Introducción
El signo de las barras de cárcel es aquel observado en los hemangiomas intraóseos vertebrales a través de la radiología convencional y tomografía computada (TC). Fue descripto por primera vez por Virchow en 1867, seguido por las investigaciones de Perman en 1926 y posteriormente por Bailey y Bucy en 1930, quienes hicieron hincapié en las características imagenológicas presentadas en reconstrucciones tomográficas sagitales y coronales, que traducen el engrosamiento trabecular óseo, rodeado de médula grasa y canales vasculares capilares, con reducción y reemplazo de las trabéculas horizontales que en conjunto ofrecen un aspecto clásicamente descripto como barras de cárcel (►Figs. 1 y 2).1
Características Fisiopatológicas
El signo de las barras de cárcel es muy sugestivo de los hemangiomas intraóseos vertebrales. Se debe a una proliferación de vasos sanguíneos con paredes finas, llenos de sangre, en íntima relación con trabéculas horizontales disminuidas y engrosamiento e irregularidad de las trabéculas verticales, debido a esclerosis ósea generada ante la expansión de la lesión.2
Representan un hallazgo accidental muy frecuente en estudios por imágenes, ya que son tumores de origen en su mayoría benigno, pasando inadvertidos debido a su localización a nivel de la médula grasa, lo que se relaciona directamente con los síntomas clínicos.
Los hemangiomas asintomáticos presentan mayor contenido graso y menor cantidad de vasos sanguíneos, mientras que los sintomáticos son raros o infrecuentes, con carácter expansivo pudiendo manifestarse por destrucción ósea, fracturas por compresión, extensión extraósea, compromiso de la médula espinal y alteración del flujo sanguíneo.2
Hallazgos Imagenológicos
Los hemangiomas intraóseos vertebrales suelen ser de presentación múltiples y su localización habitual es en el cuerpo vertebral a nivel de la columna dorsal inferior, con una mayor incidencia en mujeres (2:1).3
La traducción imagenológica de los hemangiomas vertebrales es en general muy característica y su conocimiento de gran utilidad diagnóstica. Sin duda, en ese sentido, la TC es la modalidad diagnóstica más específica.
La principal característica en imágenes del hemangioma vertebral deriva de la predominancia de un trabeculado vertical engrosado con franca reducción y reemplazo de las trabéculas horizontales.
Dicho patrón estriado vertical trabecular clásico amerita descripciones en imágenes tomográficas coronales y sagitales como barras de cárcel (jail bars) o tela de pana (corduroy cloth) entre otras y en imágenes axiales con un patrón punteado característico, como lunares (polka-dots) (►Figs. 1 y 3).4
En la resonancia magnética (RM), las características de presentación dependerán del contenido adiposo y de agua que presenta el tumor, siendo hiperintenso en secuencias ponderadas en T1, presentando captación de contraste endovenoso luego de la administración de gadolinio.
En secuencias ponderadas en T2 existe mayor intensidad de señal por el alto contenido líquido.2
Las trabéculas engrosadas se verán como áreas de baja intensidad de señal en ambas secuencias.
Diagnósticos Diferenciales
Mientras que los hallazgos tomográficos son de mucha utilidad para diferenciar a los hemangiomas intraóseos vertebrales de lesiones destructivas (metástasis),4 las características en RM no son patognomónicas y deben incluirse metástasis, linfoma, mieloma múltiple, enfermedad de Paget, TBC vertebral y discrasias hematológicas, entre otras.1
Conclusión
La importancia del reconocimiento y detección del signo de las barras de cárcel radica en la posibilidad de sospechar el diagnóstico de esos tumores benignos tan frecuentes y generalmente asintomáticos, como son los hemangiomas intraóseos vertebrales, sin necesidad de realizar estudios complementarios.