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Población y sociedad

versão impressa ISSN 0328-3445versão On-line ISSN 1852-8562

Poblac. soc. vol.30 no.1 San Miguel de Tucumán jun. 2023

http://dx.doi.org/https://doi.org/10.19137/pys-2023-300106 

Notas

Los vaivenes de la escritura: una publicación sobre las Comunidades Originarias y Grupos Étnicos del Norte Argentino

The ups and downs of writing: a publication on the Native Communities and Ethnic Groups of Northern Argentina

Matilde Malizia 1  matumalizia@yahoo.com.ar

Matilde García Moritán2  matilde@proyungas.org.ar

1Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Universidad Nacional de Tucumán, Argentina

2Fundación ProYungas, Argentina

Resumen

Esta nota tiene por finalidad contar los vaivenes por los que atravesamos hasta publicar el libro Grupos Étnicos y Comunidades Originarias del Norte Argentino. La delimitación de la región que abordamos –que incluye 13 provincias– fue el resultado de largos años de trabajo de campo durante los cuales tuvimos la oportunidad de conocer la realidad en la que viven las comunidades originarias y sus luchas cotidianas para ser reconocidas. Para el desarrollo del libro consideramos pertinente incluir la mirada de investigadores y referentes especializados en la materia, y mapas temáticos con la localización de las comunidades. Como resultados identificamos en esta región 42 Grupos Étnicos y 1568 Comunidades Originarias.

Palabras clave trabajo de campo; Norte Argentino; Grupos Étnicos; Comunidades Originarias

Abstract

The present note reveals our journey to publishing the book Grupos Etnicos y Comunidades Originarias del Norte Argentino. The delimitation of the approached region –which includes 13 provinces– was the result of long years of field work during which we had the opportunity to access the reality in which native communities live and their daily struggles towards being acknowledged. It was considered pertinent to include the perspective of researchers and specialized referents in the subject, as well as thematic maps with the location of the communities. As a result, we identified 42 Ethnic Groups and 1568 Native Communities in said region.

Keywords field work; Northern Argentina; Ethnic Groups; Native Communities

El punto de partida

El proceso que culmina con la publicación del libro Grupos Étnicos y Comunidades Originarias del Norte Argentino se remonta al comienzo del siglo XXI.[1] A lo largo de dos décadas, las editoras del mismo –Matilde Malizia y Matilde García Moritán– hemos recorrido diferentes caminos académicos y laborales, coincidiendo en algunos trabajos hasta encontrarnos en un punto en el que se hizo necesaria esta publicación.[2] Elaborar un texto de este tipo ha sido un desafío inmenso ya que involucra a una multiplicidad de actores sociales provenientes de distintas disciplinas, ámbitos de trabajo y miradas diferentes. Por ello nos pareció importante reunir en esta nota los vaivenes por los que atravesamos desde que comenzamos a transitar este camino.

A partir de la explosión del gasoducto Norandino, ocurrida en el año 2002 en la localidad de El Oculto, Matilde García Moritán tuvo la oportunidad de comenzar a trabajar para la Fundación ProYungas, en la Finca San Andrés, provincia de Salta. Esta finca, de 131.550 hectáreas, es un territorio de selvas, bosques y pastizales correspondiente a la ecorregión de Yungas en el que habita población que se reconoce como Kolla.

Al pasar los días e ir conociendo la historia pasada y presente de la Finca me sentí atrapada por el entusiasmo y el empuje de sus pobladores, que remontan el inicio de su asentamiento al período de expansión del imperio Inca.[3]

Desde hacía unos años, estas comunidades le disputaban la titularidad de la totalidad de la Finca al ingenio San Martín del Tabacal.[4] Recientemente habían habilitado el paso de un gasoducto que llegaría hasta Chile, gasoducto que en el año 2002 produjo un estallido sin causar víctimas, pero destruyendo parte del camino y ladera de la montaña.

Si bien la explosión en El Oculto fue el momento concreto de mi involucramiento con un grupo indígena, de una manera inexplicable para mí, mi memoria me llevaba al momento en que uno de mis bisabuelos, Benjamín Moritán, había participado como militar de la conquista del desierto. Más allá de comprender los hechos desde una perspectiva histórica, yo sentía un extraño sentimiento que me impulsaba a querer mejorar la situación de los descendientes de quienes él había combatido.[5]

A partir de ese momento, la problemática indígena se instauró en Fundación ProYungas como un horizonte que debía ser incorporado en algunos de sus ejes de trabajo, no solo para mejorar sus condiciones de vida sino también, y sobre todo, como una herramienta que permitiera visibilizar su situación. Como resultado, un grupo de investigadores que trabajaban desde diferentes disciplinas –arqueológicas y ambientales– en la Finca, escribió el libro Finca San Andrés. Un espacio de cambios ambientales y sociales en el Alto Bermejo (Brown et al., 2007), para dar a conocer la situación integral de ese territorio. La escritura de este texto dejó abierta una multiplicidad de interrogantes sobre la presencia y la identidad de otros pueblos originarios que también habitaban en la región.

Mientras tanto Matilde Malizia comenzó a trabajar para Fundación ProYungas en el año 2003, en proyectos vinculados con el desarrollo local en el Municipio Los Toldos, ubicado en el extremo norte de la provincia de Salta, en el límite con Bolivia. Estos proyectos estaban orientados al fortalecimiento de las actividades productivas de los pobladores locales a través de la organización y apoyo a los Clubes de Madres dedicados a la elaboración y comercialización de artesanías; y al desarrollo de un proyecto de turismo rural en toda el área. Participar de los mismos posibilitó el contacto con las comunidades Kolla originarias del lugar, referentes fundamentales del entramado social. “Estos proyectos me permitieron conocer en profundidad las costumbres y prácticas ancestrales de los pobladores. Su organización, a través de redes de solidaridad para superar sus necesidades, se plantó ante mi como un horizonte claro de trabajo”.[6]

Posteriormente, ambas nos encontramos al participar en el Proyecto Alto Bermejo, una iniciativa de cooperación internacional que tenía como fin gestionar e implementar actividades de desarrollo sustentable en esa región. Esto nos dio la oportunidad de recorrer durante algunos años el Norte Argentino con la idea de conocer la realidad de sus habitantes. En el marco de este proyecto, en el año 2005, se presentó la ocasión de trabajar juntas para realizar una investigación sobre las condiciones de vida de los habitantes del poblado Los Naranjos (Finca San Andrés) en el que se buscaba instalar una micro-turbina hidroeléctrica. Tanto en este lugar como en otros donde llevamos adelante nuestros trabajos de campo, habíamos identificado la presencia de diversos grupos étnicos que se diferenciaban por el idioma, la economía, los ritos, las costumbres y la cosmovisión. Advertimos también que muchos de los integrantes de estos grupos sabían que la reforma constitucional realizada unos años atrás –en 1994– reconocía la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios en Argentina y les abría un camino hasta ese momento inexistente. Las comunidades comenzaban a organizarse y a tramitar las personerías jurídicas –situación que les llevaría varios años– como la vía legítima para plantear sus necesidades y reclamos. También aparecieron representados, por primera vez, en el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INDEC), a través de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI).[7]

En paralelo al desarrollo paulatino de estos procesos, Matilde Malizia se especializaba en el estudio de las transformaciones socio-espaciales de áreas urbanas, en tanto Matilde García Moritán continuaba trabajando y acumulando una cantidad de información cuantitativa y cualitativa sobre los pueblos originarios que superaba las expectativas, ¡las bitácoras de campo y las planillas se agrandaban más y más! Esto, además, se combinó con la lectura de material bibliográfico y documentos oficiales que aportaron conocimientos imprescindibles acerca de las condiciones socioculturales que atravesaban estos pueblos.

La existencia y el derrotero seguido por los indígenas se convirtió en un área de interés compartido por las autoras de esta publicación y por otras personas, tanto de ProYungas como de otros ámbitos académicos. Mientras tanto los gobiernos provinciales, en colaboración con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), fueron organizado lentamente los Registros de Comunidades Aborígenes, que proporcionaban datos valiosos; sin embargo, salvo que algún especialista conociera puntualmente dónde estaban ubicadas muchas de ellas, se desconocía su lugar exacto. Así surgió la posibilidad de elaborar mapas temáticos en los cuales consignar la localización de las comunidades diferenciadas por sus grupos étnicos. El primer mapa diseñado fue el de la provincia de Jujuy, gracias a la capacidad y al conocimiento de María Beatriz Cruz, responsable del Registro de Comunidades Aborígenes de esa provincia. Beatriz, había recorrido el territorio palmo a palmo y conocía con exactitud la ubicación de cientos de comunidades, ubicación que posteriormente fue constatada con la utilización de un GPS –Sistema de Posicionamiento Global, por sus siglas en inglés–.

La elaboración de este mapa dio lugar a la publicación de la primera cartilla sobre el tema: Comunidades Originarias y Grupos Étnicos de la Provincia de Jujuy (García Moritán y Cruz, 2011), en la que contamos con el soporte técnico de miembros de SIGA ProYungas.

Llegadas a esta instancia decidimos ampliar la base de datos de Fundación ProYungas mediante la recopilación y sistematización de información, actividad que se hizo extensiva a las demás provincias del Norte Argentino. Poco a poco avanzamos, con la colaboración de investigadores y referentes, en la confección de los mapas de Salta, Formosa y Chaco, entre otras provincias. Cuando fue posible los resultados fueron presentados tanto a representantes gubernamentales como a los de las comunidades.

Finalmente, la experiencia acumulada a lo largo de los años nos llevó a considerar la posibilidad de elaborar una publicación que, desde una mirada abarcadora, abordara la situación de los pueblos originarios en el Norte Argentino, en tanto creemos que es un tema prioritario en el contexto histórico actual, tanto nacional como latinoamericano.

Para conocer el contexto en el que se desarrolla la vida diaria de los indígenas, así como los procesos de etnogénesis ocurridos en cada provincia (Bocara 1993), exploramos publicaciones, informes, narraciones y relatos. Además, seleccionamos un grupo de investigadores y referentes especializados en la temática, provenientes de diversos ámbitos académicos y disciplinares, con quienes nos contactamos planteándoles nuestro proyecto. La mayoría aceptó el reto. No obstante, a los pocos meses de iniciado este camino sobrevino la pandemia de COVID-19 y el respectivo aislamiento social, preventivo y obligatorio. Durante ese periodo todo se ralentizó, algunos autores cumplieron con los tiempos pactados, otros solicitaron que se ampliaran los mismos, y solo unos pocos entraron en un espacio de silencio hasta desaparecer sin explicar la razón. Entendemos que estos vaivenes respondieron a la situación epidemiológica que dificultó en algunos casos las tareas académicas y en otros la posibilidad de contactarse con las comunidades originarias con el fin de socializar la importancia de la tarea emprendida. Como resultado, por ejemplo, llegaron a nuestras manos, inesperadamente, dos trabajos escritos por distintos referentes para la provincia de Catamarca, mientras que en la provincia de La Rioja los autores convocados, luego de escribir un texto reducido y con escasa información se desconectaron de la tarea. Pese a todo esto, optamos por continuar con el desafío que nos habíamos propuesto.

El camino a seguir

Emprender esta tarea fue todo un desafío, tanto por la magnitud del área de estudio como por la importancia que significó interactuar con pueblos originarios. En el libro Grupos Étnicos y Comunidades Originarias del Norte Argentino analizamos el contexto general desde una perspectiva ambiental, productiva y socio-demográfica y lo vinculamos con la localización actual de las comunidades originarias y la situación en la que se encuentran. Los procesos de reconocimiento identitario y organizacional son, en muchos casos lentos y producto del devenir histórico, y en otros casos adquieren dinámicas inesperadas. En nuestro rol de editoras buscamos establecer una línea de base que permitió intercambiar ideas y constituyó un punto de partida para emprender futuros análisis.

El área de estudio abarca la macrorregión denominada Norte Argentino. Incluye las provincias de Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. Estos territorios, ya sea en su totalidad o en parte, integran a su vez las regiones del Norte Grande y el Gran Chaco Argentino. Para hacer este recorte espacial consideramos que esta macrorregión constituye, más allá de los ámbitos geográfico y político, un espacio social en el que los pueblos originarios comparten un devenir histórico.

En primer término, completamos la base de datos para las trece provincias seleccionadas teniendo en cuenta todas aquellas comunidades que contaban con personería jurídica nacional y/o provincial registrada o en trámite. Para ello accedimos al último listado publicado por el INAI a fines del año 2019 y lo chequeamos, caso por caso, con nuestra base de datos. Con la información resultante diseñamos, junto con técnicos de SIGA ProYungas, los mapas temáticos para las provincias faltantes y corregimos los que ya teníamos hasta obtener la calidad y claridad deseadas.[8]

Luego, y en pos de validar los resultados obtenidos hasta ese momento y conseguir información cualitativa actualizada, invitamos a los investigadores y referentes contactados, a escribir un artículo sobre la situación y el contexto de referencia de los pueblos originarios de las provincias seleccionadas. El abordaje, desde una perspectiva etnográfica, debía atenerse a un marco conceptual que incluía pautas comunes tales como antecedentes históricos, situaciones culturales, procesos organizacionales y reclamos territoriales. La información volcada en estos textos fue incluida tanto en la base de datos como en los mapas temáticos, con el objetivo de ampliarla y construir una visión integral sobre estos pueblos, teniendo en cuenta el contexto actual atravesado por los reclamos territoriales.

El punto de llegada

Optamos por organizar el libro en dos partes diferenciando aspectos generales de las condiciones particulares en cada provincia. La primera parte analiza, desde distintos campos disciplinares, la coyuntura ambiental, productiva y social del Norte Argentino y sirve de escenario para comprender, de manera precisa, la situación en la que se encuentran los pueblos originarios en las provincias analizadas en la segunda parte.

La macrorregión que abordamos es el espacio de mayor biodiversidad del país, en la que al menos dos terceras partes de las especies de plantas y animales habitan sus ecosistemas, conformando a su vez el escenario para las personas que residen en él. Teniendo en cuenta este contexto y la situación de las comunidades que hemos analizado, consideramos que el avance de la frontera agropecuaria debería ocurrir fortaleciendo el mantenimiento de los bienes y servicios de la naturaleza contribuyendo a solucionar las importantes demandas sociales; en particular el acceso a la tierra de aquellas comunidades que aún no lo han resuelto y que viven insertas en territorios de alta valoración ambiental, social y productiva.

Del mismo modo, desde el punto de vista humano y cultural esta macrorregión presenta una gran diversidad. El sur se incorporó tempranamente al modelo de desarrollo agroexportador impulsado sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, basado en la incorporación al sistema capitalista mundial como productor de alimentos. En contraste los territorios situados al norte conformaron un área marginal poco desarrollada, más allá de algunos enclaves productivos. Esta situación ha provocado importantes desequilibrios ambientales y sociales en el territorio.

A partir de esto y con la intención de profundizar la mirada incorporamos una revisión de las condiciones de vida de las comunidades; poniendo en evidencia su vulnerabilidad en un territorio caracterizado por las desigualdades. La ruralidad que caracteriza a gran parte de esta región está marcada por condiciones de carencia, como las limitaciones en el acceso al agua potable, a la energía, a la educación escolar completa y a las condiciones favorables de vivienda.

La segunda parte del libro, como dijimos, está integrada por los capítulos correspondientes a las trece provincias estudiadas. Los/as autores y autoras explican el contexto en que las etnias y sus comunidades desarrollan sus vidas desde diferentes perspectivas teóricas y sobre la base de sus experiencias en terreno. Además, para favorecer su interpretación, estos textos están acompañados por mapas elaborados por el equipo técnico y por un listado completo de las comunidades según su etnia. Hay provincias en las que los procesos y la cantidad de pueblos muestran una realidad muy compleja, mientras que en otras los pasos tendientes a los reconocimientos étnicos son incipientes.

A modo de síntesis, incluimos en esta nota los resultados integrales a los que hemos llegado para poner de manifiesto la magnitud de la temática en el Norte Argentino, sabiendo que los pueblos originarios no solo no han desaparecido, sino que han adquirido nuevas dimensiones en el marco de las luchas que emprenden diariamente para mejorar sus condiciones de vida. En el cuadro 1 exponemos, en forma alfabética, cifras que reflejan la cantidad y variabilidad de los grupos étnicos en relación con su ubicación provincial. En el Norte de Argentina, habitaban, hasta julio de 2021, 42 Grupos Étnicos y 1568 Comunidades Originarias.[9] Los grupos étnicos más representados son los Wichí, Kolla y Toba (Figura 1); mientras que los menos representados son los Toara, Chicha y Lule. En ciertas ocasiones la dinámica del proceso de organización está provocando una posterior diversificación a través del reconocimiento de antecedentes étnicos diferentes, lo que da lugar a la aparición de nuevas etnias. Por el contrario, otros grupos se están fusionando para aumentar su capacidad de lucha.

Cuadro 1 Distribución de Grupos Étnicos y Comunidades Originarias por provincias del Norte Argentino 

Fuente: base de datos Etnias y Comunidades Originarias de Fundación ProYungas.

Cuadro 1 Distribución de Grupos Étnicos y Comunidades Originarias por provincias del Norte Argentino (cont.) 

En esta instancia, analizamos diferentes alternativas para presentar la totalidad de las etnias y comunidades identificadas y optamos por realizar una breve reseña de los grupos étnicos originarios que habitan el área de estudio, con la idea que pueda aportar a la comprensión de su forma de vida y facilitar la localización en los mapas provinciales. Las etnias se presentan por orden alfabético y agrupadas, cuando corresponde, según su origen compartido.

Fuente: Avelina Brown, en Malizia y García Moritán (2022, p. 99) (izquierda); Matilde García Moritán, en Malizia y García Moritán (2022, p. 67) (centro) y Mito Tramontini, informe inédito Fundación ProYungas (derecha).

Figura 1. Señora con rebozo bordado Kolla (izquierda), tapices Toba tejidos en lana (centro) y artesanía Wichí en madera (derecha) 

En la figura 2 presentamos un mapa general en el que utilizamos distintos colores y figuras para representar las etnias y su dispersión territorial. Las ubicaciones de las comunidades no son nunca azarosas y responden a sus trayectorias históricas marcadas por su cosmovisión, organización social, tradiciones productivas y migraciones, entre otras cuestiones. Los puntos de cada comunidad fueron marcados, en la mayoría de los casos, utilizando un GPS y se ubicaron dentro de sus territorios y cuando fue posible en los lugares donde estaban las sedes en las que llevan adelante las reuniones comunitarias. Esto resulta importante en los casos en que las tierras son muy extensas. No ignoramos que la dinámica de los cambios sociales es muchas veces vertiginosa y que esta situación se ha dinamizado, aún más, en las últimas décadas entre los pueblos originarios. Esto, sin duda, dará lugar a nuevas configuraciones hoy impensadas.

Este libro presenta la visión de un momento dado con la esperanza que contribuya para futuras investigaciones. Han transcurrido más de veinte años desde que iniciamos este camino que siempre ha intentado contribuir a la visibilización de la situación indígena en el Norte Argentino. Nuestro recorrido ha sido de unos pocos años, el de los pueblos originarios ha sido de varios cientos de años.

Fuente: base de datos Etnias y Comunidades Originarias de Fundación ProYungas.

Figura 2. Grupos Étnicos y Comunidades Originarias del Norte Argentino 

Referencias

Brown, A.; García Moritán, M.; Ventura, B.; Hilgert, N., y Malizia, L. (2007). Finca San Andrés. Un espacio de cambios ambientales y sociales en el Alto Bermejo. Tucumán, Argentina: Ediciones del Subtrópico. [ Links ]

García Moritán, M. y Cruz, M. B. (2011). Comunidades Originarias y Grupos Étnicos de la Provincia de Jujuy. Tucumán, Argentina: Ediciones del Subtrópico. [ Links ]

Boccara, G. (1993). Fronteras, mestizaje y etnogénesis en las Américas. En R. J. Mandrini y C. D. Paz (comps), Las fronteras hispanocriollas del mundo indígena latinoamericano en los siglos XVIII-IX. Un estudio comparativo (pp. 63-108). Neuquén, Argentina: Artes Gráficas Limay. [ Links ]

Notas

[1]La categoría Grupo Étnico o Etnia hace referencia a un grupo de personas que tienen una ascendencia común y comparten costumbres y prácticas sociales, organizativas, culturales, lingüísticas, religiosas y alimenticias, entre otras. Por su parte, la denominación Comunidad Originaria se refiere a un grupo de personas que comparten vínculos ancestrales, recursos naturales, históricos y culturales en un territorio determinado. Su constitución debe ser acordada en Asamblea Comunitaria y reconocer una jefatura tradicional. Para obtener la personería jurídica que legaliza sus acciones debe estar inscripta en el Registro Provincial o Nacional de Comunidades Originarias.

[2]Nuestra formación disciplinar –Matilde Malizia es Licenciada en Trabajo Social y Dra. en Ciencias Sociales, mientras que Matilde García Moritán es Asistente Social y Antropóloga– sumado a largos periodos de trabajo de campo nos dieron la posibilidad de tener una mirada holística del área de estudio.

[3] Registro de campo de Matilde García Moritán, marzo de 2002.

[4]En la década de los ’90 las comunidades que habitan en la Finca San Andrés habían recuperado parte de su territorio mediante la expropiación de 21.250 hectáreas de selva montana al Ingenio San Martín del Tabacal. Posteriormente, en la década del 2000 consiguieron otras 76.600 hectáreas de bosque montano. Todas ellas fueron escrituradas a favor de las comunidades.

[5]Registro de campo de Matilde García Moritán, mayo de 2002.

[6] Registro de campo de Matilde Malizia, marzo de 2004.

[7] Esta encuesta se llevó adelante durante los años 2004-2005 y permitió identificar y caracterizar a la población indígena del territorio argentino desde el auto-reconocimiento y la ascendencia; con la intención de contar con un panorama general de la situación de los pueblos originarios. Posteriormente, algunas preguntas de esta encuesta fueron incorporadas a los Censos Nacionales y la ECPI, como tal, no volvió a implementarse.

[8] Los mapas incluidos en esta publicación pueden descargarse de forma gratuita en: http://siga.proyungas.org.ar/mapas/

[9] Fecha en la que incorporamos los últimos datos.

Recibido: 04 de Noviembre de 2022; Aprobado: 13 de Marzo de 2023

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