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Mora (Buenos Aires)

On-line version ISSN 1853-001X

Mora (B. Aires) vol.20 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dec. 2014

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

Estudio de los roles de seducción según género en jóvenes universitarios entre los 17 y 28 años en Bogotá

 

Gloria Jeanette Rincón Aponte*

* Licenciada en Lingüística y Literatura de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Magister en Lingüística de la Universidad Nacional de Colombia. Docente Universidad Cooperativa de Colombia, sede Bogotá.

Fecha de recepción: 16 de agosto de 2012.
Fecha de aceptación: 6 de junio de 2013.

 


Resumen

Tradicionalmente los roles de género en la cultura bogotana han validado en el varón el lugar de conquistador, quién se aproxima e inicia la primera interacción verbal en situaciones de flirteo, y en la mujer, el rol de la seductora que acostumbra invitar con sus movimientos corporales a que el varón se acerque. La autora presenta los resultados de la encuesta aplicada entre jóvenes universitarios de la ciudad de Bogotá (Colombia) en el mes de febrero de 2012. Este instrumento permitió indagar creencias y estereotipos que influyen en "quién da el primer paso" para iniciar una interacción verbal. El análisis de los datos relaciona el comportamiento inicial de acercamiento de los jóvenes con el modelo cortés del Medioevo, y examina páginas de Internet, blogs y libros que aconsejan a las mujeres seguirse comportando con roles tradicionales femeninos ya revaluados en el siglo xxi. Se concluye que las viejas creencias sobre la seducción y las creencias de la cultura machista colombiana, limitan en las jóvenes el comportamiento inicial de flirteo.

Palabras clave: Flirteo; Jóvenes; Bogotá; Comportamiento no verbal.

Abstract

Gender roles constructed in Bogota culture traditionally have validated in men the role of conqueror who's coming and starts the first verbal interaction in situations of flirting; and in women, the role of the seductive: she usually invites the man with her body movements to approach. The author presents the results of the survey conducted among university students in Bogotá (Colombia) in February 2012. The created instrument allowed to investigate about possible beliefs and stereotypes that influence the concept: "who takes the first step?" to initiate a verbal interaction. The data analysis relates the initial approach behavior of young people with the medieval courteous model, and examines websites, blogs and books that advise women to continue behaving with traditional feminine roles already revalued in the xxi century. We conclude that the old beliefs about seduction and beliefs of Colombian macho culture, limit in young women the initial flirting behaving.

Keywords: Flirting; Young people; Bogota; Nonverbal behavior.


 

Introducción

Las estrategias de interacción en el flirteo y el galanteo han cautivado mi interés investigativo, y por tanto, he explorado los estereotipos creados alrededor del comportamiento validado en la cultura bogotana para mujeres y varones en situaciones de coqueteo. Con este objetivo, diseñé una encuesta para ser aplicada a estudiantes de diferentes universidades de la ciudad de Bogotá. El instrumento permitió recoger algunas creencias y estereotipos de los roles de género que tienen los y las jóvenes universitarios respecto a "quién debe dar el primer paso" para una interacción verbal en situaciones de flirteo (esta expresión significa en la cultura bogotana tener la iniciativa de acercarse y hablar con alguien desconocido con la intención de flirtear).

Según las opiniones recogidas, el "primer paso" para las y los jóvenes que participaron en la encuesta, está influenciado por los roles tradicionales de seducción que le han otorgado al varón mayor libertad para iniciar la interacción verbal y a la mujer, el de la espera. Estos estereotipos de género, al ser modelos de comportamiento esperado, influyen en la decisión de acercarse para iniciar una primera interacción verbal o esperar a que sea la otra persona la que decida aproximarse. El estudio expuesto a continuación intenta demostrar este hecho y pone de manifiesto cómo las creencias y los modos esperados y validados en el flirteo influyen y coaccionan la individualidad de los jóvenes encuestados.

Antecedentes

La investigación realizada por la autora para optar al título en Magister en Lingüística de la Universidad Nacional de Colombia titulada "Análisis del evento comunicativo 'el levante'1 en bares y discotecas de música electrónica de las zonas Chapinero y Rosa en Bogotá" logró demostrar que el éxito del levante como evento comunicativo depende, en buena medida, de cómo varones y mujeres usen elementos no verbales (quinésicos y proxémicos) para mostrar interés en otra persona y la manera en que sutilmente se aproximen. También se demostró que la competencia comunicativa (concepto del sociolingüista Dell Hymes, 1976) exigida para el evento implica que quienes se involucren, asuman roles de género (masculino-femenino) validados en la cultura bogotana para el comportamiento de seducción. Por tal razón, en la investigación antes mencionada se describió la manera en que mujeres y varones "se levantan" haciendo uso del cuerpo, siguiendo normas o marcos culturales reconocidos socialmente y que se reflejan en los movimientos corporales observados en los sujetos de estudio.

La "proxémica" fue otro elemento analizado en la investigación antes mencionada; este concepto del antropólogo Edward Hall (1973) corresponde al uso del espacio: lejanía, cercanía y distancia que se guarda con otras y otros en diferentes situaciones. Hall (1973) observó el comportamiento espacial de las personas en Norteamérica y con base en estas apreciaciones estableció zonas de interacción que se diferencian por la distancia que hay entre los individuos. La "zona íntima" es la comprendida de los 15 a 45 centímetros y es donde se establecen relaciones interpersonales de intimidad; dentro de esta zona hay una subzona: la "zona íntima privada" que llega hasta los 15 centímetros del cuerpo y a la que la otra persona puede llegar solo mediante el contacto físico. En la "zona personal", donde la distancia entre las personas varía de los 46 centímetros a los 1,22 metros, se establecen relaciones de amistad, por ejemplo es la distancia que separa a las personas en una reunión social, en el sitio de trabajo o en una fiesta. La "zona social" comprende la distancia de los 1,23 a 3,6 metros; en esta zona los lazos interpersonales no son cercanos. La "zona pública" está definida por una distancia mayor a los 3,6 metros; esta, según Hall, es la distancia que nos separa de los extraños.

El uso del espacio, esto es, el desplazamiento o inmovilidad en él, es una unidad de significado importante para "el levante", ya que con la aproximación se expresa la intención y el deseo de cercanía física, y con la quietud se puede expresar ya sea el rechazo o la aceptación del acercamiento de otra persona según la disposición del cuerpo. En las mujeres y varones observados para la investigación del levante se evidenció cómo existen diferencias marcadas en cuanto al desplazamiento según el género: mientras que los varones se desplazan por las zonas pública, social y personal, las mujeres se desplazan entre las zonas pública y social; solo en contadas ocasiones, la mujer llega hasta la zona personal. El 80 por ciento de los varones observados en situación de levante se desplazaron hacia la zona personal de la mujer con quién querían establecer contacto, mientras que solo el 25 por ciento de las mujeres se desplazaron hasta donde estaba el varón para iniciar un contacto verbal.

Motivada por este interesante dato, he seguido indagando sobre el comportamiento inicial de flirteo en la cultura bogotana. Adopté como punto de partida las definiciones:

Un galanteo rápido, eventual y dotado de gran atracción física (el enamoramiento inicial) es diferente al galanteo formal ya que es este un cortejo amoroso para nombrar la manera de llegar a la conformación de una pareja con intenciones de estabilidad y de desarrollar la intimidad. El flirteo constituye una forma de seducción sin intención de iniciar una relación de pareja. Posee un carácter casual, eventual, momentáneo. Es un juego cortés informal que se manifiesta con mayor espontaneidad, un menor nivel de reflexión y que no implica compromiso. Media la atracción y no el enamoramiento. Es un enamoramiento rápido e intenso provocado por cualquier detalle atractivo para esa persona. En otros países como España se le denomina como "ligue" o "transa" al amor de una noche con besos y caricias. En Cuba se lo conoce mucho como "descarga" entre los más jóvenes y "relación musical" (García 2008).

"messages and behaviors perceived by a recipient as purposefully attempting to gain his or her attention and stimulate his or her interest in the sender, while simultaneously being perceived as intentionally revealing an affiliative desire" (Abrahams 1994, p. 283).

"El flirteo se define como mensajes y comportamientos enviados por un emisor y percibidos por un receptor que tienen el propósito de ganar el interés del receptor y estimular el interés hacia el emisor. Al mismo tiempo, se percibe como un deseo intencional afiliativo" (Abrahams 1994, p. 283).

Metodología

Con el ánimo de seguir estudiando el comportamiento de flirteo de los/las jóvenes en la ciudad de Bogotá y teniendo presente una de las conclusiones de la investigación del "levante" (antes nombrada) sobre la tendencia que se observa en los varones para acercarse e iniciar una primera interacción verbal, construí una encuesta cuyo objetivo es conocer las opiniones de los/las jóvenes acerca de la siguiente hipótesis: en situaciones de flirteo entre jóvenes heterosexuales universitarios, los varones son los que en la mayoría de ocasiones se acercan para iniciar la primera interacción verbal.

La población seleccionada fueron jóvenes universitarios (mujeres y varones heterosexuales) entre los 17 y los 28 años; esta población fue seleccionada porque corresponde a la intención de contribuir al estado del arte sobre el comportamiento de seducción en diferentes grupos sociales. En la sección titulada "Discusión" se especifican algunas investigaciones del análisis del comportamiento de seducción en otros contextos culturales. Los investigadores norteamericanos son los que reportan mayor número de investigaciones sobre el análisis del flirteo, pero sus hallazgos tienen como limitante no incluir en su población de estudio participantes latinoamericanos. Lastimosamente en la red no se encuentra un estado del arte extenso sobre investigaciones sobre el comportamiento de seducción en Latinoamérica aunque sí existen investigaciones realizadas por estudiantes de licenciaturas y maestrías expuestas en congresos pero no publicadas en revistas académicas.

Como técnica de recolección de información para analizar los datos arrojados en la encuesta, se consideraron algunos libros de divulgación sobre el comportamiento biológico y antropológico de flirteo y galanteo e investigaciones publicadas con el fin de entender y contrastar los datos obtenidos.

Instrumento

Para diseñar la encuesta, primero se realizó un cuestionario con preguntas abiertas para ser aplicado a una muestra de 50 estudiantes universitarios (mujeres y varones) de la Universidad Cooperativa de Colombia. Este primer cuestionario tuvo por objetivo establecer las opciones de respuesta para las preguntas cerradas sobre el comportamiento inicial de flirteo y validar hasta qué punto las y los jóvenes compartían la hipótesis inicial sobre quién acostumbra acercarse en la cultura bogotana para iniciar una conversación en situaciones de coqueteo. Con las respuestas y las opiniones obtenidas como resultado de la aplicación del primer cuestionario, se diseñaron las opciones para las preguntas cerradas de la encuesta final.

El instrumento consta de 14 preguntas para las mujeres (10 cerradas y 4 abiertas) y 13 preguntas para los varones (10 cerradas y 3 abiertas). Esta diferencia en el número de preguntas tiene por objeto indagar específicamente, en las mujeres encuestadas, si acostumbran acercarse a un varón desconocido para iniciar una conversación en situaciones de flirteo o coqueteo y cuáles de las creencias que existen en nuestra cultura limitan su comportamiento inicial de acercamiento.

Población

Busqué universidades situadas en las zonas Chapinero y Centro de Bogotá con espacios externos a las instituciones donde suelen congregarse los estudiantes en sus horas libres. Estas zonas son las que tradicionalmente han reunido mayor número de establecimientos universitarios en la capital colombiana. Abordé y expliqué a los estudiantes o quienes parecían serlo, el objetivo del cuestionario y lo que se haría con los resultados obtenidos; también solicité su disposición, aceptación y colaboración para contestar; es de notar los requisitos iniciales para contestar la encuesta: estudiante universitario en el rango de edad entre los 17 y 28 años y heterosexual. También tuve la ayuda de dos encuestadores para la recogida de datos, quienes fueron previamente entrenados para informar el objetivo de la encuesta y pedir el consentimiento a los/las posibles participantes.

La encuesta se aplicó durante las tres primeras semanas de febrero de 2012 a 300 mujeres y 300 varones con edades comprendidas entre 17 y 28 años de los siguientes centros universitarios:

Estrato socio económico 4-62

Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Universidad de los Andes, Universidad del Rosario.

Estrato socio económico 3-4

Universidad Autónoma de Colombia, Universidad La Gran Colombia, Universidad Santo Tomas, Universidad Nacional de Colombia.

Estrato económico 2-3

Universidad Cooperativa de Colombia y Corporación Educativa Indoamericana.

Estrato económico 1-6

Universidad Nacional de Colombia.

Resultados

Esta sección se enfoca en presentar los resultados de algunas de las preguntas más relevantes de la encuesta. Se utilizó el programa SPSS Statistical Package for the Social Sciences y una base creada en Excel para contabilizar el número de respuestas por pregunta.

El objetivo de la pregunta N°. 2 fue establecer, según las y los encuestados, quién acostumbra a acercarse hasta donde está la otra persona para iniciar una interacción verbal.

Las respuestas obtenidas se especifican en las siguientes gráficas:

El 64 por ciento de los jóvenes y el 50 por ciento de las jóvenes opinan que el varón es quien suele acercarse. En contraste, el 13 por ciento de los jóvenes y el 12 por ciento de las jóvenes consideran que es la mujer la que se acerca. Y el 21,6 por ciento de los varones y el 36,6 por ciento de las mujeres opinan que es indistinto: algunas veces el varón, otras la mujer.

En la pregunta N°. 3 se indagó sobre algunas de las creencias que impiden o limitan que las jóvenes se acerquen a iniciar una conversación:

Las respuestas recogidas se exponen en las siguientes gráficas:

El 40 por ciento de los jóvenes y el 16 por ciento de las jóvenes opinan que algunas mujeres no se acercan porque sus amigas y amigos pueden censurarlos. El 14 por ciento de los jóvenes y el 49 por ciento de las jóvenes opinan que algunas mujeres no se acercan, tal vez, por la opinión negativa que puedan crear en los varones. El 48 por ciento de los estudiantes y el 57 por ciento de las estudiantes consideran que, tal vez, en nuestra cultura no es adecuado que una mujer sea la que primero se acerque hasta donde está el varón para iniciar una conversación con intención de flirteo o seducción. El 51 por ciento de los muchachos y el 40 por ciento de las muchachas creen que tal vez en nuestra cultura se acostumbra que la mujer mire al varón y con su mirada lo invite a que sea él quién se aproxime. El 23 por ciento de los jóvenes y el 18 por ciento de las jóvenes opinan que las mujeres no se acercan por timidez.

La pregunta N°. 5 indagaba si para las y los encuestados, la mayoría de las mujeres en la cultura bogotana esperan que el varón sea el que se aproxime en situaciones de flirteo:

Las respuestas obtenidas se explican en las siguientes gráficas:

Se establece que para el 58,3 por ciento de las jóvenes y el 69,6 por ciento de los jóvenes, la mayoría de las mujeres esperan que sea el varón el que se aproxime. El 8 por ciento de las muchachas y el 3,3 por ciento de los muchachos no creen que la mayoría de mujeres esperen a que sea el varón el que se aproxime ya que ellas también suelen aproximarse. El 30 por ciento de las jóvenes y el 7,6 por ciento de los jóvenes opinan que es relativo, algunas esperan que sea el varón y otras no esperan y son ellas las que se acercan. El 3,6 por ciento de las jóvenes y el 19,3 por ciento de los jóvenes consideran que la timidez impide a algunas mujeres acercarse.

La pregunta N°. 7 indagaba si las y los encuestados creen que en la cultura bogotana existe un juicio de valor para las mujeres que deciden acercarse a un varón para iniciar una interacción verbal:

Las respuestas se exponen en el siguiente gráfico:

El 5 por ciento de las jóvenes y el 23 por ciento de los jóvenes creen que en la cultura bogotana es adecuado ante los ojos de los demás que una mujer se acerque para iniciar una interacción verbal. El 77,6 por ciento de las muchachas y el 52,6 por ciento de los muchachos creen que no es adecuado este comportamiento. El 15,6 por ciento de las jóvenes y el 23,3 por ciento de los jóvenes opinan que no existe ningún juicio de valor: no es ni bien visto, ni mal visto.

La pregunta 8 del cuestionario para mujeres indagaba si estas suelen tomar la iniciativa para una primera interacción verbal de flirteo:

Las respuestas dadas por las mujeres se evidencian en el siguiente gráfico:

El 4 por ciento de las mujeres acostumbra a tomar la iniciativa y se acerca hasta donde está el varón para iniciar una interacción verbal. El 52 por ciento acostumbra a esperar que sea el varón el que tome la iniciativa. El 26 por ciento mira insistentemente al varón y si este no se acerca, ellas dan el primer paso. Y el 33 por ciento, aunque sientan atracción por un varón, si él no toma la iniciativa para dar el primer paso, reprimen las ganas de conocerlo.

La pregunta N°. 8 para varones indagaba si a los jóvenes les gustaría que las mujeres den el primer paso para iniciar una interacción verbal:

Las respuestas se exponen en el siguiente gráfico:

Al 47 por ciento de los jóvenes encuestados les gustaría que la mujer dé el primer paso para iniciar una interacción verbal; al 12 por ciento no le gusta que la mujer dé el primer paso y tome la iniciativa, y al 39 por ciento le resulta indiferente. Sin embargo, el 49 por ciento de las jóvenes piensan que si se acercan a un varón pueden crear una opinión negativa (resultados pregunta N°. 2) por lo que el 69,6 por ciento de las mujeres esperan a que sea el varón el que decida aproximarse (resultados pregunta N°.5).

La pregunta 11 para mujeres y 10 para varones indagaba si los encuestados creen que en la cultura bogotana existen estereotipos sobre quién debe dar "el primer paso" en situaciones de flirteo:

Los resultados se enseñan en los siguientes gráficos:

El 73 por ciento de las jóvenes y el 74,3 por ciento de los jóvenes opinan que en la cultura bogotana existen estereotipos que influyen en quién da el primer paso para iniciar una interacción verbal en estas situaciones. El 5 por ciento de las jóvenes y el 4,6 por ciento de los jóvenes opinan que no existen estereotipos. El 23,6 por ciento de las jóvenes y el 19,3 por ciento de los jóvenes opinan que tal vez existen estereotipos pero no están seguros de tal afirmación. Y el 1 por ciento de las mujeres y el 1,6 por ciento de los varones no entienden qué es un estereotipo.

La pregunta 13 para las mujeres y 12 para varones indagó la influencia que han ejercido sobre el comportamiento de espera o aproximación: padres, colegio, amigos, medios de comunicación y la tradición.

Los resultados se detallan en las siguientes gráficas:

De acuerdo a las anteriores gráficas se concluye que para el 20,3 por ciento de las jóvenes y el 15,6 por ciento de los jóvenes su comportamiento de flirteo lo ha influenciado su padre. El 30,3 por ciento de las muchachas y el 11,3 de los muchachos, reporta influencia de su madre. El 13,3 por ciento de las jóvenes y el 18,6 por ciento de los jóvenes opina que la educación recibida en el colegio los ha influido. El 40 por ciento de las mujeres y el 75 por ciento de los varones afirman que sus amigos han influenciado su comportamiento. El 43,3 por ciento de las jóvenes y el 34 por ciento de los jóvenes creen que los medios de comunicación los han influenciado. Y el 25,3 por ciento de las mujeres y el 13,6 por ciento de los varones consideran que la tradición los ha influenciado. El 7,6 por ciento de las jóvenes y el 1,6 por ciento de los jóvenes no se siente identificado con ninguna de las opciones presentadas y creen que sus propias experiencias les han dado un modelo de comportamiento en el flirteo.

La pregunta final de la encuesta, N°. 14 para las mujeres y 13 para varones, buscó establecer si los encuestados desean un cambio en el rol de espera en la mujer para iniciar una interacción verbal:

Los resultados se evidencian en las siguientes gráficas:

Según la última pregunta de la encuesta, el 45 por ciento de las jóvenes y el 39 por ciento de los jóvenes desean un cambio en el rol de las mujeres para dar el primer paso. El 19 por ciento de las jóvenes y el 27 por ciento de los jóvenes no creen que sea importante un cambio en el rol de las mujeres para iniciar la primera interacción verbal. El 31 por ciento de las jóvenes y el 29 por ciento de los jóvenes les gusta que sea el varón el que inicie la primera interacción verbal. El 3 por ciento de las mujeres y el 4 por ciento de los varones no tienen ninguna opinión al respecto.

En resumen, un porcentaje importante de las y los jóvenes encuestados reconocen que en situaciones de flirteo el varón es quien suele acercarse mientras ella espera el encuentro. Existen algunas creencias que limitan el comportamiento de las mujeres para iniciar la primera interacción verbal y algunos/as jóvenes desean un cambio de rol en las chicas para dar el primer paso.

A continuación se presenta una perspectiva de análisis de los datos obtenidos en la encuesta, pero limitando el alcance de las afirmaciones al grupo de jóvenes estudiado el cual pertenece a una minoría de todos los sectores sociales presentes en la cultura bogotana.

Discusión

Los estudios sobre el comportamiento de mujeres y varones en el galanteo y flirteo han sido tradicionalmente de dos tipos según estén orientados por un enfoque biológico o por uno cultural y de acuerdo con las disciplinas en las cuales se enmarcan. Los estudios con enfoque biológico los han realizado principalmente etólogos como Irenäus Eibl-Eibsfeldt (1993), Konrad Lorenz (1986) y Desmond Morris (1980), entre otros. Para estos investigadores existen disposiciones programadas genéticamente en el galanteo; por esta razón, existen algunos movimientos corporales de flirteo similares en varones y mujeres en varias culturas y grupos estudiados. Desde la perspectiva biológica, la "adaptación filogenética"3 es la que determina la disposición innata de comportamiento en los seres humanos ante distintos eventos y la que determina el repertorio innato de movimientos expresivos.

A pesar de su fuerte tendencia innatista, Eibl-Eibesfeld reconoce que "las diversas culturas presentan una rica variedad de formas de cortejo basado en un repertorio innato de movimientos expresivos" (1993, p.300). Esta afirmación es confirmada y ampliada por los estudios de corte antropológico llevados a cabo, entre otros, por Ray Birdwhistell (1979), Albert Scheflen, Alice Scheflen (1976) y Helen Fisher (1992). Según estos investigadores el comportamiento corporal de galanteo presenta variaciones en diferentes culturas que particularizan el evento. Pese a las diferencias encontradas por los investigadores antes nombrados, David Givens y Timothy Perper referenciados por Fisher (1992, p.53), proponen una "danza humana del flirteo" a partir de sus investigaciones realizadas en bares de Norteamérica; esta danza consiste en una serie de movimientos corporales efectuados por varones y mujeres divididos en cinco etapas: 1. llamar la atención; 2. reconocimiento: comienza cuando dos personas se encuentran con las miradas; 3. charla; 4. contacto físico y 5. sincronización de movimientos.

Gran cantidad de las investigaciones realizadas sobre flirteo se han concentrado especialmente en describir los movimientos corporales de varones y mujeres, pero sin analizar en detalle la influencia de la cultura en los movimientos corporales de seducción. En contraste, investigaciones realizadas sobre este tema desde la perspectiva de género coinciden en afirmar que este es un juego de seducción mediado por los roles de género validados en cada cultura.

García (2008) afirma: "El galanteo, el cortejo y la seducción constituyen procesos de interacción atravesados por una asignación genérica, y por lo tanto, determinados social, histórica y culturalmente". Por tal razón, desde la perspectiva de género, estudiar la seducción y los movimientos corporales de flirteo, implica analizar las percepciones de género de los actores implicados: estereotipos, creencias, juicios de valor y pautas sociales que guían los comportamientos de seducción en mujeres y varones en una cultura. Adopto la definición de cultura construida por Clifford Geertz (1987): "Red o trama de sentidos que le damos a los fenómenos o eventos de la vida cotidiana". Austin (2000, p.8) explica al respecto:

Lo importante es comprender a la cultura como producción de sentidos, de manera que también podemos entender a la cultura como el sentido que tienen los fenómenos y eventos de la vida cotidiana para un grupo humano determinado. Si queremos conocer la cultura de los jóvenes universitarios, por ejemplo, en realidad nos estamos preguntando qué sentido tiene la vida universitaria para estos jóvenes. Si nos preocupa la "cultura escolar", nos estaríamos preguntando qué sentido tiene la vida escolar para quienes la viven. El siguiente problema que enfrentamos es cómo averiguar el "sentido de la vida" en la práctica vivida por sus actores.

Mi análisis se enfoca en esta perspectiva ya que pretende comprender el sentido que tiene para los jóvenes universitarios encuestados el "primer paso" para iniciar una interacción verbal en situaciones de flirteo. Cuando realicé el primer cuestionario para establecer las preguntas y las opciones de respuesta con el grupo focal de la Universidad Cooperativa de Colombia, la noción de "cultura" para los/as jóvenes desde mi perspectiva parecía estar más enfocada en la "creencia", pero no salió de la boca de los jóvenes este concepto por lo que decidí dejar la palabra cultura para hacer referencia a las creencias y costumbres alrededor de las prácticas validadas de seducción en un sector social de la cultura bogotana. Efectivamente al realizar la encuesta los jóvenes encuestados lo entendieron de la misma manera.

La revista científica titulada "Sex and roles" reúne buen número de investigaciones desde la perspectiva de género; específicamente los siguientes artículos analizan el flirteo en diferentes contextos:

- Flirting With Meaning: An Examination of Miscommunication in Flirting Interactions (Dryden, 2004).
- Flirtatious Communication: An Experimental Examination of Perceptions of Social-Sexual Communication Motivated by Evolutionary Forces (Frisby et al., 2010).
- Sexism and Assertive Courtship Strategies (Hall and Canterberry, 2011).

Dryden (2004) trabajó con una muestra de 99 varones y 101 mujeres (no se especifican las edades) de Midwestern University ubicada en EE UU. Este investigador solicitó a los participantes describir el comportamiento verbal y no verbal de varones y mujeres en situaciones de coqueteo, y posteriormente les entregó una hoja para codificar el mismo comportamiento según seis motivaciones: sexual, relacional, exploración, diversión, amor e instrumental. El objetivo perseguido fue analizar las diferencias de género en la percepción de interés sexual del comportamiento verbal y no verbal de coqueteo y analizar los significados que se le atribuyen al mismo.

Una de las conclusiones de Dryden me interesa en particular: los varones tienen la tendencia a evaluar que el comportamiento de coqueteo de las mujeres está influenciado por motivaciones sexuales; aunque para las mujeres existen diferentes "coqueteos" y no todos obedecen a un interés sexual en el varón. Los resultados de la pregunta N°. 3 (antes descritos) arrojan que para el 49 por ciento de las jóvenes influye la posible opinión negativa que puede crear en los varones el hecho de acercarse y ser ella quien inicie una interacción verbal. Tal vez interviene en esta creencia de las jóvenes bogotanas encuestadas el hallazgo encontrado por Dryden; quizá por esta razón, algunas mujeres estudiadas no se arriesguen a iniciar una interacción verbal ya que pesa el posible juicio de valor que pueda generar su acción en el joven. El juego de flirteo entre los jóvenes encuestados está impregnado de tensión y valoración de los comportamientos de los otros/as; tensión por encajar en el molde de los estereotipos de género validados entre los jóvenes y necesarios para que el flirteo tenga éxito; y juego de valoraciones subjetivas del comportamiento ajeno.

Frisby et al. (2010) seleccionaron una población de 250 estudiantes de Atlantic University en EE UU: 48,4 por ciento de varones y 51,6 por ciento de mujeres. Los investigadores presentaron a los participantes un video con interacciones de coqueteo entre varones y mujeres; se les pidió evaluar: atractivo físico, nivel de atracción entre las personas del vídeo, la dominación y la afiliación. El estudio buscó examinar interacciones de coqueteo (flirtatious interactions) y cómo las valoraciones que se elaboran sobre este tipo de interacciones están diferenciados en función de la afiliación, dominación, la atracción física/ social y la eficacia conversacional. Relational Framing Theory (RFT) es una teoría elaborada por Burgoon y Hale (1984) citada por Frisby et al. (2010, p. 3); esta teoría analizó dos categorizaciones primarias que abarcan todas las interacciones sociales: el dominio (dominance) y la afiliación (affiliation). El dominio es la influencia que un individuo tiene sobre otro, y la afiliación implica el nivel de relación y el valor que una persona tiene para con otro en una interacción.

Un hallazgo importante es el cambio en la conducta de flirteo determinada por la adaptación filogenética. Por herencia genética las mujeres suelen mostrar la tendencia a elegir varones dominantes en el flirteo. Los investigadores encontraron evidencia para afirmar que las participantes analizadas dan más valor al comportamiento de afiliación del varón en la interacción, en contraste con dar menos valor al comportamiento de dominio; al respecto, afirman que este es un indicio de cómo las formas estereotipadas de interacción entre los géneros están cambiando. Contrariamente a lo que afirman Frisby et al. (2010, p.11), mi investigación evidencia cómo al inicio del flirteo perduran rasgos de comportamiento de dominio en el varón4. Los datos arrojados por mi estudio, permiten analizar que no en todas las interacciones del flirteo se evidencia el cambio al que hace referencia Frysby et al., y por el contrario, permanecen estereotipos de rol de género.

El 73 por ciento de los jóvenes y el 74,3 por ciento las jóvenes encuestados (pregunta N°. 11) creen que en la cultura bogotana existen estereotipos sobre quién debe dar "el primer paso" en situaciones de flirteo. Antiguamente los roles de género establecían que, en el comportamiento deseable de coqueteo, las mujeres esperaran a que el varón decidiera acercarse para iniciar una primera interacción verbal. En algunos sectores de la población bogotana, es costumbre que las madres y mujeres mayores brinden consejos a las jóvenes al respecto. En un sondeo informal sobre tales consejos, la recomendación más escuchada por las jóvenes fue: "La mujer debe hacerse desear". Interpreto que tal vez para las jóvenes el iniciar una conversación con un joven rompería esta norma del saber popular de las mujeres mayores respecto a la seducción. Esta afirmación presenta un camino futuro de investigación para seguir analizando el comportamiento de seducción influenciado por la educación paterna y materna.

En el estudio de Hall y Canterberry (2011) participaron 363 estudiantes de 18 a 26 años de Midwestern University. El objetivo fue analizar las estrategias de cortejo asertivas de varones heterosexuales a través de una encuesta en línea. Los investigadores adoptaron las estrategias de cortejo defendidas en el libro The Game: Penetrating the Secret Society of Pick-up Artist (Strauss, 2005) y posteriormente reproducidas en la serie de televisión The Pick-Up Artist. Estas estrategias son guiones (scripts) del comportamiento que deben adoptar los varones para seducir a las mujeres que les interese. Dichas estrategias están permeadas de ideologías machistas donde a las mujeres se las ve como objetos que se pueden conquistar y manipular con determinados modos de comportamiento esperado. Una de las limitantes del estudio es que los resultados de Hall y Canterberry solo pueden aplicarse en los Estados Unidos ya que no utilizaron participantes de otras regiones. Mi estudio aporta más datos para seguir analizando el comportamiento de seducción mediado por ideologías machistas.

Dentro de las estrategias asertivas estudiadas por Hall y Canterberry (2011) elaboradas por Strauss (2005), el comportamiento de aproximación del varón americano impulsado en el libro y en el programa de televisión es similar al que se evidencia en los jóvenes bogotanos de mi estudio para iniciar la primera interacción verbal. Strauss (2005) recomienda a los varones iniciar la interacción verbal ya que según él, a las mujeres les llaman la atención los varones que expresan su seguridad iniciando una conversación. La sugerencia de Strauss a los varones, puede tener explicación en la ideología machista de la seducción presente en varios contextos culturales sin importar si son culturas del primer mundo o de países en vías de desarrollo. Esta es una afirmación que brinda una perspectiva de estudio ya que a los latinoamericanos con frecuencia se nos asigna un comportamiento peyorativo de "tercermundistas" frente a la conducta digna de imitar de los/las ciudadanos de los países del llamado "primer mundo". En consecuencia, una perspectiva posible de estudio sería contrastar el proceder de la seducción entre grupos culturales de países del primer mundo y de los llamados "en vía de desarrollo" para analizar similitudes y diferencias.

En la red también se encuentran algunos trabajos de investigación sobre el flirteo en contextos culturales publicados en español. Entre estos se encuentran: "El galanteo en la adolescencia" de Keitel García (2008), investigación realizada en la Habana (Cuba); la tesis "Violencia de género en las relaciones de pareja en adolescentes y jóvenes en Bilbao", elaborada por Mila Amurrio Vélez et al. (2008): los autores de esta tesis dedican el segundo capítulo al estudio del flirteo en los jóvenes de Bilbao. Y el artículo "Análisis de las normas de interacción y reglas de interpretación del evento comunicativo el levante en discotecas de música electrónica de las zonas Chapinero y Rosa en Bogotá", elaborado por la autora.

En el estudio citado de García (2008) la población de estudio (12 mujeres y 12 varones en edades entre los 16 y 17 años) aunque es muy reducida, se aportan interesantes reflexiones para entender el comportamiento de seducción de algunos/as jóvenes en La Habana. Afirma García sobre la toma de iniciativa del varón:

Se aprecia una estructura de poder, donde el rol activo y de la iniciativa es asignado al varón. En el plano de lo real, la figura masculina es la que inicia, constituyendo un espacio de reafirmación de su masculinidad donde debe asumir además un rol de experto (...) y se aprecia cómo mujeres y varones en estas edades enamoran en la actualidad a partir de patrones tradicionales de género sustentados por los estereotipos sexuales y una estructura de poder (García, 2008, p 5).

Mi estudio evidencia que para los/las jóvenes encuestados en Bogotá se cumple la anterior afirmación.

Según los datos arrojados por la encuesta para el 73 por ciento de las jóvenes y el 74,3 por ciento de los jóvenes entrevistados (resultados de la pregunta N°. 11 para mujeres y N°. 10 para varones), la conducta de acercamiento inicial en el flirteo está influenciada por estereotipos de la cultura bogotana alrededor de quién "debe" dar el primer paso para iniciar una interacción verbal. Las siguientes son algunas de las creencias anotadas por las y los jóvenes encuestados al responder la pregunta abierta N°. 12 para mujeres y N°. 10 para varones que evidencian los estereotipos de rol de género validado para el flirteo entre los estudiantes estudiados:



Las anteriores expresiones evidencian que para los/las jóvenes encuestados el rol de género validado de antaño para el acercamiento entre varones y mujeres en el flirteo está presente en sus creencias sobre quién "debe" acercarse para iniciar una primera interacción verbal. El rol de género mayoritariamente aceptado y validado en la cultura bogotana, les ha concedido mayor libertad de acercamiento a los varones para iniciar una interacción verbal en el flirteo y a la mujer, por tradición, el papel de espera. De esta manera se comprueba que, para los jóvenes encuestados, los roles de género herencia del sistema patriarcal de género estudiado por Kate Millet (1995), no han sido cuestionados. Estos viejos roles de género son "racionalizaciones patriarcales de desigualdades sociales ya que las diversas facetas de nuestras vidas, denominadas conductas sexuales, son casi por completo el resultado de nuestro aprendizaje social" (Millet, 1995, p. 32).

La investigación de Amurrio et al. (2008) antes nombrada, analizó las creencias de alumnos y alumnas entre los 15 y los 17 de Institutos Públicos de Enseñanza Secundaria, Bachiller y Ciclos Formativos de Bilbao y la población universitaria de primer curso de las facultades y escuelas universitarias de la UPV-EHU en Bilbao. En particular frente al comportamiento de cortejo de los/las jóvenes bilbaínos afirman:

El tener un rollo, o cualquier nombre que quieran dar a sus encuentros afectivos, es un momento de caza en el que el cazador es el varón y la presa es la mujer. Esta concepción de la relación varón-mujer marca rígidamente los límites y el contenido de los roles de género respectivos. Así las chicas, nunca tomarán, si no es para huir. Adoptan un rol más pasivo y de espera... Nunca se acercan las chicas en solitario y siempre buscan y necesitan el apoyo de las amigas y del grupo de iguales en las estrategias de aproximación. Ahora bien, el hecho de que las chicas se apoyen más en sus respectivos grupos y tengan una actitud más pasiva en los inicios del cortejo amoroso no es algo fortuito, sino que es la consecuencia de la pervivencia y la vigencia de estereotipos de género que atribuyen a la chica "atrevida" que se dirige sola al chico de una forma "excesivamente directa" un estigma negativo. Puesto que a la mujer se le niega la posibilidad de manifestar de manera explícita sus deseos e intereses, les es imprescindible el grupo de amigas para hacer socialmente aceptables las formas de acercamiento y cumplir rituales del cortejo (Amurrio et al. 2008, p. 16, 17, 18).

Los datos arrojados por mi estudio indican el mismo comportamiento en los/las jóvenes bogotanos en un rango mayor de edad: 17 a 28 años frente al rango de los jóvenes estudiados en Bilbao, 15 a 17 años. En conversaciones informales sostenidas para esta investigación con varones y mujeres con un rango de edad entre los 35 y 50 años reportan que algunas mujeres se muestran más desinhibidas a la hora de establecer un primer contacto verbal después de los 30 años. Este interesante dato indica que tal vez el comportamiento de espera en algunas mujeres de unos sectores de la cultura bogotana se modifica con el paso del tiempo. Esta afirmación merece ser estudiada a profundidad en el futuro con las variables de estudio: clase social, área de formación y nivel de estudios.

El 64 por ciento de los jóvenes y el 50 por ciento de las jóvenes (pregunta N°. 2, opción A) opinan que el varón es el que suele acercarse, y el 58,3 por ciento de las jóvenes y el 69,6 por ciento de los jóvenes opinan que la mujer espera a que sea el varón el que se aproxime (pregunta N°. 5, opción A). ¿De dónde se origina la idea que la mujer espera a que sea el varón quien se acerca y ella lo invita con sus movimientos corporales a acercarse? La respuesta puede estar en el "amor cortés" de la época medieval. El modelo cortés obligaba a mujeres y varones a comportarse de una determinada manera en los rituales amorosos en la época medieval. Duby (2000, p. 30) explica que el ritual prescribía que los varones primero debían realizar determinadas acciones (regalos, favores, atenciones) para cortejar a la mujer; ella debía entregarse gradualmente. El protocolo ordenaba expresar el interés de manera mesurada; la mujer debía aprobar cada paso de su enamorado con el fin de exacerbar el deseo del varón. El amor cortés contribuyó al afianzamiento del orden "moral" al inculcar un comportamiento de galanteo fundado en dos virtudes: la mesura (espera) y el proceso.

Aunque en el modelo cortés para enamorar, la mujer tenía la decisión de aprobar el grado de cercanía de su pretendiente, el varón era quien primero debía mostrar el interés mediante acciones galantes; las mujeres de las cortes tenían el derecho de aprobar o no el galanteo. Desde ese entonces, y por muchos siglos en algunas culturas de occidente, el varón ha sido tradicionalmente quien suele tomar la iniciativa en una conversación con ánimo de flirteo o cortejo. Me refiero a culturas con tradición patriarcal donde ha sido el varón al que se le ha dado la libertad para iniciar la interacción verbal. Al respecto, Duby y Perrot (2000, p. 319) expresan: "Este modelo de acercamiento entre varón y mujer, determinó las relaciones entre lo masculino y lo femenino en la seducción en occidente. Todavía hoy, a pesar de las enormes conmociones en las relaciones entre los sexos, los rasgos que derivan de las prácticas del amor pertenecen a las características que más tajantemente distinguen nuestras civilizaciones de otras".

En los resultados de la pregunta N°. 3 (opción A), el 40 por ciento de los jóvenes y el 16 por ciento de las jóvenes opinan que algunas mujeres no se acercan porque sus amigas y amigos pueden censurarlos. El 48 por ciento de los muchachos y el 57 por ciento de las muchachas consideran que, tal vez, en nuestra cultura no es adecuado que una mujer sea la que primero se acerque hasta donde está el varón para iniciar una conversación con intención de flirteo o seducción (opción C). Según estos datos, la decisión para el primer acercamiento todavía está en la decisión de los varones, y aunque algunas de ellas quisieran dar el primer paso, la sanción social, tal vez les impide iniciar una interacción verbal de flirteo con un desconocido. Coincido con Thomas (2006, p. 91) cuando expresa: "Los imaginarios del amor son de una fuerza tal que su deconstrucción es titánica. Mi generación (hace referencia a las primeras feministas) inició un rompimiento de imaginarios cuyos primeros pilares se remontan probablemente al amor caballeresco o al amor cortés con sus complejas reglas".

¿Cuáles son los imaginarios de los y las jóvenes encuestados sobre la mujer que da el primer paso? Estos se evidencian en las palabras que circulan en el léxico de las y los jóvenes para referirse a la mujer que toma la iniciativa en una interacción verbal de flirteo o coqueteo. La pregunta N°. 6 de la encuesta para varones y mujeres indagó al respecto:

Según los jóvenes encuestados las siguientes palabras las han escuchado de otros jóvenes para referirse a una mujer que inicia una interacción verbal con el ánimo de flirteo o coqueteo:

desesperada, fea, cotizona, lanzada, coqueta, perra, fácil, calenta-penes, regalada, buscona, bisajosa, lisa, ganosa, zorra, arrecha, necesitada, interesada, gusana, levantadora, necia, sucia, calienta-huevos, foxyladie, morronga, zunga, atrevida, desesperada. De las anteriores palabras las que más utilizan los jóvenes son: lanzada, fácil, buscona y perra.

No existe gran contraste entre las palabras que las mismas jóvenes han escuchado que utilizan otras mujeres para referirse a la mujer que inicia una interacción verbal de flirteo:

buscona, perra, lanzada, necesitada, fácil, brincona, chica fácil, ofrecida, rápida, coqueta, precoz, zorra, alviriscada, gata, regalada, ganosa, zunga, insinuada, brincona, hambrienta, intensa, rápida, regalada, atrevida, cotizona, bandida. De las anteriores las palabras las que más utilizan las jóvenes son: perra, fácil, lanzada y buscona.

Los roles de género en la cultura bogotana tradicionalmente han validado los papeles de conquistador en el varón y seductora en la mujer. Estos roles los construye la cultura con los dispositivos pedagógicos; estos dispositivos según García (2008, p. 139): "Son los discursos de la familia, el colegio, los medios de comunicación, la Internet, que determinan reglas de interacción, que crean, actualizan, refuerzan y adaptan en la vida cotidiana, de manera implícita y explícita, los roles de género". Tales discursos moldean y validan rasgos del comportamiento esperado en varones y mujeres. Los comportamientos de flirteo también están sujetos a estos dispositivos pedagógicos, y aunque se supone que en siglo xxi algunos de los roles de seducción de antaño ya se han reconsiderado, en algunas sociedades, como la bogotana, para las y los jóvenes encuestados todavía persisten modelos tradicionales de flirteo en los comportamientos de acercamiento. Entiendo como modelo tradicional de flirteo al comportamiento de aproximación del varón y espera de la mujer. Dejo abierto el debate para definir "modelos tradicionales de flirteo".

Los datos arrojados en los resultados de la pregunta 13 para mujeres y 12 para varones se observa que para el 20,3 por ciento de las jóvenes y el 15,6 por ciento de los jóvenes su comportamiento de flirteo lo ha influenciado su padre (opción A), y el 30,3 por ciento de las muchachas y el 11,3 de los muchachos, reporta influencia de su madre. En consecuencia parece ser que para los jóvenes tiene más influencia el padre y para las jóvenes, la madre (Opción B).

Las investigadoras colombianas Diana Pardo (2011), Zandra Pedraza (2011) y Angela Guerra (2009), entre otras/os, han realizado estudios sobre la historia de la mujer y la construcción del rol de género en nuestro país. Coinciden en afirmar la influencia de los valores femeninos promovidos por el catolicismo especialmente en la educación que recibían las mujeres en el siglo xix y primera mitad del siglo xx. Pedraza (2011) afirma al respecto: "La intención de modelar bajo preceptos femeninos el alma, el corazón, el carácter, la voluntad y los modales y la apariencia de las mujeres para la utilidad doméstica, no se acercaban a la formación para el conocimiento y la vida laboral; se trataba, en cambio, de encarnar mujeres buenas y sumisas, a la vez que eficientes en la vida hogareña". La influencia de este modelo "ideal" de mujer del siglo pasado está presente con más fuerza en los imaginarios de algunas madres; probablemente las madres con modelos patriarcales de rol de género influyen en el comportamiento de las jóvenes que afirman tener influencia de su madre en su comportamiento de espera.

Colombia es un país de herencia patriarcal en donde el machismo todavía está presente en muchos escenarios de la vida social. En lo que respecta a la seducción, al varón se lo educa desde pequeño para ser el conquistador: es el que "levanta", el que se aproxima, el fuerte, el decidido. La mujer es educada mayoritariamente para ser delicada y coqueta para llamar la atención del varón y ser conquistada; a ella no se la anima para que se aproxime y haga el "levante". No conquista, es coqueta.

Los resultados de la opción D en la misma pregunta (13 para mujeres y 11 para varones) indican que para las y los estudiantes encuestados su círculo de amigos es el que tiene mayor predominio: 40 por ciento para las jóvenes y 75 por ciento en los jóvenes. Este interesante porcentaje evidencia la presión del círculo de amigas y amigos en el comportamiento de seducción de las y los estudiantes; son jóvenes influenciados por otros jóvenes con ideas tradicionales de flirteo.

Según los resultados de la opción E en la misma pregunta (13 para mujeres y 11 para varones) que para el 43,3 por ciento de las jóvenes y el 34 por ciento los medios de comunicación han influenciado su comportamiento de flirteo. Al inicio de la investigación, al entrevistar al grupo focal de la Universidad Cooperativa para establecer las preguntas del cuestionario, no detecté la influencia de un medio de comunicación en particular. Pero, en el transcurso de la aplicación de la encuesta, cuando establecí diálogos informales con los participantes, estos fueron dando "pistas" de blogs, páginas web y algunos libros que circulan en librerías que abordan el tema de la seducción. Después de analizar los blogs y páginas web reportadas se observó que tienen en común el brindar recomendaciones para enamorar y comportarse en la seducción. Algunas de estas páginas influencian a las mujeres para seguir con el modelo de mujer tradicional que debe esperar a que el varón decida acercarse:



En el mercado editorial, también existe un gran número de libros con recomendaciones sobre la seducción. En algunas librerías bogotanas circulan dos títulos en particular. Las reglas del juego. Secretos de nuestras abuelas para casarse con el hombre ideal, escrito por Ellen Fein y Sherrie Schneider (2005), instruye a las mujeres para conquistar a un varón perfecto:

Norma 1. El objetivo es conseguir el hombre perfecto, por tal razón debes mostrarte inasequible. En lenguaje coloquial, se trata de hacerte de rogar.

Norma 2. No interpeles a un hombre (y no le pidas un baile): la premisa de las normas es que no debemos hacer que ocurra nada, que debemos confiar en el orden natural de las cosas, en suma, que el hombre persiga a la mujer. Al dirigir la palabra a un hombre, desvirtuaremos lo que tendría o no que ocurrir y tal vez daremos pie a una conversación o una cita que nunca habría tenido que suceder y que inevitablemente nos perjudicará. Tarde o temprano, él hablará con la chica que le interese de veras y te dejará...

Norma 17. El hombre debe tomar la iniciativa: el hombre debe tener la iniciativa para que él sienta que tiene el control de la situación.

El libro escrito por Sherry Argov en inglés y traducido al español con el título Por qué los varones se casan con las cabronas (2006) promete "cambiar costumbres, ampliar horizontes sobre por qué algunas relaciones no progresan, y modernizará tu forma de pensar sobre la manera en que los varones escogen a una mujer". El capítulo 2, "Haz que te persiga", aconseja: "Así como el instinto de una mujer es complacer, el instinto del hombre es perseguir...Mientras más discreta seas más intentará conquistarte". Argov presenta 75 principios para que las mujeres los tengan en cuenta para seducir a un varón. El principio de relación N°. 16 aconseja: "Cuando una mujer se lanza demasiado rápido, el hombre puede asustarse. El hombre tiene que ganársela poco a poco". Y el principio N°. 19: "No hay nada más preciado por un hombre que algo por lo que tuvo que esperar, trabajar o luchar un poco para obtenerlo".

Las citas anteriores demuestran cómo en algunas de las informaciones que circulan en los medios impresos y digitales aun insisten en el modelo seducción de la mujer que espera y el varón que se acerca.

Los resultados de algunas preguntas presentan diferencias estadísticas, pero la más significativa se evidencia en la pregunta N°. 3 en donde se indagaba por algunas creencias que influyen en la decisión de las mujeres para dar el "primer paso" e iniciar una interacción verbal de flirteo. La opción B presenta una diferencia considerable: el 14 por ciento de los jóvenes y el 49 por ciento de las jóvenes opinan que algunas mujeres no se acercan, tal vez, por la opinión negativa que pueden crear en los varones. Según este porcentaje de respuesta parece ser que para estas jóvenes la posible opinión negativa que pueden crear en los varones limita el primer paso, aunque los resultados de la pregunta N°. 8 para los jóvenes evidencia que el 47 por ciento de los jóvenes les gustaría que la joven se atreva a dar el primer paso para iniciar una interacción verbal.

Conclusión

En Colombia, la academia y distintos colectivos interesados en trabajar por superar las desigualdades entre mujeres y varones han intentado que las dinámicas tradicionales de género se transformen; pero, como afirman Estrada y Báex (2009, p.653): "Lamentablemente el esfuerzo aun no es suficiente como para cuestionar ciertas reglas cotidianas implícitas de la cultura colombiana". Según los datos de la última pregunta de la encuesta de la opción A (N°. 14 para mujeres y 13 para varones), el 45 por ciento de las jóvenes y el 39 por ciento de los jóvenes están de acuerdo con un cambio en el rol de las mujeres influencias por la cultura machista que esperan a que sea el varón el que inicie una primera interacción verbal. Al iniciar mi estudio creí que los jóvenes estarían deseosos de un cambio en el rol de la mujer, con sorpresa noto que los porcentajes de cambio no son tan altos como pensé.

En la opción B, el 19 por ciento de las jóvenes y el 27 por ciento de los jóvenes no creen que sea importante un cambio en el rol de las mujeres para iniciar la primera interacción verbal. El 31 por ciento de las jóvenes y el 29 por ciento de los jóvenes les gusta que sea el varón el que inicie la primera interacción verbal. El 3 por ciento de las jóvenes y el 4 por ciento no tienen ninguna opinión al respecto. Estos porcentajes tal vez indican que a estos jóvenes no les interesa cuestionar o re-significar roles hegemónicos de género en el flirteo.

Los porcentajes anteriores, comprueban las reflexiones de dos investigadores colombianos muy importantes para los estudios de Género en Colombia, Ángela María Estrada y Carlos Iván García en el año 2000: "En la actual década existe cierta liberación normativa y autonomización de los cuerpos colombianos, pero reiteramos en la norma, lo cual evidencia que los ritmos sociales del cambio son los mismos para toda la población y que los discursos suelen cambiar más rápidamente que las prácticas" (2000, p. 6). Doce años después sigue siendo actual esta afirmación para la gran mayoría de los estudiantes encuestados. Desde ámbitos académicos, institucionales e informales es necesario seguir trabajando para transformar las lógicas patriarcales de deseo en dinámicas más equitativas de relaciones entre mujeres y varones para evitar quedarse criticando los viejos roles tradicionales de el flirteo, sin afianzar otros roles alternativos de comportamiento en algunos sectores sociales de la cultura bogotana.

La decisión personal de una joven de acercarse o no a un varón en situaciones de flirteo es deseable que esté libre de creencias y estereotipos de índole público que limiten su comportamiento. Las opiniones recogidas demuestran que una decisión personal como es el acercarse o no, está permeada de creencias denigrantes para las mujeres que deciden tomar la iniciativa para entablar una conversación con un varón. Poéticamente Beauvoir (1949) denunció: "Ser mujer es estar sometida por mil lazos tenues". Este trabajo ha puesto de manifiesto como la decisión para dar el llamado "primer paso" de flirteo en los/as jóvenes encuestados sigue atado a viejos estereotipos de roles preestablecidos del hetero/falocentrismo que le dan al varón mayor libertad de movimiento para iniciar una interacción verbal. Es deseable que existan en el flirteo bogotano roles más democráticos que permitan mayor espontaneidad en las mujeres para establecer una primera interacción verbal.

Notas

1 En lenguaje coloquial en la ciudad de Bogotá (Colombia) se denomina levante al comportamiento no verbal de seducción en el flirteo o coqueteo de seducción.

2 En Colombia el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) clasifica los estratos socioeconómicos en función de los recursos materiales con los que cuentan los ciudadanos de la siguiente manera: 1)bajo-bajo, 2)bajo, 3)medio-bajo, 4)medio, 5)medio-alto, 6)alto.

3 Eibl- Eibesfeldt (1993, p.25) explica en qué consiste esta adaptación filogenética: "A lo largo de la filogénesis se desarrollaron estructuras en el sistema nervioso central que permiten almacenar en la memoria experiencias individuales como engranajes evocables, de modo que sobre la base de estas experiencias se pudiesen reorientar comportamientos futuros".

4 Interpreto "dominio" al hecho de tener la validación social para dar el primer paso e iniciar una interacción verbal.

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