Editorial

Claudio Maíz

Director de los Cuadernos del CILHA
UNCuyo / CONICET
cmaiz@logos.uncu.edu.ar

Jorge Luis Borges constituye un invalorable punto de partida para comprender los grandes cambios que sobrevinieron en la literatura latinoamericana, por tomar una referencia, después de las vanguardias históricas. Lo dicho por cierto no comporta ninguna novedad habida cuenta de que este reconocimiento ha sido hecho mayoritariamente por la crítica. Cristina Piña en la intrododucción al dossier "La trayectoria de los géneros literarios en la posmodernidad" que se presenta en este número del CILHA admite que las nuevas formas de narrar contemporáneas pueden seguirse de acuerdo a los rasgos más estudiados de la escritura borgeana, a tal punto son importantes que pueden tomarse como una verdadera didascálica, guía o modelo. De tal manera que "ruptura e hibridación en cuanto al discurso y a la esfera propia de lo literario será uno de los rasgos fundamentales de la nueva ficción". Pero también este rasgo que se detecta en la obra de Borges constituye un rasgo dominante de la literatura llamada posmoderna. Que Borges fuera o no un posmoderno 'avant la lettre' no es el motivo central del dossier (no descartamos que lo sea de otro), sino pensar la literatura latinoamericana en un marco epocal diferente. Con acierto el dossier se refiere a trayectorias de los géneros literarios, ya que haber escrito sobre géneros y posmodernidad habría sido casi una contradicción. Si hay algo que deja el punto de referencia borgeano es que los géneros están para subvertirlos y no para continuarlos. Esa impronta habrá de estar asimismo en el afán hibridador del posmodernismo.

La historia, el género, el feminismo, los relatos de viaje, el sujeto, la comedia son algunas de las vías de acceso que nos ofrece este dossier para ingresar a la problemática de los cambios que sobrevinieron en la literatura, las artes, el pensamiento por los efectos de la dominante posmoderna. La gramática posmoderna no sólo cuestionó la canonicidad occidental y su adhesión a las estructuras de poder sino que echó las bases de una manera diferente de comprender la crítica literaria. Angel Rama y "La ciudad letrada" es quizás el equivalente modélico dentro de la crítica como Borges lo fue en la creación literaria en razón de que estableció tempranamente el papel dominador de la letra, es decir, las manifestaciones de la "cultura alta" en la configuración de las estructuras sociales en América Latina durante los periodos coloniales y neocoloniales.

Finalmente, el debate sobre el posmodernismo y su potencial productividad en los expresiones humanísticas queda aún como una cuestión abierta y en permanente consideración.