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vol.47 número1Viviana Suñol y Lidia Raquel Miranda (eds.), La educación en la filosofía antigua: Ética, retórica y arte en la formación del ciudadano, Buenos Aires, Miño y Dávila, 2020, 246 pp. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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Revista latinoamericana de filosofía

versión On-line ISSN 1852-7353

Rev. latinoam. filos. vol.47 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jun. 2021

 

Comentarios bibliográficos

Ricardo Ibarlucía, Belleza sin aura: Surrealismo y teoría del arte en Walter Benjamin, Buenos Aires, Miño y Dávila, 2020, 434 pp.

YANINA BENÍTEZ OCAMPO1 

1INEO-UNSAM

“Esta ‘estética de una nueva «Revolución»’”, subraya Karl Heinz Bohrer, no se inspiraba en Theodor W. Adorno y la teoría crítica, sino en la “politización del surrealismo”, que para Walter Benjamin implicaba “[g]anar las fuerzas de la embriaguez para la revolución -con otras palabras: una política poética”. En esta alusión al análisis de Bohrer (quien reproduce en tono afirmativo lo que constituía un interrogante para Benjamin), Ricardo Ibarlucía recoge algunos aspectos relativos a las implicancias entre el surrealismo, las propuestas revolucionarias de la época y el pensamiento benjaminiano. La cita se enmarca en el desarrollo de su estudio recientemente publicado: Belleza sin aura. Surrealismo y teoría del arte en Walter Benjamin, una profusa investigación sobre el proceso de sedimentación de la “teoría materialista del arte” del filósofo alemán.

En esta obra, Ibarlucía analiza el alcance teórico que ha tenido el surrealismo (movimiento artístico que ejerció una enorme influencia en la escena cultural francesa de entreguerras) sobre la teoría estética de Benjamin. Aunque se trata de un aspecto al que los investigadores aluden frecuentemente, posee sin embargo la particularidad de no haber sido objeto de muchos estudios, interpretándoselo por lo general como el entusiasmo de un momento determinado, que el filósofo abandonó luego por otras preocupaciones teóricas (especialmente las relativas al marxismo y el Instituto de Investigaciones Sociales de Fráncfort). El propósito de Ibarlucía es demostrar que la implicancia del surrealismo en la estética de Benjamin va más allá de las explicitaciones que ha realizado en los ensayos Onirokitsch (1927) y El surrealismo. La última instantánea de la inteligencia europea (1929); por el contrario, lejos de reducirse a estos dos textos, el surrealismo “constituye la piedra angular de su estética de madurez”. A lo largo de las páginas de esta voluminosa obra, encontraremos una exhaustiva reconstrucción de la escena intelectual, artística y cultural de la época estudiada. En efecto, mediante un análisis pormenorizado, el autor despliega una amplísima variedad de material fuente, que incluye, por un lado, un vasto conjunto bibliográfico de muy diversa índole (filosófico, artístico, literario, poético, epistolario, manuscritos, publicaciones periodísticas) y, por otro, una extensa y hasta el momento inexplorada serie de materiales de archivo concernientes al movimiento surrealista: manifiestos, textos automáticos, congresos de escritores, pronunciamientos revolucionarios, folletos, volantes, relatos de sueños, afiches, collages, fotografías y películas. El acopio y estudio de tan abundante material ofrece una muy adecuada contextualización para la comprensión de los alcances teóricos que el surrealismo tuvo sobre la estética de Benjamín, constituyendo, a su vez, una extraordinaria reconstrucción del desarrollo de este movimiento desde una perspectiva analítica novedosa, que recaba en su génesis las relaciones con otros movimientos de vanguardia y el efecto expansivo que ejerció sobre diversos campos de la producción artística. La apertura de archivos hasta hoy inexplorados, junto con el análisis bibliográfico, expone un detallado recorrido por las inquietudes teóricas en las que efectivamente se vio envuelto el filósofo, como producto del diálogo y las discusiones sostenidas con sus colegas y amigos, reponiendo el escenario de los debates que animaron los círculos de intelectuales europeos de la época. Como resultado de esta reconstrucción contextual, Belleza sin aura enriquece la visión de la propia figura de Benjamin, al presentárnoslo como un hombre y un intelectual afectado por las características de su época y de su entorno próximo, lejos de ciertas perspectivas esquematizadas en boga.

El recorrido analítico elegido, de orientación histórico-filosófico, recoge los aspectos más sobresalientes del pensamiento benjaminiano. En un orden de creciente implicación entre las diversas temáticas abordadas, Ibarlucía compone una sólida estructura argumentativa para fundamentar su tesis. La obra, de esta manera, dedica los primeros capítulos a la génesis del surrealismo (o bien, “suprarrealismo”), abordando, además de las obras de Benjamin que se refieren a ese movimiento, las producciones de Guillaume Apollinaire, André Gide, el movimiento dadaísta, el desarrollo de la revista Littérature, las obras que han sido decisivas para la concepción del Libro de los pasajes, (a saber, Una ola de sueños y El campesino de París), los textos publicados en La Révolution surréaliste, especialmente los relatos oníricos, junto con las obras de André Breton, Philippe Soupault y Louis Aragon. A continuación, analiza el ensayo Onirokitsch y los aspectos involucrados en la explotación cinematográfica del kitsch, comparando las referencias benjaminianas con las de Adolf Behne, Herman Broch, Adorno, Clement Greenberg, Norbert Elías y Ernst Bloch, entre otros, y prolonga sus análisis con la “estética de lo estrafalario” de Aragon y las ideas sobre el arte de masas de Edward Fuchs. Los importantísimos aportes sobre la teoría de la percepción introducen algunos conceptos centrales del pensamiento de Benjamin, especialmente el de “aura” (incluyendo una exposición de la influencia de la teoría de la “ambiance” de Léon Daudet sobre aquel concepto), donde además de los análisis agudos que dedica a las obras de Benjamin sobre esta cuestión, Ibarlucía acude tanto a los protocolos de experiencias con drogas como a los manuscritos encontrados en la Biblioteca Nacional de Francia. Más adelante, Ibarlucía se ocupa de la recepción del surrealismo en Alemania, siguiendo los estudios de Ernst Robert Curtius, continuando con la “recepción táctil” en la arquitectura y la teoría de la distracción. Posteriormente, se concentra en los análisis de la fotografía y el cine, los vínculos de Benjamin con el “Grupo G” de Berlín y los debates de las vanguardias francesas sobre el realismo en las artes visuales, entre otras cuestiones; también aborda las relaciones entre poesía y cine, especialmente con respecto a la actuación frente a la cámara, el denominado “inconsciente óptico” y la analogía entre Märchen (como forma narrativa) y “cine surrealista”, sumado a la fascinación de los surrealistas por las producciones de Chaplin y su contraposición con la figura de Hitler en la lectura benjaminiana.

El estudio prosigue con una genealogía del ready-made (en el marco de una lectura innovadora), abriéndose paso hacia las diferenciaciones entre la primera y segunda técnica en Benjamin, para desembocar en una aguda comparación analítica de sus posiciones con la obra de Heidegger, especialmente con respecto a la cuestión tan delicada de la autonomía del arte. Esta sólida estructura teórico-analítica da paso a las exposiciones sobre la “iluminación profana” (analizando la “iluminación surrealista”, el “estado de furor” y “la organización del pesimismo”), la “encrucijada del pensamiento histórico” (donde se vuelve sobre algunos aspectos de Heidegger y los escritos surrealistas) y la “secularización del misticismo”, camino que abona las formas contrapuestas de nihilismo, es decir, la del surrealismo y del fascismo alemán, y los análisis relativos a las tesis Sobre el concepto de historia (una vez más, proponiendo un contraste con los análisis de Heidegger). El desarrollo de Belleza sin aura concluye con una exposición sobre el materialismo antropológico de Benjamin y su intención de “ganar las fuerzas de la embriaguez para la revolución”, cuestiones que forman parte de su crítica al materialismo dialéctico y del reconocimiento que otorga a los tópicos del nihilismo revolucionario de los surrealistas, al tiempo que aborda las relaciones de Benjamin con el grupo Acéphale y el Colegio de Sociología, así como examina sus críticas a Roger Callois y sus reflexiones sobre “la imaginería popular” de Michel Leiris, entre otras cuestiones al respecto. Se trata de un trabajo sobresaliente, que se destaca tanto por el manejo cuidadoso y preciso de una voluminosa cantidad de material como por su minucioso análisis, traspuesto en una exposición clara y equilibrada, fiel reflejo de un orden metodológico y teórico bien definido. Por otro lado, el trabajo expositivo, sin restar en nada al tratamiento más fino de cada temática, presenta una distribución tal que permite al lector moverse casi sin detenimiento de una página a la otra. En suma, se trata, pues, de un aporte fundamental para el estudio y la comprensión del pensamiento de Benjamin y de la estética contemporánea en su conjunto.

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