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Mora (Buenos Aires)

versión On-line ISSN 1853-001X

Mora (B. Aires) vol.21 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jun. 2015

 

ENTREVISTA

Sobre feminismos, antifeminismo y feminidad en Francia. Entrevista a Les Antigones

 

Por Karina Felitti

CONICET - IIEGE

 

El 25 de mayo de 2013, en la ciudad de París, un grupo de cincuenta jóvenes, totalmente vestidas de blanco, caminó hacia el lugar de reunión y "cuartel de entrenamiento" de Femen, una organización nacida en Ucrania que se autodenomina sexo-extremista y tiene desde hace un tiempo una importante base en Francia mientras se extiende hacia otros países. Estas jóvenes querían decirles a las activistas de Femen que no estaban de acuerdo con sus métodos, con la violencia de sus acciones, con la exhibición de sus pechos desnudos como forma de protesta, con sus ataques a las religiones y su visión de lucha entre los sexos, pero la policía les impidió llegar a destino. A pesar o gracias a ello, la operación resultó exitosa. La prensa reprodujo la noticia e inmediatamente ellas grabaron un video con el mensaje censurado que se extendió rápidamente entre las redes sociales. Así se presentaron en sociedad y se dieron a conocer las Antígonas.

Estas jóvenes que dicen reivindicar lo femenino y desconfían de los logros del feminismo actual en Francia, eligieron llamarse así porque, como la protagonista de la tragedia de Sófocles, otorgan preeminencia a la legitimidad sobre la legalidad. Si la ley que prohibía a la joven griega enterrar a su hermano puede considerarse injusta, es válido violarla para así reponer la ley natural. Como veremos más adelante, esta comparación tiene la mira en la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo (mariage pour tous), aprobada en mayo de 2013 en Francia, y en la circular emitida por la ministra de Justicia Christiane Taubira sobre la gestación efectuada para otra persona (gestation pour autrui -GPA-) que, si bien sigue prohibida en ese país, reconoce la ciudadanía francesa a los niños nacidos en el extranjero mediante esta modalidad.

Las militantes de Femen exhiben sus pechos pintados con frases contra el patriarcado y sus manifestaciones -la industria de la pornografía, el turismo sexual-, y las dictaduras de diferentes gobiernos y religiones; irrumpen en actos de públicos, ceremonias religiosas, conferencias, realizando lo que ellas denominan actos de extremismo sexual1. Para ello siguen estrictas reglas de entrenamiento que incluyen posturas y expresiones para protestar, modos para evitar la represión y pautas de belleza específicas: pantalones ajustados, coronas de flores en la cabeza, "guerreras" en buena forma. Las Antígonas, en cambio, dicen tener un mensaje de paz. Como la joven griega, afirman: "Nací para compartir el amor y no el odio". Ellas defienden la familia en su forma heterosexual; rechazan el constructivismo de género apelando a la "naturaleza" diferente de mujeres y varones; critican la victimización de las mujeres que hacen las feministas y reconocen como válida la lucha de los grupos "masculinistas" (por ejemplo, el cuestionamiento a la veracidad de las cifras y denuncias por violencia de género).

El texto que presento a continuación tiene como objetivo dar a conocer a esta agrupación de mujeres que ha cautivado la atención de la prensa francesa, planteando la oposición entre un feminismo combativo e insumiso (Femen) y la exacerbación de lo femenino en su versión más tradicional (Antígonas) como formas de intervención en el espacio público. Para ello me baso en los diálogos que mantuve con varias integrantes de las Antígonas, una entrevista grabada a una de sus fundadoras y la observación participante en dos de sus actividades, además del material disponible en su propio sitio web y en su grupo de Facebook2, junto a referencias de la prensa sobre ellas. Si bien se trata de acciones que tienen lugar en Europa, en un contexto socioeconómico, político y cultural muy diferente al de Argentina u otros países de América Latina, el debate plantea algunos dilemas que tocan a casi todas las agendas feministas desde sus orígenes; además de que ya hay seguidoras latinoamericanas de Femen y también de grupos que se oponen a ellas.

Las preguntas que surgen son varias. Una es de qué forma puede sostenerse un discurso de la igualdad que no termine por barrer con las diferencias y el valor de la diversidad, pensando en las acciones de Femen contra las religiones y sus derivados islamofóbicos, y los modos en que la libertad de creencia religiosa defendida por las Antígonas ponen presión al estado laico. Esta entrevista nos permite acercarnos a lo que muchas jóvenes piensan sobre "el" feminismo, este movimiento político y enfoque teórico que, para muchas, parece pasado de moda y ya innecesario, y la apuesta a lo "femenino" y la "naturaleza" como espacio de empoderamiento3.

Escena 1. La pequeña marcha

24 de noviembre de 2013. Una tarde fría y nublada en París es el marco de una marcha que se anuncia pequeña (petite marche) contra la violencia hacia las mujeres. Unas cuarenta personas: varios jóvenes, algunas mujeres de más de 50 años y una mayoría de chicas, elegantemente vestidas, con sus botas, echarpes y gorros a la moda, caminan en silencio. Luego de unas cuadras la procesión se detiene y una de las Antígonas lee los puntos de la convocatoria que pueden resumirse en tres. El primero propone la lucha contra la cosificación del cuerpo de las mujeres bajo estas formas específicas: el rechazo a la legalización de la gestación para otra (GPA) y al empleo ideológico de la interrupción voluntaria del embarazo, presentada como una solución rápida que no debate ni soluciona el problema. Para ello proponen reintroducir como delito la incitación al aborto y así proteger a las mujeres que han sido obligadas a abortar por su entorno. El segundo punto de crítica son las políticas familiares "liberadoras" que, según ellas, no defienden realmente a la familia, presentada como "valor-refugio en tiempos de crisis". Por ejemplo, demandan que no se limite la libertad de las parejas para elegir la licencia por mater/paternidad (ya volveremos sobre esto) y la libertad de parir en casa, demanda que varias feministas -no todas quizás- compartían. Por último, denuncian las violencias psicológicas que no reciben el justo castigo.

Mientras camino cerca de ellas, voy viendo que a su paso quedan carteles y pintadas contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y escucho a dos varones conversar sobre la inmigración y los problemas que genera. Me acerco a la chica con el megáfono, quien leyó las consignas, me presento y quedo invitada al próximo evento.

Escena 2. La conferencia

La cita es en un café ubicado en el famoso barrio Le Marais. El lugar se llama Le Sevigné en honor a Madame de Sevigné, una viuda joven que en el rico epistolario que mantuvo con su hija retrató a la sociedad parisina del siglo XVII colocándola como referente literaria de una época. Este es el lugar de reunión habitual de las Antígonas pero no por su historia. La eligen por su fácil acceso y porque es "lindo".

En el primer piso se desarrolla la primera conferencia de un ciclo que intenta abrir el diálogo con otros actores. Está a cargo de Lucien Cerise, que en sus textos y entrevistas se presenta y es presentado como nacionalista, activista contra la mundialización y defensor de las fronteras4. Hay seis Antígonas y luego van llegando algunos varones, seis en total, que son amigos, hermanos o novios de las chicas. La conferencia de Cerise se centra en un tema que llama mi atención y activa mi francés (¿estaré comprendiendo bien?): la piratería del cerebro humano. Su exposición, que dura aproximadamente cuarenta minutos, consiste en explicar los modos en que puede modificarse el comportamiento humano y ejercer el control social. Para Cerise, la neuro-esclavitud es producida por la repetición, por las rutinas. La escuela, la cultura pop, los medios, son espacios desde los cuales se proyecta la dominación. El virus que ataca el cerebro es individualista, igualitarista, libertario. Quienes lo diseminan se hacen pasar por víctimas y esa es su forma disimulada de ser piratas. Por ejemplo, las feministas que se dicen víctimas de los varones y los culpabilizan.

La homosexualidad es otra arma de destrucción de ésta neo-piratería en su manifestación sexual. Para el expositor, el constructivismo de género niega la genética heterosexual del cerebro; la teoría de género es la teoría de la confusión. La sociedad está hipersexualizada, no hay simbolización y eso lleva al caos. Por eso es necesario reintroducir los límites y estar atentos a las manipulaciones de las minorías: judíos, homosexuales, feministas.

La exposición termina y el pequeño auditorio queda sorprendido. Hay acuerdo en la coherencia de todo lo expuesto pero también desasosiego porque parece difícil librarse de estos males, más aún con las nuevas leyes en Francia.

Los rumores y denuncias que ligan a las Antígonas con la ultraderecha como Bloque Identitario (Bloc Identitaire) tienen fundamentos. Estas chicas -que se visten de blanco en sus demostraciones pero que ahora están elegantemente vestidas, tomando un trago y fumando-, admiran esa sociedad helénica, una sociedad que excluía a los extranjeros. El expositor me escucha hablando en inglés y, como su exposición fue en francés, me pregunta: "¿Pudiste comprender mi exposición?". "Sí, toda" le respondo y corro hacia el metro. Me invade una sensación extraña. Nunca estuve tan expuesta a un discurso de este tipo de manera directa y con total acuerdo en el auditorio.

Escena 3. La entrevista

Un jueves al mediodía, en un bar muy concurrido frente a la estación Montparnasse me encuentro con Iseult Sicard, una de las Antígonas. He aquí la transcripción de nuestra conversación.

 Karina Felitti: ─¿Cómo comenzó a gestarse este grupo?

 Iseult Sicard: ─La primera acción fue la infiltración de unas de las chicas en Femen. Ella decidió hacerlo porque estaba muy conmovida por lo que Femen hacía. En Francia, y en París particularmente, tiene mucha cobertura de los medios. Ella pensó que tenía que hacer algo. Luego, el 25 mayo (de 2013) decidimos vestirnos de blanco para mostrar que somos pacíficas. Queríamos hablar con Femen, ir a su lugar de reunión. Éramos cincuenta jóvenes, pero la policía lo prohibió. Había mucha policía porque se pensaba que Femen podría ser atacado. También había mucha cobertura de los medios. Como no pudimos hablar decidimos leer el mensaje y grabarlo para que se difundiera por la web. Y luego de eso creamos el website y empezaron a escribirnos.

─ ¿Cuántas son ahora las integrantes?

─ Es difícil saberlo. En las reuniones somos veinte. A veces solo nos juntamos a conversar. Hay otro grupo en Marsella y otro en el sur de Francia. Pero después de las acciones de junio y julio tenemos mucha gente que apoya. En la marcha contra la violencia había cincuenta personas. Había muchas generaciones, gente mayor. No queremos ser solo veinte chicas.

─ Los medios las presentaron no solo como un grupo anti Femen sino también católico e incluso a algunas integrantes se las asoció con los partidos de derecha.

─ Las dos chicas que tuvieron esta idea no son católicas para nada. Lo que es increíble es que los medios dicen eso. Aunque lo nuestro es diferente de los movimientos de la derecha se lo asocia. No somos solo un grupo católico, aunque haya muchas católicas. Hay chicas que no tienen ninguna religión en particular. Todas las chicas tienen diferentes backgrounds, es realmente increíble.

─ Más allá de lo que ustedes puedan decir, en el Facebook del grupo, cuando visitaron las embajadas de algunos países a los que Femen había atacado, se pueden leer comentarios racistas y xenófobos.

─ (Sorprendida) No leo todos los comentarios. No lo podemos controlar.

─ Pero el momento en que salen a la luz como grupo es también el contexto de debate por el derecho al matrimonio para personas del mismo sexo y de las marchas de la gente que se oponía a esto.

─ Es cierto que, si bien no queremos estar conectadas con los debates sobre la ley de matrimonio, no podemos negar que si nos encontramos fue por esas demostraciones. No tuvimos que preguntarnos sobre la posibilidad de disidencia en este tema ya que la mayoría de nosotras está en contra de esa ley.

─ Entonces ¿comenzaron a reunirse para oponerse a esta ley o por la incomodidad que les causaba Femen?

─ Lo de Femen fue la señal y la demostración nos ayudó a encontrarnos. Comenzamos a reunirnos en bares y comenzamos a conversar. Fue al mismo tiempo.

─ Puesto que ustedes defienden la familia y la consideran una institución clave, ¿han pensado que sucedería con estas familias que ya existen, con padres del mismo sexo, de no haberse aprobado la ley?

─ Sabemos que hay familias como éstas pero con la ley el gobierno quiso poner a estas familias en la misma clase de equidad que las familias con madres y padres. Pensamos que un niño será más feliz si tiene una madre y un padre. Por supuesto que siempre hay excepciones pero pensamos que con esta ley esa clase de familias son puestas como normales, como las familias tradicionales, y estamos fuertemente en contra de eso. Es una cuestión de prioridades. No estamos en contra de la ley de paridad pero pensamos que ella no responde a las preguntas que se hacen las mujeres hoy, no las ayuda. Hay muchos estudios que dicen que si se le pregunta a una mujer si desea trabajar más o quedarse más tiempo en su casa con sus hijos, hasta un 62 por ciento diría que prefiere quedarse en casa. No entendemos entonces por qué seguir con la ley de paridad. Y respecto al matrimonio, hay diez mil familias de esas en Francia, eso es nada.

La primera acción que hicimos fue tratar de llegar a Femen para conseguir cobertura de los medios, pero no queremos ser solamente anti-Femen, queremos ser algo más.

─ ¿Y cuál es su propuesta entonces?

─ El feminismo francés es todo sobre las mujeres como minoría oprimida y, por eso, ahora necesitan hacer lo que ellas quieren, necesitan que sus cuerpos les pertenezcan. Esa clase de filosofía lleva a que una persona, aunque no tenga dieciocho años, no necesite decirles a sus padres que va a practicarse un aborto y es la única ley en donde los padres no son responsables por su hija. Esto hace que la gente se valga por sí sola todo el tiempo.

─ En sus declaraciones demandan que el aborto no sea una imposición pero ¿cuál es su postura respecto a la ley de interrupción voluntaria del embarazo?

─ Lo que decimos es que está OK tener un aborto, a veces la situación es difícil, pero esto no debe ser tomado como algo bueno. El aborto es duro para las mujeres que sobreviven a eso. El gobierno hizo un sitio web oficial sobre aborto y en ese sitio no hay ninguna opción. Todas las soluciones tienen que ver con lograr el aborto. Si sos menor o si sos mayor de dieciocho años, no importa. En ningún lugar hay información sobre qué hacer si no quieres abortar. Hay organizaciones que proponen la adopción, pero eso no está5.

─ Y sobre control de la natalidad ¿qué opinan?

─ No estamos para nada en desacuerdo con el control de la natalidad, creemos que es bueno y que es bueno para las mujeres no tener niños todo el tiempo. No tenemos una posición muy definida sobre la píldora (anticonceptiva) pero sí decimos que tiende a quitarles responsabilidad a las personas respecto al sexo. Muchas chicas han salido lastimadas por esto. Ahora las madres de las chicas de dieciséis años les arreglan una cita con el doctor para que les explique este tema y muchas han dicho que tenían miedo de hablar estas cosas: "Mi madre me dejó en el estacionamiento del lugar y luego me fue a buscar una hora más tarde". No estamos de acuerdo con esa filosofía de que tener sexo es nada. No creemos que necesariamente no haya que tener sexo antes del matrimonio, pero pensamos que no está bien tener sexo con todos los varones o cada día con uno diferente; eso no es bueno para las mujeres, es como si no hubiera consecuencias por tener sexo.

─ En uno de los videos en donde difunden sus ideas se nota una preocupación por su apariencia física, en cómo están peinadas y maquilladas. ¿Cómo manejan el tema de la belleza y la coerción por el tema belleza?

─ Fue algo que surgió así. Nos gusta arreglarnos. Y sobre los medios es muy difícil porque, por un lado, estamos contra las imágenes que muchos medios muestran sobre las mujeres pero, por otro lado, necesitas de los medios para transmitir tu mensaje. Un importante canal televisivo de aquí, Canal Plus, quería hacer siete minutos sobre nosotras y decían que no teníamos suficientes fotos y que iban a hacer algo por nosotras. Organizamos algo rápido porque querían fotos y estaba OK, no fue un gran error pero no deberíamos hacer algo para los medios. Estamos empezando.

─ En algunas declaraciones han dejado en claro que, a diferencia de Femen, ustedes no quieren ser "imperialistas", no quieren expandir sus ideas y luchas más allá de Europa.

─ Hablamos sobre eso porque nuestras ideas tienen que ver con la civilización occidental y no es que no queramos que salgan afuera, pero no podemos decir si son buenas o malas para el resto del mundo. No sabemos cómo piensan ellos. No queremos decir que lo nuestro es lo mejor para todo el mundo.

─ En algunas entrevistas ustedes han dicho que no son un movimiento político, ¿en qué sentido lo afirman?

─ No queremos estar dentro del sistema político, pero claro que es político cuando decimos lo que es bueno para la sociedad y lo que no es bueno.

─ Ustedes dicen que no están en contra del aborto o del matrimonio entre personas del mismo sexo sino que están "a favor de la familia heterosexual, con roles de género tradicionales y por otras opciones que no sean interrumpir un embarazo".

─ Sí, porque no se puede construir una posición solamente estando en contra de algo.

─ Pero al momento de accionar están en contra.

─ No lo pondría así. No diría que estoy en contra. La gente puede hacer lo que quiera, pero estoy a favor de otra cosa y voy a luchar para que por lo estoy a favor crezca. Lo que queremos es que haya opciones. Si quieres ser solamente una madre, está bien; si quieres trabajar y tener tiempo para tu hijo, está bien también. Y si eso quieres, necesitas más lugares para dejar a los niños durante el día. Y eso se logra pensando a las mujeres como madres y no como otra clase de hombres que solo quieren sus carreras. Esto es lo primero que hablamos. Hay muchas cosas para ver y discutir. Somos un movimiento muy joven y hay mucho que hacer: comunicación, búsqueda de financiamiento, lecturas, todo tiene que ser hecho. Queremos cambiar el punto de vista prevaleciente en la sociedad en el cual las mujeres y los varones pelean, corriendo en competencia. Nosotras decimos que somos complementarios y quizás sea obvio, pero en las escuelas no se ve eso.

─Y ¿qué piensan sobre los estereotipos que también se construyen sobre las mujeres? Por ejemplo, los que dicen que una mujer no puede ser conductora o que las mujeres son mejores enfermeras que médicas.

─ Por supuesto que existen, pero nosotras pensamos que no es bueno para la mujer decir que todo el tiempo fueron oprimidas y que solo pudieron ser enfermeras y no doctoras. Quizás las mujeres elijan eso. No pensamos que la sociedad las obliga a entrar en esos trabajos; es una opción y es muy poco constructivo sacar a las mujeres de estos trabajos. Hay estudios que dicen que hay más mujeres en Veterinaria que en Matemáticas, entonces por eso ¿las leyes deberían poner más mujeres en Matemáticas y a los varones en estudios veterinarios? No creo.

─ ¿No piensas que, en el caso de las matemáticas, los maestros suelen interpelar más a los varones que a las mujeres, incentivar en ellos el interés y menos en las chicas?

─ No, para nada. La escuela en Francia es neutra en esto. Varones y mujeres están en igualdad de condiciones. Por eso colocamos nuestra lucha en el contexto de Francia actual donde estas cosas han sido superadas. No tenemos todas las respuestas. Por eso no queremos rechazar toda la herencia del feminismo. Por supuesto que el voto fue estupendo, el ingreso a la universidad también, pero queremos distinguir entre el feminismo maternalista y el igualitario. Hoy pensamos que todo es sobre el igualitarismo y hay otras formas de feminismo también.

─ Justamente en Argentina se han conocido obras polémicas que hablan sobre la necesidad de buscar un equilibrio y promover medidas que acompañen las decisiones de maternidad. Pienso en el libro de Yvonne Knibiehler y su propuesta de un feminismo que reivindica la maternidad6, hay un importante feminismo de la diferencia en Francia.

─ Es interesante lo que me comentas y pienso que es una cuestión de percepción. No es que el feminismo maternalista no exista hoy, pero ha ido dejándose de lado por el feminismo igualitarista. Desde hace cuarenta años el feminismo igualitarista es muy poderoso en Francia y el gobierno quiere, por ejemplo, pelear para tener la misma cantidad de hombres y mujeres en las compañías.

─ Y esas medidas de paridad ¿cómo las analizan?

─ Nunca diría que estoy en contra de la ley de paridad pero ─me hago la pregunta─ como mujer ¿qué me preocupa? Y es que quiero ser madre y quiero trabajar y no sé cómo manejar eso. Y lo único que el gobierno me está dando es una ley de paridad. OK, es genial que las mujeres estén trabajando muy duro pero quién cuidará de los niños. Te puedes tomar tres meses y puedes elegir si es el padre o la madre quien toma la licencia pero ésta es más larga si la toma el padre. Pienso que es absurdo, la mujer debe cuidar al niño. No quiero que el hombre se quede en casa y se ocupe del baño del bebé.

─ ¿Y por qué no? ¿Piensas que es más natural que las mujeres se ocupen de eso?

─ En Francia, los académicos hablan de Simone de Beauvoir y su idea de que no es que se nace mujer, que hay una construcción social, pero no todo es una construcción social.

─ Pero, entonces, pensando en el cuidado de los bebés, ¿es natural para las mujeres?

─ Sí, por supuesto.

─ ¿Y qué piensas de las nuevas generaciones de varones que desarrollan una paternidad más comprometida con la crianza?

─: Me parece bien, pero no quiero un hombre que juegue a ser la mamá. Quizás conoces a Christina Hoff Sommers, una filósofa estadounidense que habla de la complementariedad7. No está bien que el hombre se vuelva más femenino y la mujer más masculina. Yo quiero un hombre que parezca fuerte, que sepa lo que quiera. Estamos en contra de la feminización de la sociedad y creemos que es eso lo que está pasando. Tenemos éstas leyes. Que cada pareja se organice como quiera. No queremos decir tú tienes que hacer esto o aquello. Creemos que las mujeres tienen ciertas cualidades porque dan a luz, se convierten en madres y no es lo mismo para el padre o el hombre.

─ ¿Es una posición tuya o del de grupo?

─ Sí, del grupo.

─ Por la edad que tienen y por lo que me contaron en la reunión del bar, la mayoría no son madres. De hecho la reunión era tarde a la noche, un día de semana, terminada la conferencia casi todas se quedaron a beber una copa, ¿crees que esto puede influir en la opinión que tienen sobre este tema?

─ Es cierto, la mayoría no somos madres. Solo algunas tienen niños de dos o tres años. Estamos convencidas ahora y espero que no cambiemos en diez años, cuando tengamos tres bebés. Lo que pensamos es que la sociedad europea es muy, muy, individualista y las políticas están basadas en individuos. Y el asunto es que no se puede hacer política basada en lo individual, en la persona. La política es sobre la sociedad, no sobre una persona y seguramente si tenemos hijos será duro y querremos ayuda de alguien más, pero por el bien de la familia no podemos pensar siempre en nosotras. Una persona sola no es nada, a veces todos tenemos que hacer sacrificios. El padre tiene que trabajar para mantener a la familia, la mujer tiene que criar a los niños. Creo que es fácil para las mujeres decir "quiero trabajar, quiero tener una carrera, quiero tener dinero" y olvidar a toda la gente que está alrededor de nosotras.

─ Teniendo en cuenta lo que decís, me pregunto si Antígonas es un grupo antifeminista o es un grupo que está en contra de algunos feminismos. Te lo pregunto porque en una entrevista que les hizo el Círculo Atenea de España, quienes se definen como una "asociación de mujeres en contra del feminismo", parecían ser una versión francesa de la lucha que ellas hacen en su país8

─ No estamos en contra de nada. Tendemos a decir que somos femeninas y no feministas y también que queremos una manera original de feminismo.

─ Entonces ¿Están abiertas a trabajar con feministas o debatir con ellas?

─ Por supuesto.

─ Pero aún no se han formado en este tema ¿verdad?

─ Actualmente hay tres chicas responsables de ubicar autoras del feminismo maternalista. Porque, en Francia, cuando se habla de feminismo se piensa en Simone de Beauvoir pero sabemos que hay otras posibilidades. Pero es un gran trabajo ver todos los sitios web, todos los libros.

─ Entonces ¿podrían conciliar en algunos temas?

─ Claro que sí. Para nosotras la tendencia general de los medios, del gobierno, no encaja con nosotras. Femen, paridad, más control de la natalidad, más aborto. No decimos que esto deba desaparecer pero pensamos que en Francia ser una madre en el hogar es visto como anticuado y que una mujer tenga muchos niños se considera un error. Y yo digo eso aunque crecí en una ciudad muy católica, incluso en esas ciudades es mal visto si tu madre no trabaja. Y pienso que para nosotras la batalla es cultural. Decir que ser madre está bien, que ser femenina está bien.

─ ¿Cuáles son los planes? ¿Cómo piensan expandir el movimiento, llegar a más mujeres?

─ Somos un movimiento muy joven y hemos hecho pocas cosas juntas. Estamos trabajando en un newsletter para enviar cada mes a la gente que conocemos, con uno o dos artículos más intelectuales. Enviarlo a las quinientas jóvenes que mandaron su email. Tratar de armar el movimiento a nivel nacional. Hay un grupo en Marsella y tenemos otros contactos en el norte de Francia, en Grenoble. Tenemos que organizarnos. Y el próximo gran paso es comenzar a buscar fondos. Queremos imprimir el newsletter. Por ahora es solo por nosotras. No nos conocemos entre nosotras y no queríamos estar relacionadas con dinero antes de conocernos y estuvimos esperando.

La charla se termina. Isault debe volver al trabajo. Me quedan más preguntas y muchas ganas de discutir sus afirmaciones pero trato de no comprometer su discurso con mis posiciones, aunque es difícil. Cuando vuelvo a mi casa releo los comentarios de apoyo en su grupo de Facebook y veo la llegada que tienen para algunas jóvenes su defensa de la maternidad y sus críticas a las formas de acción de Femen, como si todo el feminismo se basara en la oposición a la maternidad y en mostrar el cuerpo desnudo como símbolo de liberación. Y así vuelvo a la pregunta inicial sobre los cambios generacionales, los modos de circulación y transmisión del feminismo, el desafío de la representación política y la diversidad de mujeres, necesidades y demandas.

Notas

1 El 1 de diciembre del 2013, cinco activistas de Femen se acuclillaron en la puerta de la embajada de Ucrania en París, con sus pechos desnudos y su habitual corona de flores, y orinaron varias fotos con el rostro del presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, en protesta por la represión que ejerce contra la oposición.

2 http://antigones.fr/ y https://www.facebook.com/LesAntigones?fref=ts

3 Una investigación propia en curso sobre los círculos de mujeres y las nuevas consideraciones y prácticas en torno a la menstruación (rituales celebratorios con la sangre, uso de copas de silicona y de toallas de tela para cuidar a la Pachamama, celebración del útero), sumados a otros estudios sobre el parto en casa y las "eco-maternidades" me permiten extender algunas de estas preguntas al contexto argentino.

4 Algunas de sus publicaciones son Oliganarchy, Le retour aux sources, 2013 ; Gouverner par le chaos. Ingénierie sociale et mondialisation, Max Milo, 2010; Photographies d'un hamburger, Scali, 2006; Stéphane Million, 2011. Algunas entrevistas y artículos pueden leerse aquí: http://www.scriptoblog.com/index.php/auteurs/lucien-cerise

5 El sitio web del Ministerio de Asuntos Sociales y de la Salud se llama "IGV.gouv.fr -Toda la información sobre la interrupción voluntaria del embarazo". Allí se explica que el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo abarca a todas las mujeres, francesas o extranjeras y también a las menores. Se explican los procedimientos disponibles (quirúrgico o medicamentoso), los plazos, los pasos a seguir, los lugares a dónde acudir. Es cierto que aquí no se mencionan alternativas al aborto aunque cabe preguntarse si en un sitio para atender el derecho al aborto debería hacerse. http://www.sante.gouv.fr/ivg

6 Me refiero a Yvonne Knibiehler, Qui gardera les enfants? Mémoires d'une féministe iconoclaste, Calmann-Lévy, París, 2007.

7 Christina Hoff Sommers, en sus libros, desarrolla lo que ella define como un feminismo de la equidad (equity feminism) que promueve la armonía entre los sexos y critica fuertemente la victimización de las mujeres, los women's studies y las organizaciones de mujeres, acusándolas de sectarias y de estar basándose en datos falsos, de construir un modelo de masculinidad violento que hace que ahora sean los varones quienes estén padeciendo la brecha de género, y no las chicas. Algunos de sus libros más controversiales son: Who Stole Feminism? How Women Have Betrayed Women, Simon and Schuster, 1994, y The War Against Boys: How Misguided Feminism Is Harming Our Young Men, Touchstone, 2001.

8 Les Antigones entrevistadas por Círculo Atenea, http://circuloatenea.com/2013/07/17/les-antigones-entrevistadas-por-circulo-atenea/. En este sitio web se anuncia una delegación argentina de esta agrupación.