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Revista latinoamericana de filosofía

versión On-line ISSN 1852-7353

Rev. latinoam. filos. vol.48 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires dic. 2022  Epub 01-Dic-2022

http://dx.doi.org/10.36446/rlf2022360 

Comentarios bibliográficos

Reseñas

Cristian Soto1 

Ana Laura Vallejos2 

Ulises Leandro Drisner2 

1 Universidad de Chile

2 UBA

Alejandro Cassini y Juan Redmond (eds.), Models and Idealizations in Science: Artifactual and Fictional Approaches, Springer, 2021, 286 pp.

La reflexión sobre la naturaleza y el rol de los modelos en la práctica científica ha cobrado relevancia inusitada en los años recientes. Las cuestiones que se plantean desde esta pers pectiva incluyen, entre otras, la pregunta tradicional acerca de la naturaleza de las teorías científicas, pero también incluyen cuestiones más recientes acerca de la naturaleza de los modelos científicos y su rol en la construcción de representaciones en diversas prácticas epistémicas. Alejandro Cassini y Juan Redmond -filósofos de la ciencia latinoamericanos basados en la Universidad de Buenos Aires, Argentina y en la Universidad de Valparaíso, Chile, respectivamente- han llevado a cabo un trabajo editorial en- comiable al reunir en un único volumen 12 capítulos que, en su conjunto, examinan la relación entre modelos e idealizaciones en las ciencias, prestándole atención específicamente a las aproximaciones artefactuales y ficcionales. Los editores han logrado convocar a un amplio número de investigadoras e investigadores de excelencia para elaborar un volumen que tiene el potencial para consolidarse como una contribución de referencia internacional entre quienes cultivan la filosofía de las ciencias. En lo que sigue no tengo espacio para dar cuenta fiel de la riqueza y diversidad de investigaciones que recoge el presente volumen. En cambio, mi objetivo a continuación será ofrecer los lineamientos centrales de los distintos capítulos, destacando sus puntos fuertes y motivando al público lector a que se aventure en el desarrollo reciente de una de las áreas más fructíferas de la filosofía de las ciencias en las últimas décadas.

Uno de los puntos destacables del volumen se encuentra en sus primeras páginas. Con un vasto dominio de la literatura, los editores Cassini y Red- mond sistematizan en el capítulo 1 un campo literario extenso y complejo en torno a teorías, modelos y representación científica. Tras caracterizar las expresiones teorías y modelos, los autores examinan algunas de las concepciones principales de modelos y representación científica, exhibiendo con clari dad las aproximaciones estructuralistas, inferenciales, de la similitud, ficcional y artefactual. El trabajo se complementa con la revisión de la noción de idealización científica, que se asienta como leitmotiv para el resto de los capítulos. Aunque en ocasiones anteriores la filosofía sobre modelos científicos nos ha ofrecido clasificaciones de las posturas principales (piénsese en Roman Frigg y James Nguyen, 2020, Modelling Nature: An Opinionated Introduction to Scientific Representation, reseñado en este mismo volumen de la RLF), Cassini y Red- mond ofrecen un reporte que incluye los desarrollos recientes de la literatura y que perfila los orígenes históricos y desarrollos actuales de las diversas aristas discutidas en los capítulos subsiguientes.

Natalia Carrillo y Tarja Knuuttila tienen a su cargo el capítulo 2, que aborda la cuestión de la idealización científica desde la perspectiva de la concepción artefactual. Las autoras exponen las dos concepciones opuestas de la idealización científica, según las cuales tales idealizaciones o representan deficiencias epistémicas que tienen que ser subsanadas a lo largo de la investigación o involucran beneficios epistémicos en el proceso de producción de conocimiento acerca de sus dominios. El caso de estudio del modelo de Hodgkin y Huxley es ilustrativo al respecto, y permite mostrar que la concepción artefactual ofrece herramientas para desentrañar lo que, en realidad, es un paquete complejo de construcciones de representaciones científicas, una de cuyas partes corresponde a la elaboración de idealizaciones. Acto seguido, el capítulo 3, a cargo de Mauricio Suárez y Agnes Bolinska, aborda el carácter informativo de los modelos, examinando aspectos de procesos de idealización y abstracción interpretadas, respectivamente, como ruido y equivocación en una señal informacional. En particular, se sostiene que algunos modelos (source models o vehículos de la representación) portan información acerca del sistema que representan y facilitan la obtención de información acerca de sus dominios físicos respectivos.

Alejandro Cassini continúa con el capítulo 4 en el que se investiga la opción de desidealizar modelos científicos. El argumento muestra que las ideali zaciones son introducidas en la representación científica usualmente con un propósito epistémico específico, en un contexto determinado que ofrece luces acerca de los problemas que se tienen a la vista y las potenciales soluciones que se considerarían óptimas. El autor argumenta que solo el contexto específico de un problema científico puede orientarnos acerca de los beneficios epistémi- cos de de-idealizar nuestros modelos, y si es así, en qué medida. No existe, a este respecto, una respuesta filosófica a priori que permita abordar todos los casos. La desidealización no es por sí misma un objetivo, sino un medio para obtener mejores inferencias acerca de los dominios de interés.

Los capítulos 5, 6, 7 y 8 conforman una cierta unidad. En el primero de ellos, José Díez lleva a cabo una elaboración estimulante de lo que él llama concepción ficcionalista moderada, que se distancia de ficcionalismos fuertes que introducen ontologías de entidades ficticias. Díez, en cambio, argumenta que la práctica científica construye ensambles de mo delos, algunas de cuyas partes representan aspectos de un dominio físico. En el capítulo 6, Frigg y Nguyen avanzan en el desarrollo de la concepción ficciona- lista, cuestionando siete mitos asociados con esta visión, a saber: que las ficciones son falsedades; que no se basan en datos; que no son representacionales; que trivializan la epistemología; que no dan cuenta de la matematización de la representación científica; que ofrecen una idea errada de la representación cien tífica; y que involucran consecuencias políticas negativas. El análisis de Frigg y Nguyen precisa en detalle diversos aspectos que pueden cobrar relevancia en la defensa de la concepción ficcionalis- ta de la representación científica. Lue go, el capítulo 7, a cargo de Fiora Salis, ocupa un lugar central en la narrativa del volumen, conciliando concepciones artefactuales y ficcionales de modelos científicos: los modelos constituyen artefactos elaborados por las comunidades científicas que son similares o afines a las producciones de ficción literaria. Se asume, pues, una cierta ontología de modelos, según la cual los modelos son herramientas representacionales que guían las actividades epistémicas de las comunidades científicas para acceder a información de los sistemas físicos de interés. Y por último en lo que respecta a esta parte, Manuel García-Carpintero contribuye con el capítulo 8, que pro mueve una aproximación antirrealista a las entidades ficticias y a los modelos científicos por igual. Las proferencias acerca de modelos son afirmaciones con condiciones de verdad, que involucran metáforas y maneras figurativas de ha blar. El análisis semántico, en la línea de Stephen Yablo, destaca al respecto.

Los capítulos 9 y 10 retoman las concepciones estructuralistas y artefac- tuales de los modelos científicos, respectivamente. En el primero de ellos, Otávio Bueno introduce la concepción estructuralista de la representación científica socavando la supuesta cuestión de la ontología de los modelos. Sus argu mentos despliegan las herramientas de la aproximación de estructuras parciales mostrando, por un lado, la manera en la cual partes de los modelos represen tan aspectos del mundo, y argumen tando, por otro, que nada en el proceso de construcción de representaciones científicas nos fuerza a adoptar un com promiso ontológico con las estructuras involucradas en la representación, así como tampoco respecto del carácter estructural del mundo físico. En una aproximación diferente, el capítulo 10, a cargo de Juan Redmond, nos invita a transitar hacia el análisis del razona miento subrogativo (surrogate reasoning) desde la perspectiva del pragmatismo dialógico. El autor lleva a cabo una serie de análisis que se concentran en la re levancia del razonamiento subrogativo, según el cual los agentes usan modelos para representar dominios de interés derivando inferencias basadas en el ra zonamiento dialógico. La propuesta de Redmond es interesante, puesto que, aunque las contribuciones tempranas al respecto se retrotraen al trabajo seminal de Chris Swoyer en 1991, los argumen tos sitúan los problemas estándares bajo la perspectiva de la lógica dialógica, que ilumina el rol del razonamiento subro gativo en las prácticas representacionales e inferenciales en ciencias.

En el capítulo 11, Andrés Rivadu- lla introduce una aproximación adicio nal al debate, esta vez elaborando una interpretación instrumentalista acerca de la predicción y la explicación basada en modelos teóricos. Su análisis se res palda en dos estudios de casos: el carácter explicativo del modelo teórico de supernova, y la contribución predictiva del modelo teórico de capa del campo central atómico. En pasos sucesivos, el autor matiza las explicaciones causales y teóricas, así como los modelos teóricos que facilitan explicaciones interteóricas (en el caso del modelo de la supernova) y el modelo atómico de capas. El capí tulo concluye que los modelos tienen capacidades explicativas y predictivas que van de la mano; en particular, los modelos, concebidos como constructos, herramientas, instrumentos o artefactos, tienen la capacidad de permitimos producir conocimiento y ponerlo disponible de manera pública.

El volumen cierra con el capítulo 12, en el que Alejandro Cassini organiza parte importante de la literatura sobre modelos e idealizaciones, resultando en 4 páginas que pueden ser sumamente útiles para la comunidad filosófica tra bajando en estos temas.

El trabajo editorial de Cassini y Redmond ofrece resultados destacables, que sitúan el libro como una adición necesaria y fructífera para el desarrollo del debate. Como tal, el libro puede ser empleado para desarrollos de investiga ción de frontera, así como también para investigación en programas de posgrado o en cursos avanzados de filosofía de las ciencias en pregrado (especialmente el capítulo 1). Los esfuerzos de los editores, además, tienen el beneficio indirecto de posicionar contribuciones provenientes de Latinoamérica en el debate interna cional, y solo cabe esperar que el libro contribuya a consolidar y fomentar estas líneas de investigación en países de ha bla hispana, particularmente en el cono sur. En lo que sigue, la revisión y lectura del volumen (o de capítulos específicos, según los intereses de cada cual) constituyen un paso imprescindible tanto para quienes trabajamos en la disciplina como para quienes busquen entender cómo funciona la representación científica y la relevancia de los problemas filosóficos que ella involucra.

Cristian Soto

Universidad de Chile

Roman Frigg y James Nguyen, Modelling Nature: an Opinionated Introduction to Scientific Representation, Springer, 2020, 257 pp.

Desde la emergencia de la con cepción semántica de las teo rías científicas en filosofía de las ciencias, la investigación acerca de la naturaleza y rol de los modelos en nuestras prácticas epistémicas ha ocupado un lugar cen tral. El número de libros y artículos pro ducidos al respecto durante las últimas dos o tres décadas ha crecido exponen cialmente. Al respecto, la reflexión filosófica ha logrado progresos palpables, madurando las aproximaciones centrales en filosofía de modelos científicos. A pesar de las numerosas contribuciones, casi sin excepción altamente especializadas, uno de los flancos que cabía todavía abordar consistía en la exposición crítica exhaustiva del estado del arte de la literatura. El libro de Roman Frigg y James Nguyen satisface exitosamente esta necesidad, ofreciendo una carta de viaje para navegar las diversas aristas que ha seguido la discusión. Pero el libro de los autores va más allá, elaborando y defendiendo cuidadosamente su pro pia propuesta acerca de cómo conviene entender la naturaleza y el rol de los modelos en la representación científica. El volumen Modelling Nature constituye, desde su momento de publicación, una referencia indispensable tanto para quienes quieran familiarizarse con la discusión como para quienes busquen extender las fronteras del debate. Frigg y Nguyen escriben pensando en el público lector amplio: la prosa es clara de principio a fin, los conceptos centrales se definen cuando corresponde, y los argumentos son desarrollados con tacto y precisión.

El libro cuenta con nueve capítu los que siguen una narrativa clara. El capítulo 1 aborda los problemas centrales en torno a la representación científica, sirviendo de marco teórico para el análisis y evaluación de los capítulos siguientes. Una concepción filosófica acerca de modelos y representación científica tiene que dar cuenta del problema de la demarcación, que incluye dos asun tos diferentes: primero, si acaso se puede distinguir entre la representación cien tífica y otros tipos de representación; y segundo, si acaso se puede ofrecer una taxonomía del tipo de modelos que son representacionales. Igualmente, nuestra teoría filosófica tiene que poder res ponder al problema de la naturaleza de la representación, que busca esclarecer de qué manera el vehículo (carrier, dicen Frigg y Nguyen, justificando el uso de la expresión en la nota 2 de la p. 2) de la representación logra representar aspec tos del sistema target. Por último, nuestra teoría filosófica tiene que dar cuenta de tres problemas, a saber: el problema del estilo, el de la precisión y el de los vehículos de la representación, teniendo presente, acerca de este último, la onto- logía y la manipulación de los modelos.

Todavía en el capítulo 1, los au tores logran dar un paso importante al sostener que una teoría filosófica exito sa acerca de la naturaleza y el rol de los modelos en la representación científica tiene que satisfacer cinco condiciones: primero, la condición de la direcciona- lidad (el vehículo representacional es acerca de lo representado, y no viceversa); segundo, la condición del razona miento subrogativo (podemos investigar el modelo para obtener información del sistema target); tercero, la condición de la representación errónea (tenemos que dar cuenta del hecho de que algunos modelos representen erróneamente); cuarto, la condición de la representa ción sin sistema target (este es otro he cho de la práctica representacional: en ocasiones, los modelos o partes de los mismos no cuentan con una contraparte objetiva); y quinto, la condición de la aplicabilidad de las matemáticas (esto es, dar cuenta de la contribución de las matemáticas en la construcción de re presentaciones de sistemas físicos).

Como puede verse, el capítulo 1 ocupa un lugar central en el libro, ofreciendo una puerta de entrada a los múl tiples debates asociados con los modelos en la representación científica. Los ca pítulos siguientes se despliegan a partir de este marco teórico. Aunque no podamos revisar en detalle los argumentos de cada capítulo, la estructura misma del libro nos permite ofrecer una visión panorámica del trabajo que se lleva a cabo en los capítulos 2-5, por un lado, y lue go en los capítulos 6-9, por otro. Sugie ro la división de manera propedéutica, aunque la afinidad de los contenidos justifica la misma.

El capítulo 2 examina la concep ción griceana (en honor al filósofo Paul Grice), que sostiene que no hay pro blema alguno acerca de la manera en la cual funciona la representación científica, puesto que todo tipo de representa ción es estipulativa y descansa en estados mentales. El capítulo 3 examina la teoría de la similitud, que sostiene que los mo delos científicos representan sus dominios en la medida en que los primeros ostentan similitudes con los segundos. Garantizada la similitud entre uno y otro, se explicarían, entre otras cosas, el hecho de que las propiedades que se instancien en el modelo se encuentren también en el sistema de interés. El capítulo 4 aborda la concepción estructuralista de la representación científica, la cual asume, con la concepción semántica, que las teorías científicas son conjuntos de modelos, añadiendo que tales modelos ofrecen mapas de sus dominios especí ficos. Apelando a la teoría de conjuntos, la concepción estructuralista ha sido elaborada en términos de isomorfismos o de morfismos parciales. Y el capítulo 5 analiza la concepción inferencial de la representación científica, que sostiene que un modelo comporta ciertas capa cidades inferenciales sin necesidad de apelar a morfismos estructurales o simi litudes, sino solo en la medida en que los modelos pueden ser empleados para de rivar inferencias acerca de sus dominios. La concepción inferencial ha tomado diversas formas, siendo las concepciones deflacionarias y no deflacionarias las opciones prominentes en esta arista.

Los capítulos 6-9 conducen pro gresivamente a la elaboración de la pro puesta de Frigg y Nguyen. El capítulo 6 inicia con el examen detallado de la concepción ficcionalista de los mode los, de la que el mismo Frigg constituye un exponente central. El ficcionalismo concibe los modelos científicos en ana logía con la ficción literaria. Por cierto, contamos con diversas formas de fic- cionalismo acerca de la representación científica: una de ellas se concentra en la naturaleza de la ficción y ofrece así una respuesta al problema de los vehí culos representacionales, mientras que la segunda se enfoca en las propiedades epistémicas de la ficción en la construc ción de representaciones. La propuesta de Frigg y Nguyen se sitúa en la se gunda. El capítulo 7 aborda la noción crucial de representar como (representation as), según la cual un vehículo represen- tacional representa su dominio como tal y cual. El punto es clave si se considera que el vehículo representacional atribu ye o imputa características a su dominio representado. El potencial conceptual de este punto salta a la vista, permitien do distinguir entre representar y ser una representación de algo, en donde para lo primero no se requiere que el símbo lo denote, mientras que para lo segun do se exige denotación. Igualmente, se puede distinguir entre una representa ción de Z y una Z-representación, en donde la primera es una representación que busca denotar su sistema, mientras que la segunda solo nos ofrece una re presentación Z que tiene tales y cuales características. Representar como, pues, se entiende así: “un vehículo X es una re presentación epistémica de T si y solo si X representa T como Z, en donde X representa T como Z si y solo si (i) X denota T, (ii) X es una Z-representación que ejemplifica aspectos Z 1 ,, ... Zn, y (iii) al menos uno de Z., ... Z se imputa a T” (p. 150).

El capítulo 8 se adentra en la propuesta de los autores, llamada teoría DEKI (o DEKI account), con los componentes del acrónimo remitiendo a los actos de denotación, ejemplificación, clave interpretativa (keying-up) e imputación. En el presente capítulo los autores se con centran en el análisis de modelos mate riales, prestándole atención a la máquina de Phillips-Newlyn, que sirve para representar la dinámica de economías a través del funcionamiento mecánico de tuberías, válvulas, bombas, flujos y reservas de agua que se distribuyen en sectores que representan gastos, ahorros, inversiones, impuestos, importaciones y exportaciones, entre otras rutas mone tarias. El análisis histórico y sistemático de la máquina de Phillips y Newlyn permite esclarecer tanto la manera en la que se construyen modelos de diversos tipos de sistemas (en este caso un mo delo físico hidráulico acerca de la economía), así como también las maneras en las que tales modelos son usados para derivar inferencias informativas acerca de sus dominios. La aproximación DEKI, en breve, sostiene que un modelo es una representación epistémica indirecta de T si lo representa como Z, satisfaciendo los criterios de denota ción, ejemplificación, de clave interpretativa y de imputación que los autores caracterizan detalladamente. El capítulo 9, por su parte, extiende la aproximación DEKI a los modelos no materia les que no poseen aspectos físicos que instancien propiedades de los sistemas que pretenden representar. El capítulo destaca como uno de los puntos altos del libro, en la medida en que logra au nar esfuerzos de la filosofía de modelos científicos con esfuerzos provenientes de la filosofía de las matemáticas aplica das. Se examina cómo estructuras ma temáticas abstractas representan aspec tos de dominios físicos bajo la forma de ecuaciones, así como también los procesos de abstracción y proyección de estructuras sobre dominios que, hasta donde sabemos, bien podrían carecer de estructura. El capítulo 9 exitosa mente da pasos importantes en el análi sis de la representación científica en ca sos de modelos no materiales, e invita a continuar la investigación en conjunto con otros desarrollos de la filosofía de las ciencias, en este caso el de la filosofía de las matemáticas aplicadas.

El libro de Roman Frigg y James Nguyen se ha convertido en una referencia obligada no solamente para quienes trabajamos en la disciplina de manera especializada, sino también para estudiantes de pre y posgrado que quie ran iniciarse en el tema y para el pú blico amplio interesado en saber cómo funciona la práctica científica cuando se trata de ofrecer representaciones de sus dominios de interés.

Cristian Soto 1

1 Universidad de Chile

Marcelo Antonelli y Senda Sferco (comps.), Políticas del deseo, ética de los placeres: entre el poder y la vida, la encrucijada de la sexualidad en Foucault y Deleuze, Buenos Aires, Red

Editorial, 2020, 252 pp.

Políticas del deseo, ética de los pla ceres es una publicación colectiva, fruto del trabajo del grupo de investigadores miembros de “El léxi co conceptual de Foucault y Deleu- ze. Convergencias y divergencias”, un proyecto de investigación de filosofía contemporánea que aborda las conti nuidades y tensiones entre las obras de Michel Foucault y Gilles Deleuze. Este libro, compilado por el Dr. Marcelo An- tonelli y la Dra. Senda Sferco, presenta una serie de artículos sobre la analítica de la sexualidad y su encrucijada con el poder, en los recorridos conceptuales de dos de los más importantes filósofos contemporáneos de la tradición francesa. En sus páginas encontramos los aportes de reconocidos estudiosos: el Dr. Edgardo Castro, la Dra. Constanza Serratore, el Dr. Philippe Mengue, el Dr. Luis Diego Fernández, la Dra. Marcela Zangaro, y también de sus compiladores.

A mediados de 1970, afirma Ed gardo Castro, Foucault situó al dispo sitivo de la sexualidad como una cla ve de inteligibilidad no jurídica de las relaciones de poder de la modernidad occidental. El filósofo francés, que ha bía planteado la idea de realizar una arqueología de la sexualidad unos años antes en L’Archéologie du savoir, se pro puso realizar conjuntamente una analí tica del sexo y del poder en 1976, en el primer volumen de Histoire de la sexuali- té: la volonté de savoir. En su célebre pro puesta “pensar a la vez el sexo sin la ley y el poder sin el rey” pretende deshacerse de una representación negativa de ambos tópicos, alejándose simultáneamente de la lógica de la represión y de la sobera nía (p. 28). En escritos y cursos dictados a comienzos de la década de 1970, Foucault deja en evidencia su intención de realizar una genealogía del sujeto de deseo occidental. Sin embargo, este pro pósito conoció profundas transforma ciones desde la publicación del primer volumen de la serie, en particular, un desplazamiento cronológico-temático. En efecto, comenzó con un análisis del dispositivo moderno de la sexualidad, pero luego su recorrido conceptual en los tomos segundo y tercero fue curio samente el inverso al orden cronológico, en la medida en que el autor se abocó a un análisis de las artes de la existencia durante la antigüedad grecorromana, a las experiencias clásicas de lo que se de nomina aphrodisia. Desplazándose más de mil años respecto del tomo inicial, operó una reorganización del proyecto iniciado en 1976. Así, partiendo de una historia de la sexualidad, llegó a conce bir desde 1980 una genealogía del su jeto de deseo occidental, como afirma en su artículo Senda Sferco (p. 51). Fi nalizó este recorrido en el cuarto tomo,

Les aveux de la chair, publicado de forma postuma con un análisis de las experien cias de la carne en los primeros siglos del cristianismo.

En Políticas del deseo, ética de los pla ceres los autores indagan la analítica del poder en Foucault en relación con las economías del deseo, fundamentalmen te en su etapa conocida como genealó gica. En ella, el pensador francés aborda las transformaciones que atravesaron los mecanismos de poder en la moderni dad occidental e investiga las torsiones del paradigma del poder soberano. Re cordemos que la función más alta del biopoder tal como es caracterizado en La Volonté de savoir no es ya matar, sino invadir la vida a partir de procesos de normalización de conductas. Una ra cionalidad calculadora desplaza al me ro azar: ahora el Estado se convierte en conductor de conductas y su principal campo de aplicación es el cuerpo como realidad biopolítica. La gubernamentali- dad de la población centra su atención en el cuerpo-especie, y en los procesos biológicos del cuerpo social, tales co mo la reproducción, las condiciones de natalidad y mortalidad; su objetivo es emprender una serie de intervenciones para regular su desarrollo.

La Dra. Constanza Serratore abor da estos procesos en un artículo que analiza dos conferencias que Foucault dictó en Río de Janeiro en 1974. En ellas, problematiza el surgimiento his tórico de la medicina moderna como estrategia biopolítica, siendo protagóni- co el abordaje del cuerpo como reali dad somático-política. En dicho texto, titulado “La vida del cuerpo y el cuerpo de la vida”, la autora realiza asimismo una vinculación de estos desarrollos con una pieza clave de la recepción italiana de Foucault: la obra contemporánea de

Roberto Esposito. Los análisis sobre la racionalidad del Estado moderno están presentes también en el artículo del Dr. Luis Diego Fernández, el cual se abo ca a las artes de gobernar y al ejercicio de poder bajo un determinado modelo económico, el liberalismo. El autor, es pecialista en esa problemática dentro de los estudios foucaultianos, investiga las formas de intervención gubernamental y su relación con el mercado (p. 228). Resulta de suma importancia reconocer cómo en el marco del poder pastoral devenido racionalidad estatal existen prácticas que expresan el deseo, y formas de sexualidad que pueden considerarse contraconductas o resistencias. Este es el caso de la literatura de Sade, donde los personajes expresan la monstruosi dad propia del libertinaje, la libertad del deseo en múltiples formas. Fernández señala que Foucault dedica extensas reflexiones al valor de la literatura de Sade, como racionalidad disciplinaria pero, a su vez, de carácter antipastoral. En ese sentido, puede establecer com paraciones entre Sade y Adam Smith y proponer así una línea de fuga que une al libertinaje con el liberalismo. Pero no va a ser la única interpretación en tor no al lugar que Sade ocupa en la obra de Foucault: Philippe Mengue, en su artículo “El deseo, entre cuerpo de pla cer y línea de fuga”, sostiene que Sade tuvo un lugar privilegiado en el joven Foucault que escribe Histoire de la folie, donde la transgresión de sus personajes, al igual que los locos, daban cuenta de la sinrazón propia de la tradición trágica. Pero también señala que a mediados de la década de 1970 Sade es reinterpretado como promotor de un erotismo disciplinario que acompaña la racionalidad instrumental. Así, en diferentes períodos de la obra foucaultiana, Sade puede ser un transgresor o una manifestación hiperbólica de la modernidad.

Por su parte, Gilles Deleuze tam bién ha dedicado a la problemática de la sexualidad un lugar privilegiado en su pensamiento. La publicación de L’Anti-^dipe en 1972, junto a Félix Guattari, constituye una de las críticas contemporáneas más importantes a las nociones centrales del psicoanálisis, co mo la castración, el falo y el complejo de Edipo. En esta misma línea, Michel Foucault se alejó cada vez más del psi coanálisis hasta llegar a posiciones muy críticas; basta recordar su innovadora interpretación de la hipótesis repre siva. Acerca de los análisis en torno al entrecruzamiento entre sexo, poder y deseo, Foucault y Deleuze han tenido mutua influencia. Podemos rastrear in tersecciones, pero también innegables discrepancias conceptuales que quizás influyeron en su alejamiento personal. Así lo afirma Marcelo Antonelli en su artículo “Más allá de la oposición entre deseo y placer”, situando además al tex to deleuziano “Désir et plaisir” de 1977 como el punto definitivo de esta rup tura. Antonelli logra demostrar de qué manera Foucault y Deleuze, pese a las divergencias en los medios estratégicos, convergen parcialmente en el diagnós tico y en el fin al que tienden cuando abordan la sexualidad (p. 135). Podemos encontrar influencias de la concepción foucaultiana del poder en Deleuze, así como un destello deleuziano en algunas líneas de La Volonté de savoir. Ciertamen te, encontramos en ambos una voluntad de desnormalización a través de estrate gias diferentes.

En definitiva, sostiene Marcela Zangaro, el mismo Foucault afirmó que el objetivo de su obra intelectual fue estudiar las distintas maneras en nuestra cultura en las que los seres humanos se convierten en sujetos (p. 167). En este análisis de la producción de subjetividad, ocupa un lugar definitivamente central la manera en que nos convertimos en sujetos de deseo. Dicha problemática, que ampliamos a través de las piezas de la cantera de las publicaciones póstumas recientes, constituye una apertura hacia el futuro de los estudios de la filosofía contemporánea. Una apertura que también el mismo Deleuze supo trabajar hasta sus últimos escritos. En ambos hallamos un análisis de los juegos de veridicción, de las prácticas discursivas y no discursivas que constituyen a los sujetos en cuanto tales. Zangaro señala a su vez que particularmente la obra de Foucault ha constituido un aporte a las teorías feministas, pues ciertas categorías foucaultianas han sido una clave para la elaboración de la teoría contemporá nea, pese a las críticas que el autor ha recibido por parte de algunos secto res del feminismo de su época (p. 190) Los nuevos textos de Foucault muestran que las prácticas discursivas y no discur sivas de nuestra cultura se articulan en relaciones de poder sobre las mujeres y feminidades, produciendo así subjetivi dades generizadas.

Para concluir, Políticas del deseo, ética de los placeres constituye una sólida in vestigación de carácter colectivo y he terogéneo, que reafirma la actualidad y el futuro de los estudios foucaultianos y deleuzianos, así como la utilidad de una ontología de nosotros mismos.

Ana Laura Vallejos 1

1 UBA

Gabriel Martino, La mística eneádica: genealogía, análisis y comparación, Buenos Aires, Teseo, 2020, 616 pp.

Adentrarse en La mística eneádica: genealogía, análisis y comparación, de Gabriel Martino, implica sumergirse no solo en las torrentosas aguas de las discusiones académicas respecto de la mística, sino también en las profundidades del pensamiento metafísico de Plotino con la promesa de atisbar a su original método para el abordaje de lo real cifrado como enigma.

La obra de Martino tiene como eje principal la problemática de la mística, la cual, como bien señala el autor “constituye el punto de contacto de numerosas líneas de fuerza y da origen a una multiplicidad de problemas’’ (p. 15). En ese sentido, el autor propone mirar con sospechas aquella lectura de la mística influenciada por los estudios de las religiones de los siglos XIX y XX. Asimismo, en esta obra se afirma que lo que ha sido entendido como “místi ca plotiniana’’ es, en gran medida, una construcción cuyo andamiaje contiene numerosos elementos ajenos a Plotino. Para Martino es imprescindible apreciar críticamente el grado y consecuencia de esos condicionamientos que se introdujeron en el estudio de la mística.

En la introducción a su obra, Mar- tino trae a colación la pregunta de Brisson, “¿puede hablarse de unión mística en Plotino?’’ (p. 16), inquietud sobre la cual trabajará en todo el libro. Incluso, hacia el final de la obra, esta pregunta por la posibilidad de una mística será reiterada en el contexto de la filosofía de la India en donde el autor se plantea la posibilidad de atribuir a los Yogasutras una mística tal como la que se encuentra en las Enéadas.

En la primera parte de su libro, Martino hace un minucioso recorrido sobre los aspectos fundamentales del pensamiento y metodología de los estudiosos de las religiones en relación a la mística. El autor señala que, si bien los especialistas encontraron en la místi ca un tópico de interés común, uno de los principales problemas de sus aborda jes fue interpretarla en términos de una “experiencia’’ personal y trascendente. Esa reducción de la mística a una expe riencia interior y propia del individuo es para el autor, sin duda, herencia de la filosofía moderna, que tendrá como epicentro a la fenomenología de la re ligión.

El autor toma como postura pro pia el enfoque y método narrativista-dialógico de Flood por considerarlo el más adecuado para el estudio de la mística. Dado que este abordaje es eminentemente textual, pone el énfasis en el texto mismo como el medio de ex presión y materialización del significado de la mística. Asimismo, en dicho con texto metodológico, es imprescindible el análisis filológico dado que las fuentes de investigación son textos compuestos en lenguas antiguas. En ese sentido es fundamental tener presente el contexto histórico de su composición y de su pe- riplo histórico a través de la tradición filosófica que condicionó su modo de interpretación. En esa dirección, Martino toma la categoría de “interpretación” como clave para su propio abordaje, ya que la entiende como aquel modo específico de vincularse activamente con la tradición a través de los signos, de los textos, de las prácticas y de las historias que ella transmite.

Ahora bien, el autor advierte que toda interpretación, justamente por ser una apropiación, no puede ser jamás una “visión neutra’’ o escindida de la tradición. Asimismo, la categoría de “tradición’’ es comprendida por el autor como aquello que es transmitido desde el pasado pero que no se recibe pasivamente, sino que se reconstruye acti vamente. Tal reconstrucción supone un vínculo dialógico con el pasado, el cual se somete a un constante proceso de re significación, un proceso de apropiación de la tradición. De esta manera, Martino concluye este primer capítulo afirman do que las nociones de interpretación, de tradición y de interiorización de la tradición metafísica constituyen los tres puntos de partida de su método dialógico narrativista, a partir de los que abor dará su estudio de la mística eneádica y de los Yogasutras.

En la segunda parte del libro, Martino se detiene en el análisis pro piamente dicho de la mística eneádica a partir de la lectura de los textos plo- tinianos según la metodología floodia- na. El autor examina detalladamente el modo en que Plotino está embebido de ciertas tradiciones precedentes, y cómo se aproxima a ellas asumiendo el rol de exegeta de modo activo e innovador. Martino indica que el término “místi ca” aparece en las Enéadas únicamente en su forma adverbial “mystikos”, y en su contexto eneádico es una referencia a la representación e interpretación alegórica en un contexto mítico, ritual y religioso. Martino señala que la dialéctica de representación e interpreta ción alegóricas son signadas por Plotino mediante la noción de “ainigma’’ como continuación de la tradición alegórica precedente. En virtud de esto, Martino explicita lo que él mismo entiende por “metafísica del enigma” según la cual el aívtypa, para Plotino, es una representa ción imitativa del ámbito inteligible, de las relaciones y realidades constitutivas de ese ámbito y de la dinámica del alma en el mar co de tal ámbito (p. 558). De este modo el autor muestra cómo el aívtypa, en el contexto de la filosofía plotiniana, antes que referir a una experiencia sui generis resulta ser más bien el modo en que lo real mismo se vuelve texto a través del hombre. Por eso la mística eneádica de be ser comprendida como la representación discursiva de lo real, o también, en palabras del autor como una “tex- tualización de lo eterno’’, y que como tal requiere de la habilidad del exégeta, es decir, de aquel que tiene la capaci dad de leer la realidad tal como si se escondiese entre las líneas de un texto. Así, la tesis de Gabriel Martino es que la mística eneádica es un especial vínculo del lenguaje con lo real. En el caso de Plotino lo real puede ser comprendido como fruto del vínculo del exégeta con la tradición, y concluye que por ello puede prescindirse de considerar la mística eneádica como el resultado de una experiencia trascendente.

Por último, en esta segunda sec ción de su obra, Martino examina aque llo que denominó “interiorización de la mística”. Tras examinar otra serie de in terpretaciones alegóricas plotinianas, el autor señala que estas parecen aludir a la interioridad del hombre, de modo tal que la mística eneádica, si bien por una parte puede entenderse como representación mimética de lo inteligible, ahora también, se nos muestra como la representación mimética de la interioridad del hombre. En esa dirección, Martino enfatiza en que toda representación en tanto alegórica posee un doble sentido, a saber, el literal o explícito y el profundo u oculto. De este modo, el sabio será capaz de conocer la realidad a través de los textos y al mismo tiempo se conocerá a sí mismo; ese es el fin de la mística eneádica.

Es destacable que el autor manifiesta haber llegado a su interpretación de la mística de Plotino estrictamente a partir del análisis textual de las Enéadas, y por ende alega no haber proyectado una concepción de mística ajena al texto. De este modo Martino logra distinguirse de toda una tradición de estudiosos plotinianos, si bien jamás afirma poseer un punto de vista absolutamente neutro (p. 547).

En el tercer y último capítulo de esta obra, Martino extiende la pregunta sobre la posibilidad de una mística en la filosofía de la India, y plantea si es po sible atribuir a los Yogasütras una místi ca tal como la que se encuentra en las Enéadas. En primer lugar, esto suscita un grave problema ya que los Yogasütras no contienen ninguna noción explícita de mística. A esto último se suma la grave problemática que supone poner en rela ción a Oriente y Occidente y la tensión que esta relación trae para el estudio de las religiones. En ese sentido, Martino, fiel a su metodología, se dedica a escla recer dicha tensión desde una perspectiva crítico-comparativa que se centra en el trasfondo dialógico-hermenéutico de las Enéadas y los Yogasütras. Esto permite al autor proponer que la mística es más bien aquella relación dialógico-herme- néutica del ser humano con su realidad, que a su vez es el resultado de la resigni ficación del sí mismo por la interiorización de la tradición metafísica heredada. Esta es asimilada dialógicamente y no depende, por lo tanto, de una experien cia personal, trascendental y sui generis de la realidad metafísica. De esta mane ra, Martino concluye su tercera sección del libro justificando la atribución de una mística en los Yogasütras a partir de aquellos elementos en común con las Enéadas.

Para concluir, creemos firmemente que la exhaustividad, precisión conceptual y solidez argumentativa que ofrece Gabriel Martino en La mística eneádica: genealogía, análisis y comparación, contribuyen exponencialmente al desarrollo de las temáticas por él abordadas aquí, abriendo nuevos caminos para el abordaje de la tradición metafísica. Esto nos permite calificar a este libro como una obra de consulta y referencia imprescindible para todo aquel que quiera ahondar en la problemática de la mística de Plotino.

Sin dudas el lector encontrará en esta obra una fuente de inspiración para continuar con este diálogo incesante entre tradición y presente vivo, así como herramientas para ver la realidad misma como el enigma que es.

Ulises Leandro Drisner 1

1 UBA

REFERENCIAS

Alejandro Cassini y Juan Redmond (eds.), Models and Idealizations in Science: Artifactual and Fictional Approaches, Springer, 2021, 286 pp. [ Links ]

Gabriel Martino, La mística eneádica: genealogía, análisis y comparación, Buenos Aires, Teseo, 2020, 616 pp. [ Links ]

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