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Revista latinoamericana de filosofía

versão On-line ISSN 1852-7353

Rev. latinoam. filos. v.35 n.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires maio 2009

 

ARTÍCULOS

Causa sinéctica y actividad neumática en los estoicos*

Marcelo D. Boeri

Universidad de los Andes (Santiago, Chile)

RESUMEN: Según los estoicos, la causación (aítion) debe considerarse como un proceso triádico: A (un cuerpo) se vuelve causa de B (otro cuerpo) de un efecto incorpóreo (i.e. un predicado). Este artículo se propone explicar el modo en que este modelo causal se aplica a la causación cósmica que tiene lugar entre el pneûma (lo activo) que se difunde por todas las cosas (una de cuyas funciones es mantener junto, i.e. se trata de un 'poder cohesivo', el todo) y lo pasivo (la materia incualificada). Además, se argumenta (contra Bobzien) a favor de la distinción entre 'causa' (aítion) y 'explicación causal' (aitía) como genuina doctrina estoica.

PALABRAS CLAVE: Estoicismo; Causa cohesiva; Causa-explicación causal

ABSTRACT: According to the Stoics, causation (aition) must be regarded as a triadic process: A (a body) becomes a cause to B (another body) of an incorporeal effect (i.e. a predicate). This paper intends to account for how this causal model is applied to the cosmic causation taking place between pneûma pervading all things (one of whose functions is to hold together i.e. it is a 'cohesive' power, the whole) and the passive (unqualified matter). In addition, it is argued (against Bobzien) for the distinction between 'cause' (aition) and 'causal account' (aitia) as a genuine Stoic tenet.

KEYWORDS: Stoicism; Cohesive cause; Cause-causal account

I. Introducción

Desde la antigüedad los estoicos fueron considerados unos filósofos extravagantes. Plutarco escribió un libro completo para intentar mostrar que los estoicos (y en especial Crisipo) se contradecían todo el tiempo; en sus tratados Sobre las contradicciones de los estoicos y Sobre las nociones comunes es proverbial la expresión "contrario al sentido o concepción común" para referirse a casi cualquier tesis y argumento estoico, o para mostrar que Crisipo "está en conflicto consigo mismo".1 Alejandro de Afrodisia, el gran comentador de Aristóteles y, por lo que podemos leer en sus tratados Sobre la mezcla y Sobre el destino, un filósofo por derecho propio, también pensó que los estoicos introdujeron más problemas de los que se proponían resolver y que ciertas tesis estoicas (como que "un cuerpo pasa a través de otro") no sólo eran contrarias al sentido común sino también falsas (Sobre la mezcla, 220, 23-25).
Si uno examina los comentarios de autores como Plutarco, Alejandro o Galeno, que son siempre (o casi siempre) críticos, se da cuenta de que los estoicos resultan "extravagantes" porque defienden posiciones que no se ajustan al "sentido común" de ciertos presupuestos básicos de la tradición platónico-aristotélica, no porque sean extravagantes sin más. Algunos historiadores de la ciencia y filósofos de la ciencia de los últimos 50 años, en cambio, no sólo no encontraron extravagantes las posiciones estoicas, sino que pensaron que eran parte del "sentido común" de la física contemporánea.2 La explicación de esta actitud es, de nuevo, bastante simple: con su teoría del continuo, el jwsolkx y la "causa cohesiva o sinéctica" los estoicos parecen haber vislumbrado por primera vez la idea de un universo continuo en el que hay movimientos de expansión (y contracción) permanentes.
Entre las varias teorías estoicas "contrarias al sentido común" o "extravagantes" se encuentra la de la causalidad. Por razones obvias, no me propongo discutir aquí todos los detalles de la teoría estoica de la causalidad ni todos los tipos de causa distinguidos por los estoicos. Quiero solamente centrarme en la llamada "causa sinéctica o cohesiva" (, o "potencia-fuerza sinéctica o cohesiva";3 ) y examinar el modo en que, según los estoicos, ese tipo de causa puede identificarse con los poderes causales del o, más precisamente, con el mismo, el aliento o hálito que penetra todas las cosas y gracias al cual cada cosa es lo que es y continúa siendo lo que es y no otra cosa en la medida en que su se encuentra en un grado de tensión tal que permite que el objeto sea ese objeto y no otro. Voy a comenzar por describir brevemente el modo en que los estoicos parecen haber entendido el fenómeno de la causalidad para luego detenerme en el siguiente problema: si los estoicos entienden la causalidad como un fenómeno triádico (A -un cuerpo- es causa de B -otro cuerpo- del efecto incorpóreo F, un predicado, algo que le ocurre o le sucede al cuerpo que recibe la acción causal, o una proposición completa, en todo caso un , un "decible", es decir un incorpóreo),4 ¿cómo explican la identificación entre la causa sinéctica (la causa en sentido estricto, según los estoicos) y el que penetra todas las cosas? Que la causa sinéctica o cohesiva puede identificarse con el o principio activo es una posición estoica bien documentada en los textos;5 en este artículo me interesa explorar dos problemas conectados: (i) si el fenómeno de la causalidad se entiende como la interacción entre dos cuerpos (o dos ítems de carácter corpóreo) y el efecto como un incorpóreo, ¿cuál es el efecto incorpóreo de la relación causal que se da entre lo activo (, que para los estoicos es lo mismo que o dios en el plano cósmico, un principio) y lo que recibe la acción (la materia sin cualidad, el otro principio)? (ii) ¿Cuál es la condición, aptitud o adecuación en que debe encontrarse lo "pasivo" y qué función desempeña tal aptitud o adecuación -si es que desempeña alguna función- para que se dé la acción causal? Ésta segunda pregunta tiene que ver con la explicación que parecen haber dado los estoicos para argumentar que "aquello sin lo cual no" , la condición necesaria, puede llamarse causa únicamente en un sentido amplio.
Por razones de estrategia expositiva, comenzaré por resumir rápidamente cómo entienden la causalidad los estoicos; luego examinaré este segundo problema (i.e. por qué las condiciones necesarias no son causas en sentido estricto) y, finalmente, regresaré de nuevo a las dificultades que, a mi juicio, genera la identificación de la causa sinéctica o cohesiva con el . Para responder a la primera pregunta me propongo argumentar que el efecto incorpóreo que resulta de la interacción entre lo activo y lo pasivo -tanto en su nivel cósmico como microcósmico o empírico- es el "estar dispuesto de un modo determinado"; aunque esta respuesta no dice mucho más de lo que ya sabemos, puede ser útil para entender cómo funciona el modelo causal estoico en el plano de lo activo y lo pasivo en general, sin que pueda identificarse lo uno o lo otro con ningún objeto determinado del mundo físico. Éste es, a mi juicio, el aspecto más difícil de explicar para los estoicos; obviamente, no tenemos ningún tipo de experiencia o percepción sensible de la actividad de lo activo como principio sobre lo pasivo como principio. "Estar dispuesto de un modo determinado" es un predicado general que puede ser satisfecho por todo objeto discreto del mundo físico; si esto es así, cada instancia individual de causación no sería más que una manifestación particular de lo activo (en general) sobre lo pasivo (en general). Para responder a la segunda pregunta argumentaré que la "aptitud" o "adecuación" en que debe encontrarse lo pasivo tiene que ser la apropiada para que puedan desarrollarse los poderes causales del factor activo y que, por lo tanto, es admisible pensar que, al menos en parte, el escéptico Enesidemo (citado por Sexto) tenía una razón para argumentar contra los estoicos que lo que recibe la acción también tiene un cierto poder causal. Hay un sentido, entonces, en que la objeción de Enesidemo parece razonable; sin embargo, como espero mostrar en lo que sigue, la explicación escéptica no está muy lejos de lo que parecen haber sugerido los mismos estoicos cuando indican que lo pasivo puede tener dicho poder causal pero solamente en un sentido débil de lo que es "ser activo". De nuevo, mi respuesta parece una perogrullada pues no se ve cómo algo pasivo puede tener una cierta aptitud respecto de lo que actúa sobre ello si no es una "aptitud apropiada" en las palabras castellanas "aptitud" ("lo que hace que algo sea apto-adecuado para algo"; DRAE) o "adecuación" ("acción y efecto de adecuar, i.e. proporcionar, acomodar, apropiar algo a otra cosa"; DRAE) ya está implícita la idea de que deber tratarse de la aptitud adecuada o apropiada. Pero la aclaración que sugiero, aunque parece redundante, puede ayudar a aclarar en qué sentido los estoicos piensan que "la causa está o se encuentra entre los relativos" (Sexto Empírico, Adversus Mathematicos [en adelante M] 9.207; ). Por lo demás, en los textos a veces se sugiere que la puede no ser la apropiada, de modo que los estoicos no pensaron que una es sin más una aptitud o adecuación apropiada, sino que debe darse una aptitud apropiada para que se dé la acción causal.

II. Causas corpóreas y efectos incorpóreos: ¿por qué lo auxiliar, lo preliminar y lo co-causante no son verdaderas causas?

Los estoicos describen el fenómeno de la causalidad del siguiente modo: (i) entre los factores A y B puede establecerse una relación causal (a) si y sólo si A y B son cuerpos, y (b) si y sólo si B, lo que recibe la acción causal de A, se encuentra en una condición o aptitud tal como para que sea posible la acción causal. Por ejemplo, el fuego (un cuerpo) quema la leña (otro cuerpo); de la relación entre fuego y leña resulta como efecto el predicado incorpóreo "está quemada", que es satisfecho por la leña.6 Pero ello es sólo posible si la condición o aptitud de la leña lo permite, i.e. para que reciba la acción causal del fuego debe estar seca o en condiciones tales que permita la combustión. Por ejemplo, la leña podría estar mojada, en cuyo caso el fuego no puede desplegar su fuerza activa: "quemar", "producir combustión"; pero si la humedad de la leña se debe a que ha sido rociada con gasolina, no con agua, el predicado "ser quemada" o "está quemada" podrá ser satisfecho por la leña, que es lo mismo que decir que la potencia o fuerza activa del fuego puede ser "activada". Ésta es una razón para decir que, al menos en sentido amplio, "aquello sin lo cual no" es causa.
Como he dicho, los estoicos pensaron que para que haya una relación causal entre A y B ambos factores deben ser cuerpos; en virtud de su ontología corporeísta según la cual lo corpóreo es el rasgo esencial de lo existente, únicamente lo corpóreo es capaz de actuar o de recibir una acción y "lo que es capaz de producir o de recibir una acción" resulta una descripción apropiada de "cuerpo".7 Es por eso, argumentan los estoicos, que aunque pueda decirse que la aptitud o condición de lo que está recibiendo la acción de un factor activo puede llamarse "causa" en un sentido amplio, no es una causa en sentido estricto. Algo x es causa en sentido estricto de un efecto F si x es activo , es decir, si es capaz de producir un efecto de un modo activo o "en el actuar": Clemente, Strom. VIII 9.25.5; 28.5, 3). La causa, entonces, es aquello por cuya actividad se produce el efecto. Por ejemplo, el sol (un cuerpo) o el calor del sol (otro cuerpo) son causa del "estar derretida" de la cera o del "derretimiento" de la cera; el efecto -que resulta de la interacción entre el sol y la cera- es o un nombre o un predicado.8 Clemente da el siguiente ejemplo: la espada es "cortante" tanto en el cortar como cuando no está cortando, pero es en la actividad de cortar que constituye una verdadera causa, pues lo que en sentido estricto es capaz de producir un efecto indica ambas cosas, tanto lo que ya está actuando como lo que todavía no actúa pero tiene la capacidad de actuar. O sea, cuando la causa está operando como tal también satisface un predicado ("cortar").9 Lo que puede advertirse en este caso es que la causa satisface un predicado activo o recto, en tanto que lo causado satisface un predicado pasivo o indirecto (cf. DL 7.63). Esto también muestra por qué la aptitud o adecuación de lo que recibe la acción no puede ser causa en sentido estricto: la de algo nunca tiene la capacidad de actuar en el sentido de producir un efecto de manera activa.
(ii) Cuando hay una interacción entre A y B, siendo A lo que actúa y B lo que recibe la acción, la causa debe ser contemporánea al efecto.10 O sea, cuando A sucede (i.e. cuando ocurre que A está ejerciendo su poder causal), B sucede (i.e. B recibe la acción causal, lo cual quiere decir que en B se da o sucede el efecto incorpóreo, que resulta de la interacción entre A y B). Esto es lo que, en el informe de Clemente, debe significar que "la causa sinéctica no requiere tiempo" : en el ejemplo, el tizón produce dolor "junto con la recepción del impacto en la carne", es decir, en el momento en que se aplica a la carne .11
(iii) La causa sinéctica o cohesiva tiene otras peculiaridades: en tanto está presente, el efecto continúa, cuando merma, merma el efecto y cuando desaparece, desaparece el efecto (Sexto, PH 3.14-15); además, es capaz de producir por sí misma y de un modo autosuficiente el efecto (como veremos enseguida, esto último fue seriamente puesto en duda, en particular por el escéptico Enesidemo; cf. Sexto Empírico, M 9.237-245). Ahora bien, si la causa sinéctica puede identificarse con la acción sinéctica o cohesiva del ¿en qué sentido puede decirse que la acción sinéctica del .vsoua desaparece o que merma? Porque si es posible identificar la actividad de lo activo con la actividad neumática y la actividad neumática con la causa cohesiva, no se ve en qué sentido puede mermar su actividad o, peor aún, en qué sentido puede decirse que puede desaparecer. Una respuesta plausible, que tiene base textual, sería la siguiente: cuando el objeto deja de ser lo que es. En el caso de un animal, la acción cohesiva del puede mermar cuando el animal comienza a decaer en sus funciones vitales y puede desaparecer cuando el animal muere; pero eso no significa que la actividad del cese sin más, sino que cesa en la ejemplificación de un objeto particular del mundo, que es una "porción" de determinada en un objeto determinado. Los estoicos parecen haber afirmado que "cuando el aflojamiento del es completo, entonces se produce la muerte" (cf. Ps. Plutarco, 909e-f). Pero, ¿cómo podría ser completo el aflojamiento del sensitivo ? Podría serlo si pensamos que se trata solamente de un cierto grado de tensión de una porción determinada de , a saber, la que me permite decir que esto es un animal y no una piedra. Esa porción de jwsoua determinada en ese grado de tensión es la que se requiere para que haya un animal, con sus funciones orgánicas y su sistema perceptivo en funcionamiento. Los estoicos también parecen haber explicado otros fenómenos, como el sueño, por el "aflojamiento" de la tensión sensoperceptiva del .vsoua, pues sus transformaciones (en el grado de tensión del jwsoua, se entiende) son causas o explicaciones de los estados emocionales o afectivos en general (DL 7.158; SVF 2.766), o la vejez debido a una deficiencia del calor (SVF 2.769). No hay que olvidar, por lo demás, que según los estoicos, los cinco sentidos no son más que corrientes de jwsoua que llegan hasta los órganos de los sentidos, como los tentáculos de un pulpo: la vista es jwsoua que se extiende desde lo rector del alma hasta los ojos, el oído un que se extiende desde lo rector hasta los oídos, etc. (Aecio, IV 21, 1-4). Por eso es claro cómo explican la muerte, la vejez o, en general, el decaimiento y finalmente la muerte del ser vivo: se trata de diferentes estados que se explican en función de los diferentes grados de tensión del que, como he señalado, no desaparece, sino que ya no está dispuesto de tal o cual modo, sino de una manera diferente.
Ahora bien, a partir de lo dicho me parece que queda claro por qué solamente son causas en sentido estricto las "causas activas", le. los ítems que contribuyen de un modo activo al efecto. Pero si esto es así, hay que explicar por qué "lo preliminar", "lo auxiliar" son también "causas". Parece que hubo una discusión en la antigüedad sobre este problema. Los estoicos sostuvieron que, en sentido estricto, ni lo preliminar, ni lo auxiliar ni lo co-causante son causas en sentido estricto. La razón para sostener esta tesis es la que acabo de mencionar: no son factores activos en sentido estricto, aunque contribuyen a la actividad de la causa en sentido estricto. En el clásico pasaje de Clemente se explica el proceso de aprendizaje en los siguientes términos: el padre es la causa preliminar , la disposición natural del aprendiz es la causa auxiliar , el maestro es la causa sinéctica o cohesiva . Clemente no dice cuál es lo co-causante en este ejemplo, pero si las concausas son "múltiples causas que, por su concurrencia, se vuelven causas múltiples de un único efecto" podemos pensar que en el proceso de aprendizaje las concausas son tanto el maestro como el discípulo (o incluso otros medios que faciliten el efecto que debe seguirse de la interacción entre maestro y alumno), ya que reunidos son concausas del predicado "aprender" (Clemente, Strom. VIII 9, 25, 4; 31, 1, 2; ).12 De este ejemplo podría inferirse la existencia de una especie de relación de complementación entre todas las formas de causalidad, lo cual indicaría que, por un lado, para que la explicación del fenómeno sea completa la presencia de la sola causa cohesiva no basta y, por otro lado y en consecuencia con lo anterior, la autosuficiencia de este tipo de causalidad parece quedar mitigada. En el texto Clemente señala que la causa auxiliar (la disposición natural del aprendiz al aprendizaje) debe comportar un mínimo de "responsabilidad" pues, si no fuera así, ni siquiera merecería el nombre de "causa". La causa sinéctica, entonces, no puede ser ella sola responsable del efecto ("aprender", "haber aprendido") porque para que tal efecto se produzca deben darse algunas condiciones previas (la presencia del alumno, una disposición suficientemente apropiada por parte de éste para que el aprendizaje pueda llevarse a cabo, el momento debe ser el apropiado, debe darse un lapso de tiempo entre lo que enseña el maestro y la incorporación que el alumno hace de su enseñaza), y todas esas condiciones son "por lo cuales" , aunque no todas son causas en sentido estricto. El hecho de que algo sea un "por lo cual", pensaron los estoicos, no significa que también sea en todos los casos una causa, porque aunque son muchas las cosas por las cuales se produce el efecto (cosas que "concurren hacia un único efecto"), no todas ellas son causas. Medea no habría matado a sus hijos si no se hubiese enfurecido; ni se habría enfurecido si no hubiese estado celosa; ni habría estado celosa si no se hubiese enamorado; y eso no habría ocurrido si Jasón no hubiese navegado hacia Colco; ni habría ocurrido eso si el Argo no hubiese estado dispuesto para la expedición; y esto último no habría sucedido si las maderas para la nave no hubiesen sido extraídas del Pelión. Todas esas condiciones son "por lo cuales", pero hay una sola causa en sentido estricto del asesinato de los niños: Medea (Clemente, Strom. VIII 9, 27, 3-5).
Como he indicado, entre agente (maestro) y paciente (el alumno) debe haber una cierta adecuaci ón que permita el desarrollo efectivo del proceso causal. El pasaje de Clemente hace hincapié en la relación existente entre agente y paciente en el proceso causal así como en el hecho de que la causa tiene una cierta dependencia de lo causado para producir su efecto y, a pesar de eso, sigue siendo una causa en sentido estricto. Pero según el mismo Clemente todo lo que actúa (es decir, la causa en sentido estricto) produce el efecto con la asistencia de lo actuado (o, más literalmente, "con la aptitud-adecuación de lo actuado":; Clemente, Strom., 8.9, 28, 4). Si bien la causa produce una cierta disposición sobre lo actuado, el efecto no puede producirse si no hay una adecuación entre agente y paciente, de modo que lo actuado también es, en cierto modo, capaz de producir el efecto pues ofrece las condiciones sin las cuales es imposible que éste se produzca. La causa, entonces, es inactiva sin la aptitud o adecuación apropiada del objeto causado para que se lleve a cabo una acción causal determinada y no otra (Strom. VIII 9, 28, 4-6).13
La causa preliminar se describe como el punto de partida de la acción causal (una exposición intensa al sol, por ejemplo, es causa preliminar de la fiebre; Sexto, PH 3.15). Cuando desaparece el efecto, continúa, de modo que no contribuye en nada a la persistencia del efecto, aunque sí condiciona el punto de partida de la actividad causal (en el ejemplo del maestro y el alumno, el padre es la causa preliminar del proceso de aprendizaje del estudiante). Hay sí problemas en cuanto a la "causa auxiliar" y la "concausa". La causa auxiliar presta una ayuda a la causa cohesiva y, en ese sentido, parece tener una relación de complementariedad con ésta y además contribuye a la intensidad del efecto (como dice Clemente). Pero si la causa cohesiva es "autosuficiente" en el sentido de que por sí sola es capaz de producir el efecto, ¿cómo pueden decir los estoicos que la causa auxiliar ayuda a la cohesiva? Tal vez en el sentido indicado antes al describir la relación maestro-alumno en el proceso de aprendizaje. La concausa , en cambio, produce el efecto junto con otra cosa (Cf. [Galeno], Def. med. XIX, 393) -siendo esa "otra cosa" algo que también puede describirse como una "concausa"- y puede existir aun cuando no existiera la causa sinéctica. Ésta es una diferencia importante con la causa auxiliar, porque en tanto ésta no puede existir si no es dependiendo de la causa sinéctica, la concausa puede existir por sí misma (en el ejemplo de Clemente, un grupo de personas reunidas son concausas del efecto incorpóreo "arrastrar la nave"). Que la concausa puede existir por sí misma debe significar que puede existir como fuerza causal productora de un efecto junto con otra cosa que por sí misma no es capaz de producir el efecto cuando de lo que se trata es de explicar un efecto como el resultado de múltiples factores individuales que, por su concurrencia, dan lugar a un único efecto.
Al menos el esc éptico Enesidemo objetó la tesis de que ni lo preliminar ni lo auxiliar ni lo co-causante, ni "aquello sin lo cual no" son causas. Su argumento, transmitido y avalado por Sexto Empírico, es como sigue: si hay una causa o (i) es una causa que perfectamente y por sí nicamente utiliza su fuerza o (ii) requiere la materia afectada como algo auxiliar para ello, de modo que (iii) el efecto debe entenderse como la conjunción común de (i) y (ii). Pero si los estoicos sostienen que la causa no se encuentra entre lo que es absoluto e independiente, sino entre lo que es relativo (cf. Sexto, M IX 207-208), dado que lo que causa y lo causado se encuentran en conexión mutua, resultará que la acción causal es resultado de la interacción de ambos factores, lo activo y lo pasivo. En efecto, no hay acción causal si falta uno de estos ingredientes; de ahí Enesidemo infiere que lo que recibe la actividad causal también es causa, pues si lo que recibe tal actividad no tiene la aptitud apropiada, no puede darse el efecto. ¿Por qué, entonces, -se pregunta Sexto- el fuego mismo es causa de la quemadura, pero no lo es la aptitud o adecuación de los leños? Sin duda, si no hay fuego no puede haber quemadura, pero si los leños no se encuentran apta o apropiadamente dispuestos para la combustión, o sea, si no se da la "aptitud apropiada" de los leños, tampoco se producirá combustión (Sexto Empírico, M 9.237-245; SVF 2.337, LS 72N). Sin embargo, si hemos de creerle a Clemente -y es mejor creerle, pues si no lo hacemos tendremos que desechar una fuente crucial para la reconstrucción de la teoría estoica de la causalidad-, los estoicos ya habían tenido en cuenta la interacción entre lo que actúa y lo que recibe la acción cuando argumentan que A y B, siendo ambos cuerpos y el uno lo activo y el otro lo pasivo, pueden ser causas uno del otro, aunque no del mismo modo en que se dice que algo es causa. El cuchillo es para la carne causa del predicado "estar cortada" (que es la condición o estado en que queda la carne después de la acción causal del cuchillo) y la carne (lo pasivo en la relación cuchillo-carne) es causa para el cuchillo del predicado "cortar", o sea, la carne -que es lo que recibe la acción- hace que, causa que el cuchillo, lo activo, también satisfaga un predicado: "cortar" (cf. Clemente, Strom. VIII 9, 30, 3, 3-5). Pero, ¿por qué los estoicos habrán pensado que la aptitud, estado o condición de lo que recibe la acción no puede ser causa más que como condición necesaria? Porque la diferencia entre lo que es causa en sentido estricto -que es causa en el actuar y puede o es capaz de producir una acción en sentido activo- y lo que es "causa" como condición necesaria es que esto último solamente es capaz de recibir la acción, nunca de producirla de un modo activo. La actividad es del cuchillo, no de la carne, pero sin la carne no puede haber un efecto como "ser cortada" (dicho de la carne) ni un efecto como "cortar" (dicho del cuchillo). Pero, inversamente, lo activo puede ejercer su acción si se dan ciertas condiciones. Los estoicos de hecho aceptaron que el fenómeno causal es un "relativo": el bisturí es causa de algo en el corte, y para algo en la carne (Sexto, M 9.207; FDS 765), pero eso no significa que la carne tenga algún tipo de potencia activa. En el ejemplo el fuego es lo activo, el leño lo pasivo. El fuego es causa en sentido estricto porque hace que, causa que el leño satisfaga el predicado "estar quemado". Pero para que eso ocurra lo pasivo, i.e. lo que recibe la acción causal, debe encontrarse en una cierta aptitud o condición. El fuego puede tener la fuerza o potencia activa de quemar, pero si la leña está mojada no podrá hacerlo. Dicho de otro modo, el fuego no puede ejercer su fuerza activa si lo que ha de recibirla no se encuentra apropiadamente apto o dispuesto para ello. La aptitud de lo que recibe la fuerza activa, entonces, no es causa en sentido estricto, sino la condición sin la cual no puede producirse el efecto en la interacción entre el fuego y la leña porque la aptitud es solamente una condición necesaria, nunca suficiente. Éste es el sentido en el que Clemente, aparentemente informando una tesis estoica, dice que sería ridículo decir que el fuego no es causa de la quemadura, sino los leños, o que la daga no es la causa del corte, sino la carne, o que no es la fuerza de su contrincante la causa de que un atleta sea vencido, sino su propia debilidad (Strom. VIII 9, 28, 6). El mismo Clemente presenta una discusión sobre el sentido en el que puede decirse que las condiciones necesarias son causas, aunque no causas en sentido estricto. Y argumenta del siguiente modo:

"aquello sin lo cual no es posible que se produzca el efecto es forzosamente causa, pero no causa en sentido estricto, pues 'aquello sin lo cual no' no es una [causa] cohesiva (sinéctica), sino auxiliar. Todo lo activo produce el efecto junto con la aptitud de lo que recibe la acción, pues la causa produce una disposición [en lo causado] y cada cosa recibe la acción en relación con lo que es por naturaleza , pues la aptitud [de lo que recibe la acción] es capaz de causar y ofrece la explicación de [las condiciones] sin las cuales no [se produce el efecto]. Por consiguiente, la causa es inactiva sin la aptitud [de lo que recibe la acción causal; dicha aptitud], sin embargo, no es causa, sino un auxiliar, porque toda causa se concibe en el actuar" (Strom. VIII 9, 28, 3-5; mi traducción).

El pasaje que acabo de citar textualmente tiene un tono fuertemente estoico, sobre todo cuando observa que la conditio sine qua non no puede ser causa porque no es algo sinéctico o cohesivo, sino auxiliar, y cuando concluye que la causa se concibe en el actuar . Ahora bien, si todo lo que actúa produce el efecto junto con la aptitud o adecuación de lo actuado -ya que la causa produce una cierta disposición en lo actuado y cada cosa recibe la acción causal de acuerdo con su propia naturaleza-, entonces, la aptitud del objeto que recibe la acción causal es capaz de producir el efecto, pero en un sentido débil, y es causa en el sentido de "explicación causal" -que es un incorpóreo- pues ofrece la explicación de las condiciones sin las cuales no se produce tal efecto.14 La causa resulta inactiva, por tanto, sin la aptitud del objeto sobre el que operará causalmente (Strom., VIII 9, 28, 4-5)15 Ahora bien, ¿qué significa que la causa produce una cierta disposición en lo actuado? Debe significar que produce un cierto estado diferente del que el objeto ya tenía antes de recibir la acción causal y que era condición previa de la acción causal de la causa en sentido estricto. Uno podría pensar que la discusión del valor de la aptitud o condición de lo actuado no es una posición estoica, sino que se trata de un desarrollo de Clemente; pero como vimos, el mismo tema aparece en el contexto de una discusión crítica de Sexto (aparentemente citando un argumento de Enesidemo), quien concluye que "el que sostiene que el fuego es causa de 'estar quemado'"; el que sostiene eso es, claramente, un estoico. Lo que en realidad le resulta absurdo o extravagante a Sexto es la tesis de que el efecto es un predicado.
Ricardo Salles ha sugerido que cuando los estoicos dicen que el efecto es un predicado deben querer decir que el efecto no es el predicado mismo, sino que lo que recibe la acción causal satisfaga lo que describe el predicado.16 Esto es tanto como decir que cuando el predicado es satisfecho "se actualiza" o "se da". Cuando Crisipo argumenta que "pasear un predicado y, por tanto, un incorpóreo) me pertenece o existe para mí cuando estoy paseando, pero cuando estoy acostado o sentado no me pertenece o no existe" Estobeo, Ecl I 106, 22-23, incluido en SVF 2.509; LS 51B), parece estar indicando que el predicado incorpóreo coincide con un cierto hecho o suceso y que por eso uno puede decir (en sentido amplio, que el incorpóreo pertenece o existe ("en sentido amplio" porque en sentido estricto los incorpóreos no existen, sólo subsisten).17 Esta explicación ayuda a entender la sofisticación de la tesis de que el efecto es un predicado, porque un predicado estoico describe el estado en que se encuentra algo (el dedo dolorido después de la acción de la daga) o lo que le sucede o acontece a algo (el caminar de alguien que está caminando). La explicación de los estoicos suena extravagante porque, como a veces nosotros, los contemporáneos de los estoicos tendían a pensar que los efectos eran entidades corpóreas. Las objeciones a los estoicos parecen haber sido que si los efectos son predicados, no se explica cómo deben entenderse aquellos procesos cuyo resultado es la producción de nuevas entidades corpóreas. O sea, los que presentaron objeciones a los estoicos creyeron que los efectos eran predicados, no sólo que lo causado satisfaga el predicado; cada vez que se produce el efecto el cuerpo causado debe satisfacer el predicado, pero esto, en opinión de los críticos de los estoicos, no explica la producción de nuevas entidades.18 Creo que cuando los estoicos decían que el efecto es un predicado no lo hacían solamente porque pensaban que lo que recibe la acción satisface el predicado; la causa no recibe una acción (por eso es causa en sentido estricto), pero cuando ejerce su acción satisface un predicado (cuando el cuchillo corta la carne satisface el predicado "cortar"), lo cual no la convierte en un efecto. Me parece que los estoicos tomaron en serio la dificultad (que probablemente se les presentó) de en qué sentido el efecto es un predicado, aunque no porque pensaran que el efecto no podía ser un decible, sino porque creyeron que no podía ser únicamente un decible deficiente o incompleto (i.e. un predicado).19 Si el efecto de la interacción causal entre dos cuerpos se describe con una proposición se explica mejor cuál es el cuerpo que recibe una modificación en su estado dando lugar así, en cierto modo, a un nuevo cuerpo: "la carne es cortada". Con esto no quiero decir que un cuerpo, "carne no cortada", deje de existir en absoluto y sea reemplazado por "otro" cuerpo ("carne cortada"). Pero en la medida en que la carne es cualificada de una manera distinta después de recibir la acción causal del cuchillo se convierte en un cuerpo diferente.

III. Causa y explicación causal : ¿Es esta distinción verdaderamente estoica?

Los ejemplos que encontramos en los textos estoicos se refieren, mayormente, a estados (o cambios de estado) o a cosas que le suceden a entidades ya existentes. Ahora bien, si el efecto es no sólo un predicado sino también una proposición, el efecto sigue siendo un incorpóreo, pues una proposición, igual que un predicado, es para los estoicos un incorpóreo Pero, ¿por qué insisten tanto los estoicos en sugerir que el efecto debe ser un incorpóreo? Porque lo que hay que explicar es cómo es cualificado (por la causa cohesiva, i.e. por el ) "lo pasivo". O sea, la totalidad de lo real es el resultado de la actividad de lo activo sobre lo pasivo, siendo "lo activo" el que se difunde por todo y que, al disponer o cualificar de diferentes maneras lo pasivo, da lugar a la distinción de los cuerpos discretos y sus cualidades peculiares. La generación de un animal, una persona o una cualidad en una entidad luego de generada se explica como el efecto incorpóreo de la interacción entre lo activo y lo pasivo: cuando lo activo actúa sobre lo pasivo y el grado de tensión de lo activo ocasiona que lo predominante en una entidad particular sea el grado de tensión del que da lugar a los entes naturales el efecto entre lo activo y lo pasivo es "se genera una rosa"; cuando el jardinero poda la rosa el efecto de la interacción de la tijera sobre la rosa y de la rosa sobre la tijera es "estar podada" y "podar", respectivamente.20 Lo mismo debe valer para las infinitas entidades del mundo y para sus infinitas cualificaciones.
Antes de pasar a la sección final, quería detenerme en un importante pasaje atribuido al estoico Crisipo en el que éste parece introducir una sofisticada distinción entre , una distinción que adelanté hace un momento a propósito de mi interpretación de la, que ofrece la explicación de las condiciones sin las cuales no se produce el efecto. Ambos términos ya habían sido usados indistintamente por Platón y Aristóteles.21 De acuerdo con Estobeo, sin embargo, Crisipo sostuvo que unaes unde un(Estobeo, Ecl, 1.138, 23-139, 4 ed. Wachs-muth=SyF 2.336; cf. LS 55A). El problema es cómo debe entenderse la distincióny si, efectivamente, hay tal distinción. Para hacer notar la diferencia entre ambos términos varios estudiosos han interpretado como un ítem proposicional o como una explicación.22Si uno entiende así el pasaje uno podría traducir el griego

del siguiente modo:

"Y [dice] que una explicación causal es la fórmula proposicional (o enunciado;de una causa o una fórmula proposicional que se refiere a una causa en cuanto causa".

Para nosotros, que solemos distinguir entre "causa" -como un ítem "real", un agente, un hecho- por un lado, y una explicación como un ítem proposicional, por el otro, la distinción (siendo lael ítem proposicional y elel ítem real) resulta muy atractiva y convincente. Sin embargo, en años recientes una destacada estudiosa del estoicismo, S. Bobzien, ha vuelto a la vida una interpretación que, hasta donde sé, fue propuesta por primera vez por Jaap Mansfeld en un artículo de 1978:23 no hay razones lo suficientemente poderosas para incluir a la de este pasaje de Estobeo entre los incorpóreos y es un error convertirla en una proposición, en una explicación o, en general, en un ítem proposicional. Bobzien señala que nunca volvemos a saber nada en los textos estoicos de esta distinción y en la lógica y la epistemología estoicas aíxía nunca aparece como un ítem proposicional. En el pasaje de Estobeo, entonces, es coextensivo a , razón, (como causa lo es a ratio en Séneca, Ep., 65, 2 y como lo es aen Estobeo, Ecl. I 139, 3-4); pero para los estoicos, es algo corpóreo, pues no es más que .24 Hay un aspecto de la sugerencia de Bobzien que me sería muy útil para mostrar que, como he indicado, hay que poner énfasis en la identificación de la causa cohesiva con el ; sin embargo, por muy tentadora que parezca la interpretación de Bobzien, creo que hay que resistirse a ella. Hay que concederle que aitía no aparece en contextos lógicos o epistemológicos como un ítem proposicional; hay, en efecto, una abrumadora cantidad de pasajes estoicos en los que aitía y aítion son sinónimos.25 Además del hecho de que se trata de un argumento ex silentio, no hay razón para pensar que en este pasaje lagos debe ser identificado con el. Naturalmente, no estoy sugiriendo que Bobzien diga que lagos no tiene nunca un carácter proposicional, pero al traducir lagos por Razón -con mayúscula- e identificarlo con el destino, el principio activo o elpiensa obviamente que, al menos en este pasaje, no lo tiene. Si fuera cierto que aitía y lagos son coextensivos, deberíamos entender el pasaje del siguiente modo: "la causa (aitía) es la razón (lagos) de una causa (aítion) o una razón que se refiere a una causa {aítion) en cuanto causa", o como traduce Bobzien, "la aitía es la Razón en la causa, o la Razón respecto de la causa como causa".26 En el ejemplo (de Bobzien) esto es como decir que en un caso de causación como cortar pan el en la causa (aítion) cuchillo que corta el pan es la aitía de ese cuchillo, i.e. esa porción de la razón del mundo que lo hace cortar el pan. El problema que yo encuentro en esta sugerente interpretación es que el texto no dice que "la aitía es la razón en el attüm", sino "la aíxía es la Razón del o la razón que se refiere al pero, ¿qué quiere decir que una aitía es la Razón de un aítion? No hay duda de que para los estoicos el pneüma está actuando en la porción de materia que llamamos "cuchillo", porque hace que el cuchillo sea un cuchillo, o sea, lo hace un instrumento apto para cortar, pero eso no termina de explicar qué hay que entender por "aitía es el lógos de un aítion". Sugiero entonces que si hay al menos una razón para pensar que aitía debe entenderse en un sentido proposicional (y creo que tal razón existe), el pasaje debe entenderse de la siguiente manera: cuando uno describe el calentarse de la piedra en la sentencia "el sol calienta la piedra" dice la explicación causal (aitía)-,27 i.e. el ítem proposicional que describe el hecho o evento causado por el sol (el aítion) y, eventualmente, lo verdadero (un incorpóreo, según los estoicos, porque es un predicado que participa de un discurso, es una "cualidad incorpórea" que pertenece al género de los lektá)28 de la proposición que describe tal hecho o evento. Dicha "explicación causal" describe causalmente el fenómeno del aumento de temperatura que le sucede a la piedra o, más precisamente, el significado causal de la sentencia "el sol calienta la piedra" cuando uno dice esa frase a un hablante de español.29 La aitía, entonces, que es coextensiva al lógos entendido como la fórmula proposicional portadora del significado de la oración, es la explicación causal de la causa en sentido estricto (aítion): el sol, que actúa sobre la piedra y que produce el efecto "estar caliente" (Sexto, PH 3.14).

IV. Lo activo, lo pasivo y la acción cohesiva del

La interacción entre cuerpos discretos, como la carne y el bisturí, el sol y la cera, el maestro y el alumno ofrece los ejemplos más claros de cómo opera una causa sinéctica estoica. Pero antes de que uno pueda decir que x es bisturí o que y es carne, debe haber alguna relación causal previa entre los ingredientes activo y pasivo de las cosas, i.e. entre los elementos activos (aire y fuego) y los elementos pasivos (agua y tierra) que, como ya lo había sido en la física griega tradicional, son los ingredientes elementales de los que todas las cosas se constituyen. Según la explicación estoica, el factor activo es, valga la redundancia, "lo activo" o "productivo" y el pasivo "lo pasivo", o "lo que recibe o experimenta la acción" que, en un objeto como el bisturí, puede entenderse a partir del examen de los elementos de los que se compone: fuego y aire (elementos activos) y agua y tierra (elementos pasivos). Lo activo y lo pasivoson los dos principios básicos de la ontología estoica; que el nveuua es corpóreo no presenta demasiadas dificultades para los estoicos, pues, por definición, si es algo activo -como lo es- debe ser corpóreo.30 Aunque lo pasivo -la sustancia sin cualidad, la materia; DL 7.134- no sea un cuerpo en el sentido de uno de los tipos de cuerpo distinguidos por los estoicos,31 es de todos modos corpóreo,32 pues es capaz de recibir una acción. Ahora bien, si es cierto que siempre que está presente la causa también debe estar presente el efecto, y si el está presente en todo lo real, i.e. en todo lo corpóreo, ¿cómo se explican los diferentes efectos que el produce en un mismo cuerpo? Como vimos, una respuesta que tiene cierta base textual es que eso se explica debido a los diferentes grados de tensión del. Cleantes, informa Plutarco, parece haber sostenido que la tensión del es un golpe (o impacto:) de fuego y que si dicha tensión en el alma se vuelve conveniente para cumplir lo que le compete se llama "fuerza" o "poder" y, así, "cuando sobreviene en situaciones que manifiestamente deben ser soportadas, es continencia , pero cuando sobreviene en situaciones que deben ser resistidas es valentía. Respecto de los merecimientos es justicia; respecto de las elecciones y evitaciones es templanza" (Plutarco, Sobre las contradicciones de los estoicos, 1034D-E). O sea, las disposiciones virtuosas de un agente racional también son entendidas como casos de buena tensión del (cf. Galeno, PHP, 270, 10-24; 272, 9-274, 26). Lo mismo puede verse en la definición de dos pasiones o estados emocionales básicos, como "placer" y "dolor": "Dolor es una contraccióndel alma, cuya causa es creer u opinar que un mal vivaz está presente, ante el cual es apropiado contraerse. Placer, en cambio, es una expansión del alma desobediente a la razón, cuya causa es creer u opinar que un bien vivaz está presente, por el cual es apropiado expandirse. El dolor y el placer son, respectivamente estados de depresión ("contraerse") y exaltación ("expandirse") del alma, la cual no es otra cosa que " cálido". El placer y el dolor son, entonces, estados del ("aliento" o "hálito vital"), cuyos movimientos de contracción y expansión determinan que estemos deprimidos o exaltados (el movimiento neumático es descrito como un movimiento tensional de los cuerpos, en este caso, del alma, que según los estoicos también es un cuerpo). Estos pasajes que acabo de citar son, a mi juicio, muy útiles para advertir la funcionalidad que tiene postular el como causa sinéctica en diferentes dominios de explicación; quiero decir, el problema de la causalidad y, en particular, de la causa cohesiva o sinéctica no se limita a ser una explicación puramente física, sino que se extiende al dominio de la ética y de la teoría de la acción, aunque el origen de la teoría tiene probablemente un acento especial en el aspecto físico pues el nveuua es descrito, en su sentido físico más estricto, como un compuesto de aire y fuego. En efecto, el aire y el fuego -los ingredientes básicos de los que se compone el -, a causa de su eutonía o buena tensión, son sinécticos o cohesivos respecto de sí mismos y cuando se mezclan con la tierra y el agua -que son elementos pasivos- les proveen unidad, tensión , permanencia y sustancialidad ; Plutarco, Sobre las nociones comunes, 1085C3; SVF 2.444). El pneûma como causa sinéctica es responsable de la existencia del objeto, evento o estado de cosas, así como de sus estados y cualidades.33
Ahora bien, ¿por qué habría que creerles a los estoicos cuando dicen que siempre hay dos principios (lo activo y lo pasivo) que se encuentran permanentemente interactuando y, más aún, por qué tendríamos que creer que lo activo es el pneûma y lo pasivo la materia? La idea de que siempre hay algo indeterminado y algo determinante no es nueva en el momento en que los estoicos se apropian de ella. En el diálogo Teeteto (157a-b) Platón hace notar que no hay nada que sea activo antes de encontrarse con lo pasivo, ni nada que sea pasivo antes de encontrarse con lo activo (cf. también Teeteto, 182a-b). Se trata de una fina observación filosófica que, en formas diferentes, reaparece en Aristóteles (cf. Física, 251b1-7; 14-16; De anima, 429b25-26; 430a10-19) y llega a los estoicos (DL 7.134=SVF 1.85; 1.493; 2.300). En el contexto de su análisis de la percepción Platón argumenta que cuando uno bebe vino estando sano, le parece placentero y dulce, pero cuando lo bebe estando enfermo, tanto el sujeto enfermo como la bebida producen efectos diferentes (Teeteto, 160c9ss.). Lo que está a la base de esta sutil observación es la tesis de que tanto lo que produce una acción como lo que la recibe son factores responsables de la producción de la percepción y de sus peculiaridades (como la dulzura o el amargor del vino, según sea el estado en el que se encuentra el sujeto). El sujeto sano y la bebida han hecho al vino "dulce" e, igualmente, el sujeto enfermo y la bebida han hecho al vino "amargo". La intuición filosófica importante que inaugura Platón es la de que los factores pasivo y activo pueden distinguirse en el análisis, pero de hecho son inseparables.
Pero, ¿qué hace al pneûma tan especial para operar como factor activo y, como lo indican algunos textos, para identificarse con la causa sinéctica? La respuesta es de nuevo que el pneûma, que es un cuerpo sutil en movimiento cuya tensión dinámica se manifiesta en un constante movimiento hacia adentro y hacia afuera,34 puede estar presente en todos los estratos de la realidad y esto debe entenderse no en el sentido de que es un cuerpo distinto del cuerpo en cuestión (como esta silla, esta planta o este animal), sino que se trata siempre del mismo pneûma "cualificante" en diferentes grados de tensión. Por eso, sostienen los estoicos, en cualquier cuerpo el pneûma es lo que hace que el cuerpo tenga la forma que tiene, lo que lo informa y, por lo tanto, lo que hace que un cuerpo discreto particular sea ese cuerpo y no otro en tanto es ese cuerpo, y que podamos decir que esto es una silla, aquello un perro, etc.. El pneûma, entonces, cualifica la materia sin cualidad dando lugar así a "nuevas" entidades y cuando se difunde a través de la totalidad del cosmos, cambia sus denominaciones de acuerdo con las alteraciones de la materia a través de la cual ha pasado.35 Este pasaje me resulta particularmente útil para mostrar cómo el predicado incorpóreo que resulta de la interacción entre lo activo y lo pasivo puede ser entendido como un "estar dispuesto de una determinada manera". Una es para los estoicos, en su uso técnico más estricto, un nombre de clase, es una parte del lógos que significa una cualidad común ("hombre", "caballo"; DL, 7.58). Los nombres en cuanto signos son objetos físicos, pero sus significados son incorpóreos. Los estoicos parecen sugerir que las cosas que clasificamos bajo una clase ("caballo", "hombre") no son más que porciones de pneûma que cambia sus denominaciones (de clase) según sea la alteración de la materia por la que pasa. O sea, parece que, tal como sucedía con lo que actúa y lo que recibe la acción en el caso de los objetos concretos de nuestro mundo empírico, el tipo de materia por la que pasa el pneûma también desempeña un papel en el resultado de la actividad causal de "lo activo", de modo que en algunos casos el resultado de tal acción causal sea "ser buey" o "ser piedra". Cada cosa singular, además de pertenecer a una clase, debe caracterizarse como la cosa singular que es: este caballo al que llamo Pegaso, este hombre al que llamo Sócrates, los que deben ser entendidos como ejemplificaciones apropiadas de la cualidad común "caballo" y "hombre", respectivamente (en su sentido técnico estricto "Pegaso" y "Sócrates" son nombres, "una parte del lógos que revela o indica una cualidad peculiar"; DL, 7.58). Los estoicos distinguían "cualidad" de "cualificado" ; una cualidad es la "F-eidad" o propiedad; lo cualificado, en cambio, es la cosa u objeto que satisface tal F-edidad en la medida en que es una ejemplificación apropiada de F.36 A cualidades (propias o peculiares) como "Socrateidad" o "Diogeneidad" y a una cualidad común como "humanidad" corresponden, respectivamente, individuos peculiarmente cualificados (como "Sócrates" o "Diógenes", o incluso dios mismo, que es uno de los significados de mundo, según los estoicos, entendido como un individuo peculiarmente cualificado a partir de la sustancia total; cf. DL 7.137) y lo comúnmente cualificado ("humano").
Nótese que los estoicos no dicen que el pneûma sea "materia en movimiento", sino que es un cuerpo dinámico. El pneûma no puede ser materia en movimiento porque en su sentido más técnico la materia es lo pasivo, lo que, como dice Séneca, "yace inerte, preparada para todo, inactiva si nadie la mueve; la causa, en cambio, - esto es la razón - conforma la materia y la dirige a donde quiere, y a partir de la materia produce variadas obras" (Ep., 65, 2 ss.; mi traducción). El texto clave para esto es un pasaje de Alejandro de Afrodisia, y aunque Alejandro dice que lo que los estoicos sostienen es que "dios está mezclado con la materia porque se difunde a través de toda ella y la configura y, de esta manera, le da forma y produce el cosmos" (Alejandro, Sobre la mezcla, 224, 32-225, 3), lo mismo vale para el pneûma. En efecto, en cualquier objeto singular es lo que le da la forma que tiene al objeto y el responsable de que la cosa siga siendo lo que es por el tiempo que lo es.37 Así en su estado de héxis hace del objeto una cosa inanimada (piedras, maderos, huesos, etc.), en su estado de phy´sis hace del objeto un organismo animado (como las plantas y lo que en nosotros es similar a ellas, como uñas y cabellos) y en su condición de psyché hace del objeto un animal (irracional o racional). Alejandro rechaza esta explicación; su argumento para tal rechazo no resulta muy convincente: en su discusión de la teoría estoica del movimiento y, más específicamente, del movimiento del pneûma, Alejandro advierte que el movimiento tensional del pneûma no puede ser clasificado entre los tipos de movimiento descriptos por Aristóteles -en efecto el movimiento neumático no es ni sustancial, ni cuantitativo, ni cualitativo, ni locativo- (Sobre la mezcla, 224, 25-27), lo que en el contexto de su observación significa que no es comprensible y, probablemente, falso. Pero ése no es un buen argumento para mostrar que no hay pneûma ni que si lo hubiera no podría tener ese tipo de movimiento; ese tipo de observación solamente muestra la imposibilidad de evaluar una teoría del movimiento como la estoica con ingredientes conceptuales de la teoría aristotélica.

V. Epílogo

Espero que al menos una parte de la discusión que he presentado sirva para entender mejor la explicación estoica de la causalidad y que ayude a imaginar el modo en el que los estoicos probablemente pensaron la interacción entre lo activo y lo pasivo, por un lado, y el efecto incorpóreo de tal interacción entre tales principios, por el otro. Si la reconstrucción de las posiciones estoicas discutidas que he presentado es al menos razonable, quedará seguramente claro que, aunque discutibles, no puede decirse que las tesis estoicas sean falsas por el hecho de ser extravagantes o contrarias al sentido común. Lo que parece bastante claro a partir del examen de los textos que he hecho y de la reconstrucción que he ofrecido de la teoría estoica de la causalidad y de los principios es que el "sentido común" del que habla Plutarco o Alejandro es el sentido común de los platónicos y aristotélicos, no el de los estoicos. Un cambio tan radical en la ontología como el que los estoicos están dispuestos a defender tenía que traer necesariamente aparejado un cambio en su "sentido común". En filosofía una teoría no puede ser falsa por el hecho de ser extravagante; no hay duda de que los estoicos fueron, como pensaban ya algunos antiguos, "extravagantes". Pero creo que tampoco caben muchas dudas de que no fueron mucho más extravagantes de lo que lo fueron otros filósofos. Pero ni la extravagancia ni el proponer teorías "contrarias al sentido común" fueron nunca -al menos entre los filósofos- criterios razonables para evaluar una teoría filosófica.

Notas

* El antecedente más remoto de este artículo es un primer borrador de mi comentario al capítulo 14 "Teoría de los principios y de la causalidad" de nuestro libro conjunto (con Ricardo Salles) Los Filósofos Estoicos: Ontología, Lógica, Física y Ética. Textos griegos y latinos, traducción y comentario filosófico (en preparación para Academia Verlag). Una versión preliminar de este texto fue presentada en el II Taller de Filosofía Antigua (en junio de 2005), organizado por el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por sus observaciones y comentarios agradezco a Andrea Lozano Vásquez, Ricardo Salles y María Isabel Santa Cruz. La redacción final de este artículo fue realizada en el marco del proyecto Fondecyt 1085103 (Chile).

1. Sobre las nociones comunes, 1060D; 1061E; 1062D; 1073D. Sobre las contradicciones de los estoicos, 1052D.

2. Cf. Samuel Sambursky, The Physical World of the Greeks, London: Routledge & KeganPaul 1963;         [ Links ] como Galeno (Sobre el movimiento muscular, IV 2, 402, 12-17, ed. Kühn), Sambursky encuentra muy atractiva la explicación estoica de la "tensión neumática" , que compara con la noción de "campo de fuerza" en la ciencia contemporánea (p. 155). Aunque Galeno simpatiza con la teoría de la tensión neumática, encuentra absurda, sin embargo, la teoría de la causa cohesiva o sinéctica (Sobre la masa corpórea, VII, p. 526, 12, ed. Kühn), lo cual en cierto modo parece extraño pues los estoicos a veces identifican causa cohesiva con . Véase, por ejemplo, Aquiles Tacio, Isagoga excerpta, 14, 14-15 (=SVF 2.368): "se llaman 'cuerpos unificados' a los que, como una piedra o un leño, son gobernados por un solo estado o condición ; y un estado o condición es un hálito cohesivo de un cuerpo". Cf. también Plutarco, De primo frigido, 946b11-c1 (=SVF 2.407) y nota 4. Cuando me es posible en la cita de los textos estoicos, doy la referencia a I. von Arnim, (Stoicorum Veterum Fragmenta, Leipzig: Teubner 1903-1905;         [ Links ] índice = vol. 4, preparado por M. Adler; Leipzig 1924; reprod. Stuttgart; cito, como es habitual, con la sigla SVF, indicando volumen y número de texto), a Anthony A. Long, David N. Sedley (The Hellenistic Philosophers, Cambridge: Cambridge University Press 1987, 2 vols -cito LS),         [ Links ] y a Karlheinz Hülser (Die Fragmente zur Dialektik der Stoiker, Stutt gart: Bad Cannstatt, 1987-1988;         [ Links ] cito con la sigla FDS seguida del número de texto).

3. El adjetivo "sinéctica" es un neologismo que, en rigor, es una transliteración del griego ; una verdadera traducción del término es la variante "cohesiva", que apresa la importante idea de que este tipo de causa pone junta una cosa y la mantiene unida o cohesionada.

4. Estobeo, Ecl. 1 p. 138, 23 (SVF 2. 336; cf. LS 55A).

5. Para la identificación de la causa sinéctica o cohesiva con la "sustancia neumática" (i.e. la actividad del , con su movimiento de contracción y expansión) cf. Nemesio, Sobre la naturaleza del hombre, 18, 5-8, ed. Morani (= SVF 2.451); Simplicio, Comentario a las Categorías de Aristóteles, 269, 14, ed. Kalfleisch (= SVF 2.452; FDS 843); Alejandro de Afrodisia, Sobre la mezcla, 224, 24-5, ed. Bruns (cf. SVF 2.442).

6. Que en una relación causal se da una verdadera interacción entre la causa y lo causado se ve en los pasajes en que los estoicos dicen que cuando el factor causal ejerce efectivamente sus poderes causales satisface un cierto predicado; por ejemplo, cuando el cuchillo corta la carne, satisface el predicado "cortar". Regreso a este tema más adelante. Sobre el requisito de que tanto la causa como lo causado deben ser cuerpos cf. Michael Frede, "The Original Notion of Cause", en Malcolm Schofield, Myles Burnyeat, Jonathan Barnes (eds.) Doubt and Dogmatism. Studies in Hellenistic Epistemology, Oxford: Oxford University Press, p. 217-249;         [ Links ] Marcelo D. Boeri, "The Stoics on Bodies and Incorporeals", en The Review of Metaphysics, 54 (June 2001), 723-752,         [ Links ] y "Ser y géneros del ser en el estoicismo antiguo. Una distinción ontológica importante aplicada a la ética y teoría de la acción", en Pensamiento (Revista de investigación e información filosófica), en prensa.

7.  Prefiero evitar el adjetivo "materialista" para describir la posición estoica y hablar de "corporeísmo", porque aunque la razón, dios o el principio activo (que para los estoicos son lo mismo) son cuerpos (en el sentido de lo que es capaz de producir una acción), no son materia (i.e. lo que es capaz de recibir una acción) en el sentido técnico del término, i.e. en el sentido de "lo pasivo", lo que puede recibir la acción. Sobre la caracterización de cuerpo como lo que es capaz de recibir una acción y de producirla cf. Cicerón, Academica 1.39 (LS 45A); Sexto, M 8.263 (LS 45B; FDS 700); Sexto, PH 3.38-39 (FDS 745; cf. Platón, Sofista, 247d); Ps. Galeno, Sobre la historia de la filosofía, cap. 23.

8. Sexto Empírico, PH 3.14 (FDS 767): "Por cierto que no se han puesto de acuerdo en esto, porque unos sostienen que la causa lo es de nombres (por ejemplo, del "derretimiento": ), otros que lo es de predicados (por ejemplo de "estar derretida":).

9. Clemente, Strom., 8, 9, 25, 5, 1-5 (FDS 768): "pues también decimos que la espada es cortante tanto en el [acto] de cortar como cuando no está cortando. Así pues, lo que en este sentido es capaz de producir un efecto indica ambas cosas, tanto lo que ya está actuandocomo lo que todavía no actúa pero tiene la capacidad de actuar. Las virtudes, que son estados del alma dispuesta de cierta manera (un cuerpo, según los estoicos), también son causas de efectos incorpóreos: por la moderación sucede"ser moderado". Este último ejemplo (cf. Estobeo, Ecl. 1 p. 138, 23 ss.; SVF 2. 336; cf. LS 55A) es útil para entender la relevancia de la causa sinéctica también en el dominio práctico y la solución que encontraron los estoicos al problema de cómo se relacionan dos entidades (cuerpo-alma) que, al parecer, son cualitativamente diferentes. Si uno parte de la premisa de que el alma es de carácter corpóreo, no hay problema en establecer una conexión entre cuerpo y alma, por un lado, y en establecer tal conexión como la interacción entre dos cuerpos, por el otro. Cf. Nemesio, Sobre la naturaleza del hombre, 20, 14-17; 21, 6-9; 22, 3-6, ed. Morani (incluido en SVF I 518): "nada incorpóreo co-padece con un cuerpo ni un cuerpo con un incorpóreo; el alma, sin embargo co-padece con el cuerpo cuando éste se encuentra enfermo o cuando está siendo seccionado, y el cuerpo [co-padece] con el alma. En efecto, cuando [el alma] está avergonzada [el cuerpo] enrojece, y cuando está temerosa empalidece. El alma, por tanto, es un cuerpo." O sea, entre cuerpo y alma hay interacción porque ambos son cuerpos.

10. Esta característica ya fue adelantada por Aristóteles, Física 195b16-20; Analíticos Posteriores, 95a22-b1; 98a35-b5.

11. Clemente, Strom. VIII, 9, 28, 7 (FDS 769). Clemente oscila entre considerar el efecto como un nombre (como en este caso: "dolor") y un predicado ("estar dolorido"); ello responde, probablemente, no sólo al hecho de que las distinciones de Clemente no son sistemáticas (cf. R. J. Hankinson, Cause and Explanation in Ancient Greek Thought, Oxford: Oxford University Press 1998: p. 243, n.8),         [ Links ] sino también al hecho de que distintos estoicos -como informan Sexto y Clemente- parecen haber oscilado entre defender la tesis de que el efecto es un nombre o un predicado, o incluso una proposición completa.

12. Cf. Sexto, PH 3.15 (FDS 767): "Una concausa es aquella que contribuyecon igual fuerza a otra concausa para la existencia del efecto"

13. Como vimos antes, Clemente dice que "la causa sinéctica no requiere de tiempo, pues el tizón causa dolor en el momento en que es apoyado sobre la carne" (Strom. VIII 9, 28, 7). La idea aquí parece ser que el tiempo no es una condición para la capacidad operativa o actuante de la causa sinéctica. En el ejemplo, del aprendiz y el maestro, no obstante, resulta claro que si no hay una relación de antero-posterioridad en el proceso causal -entre tiempo y causa sinéctica-, parece haber al menos una especie de relación de complementación entre ambos factores.

14.  En el ejemplo del maestro y el estudiante Clemente identifica "la explicación de las condiciones sin las cuales no" con el tiempo que implica un proceso de aprendizaje (proceso en el cual el maestro es la causa sinéctica, el padre la causa preliminar del aprendizaje, la condición natural del que está aprendiendo la causa auxiliar y el tiempo la explicación de la condición sin la cual no se da el aprendizaje; Strom., VIII 9 25.4.2-4); pero ése no puede ser el caso en este pasaje en particular. De todos modos, la "explicación de las condiciones sin las cuales no" es en ambos casos un incorpóreo: en el ejemplo del maestro y el alumno el tiempo, en éste la aptitud en la que debe encontrarse lo que es causado, un estado. La pregunta en este caso es cuál es el estatuto ontológico de los estados para los estoicos; si es un efecto (y los estados son modelos apropiados de efectos) debe ser un incorpóreo. Sin embargo, Galeno informa que los estoicos sostenían que los movimientos (o procesos:) son cuerpos y un estado puede entenderse como un cierto tipo de proceso o movimiento (Sobre las cualidades incorpóreas, XIX, p. 480=SVF 2.385). Sobre este punto me permito remitir a mi "Incorpóreos tiempo e individuación en el estoicismo", en Diánoia (Instituto de Investigaciones Filosóficas, UNAM, México), (2003) vol. XLVIII, N° 51, p. 183-195 y,         [ Links ] más sustancialmente, a Ricardo Salles The Stoics on Determinism and Compatibilism, London: Ashgate Publishing Company, 2005, p. 3-9.         [ Links ]

15. El origen de la tesis de la complementación entre agente y paciente debe buscarse en Platón (Teeteto, 157a-b) y en Aristóteles, quien incluso da el ejemplo de lo que puede causar combustión y del combustible: "cualquiera podría convenir en la necesidad de que se mueva lo que puede moverse de acuerdo con cada [tipo de] movimiento. Por ejemplo, que lo que es susceptible de ser alterado sea alterado y que sea trasladado lo que es susceptible de sufrir un cambio locativo. Por tal razón, es necesario que [un cuerpo] sea combustibleantes de ser quemado y que antes de quemar sea capaz de producir combustión"(Física 251a12-16). Para un comentario a este importante pasaje cf. Marcelo D. Boeri, Aristóteles, Física VII-VIII (Traducción, introducción y comentario), Buenos Aires: Ed. Biblos, 2003, p. 181-183.         [ Links ]

16. Ricardo Salles, "Bivalencia, fatalismo e inacción en Crisipo", Crítica, vol. 36, N° 106, p. 5.         [ Links ]

17. Cf. Sexto, M 9.212; Estobeo, Ecl. 1. 106, 5-23.

18. Esta dificultad es la que, probablemente, llevó a pensar a algunos estoicos que el efecto no es sólo un predicado, sino una proposición: "las llamadas 'causas de proposiciones', como por ejemplo 'se genera un barco', cuyo caso recto es 'generarse un barco'" (Clemente, Strom. VIII 9, 26, 3-4), la cual resulta verdadera a partir de la actividad del constructor de barcos.

19.  Es decir, el decible cuya expresión es incompleta, como "escribe"; el decible completoes aquel cuya expresión es completa, como "Sócrates escribe" (DL 7.63; FDS 696).

20. Filón (en Quod Deus 35-36=SVF 2.458) presenta los tres modos en que se manifiesta el (el principio cohesivo o vinculante) en la realidad: (i) estado o condición, (ii) naturaleza. (i) Es el modo en que el hálito se manifiesta en los minerales y, en general, en las cosas inanimadas (piedras, maderos, huesos, etc.); (ii) es el modo en que se presenta en las plantas (y en lo que en nosotros es similar a ellas, como uñas y cabellos) y (iii) el modo en que se presenta en los animales (irracionales y racionales). En realidad, se trata del mismoen diferentes estados de tensión, una tesis estoica de la cual Filón es fuente, pero que se encuentra testimoniada como estoica también en otras fuentes (cf. [Galeno], Introducción médica, XIV, 697, 7-8; 726, 6-11, ed. Kühn=SVF 2.716).

21. Timeo 28a4-5; Fedón 95e9; 96a9; 97c6-7 ("la causa -aitía- de la generación y la corrupción; las causas de cada cosa: por qué se genera cada cosa, por qué se corrompe, por qué es); 97c3-4: el intelecto como causa de todo; 99b3-4: qué es, en realidad, causa; para Aristóteles véase Física, 2.3. Aunque es cierto que Aristóteles utiliza indistintamente aitía y aítion, no es menos cierto que no siempre piensa en "causas", sino también en "explicaciones causales". Hay algunos pasajes aristotélicos que muestran que elfunciona como un principio de explicación causal más que como causan principio activo, ya que es el enunciado de la esencia de algo (física194b26ss.). Esto explica también que en los Analíticos Posteriores las aitíai sean términos medios de silogismos demostrativos (cf. 94a35-36; 95a19-b16).

22.  M. Frede, art. cit. p. 222 (aitía: account); Brad Inwood, Ethics and Human Action in Early Stoicism, Oxford: Oxford University Press 1985, p. 58.         [ Links ] LS, vol. I, p. 333 (aitía: explanation; lógos: statement); Hülser traduce aitía por "Die Ursäclichkeit/Erklärung", Lon por "Ursache" y lógos por "Rede"; cf. su FDS 762); Ian G. Kidd Posidonius Volume III. The Translation of the Fragments, Cambridge: Cambridge University Press, 1999, p.55 (Frag 95;         [ Links ] aitía: explanation; aítion: cause). M. Isnardi Parente, Stoici Antichi, Torino: Unione Tipografico-Editrice Torinese 1989, vol. I. p. 504, n.331 traduce aití         [ Links ]a y aítion por "causa" y agrega en nota: "es imposible traducir adecuadamente en italiano el juego de palabras del texto entre aitía y el más concreto aítion", con lo cual no aclara nada.

23. Jaap Mansfeld, J. "Zeno of Citium. Critical Observations on a recent Study", en Mnemosyne, 31, Fasc. 2, p. 167.         [ Links ]

24.  Sussane Bobzien, Determinism and Freedom in Stoic Philosophy, Oxford: Oxford University Press, 1998, p. 51-53;         [ Links ] Sussane Bobzien, "Chry-sippus' Theory of Causes", en K. Ierodiakonou (ed.) Topics in Stoic Philosophy, Oxford: Oxford University Press1999, p. 199-200.         [ Links ] A los pasajes citados por Bobzien puede sumarse una importante cantidad de otros textos estoicos en los que se habla de "causa cohesiva" con la expresión aitía synektiké, siendo esa aitía coextensiva con el pneûma.

25. Cf. Estobeo, Ecl. 1.79 ss. (SVF 2.913), donde aitía y pneûma son efectivamente coextensivos.

26. Bobzien, Determinism and Freedom in Stoic Philosophy (citado), p. 53, n.97.

27. Según el estoico Diógenes de Babilonia, "decir" es diferente de "proferir" o verbalizar" , pues se pronuncian sonidos (, le. cuerpos), pero se dicen estados de cosas  que para los estoicos son incorpóreos, más precisamente significados (DL 7.57; FDS 536). Que losno son cosas (cuerpos), sino estados de cosas (incorpóreos) lo muestra el uso que hacen los estoicos al asociar este término a incorpóreos como predicados, significados, etc. (DL 7.63-64).28. Sexto, PH 2.81 (FDS 322).

29. En la distinción significantey objeto , el significante es el sonido (Dión", un cuerpo) el significado es el "estado de cosas mismo", un incorpóreo, i.e. el, revelado por el sonido y que captamos como algo subsistente a nuestra mente, y el objeto es la cosa externa : Dión mismo. El significado lo capta todo aquel para quien un sonido determinado es significativo, es decir para todo el que hable la lengua en cuestión, que es capaz de interpretar los significados de los sonidos (cf. Sexto, Ai 8.11-12).

30.  Véase Plutarco, Sobre las nociones comunes, 1073E (incluido en SVF 2.525); Plotino, 6.1, 28 (incluido en SVF, 2.319); Alejandro, Comentario a los Tópicos de Aristóteles, 301, 22-23, ed. Wallies (incluido en SVF, 2.329; cf. LS 27B).

31. Los estoicos distinguían los cuerpos en (i) unificados (, que son "gobernados" -- por una sola héxis, la cual es un pneûma sinéctico del cuerpo:, como piedra, leño o estrella; (ii) cuerpos contiguos - que se dan por contacto:, -Simplicio, Comentario a las Categorías de Aristóteles 214, 28=SVF 2. 391-, como un barco (que se compone de muchas tablas) o casa (que se compone de muchas piedras o ladrillos), y (iii ) cuerpos separados o discretos , como  un coro o una constelación de estrellas (que se compone de cuerpos determinados-separados-discretos y delimitados en número), o como (iii.2) una muchedumbre (que se compone de cuerpos indeterminados).

32. O incluso un cuerpo, aunque no en el sentido de cuerpo determinado (cf. SVF 2.310).

33. Según los estoicos, los principios (lo activo y lo pasivo) son cuerpos y carecen de forma; los elementos, en cambio, están dotados de forma (DL 7.134-135). En DL 7.134 las lecturas y plantean no sólo dificultades filológicas -es probable que áacoudaouc sea una anticipación de , dicho también de los principios-, sino también dificultades filosóficas de peso. La lectura de von Arnim (seguida por Ludwig Edelstein, Ian G. Kidd, Posidonius. The Fragments, Cambridge: Cambridge University Press 1972, p.40,         [ Links ] Robert B. Todd, "Monism and Immanence: The Foundations of Stoic Physics", en John Rist (ed.) The Stoics, Berkeley-Los Angeles-London: University of California Press, 1978, p. 139-143 y Johnny Christensen,         [ Links ] An Essay on the Unity of Stoic Philosophy, Copenhagen: Munskgaard, 1962, p. 11) va en contra de la mayor parte de los testimonios que dicen que,         [ Links ] para los estoicos, sólo es causa aquello cuya naturaleza es de carácter corpóreo, y dios (el principio activo) sin duda es causa. Para una explicación más detallada sobre la conveniencia de leercf. LS, vol. 1, p. 273-74 y Mansfeld art. cit., p. 162 y 168-69. Si el pneûma es un compuesto de aire y fuego (los elementos activos), ¿cómo puede identificarse con "lo activo", un cuerpo carente de forma? Que los principios son cuerpos y carecen de forma no presenta ningún problema a los estoicos, pues ellos están dispuestos a caracterizar "cuerpo" como "lo que es capaz de producir o recibir una acción" (cf. arriba, n.7), de modo que "cuerpo" no es necesariamente un objeto tridimensional. Lo segundo, que el pneûma sea un compuesto de aire y fuego, sí presenta una dificultad, porque aunque uno pudiese concebir el pneûma como algo amorfo, si se deriva de dos elementos "dotados de forma" " , debería él mismo estar dotado de forma.

35.Aecio, I 7 33 (=Ps. Plutarco, 882a; SVF 2.1027; LS 46A).

36. Simplico, Comentario a las Categorías de Aristóteles, 212, 12 -213, 1SVF 2.390; LS 28N; FDS 852); Siriano, Comentario a la Metafísica de Aristóteles 28, 18-19 (SVF 2.398; LS 28G).

37. Frede (art. cit., p. 243) ha sugerido que el pneûma estoico reemplaza a la forma aristotélica. La analogía es interesante siempre y cuando no se olvide que una forma aristotélica es incorpórea y que el pneûma estoico es, en cambio, un cuerpo. Lo que comparten ambas nociones es el hecho de ser principios activos.

Recibido el 23/09/08;
Aceptado el 21/11/08.

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