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Cuadernos del CILHA

versión On-line ISSN 1852-9615

Cuad. CILHA vol.22 no.1 Mendoza jun. 2021

 

Reseñas

Torres-Astacio, A. (2020). Bastardos de la modernidad. Peter Lang.

Antonio Sajid LópezMéndez1 

1University of Florida. Estados Unidos. antoniosajid@ufl.edu

Torres-Astacio, A.. 2020. Bastardos de la modernidad. Peter Lang,

Bastardos de la modernidad (Peter Lang, 2020) es una lectura transversal y crítica sobre la cultura del rock en el bildungsroman (o novela de formación) latinoamericano. Su autor Alexander Torres-Astacio, entusiasta del rocanrol y de la literatura, nos revela una tradición de universos literarios en donde el género se enarbola como soporte existencial pare el desarrollo de tramas y personajes. Esta investigación, que originalmente fue concebida como disertación doctoral, se ha transformado en un libro que iluminará, a las próximas generaciones, el análisis y la evaluación del influjo rocanrolero en la vida y modos de ser en América Latina. El corpus básico de esta investigación lo comprenden seis novelas representativas que se ubican en tres zonas geográficas: de México, De perfil (1966), de José Agustín e Idos de la mente (2001), de Luis Humberto Crosthwaite; de Colombia, ¡Que viva la música! (1977), de Andrés Caicedo, y Técnicas de masturbación entre Batman y Robin (2002), de Efraim Medina Reyes; y de Argentina, Cómo desaparecer completamente (2004), de Mariana Enríquez, y Mi nombre es Rufus (2008), de Juan Terranova. Torres Astacio estructura el acercamiento crítico en seis lúcidos capítulos, titulados efectivamente y en el siguiente orden: el bildungsroman, la modernidad y América Latina; el ethos barroco y el rock; el impacto del rock en la identidad nacional mexicana; repensando modernidades rivales en Colombia desde el rock; el rock en Argentina: la luz de Dionisio en tiempos de barbarie estatal y económica; y, todos somos bastardos de la modernidad, provocador título del capítulo final que vale también como síntesis de la propuesta.

Torres-Astacio nos ofrece un acercamiento cualitativo y transdisciplinario que facilita la interpretación de los cruces entre las variantes barroca y capitalista de la modernidad. Ahora, ¿cómo define el autor el término “modernidad” para efectos de la investigación? Torres-Astacio adopta el modelo de modernidad del filósofo Bolívar Echeverría, quien propone que existen cuatro ethos o comportamientos de la modernidad: el barroco, el clásico, el romántico y el realista. Para Echeverría todos los ethos coexisten, pero los que más desarrolla en su obra son el ethos barroco y el ethos realista, dado que corresponden a la configuración de una vida sociocultural, cualitativamente satisfactoria, y a una forma capitalista de ser en el mundo respectivamente. Es aquí donde el rock latinoamericano se instaura como sinónimo de la modernidad, impulsando un desarrollo sociocultural y económico que emula a la escena moderna de los países del primer mundo. Esta articulación entre lo barroco y el rock, sin embargo, no es una extensión del capitalismo estadounidense, sino la resistencia; un movimiento que cuestiona y trasgrede todas las imposiciones neoliberales. Torres-Astacio consolida en la palabra “bastardo” este fenómeno, puntualizando tres referentes: el primero, que los personajes en formación no son hijos ilustres de nadie, ni pertenecen a ningún círculo especial de ninguna sociedad; el segundo, una clara conexión con el Barroco como corriente intelectual y estética, en donde el ser humano se aleja del concepto dios; y por último, la cultura juvenil que surge en la segunda mitad del siglo XX y que reniega de la hipocresía de los padres, hallando un refugio auténtico en la omnisciencia del rock.

De acuerdo con el estudio, el rocanrol en México genera una contracultura que encarna la necesidad de desvincularse de un mundo nacionalista y patriarcal que carece de sentido, ofreciéndoles a los jóvenes la oportunidad de reimaginar el mundo a nivel ontológico. En este proceso de transformación, el mito moderno de la melancolía mexicana modifica su configuración ante el componente capitalista que deforma la vida social tal y como se conocía para implantar como nuevo modelo el individualismo estadounidense. La admisión de objetos y signos culturales anglosajones en la cotidianidad mexicana desafía, en cierta manera, la construcción identitaria de la juventud. No obstante, la experiencia del mestizaje o hibridación se empuña para fortalecer la resistencia de un cuerpo social que no se adapta a los elementos rocanroleros, sino que adapta los elementos rocanroleros a su realidad. Otro de los retos que destaca aquí Torres-Astacio es la fragmentación de la vida familiar. El consumo se instala como núcleo de todos los sistemas sociales, la familia inclusive. Entonces los jóvenes no cuentan con un referente simbólico, sino con una nueva práctica de producción, consumo y depreciación de objetos y símbolos creados para envejecer y desaparecer inmediatamente.

La experiencia del mestizaje observada en la cultura rocanrolera mexicana coincide, hasta cierto punto, con el caso colombiano. El mestizaje o hibridación es fundamental en el barroco latinoamericano porque cultiva las formas prehispánicas o no occidentales (aún dentro de lo occidental) para expresar necesidades que trascienden las demandas, las prácticas y las calculadoras racionales de ser en la modernidad. El mestizaje ofrece maneras espontáneas de relacionarse con un mundo en el cual las mitologías aún dan a la vida un tinte opuesto a la modernidad capitalista, la cual ha insistido en dejar atrás esas tendencias premodernas. El primer rock en Colombia exhibe el desarrollo de una contracultura juvenil que rechaza los discursos hegemónicos. Esta nueva cultura roquera renuncia a las ideologías políticas y económicas enfocadas en la producción y consumo, para abrazar valores cualitativos anteriores a la imposición capitalista. Más adelante, el rechazo al imperialismo propicia que se abrace la salsa como elemento identitario que, a su vez, se contrapone a las imposiciones del capitalismo norteamericano. Sin embargo, la experiencia de la formación hallará en terreno colombiano que ningún ejercicio social es lo suficientemente sólido para detener el devenir de un capitalismo cada vez más crudo; por tanto, la erradicación absoluta de los sistemas sociales se suma como válida estrategia de resistencia que no descarta el suicidio.

Para entender el caso de Argentina, Torres-Astacio nos brinda una síntesis de la reestructuración social e ideológica del peronismo. Perón coloca como protagonista de la escena nacional a una clase obrera que ahora existe en sólida contraposición a las clases dominantes y el capital. Estas fuerzas antagónicas, peronistas y antiperonistas, resultan en la dictadura militar de 1976 a 1983 cuya presencia en la producción cultural contemporánea persiste. Surge en este contexto la industria discográfica del rock, prometiéndoles a los jóvenes un escape a las luchas hegemónicas de la eclosión política. Por supuesto, la escena del rock argentino ha estado matizada por la violencia y las corrientes reaccionarias. Si bien no se aprecia en Argentina el enorme influjo barroco de la hibridación, sí coincide con México y Colombia en el obstáculo que supone la imposición capitalista en un sistema totalmente incompatible. Ante las injusticas abismales que el capitalismo generó en Argentina, el rock se erige como un fenómeno sociocultural aglutinante, capaz de construir una identidad juvenil desafiante y antiimperialista. Se podría decir que el rock ha sido una forma de narrar la historia argentina a partir de la mitad de siglo XX, y llega a acompañar las crisis históricas que atraviesa el país.

A modo de síntesis, Torres-Astacio nos dice que el rock en América Latina opera como un agente catalizador que brinda a los jóvenes una forma alternativa de interpretar al mundo. Esta oportunidad amenaza la tradición y la permanencia de unas estructuras nacionales que hasta la fecha habían favorecido el desarrollo de proyectos decimonónicos. La novela de formación o Bildungsroman no desapareció como genero una vez terminada la Primera Guerra Mundial, sino que se transformó, adecuándose no solo a las revoluciones políticas y económicas sino también sociales. La experiencia del mestizaje permitió enfrentar, de manera creativa, las imposiciones del sistema de signos neoliberales, adaptándolos a una forma latinoamericana de ser en el mundo, a pesar de la violencia y sus rizomas.

Este libro analiza una cantidad considerable de elementos que, a simple vista, podrían parecer dispares. Sin embargo, la transversalidad del marco teórico proporciona una comprensión fluida de todas las intersecciones ideológicas y socioculturales, convirtiendo el texto en una referencia necesaria a la que muchos estudiosos del rock en América Latina tendrán que visitar. Es evidente la presencia de importantes pensadores como Wolfgang Welsch y Alfonso de Toro, entre otros trascendentales nombres, pero; es el pensamiento de Bolívar Echevarría la base del aparato crítico y lo que enriquece esta novedosa propuesta de Alexander Torres-Astacio.

Referencias

Echeverría, B. (Comp.) (2010). El ethos barroco. Modernidad, mestizaje y blanquitud. Ediciones Era. [ Links ]

Torres-Astacio, A. (2020). Bastardos de la modernidad. Peter Lang. [ Links ]

Welsch, W. (1998). Rationality and Reason Today. En Dane R. Gordon y Jósef Niżnik (Eds). Criticism and Defense of Rationality in Contemporary Philosophy. Brill. [ Links ]

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