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Cuadernos del CILHA

versión On-line ISSN 1852-9615

Cuad. CILHA vol.14 no.2 Mendoza dic. 2013

 

RESEÑA

Teresa Oreccia Havas. Homenaje a Ricardo Piglia.
Prefacio y compilación. Teresa Orecchia Havas. Buenos Aires: Catálogos, 2012. 342 páginas.

 

Amor Hernández Peñaloza

Universidad Nacional de Cuyo
amorcitohp@hotmail.com

 

Este libro reúne veintiún artículos sobre la obra del escritor argentino Ricardo Piglia, que surgieron en el Coloquio Internacional realizado en Paris los días 30 y 31 de mayo de 2008 y que contó con la presencia del escritor homenajeado, quien pronuncia una conferencia titulada "El escritor como lector", la cual cierra el volumen.

Homenaje a Ricardo Piglia se destaca, según Teresa Orecchia Havas su compiladora y estudiosa de larga data de la obra pigliana, porque cada uno de los textos pretende un recorrido analítico nuevo a su poética narrativa, ya que "profundiza en diferentes vías de análisis y nuevos aportes teóricos y que indagara sobre aspectos y secciones de la obra que hubieran sido poco explorados hasta hoy" (8). El libro está compuesto por seis capítulos, cuyos títulos representan una temática específica estudiada.

El primer capítulo "Estética y poética", contiene dos trabajos, el de Edgardo H. Berg "Cuadros de una exposición (Notas a propósito de Ricardo Piglia)", que explora las siguientes estrategias discursivas dentro de la obra pigliana: 1) El manejo de las citas y los fragmentos textuales, los cuales funcionarían según el crítico como una "suerte de sintaxis y un modo constructivo" (25). 2) El relato de viaje, como forma por medio de la cual proliferan múltiples relatos, ejemplificado en la novela La ciudad ausente. 3) El triller, policial negro o novela testimonial, géneros considerados para examinar la novela Plata quemada. 4) La lectura, "que se hace escritura y la escritura que se hace lectura" (33), sustentando que de esta forma Piglia hace crítica literaria desde un lugar diferente, fuera de la academia y desde la misma ficción, por ejemplo en El último lector, donde según Berg vemos la ficcionalización del acto de lectura. 5) La forma del diario, como una especie de archivo personal de experimentación del escritor que se desvela de apoco en su obra.

Por otro lado, el trabajo de Daniel Mesa Gancedo "`Tren+hotel´: forfait para un acercamiento a la supermodernidad en la narrativa de Ricardo Piglia", ubica a la obra pigliana en la supermodernidad, es decir dentro de un panorama "saturado de elementos" (46) de información, de imágenes, de individualismo, y que son además productos de los "no lugares" concepto desarrollado por Marc Augé. Desde esta perspectiva, Mesa Gancedo realiza un interesante análisis, tomando tres espacios recurrentes que se encuentran en la obra de Piglia y que el investigador llama "anónimos": el tren, el hotel y el bar, y a través de estos ilustra la tipología de los "no-lugares", de lo supermoderno, del "espacio de circulación, de consumo y de comunicación" (55), medio para apropiarse de la historia de otros e "indagar en su patrimonio narrativo, aquello que no vivió." (68).

En el segundo capítulo "Teoría y práctica del cuento", se compilan cinco artículos. "Ricardo Piglia y el cuento" de Rose Corral, quien reflexiona sobre la escritura y las teorías de Piglia sobre el género cuento. Primero, distingue en el diario "la ficción de origen" de los cuentos. Después realiza un breve repaso de los cuentos piglianos, con el fin de demostrar que desde "el primer Piglia" está asentada una poética del cuento que se despliega mientras los escribe. Una poética, que según la estudiosa, ocupa un lugar primordial la noción de lo secreto, de lo oculto, en donde se encontraría la "pregunta por el sentido, por la verdad de una historia" (86).

Adriana Rodríguez Pérsico en "La invasión, cuarenta años después", fija su mirada crítica en el primer libro publicado por Ricardo Piglia, tratando de hallar los elementos que han permanecido y los que se ha transformado a los largo de las varias ediciones de La invasión; ratificando la presencia de Emilio Renzi "alter ego" del autor, como portavoz que testimonia "la experiencia irrecuperable" (95).

El título "Algunos eslabones para el cuento (´El pianista`)" de Trinidad Becerra, desarrolla a partir del análisis del cuento "El pianista" la idea de la conjetura en la narración pigliana, teniendo en cuenta que intentar encontrar a la verdad, descubrir el secreto que posee todo cuento, solo es posible a través de la ficción dentro de la ficción, esto es lo tal vez lo "único real" (105).

Eduardo Becerra en "El interlocutor y la segunda historia en los relatos de Ricardo Piglia", considera tres cuentos: "El amigo", "Mata-Hari 55" y "Las actas de juicio" para tratar los usos y sentidos de la voz y la posición del narratario, con el propósito de demostrar que la verdad que el relato revela, es condicionada por los aspectos esenciales de su forma que solo puede ser narrada, además afirma que el interlocutor del relato no es una presencia borrosa sino es "presencia explícita dentro del marco narrativo" (111).

El último texto que aparece en este capítulo es de Christian Estrade, quien aborda "La nouvelle o cómo narrar el origen de la ficción" y tiene como eje de análisis la forma doble que contiene las tres nouvelles escritas hasta ahora por Ricardo Piglia: Nombre falso, Prisión perpetua y Encuentro en Saint-Nazaire. De acuerdo con Estrade, la nouvelle pigliana presenta una forma original compuesta de dos relatos autónomos que juntos componen un sistema "una nouvelle". Además, demuestra que la nouvelle se caracteriza porque en el primer relato se postula lo real, la experiencia de la lectura, mientras que en el segundo se postula lo ficcional, la experiencia de la escritura como producto del texto leído en el primer relato.

Asimismo, Estrade en este relevante trabajo sobre la nouvelle pigliana, analiza su matriz a partir de tres figuras: 1) El personaje lector, quien analiza los textos leídos y los incorpora en la narración. 2) La serie o reconstrucción a escala del texto. 3) La repetición como elemento significante y estructurante del texto, ya que encontramos "hombres y mujeres que repiten hasta el infinito su propia historia, obsesionados por su propia experiencia y la posibilidad de transmitirla (123). Estas tres figuras de la nouvelle pigliana, ponen en escena la lectura y escritura que funcionan como "imaginarios narrativos que acoplan dos relatos un texto motor y un texto producto" (127), concluye el crítico.

El tercer capítulo "Diálogos entre escrituras", reúne seis estudios. Abre el capítulo Rita Gnutzmann con "Arlt sí está.  Dígale que llamó Ricardo Piglia", dedicado a encontrar las huellas de Arlt en la obra pigliana. En primera instancia realiza un panorama general de la presencia arltiana, pero después centra su análisis en dos cuentos "Mi amigo" y "La honda", ambos unidos, según la estudiosa, por los siguientes temas arltianos: la traición, el odio al trabajo, el robo, el fracaso y el dinero.

En "El Borges de Piglia", Daniel Balderston realiza un recorrido por la narrativa pigliana, poniendo especial atención en el cuento "Las actas de juicio", en el libro de ensayos El último lector, en la nouvelle Nombre falso y en las novelas Respiración artificial y Plata quemada para encontrar los rastros del escritor Jorge Luis Borges en términos de "reflejos e interpolaciones", ya que según el investigador, Piglia piensa la literatura desde la estructura de la obra de Borges, llena de desvíos y juegos del lenguaje, llevado a cabo por el trabajo con materiales ajenos.

Bajo el título "Las formas de la política y el estatuto de la verdad en las obras de Rodolfo Walsh y Ricardo Piglia", Diego Alonso reflexiona sobre las intensas reflexiones que Piglia mantiene con la obra de Walsh, desde la tensión que ésta presenta entre testimonio y denuncia con lo ficcional y por tanto el estrecho vínculo con la política y con la verdad.

Por su parte, Teresa Orecchia Havas en "Claroscuro. Modos del canon argentino" indaga sobre la visibilización del ejercicio de la lectura que "actualiza un poder de la literatura que va más allá de la ficción" (169) en la obra pigliana. Además, realiza una especie de comparación de las lecturas de Walsh y Piglia, para concluir que para los dos escritores el problema es: cómo contar la verdad a través de la escritura.

"Piglia, lector de Kafka" de Vera Broichhagen, es un artículo que trata de responder qué significa la figura y la obra de Kafka en la narrativa pigliana. Para encontrar una respuesta, la estudiosa parte de la idea en la cual Piglia realiza crítica por medio de la ficción y teniendo en cuenta esta premisa, examina en Respiración artificial y El último lector dos aspectos que distinguen al mundo kafkiano: la duda y la interrupción, los cuales le brindan a Piglia una "infinita variedad de formas posibles" (201).

"Raro cisne" de Julio Premat, es un título que alude a la figura que usaba Borges para representar al lector "cisne tenebroso y singular", que vendría siendo según la mirada de Premat Ricardo Piglia, ya que como lector escudriña, investiga, descifra, descubre para  escribir, porque para él  "leer es revelar, leer es narrar, leer es ser" (207). Tres actos analizados por Premat en la obra pigliana, para explicar que para Piglia "leer es escribir entrando en el imaginario de la cultura" (214) y que muy al estilo de Borges, la literatura sería para el autor un gran libro hecho de autores, escritores y lectores. 

El cuarto capítulo "Procedimientos, motivos y temas" agrupa cinco estudios y se inicia con "La narración en la obra de Piglia: cajas y encajes" de Magali Sequera, quien aborda el motivo de "la caja" presente constantemente en la narrativa pigliana, en la cual los personajes encuentran historias pero también, ahí se guarda la verdad, que si se saca puede ser peligrosa. Además, utiliza la imagen de las "cajas chinas" para visualizar el carácter incesante de la narración, la multiplicación de relatos, y a través de la "caja musical" hace una equivalencia entre cantar y contar en la obra pigliana.

En  "Asesinos tímidos: teoría y práctica del suicidio en la obra de Ricardo Piglia" de Catalina Quesada Gómez se estudia las repercusiones textuales del suicidio, suceso que origina "el relato del crimen" en la obra pigliana. Por otro lado, Sonia Mattalia en "Ricardo Piglia: el discurso paranoico y algunas mujeres locas", trabaja el papel primordial que representa el discurso de los personajes locos para contar la verdad. Sin embargo, esta verdad, dice la investigadora, no es aceptada en la realidad, por tanto solo encuentra espacio en la ficción, en la escritura literaria, y es desde este lugar, el de los locos, que Piglia puede hacer emerger "la pugna entre ficción literaria" y "ficciones estatales".

Por otra parte, José Miguel García-Romeu en "Unidad diminuta y relato infinito, la tensión de la narración" toma las ideas de amplitud mínima y máxima, lo diminuto y lo infinito, para analizar los siguientes elementos que aparecen en la obra pigliana: 1) El anillo, símbolo de un "movimiento infinito" de repetición y variación. 2) La máquina, productora de relatos futuros con variantes y repeticiones. 3) El mapa, como maqueta que crea la ilusión que permite llenar los espacios vacíos que hay entre la realidad y la irrealidad. 4) La carta, representa la interrupción del deseo. Con todos elementos, dice García-Romeu, Piglia en su narrativa mantiene la tensión entre lo diminuto y lo infinito.

En "Viaje transgenérico por las ciudades sonámbulas de Piglia" de Cristina Breuil, está dedicado a la novela La ciudad ausente y a las diferentes versiones de la misma: la cinematográfica (La sonámbula de Fernando Spiner) y la novela gráfica (Luis Scafati y guión de Pablo de Santis). Demostrando la metamorfosis genérica de la novela y por tanto la renovación de las "tradicionales concepciones de la autoría de la obra, así como la de los ciclos ficcionales." (273).

El quinto capítulo "Primeras personas", comprende dos textos, el primero de Ana Gallego que se llama "¿Quién es quién? Los yo (es) de Ricardo Piglia", revisa la antología realizada por Piglia en 1968, titulada Yo, donde el autor además de elaborar un "mapa de las lecturas autobiográficas de la Argentina", construye una especie de biblioteca personal y muestra sus modos de leer. El segundo análisis que encontramos en este apartado es "Vida de lector" de Graciela Speranza, quien propone un ejercicio crítico-ficcional, en el cual a manera de diario la estudiosa rinde un homenaje a Ricardo Piglia y reflexiona sobre la importancia de este género y de la lectura en la escritura de la ficción pigliana que abre "la posibilidad de otra vida" (305).

En el sexto capítulo "Una propuesta para el futuro", solo encontramos el trabajo de Jorge Fornet titulado "Un libro de tapas azules o el arte de narrar al revés", en el cual el especialista en la obra de Ricardo Piglia, resalta desde el título la importancia del valor del diario en este autor, señalando que este género sintetiza la forma en que deberíamos leer a Piglia "al revés". Así pues, Fornet nos guía por el espacio de la lectura de Ricardo Piglia y la forma en que remite al lector a su momento iniciático y le propone una manera de leer su obra, a través de sus prólogos, epílogos, notas y fragmentos de ese diario que se publica poco a poco.

El sexto capítulo contiene la "Conferencia de Ricardo Piglia", denominada "El escritor como lector", donde Piglia hace un reconocimiento de la presencia e importancia del escritor polaco Witold Gombrowicz en la historia de la literatura argentina.

Así pues, Homenaje a Ricardo Piglia proporciona al lector una visión más que panorámica de los temas y problemas que articulan la narrativa pigliana, por medio de nombres representativos de la crítica del autor homenajeado y por tanto el rigor de sus análisis, pero también a partir de nuevos investigadores que exploraron los avatares de la escritura de Ricardo Piglia.