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Diaeta

versión On-line ISSN 1852-7337

Diaeta vol.27 no.128 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul./set. 2009

 

CASO CLÍNICO

Manejo nutricional en esofagectom a complicada por quilotrax

Nutritional management of esophagectomy complicated by chylothorax

 

Lucía Llames1

1 Licenciada en Nutrición. Departamento de Alimentación y Dietética. Hospital de Clínicas "José de San Martín".

Correspondencia: lu_llames@hotmail.com

Recibido: 20 de mayo de 2009.
Aceptado en su versión corregida: 27 de agosto de 2009.

 


Resumen

La nutrición perioperatoria en cirugía mayor del tracto digestivo es un pilar básico dentro de la terapéutica de estos pacientes; considerando que un elevado porcentaje presenta malnutrición en el periodo preoperatorio y que es bien conocida la correlación entre la ingesta preoperatoria inadecuada y la aparición de complicaciones. Se presenta a continuación un caso clínico de sexo femenino a quien se realizó esofagectomía, que evolucionó con quilotorax en postoperatorio; y se describe el manejo nutricional que se llevó a cabo. El quilotorax, que es una complicación poco frecuente, tiene una mortalidad no despreciable debido a que produce alteraciones nutricionales, inmunológicas y de los fluidos corporales. El tratamiento adecuado es controvertido. Los principios del tratamiento conservador son reducir el flujo de quilo, drenar la cavidad pleural, prevenir las complicaciones sépticas y aportar nutrición enteral con triglicéridos de cadena media que van directamente al sistema porta o nutrición parenteral.

Palabras clave: Esofagectomía; Quilotorax; Valoración nutricional; Dietoterapia; Triglicéridos de cadena media.

Abstract

Perioperative nutrition in digestive tract surgery (esophagectomy) is a basic pillar as regards therapeutic measures, considering a high percentage of affected patients have preoperative malnutrition and since the correlation between inadequate preoperative intake and postoperative complications is widely known. Chylothorax is an unusual complication; it has a considerable mortality rate due to nutritional, immunological and body fluids alterations. Although the appropriate treatment is controversial, traditional principles in this treatment consist in reducing chyle flow, draining the pleural cavity, preventing sepsis complications and providing enteral nutrition with medium chain triglycerides (MCT), which go directly to the portal system. Total parenteral nutrition is the option when oral/enteral nutrition has failed. In this paper, a clinical case is introduced where a woman had esophagectomy which evolved into chylothorax at the postoperative stage, and the nutritional management applied is described.

Keywords: Esophagectomy; Chylothorax; Nutritional assessment; Dietotherapy; Medium chain triglycerides.


 

Introducción

La nutrición perioperatoria en cirugía mayor del tracto digestivo es un pilar básico dentro de la terapéutica, considerando que muchos pacientes tardan excesivo tiempo en satisfacer sus requerimientos. Además un elevado porcentaje presenta malnutrición previa a la cirugía y es bien conocida la correlación entre la ingesta preoperatoria inadecuada y la aparición de complicaciones. Todo esto constituye un motivo de preocupación para los cirujanos y los profesionales de la nutrición (1).

La principal causa de cirugía de esófago es el cáncer, y si bien muchas veces no se logra la curación del paciente es el mejor método paliativo de la disfagia. El 90% de los casos consulta por disfagia progresiva (de sólidos a líquidos) y pérdida de peso. Ambos deben ser considerados síntomas de enfermedad avanzada (2).

La mortalidad operatoria de la esofagectomía oscila entre el 4 y el 10%, siendo las complicaciones pulmonares la causa más frecuente (3). Otras complicaciones quirúrgicas pueden ser: dehiscencia de suturas, necrosis de la plastia y quilotórax (1). Esta última es una complicación poco frecuente, entre el 1 y el 9% (5-9), pero tiene una mortalidad no despreciable debido a las alteraciones nutricionales, inmunológicas y de fluidos corporales que produce; así como insuficiencia respiratoria por derrame masivo y empiema pleural. El diagnóstico definitivo lo da la fracción de colesterol / triglicéridos <1 con presencia de quilomicrones, aunque la existencia de un drenaje torácico mayor de 500 ml/24h al tercer día postoperatorio con un recuento de linfocitos superior al 50% debe ser altamente sospechoso. El tratamiento adecuado es controvertido. Los principios del tratamiento conservador son reducir el flujo de quilo, drenar la cavidad pleural, prevenir las complicaciones sépticas y aportar nutrición enteral con triglicéridos de cadena media (TCM) que van directamente al sistema portal o nutrición parenteral (NP).

Los objetivos del tratamiento son: disminuir las consecuencias de naturaleza nutricional o inmunológicas por el drenaje (sepsis, desnutrición calórico-proteica); reemplazar las pérdidas de grasa, proteínas, y micronutrientes; y lograr un balance de nitrógeno positivo.

El tratamiento dietético es un punto controvertido en su efectividad y con respecto al tipo de soporte nutricional más adecuado. La dieta más aceptada es la de bajo aporte de triglicéridos de cadena larga (TCL), suplementada con triglicéridos de cadena media (TCM) (10). En el adulto circulan unos 1.500 ml de linfa al día que contienen alrededor de 70g de grasa y 50g de albúmina, por lo que la pérdida de un determinado volumen de linfa puede desencadenar una pérdida considerable de grasa y proteínas. La absorción de los TCL incrementa el flujo linfático, lo que estimula todavía más la pérdida de grasa y proteínas. Por esta razón, el descenso en el aporte de TCL y la suplementación con TCM disminuirían el flujo de linfa a través del conducto torácico, favoreciendo el cierre de la fístula. Lucence y cols (11) observaron que todas sus fístulas se resolvieron en 7 días con un programa nutricional con TCM. Si no se consiguen los objetivos con la vía oral o enteral, estaría indicado ayuno absoluto y NP. Ésta sería efectiva porque la interrupción de la alimentación enteral puede reducir la peristalsis y el flujo linfático gastrointestinal. En un estudio realizado por Gier y cols. (12) el 54,5% de los pacientes con fístula del conducto torácico tratados con dieta oral con TCM precisaron cambio a nutrición parenteral total (NPT) por falta de respuesta. El 66% de estos pacientes no requirieron tratamiento quirúrgico cerrándose espontáneamente la fístula. Los casos tratados con medidas conservadoras deben ser monitorizados, pudiendo presentar problemas metabólicos tales como hiponatremia, deshidratación, malnutrición, hipocloremia e hipoproteinemia.

Caso Clínico

Paciente de sexo femenino, de 51 años de edad que presenta como único antecedente ser ex tabaquista. El 10 de junio de 2006 comienza con disfagia para sólidos, refiriendo una pérdida de peso de 6kg en 3 meses. Se realiza una seriada esofagogastroduodenal (SEGD) que muestra irregularidad en la pared esofágica en el tercio medio inferior, de 6cm de largo. El 1 de julio se define el diagnóstico por vídeoendoscopia digestiva alta (VEDA) con biopsia, dando como resultado: carcinoma escamoso moderadamente diferenciado. El 7 de marzo de 2007 se interna para tratamiento quirúrgico.

Valoración nutricional (VN): al ingreso presenta un peso actual de 45,8kg y una talla de 1,55m; obteniendo un índice de masa corporal (IMC) de 19,06. Su peso habitual era de 53kg y el porcentaje de cambio de peso (PCP) fue de 13.58% en 4 meses. El pliegue tricipital (PT) fue de 17,5mm (pc 15) y la circunferencia muscular del brazo (CMB) fue de 23 cm (pc <5). Se utilizaron las tablas de referencia para PT y CMB confeccionadas en el United States Health and Nutrition Examination Survey I of 1971 to 1974 para raza blanca. (NHANES I). Los parámetros considerados para realizar el diagnóstico de desnutrición se observan en la tabla 1. El Diagnóstico Nutricional fue desnutrición. El cálculo del requerimiento calórico se realizó por método práctico, (35 kcal/kg de peso actual) dando como resultado 1600 kcal. Para el cálculo del requerimiento proteico se consideró 1,2-1,5 g/kg de peso actual, obteniendo un requerimiento diario de 60g.

Tabla 1. Parámetros considerados para el realizar el diagnóstico de desnutrición.

El 8/3 se realizó esofagectomía por toracotomía en block + ascenso gástrico, con anastomosis esófagogástrico cervical + yeyunostomía de alimentación (YO). El 10/3 inicia plan de alimentación enteral (PAE) con fórmula polimérica sin lactosa, aportando 500 kcal/ 500 ml por YO, con buena tolerancia. El 12/3 se evidencia derrame pleural izquierdo y se suspende el PAE.

El 14/3 se realiza toracocentesis donde se obtienen 80ml de aspecto quiloso; y se diagnostica quilotorax. El 15/3 reinicia PAE con un preparado individual a base de modulo calórico, caseinato, y TCM; aportando 480 kcal/500 ml (64% de hidratos, 11% de proteínas y 25% de grasas), en 2 tomas diarias de 250 ml.

El 16/3 se realiza trago con contraste, no observándose filtrado por la anastomosis esófago-gástrica con buen pasaje al duodeno. Se aumenta el PAE a 750 kcal/ 750 ml y se agrega plan de soporte periférico con dextrosa al 5%, aminoácidos, vitaminas y minerales. En el laboratorio presenta: proteínas totales 6,2 g/dl, albúmina 2,35 g/dl, colesterol 197 mg/dl, triglicéridos 147 mg/dl y hepatograma normal.

Se realizó la valoración nutricional a la semana postquirúrgica presentando: Peso: 45,8, IMC: 19.06, PT: 14 mm (p 5-10) y CMB: 21 cm (p <5).

El 19/3 presenta vómitos, se suspende PAE, y se inicia NPT por catéter central, aportando 1180 Kcal totales (985 kcal no proteicas) en 2500 ml.

El 21/3 la radiografía de tórax no evidencia derrame pleural ni infiltrados a nivel parenquimatoso. Presentó buena tolerancia a la NPT, con valores de colesterol de 116 mg/dl y triglicéridos de 96 mg/dl. El 23/3 se aumenta la NPT a 200 gr de glucosa y 40 gr de lípidos (50% TCM, 50% TCL). El 29/3 se realiza toracotomía exploradora no evidenciándose fuga a nivel del conducto torácico.

El 1/4 comienza con PAE de 300 kcal /500ml de fórmula comercial hidrolizada baja en grasas por YO. El 3/4 se modifica a una fórmula a base de módulo calórico, caseinato y TCM aportando 815 Kcal/1000 ml, con un 55,3% de HC, 13,5% de grasas, y 30,3% de grasas. El 4/4 se realiza trago con solución contrastada (crema de leche + azul de metileno), y no se evidencia fuga de contraste por lo que se decide iniciar con dieta blanda: sin TCL, con HC como principal fuente energética de la dieta, el aporte proteico con lácteos totalmente descremados y clara de huevo y TCM en las comidas en tomas de 20 a 40 ml. Presenta buena tolerancia, por lo que el 5/4 se progresa el PAE a 900 kcal/1200 ml y sigue con dieta. El 7/4 se progresa a formula comercial hidrolizada con igual aporte calórico. El 10/4 se cambia a fórmula polimérica completa (con TCL) diluida, con agregado de módulo calórico y caseinato (1120kcal/1200ml), aportando un 60% de HC, 20% de proteínas y 20% de grasas. Se realiza nueva valoración nutricional: Peso: 42,6, IMC: 17,7, PT: 10,5 mm (p <5) y CMB: 19,6 cm (p <5). Se decide aumentar el aporte calórico, estimando un requerimiento de 45kcal/ kg, obteniéndose un valor calórico total (VCT) de 1900 kcal. Desde el 7/4 se progresa paulatinamente la dieta, incorporando a partir del 14/4 suplementos comerciales, carnes magras, etc.

El 24/4 tiene el alta hospitalaria, con peso al egreso de 40 kg, IMC de 16,6 kg/m2 y cubriendo un VCT de 1800 kcal. Se entrega Plan de alimentación adecuado gástrico + PAE: 1000 kcal/1000 ml por YO después de las comidas.

Consultas ambulatorias: 2/5: Peso: 40,9 kg, IMC: 17,02, VCT: 1800 Kcal, ingesta calórica y proteica estimada por encuesta (EC): 800 kcal/29 g de proteínas + PAE 1000 kcal/1000 ml. % de adecuación: 100%. 9/5: Peso: 42,1kg, IMC: 17,5, VCT: 1900 Kcal, EC: 1400 kcal/54 g de proteínas + PAE 500 kcal/500 ml. % de adecuación: 100%.

Los pacientes que deben someterse a cirugías de gran magnitud, especialmente aquellas que comprometen su funcionalidad digestiva, suelen presentar malnutrición previa, producto de varios factores encontrados: el estado de caquexia que es característico de la patología, la localización del tumor, que en muchos casos compromete la ingesta. El estado nutricional perioperatorio en pacientes con neoplasias de esófago es una variable de suma importancia, ya que en la mayoría de los casos esta alterado. Una valoración precoz, seguida de las intervenciones nutricionales pertinentes, sería el camino a seguir en estos pacientes para que lleguen en óptimo estado nutricional a la cirugía que deban afrontar, así como también prevenir la aparición de complicaciones en el período posquirúrgico, y de éste modo lograr una mejor evolución. Este caso demuestra la importancia de la valoración y el tratamiento nutricional en el posquirúrgico siendo de crucial importancia en el impacto de la morbi-mortalidad. Es importante el seguimiento semanal con parámetros de valoración nutricional objetivos y con encuestas que estimen la ingesta calórica, las cuales aportan información importante para la toma de decisiones en las vías de alimentación a utilizar, y para evaluar la tolerancia a los diferentes alimentos y consistencias.

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