SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.14 número2Cuerpo, sexualidad y socialización: intervenciones e investigaciones en salud y educaciónLa gran diferencia y sus pequeñas consecuencias... para las luchas de las mujeres índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Mora (Buenos Aires)

versión On-line ISSN 1853-001X

Mora (B. Aires) v.14 n.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul./dic. 2008

 

RESEÑAS

Barrancos, Dora. Mujeres en la sociedad argentina: una historia de cinco siglos, Buenos Aires, Sudamericana, 2007, 351 págs.

En los años ochenta, la historiadora anglosajona, Joan Kelly Gadol, situaba los desafíos de la Historia de las Mujeres en una doble vertiente. Por un lado, se trataba de devolver a las mujeres a la Historia y por el otro, de restituir la Historia a las mujeres. Proponía, así, transformarlas en sujetos históricos, recuperando sus experiencias, prácticas y voces, con el sentido de escribir una historia propia que, aunque nunca divorciada de la Historia, centrara el foco en aquel sujeto excluido o desapercibido en los grandes relatos. Su propuesta, como la de otras de sus pares generacionales, era un desafío a subvertir las jerarquías entre lo históricamente importante y lo trivial, a repensar las categorías analíticas y a revisar las premisas androcéntricas que sustentaban el quehacer histórico. Pero también, era una invitación a construir una mirada sobre el pasado que revistiera de historicidad a las relaciones sociales entre varones y mujeres, para así explicar las raíces de la opresión y la subordinación femenina.
     Mujeres en la sociedad argentina: una historia de cinco siglos, de Dora Barrancos, es una obra que recorre los pasos y asume los desafíos de aquella innovadora generación de historiadoras entre las cuales se hallaba Joan Kelly Gadol. No obstante, vuelve sobre aquellos pasos y asume sus retos para trazar nuevas y singulares sendas. Inserta en una colección de divulgación y con un arduo trabajo de reconstrucción, análisis e investigación propia, Barrancos construye un relato de largo aliento que parte de los tiempos precolombinos hasta la actualidad. En este gran relato, el foco está puesto en las mujeres, recreando sus escenarios, develando sus presencias, analizando sus experiencias, escuchando sus siseos e invitando a las y los lectores a repensar problemas, procesos y acontecimientos del pasado argentino. Pero las mujeres toman la escena principal no para confirmar los olvidos que para con aquellas ha tenido la escritura de la historia sino para escudriñar cómo en distintos contextos sociales, políticos, económicos y culturales formaron parte de tramas y relaciones de poder, y cómo se consolidaron o transformaron los lugares, las condiciones, atributos, roles y estereotipos en torno a la feminidad y también a la masculinidad. En estos cruces, el género hace su irrupción. Despojado de toda connotación biológica, es para la autora una clave para interpretar un amplio universo de prácticas, discursos, imaginarios, políticas y normativas, que permiten a su vez comprender cómo los vínculos entre varones y mujeres o "entre géneros", como ella refiere, "retratan con rasgos decisivos a las sociedades según cada temporalidad" (12). De este modo, Barrancos generiza al pasado, a sus actores, instituciones, normas, sociabilidades, resistencias e ideologías dominantes o en pugna.
     La obra está estructurada en siete capítulos que, dispuestos cronológicamente, permiten ordenar el relato y, a la vez, dar cuenta de las singularidades de cada momento histórico, para así resituar a las mujeres como actores sociales y comprender cómo en distintas épocas, operaron determinaciones de distinto orden que ciñeron o ampliaron sus lugares, y enmarcaron sus prácticas y experiencias. Este recorrido parte en el primer capítulo, "Mujeres de mundos contrapuestos", donde hacen su aparición aquí las huellas de las mujeres de las comunidades originarias del territorio argentino. Censos, fuentes judiciales, documentos de distinta índole y un extenso conjunto de investigaciones históricas son la materia prima con la que Barrancos construye la última parte de este capítulo, la sociedad colonial. En ésta, el reconocimiento de las prácticas que regularon la sexualidad, el concubinato y el amancebamiento entre las nativas y los españoles, como el matrimonio para las españolas, sirven para señalar las distancias y diferencias sociales entre unas y otras, para reflexionar sobre los rasgos en común de una experiencia signada por la subordinación patriarcal y para destacar cómo la raza y el género constituyeron un entrelazado difícil de sortear a la hora de pensar históricamente aquella sociedad.
     En el siguiente capítulo, "Vida independiente, mujeres sujetadas", el foco se detiene en la convulsionada primera mitad del siglo XIX, desde los confines del virreinato con sus cortesanas, la continua relevancia social y política de la institución familiar, la observancia patriarcal de las casaderas y su contracara encarnada en las prácticas de disenso judicial, los trabajos y la cotidianeidad de un amplio universo femenino, hasta las singulares experiencias de vida de distintas mujeres atravesadas por la revolución, la guerra y la política. Estas entradas permiten a la autora sopesar tras el prisma analítico de género una serie de cambios y continuidades, y más aún, dar un marco explicativo a los límites de una época que, a la par que otorgó una mayor autonomía a los varones, exigió inversamente de las mujeres niveles más estrictos de recato y subalternidad.
     En el tercer capítulo, "Transformaciones en la segunda mitad del siglo XIX", Barrancos atraviesa la compleja época que abarca desde la caída de Rosas hasta el final de la centuria, deconstruyendo cómo a lo largo de esas décadas de intensas mudanzas y proyectos modernizadores, se indexó y consolidó, en términos ideológicos, normativos y culturales, la exclusión pública de las mujeres y su condición de inferioridad. Construyendo una panorámica de los escenarios en los cuales las mujeres actuaron, desde el mercado, el campo, el taller y el destajo domiciliar hasta el magisterio, la escritura y la universidad, evidenciando presencias y relevando experiencias que complejizan y tensan el mapa de una época empeñada en reforzar el sojuzgamiento femenino.
     Socialistas, anarquistas, radicales, feministas, reformistas, activistas católicas, matronas de la elite, hacen su irrupción en la primera parte de "Sociedad y género a principios del siglo XX: el despertar del feminismo", el cuarto capítulo de la obra. Tras sus pasos, agencias y agendas, Barrancos nos conduce a las primeras décadas de un nuevo siglo y a una sociedad argentina calada por la explosión en la escena pública de las nuevas ideologías contestatarias al orden capitalista, por las demandas de la inclusión política y por la organización de los y las trabajadoras. En ese convulsionado marco, las voces de las movilizadas denuncian las condiciones de trabajo de las obreras, proponen la educación femenina y la protección de la infancia, critican o sostienen los valores patriarcales y burgueses o buscan alcanzar el sufragio para las mujeres, provocando iniciativas, espacios de encuentros y también de confrontación y debate entre sus compañeros varones y ciertos grupos de la elite. La travesía continúa hacia las trabajadoras, redimensionando su participación en el mercado de trabajo.
     "Transiciones: el acceso a los derechos políticos y sociales de las mujeres" es el quinto capítulo, que parte en los años treinta, con los fallidos debates parlamentarios por el sufragio femenino y el divorcio. Sobre este último, Barrancos se detiene para iluminar diversos aspectos de una discusión que fue abundante en figuraciones arquetípicas y fantasmagorías sobre la sexualidad femenina. Pasa, a su vez, revista a un numeroso conjunto de agrupaciones, asociaciones y entidades de acción femenina o feminista de distinto tono político e ideológico, que actuaron y se movilizaron en el escenario público argentino, configurando un heterogéneo mapa de agencias, intenciones y prácticas en los umbrales de los años cuarenta. Finalmente, la traza histórica alcanza al peronismo, para interpretar la experiencia de la militancia femenina, el rol de Eva Perón y las tensiones entre una prédica conservadora, en términos de género, y la promoción de la participación política de las mujeres en la construcción partidaria.
     El penúltimo capítulo, "Revoluciones silenciosas y utopías estridentes", abarca los años que van desde la caída del peronismo hasta el cierre de la última dictadura militar. Tras una tarea que resulta faraónica, Barrancos dirige el relato en distintas direcciones. Por un lado, resitúa a las mujeres en una diversidad de escenarios, prácticas y agencias que parten con la participación de las trabajadoras en la resistencia peronista, la apertura a la educación universitaria, las militancias en partidos políticos de distinto encuadre ideológico, incluso en aquellos que tenían organizaciones armadas, o en el movimiento feminista, alcanzando luego a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Por el otro, va hacia los tratos entre los géneros, los quiebres de ciertos tabúes en torno a la sexualidad, los vínculos amorosos, la irrupción de la píldora y las paradojas de la anticoncepción, sopesando rupturas y permanencias en esos tiempos de convulsión política.
     Con "Transición democrática y traspié neoliberal: avances (y algunos retrocesos) de los derechos femeninos" se cierra el libro. Barrancos historiza la creación de programas e instancias institucionales públicas, para luego abordar los nuevos derechos civiles, las reformas del código penal, la ampliación de los derechos políticos a partir de la sanción de la ley de cupo femenino y los derechos reproductivos y sexuales. Pero a lo largo del capítulo, su atención no sólo se detiene allí, sino que explora e interpreta la multiplicidad de acciones, resistencias y agencias que las mujeres fueron generando ante la profundización del modelo neoliberal. Destaca, entonces, el protagonismo femenino en los movimientos sociales, donde las organizaciones piqueteras de Plaza Huincul y Cutral Co, entre otras, ocupan un lugar singular no sólo por la presencia de las mujeres, sino por los desafíos que su inclusión deparó. Finalmente, el relato se cierra recorriendo los inicios de los estudios de las mujeres y de género, y la feminización a la que se asistió en el ámbito de la educación superior y la ciencia, detectando los logros como, así también, los retos que aún quedan pendientes.
     Existe una diversidad de razones que hacen de Mujeres en la sociedad argentina: una historia de cinco siglos una lectura ineludible. Pero me detendré en aquellas que me demandaron volver a examinar los significantes del oficio de la Historia y a reflexionar nuevamente sobre el compromiso político que éste requiere.
     Me gustaría comenzar por destacar su particular carácter, la divulgación. Barrancos logra, y acabadamente, otorgar claves de lectura, análisis y reflexión histórica para aquellos pertenecientes a la comunidad académica tanto como para los interesados en la historia argentina. En tal sentido, contribuye a saldar una dicotomía que ha encontrado y desencontrado a historiadores y divulgadores, al demostrar con su escritura que es posible hacer interpretaciones y narraciones históricas "serias", apoyadas en fuentes, investigaciones y categorías teóricas, y a la vez comprensibles para lectores de distintos espacios, sin banalizar en el relato ni a los protagonistas ni a los procesos abordados.
     Por otra parte, el trabajo de Barrancos es capaz de reencauzar y enriquecer el debate en torno a la Historia de las Mujeres y los Estudios de Género. Su aporte al respecto es inexcusable, al asumirlas no como enfoques divorciados sino más bien como integrantes de un matrimonio que, aunque por momentos muestre sus tensiones, resulta bien avenido. En su búsqueda por historizar a las mujeres, la autora deja de lado las dicotomías o confrontaciones planteadas en el terreno del debate historiográfico para extraer de ambas perspectivas sus aportaciones. De este modo, no sólo logra resituar a las mujeres como sujetos históricos, señalando sus prácticas, experiencias y agencias, sino también interpreta cómo el género articuló y estructuró representaciones, discursos y actitudes en torno a la feminidad, y cómo ambas impactaron en la política, la cultura, la economía y la sociedad. Pero, asimismo, Barrancos va mas allá, al retomar los desafíos más radicales de la Historia de las Mujeres y anudarlos con la reflexión teórica y analítica que comportan los Estudios de Género. Así, torna urgente el reto de aquellas historiadoras que nos precedieron en hacer Historia para comprender
el pasado y transformarlo en heredad para la crítica y el cambio.
     En tiempos de especializaciones temáticas, regionales y temporales, Mujeres en la sociedad argentina: una historia de cinco siglos pareciera estar a contrapelo. Sin embargo, su mirada global, su larga duración y su dispersión física y problemática resultan ser otro de sus más acabados logros, principalmente porque en la historiografía de la región aún se adeudaba una rica y problemática panorámica de los lugares, las condiciones, y las prácticas femeninas, que además contuviera las trazas históricas de los vínculos y las tensiones entre varones y mujeres. Pero a su vez, porque con su construcción es posible reconocer el cúmulo de trabajos e investigaciones que se han llevado a cabo en estos últimos años y la diversidad de fuentes, tópicos y entradas con que contamos para hacer historia. Ese hacer historia que aún está pendiente, y que la autora misma se encarga de clarificar en distintos momentos de la obra, constituye otra de sus valías, que nos compulsa y provoca no sólo a no clausurar ninguna de las dimensiones exploradas sino también a indagar y trazar aquellas historias que todavía deben ser escritas. Barrancos nos ha arrojado generosamente el guante. Recogerlo es el desafío de muchas.

Valeria Silvina Pita

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons