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Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales

versión On-line ISSN 1853-0400

Rev. Mus. Argent. Cienc. Nat. vol.22 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires dic. 2020

http://dx.doi.org/10.22179/revmacn.22.708 

ARTÍCULO

Mujeres científicas del Museo Argentino de Ciencias Naturales: “Las Cuatro de Melchior”

Female scientists from the Museo Argentino de Ciencias Naturales: “The four from Melchior”

Daiana Paola Ferraro1 

Laura Isabel de Cabo1 

Marcela Mónica Libertelli2 

María Liliana Quartino1  2 

Laura Chornogubsky1 

Soledad Tancoff1 

Yolanda Davies1 

Laura Edith Cruz1  * 

1 Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” - CONICET. Av. Ángel Gallardo 470, (C1405DJR) Ciudad Autónoma de Buenos Aires

2 Instituto Antártico Argentino, Av. 25 de Mayo 1147, Villa Lynch (B1650), Provincia de Buenos Aires.

Resumen

En el marco del ciclo “Pioneras: las científicas del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (Buenos Aires, Argentina)” rendimos homenaje a mujeres que se han destacado en diversas activida des científicas en la Institución. En el año 2019 distinguimos al primer grupo de mujeres científicas argentinas que participaron de una campaña de investigación en la Antártida. Las cuatro biólogas que trabajaron en la Base Melchior durante el verano 1968-1969 fueron Irene María Bernasconi, María Adela Caría, Elena Dolores Martínez Fontes y Carmen Pujals. Presentamos información sobre su viaje a bordo del buque carguero ARA Bahía Aguirre, la expedición al continente blanco y una breve biografía de cada una de ellas.

Palabras clave: Antártida; Expedición Científica; Desigualdades de género; Mujeres investigadoras

Abstract

In the context of the tribute cycle “Pioneers: the female scientists of the Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (Buenos Aires, Argentina)”, we pay homage to different women who have developed scientific activities in the Institution. In 2019 we paid homage to the first group of female scientists from Argentina who participated in a scientific mission to Antarctica at Melchior Base during the summer of 1968-1969. They were the biologists Irene María Bernasconi, María Adela Caría, Elena Dolores Martínez Fontes, and Carmen Pujals. We present information about their trip on board the ARA Bahía Aguirre ship, their expedi tion to Antarctica, and their brief biographies.

Key words: Antarctica; Scientific Expedition; Gender gap; Female researchers

INTRODUCCIÓN

El Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN; Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina) consti tuye la institución científica más antigua de la República Argentina. Su origen se remonta al 27 de junio de 1812, cuando el Primer Triunvirato envía una circular, por inspiración de Bernardino Rivadavia, invitando a los comandantes del inte rior a participar del acopio de materiales para dar origen a un Museo de Historia Natural (Lascano González, 1980). Desde entonces, el Museo res guarda un gran acervo de historia natural, cul tural, arquitectónica y humana. Al presente, el Museo cuenta con 23 Colecciones Nacionales que albergan aproximadamente dos millones de ejemplares y/o lotes de ejemplares (Pablo Teta, com. pers.). Inicialmente el Museo ocupó algunas habitaciones del Convento de Santo Domingo y, luego de atravesar una época de mudanzas por diversos edificios de la ciudad, el 31 de diciembre 1925 se colocó la piedra fundacional en Parque Centenario (Lascano González, 1980).

La historia del Museo ha sido abordada en diversos estudios (e.g., Lascano González, 1980; Perazzi, 2008; Asúa, 2012; Martini, 2012). Las líneas directrices que le han impregnado sus Directores han ido generando que los objetivos del Museo hayan fluctuado a lo largo del tiempo.

En algunas épocas primaban objetivos puramen te científicos y de conformación de colecciones, mientras que en otras gestiones se desarrolló un evidente balance entre investigación y exhibición (Lascano González, 1980; Asúa, 2012). Además, el Museo ha estado bajo la órbita de diversos organismos gubernamentales, siendo actual mente Unidad Ejecutora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación).

En sus más de 200 años de historia, el Museo ha sido dirigido solamente por hombres (16). Esto es sólo un ejemplo de las brechas de género documentadas en diversos ámbitos de las cien cias. Estas desigualdades, observadas tanto en el ámbito científico como tecnológico, han sido abordadas en diversas investigaciones naciona les e internacionales (e.g., Kochen et al., 2001; Etzkowitz et al., 2003; Franchi et al., 2008; Baringoltz & Posadas, 2009; Ceci & Williams, 2011; O’Brien et al., 2019; Huang et al., 2020). Entre los fenómenos de disparidad genérica existen dos, conocidos como “techo de cristal” y “tuberías con fugas”, que son sistemáticamente observados en distintas disciplinas. El fenómeno “techo de cristal” (glass ceiling), revelado como una limitación respecto al ascenso laboral de las mujeres dentro de las organizaciones (a pesar de no haber legislaciones que la impongan), se evidencia en la existencia de un porcentaje des proporcionadamente bajo de cargos directivos ejercidos por mujeres (e.g., Carr-Ruffino, 1991; Akpinar-Sposito, 2013). El fenómeno “tubería con fugas” (leaky pipeline) refleja cómo decrece el número de mujeres en ciencia y tecnología a lo largo de sus trayectorias profesionales (Shaw & Stanton, 2012). Si bien en las últimas décadas hubo un incremento en la participación de la mu jer en las ciencias (UNESCO, 2019), las brechas siguen estando presentes y se evidencian noto riamente en las ciencias duras (e.g., Estébanez, 2004; Martins, 2012; Arias, 2016; Bonham et al., 2017; D’Onofrio & Tignino, 2018; Salerno et al., 2019; Lione, 2020).

El sistema científico argentino también refle ja estas inequidades de género. Si bien en 2019 se contabilizaron 54% de mujeres en la Carrera de Investigador/a de CONICET versus un 46 % de hombres, el análisis de las categorías en las cuales se desempeñan mujeres y hombres reve la los patrones previamente mencionados. En la categoría más alta de las cinco que existen en la Carrera de Investigador/a Científico/a de CONICET, sólo el 25% está ocupado por mujeres (https://cifras.conicet.gov.ar/publica/). Además, en sus más de 60 años de historia, el CONICET ha estado dirigido por 25 presidentes/as, y sólo en dos ocasiones recientes la presidencia fue ejerci da por mujeres (2008-2012; 2019-actualidad).

En este sentido, es necesario también desta car que el acceso a la educación superior estaba históricamente limitado a los hombres. Hacia fi nes de 1800 se reconocieron las primeras mujeres recibidas en universidades públicas, fundamen talmente en carreras relacionadas a las ciencias de la salud (García, 2006). La presencia de las mujeres en el sistema científico argentino se ha registrado a partir de 1910; alrededor de esa fe cha se verificaron los primeros trabajos de inves tigación firmados por mujeres en publicaciones científicas locales (García, 2006). Hacia 1920 se generalizó la incorporación de ayudantes en la boratorios en museos, observatorios y oficinas de ciencia estatales. Los cargos auxiliares y las ads cripciones ad honorem, frecuentes en el Museo, eran permisos especiales para trabajar en deter minada Sección y estudiar sus colecciones o de terminado grupo de especímenes (García, 2006). Estas incorporaciones usualmente se realizaban mediante vínculos personales y/o recomendacio nes de docentes universitarios (García, 2006).

Teniendo en consideración este marco histó rico junto con el contexto actual de reivindica ción del rol de la mujer en las ciencias, un grupo de trabajadoras del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” ha organiza do un ciclo anual titulado “Pioneras: Las cien tíficas del Museo Argentino de Ciencias Naturales”. El ciclo propone reconocer y home najear a mujeres que se han destacado en dife rentes ramas de la ciencia en dicha institución. En la primera edición (2019) se rindió homenaje a “Las Cuatro de Melchior”: las cuatro primeras mujeres que realizaron una campaña científica en la Antártida en el verano 1968-1969.

El Museo Argentino de Ciencias Naturales es pionero en la investigación científica en las islas de Atlántico Sur y la Antártida, habiendo envia do sus primeras expediciones en 1923, 1926 y 1930 a las Islas Georgias del Sur, Orcadas del Sur y Shetland del Sur (Comerci, 1986; Capdevila & Comerci, 2013). Todas las expediciones científicas realizadas a la Antártida fueron llevadas a cabo por científicos hombres hasta finales de 1960. En ese contexto, las mujeres habían llegado al conti nente blanco en expediciones lideradas por hom bres o acompañando a sus maridos. Sin embar go, a fines de 1960 hubo un hito que modificó la historia de la ciencia argentina en la Antártida.

En el año 1968, el Dr. Max Birabén (por en tonces Director del MACN) junto al Dr. Norberto Bellisio (por entonces Investigador a cargo de Peces Australes - División Ictiología del MACN), convocaron por primera vez a cuatro científicas argentinas para liderar e investigar distintos as pectos de la biodiversidad antártica. Ellas eran: Profesora Irene María Bernasconi, especialista en equinodermos; Profesora María Adela Caría, bacterióloga; Profesora Elena Dolores Martínez Fontes, especialista en invertebrados marinos y Licenciada Carmen Pujals, ficóloga (Fig. 1). La presente contribución tiene como objetivo rei vindicar el rol de la mujer en la ciencia conme morando a las cuatro primeras mujeres argen tinas que realizaron una campaña científica en la Antártida. La información presentada provie ne de diversas publicaciones históricas y de un análisis exhaustivo de los legajos particulares de cada una de ellas conservados en el Museo (ex ceptuando a Irene M. Bernasconi, quien no posee legajo en la Institución).

Fig. 1 “Las Cuatro de Melchior”, primeras cuatro biólo gas argentinas en viajar en misión científica a la Antár tida. A) Irene M. Bernasconi, B) M. Adela Caría C) Elena D. Martínez Fontes, D) Carmen Pujals. Fotografía A de autor/a desconocido/a. Fotografías y firmas B-D de los le gajos conservados en la Sección de Personal del MACN. 

EXPEDICIÓN A LA ANTÁRTIDA

El Grupo Naval de Tareas Antárticas de la Marina Argentina convocó al personal del MACN a participar de la campaña a la Antártida a rea lizarse en el verano 1968-1969, tal como había sucedido en ocasiones previas (Comerci, 1986). El personal científico del MACN que formó par te de la dotación incluía al Dr. Norberto Bellisio, Prof. Irene María Bernasconi, Prof. María Adela Caría, Prof. Elena Dolores Martínez Fontes y Lic. Carmen Pujals (Martínez Fontes, 1969). El equipo científico estaba acompañado por once hombres del Servicio de Hidrografía Naval (Martínez Fontes, 1969): Jefe del Destacamento (Teniente de Corbeta Norberto Vigo), tres buzos tácticos (Cabo Principal Alejandro Ambertín, Cabos Primeros Jesús Páez y Luis Morales), un maquinista (Cabo Principal Ricardo Tarabella), un radiotelegrafista (Cabo Primero Eduardo Sonetti), tres técnicos del batallón de reparacio nes (Cabo Primero Juan Vivas y Cabos Segundos Juan Osores y Carlos Bramajo), un cocinero (Cabo Primero Epifanio Romero) y un técnico en Productividad Primaria (Suboficial Segundo Pedro Centeno).

La organización del viaje incluyó el armado de cinco laboratorios móviles que trasladaron en más de 30 bultos, los cuales fueron cuidado samente preparados durante varios meses, como así también el diseño de herramientas confeccio nadas exclusivamente para esta campaña (Fig. 2).

Fig. 2 A) Las cuatro científicas en los preparativos para la campaña antártica. De izquierda a derecha: Elena D. Martínez Fontes, M. Adela Caría, Irene M. Bernasconi y Carmen Pujals. B) Preparación de una de las redes para la campaña antártica. De izquierda a derecha: Nor berto Bellisio, Irene M. Bernasconi y Elena D. Martínez Fontes. C) Recorriendo el Parque Centenario previo a su viaje a la Antártida. De izquierda a derecha: M. Ade la Caría, Elena D. Martínez Fontes, Irene M. Bernas coni y Carmen Pujals. Fotografías de Roberto Sancho, gentileza del Diario La Nación (17/noviembre/1968). 

La expedición a la Antártida se desarrolló en tre el 7 de noviembre de 1968 y el 2 de febrero de 1969. El equipo científico viajó a bordo del bu que carguero ARA Bahía Aguirre de la Marina de Guerra (Fig. 3), zarpando desde la ciudad de Buenos Aires bajo el mando del Capitán de Fragata Heli Saint-Jean (Martínez Fontes, 1969). Luego de cruzar el Pasaje de Drake, el buque arribó al Destacamento Naval Melchior el 19 de noviembre de 1968 (Fig. 4A-B). La Base Melchior fue la primera base fundada en la Península Antártica por las Fuerzas Armadas en 1947 (Isla Observatorio, Archipiélago Melchior, Mar de Bellingshausen, 64°20’S, 62°59’W; Martínez Fontes, 1969). Debido a que la Base Melchior estaba clausurada como base permanente desde la campaña de 1961/1962 (Comerci, 1986), la tri pulación debió refaccionar las instalaciones, las cuales estaban cubiertas de nieve (Fig. 5).

Fig. 3 Campaña científica a la Antártida (1968-1969). El buque carguero ARA Bahía Aguirre transportó a las cuatro científicas hasta la Antártida. Fotografía de autor/a desconocido/a. 

Fig. 4 A) Zona norte de la Península Antártica Ar gentina. El recuadro rojo indica la ubicación del Ar chipiélago de Melchior (véase Figura 4B) y el recua dro verde la ubicación de la Península Jason (véase Figura 4D). B) Archipiélago de Melchior: ubicación de la Isla Observatorio, donde está emplazada la Base Melchior (M) y ubicación de la Isla 1° de Mayo. El re cuadro amarillo indica la zona aumentada en la figu ra 4C. C) Zona norte de la Isla 1° de Mayo donde se encuentran la Ensenada Bernasconi (1), Punta Caría (2) y Ensenada Fontes (3). D) Detalle de la Penínsu la Jason donde se encuentra la Ensenada Pujals (4). 

Fig. 5 Campaña científica a la Antártida (1968-1969), arribo a la Base Melchior. A) Sobre el techo de la Base Melchior. La Base estaba completamente cubierta de nieve. De izquierda a derecha: Teniente Vigo, Ele na D. Martínez Fontes, M. Adela Caría y Norberto Bellisio. Fotografía del Archivo de la División Ictio logía (MACN). B) Sobre el techo de la Base Melchior. Nótese parte de la nieve ya removida visualizándo se parte del techo. De izquierda a derecha: Carmen Pujals, M. Adela Caría, Elena D. Martínez Fontes y el Teniente Vigo. Fotografía del Archivo de la Divi sión Ictiología (MACN). C) Dos de las investigado ras en la puerta de acceso a la Base Melchior luego de remover tres metros de nieve para el ingreso a la Base: Elena D. Martínez Fontes (izquierda) y Car men Pujals (derecha). Fotografía de Norberto Bellisio. 

Durante los dos meses y medio que permane cieron en la Antártida, Irene M. Bernasconi, M. Adela Caría, Elena D. Martínez Fontes, Carmen Pujals y Norberto Bellisio realizaron un gran tra bajo de recolección de biota antártica (Figs. 6-9). Los principales logros científicos conseguidos fueron (Martínez Fontes, 1969):

-Recorrido de más de 950 km. en bote (Fig. 6), recolectando organismos costeros mediante dife rentes artes de captura en las islas Observatorio, Sobral, Piedra Buena, Primero de Mayo, Alberti, Huidobro, Hermelo, Rodeada, Primer Teniente López, Pichón, Capitán Turrado y Sargento Rubianes; en los canales Principal, Murature, Misioera y Messina; en los islotes Alzogaray, Alegría y Skúa; en los puertos Melchior, Andersen e Interior.

- Colocación, en diversos puntos del archipié lago, de 26 espineles de 150 a 300 m de longitud, entre 0 y 180 m de profundidad, con una cantidad de anzuelos que osciló entre 80 y 135 cada uno;

- Lanzamiento de 25 redes de tres mallas, a distintas profundidades (20, 30, 45, 50, 60, 70, 80, 90, 100 y 120 m);

- Realización de 47 inmersiones del equipo de buzos tácticos, con duraciones de entre 4 y 34 minutos, alcanzando profundidades entre 15 y 73 m, a una temperatura promedio de 0,5°C. La cantidad y profundidad de las inmersiones en aguas frías establecieron un nuevo récord para la época;

- Recolección de organismos bentónicos me diante rastreos de fondo de hasta 150 m de pro fundidad;

- Extracción de más de 100 muestras de agua y sedimento de fondo de distintas profundidades y niveles;

- Recuento de bacterias in situ mediante membranas filtrantes de pequeña porosidad y sembrando cultivos en medios especiales para el aislamiento de las especies dominantes;

- Recolección de microorganismos presen tes en el agua y en el sedimento de fondo, por el método de portaobjetos sumergidos a diferentes profundidades y tiempos, para estudios de diver sidad morfológica y tasa de reproducción;

- Recolección de numerosas muestras de de yecciones, contenido gastrointestinal y líquido cloacal de peces, aves y mamíferos para su siem bra preliminar en medios específicos y su poste rior examen bacteriológico y micológico;

- Estudio de numerosos extractos de diversas especies de esponjas silíceas, para la determina ción de su posible acción antibacteriana;

- Recolección de numerosos ejemplares de algas marinas bentónicas verdes, pardas y rojas.

Fig. 6 Campaña científica a la Antártida (1968-1969). Embarcación con motor ubicado en la popa, con el cual el equipo científico realizaba algunas de las expedicio nes desde la Base Melchior. 

Fig. 7 Campaña científica a la Antártida (1968-1969). A) De izquierda a derecha: Carmen Pujals, Elena D. Martínez Fontes, Irene M. Bernasconi y M. Adela Ca ría. B) De izquierda a derecha: Irene M. Bernasconi, Carmen Pujals y M. Adela Caría. Fotografía del Archi vo de la División Ictiología (MACN). 

Fig. 8 Campaña científica a la Antártida (1968-1969). A) De izquierda a derecha: M. Adela Caría, Elena D. Martínez Fontes, Carmen Pujals y Norberto Bellisio. B) De izquierda a derecha: posiblemente Carmen Pu jals, M. Adela Caría y Elena D. Martínez Fontes. Fo tografía del Archivo de la División Ictiología (MACN). 

Fig. 9 Campaña científica a la Antártida (1968-1969). Tres de las investigadoras subidas a una antena: po siblemente Carmen Pujals (abajo), M. Adela Caría (al medio) y Elena D. Martínez Fontes (arriba). Foto grafía del Archivo de la División Ictiología (MACN). 

La valiosa colecta de ejemplares antárticos producto del trabajo de estas científicas forma parte, actualmente, de diversas colecciones cien tíficas del MACN (Fig. 10):

- Colección Nacional de Ictiología (MACN-ict): más de 400 ejemplares de once especies de peces;

- Colección Nacional de Invertebrados (MACN-in): más de 2000 ejemplares de equi nodermos (Asteroidea, Crinoidea, Equinoidea, Holoturoidea y Ophiuroidea) y varios miles de otros invertebrados (e.g., Annelida, Arthropoda, Brachiopoda, Briozoa, Cnidaria, Nemertina, Mollusca, Platyhelminthes, Porifera, Priapulida) y también Urochordata.

- Herbario Nacional de Plantas Celulares (BA-C): cientos de ejemplares de macroalgas verdes, pardas y rojas.

Fig. 10 “Las cuatro de Melchior” de regreso en la Ciudad de Buenos Aires. A) En un laboratorio del Museo exami nando el material colectado en la campaña antártica. De izquierda a derecha: Carmen Pujals, M. Adela Caría, Ele na D. Martínez Fontes (de pie) e Irene M. Bernasconi (sentada). Fotografía gentileza del Diario La Nación (1969). 

Al finalizar la campaña antártica, el 2 de fe brero de 1969 el Dr. Norberto Bellisio regresa en el buque oceanográfico “Benito Goyena”, mien tras que las cuatro científicas retornan en el bu que ARA Bahía Aguirre, arribando a Ushuaia el 12 de febrero de 1969 (Martínez Fontes, 1969).

Este hecho histórico, por el cual cuatro mujeres investigadoras participaron de una expedición antártica por primera vez, no ha pasado desapercibido, habiéndose conmemo rado en diversas ocasiones. En octubre de 1969 la “Embajada de Mujeres de América” rindió homenaje y entregó una medalla recor datoria a cada integrante de la Expedición a la Antártida, al convertirse en “el primer gru po femenino que participó en una Campaña Antártica para desarrollar tareas científicas”.

En 2018, al cumplirse los 50 años de esta Expedición, el Correo Argentino emitió una es tampilla conmemorativa; en el frente del ente ro postal se observa el contorno del continente antártico y la fotografía de las cuatro científicas. Asimismo, la Dirección Nacional del Antártico (DNA) y el Instituto Antártico Argentino (IAA) propusieron al Servicio de Hidrografía Naval crear cuatro topónimos antárticos rindiendo tributo a las científicas. Estos son (Figs. 4C-D): Ensenada Bernasconi (64°17’33” S, 62°58’57” W), Punta Caría (64°17’40’’ S, 62°59’26’’ W), Ensenada Fontes (64°17’41” S, 62°59’13” W) y Ensenada Pujals (66°03’24’’ S, 60°40’48’’W). Ensenada Bernasconi, Punta Caría y Ensenada Fontes se encuentran en el lado oeste de la Península Antártica, en la Isla 1° de Mayo del Archipiélago Melchior (Fig. 4C). Ensenada Pujals se ubica en el lado este de la Península Antártica, en el borde sur de la Península Jason (Fig. 4D). En este sentido, es importante destacar que los topónimos en la Antártida históricamente han sido dedicados a hombres. En las escasas opor tunidades que se ha dedicado un topónimo a una mujer, se ha homenajeado a esposas de reyes, mandatarios, expedicionarios o científicos. En consecuencia, el nombramiento de topónimos en homenaje a “Las Cuatro de Melchior” es doble mente significativo, ya que destaca la presencia de la mujer en la Antártida y su labor como pro fesional dedicada a la ciencia.

BIOGRAFÍAS

Irene María Bernasconi (Argentina, La Plata, 25 de septiembre de 1896 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 7 de julio de 1989). Bernasconi cursó sus estudios de Profesorado en el Instituto Nacional Superior “Joaquín V. González”, ob teniendo el título de Profesora de Enseñanza Secundaria en Ciencias Naturales (1918).

Bernasconi fue la primera de las cuatro biólogas en trabajar en el Museo. Desde 1921 desarrolló tareas de investigación ad hono rem en la Sección Moluscos e Invertebrados Marinos. Bernasconi fue convocada por Martín Doello Jurado, egresado y profesor del Instituto Nacional del Profesorado Secundario, quien por entonces estaba a cargo de las colecciones de moluscos e invertebrados marinos del MACN (García, 2006).

Hacia fines de la década de 1930 firmaba sus artículos científicos como adscripta a cargo del Laboratorio de Equinodermos de la Sección Moluscos e Invertebrados Marinos del Museo.

Bernasconi se desempeñó también como do cente de nivel secundario (1924-1953) y terciario (1940-1953).

Bernasconi realizó varios viajes al exterior para revisión de especímenes y/o materiales tipo: Muséum national d’Histoire naturelle (París, 1930); Instituto Oceanográfico, Universidade de São Paulo (San Pablo, 1955); British Museum (Londres, 1961) y American Museum of Natural History (Nueva York, 1964).

En 1947 Bernasconi obtuvo el premio “Dr. Eduardo Holmberg” por su obra sobre Asteroideos argentinos.

Bernasconi fue miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Ciencias Naturales (1957-1965).

Luego de la creación del CONICET (Decreto Ley N° 1291 del 5 de febrero de 1958) Bernasconi fue incorporada a dicha institución, primero en calidad de becaria (Beca de Perfeccionamiento) y luego formando parte de la Carrera de Investigador/a Científico/a (1962-1974). Luego de adherir al régimen jubilatorio, Bernasconi continuó asistiendo al Museo para desarrollar sus labores científicas (Tablado, com. pers.).

En 1968, con 72 años, participó de la Expedición a la Antártida.

Bernasconi fue bióloga marina y la primera especialista en equinodermos de Argentina. Fue una prolífera científica, habiendo trabajado inin terrumpidamente durante 55 años en los mares argentinos. Desde su primera publicación taxo nómica, en 1925, Bernasconi publicó a un ritmo constante hasta 1980, habiéndose destacado en la revisión de la taxonomía de un número importan te de familias de equinodermos: Pterasteridae, Luidiidae, Odontasteridae, Goniasteridae, Ganeriidae, Asterinidae y Echinasteridae (véase Apéndice 1).

María Adela Caría (Argentina, La Plata, 12 de febrero de 1912 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 27 de mayo de 1987). Hija de padres ita lianos, de niña viajó a Italia, donde cursó sus estudios de Bachillerato (Licenza Técnica) en el Instituto Técnico “Leonardo da Vinci” (1925; Alessandria, Italia). De regreso a Argentina, Caría revalidó sus estudios de Bachillerato en el Colegio Nacional “Almirante Brown” (1935; Adrogué, provincia de Buenos Aires).

Fue empleada en el Instituto Massone (labo ratorio de productos químicos biológicos; 17/fe brero/1930 - 27/abril/1944). Posteriormente, tra bajó en el Instituto Nacional de la Nutrición (04/ julio/1944 - 03/septiembre/1947). Fue docente de la Cátedra de Microbiología Agrícola (Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires, UBA; 01/mayo/1947 - 18/julio/1947) y de la II Cátedra de Pediatría y Puericultura (Facultad de Ciencias Médicas, UBA; 01/septiembre/1958 - 31/diciembre/1966).

En 1947 renunció a su puesto en el Instituto Nacional de la Nutrición, dado que el 04/septiem bre/1947 ingresó al MACN en calidad de Auxiliar Principal.

Caría desarrolló cooperaciones interna cionales en investigaciones relacionadas a en terobacterias. Realizó investigaciones en el Instituto de Higiene - Cátedra de Bacteriología, Facultad de Medicina de Montevideo (Uruguay) con el Profesor Estenio Hormaeche (septiem bre/octubre de 1957 y marzo/junio de 1958). Posteriormente, viajó al Instituto Pasteur de París para trabajar con el Profesor P. Nicolle y con el Dr. Wah (octubre/1962).

En 1957 es convocada por el eximio médico pediatra Florencio Escardó para formar el pri mer Laboratorio de Bacteriología en el Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez” (Wasertreguer & Raizman, 2009). En esa época la mortalidad in fantil era muy elevada, y Adela Caría, por enton ces ya una excelente bacterióloga, fue recomen dada por el Profesor E. Hormaeche para fundar dicho laboratorio. Allí desarrolló una notable producción en temas diversos como estafilococ cia pulmonar, diarreas del lactante o infeccio nes urinarias (Wasertreguer & Raizman, 2009). Desarrolló tareas en el Hospital de Niños hasta 1966 (Wasertreguer & Raizman, 2009).

El 01/enero/1962 ingresó a la Carrera de Investigador/a Científico/a de CONICET y luego de una brillante carrera alcanzó la categoría de Investigadora Independiente (01/octubre/1977).

En 1968, con 56 años, Caría participó de la Expedición a la Antártida.

En agosto de 1971 Caría formó parte de una Campaña Biológica entre Puerto Deseado y Buenos Aires, realizada a bordo del buque

oceanográfico estadounidense “Hero” (National Science Fundation, EE. UU.).

El 27/agosto/1973 Caría fue designada Jefa de la Sección Microbiología Marina del MACN. En el Museo desempeñó sus labores hasta su falle cimiento.

A lo largo de su carrera, Caría recibió diversos premios y reconocimientos. Algunos de ellos son: Premio de la Sociedad Argentina de Pediatría, Premio “Jornadas Argentinas de Pediatría” (1960); Premio “Pedro Escudero” de la Asociación Argentina de Nutrición y Dietología por su tra bajo presentado en el 1° Congreso Argentino de Nutrición (1962); Premio “Alicia Moreau de Justo” a las 100 mujeres destacadas (1985).

Caría fue una reconocida bacterióloga. Fue pionera de la Microbiología pediátrica en Argentina. Formó parte de la Sociedad Argentina de Pediatría (Buenos Aires), Asociación de Ecología (Santa Fe), Sociedad Uruguaya de Pediatría (Montevideo, Uruguay) y del Comité Latinoamericano de Microbiología Ambiental. Dictó cursos de grado y posgrado y asistió a di versos congresos nacionales e internacionales (Rubeglio & Turco, 2019). Caría realizó diversas publicaciones científicas (véase Apéndice 2).

Elena Dolores Martínez Fontes (Argentina, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 12 de ene ro de 1915 - 04 mayo de 1989). Martínez Fontes cursó sus estudios de Profesorado en el Instituto Nacional Superior “Joaquín V. González”. Obtuvo los títulos de Maestra Normal Nacional (noviembre de 1933) y Profesora de Enseñanza Secundaria en Ciencias Naturales (abril de 1938).

El 01/mayo/1938 Martínez Fontes comenzó a trabajar en el MACN en calidad de Ayudante supernumerario. En ese período se dedicaba a la preparación y clasificación de material del labo ratorio de Protistología (aproximadamente entre 01/mayo/1938 y 30/Agosto/1944). El 01/septiem bre/1944 Martínez Fontes fue promovida a la categoría de Ayudante de 7° por disposición del entonces Director Prof. Martín Doello Jurado, quien en diversas misivas destacó la calidad del trabajo realizado por ella. De este modo, comen zó a tener un cargo oficial en el Museo. El 22/ agosto/1946, fue promovida al cargo de Auxiliar 8º, continuando sus ascensos. El 01/enero/1947 Martínez Fontes fue nombrada Auxiliar 1°, desempeñando tareas en la Sección Invertebrados Marinos del MACN. El 12/julio/1947 Martínez Fontes fue promovida al cargo de Auxiliar Principal. El 01/enero/1948 fue promovida al cargo de Oficial 9º y el 01/julio/1948, a Oficial 7º. El 13/junio/1957, titular de un Cargo Personal Administrativo y el 01/julio/1958, a Auxiliar 1°.

Entre diciembre de 1946 y septiembre de 1947 Martínez Fontes viajó a Estados Unidos para especializarse en el estudio de Copépodos (Crustacea), como así también entablar relacio nes con colegas, adquirir conocimientos sobre la instalación de acuarios, salas de exhibición en Museos y obtener bibliografía. En 1956 fue nom brada Profesora de Zoología y Anatomía en la Escuela Nacional de Comercio N° 16 y Profesora (Interina) de Anatomía y Fisiología Comparada en la Sección Ciencias Naturales del Instituto Nacional del Profesorado Secundario.

Entre el 01/diciembre/1959 y el 19/febre ro/1961 Martínez Fontes viajó a Venezuela para realizar investigaciones científicas, colecta de in vertebrados no representados en las colecciones nacionales y canjes de bibliografía.

En 1961 Martínez Fonte participó, junto con el Dr. Eduardo del Ponte (agrónomo y médico veterinario de la UBA), de un encuentro sobre pedagogía de las Ciencias en la Universidad de Colorado (Biology Science Curriculum Study, EE.UU.). Esa experiencia les permitió gene rar, junto con colegas de Brasil, Colombia y EE.UU., entre otros, material didáctico para el estudio de las ciencias naturales en escue las secundarias. Posteriormente, la Fundación Rockefeller la convocó para la redacción de tex tos de biología para nivel secundario. En ese mismo año, se fundó el grupo de Docentes Guía del MACN y Martínez Fontes estuvo a cargo de su coordinación (Canevari, 2012). El grupo de Docentes Guías sigue funcionando hasta el presente (actualmente a cargo de la División Educación del Museo) brindando formación a las/os aspirantes a cargos de Guías del Museo.

Luego de la creación del CONICET Martínez Fontes fue incorporada a dicha institución, en la Carrera de Investigador/a Científico/a (1960) con dependencia en el MACN. Posteriormente, desde el 01/mayo/1962, inició sus funciones como Jefa de la Sección Invertebrados Marinos del Museo.

Entre julio y agosto de 1963 Martínez Fontes participó de la Primera Conferencia Interamericana sobre la Enseñanza de la Biología, organizada por el Departamento de Asuntos Científicos de la Unión Pan Americana (OEA) en San José (Costa Rica). En 1964, integró la Comisión Nacional para la Enseñanza de la Biología (Parodi et al., 1964).

En 1968, con 53 años, participó de la Expedición a la Antártida.

El 18/septiembre/1973 se creó la División Invertebrados (previamente denominada “Sección”) por disposición del entonces Director del Museo, Dr. José María Gallardo, quien nom bró a Martínez Fontes como Jefa de la División. Fue secretaria de la Primera Asociación Argentina de Malacología.

El 31/julio/1978 solicitó la renuncia al Museo y el 01/julio/1979 se le concedió el beneficio de la jubilación.

Martínez Fontes fue una reconocida inves tigadora, especialista en invertebrados marinos (véase Apéndice 3), con una fuerte vocación do cente que la impulsó a desarrollar textos para la enseñanza de las ciencias naturales en América participando de diversos congresos y conferen cias internacionales.

Carmen Pujals (Argentina, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 15 de enero de 1916 - 24 de oc tubre de 2003). Hija de catalanes, Carmen Pujals vivió su infancia y adolescencia en Barcelona, España. En 1935 ingresó a la Universidad de Barcelona para estudiar Biología. Su familia, frente a la inminente guerra civil, decidió volver a Buenos Aires. En 1936 retomó sus estudios, ingresó a la carrera de Licenciatura en Ciencias Naturales en la FCEyN (UBA) y obtuvo el tí tulo de Lic. en Ciencias Naturales (orientación Botánica) el 30/julio/1945.

Pujals desarrolló una extensa tarea docente en la FCEyN, UBA. Fue ayudante de cátedra (18/ mayo/1945 al 22/agosto/1947), Jefa de Trabajos Prácticos de la cátedra de Criptógamas (22/agos to/1947 al 02/marzo/1949), ayudante de Trabajos Prácticos (02/marzo/1949 al 01/octubre/1956) y Jefa de Trabajos Prácticos de la cátedra de Plantas Celulares (01/octubre/1956 al 31/julio/1959).

En la FCEyN trabajó junto con el Dr. Alberto Castellanos (1896-1968), su maestro y guía en el estudio de algas marinas.

Pujals trabajó en el Instituto de Microbiología Agrícola (17/septiembre/1945 al 30/abril/1946) y en la Dirección General de Laboratorios e Investigaciones del Instituto de Botánica (01/ mayo/1945 al 30/junio/1947), ambos dependien tes del Ministerio de Agricultura.

En diciembre de 1946 el entonces Director del Museo, Dr. Agustín E. Riggi, solicitó la incorpora ción de Pujals al MACN. Por Decreto Presidencial del 23/mayo/1947, Pujals fue nombrada Oficial Mayor en el Museo. El 01/julio/1947 comenzó sus actividades de investigación en el Laboratorio de Ficología Marina. En 1958 Pujals fue nom brada Jefa de Trabajos Prácticos full-time en la Facultad de Farmacia y Bioquímica (UBA), por lo cual solicitó licencia sin goce de sueldo en su em pleo del Museo. El Director del Museo por aquel entonces, Ing. José Babini, la designó investiga dora ad honorem del Departamento de Ciencias Botánicas del MACN, dado que ella solicitó au torización para seguir concurriendo al Museo y continuar sus investigaciones. De este modo, Pujals desarrolló su labor científica durante 43 años ininterrumpidos en el Museo, hasta el 30/ septiembre/1990.

En 1968, con 52 años, Pujals participó de la Expedición a la Antártida.

En 1971, Pujals se convirtió en la primera científica argentina en realizar trabajo de campo en las Islas Malvinas, bajo la autorización de la Embajada Británica (Quartino, 2005).

En diciembre de 1972 Pujals viajó por se gunda vez a la Antártida en el buque Ara Bahía Aguirre; sin embargo, la gran cantidad de hielo marino impidió que el buque pudiera arribar a las Islas Orcadas (Quartino, 2005).

En 1969 y en 1972 Pujals viajó a la Facultad de Agronomía de Uruguay, por invitación del en tonces Decano, Ing. Agr. Santos I. Arbiza. Debido a su trayectoria y reconocimiento en el campo de la ficología marina, fue convocada para brindar asesoramiento y formación a un grupo de estu diantes del Laboratorio de Botánica de dicha Institución.

En 1991 el Dr. Sebastián Guarrera convocó a Pujals a ser miembro cofundador de la Asociación Argentina de Ficología (Quartino, 2005).

Pujals fue una prestigiosa botánica, es pecialista en Ficología. Tiene una reconocida producción científica, especialmente en taxo nomía de Rhodophyta (algas rojas) del lito ral marítimo argentino (véase Apéndice 4).

CONTEXTO ACTUAL DE LA MUJER CIENTÍFICA EN LA ANTÁRTIDA

A finales de los ’80, habiendo transcurrido casi 20 años del icónico viaje de las Pioneras a la Antártida, las dotaciones de las diferentes ba ses continuaban siendo integradas mayoritaria mente por hombres, quedando la presencia de mujeres reducida a dos o tres. Durante aquellas campañas antárticas se han tenido que seguir de rribando barreras y luchar contra el estereotipo de género que asume que existen tareas exclusi vamente masculinas. Es así que la inserción de las investigadoras y técnicas (biólogas, geólogas, paleontólogas, oceanógrafas, entre otras) se ha incrementado principalmente a lo largo de los últimos 20 años. La mujer científica antártica ha ganado más protagonismo, desempeñándose tanto como jefa científica o jefa de base, realizan do cualquier actividad que implique salidas en el campo durante prolongados periodos de tiempo, al aire libre en un clima hostil, en terrenos inac cesibles y situaciones de aislamiento.

“Las Cuatro de Melchior” fueron verdaderas pioneras de las Ciencias Naturales en Argentina. Además de ser las primeras mujeres científicas argentinas en viajar a la Antártida, han desa rrollado líneas de investigación novedosas para la época. En una entrevista concedida antes de emprender el viaje al continente blanco declara ron “lo hemos deseado toda la vida”, frase que resume las dificultades con las que se enfrenta ban para poder alcanzar sus objetivos de exce lencia científica (Diario La Nación, 17/noviem bre/1968). Estas dificultades, aunque hoy están más visibilizadas, persisten en todos los ámbitos académicos (O’Brien et al., 2019). En consecuen cia, son necesarias políticas que permitan ga rantizar la participación equitativa de géneros, modificando la percepción que se tiene de las científicas a través de la valoración objetiva de los logros y capacidades de las mujeres.

AGRADECIMIENTOS

Las autoras agradecen la desinteresada colaboración de diversas personas que han aportado valiosa información volcada en el presente trabajo: Dr. Pablo Tubaro (Director MACN), Dr. Alejandro Tablado (Jefe de la División Invertebrados, MACN), Dr. Mariano Martínez (División Invertebrados, MACN), Dr. Pablo Teta y Dr. Humberto Luis Cappozzo (División Mastozoología, MACN), Dr. Gustavo Chiaramonte y Prof. Gustavo Carrizo (Div. Ictiología, MACN), Dra. Laura Nicoli (División Herpetología, MACN), Dra. Cristina Scioscia (Div. Aracnología, MACN), Ricardo Gutiérrez y Adriana Farías (área de Personal, MACN), Marta del Priore (Biblioteca, MACN), Dr. Pablo Fontana (Instituto Antártico Argentino), Carlos Bellisio (Instituto Antártico Argentino-MACN), Dra. Marisa Turco (Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”), Teniente de Fragata Anabel Marziali (Servicio de Hidrografía Naval) y Juan Manuel Trenado (Jefe de Archivo del Diario La Nación).

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Recibido: 27 de Octubre de 2020; Aprobado: 05 de Noviembre de 2020

* Autora de correspondencia: cruzlaurae@gmail.com

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