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Mora (Buenos Aires)

On-line version ISSN 1853-001X

Mora (B. Aires) vol.14 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jul./Dec. 2008

 

RESEÑAS

Cháneton, July. Género, poder y discursos sociales, Buenos Aires, Eudeba, 2007, 171 págs.

July Cháneton es doctora en Letras y especialista en Estudios de Género de la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente e investigadora de la UBA en las Facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras. Este texto forma parte de la tesis doctoral "Género, poder y discursos sociales en la Argentina de fin de siglo XX", dirigida por Elvira Narvaja de Arnoux. La edición está comprendida dentro de la colección Enciclopedia semiológica de Eudeba.
     Cháneton inscribe este trabajo "en el campo de la crítica textual con perspectiva de género de la Argentina, siglos XIX y XX". Es destacable esta colocación que es, a su vez, un reconocimiento a un espacio de investigación que, si bien de aparición relativamente reciente en nuestro medio, ya cuenta con una serie de trabajos relevantes que la autora cumple en mencionar.
     La vía de abordaje para el cruce entre género, poder y discursos sociales se nombra sociodiscursiva e implica que género, diferencias y subjetividad deberán aquí entenderse como producción de significados socialmente construidos y, por lo tanto, en términos de discurso o materialidad significante. En una línea declaradamente foucaultiana, el texto plantea que la sociodiscursividad produce y a la vez desestabiliza las subjetividades; así, la materialidad significante, que refiere no solo a palabras sino también a imágenes y estilos corporales entre otros sistemas, establece "en las diversas escenas enunciativas poderosos efectos de sentido que tienden a mantener enlazados los géneros y las identidades sociales". Si bien la producción de discursos que instituyen performativamente el género es parte de la hegemonía cultural discursiva, también esa "producción proliferante de diferencias está integrada en situaciones estratégicas concretas", es decir, "en localizaciones múltiples del espacio público y la vida cotidiana" donde aparecen relaciones de fuerza variables.
     Así, es que Chaneton propone como objeto de estudio la producción de subjetividad (en tanto hablas y cuerpos) como una política significante de las diferencias, identificable en diversos contextos enunciativos. Para comprender la fuerza disciplinaria y cohesionante de la hegemonía, analiza la incardinación en sujetos sociales que "dicen y hacen las diferencias de género de acuerdo con una práctica subjetivante que no se presenta fija, cerrada y anticipable". Para el análisis de la producción sociosemiótica de las subjetividades, se vale de ejemplos tomados de los diversos corpus que construye crónicas periodísticas de lo sucedido en la Cámara de Diputados cuando se trató la Ley de Cupo Femenino; fragmentos de entrevistas a mujeres de la Villa 31 de Retiro; almanaques y publicidades de la histórica publicación Caras y Caretas; fragmentos del diario anarquista La voz de la mujer y reflexiones de personalidades de principios de siglo XX -como Víctor Mercante discurriendo sobre "la mujer moderna"- o de finales de siglo (Mariano Grondona sentando opinión sobre el valor de ser madre).
     La presentación formal del libro opta por dos secciones que se subdividen en capítulos. La primera tiene un perfil decididamente teórico que recorta los alcances del término género; pero, para no olvidar que se trata de un abordaje sociodiscursivo, significativamente ese apartado lleva por título "Nombrar las diferencias de género".
     El primer capítulo de esta sección resulta un esclarecedor recorrido por algunas de las principales ideas y debates de la teoría feminista del siglo XX. La presentación concisa ilumina problemas y tanto confronta como tiende redes entre diversas líneas del feminismo teórico, desde Simone de Beauvoir y el feminismo socialista hasta la producción crítica de las dos últimas décadas ligada al postestructuralismo. Cháneton focaliza en esta última vertiente, sobre todo por el énfasis en la dimensión performativa del lenguaje y la consideración del género como invención. En el segundo y último capítulo de este primer apartado, "Poder y discursos sociales", se centra en el género como "producción social inseparable del lenguaje". La primera sección construye un "artefacto teórico" a partir de herramientas aportadas por la teoría feminista postfoucaultiana, los estudios culturales sajones de raigambre gramsciana, el propio Foucault y otros teóricos sociales como Eliseo Verón, Marc Angenot, o culturales como Michel de Certeau.
     En la segunda parte del libro se interroga por "la posibilidad de una convergencia poética y política para el enfoque crítico de las subjetividades" a través de cinco capítulos. El primero vuelve sobre nombres ya anticipados (Foucault, Scott, de Lauretis y fundamentalmente Butler) para reflexionar sobre la subjetividad como producción sociodiscursiva. De Foucault rescata las "posiciones de sujeto" y las relaciones que aparecen bajo "distintos regímenes de verdad"; de Scott cita que "el género es un campo primario, entre otros, en los cuales se articula el poder"; en tanto que de Butler presenta un apretado recorrido que va desde su lapidaria crítica al binarismo de género, deudor de un "presupuesto normativo heterosexista", hasta el postulado del "género como performatividad".
     En cuanto a los cuatro restantes capítulos, se centran en lo que Cháneton llama "la analítica", es decir el análisis de ejemplos discursivos cuyo foco está menos "en los contenidos" y más en el "modo de producción" con el fin de "llamar la atención acerca de la capacidad configurante de la dimensión narrativa y argumentativa en la producción identitaria de las diferencias de género para el caso particular del colectivo 'las mujeres'". Observa "las hablas", pero también lo que llama "lo visible de los géneros", esto implica analizar los "cuerpos significantes en el discurso icónico" y "las formas de su percepción en la práctica social de acuerdo con la política de género, clase y sexualidad".
     El libro de July Cháneton es elogiable por varios motivos: la presentación de la teoría, aunque abundante en tecnicismos propios de una rigurosa escritura académica, resulta accesible a quien tenga interés en la temática y sólo cuente con una básica formación en ciencias sociales o humanidades; por otra parte, es una abigarrada e informada síntesis de puntos clave de la teoría contemporánea.
     En cuanto a la parte "práctica" de este estudio, el análisis de narraciones identitarias y argumentaciones sobre las diferencias de género que aparecen tanto en entrevistas a mujeres realizadas por la autora como en textos e iconografías halladas en periódicos o en textos científicos, puede considerarse el aporte más original del trabajo. Es notable la sutileza con que utiliza herramientas del análisis del discurso y cómo pone en juego gran parte del arsenal teórico que desplegó en la primera sección para ampliar el horizonte de significado, ver paradojas y contrastes dentro de un mismo discurso. Por ejemplo, Cháneton observa con agudeza algunos pasajes del relato de una entrevistada para destacar la "dimensión micropolítica de la semiosis de género" localizable en un "entre" las fuerzas regulatorias dominantes y los márgenes de gestión de las autonomías". En esa línea puede observarse, en uno de los ejemplos, una "resistencia de baja intensidad", una cierta agencia que aparece cuando la mujer reformula y reinscribe de "modo personal" sentidos de género, sexo y sexualidad.
     Se puede destacar, también, el capítulo en el que se "muestran los usos de la corporalidad humana, en su inevitable configuración de género" y se analizan imágenes alegóricas patrióticas. Significativamente, en esas figuraciones encuentra "hibridez", algo emparentable con las contemporáneas identidades queer, por lo que esas alegorías sexuadas -se puede concluir- también están mostrando el carácter performativo del género.
     Por último, este aporte de July Cháneton es una excelente muestra de cómo los estudios de género en nuestro país pueden tener rigurosidad y espesura teórica. Tanto este trabajo contribuye a la "creación de un saber estratégico" y "situado" (es un hecho interesante que se investigue sobre ejemplos de nuestro medio) que puede que resulte insoslayable para quienes se propongan en un futuro analizar narraciones identitarias y/o construcciones discursivas de género, ya sean icónicas como textuales, en publicidad, en entrevistas periodísticas, o incluso en crítica literaria.

Mayra Leciñana Blanchard

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