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Población y sociedad

versão On-line ISSN 1852-8562

Poblac. soc. vol.20 no.2 San Miguel de Tucumán dez. 2013

 

RESEÑAS

Lugares de diablos. Tensiones del espacio y la memoria.
Gastón Gordillo, Prometeo, Buenos Aires, 2010, pp. 350.

 

Lugares de diablos es producto de muchos años de trabajo de campo y de la discusión y debate en distintos ámbitos universitarios: la Universidad de Buenos Aires -donde Gordillo cursó sus estudios de grado en Antropología-, la Universidad de Toronto en la que realizó su tesis doctoral, base de este libro; Yale y Harvard donde radicó como investigador visitante, y finalmente la Universidad de British Columbia, en Vancouver, en la que se desempeña actualmente como profesor. Su sólida formación teórica, reflejada en este libro, acompaña a un gran conocimiento empírico de la región chaqueña, de sus gentes y de su historia, a las que, durante un período de más de 20 años, Gordillo visitó periódicamente en largas estancias de trabajo. Acá se trata puntualmente de una grupo toba radicado al Oeste de Formosa Sendas citas de Antonio Gramsci1 y de Theodor Adorno2 abren el libro dejando explícitamente en claro la mirada del autor que guía toda la exposición posterior. Retomando el postulado gramsciano de la terrenalidad del pensamiento, Gordillo se propone fusionar las experiencias de lugares con las relaciones históricas que las hacen posibles, otorgando a la memoria una dimensión espacial. En la consideración de que los lugares se construyen y se deconstruyen a través de prácticas, campos de poder y relaciones sociales, advierte, además, que los lugares son resultado de contradicciones sociales. De tal manera, Gordillo propone demostrar que lugares como el monte, los ingenios azucareros o las misiones anglicanas no fueron espacios rígidos, sino relacionales, producto de experiencias históricas entre actores sociales. En un abordaje dialéctico analiza esas relaciones para revelar confrontaciones y oposiciones, que entre los tobas surgen en un "habitus especializado" construido por la memoria.
Tensiones del espacio y la memoria son ilustradas por los espíritus que la gente toba denomina payák, y que tras la experiencia de misionalización anglicana se tradujo como "diablo". Gordillo encuentra que su presencia es una de los temas principales que articulan los lugares analizados (el monte, los ingenios azucareros y las misiones anglicanas) y que como resultado de la experiencia toba en ellos los payák adoptan distintos rasgos, pudiendo causar terror, enfermedad y muerte (en el caso de los cañaverales del ingenio), o ser considerados, aunque siempre impredecibles, como fuente de comida y poder curativo en el monte.
El libro se compone de tres partes, que a la vez son momentos de un movimiento que el autor define como simultáneamente histórico, espacial y analítico. Se trata de un análisis de gran contenido histórico, tan necesario como poco habitual en los estudios antropológicos. Pero la historicidad que rescata Gordillo no refiere sólo a lo "efectivamente ocurrido" -tal la concepción rankeana de la historia- sino también al registro de los actores sobre lo ocurrido, es decir la memoria.
La primera parte: La construcción del monte analiza, desde la época colonial hasta los comienzos del siglo XX, cómo el espacio toba, el monte, fue fracturado y construido en la memoria por experiencias de violencia, dominación y resistencia. Desde la localización geográfica de las comunidades tobas en estudio (oeste de Formosa), pasando por el monte, el bañado, hasta las fincas poroteras y el ingenio San Martín del Tabacal, en Salta, y las misiones anglicanas sobre el Pilcomayo, el autor narra la historia desde el tiempo de "los antiguos" intercalando su propia experiencia en el campo y los resultados de su investigación histórica, con las conversaciones con la gente toba, de modo de detectar cómo los rastros espaciales y recuerdos se intersectan en la configuración de los lugares de estudio. En esta primera parte el énfasis está puesto en las transformaciones que afectaron a cada lugar hasta el siglo XX. Así, la memoria toba de "los campos" se opone a la del "monte"; mientras éste último representa la configuración actual de sus tierras, los campos simbolizan una geografía históricamente específica ya desaparecida, anterior a la colonización criolla y la introducción de ganado que alteró el paisaje. Lo mismo ocurre con la misión anglicana, recordada como el comienzo de una era de paz producto de la capacidad de los misioneros de detener la violencia del ejército, como así también la de los "antiguos",
que dejaron de ser brutales y paganos; a la vez Misión El Toba es recordada como lugar sujeto a nuevas formas de disciplina. Las experiencias narradas sobre la misión y las consideraciones históricas y antropológicas que proporciona el autor respecto a su desarrollo, prácticas y relaciones con los poderes establecidos, muestran similitudes con otra experiencia misional en el Chaco, la de los franciscanos establecidos sobre el río Bermejo en la segunda mitad del siglo XIX.3
La segunda parte: Huesos en los cañaverales se sitúa en San Martín del Tabacal, desde su creación hasta la mecanización de la zafra en la década de 1960. Gordillo analiza las memorias tobas de esta experiencia de trabajo, las de extrañamiento, muerte, enfermedad y terror emblematizadas en las figuras de diablos, pero también las contradictorias que recuerdan al ingenio como el lugar del que "se volvía rico", de donde se obtenía dinero y mercancías, y también como un espacio de mayor libertad (representada en los bailes, las libres relaciones sexuales y el consumo de alcohol) en contraste con la misión anglicana. Sumamente interesante resulta el análisis de las memorias tobas sobre las figuras "del patrón Costas", de Perón y de Eva y las primeras huelgas así como la percepción de diferencia con los demás trabajadores (bolivianos y criollos) "ricos", frente a ellos, aborígenes "pobres". En la cesura que implicaba esta diferencia se asienta la explicación: "Patrón Costas nos ensañaba que no nos metamos [en huelgas] para no tener hambre. Los ricos ya tienen algo, entonces ya hacen huelga. Ya tienen para gastar". Para quienes estudiamos, años atrás, los mercados de trabajo generados por los ingenios azucareros y nos preguntábamos sobre las identidades de clase y étnicas, y sobre las posibilidades de acción conjunta de los trabajadores, estas memorias son reveladoras, aunque también puedan resultar contradictorias -lo que en realidad no hace más que confirmar la validez del abordaje de Gordillo- con lo conocemos de una de las primeras huelgas del ingenio Ledesma, en Jujuy, en 1918, que contó con el apoyo de "los caciques de los cuatro mil indios venidos del Chaco". 4
La tercera parte: Mariscando hasta el fin del mundo, se dedica al análisis de las memorias presentadas en los capítulos anteriores y que resultaban centrales en la cotidianeidad de la gente toba en la década de 1990. La tensión entre la memoria de extrañamiento, enfermedad y riqueza proyectada sobre el ingenio, en contraste con la de salud, conocimiento, probreza/abundancia asociada al monte, se simbolizan en la diferencia entre los diablos del monte y los de los ingenios. Todo ello sin olvidar el legado de la misión anglicana, en una memoria también contradictoria. Al finalizar el libro, el autor introduce la cuestión de las nuevas fracturas espaciales creadas a partir de la presencia de agencias estatales actuales, de las  operaciones políticas y de las luchas y negociaciones con los criollos.
En las conclusiones Gordillo retoma el punto de partida remarcando que "[...] los lugares analizados en este libro nunca estuvieron ‘sin estar conscientes unos de los otros', sino que estuvieron constituidos a través de su permanente  interacción. Estas interacciones son eminentemente negativas, en el sentido de que están basadas en contraste  y oposiciones. El simbolismo de curación enraizado en el monte sólo puede comprenderse plenamente en términos de la memoria de enfermedad y cuerpos sufrientes en el ingenio. El baile en San Martín del Tabacal ganó su fuerza semántica en la alienación de los cañaverales y su contraste con el control social que los misioneros ejercían en Misión El Toba. Las percepciones sobre la degradación del monte están en parte definidas en oposición a lajeGó como lugar de exuberancia natural [...] Esta dialéctica desestabiliza cualquier visión de los significados como una propiedad inherente a ciertos lugares..."
"[...] el pensamiento dialéctico necesariamente crea vértigo y florece en él. Parte de este vértigo, el mismo que experimenté al escribir este libro, deriva del hecho de que la dialéctica implica pensar en términos de contradicciones pero también, como lo señala Adorno, en contra de ellas: esto es, exponiendo políticamente las contradicciones como fuentes de sufrimiento social y socavando su reificación en leyes de corte positivista. El vértigo, en resumen, es una señal de que las contradicciones no han sido transformadas en reglas teleológicas separadas de la historia y que, por el contrario, siguen vinculadas con la coyuntura absolutamente espacial de la práctica social. Esta apertura, como lo sugiere Adorno, es su esperanza."

Ana A. Teruel
Unidad de Investigación en Historia Regional Investigaciones Sociohistóricas Regionales (CONICET - UNJu)

NOTAS

1"La filosofía de la praxis es un ‘historicismo' absoluto, la secularización y terrenalidad absoluta del pensamiento." Antonio Gramsci.

2"Proceder dialécticamente significa pensar a través de contradicciones, por el mero hecho de la contradicción una vez experimentada en el objeto, y en contra de esa contradicción". Theodor Adorno.

3 Puede consultarse al respecto: TERUEL, Ana A. (2005). Misiones, economía y sociedad en la frontera chaqueña del Noroeste Argentino en el siglo XIX. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes.         [ Links ]

4 TERUEL, Ana A. y FLEITAS, María Silvia (2004). "Historiando las revelaciones de Bialet Massé en torno a los trabajadores y conflictos sociales en los ingenios de Jujuy". En: LAGOS, M., FLEITAS, M. S. y BOVI, M. T., A cien años del Informe de Bialet Massé. El trabajo en la Argentina del siglo XX y albores del XXI. Jujuy: UNHIR-UNJu.         [ Links ]