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Cuadernos del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación. Ensayos

versión On-line ISSN 1853-3523

Cuad. Cent. Estud. Diseñ. Comun., Ensayos  no.85 Ciudad Autónoma de Buenos Aires ago. 2020

http://dx.doi.org/10.18682/cdc.vi85.3751 

Artículos

La edición universitaria argentina a la luz de la Feria del Libro de Guadalajara: acerca de la internacionalización y digitalización

Ivana Mihal* 

* Licenciada en Antropología (UNR). Doctora en Filosofía y Letras, Área Antropología (UBA). Investigadora Adjunta CONICET (LICH-UNSAM). Docente del Doctorado en Diseño (UP); de la Maestría en Educación, Lenguajes y Medios y de la Especialización en Literatura Infantil y Juvenil (UNSAM). Coordinadora Técnica del Programa Interuniversitario de Doctorado en Educación (UNSAM-UNLA-UNTREF). Co-coordinadora del Programa “Mundo editorial, lectura y traducción desde los estudios de género(s) y feminismos” (CONICET-LICH-CEIECS-UNSAM). imihal@conicet.gov.ar

Resumen

El objetivo de este artículo es analizar ciertas particularidades de los sellos editoriales de universidades nacionales argentinas, a partir del seguimiento de la agenda de algunos integrantes de las editoriales en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2018, como parte del proceso de su internacionalización y desarrollo. Se pondrá el foco en describir y comprender cómo éste puede ser un marco adecuado para su abordaje. Asimismo, se propone mostrar distintas instancias relacionadas con la digitalización. Se sostiene que la edición universitaria en Argentina ha estado orientada a su profesionalización y a llegar a través de sus catálogos a públicos más diversos que los universitarios, quedando relegada la discusión sobre las publicaciones en acceso abierto.

Palabras clave: Editoriales Universitarias; Negociaciones; Libros Académicos; Acceso Abierto; Etnografía.

Abstract

The goal of this article is to analyze certain particularities shared by Argentine university presses, tracking the agendas of some of their members at the Guadalajara International Book Fair 2018, which was part of their process of internationalization and development. We will concentrate on describing and understanding how this may be an adequate framework to approach this topic. At the same time, we hope to show various instances related to digitalization. We hold that Argentine university presses are focused on their professionalization and on reaching, through their catalogs, a wider public beyond university halls, thus neglecting the question of open access publishing.

Keywords: University Press; Negotiations; Academic Books; Open Acces; Ethnography.

Resumo

O objetivo deste trabalho é analisar certas peculiaridades de impressões de universidades nacionais argentinas, do acompanhamento da agenda de alguns membros do editorial na Feira Internacional do Livro de Guadalajara em 2018, como parte do processo de internacionalização e desenvolvimento. O foco será descrever e entender como isso pode ser uma estrutura adequada para sua abordagem. Além disso, propõese mostrar diferentes instâncias relacionadas à digitalização. Argumentase, que a edição universitária na Argentina tem sido orientada para sua profissionalização e alcance através de seus catálogos a público mais diverso que os universitários, sendo relegada a discussão sobre as publicações em acesso aberto.

Palavras chave: Editoriais Universitários; Negociações; Livros Acadêmicos; Acesso Aberto; Etnografia.

I. Introducción

Son varios los estudios que últimamente retoman diferentes temáticas y líneas de acercamiento a la edición universitaria. Ciertamente cuando se habla de edición universitaria, algunas aproximaciones provienen de quiénes ocupan o han ocupado puestos en la dirección general o en otras áreas de la edición. Otras, en cambio, constituyen resultados de investigaciones realizadas desde distintas disciplinas, entre las cuales se privilegian diversas metodologías y miradas teóricas. Este trabajo, deriva de un análisis más general sobre editoriales universitarias en Argentina, que vengo llevando a cabo a partir del enfoque etnográfico tributario de la antropología, en el cual la experiencia (presencial, y en los últimos años también digital) sigue siendo uno de los principios articuladores en el abordaje de los problemas de estudio. En relación con lo anterior, este artículo da cuenta de un abordaje etnográfico que realicé en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2018 (en adelante FIL Guadalajara 2018), en la cual se desarrolló además el VIII Foro Internacional de Edición Universitaria y Académica, los días 27 y 28 de noviembre en el marco de actividades dirigidas a profesionales del libro (foro que dejaré de lado en esta ocasión).

¿Cómo puede ser el marco de una feria presencial el espacio adecuado para el abordaje de la digitalización y otros temas?, ¿qué especificidades puede reportar abocarse al alcance de esta feria en particular y no en otra?, ¿qué implicancias tiene para el estudio de la edición universitaria argentina concentrarse en este entramado? Para intentar responder a estas preguntas, apelé a una estrategia de desfamiliarización (Abélès, 2006) de la morfología y de los tiempos que marcan el carácter ritual de las ferias del libro (Sorá, 2002), a los que hago referencia excepcionalmente. Observé, presencié y acompañé a los integrantes de los equipos de los sellos editoriales de universidades nacionales, en reuniones que mantuvieron en el transcurso de este evento. Dichos seguimientos e intercambios, así como aquellos con editoras y editores de otros países, me permitieron observar no sólo sentidos y prácticas que particularizan la edición universitaria argentina sino también comprender dicha especificidad en el contexto internacional.

Circunscribo mi punto de partida a dos observaciones. La primera, es que el escenario elegido consistió en una feria del libro. Entender dichos espacios, desde el punto de vista antropológico como un ritual que se desarrolla anualmente, ha sido subrayado por varios autores, en relación con ferias que se llevan a cabo en México, Frankfurt y Londres. Éstos han focalizado sus estudios en, al menos, dos sentidos: por un lado, quiénes se preguntan cómo siendo que la lectura es una práctica que en las encuestas generalmente no se incrementa y si la venta de libros decrece, las ferias continúan creciendo en cantidad de visitantes (García Canclini, 2015). Conceptualizan a las ferias del libro como proveedoras y mediadoras a la lectura que, de la mano de incentivar el mercado editorial, se constituyen en espacios de socialización para sus visitantes (Camacho y Ojeda, 2015). Por otra parte, quienes han analizado etnográficamente la constitución espacio-temporal de estos eventos, muestran como éste es un campo de negociaciones en la adquisición de contenidos y derechos, y los mecanismos de inserción desigual de los países en el mercado internacional de libros (Sorá, 2002). Dentro de esos espacios estructurados, la participación a través de stands propios, de otras editoriales, u oficiales, de distinto modo, posibilitan realizar encuentros cara a cara en los cuales se van construyendo ámbitos de negociación a través de relaciones personales (Moeran, 2010). Si bien, la Feria de Frankfurt sigue siendo la de mayor centralidad, Sorá sostiene que “los editores hispanoamericanos suman la de Guadalajara como aquella que ganó el privilegio de incidir en esa geografía cultural y mercantil” (Sorá, 2016, p. 27). La segunda observación, es que al abordar ciertos elementos constitutivos de la FIL Guadalajara, ésta puede ser entendida como una feria mixta. En sus primeros días se desarrollan los intercambios comerciales y los espacios profesionales y luego se abre al público en general.

El seguimiento de los integrantes de los sellos editoriales universitarios se llevó a cabo en los intercambios personales de éstos con editoriales de otros países, aunque el último día se siguieron desarrollando actividades de dicho tipo cuando ya la feria estaba abierta al público en general. Esto último, ha posibilitado la emergencia de otras cuestiones relacionadas con la transformación de un mismo espacio para diferentes usos, que también remiten a particularidades y diferenciaciones que asume la edición universitaria argentina en el contexto internacional. Esta feria, a diferencia de la Feria de Frankfurt es reconocida, entre otras cuestiones, por ser un espacio para el establecimiento de coediciones. Propongo entonces, mostrar de qué manera se entablan acuerdos y se apuntan a definir diálogos y negociaciones acerca de cuáles son los mejores convenios para las partes interesadas. Asimismo, apunto a pensar las dificultades que emergen cuando se intenta caracterizar y circunscribir la edición universitaria argentina. Describo cómo entra en juego la digitalización, o si se quiere, lo digital a través de diferentes vías, e indago en algunas de las problemáticas de la edición de libros en acceso abierto. Un comentario preliminar, si bien profundizo en la estancia de la FIL Guadalajara 2018, a lo largo del texto retomo algunas referencias a observaciones participantes, entrevistas con editores y editoras llevadas a cabo en Argentina, tanto como el uso de fotografías y otros registros materiales que fueron surgiendo en el trabajo de campo durante el 2018 y el 2019.

II.Hacia la internacionalización: la presencia de editoriales universitarias argentinas en la Feria

La participación de sellos universitarios en la FIL Guadalajara 2018, fue menor a la de años precedentes. Según datos de la Cámara Argentina del Libro (CAL) en 2015 las editoriales de universidades públicas en dicha feria fueron 14 en total1 (CAL, 2015), lo cual había sido coincidente con políticas de educación superior orientadas a facilitar la participación de la edición argentina a nivel internacional. En cambio, 2018 marcó un contexto diferente. En este sentido, el gerente general de la Editorial de la Universidad de Buenos Aires (EUDEBA) sostenía “este año es la primera vez que no voy a Guadalajara” (comunicación personal, 16 de noviembre de 2018). Algunas de las más desarrolladas profesionalmente como la editorial de la Universidad Nacional de Villa María (EDUVIM), la de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAMedita), la de la Universidad Nacional de General Sarmiento (Ediciones UNGS), también estuvieron ausentes. Aunque unas pocas de ellas habían podido participar entre el 10 y el 14 de octubre de la Feria del Libro de Frankfurt también su participación fue mínima en relación con otros años (la editorial de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, cuyo director general también es coordinador ejecutivo de la Red de Editoriales de Universidades Nacionales -REUN-; UNSAMedita; EUDEBA y la editorial de la Universidad Nacional de Santiago del Estero -EDUNSE-). En esta feria, además de las prácticas habituales de la edición, se presentó el Catálogo de Derechos de la Edición Universitaria Latinoamericana, editado por la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC) de la cual es parte la REUN. Dicho catálogo (que se puede descargar online) fue luego presentado en la FIL Guadalajara 2018, está integrado por 662 títulos de 89 editoriales universitarias -públicas y privadas- de once países. Particularmente en lo que se refiere a nuestro país, fue coordinado por la REUN, y en total participaron 25 editoriales universitarias de ese primer catálogo de venta de derechos, entre las cuales predominan las públicas que son las que integran la red.

Sin embargo, muchas de estas ausencias encuentran su explicación en la actual coyuntura de recortes presupuestarios a nivel de política pública. Éstos afectan decisivamente al sistema universitario y al mundo editorial (cierre de librerías; discontinuidad de compras oficiales de libros y de los planes de lectura para los distintos niveles de enseñanza; disminución en la asignación de fondos para bibliotecas, entre otras), inclusive al de la edición universitaria (con la disminución de la cantidad de ejemplares impresos por tirada; la reducción de publicaciones de novedades del plan editorial producto de los aumentos inflacionarios en los costos de producción, impresión y distribución, por citar algunas de las consecuencias más inmediatas). Particularmente, la disminución en la participación de las ferias internacionales se venía anunciando y denunciado -a través del debate en reuniones colectivas; en programas de radios universitarias; en comunicados digitales de las propias editoriales2; en medios gráficos- por editoras y editoras de distintos puntos del país ya desde la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (en abril de 2018) y por distintos miembros de la comisión ejecutiva de la REUN, del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)3. De las universidades nacionales reconocidas por el CIN, 48 tienen editoriales que integran la REUN4 y, como sostiene Costa (2018), la red reconoce una editorial por universidad, aunque hay varias que tienen más de un sello. Esta es una primera dificultad que la autora plantea al referirse a las editoriales universitarias reunidas en dicha red. Agrego aquí otros criterios que complejizan aún más su clasificación. Una segunda dificultad reside, en términos del reconocimiento de una editorial en sí, por parte del CIN. A partir de cambios en la reglamentación de las redes universitarias (Acuerdo Plenario N° 1012 en 2017); universidades que aún no cuentan con una editorial5 pueden inscribirse en el CIN (reglamentación que además obstaculiza ciertas cuestiones prácticas del funcionamiento de la red6). Segundo, porque hay instituciones de educación superior inscriptas que no son universidades nacionales, sino institutos universitarios y/o universidades provinciales (esto se vincula con la Ley de Educación Superior N° 24521/95)7. Tercero, porque hay universidades que tienen un departamento o área desde la cual editan libros, pero pueden no estar constituidos como una editorial, ni contar con profesionales especializados en la edición. Sin embargo, este ha sido uno de los puntos fuertes sobre los cuales se ha abordado la profesionalización de las editoriales universitarias en nuestro país (Costa y de Sagastizábal, 2016). La existencia de publicaciones de libros y revistas forma parte de las políticas editoriales de una universidad, pero no necesariamente están amparadas en la estructura de una editorial. Por eso en algunas universidades, las normativas creadas específicamente para sus editoriales establecen las funciones y alcances de éstas (tal es el caso de la UNIPE: Editorial Universitaria, cuyo reglamento (art. 3) instaura que éste el único sello editorial de la Universidad Pedagógica Nacional). La cuarta dificultad, subyace y amerita una discusión más general, acerca de hasta cuándo se considera que una universidad cuenta con un sello propio si éste no está activo y no ha publicado libros en el transcurso de años. La quinta y última, se vincula con la construcción de datos, según la fuente de información que uno releve aparecen cifras diferentes, sea bibliografía sobre el tema o informes de organismos -como CERLALC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe), EULAC o REUN-, y la última actualización que éstos tengan en cuenta. Generalmente, se toman cifras oficiales de la REUN en tanto se supone que ésta va teniendo información del día a día de las editoriales inscriptas en la red. Esto constituye una suposición errónea en tanto “no todas las editoriales se comunican con la REUN, o vienen a las reuniones integrantes de las editoriales sino de otras áreas, lo cual hace muy difícil poder decir con certeza cuántas son” (comunicación personal con coordinador ejecutivo de la REUN, 25 de febrero de 2019). Esta información, no obstante, es relevante dado que siguen surgiendo editoriales en universidades que aún no contaban con ellas en su estructura (cfr. Ediciones UNraf, de la Universidad Nacional de Rafaela, creada en marzo de 2018)8; o inclusive, espacios que surgieron dedicados a publicaciones impresas y digitales con el transcurso del tiempo van adquiriendo la estructura y el reconocimiento institucional de una editorial (como es el caso de la editorial de la de la Universidad Nacional de Río Negro)9.

El panorama de la edición universitaria en Argentina es, en suma, heterogéneo y diverso. A pesar de la cantidad de editoriales inscriptas en la REUN, en la FIL Guadalajara 2018 estuvieron presentes 10 en total, de las cuales algunas sólo enviaron libros (EDUNSE; EUDEBA y la Editorial de la Universidad Nacional de la Plata -EDULP-). La edición universitaria argentina estuvo representada por integrantes de los sellos de UNIPE; Ediciones de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ); Editorial UNRN; EdiUNS, la Editorial de la Universidad Nacional del Sur; EUDEM, la Editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata; UNDAV Ediciones, de la Universidad Nacional de Avellaneda y; la UNM Editora, de la Universidad Nacional de Moreno. Este conjunto de sellos editoriales reunidos en la FIL Guadalajara 2018, muestran trayectorias disímiles a partir de los años de creación y recorridos de la edición universitaria argentina. Sellos como los de la UNQ y EDIUNS que fueron creados hace más de 20 años, en 1996; otros como EUDEM que nació en 2005; hasta los más recientes con UNIPE en 2010; UNDAV Ediciones en 2011; UNM Editora en 2012 y, finalmente, la Editorial UNRN en 2015.

Fotografía N°1 : stand de Argentina en el que se nuclearon las editoriales universitarias 

Fotografía N°2 : modalidad de exposición de libros en el stand de Argentina. 

En representación de la REUN fueron el director editorial de la Editorial UNRN y la directora editorial de la EUDEM, quienes resultaron seleccionados a partir de una convocatoria realizada por la comisión ejecutiva de la red10. Excepto UNIPE, que fueron dos integrantes de su equipo, porque su directora editorial estaba invitada como expositora en el VIII Foro Internacional de Edición Universitaria y Académica, por editorial viajó una sola persona11. Moeran (2010) plantea que el número de personas que cada editorial envía a las ferias del libro varía enormemente. Según el tipo de empresas que sean pueden enviar desde una sola persona hasta una docena, de acuerdo al plan y los propósitos de la editorial. La participación en ferias contribuye a conocer y profundizar distintos aspectos de las negociaciones: participar de las reuniones, de las transacciones, de la distribución de libros, conocer el potencial de cada editorial en otros países, pactar coediciones, entre otras.

Pero además de que numéricamente eran pocas editoriales, otra cuestión que influye en relación con los presupuestos es que los sellos de editoriales de universidades nacionales compartían el stand de Argentina con otros de universidades privadas y de editoriales comerciales12.

Esto puede ser leído, en primer término, como visibilidad de varios modos: 1) En relación con otras editoriales universitarias: frente a otros sellos universitarios con stands propios, como las universidades de Costa Rica y otras que estaban nucleadas en uno (fotografías Nº 1, 3 y 4), sólo algunas argentinas tenían vitrinas (fotografía Nº 2). Para visualizar las denominaciones de cada editorial era preciso estar a muy pocos metros de proximidad, desde los pasillos por los cuales se recorren la feria se dificultaba su visión -aunque, cabe consignar, el diseño del stand argentino fue elegido en la FIL Guadalajara 2018 como ganador-. 2) En cuanto editoriales agrupadas en un colectivo: en términos de la presencia de las editoriales nucleadas en la REUN, ésta no tuvo ningún banner identificatorio ni de la red ni de los sellos que la integran. Visibilizar la presencia de la edición universitaria argentina, en un evento como una feria sobresaturado de textos e imágenes, implica tener presente cierta estrategia de comunicación institucional también en dicho espacio (apelo a lo institucional porque la red funciona en el marco del CIN). Sin embargo, la REUN cuenta con un mapa de la República Argentina en el cual se identifican las editoriales universitarias (que ha estado expuesto, por ejemplo, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en 2018 en el stand REUNCIN). Es más, este mapa -a diferencia de los banners de otros colectivos de sellos universitarias en la FIL Guadalajara 2018- no sólo las menciona sino también permite identificar su distribución (concentración) geográfica en distintas regiones del país. 3) En tanto universidades públicas: como pertenecientes al sistema educativo público, tampoco hubo algún elemento distintivo diferencial.

Fotografía N°3 : Stand de la ASEUC (Asociación de Editoriales Universitarias de Colombia) 

Fotografía N°4 : Stand de la UNE (Unión de Editoriales Universitarias Españolas) 

Pero más aún, como ya se ha señalado respecto a otras ferias, los modos de organización y ubicación de los stands permiten observar los desequilibrios tanto comerciales como simbólicos en el mundo de la edición, que abrevan tanto a las ferias internacionales como a las nacionales (Sorá, 2002; Szpilbarg, 2017). Es decir, revelan ciertos elementos que, en segundo término, posicionan a la edición universitaria argentina desigualmente en el panorama internacional del espacio de una feria (si bien esto ameritaría un análisis en profundidad), tanto en su representación colectiva como en la participación de cada sello editorial.

Por una parte, un stand exclusivo es muy difícil de llevar a cabo para la edición universitaria argentina como para otro tipo de editoriales nucleadas en el stand de la CAL, por las distancias geográficas, por los costos, y por la logística. De hecho, como plantea Szpilbarg (2017) en relación a las editoriales independientes, éstas muchas veces se agrupan en stands colectivos para poder enfrentar los costos de participación en una feria. Asimismo, las dimensiones de cada uno de los stands de las redes UNE, ASEUC, ALTEXTO (y de algunas de las editoriales universitarias de México y de Colombia tales como la UNAM, El Colegio de México, etc.) constituían en sí mismas las del stand de Argentina (243 mt2). No obstante, una cuestión abierta que cabría indagar serían las formas de financiamiento de las redes y las asociaciones de editoriales universitarias, porque algunas se sostienen a partir de los aportes de cada sello, lo cual les da cierto margen presupuestario para organizar stands propios, aunque como manifestaba una editora de una universidad privada mexicana “tuvimos que irnos de ALTEXTO porque no tenemos demasiados fondos” (entrevista, 26 de noviembre de 2018). En modo alguno sugiero que los sellos integrantes de la REUN aporten financieramente al sostenimiento de la red, pero si vale pensar en los diferentes modos de gestión de las editoriales y los colectivos que los nuclean, y que una vez más diferencian a la edición universitaria argentina de la de otros países. Por otra parte, estas formas de participación también establecen ciertos parámetros o limitaciones de la edición universitaria en la comercialización en dichos espacios. Es decir, significó concretamente que durante las actividades profesionales y cuando se abrió al público en general, quienes se acercaron al stand argentino para comprar algún libro, no pudieron obtenerlo. Ante esto, alguien les aclaraba que no estaban a la venta y les decía, por ejemplo: “este libro es de la editorial de la Universidad Nacional de Santiago del Estero…”, ingrese a la página web y comuníquese con la editorial para adquirirlo. Excepto, el último día de feria en el cual la CAL puso a la venta los ejemplares que habían enviado las universidades, con personal propio del stand, dado que los integrantes de sus sellos ya habían retornado al país.

III. Entre sociabilidades y negociaciones

Fotografía N°5 : cronograma fotografiado de las reuniones agendadas 

Las reuniones forman parte de una práctica cuya anticipación requiere de meses de trabajo previo. En esos meses se contactan a otras editoriales -nuevas o con las que ya se han realizado intercambios previos- con las que se quieren llevar a cabo encuentros en el transcurso de la FIL. Generalmente esta agenda se construye, como sostenía un integrante de EDUVIM “revisando las páginas web de las editoriales que nos interesan, buscando informes, nos asesoramos para aprovechar al máximo el viaje a una feria” (entrevista a agente literario, 18 de julio de 2018). Inclusive quienes fueron en carácter representativo de la REUN, tenían que llevar a cabo reuniones “representado el colectivo de editoriales universitarias”, y gestionar “junto con el representante de la comisión ejecutiva, una agenda común para desarrollar esa línea de trabajo”13 en la FIL Guadalajara. Como sostiene Sorá, cada editorial “…debe exponerse, informase, insertarse en flujos de relaciones e intereses que van siendo pautados a lo largo del año” (Sorá, 2002, p. 136). Sin embargo, esta parte de los preparativos, dada la poca antelación con que recibieron algunas los fondos presupuestarios para viajar, fue construyéndose también sobre la marcha. Algunos encuentros se pautaron previamente a través del uso del email como estrategia comunicativa; otros fueron el resultado de relaciones interpersonales. Esas interacciones fueron facilitadas por conocerse a través de alguna otra editorial universitaria; por la asistencia a distintos eventos del mundo del libro; por haber llevado a cabo coediciones en conjunto con la parte interesada o con otra editorial de nuestro país; y una tercera opción fue el encuentro cara a cara para tratar de agendar nuevas citas y así maximizar el aprovechamiento en la FIL

Guadalajara 2018. Esta última alternativa incluyó dos tipos de estrategias por parte de las editoras y los editores. Por un lado, caminar hasta los stands de los países e intentar marcar un horario y día de reunión en un tiempo liberado (alrededor de quince minutos) que tenían en algunos casos ciertas editoriales. Por el otro, invitar a editoras y editores que cuando pudieran disponer de algún momento, se acercaran al stand argentino. De este modo, aun cuando en la feria había un salón de negociaciones, las reuniones se sucedieron más en los stands que en dicho lugar, y como se muestra en el cronograma (gentileza de EUDEM, fotografía Nº 5), éste se fue completando (y siguió siendo transformado) a medida que se pautaban nuevos encuentros.

Fotografía N°6 : reunión entre integrantes de Ediciones UNQ, EUDEM, UNIPE y la directora editorial de FLACSO-Ecuador 

La dinámica de la apertura al diálogo y las negociaciones entre editoriales argentinas y extranjeras muestra cierta rutinización. Comenzar una reunión, luego de hechas las presentaciones iniciales (si es que entre sí no se conocen previamente), consiste en contar las especificidades del catálogo de su editorial. En varias de los encuentros que registré, había por el lado argentino más de una editorial presente. Luego de escuchar a la editora o al editor extranjero -sea en el momento inicial de la reunión o posteriormente- se priorizaban algunos títulos, series o colecciones, ya publicados por el sello universitario que podría interesarle a la otra parte. La centralidad del catálogo, además, pone en juego modos distintivos mediante los cuales cada editorial revaloriza y procura darle relevancia a su producción. En ese contexto, las materialidades de los catálogos (en formatos digitales e impresos), funcionan como elementos que acompañan las negociaciones (fotografía Nº 6). Ambas partes interesadas presentaban sus catálogos de diversas formas, en el caso argentino se llevaba a cabo mediante el último impreso disponible (fotografía Nº 7); comentando el acceso a través de las páginas web de las editoriales; o en fotocopias en blanco y negro si no contaban con un catálogo impreso. La desigualdad en los recursos asignados para la edición de catálogos, es aún mayor cuando se la compara con la de los sellos de universidades extranjeras, en cuyos stands se puede obtener hasta un catálogo de ebooks 2018, como el que me entregaron de UNIANDES (editorial de la Universidad de los Andes, Colombia), el cual consta de 226 páginas. Dicha universidad es privada y, en palabras de su editor, publica entre 100 y 115 libros al año, de los cuales entre un 70 y 80% lo constituyen los libros de ciencias sociales y humanas. Esta cantidad de novedades anuales, similar a las de EUDEBA, pero muy distante de otras editoriales, muestra una vez más las diferentes magnitudes y la heterogeneidad de la edición universitaria en el marco de una feria internacional del libro.

En cuanto a las editoriales universitarias de otros países, éstas entregaban una condensación de carta de presentación y catálogo en una tarjeta (de cartón o plástico) cuyo código permite descargarlo (fotografías Nº 7 y 8). El catálogo editado por la EULAC anteriormente mencionado se presentó también en este formato. Una vez que el código QR se descarga, se puede acceder al catálogo por un período de tiempo (generalmente 40 días). Si con el tiempo las materialidades de los catálogos cambian, también se transforman las maneras en que éstos se recepcionan (Chartier, 2003). Tener disponible el código QR en una reunión implicaría que el catálogo puede descargarse en el propio teléfono móvil, por ejemplo, sin necesidad de transportar ejemplares impresos a las ferias del libro. Este, sin embargo, no es aún de uso extendido en las editoriales universitarias argentinas, aunque EUDEM lo viene editando en este formato desde 2017, y la Editorial UNM (fotografía Nº

lo comenzó a utilizar en diciembre luego de que el jefe a cargo de la editorial (con rango similar al de Director Editorial) participara en la FIL Guadalajara 2018.

Fotografía Nº7  

Fotografía Nº8 

Asimismo, en el transcurso de la reunión se aclaraba que las editoriales universitarias argentinas forman parte de la REUN y que en el catálogo elaborado por la EULAC era posible conocer otros sellos editoriales de nuestro país. Además, se manifestaba que los libros publicados por varias de las editoriales podían conseguirse en formatos digitales a través de los portales de Amazon, en el iBooks store de Apple, en mercado libre y en librerías electrónicas, como sostuvo en una de las reuniones el editor de la Universidad Nacional de Río Negro.

Sin embargo, en ciertas reuniones, como en dos que se mantuvieron con editoriales de Canadá, intercambiar opiniones y realizar propuestas con editoras de otros países implica en principio la fluidez del inglés. En uno de los casos -con McGill Queen´s University Press-, la falta de dicha familiaridad con el idioma por momentos entorpeció cierta comprensión de una y otra parte, para expresar la diversidad de los catálogos. En otra de las reuniones -con University Toronto Press-, que tuvo lugar luego de esa casi frustrada primera reunión, los integrantes de las editoriales argentinas pidieron contar con una intérprete del propio stand de Canadá. La presencia de una traductora en simultáneo favoreció el diálogo, aunque una vez más fue preciso aclarar las especificidades de estos sellos. Chartier (2007) plantea que en la edición universitaria uno de los modelos es el norteamericano en el cual los sellos publican dentro de la universidad (John Hopkings creada en 1878; Chicago en 1891, en 1893 surgen las editoriales de las universidades de Columbia y California, en 1901 la de Toronto; y en 1905 Princeton). Para comprender la importancia del dominio del inglés, es necesario tener en cuenta que aun cuando las editoriales argentinas están radicadas en universidades, se diferencian de cierta tendencia generalizada de las universtiy press de publicar casi exclusivamente libros académicos y ensayos. Los sellos universitarios argentinos han elaborado catálogos más diversos (y publican libros académicos; poesía; infantiles; ilustrados; entre otros) y, en este sentido, es preciso en el marco de reuniones especificar y explicar la composición de los mismos, si la apuesta es generar planes de coedición.

Si bien algunas editoriales ante Frankfurt o Guadalajara prefieren participar de la primera (por ejemplo, EDUVIM), otras al contrario optan por Guadalajara porque como me explicaba una editora: “para nosotros es más factible hacer una coedición que meternos en una compra de derechos” (comunicación personal, 26 de noviembre de 2018). Esto concede a la mayoría de los encuentros una impronta particular: la discusión respecto a los convenios de coedición y los distintos modelos posibles. Uno de ellos, puede establecerse sobre la base de los contenidos de los catálogos propios que el editor o la editora quieran imprimir en su país; o decidir qué partes del trabajo de edición llevará a cabo cada una de las partes. Una segunda opción es cuando se arma el libro en PDF y cada editor lo imprime en su editorial. Una tercera posibilidad son los convenios vía las áreas de cooperación universitaria. Y, por último, cuando hay un interés en un contenido, se procura realizar la adquisición de derechos en conjunto. Ahora bien, como expresaba la directora general de EUDEM, “en mi universidad es más difícil firmar un convenio que pasa por Relaciones Internacionales y tiene que ser aprobado por Consejo Superior que un contrato que va a la firma del rector”. Posteriormente, agregaba “(…) Es muy dificultoso absorber los costos de la impresión, pero ahora que la universidad compró una impresora para hacer impresión bajo demanda esto alivianó bastante los costos” (registro de observación, 27/11/2018).

Este comentario, por un lado, refiere a la impresión bajo demanda y, por el otro, a los pasos burocráticos y administrativos. Estos últimos son disímiles no sólo entre distintos países sino también entre las universidades públicas de un mismo país y, entre otras cuestiones, se relacionan con la estructura organizacional y la autonomía de cada editorial en el contexto universitario en el que se encuentra. Como sostiene Jubb (2018) para el caso inglés, no hay dos editoriales que sean semejantes, algo que es extensible al caso argentino.

Un último punto clave que atravesó la FIL Guadalajara fue el del rol de las editoriales universitarias y la publicación de libros digitales en acceso abierto (open acces). Este tópico, fue también uno de los ejes tratados en el VIII Foro Internacional de Edición Universitaria y Académica. En nuestro país, cuando se debatió la Ley N° 26.899/13 sobre Repositorios Digitales -que establece que los organismos y las instituciones del sistema nacional de ciencia y técnica deben volcar las producciones publicadas de los actores académicos (investigadores, becarios, docentes, estudiantes) en acceso abierto-, este tema pasó de largo en la edición universitaria amparado, como manifestó el actual coordinador de la REUN (entrevista, 14 de marzo de 2018), en el problema del financiamiento de la edición de libros. Si bien se reconoce el acceso abierto para publicaciones científicas, el abordaje de los libros es distinto14.

La baja incidencia en su tratamiento no es exclusiva de las editoriales de universidades públicas sino también de las privadas. Al respecto, según un estudio (Córdoba Restrepo, Giménez Toledo, Mañana Rodríguez, Tejada Artigas y Urbano Salido, 2018)15 sobre libros académicos en acceso abierto -en base a cifras que retoman del CERLALC en el 2017- se plantea, en primer lugar, que el 10,2% del total de editoriales argentinas son universitarias. Se señala que de 47 sellos nucleados en la REUN y 29 en la Red de Editoriales de Universidades Privadas (REUP), solo 14 respondieron la encuesta dirigida a indagar sobre este tema. En segundo lugar, que las editoriales desde las cuales se pueden descargar libros en acceso abierto (URL) son: la Editorial de la Universidad Nacional de Río Negro; la de la Universidad Nacional de La Plata; la Editorial de la Universidad Católica de Córdoba y, UniRío Editora, de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Tercero, que el 80% de los contenidos que circulan en acceso abierto corresponden a dos editoriales de la Argentina -y agrego, ambas son de universidades públicas-: la Editorial de la UNRN y de la Universidad Nacional de La Plata.

La publicación de libros en acceso abierto, como sostienen Giménez Toledo, Mañana Rodríguez y Tejeda Artigas (2018), requiere de sistemas de información actualizados, metadatos y plataformas para su comercialización. En varios espacios de encuentro (en asambleas y jornadas) de la REUN en 2018 se ha tratado la necesidad de que las editoriales vayan cargando los metadatos para favorecer la digitalización y la circulación de sus contenidos. Un caso a tener en cuenta es el ya mencionado sello de la UNRN, dado que según la página web de la universidad: “luego de la publicación en el portal francés OpenEdition, librerías digitales y tiendas de comercio electrónico comenzaron esta semana a ofrecer los libros de la editorial de la Universidad Nacional de Río Negro para el mercado global”, al tiempo que aclaraba que esto responde a una política de internacionalización y digitalización de sus contenidos, mediante la cual se pueden adquirir en “portales de Amazon de España y Francia, el iBooks Store de Apple, las librerías electrónicas europeas Kobo, Feedbooks, Cultura, LesLibraires, 7Switch y Chapitre, y tiendas digitales como Fnac”16. Sin embargo, no todas las editoriales se encuentran en la misma situación, como ha referido el director general de UNDAV Ediciones, en su caso no están en condiciones aun de darle gran impulso a la postedición (entrevista, 01 de agosto de 2018) porque la editorial no cuenta con recursos humanos y financieros para solventarla.

Pero más allá de la comercialización, hay otro aspecto central en relación con la discusión de libros de edición universitaria en acceso abierto. Ésta estuvo ausente en los temas de agenda a tratar en las reuniones mantenidas en la FIL Guadalajara 2018. La omisión -en las reuniones de negociación- a la consulta o interés respecto a qué libros de los que las otras editoriales extranjeras ofrecen para coeditar figuran (o son pasibles de figurar) en los rankings de indexadores internacionales como Scopus, o en Book Citation Index, por citar algunos. Las editoriales universitarias que se consideran a nivel internacional más prestigiosas -Cambridge University Press, MIT Press, Elsevier, Springer, University of California Press, Palgrave Macmillan, Routledge, University of Chicago Press, Princeton University Press-, construyen también dicho prestigio a través de su catálogo y de los títulos y autorías en esos indexadores. Dichos rankings si bien son discutibles17, a su vez se tornan necesarios si se tiene en cuenta que en algunos países, la proliferación de los contenidos disponibles en el mundo digital, ha llevado tanto a investigadores como a lectores de libros académicos a interrogarse acerca del lugar que ocupan tanto éstos como las editoriales universitarias (Jubb, 2018). Ahora bien, los indexadores se basan en libros y monografías principalmente en idioma inglés. El inglés continúa siendo el idioma dominante en la circulación internacional de las publicaciones y las traducciones, y un autor que publica en dicho idioma tiene un reconocimiento mayor porque abarca audiencias más amplias (Sapiro, 2018). Si bien esta predominancia también alcanza a los indexadores de libros, en mucha menor medida están comenzando a tener en cuenta otros idiomas, al incorporar editoriales de otros países18. En este sentido, el director general de la editorial de la Universidad de Coimbra (quien a su vez es investigador del sistema científico de su país), afirmaba que la apuesta está en competir “con Scopus, con Web of Science, no con otro tipo de editoriales”. Asimismo, sostenía que la principal política de su editorial (que edita libros y revistas) era conseguir calidad y prestigio compitiendo con las principales publicaciones de otros países: “lo que queremos nosotros es que desde Cambridge, Harvard, Princeton o Chicago digan, quiero publicar en Coimbra!”; asimismo precisaba “para eso necesitamos que nuestros libros estén en open acces y que estén en esos mismos indexadores que las revistas, para que también nuestros investigadores digan es mejor publicar aquí que en otro lado” (entrevista, 28 de noviembre de 2018). Por último, es posible mencionar la existencia de editoriales creadas exclusivamente, como es el caso de la University College of London Press19, para publicar en acceso abierto. De modo tal que distintos aspectos están atravesando el tratamiento y la discusión sobre libros en acceso abierto en el marco de la edición universitaria.

Reflexiones finales

El seguimiento de la agenda de un grupo de integrantes de sellos de universidades públicas en la FIL Guadalajara 2018 permitió captar in situ un momento particular de la edición universitaria argentina, a través de sus prácticas y rutinas. Al inicio de este artículo apunté algo que es comúnmente reseñado por quiénes se encuentran participando del mundo editorial: los preparativos de estos rituales anuales, los intercambios, los encuentros personales, las tendencias y novedades, se perciben y se palpitan en estos espacios. Sin embargo, en 2018 en una coyuntura de fuertes recortes presupuestarios en educación en nuestro país, las consecuencias se notan no sólo en el sostenimiento y desarrollo de la labor de las editoriales sino también en su participación en ferias del libro internacionales.

Como campo de análisis, procuré comenzar a interpelarlo etnográficamente. Atender cómo ciertas categorías que operan como nativas, como la de editoriales universitarias, se recrean y tensionan en lo cotidiano en relación con usos, sentidos y acciones que las delimitan y las particularizan. Opté por circunscribir esa problematización a la inscripción de las editoriales como parte de las políticas de educación superior, dejando de lado en esta oportunidad otros enfoques y/o interrogantes que podrían inferirse desde el mundo de la edición. Es clave comprender que la edición universitaria argentina es parte de dinámicas que la resignifican constantemente. Aun circunscribiendo la mirada, es posible captar en parte su diversidad, heterogeneidad y complejidad. Me refiero al papel que las normativas en educación superior cumplen tanto en la constitución de las editoriales como parte de este sector educativo, como en el funcionamiento de organismos vinculados con la edición universitaria. Asimismo, los movimientos vertiginosos en el aumento de editoriales universitarias y vicisitudes propias de los sellos y, a su vez, de indefiniciones respecto a si se siguen considerando como tales si están inactivos; y la diversidad y requerimientos de actualización constante de las fuentes de información; dificultan la formulación de datos sobre este campo.

El desarrollo significativo tendiente a la profesionalización y a la internacionalización de la edición universitaria argentina, ha tenido como confluencia dos procesos que fueron visibles en la FIL Guadalajara 2018. Uno que muestra modos diferenciales, desiguales, y particulares de cada editorial en el ámbito de las negociaciones (como, por ejemplo, en la presentación de sus catálogos). Y, otro que revela el carácter integrador al que se apuesta desde sus espacios colectivos. En relación con esto último, el seguimiento de un grupo de sellos editoriales me permitió observar algunas características intrínsecas a su desarrollo, y evidenciar cómo dicho sentido colectivo era revalorizado no solo en las reuniones en que estaban quienes fueron en carácter representativo de la REUN sino en otras (más allá de las que particularmente tenía cada editorial pautada con otro país). Esto implica que quiénes integran las editoriales están, con mayor o menor profundidad, imbuidos acerca de lo que publican las otras universidades, y pueden referenciar algunos temas o colecciones de sus catálogos. No observé esto en relación con las editoriales de otros países, dado que cada sello mantenía una reunión específica con la otra parte. Este abordaje particular y colectivo a su vez, es una primera diferenciación de la edición universitaria argentina.

Un elemento adicional, percibido en los diálogos entre editoriales, es como éstas se integran sigue siendo prioritario para las negociaciones. Esto revela la necesidad de conversar fluidamente en inglés para no restringir las oportunidades de intercambios con otros países a la intermediación de la traducción, pensando sobre todo en continuar el camino de la internacionalización en el que vienen transitando -con distintos niveles de desarrollo- algunas de las editoriales universitarias.

Por otra parte, a partir de ciertos aspectos de la digitalización fue posible dar cuenta de algunas tendencias en la FIL Guadalajara 2018 y, a su vez, mostrar los modos distintivos mediante los cuales exponen y comunican sus catálogos las editoriales: desde la materialidad de los catálogos y sus códigos QR, pasando por las formas de negociación y posibilidades de editar en conjunto entre universidades de diferentes países donde lo digital facilita la publicación; hasta los debates respecto al acceso abierto de libros universitarios. Sin embargo, entendidas como tendencias e innovaciones, les resta el carácter problematizador que cada uno de estos temas encierran en sí mismos. Como ya hace varios años comentaba Thompson respecto a los ebooks, cuando uno ve un libro no ve los procesos que contribuyeron a su edición, solamente su resultado (Thompson en Cole, 2010). Del mismo modo, detrás de un catálogo disponible a ser descargado en un teléfono móvil con un código QR, es necesario el desarrollo, sin soslayar que, aunque varias editoriales ya cuentan con esto, otras en cambio aún están más restringidas para disponer de recursos que permitan llevarlo a cabo.

Una segunda diferenciación, por la que se vuelve a filtrar la digitalización (y la visibilidad de los libros), es la discusión en los sellos editoriales de universidades públicas sobre el acceso abierto de los libros que editan. En las reuniones que presencié y registré esto aparece más como preocupación ausente que como motivo de interés en dicho contexto. Algo que también surge de las observaciones en distintas instancias de encuentro de la REUN. Sin embargo, no es suficiente ceñir la discusión de libros académicos en acceso abierto (y con criterios de calidad que permitan incluirlos en indexadores internacionales) como tema de agenda de la REUN, aunque sería necesario también. El debate involucra otros actores universitarios, entre ellos los ligados a las evaluaciones del sistema científico y tecnológico del país. Su abordaje se vincula con cuestiones tales como definir el posicionamiento en la agenda científica, esto es, si inscribirse -y unificarse- en los criterios de calidad y jerarquización del conocimiento que se determinan en países anglosajones -con sus criterios de indexación- o establecer otro tipo de parámetros nacionales. Asimismo, incumbe a aspectos vinculados con los repositorios digitales, y con una normativa que no se ajusta del todo a este tipo de publicaciones. También amerita pensar qué tipo de libros y para qué disciplinas serían convenientes que se publicaran libros en acceso abierto, dado que quizás los ensayos y libros académicos en el área de ciencias sociales y humanidades son los que más se ajustan a este sistema. Y, aun así, otro aspecto a considerar es qué sucede con los que ya fueron publicados y podrían volver a ser editados; o si es necesario reconsiderar en adelante la incorporación de nuevos títulos en base a ello. Estos son algunos de los interrogantes que se pueden bosquejar ante la consideración de la publicación de libros en acceso abierto. Los títulos de los catálogos que publican las editoriales universitarias argentinas, son muchos más variados que los exclusivamente académicos. Esta diferenciación a la vez que les imprime una distinción con relación a la edición universitaria de otros países, singulariza a las editoriales de nuestras universidades.

En el camino iniciado y desarrollado por las editoriales universitarias argentinas las búsquedas y principios priorizados han sido instalarse en tanto tales en sus universidades y en el mercado editorial en general, porque salvo algunos casos, dichas editoriales no siguen los lineamientos de las university press anglosajonas que publican mayormente libros y monografías académicas, sino que apuntan a públicos diversos. Sin embargo, este podría ser otro de los posibles desafíos a emprender, ubicarse en el ranking de las editoriales universitarias de mayor prestigio en el panorama internacional.

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1 Los sellos universitarios fueron: UNR Editora; EDIUNC; EDIUNS; EDUNLA Cooperativa Editorial; Ediciones UNQ; UNSAMedita; Ediciones UNGS; UNIPE; EUDEBA; EU-DEM; UNL Ediciones; EDUVIM; y EDUTECNE.

2Por ejemplo, EDULP comunicó dichos recortes a través de una nota titulada “El sistema editorial universitario sufre un devastador recorte presupuestario”. Disponible en http://www.editorial.unlp.edu.ar/articulo/2018/10/4/recorte_universitario

3La REUN entra en la órbita de la Comisión de Asuntos Académicos del CIN y de acuerdo a los cambios en 2017 en el reglamento de las redes del organismo, ésta es una organización interuniversitaria, cuyos órganos de gobierno y gestión actuales son las Asambleas, la Comisión Ejecutiva y un Rector Coordinador (art. N° 5, Acuerdo Plenario N° 1012/17).

4Según datos obtenidos a partir de la Planilla de la Asamblea de la REUN (4 de septiembre de 2018). Este número puede haber variado posteriormente.

5Como por ejemplo el Instituto Universitario Patagónico de las Artes.

6La Asamblea de la REUN (4 de septiembre de 2018), demoró en más de dos horas el inicio de la reunión puesto que no se llevaba a cubrir el número necesario de participantes para sesionar que se establece según el reglamento del CIN (Acuerdo Plenario N° 1012/17). Esto es consecuencia de los cambios en dicha reglamentación que inciden en dos sentidos distintos y complementarios entre sí. En el reglamento se establece que la incorporación de nuevas universidades que aún no tienen editoriales constituidas pueden participar, aumentando así el número de integrantes requerido para que se desarrolle la asamblea. Y, por otra parte, cabe consignar que algunas personas designadas a participar de este espacio no son siempre las mismas, algunas veces son enviadas en tanto representantes de la universidad y pueden estar vinculadas (o no) con la actividad editorial, y desconocer los requisitos necesarios para que se desarrolle la asamblea.

7Cuando el CIN se crea en 1985 nucleaba solamente a las universidades nacionales, con la sanción de la Ley de Educación Superior (1995) incorpora a institutos universitarios y a universidades provinciales que estén reconocidas por la Nación.

8Por medio de la resolución N° 008/2018.

9Surgió como un área de publicaciones “en 2012 y se conformó como una estructura editorial en septiembre 2015, de la mano del Programa de Mejoramiento para Editoriales Universitarias” (conversación con director editorial, 14 de marzo de 2019). Dicho programa fue parte de una política de educación superior orientada a las editoriales de universidades públicas, denominada “Editorial (Proyecto de Apoyo al Desarrollo de Editoriales Universitarias - Editoriales Universitarias Argentinas, SPU, Ministerio de Educación de la Nación, 2014).

10Se trató de una convocatoria que fue enviada por email a las editoriales en octubre de 2018, dado que en la Asamblea de septiembre de ese año la comisión ejecutiva no tenía la confirmación de si el Programa de Internacionalización de la Educación Superior y Cooperación Internacional (PIESCI) podía adjudicar un pequeño presupuesto (compuesto por remanentes de otros eventos) para solventar la participación en la FIL Guadalajara. El presupuesto cubría el viaje aéreo de las personas seleccionadas. Las condiciones establecían que éstos viajaban en representación de la REUN y debían participar del VIII Foro Internacional de Edición Universitaria y Académica. Las editoriales elegidas tenían, además, que estar inscriptas en la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional.

11Aunque en el caso de la UNM Editora, como la editorial presentaba dos libros en la FIL Guadalajara viajaron también sus autores. Los fondos fueron asignados por el PESCI en 2017 y como no fueron utilizados en esa ocasión para participar de las ferias de Guadalajara y de Frankfurt, pudieron reasignarse a la editorial para financiar dichos viajes en la FIL Guadalajara 2018.

12Editorial Universidad Adventista del Plata; Unimago Ediciones; Editorial de la Universidad Católica de Santa Fe; Librería Akadia Editorial; Editorial Betina; Riderchail; Del Naranjo; Nueva Librería; Roberto Rafael Basílico, Libros para el Mundo; SB Editorial; Ediciones De La Flor; Dunken. Autores Independientes; Nobuko. Diseño Editorial; Luminias; UAI Editorial; Editorial Intermedica; Editorial Claretiana; Editorial Granica; Nicolás Von Der Pahlen Libros; Rubinzal Colzoni Editores; Ediciones Journal; Corpus; Editorial Omar D. Buyatti; Editorial Didot; Grupal, Lúdico Ediciones; Melos Ediciones Musicales; Imaginador; Heliasta-Claridad -Unaluna- Tobogán; Libros del Zorzal; Editorial Brujas; Albatros; Colihue; Valleta Ediciones; Editorial Hola Chicos; Editorial Manantial; EDIAR; y Noveduc.

13De hecho, estaba establecido en la propia convocatoria mencionada anteriormente.

14Unzué y Freibrun (2015) desarrollan los problemas y desafíos de esta ley y, en particular, para el caso de las publicaciones en ciencias sociales consideran que esta normativa debería replantearse cómo se podrían redefinir las vinculaciones de las universidades con las editoriales.

15Dicho estudio abarcó en total 143 editoriales universitarias latinoamericanas mediante una encuesta y a través de la revisión de los sitios web a través de los cuales analizaron, por ejemplo, las formas de encontrar disponibles los libros de acceso abierto y sus dificultades, entre otras cuestiones.

16Nota publicada en el sitio de la universidad, no el propio de la editorial: “Editorial UNRN amplía la distribución del libro digital”, 06/04/2018. Disponible en https://www. unrn.edu.ar/noticias/Editorial-UNRN-amplia-la-distribucion-del-libro-digital-99

17Esto se encuentra extensamente trabajado respecto a las revistas científicas, y al respecto Beigel y Salatino (2015) consideran que detrás de los sistemas de indexación y los rankings subyacen empresas y editoriales que jerarquizan el conocimiento científico inter-nacional en base al modelo estadounidense.

18En el sitio web de la UNED se menciona que estas indexaciones tienen una marca-da presencia anglosajona: “al ser un producto propiedad de Clarivate Analitics (antes de Thomson Reuters y anteriormente de ISI) los investigadores podrían lamentar su claro sesgo anglosajón como ocurre con otros recursos de esta empresa (Journal Citation Index sin ir más lejos). Sin embargo, esta vez, en este recurso se han incluido publicaciones de otros idiomas”. En 2018. la Editorial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC, España) fue invitada a participar de Book Citation Index con sus contenidos (libros y monografías), lo que quizás pueda suponer una mayor representación de las publicaciones de ciencias sociales y humanas en esos indexadores. Disponible en http:// investigauned.uned.es/book-citation-index-el-gran-desconocido/

19Giménez Toledo y Córdoba Restrepo (2018) han analizado distintas modalidades y formas de financiamiento de las universidades y el acceso abierto, y la incidencia de éstas en las editoriales universitarias, desarrollando más en profundidad el caso mencionado en este texto.

Recibido: 01 de Noviembre de 2018; Aprobado: 01 de Marzo de 2019; : 01 de Julio de 2019

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