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Subjetividad y procesos cognitivos

versión On-line ISSN 1852-7310

Subj. procesos cogn. vol.21 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jun. 2017

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

La escala de exposición del niño y adolescente a la violencia doméstica en Brasil: adaptación y validez

The children’s exposure to domestic violence scale in Brazil: adaptation and validity

 

Antonio Augusto Pinto Junior1, Leila Salomão de La Plata Cury Tardivo2, Vicente Cassepp-Borges3

1 Profesor Adjunto del Departamento de Psicología de la Universidad Federal Fluminense – Campus de Volta Redonda/RJ.
2 Profesora Libre Docente (Ph.D.) del Instituto de Psicología de la Universidad de San Pablo.
3 Profesor Adjunto del Departamento de Psicología de la Universidad Federal Fluminense – Campus de Volta Redonda/RJ.


Resumen

El artículo presenta una investigación brasileña mediante la Escala de Exposición del niño y adolescente a la Violencia Doméstica, creada por Edleson, Johnson y Shin (2007), a fin de evaluar experiencias de víctimas que fueron testigos de violencia en el ámbito familiar. Se realizaron la traducción, traducción inversa, equivalencia semántica y el análisis por profesionales. Se presentan estudios de validez de constructo y criterio a partir de la investigación, donde se empleó la mencionada Escala en 454 participantes de ambos sexos, entre 10 y 16 años de edad, divididos en dos grupos: uno con 204 víctimas de violencia doméstica y otro con 250 sin sospecha de ser victimados. Se hicieron comparaciones con el uso de pruebas estadísticas (U de Mann- Whitney y Alfa de Cronbach) y se concluyó por la validez del instrumento en Brasil. Se discute aun la necesidad de intervenciones prácticas con las víctimas y se presenta la Escala como una contribución científica en el campo de la evaluación psicológica.

Palabras clave: Violencia doméstica; Niños; Adolescentes; Validez.

Abstract

The article presents a Brazilian investigation using the Children’s Exposure to Domestic Violence Scale, created by Edleson, Johnson and Shin (2007), in order to evaluate experiences of victims witnessing violence within the family. Accomplishments include: translation, reverse translation, semantic equivalence, and analysis by professionals. We present studies of construct and criteria validity in the scale applied to 454 participants of both sexes, between 10 and 16 years old, divided into two groups: one with 204 victims of domestic violence (clinical group) and another one with 250 individuals in a control group. Comparisons were made with the Mann-Whitney U-test and t student statistic tests. The validity of the instrument in Brazil was evidenced. The need for practical interventions with the victims is yet discussed and the scale is presented as a scientific contribution in the field of psychological evaluation.

Keywords: Domestic violence; Children; Adolescents; Validity.


 

Introducción

La violencia no es un fenómeno exclusivo de nuestra sociedad contemporánea. Se encuentra inscripta en la existencia humana desde sus inicios. En cada época, la violencia se manifiesta de diferentes maneras y en contextos disímiles. Sin embargo, su incremento en la actualidad puede configurase como un aspecto representativo y problemático de la organización de la vida social, siendo responsable de innumerables secuelas biopsicosociales tanto a nivel individual como colectivo (Dahlberg & Krug, 2006). El fenómeno de la violencia, tan complejo y de múltiples causas, también ha alcanzado a niños y adolescentes, especialmente en el medio familiar. Según Patias, Bossi e Dell’Aglio (2014), la violencia intrafamiliar de padres contra sus hijos puede manifestarse directamente, como abuso físico, psicológico, sexual o por negligencia, o indirectamente, por la violencia doméstica y conyugal de la cual fueron testigos los niños. Edleson et al. (2007) afirman que los estudios sobre violencia testimonial adoptan distintas definiciones, siendo muchas de estas parciales o imprecisas. Una de las más utilizadas es la de Jouriles, McDonald, Norwood y Ezell (2001), que consideran como violencia testimonial cualquier tipo de violencia que ocurra entre los compañeros adultos en un contexto de una relación heterosexual íntima, estando la pareja legalmente casada o no. Según los autores, el niño expuesto a la violencia entre los cónyuges es aquel que vio, oyó un incidente de agresión contra la madre, vio su resultado o experimentó el efecto en la interacción con sus padres.
Aunque sea una definición y caracterización muy amplia del fenómeno, debido a los cambios actuales en las configuraciones familiares, y la posibilidad de que la violencia sea ejercida también por la mujer contra su compañero (Patias, Bossi, & Dell’Aglio, 2014), se considera más conveniente adoptar la siguiente definición de violencia testimonial: toda la violencia que ocurra entre los compañeros adultos en el contexto de una relación íntima, legalmente casados o no. El niño no necesita observar la violencia para ser afectado por ella. Un niño expuesto a violencia testimonial es aquel que vio, escuchó un incidente de agresión a uno de los cónyuges, vio su resultado o experimentó su efecto en la interacción con sus padres o responsables. Es difícil definir con precisión la incidencia del fenómeno de la violencia doméstica en niños y adolescentes, especialmente aquella presenciada por el niño, aunque sea extremadamente relevante para el establecimiento de políticas públicas para el cuidado de la infancia (Tardivo y Pinto Junior, 2010). Sin embargo, las investigaciones, principalmente internacionales, han señalado la gravedad de este fenómeno en cuanto a la incidencia y/o prevalencia en la población infantil.
Finkelhor, Hamby, Omrod y Turner (2009) realizaron un estudio a fin de obtener estimaciones de la exposición de los niños y adolescentes a todos los tipos de violencia doméstica en los Estados Unidos, a través de una encuesta transversal con una muestra de 4.549 niños de 0 a 17 años de edad. Los resultados muestran que la gran mayoría (60,6%) de los niños y adolescentes experimentaron al menos una victimización directa o fueron testigos de una durante el año anterior. Casi la mitad (46,3%) había sufrido un episodio de agresión física durante el año del estudio; 1 en 4 (24,6%) habían sufrido agresiones psicológicas; 1en 10 (10,2%) había sufrido una forma de “malos tratos”; 6,1% fueron víctimas de abuso sexual, y más de 1 en 4 (25,3%) había sido testigo de la violencia o sufrido otra forma de victimización indirecta durante en el año, incluyendo el 9,8% que habían sido testigos de violencia intrafamiliar. Uno en 10 (10,2%) había sufrido una lesión relacionada con la victimización. Más de un tercio (38,7%) habían sido expuestos a dos o más victimizaciones directas, 10,9% habían sufrido cinco o más victimizaciones, y el 2,4% había sufrido 10 o más episodios de violencia doméstica durante el año de estudio. A partir de estos datos, los autores concluyeron que el alcance y la diversidad de la exposición del niño a la violencia intrafamiliar no son fácilmente reconocidos, por eso, psicólogos e investigadores necesitan indagar con precisión el alcance de este tipo de victimización para poder identificar a los niños vulnerables. Edleson et al. (2007) indican que entre los 10% y los 20% de los niños norteamericanos están expuestos a la violencia doméstica entre sus padres. Thompson, Saltzman y Johnson (2003), en un estudio metacéntrico mostraron que alrededor de los 30% de las mujeres víctimas de la violencia doméstica en Canadá y los 40% en los Estados Unidos, confirmaron que sus hijos fueron testigos de episodios de violencia doméstica en el hogar. En Brasil, las estadísticas en esta área son escasas y la mayor parte se deriva de investigaciones académicas. Las investigaciones en Brasil se dirigen principalmente a la violencia ejercida contra niños y adolescentes, sin prestar atención a la exposición indirecta a la violencia conyugal (Durand, Schraiber, França y Barros, 2011). Una investigación que intentó conocer la incidencia de la exposición a la violencia doméstica en la ciudad de São Gonçalo, Provincia de Río de Janeiro, mostró que 21,4% de los niños, estudiantes de escuelas públicas, entre 6 y 11 años de edad, se encuentran expuestos a abuso físico o verbal entre sus padres (Assis, Avanci, Pesce y Ximenes, 2009).
La dificultad para medir la violencia testimonial en la familia, se debe al hecho de que la mayoría de las investigaciones se refieren a estimaciones aproximadas del número de niños expuestos a este tipo de violencia y muchos utilizan medición indirecta. Además, ni todos los estudios que emplean diferentes instrumentos (tales como test estandarizados, cuestionarios, entrevistas y observaciones) investigan las diversas formas de victimización (físicas, sexuales y psicológicas) a que fueron expuestos los cónyuges e hijos y en general los estudios se refieren a los abusos físicos. También hay pocos estudios que evalúan y analizan el impacto de esta experiencia en el desarrollo de los niños (Edleson et al., 2007; Patias et al., 2014). La literatura en este campo describe los riesgos como consecuencia a la exposición de la violencia entre los padres o responsables, en relación al desarrollo conductual, emocional, social, cognitivo y físico. Varios estudios apuntan a la violencia testimonial como consecuencia de los problemas de comportamiento internalizados y externalizados, tales como agresividad contra los padres o amigos, trastornos de conducta, enuresis, problemas de sueño, aislamiento, fugas del hogar y dificultades de aprendizaje (Brancalhone, Fogo y Williams, 2004; Durand, Schraiber, França y Barros, 2011; Harding, Morelen, Thomassin, Bradbury y Shaffer, 2013; Patias et al., 2014).
Las múltiples consecuencias decurrentes de la exposición a la violencia doméstica apuntadas por estos estudios, indica que la relación entre la exposición y el impacto potencial de la violencia es compleja. Hardling et al. (2013) muestran que la intensidad y la gravedad de las consecuencias de la exposición a la violencia en el hogar dependen de los factores de riesgo y de protección de cada entorno. Así, el sexo del niño, la edad, la frecuencia y cronicidad de los conflictos pueden influir en el impacto de la exposición de un niño o de un adolescente a la violencia doméstica entre sus padres, o responsables. La vulnerabilidad de las víctimas también puede variar según sus propias respuestas a los incidentes de violencia doméstica. Los niños pueden participar activamente en el conflicto, intentar detener las discusiones y agresión, o distanciarse de las peleas. Hodges et al. (2013), describen que los niños de hogares donde hay violencia física entre la pareja son más propensos a usar agresión verbal o física para intervenir en el conflicto entre los padres, que los niños de hogares donde no ocurre este tipo de violencia. Por lo tanto, el grado en que un niño está involucrado en la violencia doméstica varía ampliamente y está probablemente relacionado con el impacto de la exposición en su salud mental. Un factor que puede moderar el impacto de la exposición a la violencia que el niño ha presenciado es la capacidad de hacer frente a situaciones de estrés. Los niños pueden interpretar y lidiar con los conflictos entre los padres de manera distinta, según su percepción de las causas o del contenido del conflicto. El niño puede considerarse responsable de los acontecimientos sobre los cuales no tiene control, con el sentimiento de que él es el motivo de la discordia entre sus padres, o, al revés, puede desarrollar la capacidad de mantener la calma y no verse tan afectado emocionalmente por las peleas de la pareja. Los niños que tienden a no involucrarse y a no sentir que tienen la culpa de la violencia entre los padres, tienden a tener menos problemas emocionales y de adaptación (Holmes, 2013).
Los niños expuestos a la violencia entre los padres también pueden ser víctimas de otras formas de malos tratos, como el abuso físico y sexual. Algunos estudios enfocan la combinación de múltiples violencias que los niños sufren en hogares donde hay conflictos de pareja. Desajustes o conductas inapropiadas encontrados en niños se suelen atribuir a la exposición a la violencia entre los padres, pero también tales conductas pueden derivar de otras formas de victimización ejercida por el padre o cuidador (Brancalhone, Fogo y Williams, 2004; Holmes et al., 2013; Radford, Corral, Bradley y Fisher, 2013; Stolbach et al., 2013).
Teniendo en cuenta las graves consecuencias de la experiencia de exposición a la violencia entre padres y su impacto en las diferentes áreas del desarrollo de las víctimas, es esencial la inversión en estrategias para una identificación precoz y correcta de los casos, buscando la prevención de traumas resultantes de esta experiencia y la planificación de intervenciones psicosociales. Según Tardivo y Pinto Júnior (2010), para proceder a la identificación temprana y evaluación de los niños que son víctimas directas o indirectas, es decir, son testimonio de violencia entre los padres, es necesario considerar la experiencia en su totalidad, con el empleo de instrumentos que faciliten el conocimiento de la situación de abuso. Anastasi y Urbina (2000) advierten que para llevar a cabo una evaluación psicológica es importante elegir un instrumento apropiado, pero también es preciso garantizar la fiabilidad de las inferencias realizadas a partir de la aplicación de un instrumento, que debe tener propiedades psicométricas tales como la precisión y validez. En esta perspectiva, Friedrich (2006) establece que la evaluación de la salud mental de un niño o adolescente expuesto a la violencia entre los padres puede ser más relevante y válida con la inclusión de medidas específicas. Sin embargo, Edleson et al. (2007a.) muestran que hay pocos instrumentos que miden y evalúan la exposición de un niño a este tipo de violencia y que se sometieran a estudios de análisis psicométricos. En la búsqueda de la literatura científica han sido identificados pocos estudios con instrumentos que tienen como objetivo evaluar la exposición de los niños a la violencia intrafamiliar. Entre ellos, “Things I Have Seen and Heard” (Richter y Martínez, 1990) busca medir los tipos de violencia presenciados o vividos por los niños, utilizando una escala de cinco puntos, pidiéndose al participante que muestre cómo y con qué frecuencia cada uno de los diversos tipos de violencia ha ocurrido a él.
Otra escala es “Victimization Scale” (Nadell, Spellman, Álvarez-Canino, Lausell- Bryant y Landsberg, 1996) que investiga las diferentes formas de exposición a la violencia y de la victimización, incluyendo la violencia en la escuela, en el barrio, en el hogar y “fuera de la escuela”. El apartado sobre incidentes de violencia en el hogar evalúa la gama de violencias sufridas o presenciadas, tales como patadas y amenazas con armas, abusos verbales, emocionales o físicos. Otro de los instrumentos en esta área es la “Violence Exposure Scale for Children” (Fox & Leavitt, 1996), que analiza la exposición de los niños a una amplia gama de hechos violentos dentro y fuera del hogar, y la victimización de los niños a partir de estos actos. Es una medida compuesta por una versión para niños y una para los padres, cuestionando tanto para el niño como para los responsables cuantas veces el niño ha sido víctima o expuesto a hechos violentos específicos. El Juvenile Victimization Questionnaire (JVQ) (Finkelhor, Hamby, Omrod & Turner, 2005) es una medida muy amplia que abarca las diferentes formas de victimización estructural y comunitaria, como la exposición o ser testigo de guerra y otros traumas. Por lo tanto, hacen un gran esfuerzo para incluir una amplia variedad de formas de violencia, con el fin de estudiar la interrelación de muchos de estos incidentes.
El Child Abuse Screening Tools Retrospective version (ICAST–R) es un instrumento que busca la medición retrospectiva del abuso infantil, y ha sido tema de una investigación en un estudio multicéntrico realizado en siete países con adultos jóvenes entre 18 y 26 años de edad y los datos han sido discutidos por Dunne et al. (2009). El ICAST–R incluye 15 cuestiones preliminares sobre hechos físicos, sexuales y emocionales potencialmente abusivos, con preguntas de seguimiento sobre las características del abusador, la frecuencia de los hechos y los períodos en la infancia. Los resultados del estudio indican que este instrumento tiene propiedades satisfactorias para ser adoptado como herramienta de investigación para estimar la prevalencia y describir otros aspectos contextuales de la victimización infantil. El Computer Assisted Maltreatment Inventory (CAMI) fue presentado por DiLillo et al. (2010). Es una medida de autorrelato de la historia de la experiencia de malos tratos en la infancia, incluyendo el abuso físico y sexual, exposición a la violencia entre los padres, el abuso psicológico y negligencia. Los estudios de validez con este instrumento indican su propiedad de evaluación global de la historia de malos tratos del sujeto. Spinhoven et al. (2014) estudiaron las propiedades psicométricas del Childhood Trauma Questionnaire-Short Form (CTQ–SF). La muestra fue compuesta por 2.308 adultos, de 18 a 65 años de edad, distribuidos en dos grupos (los que sufrieron el maltrato en la infancia y personas que no fueron abusados). El CTQ–SF fue más sensible en la detección de abuso emocional y negligencia emocional que otras formas de victimización. Los autores han llegado a la conclusión de que la escala CTQ–SF capta adecuadamente una amplia dimensión de los malos tratos en la infancia. Si en el contexto internacional existen pocos instrumentos que tienen como objetivo evaluar la exposición de los niños y adolescentes a la violencia doméstica, en Brasil, las investigaciones sobre ese tipo de medidas son aún más raras. Reichenheim e Moraes (2003) desarrollaron un estudio de validación y adaptación transcultural del instrumento Revised Conflict Tactics Scales (CTS2), usado para identificar la violencia entre las parejas. Oliveira, Stein e Pezzi (2006) realizaron un estudio con el “Childhood Trauma Questionnaire”, que es un instrumento autoadministrado para adolescentes y adultos para evaluar, entre otras experiencias traumáticas, la historia de abuso y abandono durante la infancia. La versión brasileña con 28 ítems, se mostró de fácil comprensión y de buena validación semántica. Sin embargo, según los autores, son necesarios estudios adicionales para evaluar otras propiedades psicométricas. El mismo instrumento ha sido estudiado posteriormente, por Brodski, Zanon e Hutz (2010), con el fin de adaptarlo y validarlo para evaluar recuerdos de diversas formas de abuso (sobre todo emocional) en una muestra no clínica de 293 estudiantes universitarios de Porto Alegre, provincia de Rio Grande do Sul. Los autores concluyen que el instrumento es válido y puede ser útil para ayudar a detectar casos de abuso emocional de los niños y adolescentes.
Tardivo y Pinto Junior (2010) presentan un estudio de validación de una escala creada para evaluar los posibles efectos de la violencia doméstica sufrida por niños y adolescentes. Tratase del Inventario de Frases na Identificação da Violencia Doméstica (IFVD), de origen argentina, y en original Inventario de Frases Revisado (IFR), de Agosta, Balarini, & Colombo (2005). La forma definitiva del IFVD tras la traducción y adaptación al contexto brasileño y es compuesta por 57 frases de simple comprensión, que están relacionadas con trastornos que la violencia doméstica acarrea, es decir, emocionales, cognitivos, conductuales, sociales y físicos. Rios et al. (2013) investigaron la evidencia de validez de constructo y precisión del Inventario Potencial de Abuso Infantil – CAP, compuesta por 160 ítems agrupados en siete subescalas. La subescala de abuso es considerada la principal y contiene 77 ítems, divididos en seis categorías: (1) Sufrimiento; (2) Rigidez; (3) Infelicidad; (4) Problemas con el niño y él mismo; (5) Problemas con la familia; y (6) Problemas con los demás. El estudio de validez se realizó con 135 cuidadores a través de un muestreo aleatorio simple con niños entre 2 y 12 años de edad. Los resultados fueron positivos e indican la viabilidad de adaptación del instrumento entre la población brasileña. Edleson et al. (2007a.) presentaron la “Children’s Exposure to Domestic Violence Scale”, tema de la presente investigación, que es un instrumento de autoadministración. La Escala original es compuesta por 42 ítems que evalúan el nivel de exposición a la violencia en el hogar de niños y adolescentes entre 10 y 16 años de edad. Los resultados de esa investigación indican que el instrumento es sensible para evaluar la exposición a la violencia en el hogar.
Se verifica que el tema de la evaluación de la exposición de niños y adolescentes a la violencia intrafamiliar con el uso de instrumentos objetivos, tales como escalas e inventarios, aún está poco presente en las investigaciones académicas y en especial en el contexto brasileño. Sin embargo, considerando que la victimización infantil es un problema de difícil identificación e intervención por profesionales que trabajan con esta demanda, es esencial invertir en estudios en el área, a la vez que evaluar dicha exposición requiere un gran cuidado en la planificación y además, el profesional debe tener a su disposición instrumentos para garantizar su validez y exactitud. A partir de lo que se señaló previamente, el presente estudio tuvo como objetivo buscar evidencias de validez de constructo y de criterio (Pasquali, 2003) de la Children’s Exposure to Domestic Violence Scale (CEDVS) al contexto brasileño. Por lo tanto, se espera contribuir para el desarrollo de nuevas investigaciones sobre el impacto de la exposición a la violencia entre parejas en la salud mental de las víctimas, así como ofrecer bases para intervención y prevención de este fenómeno.

Método

El estudio comparó niños y adolescentes víctimas de violencia intrafamiliar con los que no presentan sospecha de victimización mediante el control de las variables de género, edad y nivel socioeconómico. Se trata de un estudio correlacional, frecuente en investigaciones que buscan comprender el fenómeno de la violencia.

Participantes

La muestra fue compuesta por 454 participantes de 10 a 16 años de edad, de las provincias de Río de Janeiro y Sao Paulo. Del total, 251 (55,3%) eran del género femenino y 203 (44,7%) del masculino, divididos en dos grupos: control y clínico, lo que representa, respectivamente, el 55,3% y el 44,7% de la muestra. El grupo clínico estaba compuesto por víctimas de violencia sexual, física o ambas, y el grupo control por sujetos sin sospecha de victimización.

Instrumento

La Children’s Exposure to Domestic Violence Scale CEDVS (Edleson, Johnson & Shin, 2007), como se ha descrito anteriormente, es un instrumento de autoinforme utilizado para medir el grado de exposición a la violencia doméstica y múltiples factores relacionados. La escala es compuesta por 42 ítems divididos en seis subescalas que miden: la exposición a la violencia entre parejas en el entorno familiar (violencia testimonial); la gravedad de la exposición; exposición a la violencia en la comunidad; la participación de niños en situación de violencia entre parejas; factores de riesgo para la exposición a la violencia; otros tipos de victimización. Cada ítem debe ser contestado en una escala de cuatro puntos de tipo “Likert”, “nunca”, “a veces”, “a menudo” y “casi siempre”, donde el puntaje más alto indica mayor probabilidad de exposición a la violencia, riesgos o experiencias de otro tipo de victimización. Además de las 42 cuestiones abordadas, el instrumento contiene nueve preguntas para obtener información demográfica incluyendo género, edad, raza y origen étnico, situación de vida actual, composición familiar y finaliza con una pregunta sobre los hobbies favoritos del niño o adolescente.

Procedimientos

La investigación fue evaluada y aprobada por el Comité de Ética de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal Fluminense (FM/UFF/HU), nº 850078/2014. Para el estudio de validez, se aplicó el instrumento en los participantes de los grupos grupo clínico y control. Se recogieron los datos actuales de forma individual en las instituciones (centros de acogida y de bienestar para el grupo clínico o escuelas públicas para el grupo control). Después de la aplicación, se procedió a evaluación y puntuación de los protocolos según las directrices técnicas estandarizadas del instrumento utilizado.

Análisis de los datos

Todos los datos fueron ubicados en las bases de datos para el análisis estadístico, con el empleo de los programas Microsoft Excel 2007 y SPSS. Se compararon los resultados de la CEDV del grupo clínico y del grupo control. Para el análisis estadístico fue utilizada la prueba U de Mann-Whitney que comprueba si las diferencias en los resultados discriminan los grupos. Se consideraron significativas las diferencias menores o iguales a 0,05.
La validez de criterio de la CEDVS fue establecida mediante el análisis de los resultados para cada ámbito de la escala. Por último, se realizó el análisis de la consistencia interna de la CEDVS través del indicador alfa de Cronbach. Para demostrar las evidencias de validez de contenido, se realizaran las siguientes etapas: traducción de la escala (CEDVS); traducción inversa; equivalencia semántica; sumisión del instrumento a jueces expertos en el área y aplicación del instrumento en los grupos de participantes. Inicialmente un profesional licenciado en inglés y con conocimientos en el tema de la violencia doméstica realizó la traducción de CEDVS del inglés al portugués; el instrumento ha sido traducido del portugués al Inglés (traducción inversa) por otro profesional igualmente calificado. Cabe señalar que los autores de la presente investigación han obtenido un consentimiento escrito de los autores de la escala original para realizar la investigación. A continuación, otros dos profesionales calificados realizaron una revisión técnica y de equivalencia semántica, de forma independiente. A partir de las observaciones de estos dos profesionales se elaboró una primera forma de la Escala. Esta forma fue enviada a tres profesionales (jueces), con amplia experiencia en el ámbito de la violencia doméstica y en evaluación psicológica, y todos con el grado de Doctorado en Psicología. Para minimizar los sesgos de carácter regional, señalados por Cassepp-Borges, Balbinotti, y Teodoro (2010), fueron elegidos jueces de diferentes regiones del país (provincias de San Pablo, Rio Grande do Sul y Alagoas). Cada juez recibió una carta solicitando la colaboración para evaluar el instrumento, una copia de la escala y un formulario para rellenar el análisis del instrumento, junto a las instrucciones apropiadas. A partir de la evaluación y sugerencias de los jueces, se hicieron los cambios en el instrumento y se ha propuesto una segunda versión, para atender mejor a los criterios de adecuación a la realidad brasileña. De esta manera, esa segunda versión brasileña que se tornó definitiva después del estudio piloto, fue compuesta por 39 preguntas divididas en cuatro partes: Parte 1: Identificación (incluye preguntas sobre datos demográficos del niño o adolescente); Parte 2 y Parte 3: incluyen seis subescalas, a saber: a) exposición a la violencia entre la pareja en el hogar (violencia testimonial); b) gravedad de la exposición; c) exposición a la violencia en la comunidad; d) involucrarse en situaciones de violencia entre la pareja en el hogar; e) factores de riesgo; f) otros tipos de victimización; Parte 4: Cuestiones relacionadas con la calidad de vida del niño o adolescente (no se tomó en cuenta en la puntuación del instrumento). El siguiente paso fue la aplicación del instrumento en una muestra de la población (estudio piloto) con la segunda versión de la escala, para evaluar la comprensión del instrumento. La escala se aplicó a 57 participantes (de ambos géneros, con edades entre 10 y 16 años, divididos en dos grupos: grupo clínico: 26 [45,6%] niños y adolescentes víctimas de violencia física y sexual grupo control con 31 niños [54,4%]).
En los dos grupos tanto en el clínico como el control se encontró una buena comprensión de lo solicitado y facilidad en dar las respuestas. Por lo tanto, teniendo en cuenta que la mayoría de los niños y adolescentes que participaron en este estudio piloto han comprendido claramente las instrucciones, preguntas y opciones de respuestas de la CEDVS, se decidió mantener la segunda versión, como la final de la Escala sin cambios.

Validez de criterio
La validez de criterio concurrente se analizó a partir de la comparación de los datos de los grupos clínico y control. El objetivo fue verificar si la CEDVS discrimina los dos grupos mediante la comparación de los promedios. Los resultados se compararon con el empleo de la prueba U de Mann-Whitney, como muestra la Tabla 1.

Tabla 1. Promedio, desviación estándar (DE) y U de Mann-Whitney según el grupo para la muestra total

Nivel de significancia de p≤0,05

En todas las subescalas y en el total de puntos se observó que los resultados del grupo clínico presentaron un promedio más alto y también una mayor variación. Mediante el uso de la prueba de U Mann-Whitney se llegó a la conclusión de que en todas las dimensiones hubo diferencias significativas entre los dos grupos, tanto para el promedio como para las variaciones. Los datos obtenidos mostraron que el instrumento fue suficientemente sensible para caracterizar o confirmar los casos de exposición a la violencia doméstica en la realidad brasileña. El grupo de participantes del grupo clínico presentó tasas elevadas, estadísticamente significativas, a diferencia del grupo de control, en el que los índices obtenidos no fueron sugestivos de experiencias de violencia. La consistencia interna de la CEDVS se evaluó mediante el indicador alfa de Cronbach, que fue calculado por para cada subescala por separado y también para el total. Se utilizó la referencia 0,7, que sugiere que al menos algunos de los ítems pueden medir la misma dimensión (Dancey y Reidy, 2013). Los resultados se muestran en la Tabla 2.

Tabla 2. Alfa de Cronbach de la CEDVS y subescalas

Nota: El total excluye ítems que evalúan la calidad de vida de los participantes.

Los datos muestran que la consistencia de la dimensión total se puede considerar buena (casi 0.9, con un valor de 0,893). Con respecto a las seis subescalas, en cuatro: exposición a la violencia entre la pareja en el hogar (violencia testimonial); gravedad de la exposición; exposición a la violencia en la comunidad; involucrarse en situaciones de violencia entre la pareja en el hogar, se han obtenido datos que muestran una consistencia interna aceptable, o sea, todos con valores poco más altos que el valor de corte (0,7). Las subescalas Factores de riesgo y Otros tipos de victimización han tenido consistencia abajo del valor de corte (0,7) y deben ser evaluadas cuidadosamente, exigiendo, por lo tanto, más estudios, repensar las instrucciones de los ítems o incluso aumentar el número de preguntas en estas dimensiones. Ese resultado puede ser debido al pequeño número de preguntas que estas dos subescalas evalúan (cuatro números cada una) en comparación con las otras subescalas de CEDVS. Con el incremento de la muestra y la inclusión de ítems en esas subescalas, la consistencia interna puede aumentar. En el total general y en cuatro escalas, la CEDVS presenta una consistencia interna razonable.

Consideraciones finales

La exposición de niños y adolescentes a la violencia doméstica ha sido reconocida como un importante problema social como también un problema de salud pública debido a los datos de incidencia en la población mundial como también el impacto y las consecuencias que trae al desarrollo psicosocial de las víctimas. Esta situación requiere, sin duda, el desarrollo de políticas de intervención, prevención y combate al fenómeno. Por lo tanto, es importante invertir en investigaciones con instrumentos que ayuden a los profesionales en la identificación y conocimiento de incidencia de violencia testimonial. En especial, las escalas e inventarios son procedimientos que se suman a otros métodos para ayudar en la identificación y la comprensión de este tipo de experiencia. Pero para cumplir su función, estas herramientas de evaluación objetiva deben garantizar la fiabilidad de las inferencias hechas a partir de los estudios de validez.
Considerando que, especialmente en Brasil, una de las dificultades es la falta de herramientas para facilitar la identificación de la exposición de los niños y adolescentes a la violencia doméstica, uno de los objetivos de este estudio fue evaluar la adaptación de la CEVDS en el contexto brasileño, teniendo en cuenta la validez de contenido. Se considera que los criterios fueron cumplidos adecuadamente para este estudio de validez. También fue objetivo analizar la validez concurrente de la CEVDS, comparando los resultados de un grupo de niños y adolescentes víctimas de violencia doméstica con un grupo de control con participantes sin sospecha de haber sufrido victimización. Las diversas comparaciones mostraron que la escala CEVDS diferenció los dos grupos de forma estadísticamente significativa. Fue posible traducir el instrumento y utilizarlo en una muestra representativa, para traer evidencias más sólidas de que se trata de un instrumento que discrimina los niños y adolescentes víctimas de la violencia doméstica de aquellos que no tienen este tipo de problemas. Como la traducción del instrumento ha sido cuidadosa y también los jueces expertos dieron su parecer, se pueden comprobar evidencias de validez de contenido de esta prueba.
También es posible afirmar que este instrumento presenta validez de criterio, a la vez que se han obtenido diferencias significativas en los resultados del grupo compuesto por víctimas de violencia doméstica del grupo compuesto por participantes sin sospecha de sufrir esa experiencia, en el total de la Escala y en cada una de las subescalas. Del mismo modo, la consistencia interna de la escala en el total y en la mayoría de las subescalas presentó índices alfa de Cronbach considerados aceptables, lo que indica su utilidad en el contexto de la exposición de los niños y adolescentes a la violencia doméstica. Los resultados muestran que este instrumento puede funcionar como recurso técnico para ayudar a los profesionales que trabajan en instituciones de protección a niños y adolescentes, y para ayudar a basar medidas preventivas y de intervención en el área. El instrumento demostró buenas propiedades teniendo en cuenta los aspectos de validez, lo que sugiere un buen potencial para uso profesional en Brasil. Sin embargo, otros estudios deben ser desarrollados, con la inclusión de ítems en las subescalas con un pequeño número de preguntas, aumento del número de participantes, y aplicación del instrumento en otras muestras representativas para confirmar las estructuras establecidas en esta investigación y para realizar análisis más complejos.

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Fecha de recepción: 3/02/17
Fecha de aceptación: 14/04/17

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