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Cuadernos del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación. Ensayos

versión On-line ISSN 1853-3523

Cuad. Cent. Estud. Diseñ. Comun., Ensayos  no.68 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul. 2018

 

Prólogo

 

Zulema Marzorati* y Mercedes Pombo **

(*) Doctora en Ciencias Sociales (UBA). Magister en Ciencias Sociales con orientación en Historia (Flacso). Docente e investigadora (UBA). Actualmente investiga las representaciones de la ciencia en documentales argentinos, habiendo publicado diversos artículos sobre esta temática.
(**) Licenciada y Profesora en Enseñanza Media y Superior en Artes Plásticas (UBA). Docente, investigadora y fotógrafa. Actualmente investiga sobre fotografía argentina contemporánea dentro del marco del Programa de Investigación de la Facultad de Diseño y Comunicación, Universidad de Palermo.

Fecha de recepción: marzo 2017 Fecha de aceptación: noviembre 2017 Versión final: julio 2018


Resumen: El cine es un campo de poder simbólico en el que se construyen los discursos imperantes en la sociedad actual. En este volumen editado por la Universidad de Palermo, los autores se proponen analizar las representaciones del autoritarismo y del totalitarismo a partir del análisis de un corpus de imágenes fílmicas de noticieros cinematográficos y de ficción, que abordan la intersección cine/historia en relación con su contexto de producción. Los films se consideran como productos culturales que toman elementos del universo simbólico que los rodea, constituyéndose como constructores y reproductores de imaginarios sociales.

Los diversos artículos que se presentan en este libro se establecen como un laboratorio para la refexión de los cientistas sociales, quienes en la tarea de investigar el devenir de los procesos socio-históricos cuentan hoy con este inestimable recurso que les fue provisto por la ciencia y la tecnología moderna. Son múltiples las perspectivas de análisis que se ofrecen desde la mirada de los autores: el cine como documento histórico; versión fílmica del pasado; el film como recurso didáctico; sistema significante, y lugar de la memoria y del imaginario social, todas ellas desarrolladas y aplicadas a los distintos filmes que integran este Cuaderno.

Palabras clave: cine/historia - imágenes - representaciones - memoria - imaginario social - autoritarismo - totalitarismo.

Abstract: Cinema is a feld of symbolic power in which the discourses prevailing in today’s society are constructed. In this Journal edited by the University of Palermo, the authors propose to analyze the representations of authoritarianism and totalitarianism based on the analysis of a corpus of filmic images of cinematographic and fictional newsreels, which deal with the intersection of cinema / history in relation to its context of production. The films are considered as cultural products that take elements of the symbolic universe that surrounds them, constituting themselves as constructors and reproducers of social imaginaries.
The various articles presented in this book are established as a laboratory for the refection of social scientists, who in the task of investigating the future of socio-historical processes today have this inestimable resource that was provided by science and the modern technology. There are multiple perspectives of analysis offered from the perspective of the authors: the cinema as a historical document; the film version of the past; the film as a didactic resource; signifer system, and place of memory and social imaginary, all of them developed and applied to the different films that make up this publication.

Key Words: cinema/history - images - representations - memory - Social imaginary -authoritarianism - totalitarianism.

Resumo: O cinema é um campo de poder simbólico onde são construídos os discursos prevalecentes na sociedade de hoje. Neste volume editado pela Universidade de Palermo, os autores analisam as representações de autoritarismo e totalitarismo a partir da análise de um corpus de imagens fílmicas de jornais cinematográficos e de ficção, que abordam a intersecção cinema / história em relação ao seu contexto de produção. Os filmes são considerados como produtos culturais que levam os elementos do universo simbólico em torno deles, tornando-se construtores e reprodutores de imaginários sociais. Os artigos apresentados neste livro são definidos como um laboratório para a refexão dos cientistas sociais, que na tarefa de investigar a evolução dos processos sócio-históricos têm agora este recurso inestimável que foi fornecida a eles pela ciência e pela tecnologia moderna. Existem várias perspectivas analíticas oferecidas a partir da perspectiva dos autores: o cinema como documento histórico; versão fílmica do passado; o filme como um recurso de ensino; sistema significante e lugar da memória e imaginário social, tudo desenvolvido e aplicado para vários filmes que compõem este Caderno.

Palavras chave: cinema/história - imagens - representações - memória - imaginário social - autoritarismo - totalitarismo.


 

Un siglo después de la invención de las imágenes en movimiento, los medios visuales se han transformado indiscutiblemente en los principales conductores de mensajes históricos en nuestra cultura
(Rosenstone,1995, p. 3)

Introducción

Como afrma Hobsbawm desde los inicios de esa centuria el cine se constituye en un medio de comunicación masivo, propio de la sociedad urbana industrial, que infuye en la forma que las personas estructuran el mundo (Hobsbawm, 1995). El cine permite pensar y abordar las cuestiones socio-históricas y las múltiples relaciones entre el arte, la cultura y el lenguaje y se suma al conjunto de las producciones culturales de la sociedad convirtiéndose en una vía idónea para conocer la historia reciente y producir un discurso sobre el pasado. (Monterde, 1986)

La idea de que el pasado puede recuperarse desde esa máquina cultural (Sarlo, 1998)1 es cada vez más aceptada entre los medios científicos, ya que sus imágenes2 constituyen un escenario que da cuenta de los confictos y las tensiones que atraviesan una sociedad y son documentos de información relevantes que registran marcas que la palabra no siempre puede enunciar3.

Las películas se constituyen en productos culturales que toman elementos del universo simbólico que los rodea y también en su carácter de constructores y reproductores de imaginarios sociales. Estas representaciones colectivas expresan siempre en algún punto un estado del grupo social que refeja la forma en que éste reacciona frente a un acontecimiento exterior o interior. Bazcko considera que a lo largo de toda la historia las sociedades inventan sus propias representaciones globales por medio de las cuales se dan una identidad, perciben sus divisiones, legitiman su poder. (Bazcko, 1999) Los historiadores han discutido sobre el valor de estos documentos audiovisuales y analizan la importancia de la interpretación de los acontecimientos históricos en la sociedad moderna, orientada preponderantemente hacia las imágenes. En su opinión, tanto las fuentes escritas como las audiovisuales se complementan y son herramientas que les permiten una reconstrucción multilateral, brindando distintas perspectivas de abordaje que pueden contribuir a plantear nuevos interrogantes en los temas investigados. Es en este sentido, el de indagar sobre el funcionamiento social del cine, que en este Cuaderno se plantea el objetivo de avanzar con las herramientas teóricas, acuñadas por distintos intelectuales, para analizar algunas representaciones cinematográficas del autoritarismo y el totalitarismo4.

El primer teórico en plantear la posibilidad de conocer aspectos de una sociedad a través de las imágenes fílmicas en ella producidas fue el flósofo y crítico cultural alemán Siegfried Kracauer. Para este autor, las películas de una nación refejan su mentalidad de forma más directa que otros medios artísticos. Por medio del análisis de las producciones cinematográficas de la República de Weimar entre 1918 y 1933 que refejan –según el au-tor– la angustia y la descomposición socio-política y moral que se vive en ese período, se propuso comprender el surgimiento del nazismo. (Kracauer, 1990)

A partir de este estudio pionero, otros investigadores han refexionado sobre las posibilidades que el cine ofrece en la conformación de los procesos de la identidad y la memoria histórica, abriendo un camino hacia una nueva consideración del séptimo arte en cuanto a su relación con la historia. Entre los más representativos se destacan los estudios teóricos desarrollados por los historiadores franceses Marc Ferro y Pierre Sorlin y por el historiador norteamericano Robert Rosenstone.

En Ferro (1995) y en Sorlin (1985), hay una vinculación entre el cine y su contexto de producción, virtual representación ideológica de su tiempo, que nos permite comprender mejor las sociedades de hoy y del pasado. A diferencia de este enfoque, que analiza el contexto de enunciación del mensaje fílmico y los componentes culturales de una sociedad y una época, Rosenstone (1997) está interesado en cómo el medio audiovisual, sujeto a las reglas dramáticas y de ficción, muestra el pasado. Su propuesta es así más radical: el film histórico no debe ser visto en términos de cómo se lo compara con la historia escrita, sino como una forma de relatar el pasado con sus propias regla de representación. El cine puede ser una vía legítima de hacer historia, de representar, interpretar, pensar y dar signi-ficado desde las huellas del pasado. Considera que la historia no debe ser reconstruida únicamente en el papel, ya que a través de elementos como el sonido, la imagen, la emoción y el montaje, un film ofrecería otras versiones de los hechos y puede hacernos refexionar sobre los mismos. (Rosenstone, 1997)

Estos autores permiten pensar el cine como un puente que une ideas y mensajes ligados a la historia y sus distintos momentos. Al respecto, White (2010) plantea el concepto de historiofotía como un complemento que dialoga con la historiografía. Según este autor la historiofotía es “la representación de la historia y nuestro pensamiento acerca de ella en imágenes visuales y discurso fílmico” (2010, p. 217). Se presenta como un elemento central a la hora de refexionar sobre los procesos históricos. De esta manera el cine puede resultar una herramienta muy interesante a la hora de querer comprender y refexionar sobre ciertos procesos históricos, como puede ser el caso del totalitarismo y el autoritarismo. Según White estas fuentes visuales deberían ser tratadas no como complementos sino como suplementos que permiten analizar nuevas miradas sobre los hechos históricos. Frente a este enfoque, los discursos audiovisuales son interpretados como fuentes autónomas que se ubican en pie de igualdad con las fuentes escritas y verbales a las que está acostumbrado el historiador, reconociendo el concepto de “adecuación” en la narración escrita y visual.

Tanto en un caso como en otro, el relato que se cuenta es producto de procesos de condensación, desplazamiento, simbolización y clasificación. White plantea que “las secuencias de tomas y el uso del montaje o primeros planos pueden ser hechos para predicar tan efectivamente como las frases, las oraciones, o secuencias de oraciones en el discurso hablado o escrito” (2010, p. 222). Incluso deja claro que el cine está mejor provisto que los discursos escritos para proveerle al espectador la representación real de algunos hechos históricos.

Esta manera de abordar el lenguaje audiovisual lleva a refexionar acerca de la “forma” en que decide el autor/director representar el pasado y su refexión sobre el significado histórico.

Dada la importancia de destacar los usos de la imagen y de los sistemas simbólicos en la conformación de la sociedad y la cultura, en este Cuaderno analizaremos distintos filmes que abordan representaciones del autoritarismo y del totalitarismo. En Océano uno, Diccionario Enciclopédico Ilustrado (1991), el autoritarismo es definido como el sistema político fundado en la sumisión incondicional a la autoridad y en su imposición arbitraria. El Diccionario se refere también al abuso que hace de su autoridad la persona investida con ella. En nuestro trabajo se coincide con esta conceptualización, aunque profundizándose aquellos aspectos autoritarios vinculados a la subjetvidad social en relación con sistemas socio-políticos concretos.

Con respecto al término totalitarismo, Hermet5 (1984, p. 151) considera que ha designado demasiadas situaciones nacionales y demasiados puntos de vista para el análisis de este concepto, pero en general se puede circunscribir el núcleo capital del totalitarismo “a una articulación autoritaria del poder, excluyendo el pluralismo abierto”. Para Traverso hay un aspecto que es unánimemente admitido: que el totalitarismo “es la antítesis del Estado de derecho”, perflándose así como la “antítesis del liberalismo” (2001, pp. 19-23). Es hijo de la modernidad, y presupone a la sociedad de masas, urbana e industrial. Suprime las fronteras entre el Estado y la sociedad, es decir que la sociedad civil es subsumida en el Estado. Sus líderes tienen un carácter claramente plebeyo; no son más jefes conservadores aristocráticos que desprecian las multitudes. En última instancia, el totalitarismo no es más que:

La anulación de lo político, del conficto, del pluralismo que atraviesa el cuerpo social, sin el cual ninguna libertad sería concebible. Dispone además de la tecnología y de la ciencia, atributos que le permiten transformarse en un aparato de coerción y exterminio. (Traverso, 2001, pp. 19-23)6

De acuerdo con Sorlin, el cine más que un testigo, es protagonista de la historia porque desde hace más de un siglo registra los momentos fundamentales de las sociedades contemporáneas (Sorlin, 2005). Así, todos los trabajos publicados constituyen un ejercicio para refexionar sobre la relación entre la producción cinematográfica y los hechos históricos, que en este cuaderno se centran particularmente en las construcciones simbólicas que hacen a los confictos y consecuencias de las relaciones de poder y su resistencia al mismo. Es a través de distintas filmografías que los autores de esta publicación van dando espacio a refexionar sobre diversas cuestiones ligadas a los conceptos de autoritarismo y de totalitarismo. Se presentan distintas voces que muestran giros y nuevas visiones ligadas a la historia y sus protagonistas.

En base a las relaciones de género, Rodolfo Battagliese analiza en La Linterna roja el sometimiento de las mujeres relegadas a la esfera doméstica en una sociedad patriarcal donde priman los valores tradicionales. El autor ve en esa opresión del Señor de la casa y su gobierno dictatorial (en particular después de los acontecimientos de la plaza de Tianan-men) un mensaje político-cultural que pretende romper con los principios confucionanos y una alegoría sobre las relaciones de poder en la China comunista actual. El trabajo de Lizel Tornay trata también sobre las construcciones de género a partir de la filmografía derealizadoras feministas en los primeros años de los períodos posdictatoriales en España y en Argentina, centrándose en las problemáticas a nivel internacional, y las particularidades que se pueden dar a nivel local. El artículo permite tener una nueva mirada sobre la identidad colectiva del rol de la mujer a partir de la reconstrucción de la memoria y de la producción de significados.

Zulema Marzorati y Mercedes Pombo se centran en el análisis del film Vincere, y su relación con la Italia facisista. Lo que plantean es una refexión sobre el poder, el amor, la persecución y la injusticia a través de la resistencia y la lucha solitaria de Ida Dalser contra un régimen despótico y la crueldad de un dictador . De esta manera las autoras contribuyen, junto con el film, a iluminar esta historia, conservando la memoria de la amante de Mus-solini en la lucha contra el olvido y permitiéndole recuperar su voz, de la fue desprovista durante tanto tiempo en la historia italiana.

Por su parte, el artículo de Victoria Alvarez toma la dictadura de los 70´, y se centra en la problemática de violencia de género y el silencio que la rodeó por tantos años. Su trabajo refexiona acerca de la falta de la visibilidad que tuvieron estas experiencias, incluso en los años posteriores de la transición democrática. La autora se pregunta si el cine de esos años pudo denunciar alguna de estas formas de violencia sexual de las que fueron víctimas las mujeres que estuvieron encerradas en centros clandestinos de detención, focalizándose en el análisis del film La noche de los lápices.

En Infancia clandestina Tzvi Tal aborda también uno de los acontecimientos más traumáticos de la historia argentina: los años setenta. El film es abordado desde la vida cotidiana de los niños que integraban las familias de Montoneros, participando del combate que éstos libraban. El autor propone que este film, en tanto construcción social, se constituye en memoria de ese pasado y se inscribe en una perspectiva ideológica actual del discurso kirchnerista que idealiza a los militantes, aunque también cuestiona el precio personal que pagan los hijos de los desaparecidos.

Moira Cristiá propone refexionar sobre AIDA –una asociación que denuncia la violencia y la censura de los derechos humanos a artistas de todos los países– basándose en el análisis de la película El exilio de Gardel. El director Fernando Solanas recupera la acciones de este grupo y trae a la memoria la violencia política en el período de la dictadura en Argentina, permitiendo comprender la importancia de la creación como un espacio de resistencia personal y colectiva.

Partiendo de otro momento histórico, como fue la época del desarrollismo en Argentina Sonia Sasiain busca refexionar sobre el poder que tuvieron en ese momento las fuentes audiovisuales, tanto documentales como ficcionales para dar cuenta de los tipos de viviendas, especialmente las villas miserias que se habían transformado ya no en un lugar de paso sino viviendas permanentes. Esto dejó a la vista las malas condiciones en las que habitaba gran parte de la población. El articulo propone que estas fuentes audiovisuales fueron cruciales para que aparecieran nuevas otras voces en los reclamos sociales, las cuales hasta ese momento se encontraban en penumbras.

El Cuaderno concluye con el análisis de 1984 sobre el libro homónimo de George Orwell quien en 1948 escribió esta emblemática distopía sobre los totalitarismos. Mónica Gruber analiza la novela y la incidencia del poder y los medios para disciplinar el libre pensamiento y la libertad de los ciudadanos, un hecho que se resignifica en 1984, año de la filmación de la película y se extiende también a la sociedad actual.

La totalidad de los artículos nos invitan a recapacitar sobre la importancia que tiene el cine para denunciar cuestiones que están o estaban en las penumbras, esa capacidad por hacer visibles determinados hechos históricos, invitando a comprenderlos desde una nueva perspectiva, lo cual permite enriquecer la mirada de quien los lee, los estudia, los piensa . Se trata de una pluralidad de voces que nos permite poner el ojo en experiencias totalitarias que trascienden los límites del tiempo y el espacio, ubicándonos como espectadores de un aspecto oscuro de la esencia humana.

Notas

1. En su libro La máquina cultural. Maestras, traductores y vanguardistas Beatriz Sarlo utiliza el concepto de máquina cultural para designar ideas, prácticas, personajes e instituciones que pueden funcionar como constructores de la identidad nacional y del imaginario social.

2. Tomamos la noción de imagen de Pierre Sorlin (1996, p. 15): “Todo aquello, palpable o no, que nos permite tener al mundo en perspectiva. No podemos pensar sin imágenes que son modelos o derivaciones de la realidad…La noción de “imagen” nos ayuda a superar la oposición entre realidad y representación” .

3. Como observa Mabel Tassara (2001, p. 17) “el cine es el desvelamiento de una realidad oculta, que sólo se encuentra allí, en el rectángulo de la pantalla y que es inasible por otra vía”.

4. Con respecto a los aspectos teóricos de la relación Cine e Historia, ver Marzorati-Tal (2012).

5. En lugar del Totalitarismo, Hermet hace referencia a los totalitarismos, diferenciando dos casos de despotismo burgués (Italia y Alemania) y totalitarismo posburgués (URSS).

6. En cuanto a las etapas de totalitarismo, ver Traverso (2001, pp. 161-166).

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