcelona: Ariel.         [ Links ]

9. Botinelli, M. (2000). Metodología de Investigación. Herramientas para un pensamiento científico complejo. Buenos Aires: México.         [ Links ]

10. Brandão, F.S.& Derdyk, P. (2003). Coto assertivo: um guia para jovens. Em Brandâo, M.Z.S.; Conte, F.C. (Orgs.). Falo ou não falo? Expressando sentimentos e comunicando idéias (pp. 49-55). Arapagas: Mecenas.         [ Links ]

11. Bueno, S. (2007). Minidicionário da língua portuguesa/Silveira Bueno (2ª ed.). São Paulo: FTD.         [ Links ]

12. Caballo, V. E. (1982). Los componentes condutales de la conduta assertiva. Revista de Psicologia General y Aplicada, 37(3), pp. 473-486.         [ Links ]

13. Caballo, V.E. (2002). Treinamento em habilidades sociais (M.D. Claudino, Trad.). Em V.E. Caballo (Org.). Manual de técnicas de terapia e modificação do comportamento (pp. 361-398). São Paulo: Editora Santos. (Trabalho original publicado em 1996).         [ Links ]

14. Caballo, V.E.E.& Simón, M.A. (2007). Manual de Psicologia Clínica Infantil e do Adolescente. Transtornos Gerais. Trad. Sandra M. Dolinsky. São Paulo: Livraria Santos Editora.         [ Links ]

15. Caballo, V.E.E. (2010). Manual de avaliação e treinamento das habilidades sociais (3ª reimpressão). Tradução Sandra M. Dolinsky; revisão científica Maria Luiza Marinho. São Paulo: Santos.         [ Links ]

16. Castellar, C. (1989). Psicanálise e adolescência: considerações teórico-técnicas. Em Castellar, C.& Freitas, L.A. Crise da adolescência: visão psicanalítica. Rio de Janeiro: Rocco.         [ Links ]

17. Castanheira, S.S. (2001). Autocontrole: A Linguagem do Cotidiano e da Análise do Comportamento. Em R.A. Banaco (Org.). Sobre Comportamento e Cognição: Aspectos metodológicos e de formação em Análise do Comportamento e Terapia Cognitivista (1ª Edição). Santo André: Arbytes.         [ Links ]

18. Cavalcanti, R. C. (1988). Adolescência. Em: Vitiello, N. et al. Adolescência hoje. São Paulo: Roca; pp. 5-27.         [ Links ]

19. Del Prette, A. (1985). Treinamento comportamental: uma alternativa de atendimento à população não clínica. Revista de Psicologia. Fortaleza, 3, 67-81.         [ Links ]

20. Del Prette, A.& Del Prette, Z.A.P. (1996). Habilidades sociais: uma área em desenvolvimento. Psicologia: Reflexão e Crítica, 9(2), 233-235. Porto Alegre.         [ Links ]

21. Del Prette, A.& Del Prette, Z.A.P. (2001a). Inventário de Habilidades Sociais (IHS- Del Prette): Manual de apuração e interpretação. São Paulo: Casa do Psicólogo.         [ Links ]

22. Del Prette, A.& Del Prette, Z.A.P. (2001b). Psicologia das Relações Interpessoais. Vivências para o trabalho em grupo. Petrópolis: Editora Vozes.         [ Links ]

23. Del Prette, A.& Del Prette, Z.A.P. (2003a). No contexto da travessia para o ambiente de trabalho: Treinamento de habilidades sociais com universitários. Estudos de Psicologia, 8(3), pp. 413-420.         [ Links ]

24. Del Prette, A.& Del Prette, Z.A.P. (2003b). Aprendizagem socioemocional na escola e prevenção da violência: Questões conceituais e metodologia de intervenção (pp. 83-127). Em A. Del Prette& Z.A.P. Del Prette (Orgs.). Habilidades sociais, desenvolvimento e aprendizagem: Questões conceituais, avaliação e intervenção. Campinas: Alínea.         [ Links ]

25. Del Prette, A.& Del Prette, Z. A. P. (2009a). Inventário de habilidades sociais para adolescentes: manual de aplicação, apuração e interpretação/ Almir Del Prette& Zilda A. P. Del Prette. São Paulo: Casa do Psicólogo.         [ Links ]

26. Del-Prette, A.& Del-Prette, Z. A. P. (2009b). Adolescência e fatores de risco: a importância das habilidades sociais educativas. In: HAASE, V. G. FERREIRA, F. O.& PENNA, F. O. (Orgs.). Aspectos biopsicossociais da saúde na infância e adolescência. Belo Horizonte: COOPMED. pp. 503-521.         [ Links ]

27. Del Prette, Z. A. P.& Del Prette, A. (1998). Desenvolvimento interpessoal e educação escolar: A perspectiva das habilidades sociais. Temas em Psicologia, 6(3), pp. 205-215.         [ Links ]

28. Del Prette, Z. A. P.& Del Prette, A. (1999). Psicologia das habilidades sociais: Terapia e educação. Petrópolis: Vozes.         [ Links ]

29. Del Prette, Z. A. P.& Del Prette, A. (2000). Treinamento de Habilidades Sociais: Panorama geral da área. Em V. G. Haase, R. R. Neves, C. Kapler, M. L. M. Teodoro e G. M. O. Wood (orgs.), Psicologia do desenvolvimento: Contribuições interdisciplinares. pp.249-264 Belo Horizonte: Health.         [ Links ]

30. Del Prette, Z.A.P.& Del Prette, A. (2002). Transtornos psicológicos e habilidades sociais (pp. 377-386).. Em Guilhardi, H.J.; Madi, M.B.B.; Queiroz P.P.& Scoz, M.C. (Orgs). Sobre comportamento e cognição: Contribuições para a construção da teoria do comportamento (Vol. 10). Santo André: ESETec.         [ Links ]

31. Del Prette, Z.A.P.& Del Prette, A. (2005a). Sistema Multimídia de Habilidades Sociais para Crianças: Manual de aplicação, apuração e interpretação. São Paulo: Casa do Psicólogo.         [ Links ]

32. Del Prette, Z.A.P.& Del Prette, A. (2005b). Psicologia das habilidades sociais na infância: Teoria e prática. Petrópolis: Editora Vozes.         [ Links ]

33. Del Prette, Z.A.P.& Del Prette, A. (2009c). Psicologia das habilidades sociais: diversidade teoria e suas implicações. Petrópolis: Editora Vozes.         [ Links ]

34. Dicionário Aurélio Da Língua Portuguesa (3ª. ed., revista e ampliada em 1999). Rio de Janeiro: Editora Nova Fronteira, 1976.         [ Links ]

35. Dicionário Online Da Língua Portuguesa. Acessado em 30/07/2011. Disponível em: http://www.dicio.com.br/autocontrole/        [ Links ]

36. Erikson, E. (1998). O ciclo de vida completo. Trad. Maria Adriana Veríssimo Veronese. Porto Alegre: Artes Médicas.         [ Links ]

37. Falcone, E. (1998). A avaliação de um programa de treinamento da empatia com universitários. Tese de Doutorado. Universidade de São Paulo, São Paulo.         [ Links ]

38. Freud, S. (1905). Três ensaios sobre a teoria da sexualidade (Vol. VII). ESB. Rio de Janeiro: Imago. 1974.         [ Links ]

39. Freud, S. (1915). Pulsão e destinos das pulsões (Vol. XIV). ESB. Rio de Janeiro: Imago, 1974.         [ Links ]

40. Gaudêncio, P. (1980). Jovem Urgente (4ª ed.). São Paulo: Paulinas.         [ Links ]

41. Gomes Da Silva, V.R.M. (2001). Reconhecendo e prevenindo a rejeição entre os pares. Em Guilhardi, H.J.; Madi, M.B.B.P.; Queiroz, P.P.& Scoz, M.C. (Orgs.). Sobre o comportamento e cognição. Expondo a variabilidade (pp.13-19). Santo André: ESETec.         [ Links ]

42. Haase, V.G.; Ferreira, F.O.& Penna, F.O. (Orgs.). (2009). Aspectos biopsicossociais da saúde na infância e adolescencia (pp. 503-521). Belo Horizonte: COOPMED.         [ Links ]

43. IBGE-Instituto Brasileiro de Geografia E Estatística. Acessado 15/10/ 2011. Disponível em http://www.ibge.gov.br/cidadesat/painel/painel.php?codmun=431800#topo        [ Links ]

44. Kalina, E.& Grynberg, H. (1992). Aos pais de adolescentes. Rio de Janeiro: Francisco Alves.         [ Links ]

45. Koller, S.H.; Camino, C.& Ribeiro, J. (2001). Adaptação e validação de duas escalas de empatia para uso no Brasil. Estudos de Psicologia, 18(3), pp. 43-53.         [ Links ]

46. Maldavsky, D. (1984). Transformaciones representacionales constituyentes del aparato psíquico en la adolescencia (pp. 11-64). En Quiroga, S. Adolescencia: de la metapsicología a la clínica. Buenos Aires: Amorrortu Editores.         [ Links ]

47. McFall, R. (1982). A review and reformulation of the concept of social skills. Behavioral Assessment, 4, 1-35.         [ Links ]

48. Mussen, P.H. et al. (1995). Desenvolvimento e personalidade da criança (7. ed.). Tradução de Maria Lúcia G. Leite Rosa. São Paulo: Harbra.         [ Links ]

49. Organização Mundial da Saúde: OMS. Acessado em 12/03/2011, disponível em: http://www.who.int/water_sanitation_health/ 2005advocguide/es/index9.html        [ Links ]

50. Pacheco, J.T.B.; Teixeira, M.A.P.E.; Gomes, W.B. (1999, Maio-Agosto). Estilos Parentais e Desenvolvimento de Habilidades Sociais na Adolescência. Psicologia Teoria e Pesquisa, 15(2), 117-126. Brasília.         [ Links ]

51. Palácios, J. (1995). O que é a adolescência. Em Coll, C.; Palacios, J.; Marchesi, A. Desenvolvimento psicológico e educação: psicologia evolutiva. Porto Alegre: Artes Médicas.         [ Links ]

52. Papalia e Olds. (2000). Desenvolvimento humano (D. Bueno, Trad.). Porto Alegre: ArtMed.         [ Links ]

53. Quiroga, S. (Comp.) (1984). Adolescência: de la metapsicologia a la clínica. Buenos Aires: Amorrortu Editores.         [ Links ]

54. Quiroga, S.& Cryan, G. (2004). Adolescentes con conducta antisociales y autodestructiva: estudio epidemiológico y nuevas tecnicas terapêuticas. XII Anuario de Investigaciones Buenos Aires (pp. 25-32). Facultad de Psicología UBA/Secretaría de Investigaciones. Acessado 30/11/2011. Disponível em: http://www.scielo.org.ar/pdf/anuinv/v12/v12a01.pdf        [ Links ]

55. Rangé, B. (2001). Psicoterapias cognitivo-comportamentais um diálogo com a psiquiatria. Porto Alegre: Artmed.         [ Links ]

56. Samaja, J. (1995). Epistemologia y metodologia: elementos para una teoria de la investigación científica (3a ed.). Buenos Aires: Eudeba.         [ Links ]

57. Sampieri, H. y otros (1994). Metodología de la investigación (Cap. 4 y 5). México: Mc Graw Hill. Disponível em: http://www.esnips.com/doc/8aff7489-18d6-45f1-bd22-6109c478e46f/Hernandez-Sampieri-Metodologia-de-la-investigacion. Acesso realizado em: 23/09/2010.         [ Links ]

58. Shinohara, H.O. (1997). Conceituação da terapia cognitivo-comportamental. Em R.A. Banaco (Org.). Sobre comportamento e cognição: aspectos teóricos, metodológicos e de formação em análise do comportamento e terapia cognitiva, 3 (p. 1-5). São Paulo: Editora Arbytes.         [ Links ]

59. Skiner, B.F. (2001). Ciência e Comportamento Humano (J.C. Todorov& R. Azzi, Trads.). São Paulo: Martins Fontes.         [ Links ]

60. Trower, P. (1982). Towards a generative model of social skills: a critique and synthesis. Em J.P. Curran y P.M. Monti (Comps.). Social skills training: a practical handbook for assessment and treatment. Nova York: Guilford.         [ Links ]

61. Wallace, C.J.E& Liberman, R.P. (1985). Social skills training for patients with schizophrenia: A controled clinical trial. Psychiatry Research, 15, pp. 239-247.         [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License