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Cuyo

On-line version ISSN 1853-3175

Cuyo-anu. filos. argent. am. vol.39 no.1 Mendoza Oct. 2022  Epub Oct 24, 2022

 

Dossier

Presentación del Dossier: La filosofía peruana contemporánea

Presentation of the Dossier: Contemporary Peruvian Philosophy

1Presidente de la Sociedad Peruana de Filosofía. Docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú. rquiroza@unmsm.edu.pe

La filosofía peruana contemporánea tiene varias aristas y debates que se superponen si lo vemos como conjunto. Además, tiene una larga tradición de discusión en la que se entrelazan matrices discursivas, tanto ancestrales como los que aparecen en la etapa de colonización. Por supuesto, las raíces republicanas y republicanistas de uno de los ejes del debate filosófico que simplemente opta por desterrar casi todo el conglomerado de pensamiento discutido en los casi 300 años de virreinato, lo cual, para esta tesis interpretativa, implicaba altos grados de subordinación de las discusiones conceptuales.

Sin embargo, hay otra línea en la historia de la filosofía peruana que más bien ve como un escenario de discusiones complejas y sumamente reveladoras todo el espacio de colonización. Es decir, para esta clave historiográfica, ve los eventos filosóficos como texturas y capas de discusión que es necesario comprender para acercarse con mayor eficiencia a los flujos de información y debate posteriores. Por lo tanto, asumen que hay un continuo que se retroalimenta de tal manera que los enfoques de los filósofos peruanos corresponden a crisoles de pensamiento cuyos antecedentes tienen una raigambre rastreable en su propia comunidad. Así, no se trata solo de estudiarlos como meros receptores y divulgadores de algunas de las ideas de los centros de poder global, sino que hay una reelaboración tanto local como de pertenencia cultural.

Otra ruta de nuestra historia filosófica es aquella que incorpora las visiones y posiciones ancestrales. Estas pueden ser rastreadas con fuentes tanto arqueológicas como del mismo corpus bibliográfico del colonizador. Además, consideran estrategias de recopilación antropológica y de las comunidades originarias sobrevivientes en la actualidad. Todo esto para formar un escenario que amplifica la historia de la filosofía peruana. De ese modo, se incorpora el pensamiento que circula en soportes no escritos y construidos con idiomas no castellanos. Es decir, cuestiona profundamente el modelo que origina un patrón solamente con la escritura y lo que está en español. Esta ruta, además de un espíritu decolonizador más profundo, tiene cada vez un excelente ejercicio de diálogo que va creciendo, ya que en el Perú existen más de cuarenta lenguas amazónicas, además de que una importante población practica cotidianamente el quechua y el aimara, incluso, hay mayor interés en visibilizar el muchik, una de las lenguas más difundidas en el norte del Perú a inicios del siglo XVI y que paulatinamente fue desapareciendo.

Por ello, el trabajo es arduo y totalmente sugerente para replantear la orientación de la filosofía peruana. Nos queda solo, cuando menos, tener una primera aproximación, más bien como provocaciones para pensar y conocer parte de las entradas sobre la producción filosófica del Perú. A eso obedece este breve dossier. Se ha invitado a algunos de los actuales especialistas tanto en tópicos como en autores relevantes que pueden ayudarnos a aumentar la panorámica de una de las tradiciones filosóficas más interesantes de América Latina.

El artículo de la peruanista Dra. Adriana Arpini, quien fue profesora invitada en la Universidad de San Marcos y es una de la figuras más conocidas de la filosofía latinoamericana, nos ofrece un hito de discusión que tiene como telón de fondo la ciudad de Mendoza, Argentina, en el año de 1949, lugar donde ella ejerce su labor intelectual. Por lo tanto, tiende un puente desde su localización hacia un momento en que filósofos peruanos como Augusto Salazar Bondy, Francisco Miró Quesada, Alberto Wagner de Reyna y Honorio Delgado, representaban la avanzada juvenil de la comunidad filosófica peruana. Además de ser un registro histórico notable para la historia de nuestras ideas, estamos frente a actores claves en el desarrollo de las estrategias discursivas que explican el devenir de la filosofía practicada en Perú. Significa la vitalidad de una comunidad cuyos lazos regionales permanenecen en constante comunicación y son retroalimentados por las discusiones con sus pares en las reuniones respectivas. Como en todo ejercicio de diálogo hay impactos conceptuales posibles. Miró Quesada, Salazar Bondy y Wagner de Reyna tienen textos que reenfocan, aunque no lo comparten, la organización e historización de la filosofía peruana y latinoamericana.

En el artículo de la conocida filósofa Clara Alicia Jalif de Bertranou, el rastreo de la huella peruana se da a través del epistolario de Francisco Romero. De ese modo, ese intercambio rico en el trasfondo y el halo de intimidad, va revelando horizontes y percepciones que contribuyen enormemente a completar los marcos de referencia de filósofos como Honorio Delgado, Mariano Iberico, Alejandro Deustua, Augusto Salazar Bondy, Fernando Tola, Ramiro Pérez Reinoso, Francisco Miró Quesada, Walter Blumenfeld, Víctor Li Carrillo, Luis Alberto Sánchez y Alberto Wagner de Reyna. Es interesante notar la incidencia de los grandes maestros de la filosofía peruana como Iberico, Sánchez y Deustua, cuya importancia formativa y de entrenamiento intelectual con los demás de la lista, genera una entrada y cartografía la forma de pensar de dos generaciones distintas de filósofos peruanos. Considerando que el canal epistolar nos señala discusiones que están alrededor y son flujos continuos, algunos no necesariamente continuados, de debates e intercambio de información, el enfoque de Jalif nos descubre un universo de significados que nos dan tarea a todos nosotros.

Victor Samuel Rivera, que es un filósofo adscrito al pensamiento débil de Vattimo y un representante del pensamiento conservador en el Perú, traza un fresco de la trayectoria del vértice cristiano católico en su etapa republicana. Es importante recordar que la asociación del Estado con la Iglesia Católica, desde los inicios virreinales son parte de la estrategia de evangelización europea y que, a pesar de la fundación de la República del Perú, permanece inserto en el programa de construcción nacional. Es decir, el catolicismo, incluso en el éxito de haber impuesto su ideología en el imaginario popular, está engarzado al nacimiento mismo de la nación peruana, no solo para evitar perder su poder e influencia, sino porque la misma matriz fundacional de lo peruano en los ámbitos republicanos está asociada indefectiblemente a su componente fundacional católico. Es decir, a pesar de la declaratoria emancipatoria, esta no pudo desligarse de su aspecto dual en la que la gobernanza depende de la vigencia de la oficialización del cristianismo como agenda de convivencia.

Como signo de una línea de pensamiento que caracteriza a la filosofía peruana, Victor Mazzi traza, además de los antecedentes históricos y conceptuales, la persistencia de un discurso cuyos márgenes son símbolos de una resistencia ante la hegemonía colonizante. Por eso, encuentra en la hibridez tanto indígena como negociadora de Guamán Poma de Ayala, un camino que marca definitivamente las fronteras de tensión desde los frentes andinos ante la arremetida hispánica. Mazzi se dedica a encontrar los entramados discursivos y escritos sobrevivientes todo el conglomerado de una visión indígena y, con ello, demuestra que la derrota militar y política no significó la desaparición del universo indígena. Guaman Poma representaría el inicio de un hilo conductor de la filosofía andina que ha tenido diversas capas de sobrevivencia, en la cual la figura de Juan Yunpa es un símbolo contundente de esa permanencia. Un amauta, un sabio, un filósofo, un pensador, que, gracias a la permanente demostración de Mazzi, nos permitimos incorporar en el catálogo de filósofos originarios de la región latinoamericana.

Joel Rojas, uno de los miembros fundadores del Grupo Pedro Zulen, surgido en la Universidad de San Marcos, actualmente entusiasta editor y profesor universitario, da señas de parte de la historia de la Sociedad Peruana de Filosofía, a través del estudio de uno de sus más señeros representantes como es el filósofo y psicólogo de origen alemán Walter Blumenfeld. Nos presenta la vinculación con las corrientes contemporáneas occidentales desde lo que Blumenfeld, un autor poco estudiado aún, asume como su posición particular en antropología filosófica y lo enlaza con las tesis existencialistas heidegerianas. El debate sobre el existencialismo es uno de especial relevancia en las reuniones de la Sociedad Peruana de Filosofía, fundada en 1940, como una alternativa civil a la vida institucional universitaria, cuyas condiciones no suelen tener la flexibilidad de una organización con fines más libres. Por lo tanto, Rojas nos acerca a un exiliado europeo que participa activamente en la construcción de la comunidad filosófica peruana.

El texto de Rubén Quiroz Ávila es una cartografía de un conjunto de documentos, como son las publicaciones en revistas, que no son comúnmente estudiados. Suele dejarse de lado el inmenso catálogo de textos que dan una espesura discursiva distinta en las historias de la filosofía en general, más bien acostumbrados a configurar el ordenamiento a través de grandes figuras o solo de libros. Aquí el autor discute sobre la importancia de las revistas de filosofía y su rol de promoción y activismo escritural en la producción de ideas. De ese modo, se detectan formas de pensamiento que suelen dejarse de lado por el formato y el soporte distinto con el cual circulan. Este reconocimiento de la importancia de documentos de esa dimensión en las últimas décadas no da una idea de la complejidad del debate filosófico peruano y sus diversas vertientes que la van caracterizando.

Finalmente, tenemos un primer momento, que nos dan aproximaciones y nos invitan a adentrarnos a una de las colectividades filosóficas latinoamericanas más históricas y dinámicas. Por ello, a pesar de lo sucinto y las obvias limitaciones de los tópicos tratados, consideramos que tiene un valor que presenta a los lectores una comunidad que ejerce la reflexión de manera permanente y vigorosa.

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