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Subjetividad y procesos cognitivos

versão On-line ISSN 1852-7310

Subj. procesos cogn. vol.20 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires dez. 2016

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

Estudio de las representaciones sociales de la profesión del psicólogo en estudiantes de la carrera de psicología

Study of social representations regarding the psychology profession manifested by students undertaking the career

 

Sebastián Plut1 y Mónica Lauría2

1 Doctor en Psicología. Profesor Titular del Doctorado en Psicología, de la Maestría en Problemas y Patologías del Desvalimiento y de la Maestría en Derecho de la Empresa (UCES). Miembro del Comité Editor de la Revista Subjetividad y Procesos Cognitivos. Dirección: Medrano 1970, Piso 12º “A” (1425) Ciudad de Buenos Aires. E-mail: stplut@gmail.com
2 Licenciada en Psicología. Profesora de Psicología y Doctoranda en Psicología UCES. Profesora Titular en USAL. E-mail: moni_lauria@hotmail.com


Resumen

A través del estudio de las redes de palabras, los autores examinan un fragmento de la representación social que los estudiantes de la carrera de psicología tienen acerca de su futura profesión. Para el análisis de la muestra, los autores aplican el ADL-P.

Palabras clave: Representación del psicólogo; Redes de palabras; Deseos; Valores.

Abstract

Conducting a study of word nets the authors examine a fragment of the social representations of the students taking up the psychology career, concerning their future profession. For the sample analysis the authors apply the DLA-W.

Keywords: Psychologist's representations; Word nets; Wishes; Defenses.


 

“Me hice médico porque me vi obligado a desviarme de mi propósito originario, y mi triunfo en la vida consiste en haber reencontrado la orientación inicial mediante un largo rodeo”.
Sigmund Freud, ¿Pueden los legos ejercer el análisis?

“No sé qué nos reclamaba con más intensidad ni qué era más sustantivo para nosotros: ocuparnos de las ciencias que nos exponían o de la personalidad de nuestros maestros”.
Sigmund Freud, Sobre la psicología del colegial

Introducción

Las representaciones sociales se desarrollan en prácticas formales e informales de comunicación en el espacio mediado entre el individuo y la sociedad (contexto de una serie de representaciones compartidas). Por ello el estudio de las representaciones sobre los profesionales de una disciplina en salud, permite estudiar la identidad de dicha profesión y con ello destacar el tipo de profesional que estamos formando en el área. Resulta imprescindible, pues, indagar cómo perciben los estudiantes la representación social de la psicología en nuestra sociedad, así como la representación que de ellos mismos tienen como profesionales de la psicología. Ello nos permite comprender cómo se han apropiado de los procesos de socialización y escolarización vividos, además de prever las formas en que asumirán su rol e identidad profesional. Asimismo, aportará alternativas de formación que contribuyan a que los egresados incidan con mayor certidumbre y competencia profesional en la resolución de necesidades sociales y ocupacionales relacionados con sus ámbitos de actuación y, consecuentemente, promover una imagen real de sus potencialidades y limitaciones.
Hay que considerar que las profesiones no solo se valoran bajo la lógica de sus condiciones exclusivamente educativas y ocupacionales, pues no se agotan en los simples requerimientos explícitos del mercado de trabajo, sino también se relacionan con las necesidades sociales que atienden en su sentido más amplio y con las múltiples valoraciones de una sociedad determinada. El significado que se le atribuye a una profesión se basa en su legitimidad, validez y función, determinadas por las características de la sociedad en la que nace y se desarrolla, los procesos y espacios de institucionalización. Asimismo, como señala Bourdieu (1996), por sus formas de representación social, que le otorgan un tipo o grado de reconocimiento y legitimidad social, por el cual adquieren un estatus social. En otras palabras, los diferentes campos del conocimiento van conformando su estatus y reconocimiento social como profesiones con base en la producción de conocimientos y de su particular ejercicio, derivados principalmente de circunstancias de orden histórico, social e institucional, delimitadas por los modelos y las dinámicas socioeconómicas y políticas imperantes en una sociedad particular (Lauría, 2015, 2016). El presente trabajo constituye un avance en la investigación que uno de los autores realiza para su tesis doctoral3. En esta ocasión, entonces, nos interesamos por analizar un sector de la muestra consistente en las respuestas que los/as alumnos/as, de primero a quinto año de la carrera de psicología de una universidad privada, dieron a las preguntas sobre las razones y motivaciones que conducen a la elección de ser psicó
logos. A través del análisis de las palabras, y aplicando los instrumentos del ADL-P (Maldavsky, 2013), intentamos detectar los deseos y valores en aquellas respuestas.

Acerca de las representaciones sociales

Existen diversos enfoques, teorías y métodos para estudiar los valores y creencias colectivas. A su vez, puede estudiarse una representación social específica (de una enfermedad, de una teoría, etc.), uno o más conceptos (representación, creencia, etc.), el proceso de producción de tales tipos de representación, o su función y eficacia, entre otras alternativas.
Para Moscovici (1979) las representaciones sociales (en adelante RS) no son meras opiniones sino que constituyen teorías de las ciencias colectivas, teorías sui generis destinadas a interpretar y a construir la realidad4. El autor sostiene que tales representaciones son sociales no solo por su objeto sino sobre todo por su proceso de producción: “calificar una representación de social lleva a optar por la hipótesis de que es producida, engendrada, colectivamente” (ob. cit., p. 51)5. Otras dos ideas de Moscovici nos resultan de particular interés: por un lado, cuando al aludir al proceso de formación de las RS señala que estas no son una respuesta a un estímulo, sino que la primera es en cierto modo el origen del segundo, es decir, el estímulo está determinado por la misma respuesta. Por otro lado, al referirse a las funciones de la RS sostiene que esta constituye una “preparación para la acción, no solo en la medida que guía el comportamiento, sino sobre todo en la medida en que remodela los elementos del medio en que el comportamiento debe tener lugar” (ob. cit., p. 32). Jodelet propone la siguiente definición de RS: “es una forma de conocimiento, socialmente elaborado y compartido, con una orientación práctica y orientado a la construcción de una realidad común en un conjunto social” (1991, pág. 31). Sigue una orientación similar a Moscovici al afirmar que si bien las RS se elaboran con los “medios de a bordo”, aquellas se inscriben en los esquemas de pensamiento preexistentes. Tales esquemas incluyen sistemas ideológicos y culturales, ciertos conocimientos científicos, la condición social, la experiencia previa y la esfera afectiva6. También cobran importancia
“las redes institucionales, los medios de comunicación de masas que intervienen en su elaboración, abriendo la vía a los procesos de influencia o manipulación social” (ob. cit., p. 30). Asimismo, desde el punto de vista metodológico este enfoque permite describir, analizar y explicar las dimensiones, formas, procesos y funcionamiento de las RS. Para Jodelet el estudio de las RS constituye la vía por excelencia para aproximar la vida mental individual y colectiva ya que aquellas (RS) están situadas en la intersección de lo psicológico y lo social. El objeto social al cual se podrá referir una RS no será cualquiera sino aquel que cumpla determinadas condiciones: debe despertar ciertos conflictos, generar algún grado de consenso, revestir alguna relevancia para la vida de las personas y que se produzcan en su torno mensajes comunicativos. A su vez, las RS podrán estudiarse tanto como un producto (concepciones que diferentes grupos tienen sobre un objeto social) y como un proceso (en tanto las RS construyen la realidad social).

Método

El concepto central, que hace de fundamento al método ADL, es el de pulsión, de la cual el deseo es su expresión (Maldavsky, 2013). El método permite, entonces, detectar los deseos y la defensas (y el estado de las mismas) del sujeto, sobre la base de las taxonomías freudianas. Respecto de los deseos, el inventario incluye: oral primario (O1), sádico-oral secundario (O2), sádico-anal primario (A1), sádico-anal secundario (A2), fálico-uretral (FU), fálico-genital (FG) y libido intrasomática (LI). Este último deseo ha sido propuesto por David Maldavsky sobre la base de la hipótesis de Freud acerca de la inicial investidura de corazón y pulmones. A modo de síntesis, podemos exponer algunas escenas características propias de cada deseo. El lenguaje del erotismo intrasomático pone el énfasis en escenas correspondientes a la exacción económica o la intrusión orgánica. En ese sentido tienen importancia las referencias contables o las alusiones a estados corporales. En cuanto al lenguaje oral primario, se destaca el pensar abstracto, alejado o prescindente de los hechos concretos. En el lenguaje oral secundario importan las escenas de sacrificio, las referencias al sufrimiento, las expresiones de amor y los reproches. En el lenguaje anal primario tienen valor las luchas justicieras y vengativas, gozar con la humillación ajena, abusar sobre su debilidad, escenas de encierro o parálisis motriz impotente en la derrota así como las palabras usadas como actos (por ejemplo, los insultos). En el lenguaje anal secundario cobran importancia las escenas de juramento público, la tradición y la moral, los contextos institucionalizados, el deber y la tentativa de dominar y controlar una realidad por medio de un saber ligado a los hechos concretos. En el lenguaje fálico uretral se destacan escenas de rutina y/o aventura, la desorientación, las preguntas tipo «dónde» o «cuándo» (ligadas con la orientación témporo-espacial), la regulación de distancias y contacto. En el lenguaje fálico genital cobra importancia la tentativa de impactar estéticamente al modelar la propia imagen según lo que el relator supone que el otro desea. Tienen valor la pregunta «cómo» y los adverbios de modo (terminados en «mente»).
El ADL permite estudiar los deseos y las defensas (y su estado) en diferentes niveles de las manifestaciones verbales: relatos, actos de habla, palabras. En esta ocasión, nos centramos en el análisis de las palabras por lo cual únicamente recurrimos al ADL-P que clasifica las palabras según tipos de deseo. Para ello, el ADL cuenta con un diccionario computarizado. Más recientemente el ADL ha incluido un nuevo refinamiento como método, ya que cuenta con diferentes distribuciones de frecuencia. Algunas corresponden al estudio de las palabras y otras al análisis de los actos de habla. Hasta el momento el ADL cuenta con distribuciones de frecuencia para el campo clínico (palabras y actos de habla de pacientes y terapeutas) y para el campo psicosocial (palabras en el discurso político, religioso y periodístico). En el cuadro que sigue exponemos algunos ejemplos de palabras correspondientes a los diversos deseos y parte de su fundamentación:

Muestra y procedimientos

La muestra se compone de 50 alumnos de los cinco años de la carrera de psicología de una universidad privada (10 alumnos por año) que fueron entrevistados y respondieron a unas 17 preguntas. El conjunto de preguntas se subdivide en cuatro grupos: a) motivación y condicionantes de la elección de carrera; b) formación necesaria; c) práctica profesional; d) relación entre la profesión, las instituciones y la sociedad.
Abordamos ahora las respuestas al primer grupo de interrogantes, que indaga sobre las razones que motivan y condicionan la elección de la profesión del psicólogo. En la entrevista realizada a los estudiantes, se formularon tres preguntas para este ítem, dos de ellas expresadas en forma impersonal y una de ellas referida a la propia experiencia del alumno. Para mayor claridad, transcribimos aquí las preguntas:

1) ¿Cuáles son las principales motivaciones que llevan a optar por la carrera de psicología?

2) ¿Qué aspectos sociales y familiares condicionan la elección de la carrera de psicólogo?

3) Realice un relato personal acerca de la elección de esta carrera y cómo la hizo.

Fueron seleccionados 10 alumnos por año y la composición de cada grupo, en cuanto a sexo, es irregular no obstante es expresión de la distribución desigual que se encuentra en la población general de la carrera en dicha universidad. Nótese que en el total solo hay 22% de varones (11 de 50) pero al revisar los guarismos por año, hallamos que en segundo año el número de varones es 0 y en quinto hay 4. La siguiente grilla muestra la distribución por sexo por año:

Las entrevistas fueron grabadas y luego transcriptas. Posteriormente, procedimos a la selección de las tres preguntas ya mencionadas y las analizamos con el diccionario del ADL-P, que permite detectar los deseos en las palabras. Como se observará en el apartado posterior, realizamos diferentes cortes (el total de la muestra, el total de mujeres, el total de varones, el total de cada año, el total de varones por año y el total de mujeres por año).
Una vez aplicado el diccionario realizamos dos cálculos: primero, la aplicación de un índice de calibración7 y, luego, la transformación de esos resultados en porcentajes. Con ello obtuvimos el porcentaje en que aparece cada uno de los deseos en los diferentes cortes que definimos.
Finalmente, aplicamos otra grilla del ADL que permite identificar los valores para cada deseo y que exponemos a continuación:

 

Análisis

Análisis de los deseos
En la siguiente grilla exponemos los porcentajes para cada deseo tomando en cuenta diversos agrupamientos:
• Por año y por sexo.
• Por año.
• Total (sin distinción ni por año ni por sexo).
• Todos los años juntos por sexo.



Para una mejor observación de los resultados analizamos la significación de estos porcentajes en paralelo a su visualización gráfica:

Análisis de los valores

En la grilla que sigue se exponen los valores -en orden de importancia- para los alumnos de cada año según sexo:

Discusión

Si comenzamos por una consideración global de los deseos, es decir, si tomamos en cuenta el total de la muestra (sin diferenciar por año o por sexo) hallamos dos deseos principales, el deseo de orden (A2) y el deseo cognitivo (O1), posiblemente referidos al valor de un saber ligado a la realidad concreta y al valor del estudio de teorías abstractas8. Secundariamente, encontramos otros tres deseos (FU, FG y O2) que ponen de manifiesto el deseo ambicioso (ligado con el avance académico), el deseo estético (ligado con la promesa de un futuro deseado o la homologación entre un título y la recepción de un don) y el deseo amoroso (relativo a la ayuda a otros que padecen). Por último, vale mencionar que el deseo económico (LI) y el deseo justiciero (A1) no parecen formar parte de las razones que determinan la elección de la carrera de psicología. Por el momento, solo podemos destacar la ausencia de tales deseos pero no el alcance de que no estén presentes la ganancia y el sentimiento de injusticia. Los resultados observados en los 50 estudiantes tomados como una unidad no difieren demasiado cuando seccionamos la muestra sea por año, sea por sexo, no obstante examinemos dichos cortes para observar aunque sea algunas pequeñas variaciones. Si realizamos una comparación inter-anual (sin distinción por sexo) se observa un cambio significativo entre el tercero y cuarto año. En efecto, entre ambos años se observa la mayor brecha entre los deseos O1 y FG (que disminuyen) y FU (que aumenta). Posiblemente, sea expresión de una vivencia de angustia por el futuro incierto al momento de traspasar ya más de la mitad de la carrera. En los varones, el cambio más significativo que observamos entre el primero y el quinto año es en el deseo A2 (se incrementa al finalizar la carrera). Asimismo, también se advierte una variación relevante en el segundo año en cuanto a los deseos O1 y O2 (ambos aumentan) así como en el cuarto año para los deseos O2 y FG (ambos disminuyen) y para FU (que aumenta). En cuanto al deseo LI, pese a que no alcanza un valor significativo, resulta sugerente que disminuya luego del primer año9.
Para las mujeres, si comparamos el inicio y la finalización de la carrera, encontramos un aumento de los deseos O1 y A2 y una disminución de los deseos FU y FG. En este grupo, a su vez, en el tercer año se da el menor porcentaje para el deseo FU.
Por otro lado, si comparamos el total de varones con el total de mujeres, hallamos solo dos diferencias significativas: el deseo A2 es mayor para los varones mientras que el deseo FG es más elevado en el grupo de las mujeres. En la comparación por año y por sexo podemos destacar10: a) entre ambos grupos del primer año los deseos O1 y A2 son más altos en varones y los deseos O2, FU y FG son más elevados en las mujeres; b) para el tercer año se presentan sobre todo diferencias entre los deseos A2 (más alto en varones) y FG (más alto en mujeres); c) respecto del cuarto año son notorias las diferencias en los deseos O2 y FG (más elevados en mujeres) y FU (mayor entre los varones); d) por último, en quinto año se aprecia un mayor porcentaje para los deseos O2 (en las mujeres) y para los deseos A2 y FU (en los varones).
En cuanto a los valores o ideales se destacan: el orden, la verdad, la dignidad, el amor y la belleza. Tal como en parte ya expusimos, ello resulta expresión de un deseo de ser y de obtención de reconocimiento a partir del dominio de una realidad concreta y de un saber hacer en la práctica, el acceso a una verdad abstracta, el avance académico, una práctica solidaria de ayuda y el encuentro con un don. Cabe agregar que los ideales de verdad, amor, dignidad y belleza parecen ordenarse en torno de la subordinación al ideal del orden (A2).

Conclusiones

El estudio que nos propusimos resulta fragmentario ya que no hemos considerado el total de las respuestas obtenidas en las entrevistas realizadas, sino que solo hemos analizado el sector correspondiente a las motivaciones para la elección de la carrera. Pese a pequeñas variaciones hemos visto que los resultados son bastante homogéneos si, por ejemplo, comparamos el total de los 50 alumnos con grupos parciales (solo mujeres, solo varones, cada año, etc.).
Si bien estas conclusiones aguardan el análisis de las entrevistas completas, podemos señalar algunas hipótesis provisorias:

a) el ADL (en este caso, los instrumentos que ofrece para el análisis de palabras) se presenta como un método apto para el estudio de la representación social;

b) en la representación social de la profesión que tienen los propios estudiantes de la carrera (al menos en cuanto al motivo de elección) prevalecen el deseo de saber hacer (A2) y el de acceder a un conocimiento abstracto (O1)11;

c) posiblemente, el incremento del deseo A2 hacia el último año sea expresión de la práctica profesional que los alumnos realizan en ese período;

d) asimismo, aun como hipótesis débil, es de suponer que la baja presencia del deseo LI sea expresión de un déficit en cuanto a pensar la inserción laboral rentada;

e) en cuanto al ideal del yo, destacamos sobre todo la importancia del orden (A2) ligado con lo que Freud (1921) expuso sobre las masas artificiales. Importa, pues, la inclusión del yo en una estructura que posee estamentos jerárquicos y una especie de escalafón que regula las pautas de ascenso o descenso en los niveles de poder.

f) por último, y también limitado a las respuestas puntuales que analizamos, la baja presencia de diferencias (por sexo y por año) permite conjeturar que la universidad no resulta determinante en la reconstrucción y/o transformación de la representación social en lo que hace a las razones para elegir la carrera. En esta línea, es posible que una de las diferencias (mayor porcentaje del deseo A2 en varones y de FG en las mujeres) responda más a la distinción por sexo que a la formación.

Notas

3 Lauría, M. Representación social de los alumnos de psicología ¿Qué es ser psicólogo? Tesis doctoral en curso (UCES).

4 Jodelet (1991) alude a un saber del sentido común o un saber naïf.

5 Moscovici analiza tres dimensiones de las RS: actitud, información y campo de representación o imagen.

6 Respecto de los elementos constitutivos de las RS, Jodelet enumera componentes informativos, cognitivos, ideológicos, normativos, creencias, valores, actitudes, opiniones e imágenes.

7 Fue necesaria la construcción de un índice de calibración porque la cantidad de palabras contenidas en cada uno de los siete archivos no es la misma sino que tienen una distribución desigual.

8 Quizá la presencia de ambos deseos también corresponda a una oscilación entre pensar la profesión de un modo realista o de un modo más alejado de la realidad concreta. De todos modos, como en este trabajo estudiamos las preguntas referidas a las motivaciones para ser psicólogo, preferimos destacar la significación referida previamente. A modo de ejemplo, citamos algunas respuestas representativas: “poder conocer lo que le aqueja a la persona”, “mi motivación es ayudar a otras personas a vivir un poco mejor y que puedan resolver sus propios conflictos”, “deseo de ayudar a otros, el interés por la ciencia, y el deseo de aprender”, “ayudar a otros a encontrar sus propios recursos y resolver los problemas”, “estudiar lo humano”.

9 Lo mismo sucede en el grupo de las mujeres.

10 Omitimos acá el análisis del segundo año porque no hay varones.

11 Hemos analizado también por separado las respuestas a la pregunta 3, ya que al formularse de modo más personalizado y solicitar un relato, pensamos que podría mostrar alguna diferencia. Sin embargo, los resultados siguieron siendo coincidentes con el resto de los análisis: LI: 7,74; O1: 22,24; O2: 11.76; A1: 4.09; A2: 25.83; FU: 14.33, FG: 13.99.

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Fecha de recepción: 20/09/16
Fecha de aceptación: 27/10/16

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