SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.15 número15Tensiones y confilictos en torno al problema habitacional: El caso de las familias sin techo (Mar del Plata, 2008-2010)Transformaciones de Posadas (Argentina), Encarnación (Paraguay) y otras ciudades aledañas derivadas de la construcción del Complejo Hidroeléctrico Yacyretá índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Cuaderno urbano

versión On-line ISSN 1853-3655

Cuad. urbano vol.15 no.15 Resistencia dic. 2013

 

ARTÍCULOS ARBITRADOS

Impactos urbanos de la Gran Depresión: el caso de Villa Desocupación en la Ciudad de Buenos Aires (1932-1935)

 

Valeria Snitcofsky

Profesora en Enseñanza Media y Superior en Historia (2004) y licenciada en Historia (2008) por la Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Actualmente es becaria doctoral Conicet con sede en el CIHaM (FADU, UBA) y se desempeña como docente de Historia Social General (FFyL, UBA). Como investigadora, se especializa en historia de las villas de Buenos Aires e integra proyectos en la UBA (FFyL y FADU) y flACSO (Área de Economía y Tecnología). valesnit@hotmail.com

 


Resumen

Durante la primera mitad de la década de 1930, en las principales ciudades argentinas se hicieron visibles las marcas territoriales de una coyuntura económica adversa. En el caso de Buenos Aires, se estableció el asentamiento informal conocido como Villa Desocupación, ubicado en una zona reservada hasta ese momento a la elite porteña. Estas viviendas precarias escandalizaron a aquellos transeúntes acostumbrados a una ciudad delimitada por rígidas jerarquías sociales y espaciales. En este marco, tuvo lugar el desalojo compulsivo implementado en 1935 por la Junta Nacional de Lucha contra la Desocupación, con apoyo de la policía y el Poder Judicial. Por otra parte, la presencia de esta villa inspiró a poetas, dramaturgos y cuentistas contemporáneos que denunciaron las tensiones de una ciudad profundamente desigual.

Palabras clave Ciudad; Historia; Villas; Desalojo; Crisis económica.

Abstract

During the frst half of the 1930s, the traces of the negative conjuncture became visible in the main cities of Argentina. In the case of Buenos Aires, the slum known as Villa Desocupación (Unemployed Shabtytown was established, in an area that used to be reserved exclusively for the elite of the city. These new precarious houses scandalized pedestrians who were accustomed to a city with strong social and spatial boundaries. Under these cir-cumstances, the National Board to Fight Unemployment carried out a compulsive eviction with the support of the police and the Judicial Power. At the same time, the presence of Villa Desocupación inspired playwrights, poets, and story tellers, whosei works denounced the tensions of a deeply unequal city.

Keywords City; History; Slums; Eviction; Economic crises.


 

La crisis internacional de 1930 y la depresión económica de los años siguientes dejaron profundas marcas territoriales en la ciudad de Buenos Aires. Estas marcas se manifestaron con especial intensidad durante la primera mitad de la década, coincidiendo con la caída en la demanda internacional de bienes primarios. Simultáneamente, el abandono gradual de las concepciones liberales sobre el papel del Estado dio lugar a la creación de nuevos organismos que habilitarían nuevas formas de intervención. Uno de estos organismos fue la Junta Nacional de Lucha contra la Desocupación, que puso en práctica, entre sus primeras medidas, el desalojo de un asentamiento precario conocido como Villa Desocupación, situado en el barrio de Palermo.

En las páginas que siguen, se analizará una serie de fuentes sobre este barrio informal, que llamó la atención de distintos observadores del período. En primer lugar serán abordadas las memorias de la Junta Nacional de Lucha contra la Desocupación y un informe policial, en el que el asentamiento se presenta también con el nombre de Villa Esperanza. Respaldados por la prensa oficial, estos primeros enfoques tendían a estigmatizar a la población de la villa, adjudicando a los habitantes la responsabilidad sobre sus condiciones de vida. En contraste con estas fuentes oficiales, se presentarán las obras literarias de tres autores socialistas que, durante la década de 1930, describieron vívidamente sus impresiones sobre Villa Desocupación, denunciando las contradicciones de una ciudad tensionada por el desempleo y el déficit habitacional.

A partir de este diverso conjunto de fuentes, se formularán nuevos interrogantes en torno a las primeras medidas de intervención estatal sobre un barrio informal de la ciudad, implementadas durante un régimen de facto. El accionar de la Junta Nacional de Lucha contra la Desocupación resulta particularmente relevante en este sentido, por haber puesto en práctica, con apoyo policial y judicial, un operativo de desalojo forzoso seguido por la demolición de las viviendas precarias y la relocalización de sus pobladores en galpones establecidos con este fin en la zona de Puerto Nuevo. Finalmente, reconstruir la vida cotidiana en Villa Desocupación mediante las claves provistas por la narrativa crítica implica visibilizar los impactos territoriales de la crisis económica en un contexto en que los conventillos1 empezaban a ser sustituidos por las villas2 como forma dominante de hábitat popular.

IRRUPCIÓN DE LA MISERIA

En el año 1930 tuvo lugar la primera interrupción violenta de la democracia en la historia Argentina del siglo XX, en un contexto regional caracterizado por situaciones similares:

entre marzo y diciembre de ese mismo año, en América Latina se desencadenaron seis golpes de Estado exitosos y cuatro fallidos (Rouquié, 1994: 219). Estos cambios en las concepciones políticas acompañaron a la crisis mundial y a la redefinición de la división internacional del trabajo. En el caso argentino, entre 1930 y 1932 el régimen corporativista de José Evaristo Uriburu implementó drásticas medidas represivas para sofocar cualquier intento de protesta por parte de los trabajadores, ante el profundo deterioro de los salarios y las condiciones de vida. Simultáneamente, los niveles de desempleo aumentaron de manera alarmante y fueron medidos por primera vez en el Censo Nacional de 1932, que registró 87.223 desocupados en la ciudad de Buenos Aires sobre un total de 333.997 personas sin empleo en todo el país (RapopoRt y Seoane, 2007: 552). Ese mismo año, se estableció en torno de la zona de Puerto Nuevo el asentamiento Villa Desocupación (Ré, 1937: 55), ubicado en la continuación de la avenida Canning y la rivera del Río de la Plata, en el barrio de Palermo.

Como consecuencia de su centralidad, Villa Desocupación cobró una gran notoriedad que se expresa en un conjunto de testimonios de distinta naturaleza. En cambio, existieron en el mismo período otros barrios de características similares que, si bien contaban con cantidades considerables de habitantes, por haber estado ubicados en zonas periféricas de la ciudad prácticamente no dejaron registros en términos de fuentes primarias. Por ejemplo, son escasos los testimonios sobre el asentamiento informal establecido en Parque Patricios3 o el que existió en la zona del Bajo Belgrano durante la década de 1930, cuya descripción puede leerse en un informe de la Junta Nacional de Lucha contra la Desocupación, bajo el subtítulo "La Ciudad de las Latas del Bajo Belgrano": "La Municipalidad de la Capital hizo levantar un censo de la zona llamada ´Bajo de Belgrano´, por medio de la inspección general y comprobó que vivían en condiciones inadmisibles para seres humanos 442 familias con un total de 1.735 personas, de las cuales 661 eran niños menores de 14 años de edad, en ranchos de latas, recogidas en los vaciaderos de basuras próximos al río y construidos en terrenos anegadizos rodeados de toda clase de desperdicios. (…)

89 familias viven en locales de una sola pieza y 11 en dos, de los cuales 63 son del tipo rancho de latas con piso de tierra.

Del examen de estos datos y de la impresión recogida en el lugar, se puede llegar a las siguientes conclusiones:

a) Que la presencia en ese lugar era el final lógico de cada familia que paulatinamente ha ido descendiendo desde una situación relativamente próspera a causa de la falta de trabajo y del crecimiento o aumento de los miembros de la familia.

b) Que el número de sus hijos los obligaban a dejar los inquilinatos del centro de la ciudad, pues a estos no les convienen las familias numerosas, aumentando los alquileres por tal motivo. c) Que un 10 por ciento de estas familias procedían del campo, la mayoría de las cuales con la esperanza o el ofrecimiento de un empleo" (Junald, 1938a: 142-143).

Del fragmento citado se desprende una serie de cuestiones vinculadas con los orígenes de las villas en la ciudad de Buenos Aires. Por una parte, la fuente hace referencia explícita al abandono de las casas de inquilinato y su reemplazo gradual por los barrios informales, dando origen al proceso que actualmente se conoce como el pasaje del conventillo a la villa miseria. Según oScaR yuJnovSky, los conventillos dejaron de ser rentables a partir de la década de 1920 debido a la gradual desconcentración de la población, que pudo abandonar las zonas centrales de la ciudad gracias a la difusión del tranvía eléctrico y la compra de lotes en cuotas (yuJnovSky, 1993: 437). En relación con la formación de las primeras villas, la fuente explica su crecimiento como consecuencia del incremento numérico de las familias y de la falta de empleo. De esta forma, hace referencia a los impactos locales de la crisis mundial, que incidieron negativamente sobre las trayectorias laborales y habita-cionales de los pobladores. Finalmente, el fragmento citado menciona que un 10 % de la población de esa villa estaba integrado por migrantes internos, como resultado de la falta de empleo en medios rurales. Durante las décadas siguientes, el porcentaje de migrantes internos en las villas aumentó significativamente, como consecuencia de la industrialización por sustitución de importaciones, que generó una mayor demanda de empleo en las áreas metropolitanas de los principales centros urbanos.

LOS AGENTES ESTATALES

En febrero de 1932, poco antes de que se estableciera Villa Desocupación en la rivera de Palermo, asumía la presidencia Agustín P. Justo. De esta forma, los militares en el poder abandonaban las aspiraciones corporativistas de Uriburu para reconocer, aun bajo el régimen de facto, cierta legitimidad a las instituciones republicanas. Las primeras medidas tomadas durante la presidencia de Justo evidencian una creciente intervención del Estado en términos económicos y sociales. Por ejemplo, se creó el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y se establecieron Juntas Reguladoras para aumentar la rentabilidad del agro en el contexto de la crisis, comprando bienes primarios a precios superiores a los vigentes en el mercado internacional.

En este marco, el 5 de noviembre de 1934 inició sus funciones la Junta Nacional Para Combatir la Desocupación, conocida también como Junta Nacional de Lucha contra la Desocupación (en adelante JUNALD), que se mantuvo vigente durante los diez años si-guientes.4 De acuerdo con las memorias de esta junta, el plan de acción establecido para resolver el problema del desempleo incluía medidas tales como el traslado gratuito de trabajadores hacia zonas del país donde hubiera una mayor demanda de mano de obra, la creación de albergues para hospedar temporalmente a los desocupados, la instrucción gratuita en oficios y el establecimiento de colonias agrícolas.

Una de las primeras disposiciones tomadas por la JUNALD consistió en el desalojo compulsivo de Villa Desocupación y el realojamiento de una parte de su población en el Albergue Oficial, establecido en la zona portuaria: "Apenas constituida, la Junta Nacional consideró indispensable suprimir los campamentos de desocupados existentes en las inmediaciones del puerto y concentrar a toda esa gente en el Albergue Oficial, u obligarla a dispersarse. Estos propósitos fueron cumplidos con la eficaz colaboración de la Policía de la Capital y del señor Juez de Instrucción, Doctor Ernesto González Gowland. Todas las construcciones levantadas en la zona de la calle Canning en su unión con el Río de la Plata, construcciones antihigiénicas que además de afear ese punto constituían una seria preocupación de orden sanitario, han sido demolidas, estableciéndose una severa vigilancia para evitar que se vuelva a formar un campamento semejante." (Junald, 1938a: 18).

El fragmento citado resulta significativo para comprender las características y sentidos asumidos por las primeras intervenciones del Estado argentino sobre las villas de Buenos Aires. Estas políticas implementadas durante la década de 1930 manifestan a su vez cierta continuidad con aquellas que fueron puestas en práctica durante las décadas siguientes.

En primer lugar, esta intervención estatal sobre Villa Desocupación se caracteriza por un doble carácter asistencial y represivo que, durante casi todo el siglo XX, atravesó la relación entre funcionarios y pobladores. Por una parte, la asistencia estatal se brindó a quienes fueron realojados en el albergue oficial, donde eran alimentados, tenían acceso libre a una biblioteca y asistían a una escuela-taller para recibir instrucción en oficios. Por otra parte, la represión estuvo dada por el carácter compulsivo del operativo, en el que intervino la policía con el aval del Poder Judicial.

Otra línea de continuidad presente en el fragmento citado tiene que ver con la referencia a viviendas que "afean" la ciudad. Apreciaciones de este tipo fueron expresadas recurrentemente por funcionarios del Estado durante las décadas siguientes, dando cuenta del estigma que pesó históricamente sobre los barrios de menores recursos. En el caso de Villa Desocupación, puede mencionarse también el testimonio del subcomisario Juan aleJandRo Ré, que definió las viviendas como "rudimentarias, pequeñas, bajas y antihigiénicas casuchas, inmundas pocilgas más bien." (Ré, 1937: 55).

Una última característica que puede reconocerse en el desalojo de Villa Desocupación y que se puede rastrear en sucesivos operativos puestos en práctica durante el siglo XX fue su legitimación en los medios de prensa. En todos los casos, los desalojos estuvieron 1935. acompañados por campañas destinadas a reforzar prejuicios vigentes en el sentido común y ocultar los objetivos vinculados con la valorización inmobiliaria de los espacios urbanos más rentables. En cuanto a Villa Desocupación, a fines del mes de abril de 1935 se multiplicaron los artículos sobre el tema en medios gráficos como La Nación, La Prensa, El Mundo, El Pueblo y Libertad. Este súbito interés por la villa, sus condiciones de vida y la preocupación por la moral de los pobladores coincidió con el operativo de desalojo, cuando tuvo lugar el asesinato de un poblador desocupado. Las crónicas sobre este episodio establecieron, sin mayores análisis, una relación causal entre el asesinato y la necesidad urgente de desalojar la villa. Por ejemplo, un artículo publicado en la sección "Noticias de Policía" del diario La Prensa alertaba: "Como lo reclamó LA PRENSA en muchas ocasiones, se ha dispuesto suprimir totalmente el campamento de desocupados de la calle Cánning.

Esa medida ha sido adoptada en razón de un nuevo homicidio cometido en la persona de un desocupado —los pobladores de ese campamento han sido trasladados al albergue número 1 de Puerto Nuevo, donde se les está identificando— La Municipalidad demolerá las viviendas allí levantadas." 5

De esta forma, el crimen y el desalojo se presentaban como dos momentos consecutivos de una misma relación causal, en la cual los trabajadores desempleados que habitaban el asentamiento eran caracterizados como potenciales sospechosos. Los artículos informaban que cuarenta pobladores permanecieron arrestados y fueron interrogados extensamente durante los días que siguieron al asesinato. Además, el periódico Libertad presentaba una de las notas con la pregunta "¿Desocupados o criminales?", cuya respuesta se insinuaba en el desarrollo del artículo, donde se hacía referencia a la villa como un "foco de corrupción y de peligro antihigiénico y social".6 Esta manera de describir la villa como si se tratara de un foco infeccioso y amenazante fue expresada también por el subcomisario Ré, de la seccional 23, a cargo de custodiar los operativos de desalojo implementados por la JUNALD. Según Ré, Villa Desocupación era: "(…) un foco de infección material y moral, donde en escala ascendente y peligrosa, se transformaba sucesivamente el desocupado en mendigo; este en vago y el vago en delincuente.

Allí no faltaba nada de lo que está reñido con la sociedad, impropio de un país adelantado como el nuestro. (…)

Se cobijaron allí, además, sujetos de toda ideología, extremistas, anarquistas, comunistas, etc., actividades disolventes que pudieron desarrollarse favorecidas por el ambiente, propicio como pocos." (Ré, 1937: 59-60).

De esta manera se justificaba, desde las fuentes oficiales y los medios de prensa, el operativo de desalojo. Una vez completada la demolición de las viviendas, los desocupados realojados en el albergue oficial fueron agrupados en cuadrillas para desmalezar y limpiar el territorio donde antes habían habitado.

NARRATIVA CRÍTICA

Además de la información provista por los documentos oficiales, pueden reconocerse algunas características de la vida cotidiana en Villa Desocupación a través de tres obras publicadas en la década de 1930 por escritores vinculados con el campo de la izquierda. El valor testimonial de estas ficciones tiene que ver con el esfuerzo de sus autores por transmitir detalladamente una realidad crítica, inspirados en corrientes estéticas como el naturalismo y el realismo socialista.

Las dos primeras obras que se presentan a continuación fueron escritas por autores vinculados con el llamado Grupo de Boedo.7 Uno de estos autores, enRique amoRim, escribió el cuento "$1 en Villa Desocupación", que fue publicado en la Revista Multicolor de los Sábados, suplemento literario dirigido por Jorge Luis Borges y Ulyses Petit de Murat, que se editaba semanalmente con el Diario Crítica. El segundo autor del Grupo de Boedo que denunció las condiciones de vida en Villa Desocupación fue elíaS caStelnuovo, en su pieza teatral "La Marcha del Hambre", que integró el libro Vidas Proletarias, publicado en 1934. La tercera obra literaria que se analizará es el ensayo titulado "Villa de los Desocupados", del poeta antifascista alemán paul Zech. Este ensayo fue publicado en un libro compilado por Régula Rohland de langbehn, en el que fueron reunidas y traducidas al español las impresiones de Zech durante su exilio en Argentina, entre 1933 y 1946.

Si bien cada una de las tres obras tendrá un tratamiento diferenciado, su contenido será cruzado con la información provista por aquellos documentos oficiales presentados en las páginas previas, considerando que estos distintos tipos de fuentes, con sus sesgos particulares, iluminan aspectos diversos y complementarios del pasado.

Ciudad de los sueños rotos

"Villa Desocupación, ciudad de los sueños rotos, colocada a la vuelta de todas las desesperanzas, al doblar la esquina de la miseria."

Enrique Amorim, $1 en Villa Desocupación

A principios de la década de 1930, Buenos Aires recibía las últimas camadas de inmigrantes europeos que, desde fines del siglo XIX, habían transformado en forma definitiva la fsonomía de la ciudad. Estos inmigrantes fueron retratados en el cuento de enrique amoriim "$ 1 en Villa Desocupación", en el cual se pueden encontrar referencias a personajes como "El francés" o "El polaco": europeos que cruzaron el océano con expectativas de alcanzar mejores condiciones de vida. En este marco, amoRim escribió "El Polaco, para quien América es Villa Desocupación" (amoRim, 1999: 51), usando palabras que remiten, con un sentido diferente, al título elegido por beRnaRdo veRbitSky para su novela de 1958, Villa Miseria también es América

La presencia de polacos en la villa se puede ver también en el libro de Juan aleJandRo Ré citado más arriba, donde se presenta un listado con más de 100 "hechos delictuosos" cometidos por pobladores cuyos apellidos son mayoritariamente de ese origen (Ré, 1937). Sobre las causas de la llegada de trabajadores polacos a nuestro país, las memorias de la JUNALD planteaban: "No podría explicarse la razón del gran número de polacos, cuando los hombres de esta nacionalidad, en la población del país y en relación con la de italianos y españoles, son una ínfma minoría. Existía, sin embargo, una que justificaba esa mayoría de polacos y gran número de checo-eslovacos y lituanos: para los trabajos de un subterráneo, la empresa constructora había contratado peones de esas nacionalidades, y al terminar la obra, todos esos obreros, que habían trabajado muchos meses con jornales reducidos, vale decir, sin poder realizar economías apreciables (casi todas ellas giradas a Polonia, donde habían quedado las familias, ya que se trajeron hombres solos), se encontraron en el país donde no tenían hogar constituido, carentes de recursos y de vinculaciones, sin trabajo y sin posibilidad de conseguirlo, ya que la terminación de la obra coincidió con el período de crisis aguda. A ello obedeció la formación de la colonia en la rivera de Canning, en la cual, en sus comienzos, el 90 por ciento estaba formada por individuos de las nacionalidades citadas." (JUNALD, 1938a: 37).

Esta fuente describe la presencia mayoritaria de hombres provenientes de Europa del Este, en su mayoría polacos, que habían llegado al país sin sus familias para extender las redes de subterráneo y, una vez finalizadas las obras, no volvieron a conseguir empleo durante los años de la Gran Depresión. Esto se vincula, a su vez, con la descripción que hace amoRim sobre Villa Desocupación, caracterizándola como un lugar donde no había niños ni mujeres: "Caserío blanco y chato, de un extraño orden y simetría (…) Callejuelas estrechas, con sol, mucho sol y ningún niño. Sin una mujer que asome su cara o cuelgue sus polleras en los hilos de alambre. Las ropas al secarse, tienen el color pardo de la vestimenta de los hombres, de los hombres que sudan en vano. No hay alegría de colores y el blanco de las viviendas, con el humo, dan la uniformidad de un gris tranquilo y reposado. (…) Menos mal que jamás podrá nacer allí un niño (…) Cárcel abierta a los cuatro horizontes… Cárcel, porque todos los sitios donde no pueden entrar las mujeres son encierros para el hombre." (amoRim, 1999: 49-50).

De esta forma, el cuento de amoRim construye una imagen de Villa Desocupación como agrupación de hombres de origen europeo, desempleados y sin familias, coincidiendo con la descripción presentada en las memorias de la JUNALD. Esta imagen contrasta con las actuales villas porteñas, habitadas mayoritariamente por hombres, mujeres y niños, que en muchos casos son migrantes internos o inmigrantes de países limítrofes.

Si bien Villa Desocupación estuvo habitada mayoritariamente por hombres sin familia, el cuento de amoRim ofrece algunos indicios sobre otros lazos establecidos entre ellos. Al presentar a un personaje apodado "El Filósofo", el autor escribió: "En la sección que habitaba, este hombre tuvo funciones de caudillo, de director de una fila. (…) dentro de aquel estirado patio de la Sección 16, ‘El Filósofo’ alcanzó determinada jerarquía, capitaneando a una serie de compañeros. Allí, como en otros sectores, se formó una familia en la cual estaban perfectamente determinadas las funciones de cada uno. Quién debía salir a pedir; quién a recoger comida, quién a quedarse entregado a la limpieza del patio o a buscar leña o a la vigilancia; quién a afeitar a los demás… ‘El Filósofo’, por su tipo o por su inteligencia, acaudilló a los demás determinando faenas, ordenando a veces." (amoRim, 1999: 51).

Esta cita hace referencia a "secciones" integradas a su vez por "filas", de donde se elegía un director para organizar distintas tareas vinculadas con la vida cotidiana de los pobladores. Esto pareciera indicar la presencia de referentes territoriales, seleccionados entre sus vecinos más cercanos por sus características personales. En ese caso, el director de una fila podría compararse con los delegados de las villas actuales, elegidos por pasillo o manzana.

Además de la organización que se dieron los desocupados en esta villa, el cuento de amo-Rim hace referencia a las pautas impuestas por el Estado para garantizar el control social y el disciplinamiento de la vida cotidiana. A continuación se presenta un último fragmento del cuento, como testimonio para iluminar este aspecto: "Dormían tranquilos, sin alcohol, guardados por la policía montada. La paz, la paz más perfecta (…); la paz sin alcohol, la sociedad más perfecta que concebirse pueda. Si alguien llega con una copa de más en altas horas de la noche, deja de ser desocupado. La mona se duerme en la comisaría o en las calles, no en aquella villa tranquila y reposada." (amoRim, 1999: 50).

Estas citas dan cuenta del valor testimonial del cuento "$1 en Villa Desocupación", que ofrece claves para reconstruir algunos aspectos vinculados con la procedencia de los pobladores, con las formas de vida, con la organización interna y la vigilancia estatal en una de las primeras villas de Buenos Aires.

El hambre como drama

"Una que otra carpa de trapo o de lata, imprime al ambiente, un sello inconfundible de miseria trashumante y dolorosa."
elíaS caStelnuovo, La Marcha del Hambre

En 1934, el artista plástico antonio beRni expresaba en su cuadro "Desocupados" los efectos devastadores de la depresión económica sobre el ánimo de los trabajadores sin empleo. Este cuadro, cuyo autor declaró haber pintado siendo él mismo un desempleado, transmite un clima de profundo abatimiento. Fundador del movimiento conocido como Nuevo Realismo, beRni retrató a los desocupados con una intención explícita de denuncia, que caracteriza también a las obras literarias analizadas en este apartado.

Una imagen similar a la que presenta el cuadro se desprende de la pieza teatral "La Marcha del Hambre", de elíaS caStelnuovo. Esta obra integra el libro "Vidas Proletarias", publicado en 1934, el mismo año en que Berni realizó su pintura. Como en el cuadro, buena parte de la trama creada por caStelnuovo transcurre con el río de fondo y es protagonizada mayoritariamente por hombres, si bien intervienen unas pocas mujeres. Muchos de estos personajes provienen de distintas partes de Europa y son nombrados por el autor de acuerdo con su nacionalidad de origen: "Alemán", "Polaco", "Italiano", "Criollo", etc. De esta forma, teniendo en cuenta las distintas infexiones que adopta el idioma español en el transcurso de la obra, si "La Marcha del Hambre" hubiera transcurrido en un conventillo, remitiría a los sainetes tradicionales en los que se caricaturizaba el habla popular de los inmigrantes. Sin embargo, el trasfondo de la villa constituye una novedad de la época, donde las pautas de vida asumían características singulares.

Así, la crisis se expresó en la obra bajo la forma de un nuevo tipo de hábitat popular, cuyos orígenes fueron asociados por caStelnuovo con los problemas económicos del período. Por ejemplo, solamente dos de los personajes que intervienen en la obra habitaban la rivera de Palermo antes de que se iniciara la década de 1930. El autor caracterizó a estos personajes como "atorrantes", y los distinguió del resto de los pobladores, presentados como obreros desocupados que habían llegado al lugar durante los años de la Gran Depresión, dando un origen repentino y acelerado al asentamiento. Esto coincide con los datos censales: en 1934 se registraban 2903 personas viviendo en Villa Desocupación, sobre una zona prácticamente deshabitada poco tiempo antes (Ré, 1937: 57).8 En cuanto a la caracterización de los pobladores como trabajadores desempleados, las consignas y proclamas presentadas en la obra de caStelnuovo llamaban a encuadrar la lucha de los desocupados en el marco del movimiento obrero organizado (caStelnuovo, 1934: 98 y 119).9

Por otra parte, como el cuento de amoRim "$1 en Villa Desocupación", la pieza teatral escrita por caStelnuovo hace referencia a las expectativas fracasadas de los inmigrantes europeos. Esta cuestión, presente en ambas obras, se puede asociar con el mote irónico Villa Esperanza, con que era conocida también Villa Desocupación. En este sentido, un personaje de la obra expresaba: "Fijate, vos: estos pobres gringos las ilusiones que se hacen; empeñan todo, a lo mejor, y se largan a buscar trabajo acá, y te dejan a la familia allá sin un centavo, esperando (…)" (caStelnuovo, 1934: 91).

Si bien esta cuestión constituye un punto en común entre el cuento de amoRim y la obra de caStelnuovo, mientras en el cuento los personajes oscilan entre la abulia y la búsqueda de empleo, en la pieza teatral los desocupados se movilizan activamente para protestar, en lo que el autor llamó "La Marcha del Hambre". La descripción de esta marcha, en la cual las consignas principales eran "pan" y "trabajo", probablemente haya estado inspirada en los acontecimientos que tuvieron lugar a fines de 1933. El 20 de octubre de ese año, los habitantes de Villa Desocupación asaltaron la sucursal de Grandes Despensas Argentinas, reclamando comida, y realizaron movilizaciones similares el 24 y el 30 de noviembre de 1933 (Ré, 1937: 62-65). En esta última oportunidad, la policía confscó 72 panfetos titulados "Incitación a la lucha, pan y trabajo. Viva el comité de desocupados" (Ré, 1937: 63). El hambre, de esta manera, es el problema que aparece en primer plano durante el transcurso de la obra, en la cual se habla por ejemplo de una madre que revuelve la basura para alimentar a sus hijos y del recurso a la pesca en el Río de la Plata. Junto con el hambre, el trabajo y la tierra aparecen como los tres problemas fundamentales en el contexto de la crisis. En este sentido, una escena describe el diálogo entre dos curas, en el que son abordadas las tres cuestiones. En primer lugar, los personajes discuten sobre la relación entre el hambre y el trabajo:

"Padre Martín. —El problema de la desocupación, el Papa lo ha dicho, es, antes que nada, un problema moral.

Padre Gregorio. —¿Cómo puede ser moral un problema que se resuelve con el trabajo? Padre Martín. – Es moral porque tiene que solucionarse con el espíritu, con la voluntad.

Padre Gregorio. —¡Eh! Si no hay trabajo, no hay comida; y si no hay comida no hay voluntad ni hay espíritu." (caStelnuovo, 1934: 115).

En cuanto a la tierra, la discusión entre ambos sacerdotes se presenta en estos términos:

"Padre Gregorio. — (…) Los pobres no tienen nada para vivir. La tierra, toda la tierra,

es de los ricos. ¡Esto es lo que hay que repartir! ¡No los desperdicios del pan! ¡Eh!

Padre Martín. —¡Pero, eso, es comunismo! (…)

Padre Gregorio. —(…) si no se reparte la tierra, pienso, todos estos lobos hambrientos se juntarán y saldrán a la calle. Y entonces…

Padre Martín. —¿Entonces qué?

Padre Gregorio. —¡Nos devorarán a todos! ¡A los ricos y a los que defenden a los ricos!" (Castelnuovo, 1934: 117).

De esta forma, el autor recreó una cuestión vigente entre las clases dominantes durante las primeras décadas del siglo XX: el tema de la reforma como modo de ceder parte del poder para evitar perderlo por completo. En este sentido, el personaje del cura planteaba la necesidad de democratizar el acceso a la tierra en el contexto de la Gran Depresión, cuando se evidenció con singular crudeza el déficit habitacional de la ciudad de Buenos Aires.

En la escena final, titulada "El sitio del campamento", caStelnuovo describió el desalojo de la villa, donde los pobladores volvían a adoptar una posición activa. Desde las barricadas, armados con rifes, piedras y palos, los habitantes de Villa Desocupación resistían la demolición de sus viviendas. Para aplacar este "foco de insurrección", el autor describió un despliegue de aviones, camiones, perros feroces, gases y bayonetas, que terminaba con el incendio del asentamiento. Si bien la escena resulta exagerada en comparación con las crónicas de lo que sucedió poco después, caStelnuovo anticipó de esta manera el desalojo que tuvo lugar en abril de 1935.

Exilio y desalojo

"(…) estos desposeídos concluyeron: nosotros estamos en nuestra propia tierra.
Hemos resuelto de manera práctica la reforma agraria."
Paul Zech, Villa de los Desocupados

Desde el campo antifascista, paul Zech integró la resistencia contra el ascenso del nazismo en la Alemania de entreguerras, donde fue confinado a la prisión política y algunas de sus obras fueron incluidas en la quema pública de libros en Berlín, en 1933. Ese mismo año, el poeta, periodista y dramaturgo alemán inició su exilio en Buenos Aires, donde residió hasta su muerte en 1946. Durante este período, si bien Zech siguió escribiendo contra el régimen nazi, tuvo la oportunidad de viajar por el noroeste argentino, Paraguay y Bolivia, donde amplió las temáticas denunciadas en su literatura incluyendo, por ejemplo, una mirada crítica sobre las condiciones de vida en que habitaban los indígenas del altiplano ohland de langbehn, 1997: 17).

En cuanto a la perspectiva de Zech sobre la ciudad de Buenos Aires, se destaca un ensayo escrito a fines de la década de 1930, titulado "Villa de los Desocupados" (Zech, 1997: 85-92). En este texto, el autor analizó de manera conjunta el déficit habitacional, las políticas de la JUNALD, la institución policial y los problemas derivados de la falta de empleo. En el primer párrafo de su ensayo, Zech reprodujo un reporte policial fechado en abril de 1935, en el que se presentan los lineamientos generales del operativo de desalojo, seguido por el traslado de sus habitantes y la demolición de las viviendas. Este informe terminaba con una sentencia que suponía el desalojo forzoso como la superación definitiva de una serie de problemas: "Así se acaba de una vez por todas con Villa de los Desocupados, la ciudad de los desposeídos, foco de epidemias y refugio de tantos criminales." (Zech, 1997: 86).

A diferencia de la perspectiva expresada en el informe policial, Zech planteó que el desalojo no era una solución definitiva, mientras subsistieran los problemas de fondo:

"A pesar de todo, aunque el escándalo, el asilo de los sin techo en Puerto Nuevo (…) quede al ras de la tierra y se tapen los pozos ciegos, tal vez cuando sean transformados en una avenida costera donde se pueda pasear entre hileras de álamos, habrá una invisible ciudad de los desposeídos en este país de las manadas de bueyes y de los campos de trigo, de los millonarios y de los arzobispos. Y seguirá siendo una pesadilla, hasta que la propiedad deje de concebirse para unos pocos." (Zech, 1997: 92).

Por otra parte, Zech planteaba que Villa Desocupación no era un "refugio de criminales" como expresaba el reporte policial, sino un espacio para vivir en una ciudad donde no había asilos para los sin techo, ni seguros de desempleo (Zech, 1997: 87). Además caracterizaba a Buenos Aires como una urbe con alquileres sobrevaluados que, en el caso de los precarios conventillos, llegaban a consumir un tercio de los salarios (Zech, 1997: 88). En este marco, el autor se posicionaba explícitamente contra la institución policial y sus medidas represivas. Frente a las perspectivas que criminalizaban a los habitantes de Villa Desocupación, Zech definía el barrio en sus propios términos: "Un craso ejemplo, no tan fácilmente superable, de cómo se deja a los hombres volverse culpables por su terrible abandono. Aunque precisamente ellos sean inocentes del desequilibrio entre la oferta y la demanda." (Zech, 1997: 90).

Para revertir esta situación, el autor llamaba a una intervención enérgica del Estado, tendiente a resolver la cuestión del desempleo y la falta de viviendas; una intervención que fuera superadora de la existente y que, en lugar de reubicar a los desocupados en galpones, ofreciera tierras para su puesta en producción colectiva. Sin embargo, Zech no vislumbraba que esta posibilidad pudiera concretarse en el corto plazo:

"(…) en este país de las manadas de bueyes, de los campos de trigo y maíz, de las plantaciones de fruta, de viñedos y molinos de aceite, fábricas de carne y casas de comercio, monumentos de mármol, iglesias y bancos (…) no se les dará por mucho tiempo el derecho al trabajo y a la protección organizada ante la desocupación a aquellos a quienes ahora se expulsa violentamente de la ciudad de los desposeídos hacia los galpones, hacia las prestas manos de la policía." (Zech, 1997: 91).

Así, este ensayo escrito por un escritor antifascista en el exilio planteaba de manera explícita su crítica a las primeras políticas de desalojo forzoso que afectaron a los habitantes de las villas en la ciudad de Buenos Aires.

La presencia de Villa Desocupación en la rivera de Palermo causó una profunda impresión entre los habitantes de Buenos Aires durante la década de 1930, que se manifesta en la variedad de testimonios disponibles actualmente para su análisis. Estos registros expresan diversas percepciones que abarcan documentos oficiales, artículos de prensa y obras literarias, dando cuenta de la importancia que, por su centralidad urbana y su carácter novedoso, tuvo el asentamiento abordado.

A su vez, las fuentes citadas en este artículo aún no fueron analizadas por las ciencias sociales, o bien fueron mencionadas brevemente. Su valor documental radica en que permiten reconstruir algunas características generales de la vida cotidiana, la organización territorial y las principales problemáticas vigentes en las villas durante la década de 1930. De esta forma es posible trazar líneas de ruptura y continuidad en la historia de las villas desde sus orígenes hasta el presente, considerando a la vez las intervenciones urbanas puestas en práctica por agentes estatales en cada momento histórico.

Por otra parte, analizar los impactos territoriales de las grandes transformaciones económicas, centrando la atención en las contradicciones expresadas en las villas de la ciudad, puede abrir nuevas líneas de investigación que articulen perspectivas provenientes del urbanismo, la economía y las ciencias sociales, con el fin de iluminar nuevos aspectos de los procesos históricos. Futuras investigaciones pueden indagar, por ejemplo, si existe una relación entre las formas que asume la solidaridad territorial según se trate de momentos de pleno empleo, desempleo o creciente precariedad laboral. Asimismo, pueden plantearse análisis que estudien los modos en que se relacionan las transformaciones económicas de largo plazo con la evolución demográfica en las villas de las ciudades argentinas.

Analizar en profundidad los orígenes de las villas considerando los procesos urbanos en el marco de las grandes etapas económicas puede ser un punto de partida para desarticular prejuicios y estigmas vigentes en la actualidad. Por ejemplo, plantear que las primeras villas estuvieron habitadas mayoritariamente por inmigrantes europeos revierte la identi-ficación de este tipo de barrios con migrantes internos y pobladores provenientes de países limítrofes. En cambio, las distintas corrientes migratorias deben ser analizadas de modo articulado con los procesos económicos y las transformaciones territoriales, considerando las causas profundas de la formación de las villas. Finalmente, es posible de este modo evitar aquellas explicaciones que tienden a ver en los pobladores a los principales responsables de la precariedad habitacional que ellos mismos padecen.

Notas

1- En Argentina se denomina conventillo a las grandes viviendas subdivididas para ser alquiladas por habitación. Esta modalidad de hábitat popular fue importante entre finales del siglo XIX y principios del XX, coincidiendo con la inmigración masiva proveniente de Europa.

2- Se conoce con este nombre a los barrios caracterizados por la informalidad en la tenencia de la tierra y la precariedad habitacional.

3- Este asentamiento, anterior a Villa Desocupación, se menciona por ejemplo en el tango "El Barrio de las Latas", de 1926.

4- La Junta dejó de funcionar en 1944, cuando se anuló el decreto que la había creado (Girbal Blacha, 2003).

5- La Prensa, 23 de abril de 1935.

6- Libertad, 23 de abril de 1935.

7- Si bien suelen cuestionarse las diferencias entre filorida y Boedo, los integrantes de este último grupo tendieron a abordar desde el arte, temáticas vinculadas con la crítica social. En cambio, el Grupo de filorida fue más reacio a asumir posiciones políticas explícitas. Además se puede definir una diferencia en términos urbanos: mientras Boedo era un barrio periférico y proletario, la calle filorida se caracterizaba por su centralidad y el estilo de su arquitectura, construida por y para la elite porteña.

8- En el libro de Ré se describe la ubicación exacta de Villa Desocupación, situada "en los terrenos baldíos de la costa del Río de la Plata, frente al Club de Pescadores, hoy Avenida Costanera, entre las calles Canning y Avenida Sarmiento." (Ré, 1937: 55).

9- Actualmente, el desempleo y el trabajo precario son abordados por algunos gremios como un problema para resolver, teniendo en cuenta la enorme cantidad de trabajadores que pierden por estas razones su capacidad de sindicalizarse. En la obra de Castelnuovo se pueden encontrar referencias que remiten tempranamente a esta cuestión (Castelnuovo, 1934).

BIBLIOGRAFÍA

  1. AMORIM, Enrique (1999) [1933]. "$1 en Villa Desocupación". Revista Multicolor de los Sábados N.° 6, 16 de septiembre. En: Crítica, Revista Multicolor de los Sábados (1933-1934), Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires.         [ Links ]
  2. CASTELNUOVO, Elías (1934). "La Marcha del Hambre". En: Vidas Proletarias (escenas de la lucha obrera). Editorial Victoria, Buenos Aires.         [ Links ]
  3. GIRBAL BLACHA, Noemí (2003). "La Junta Nacional Para Combatir la Desocupación. Tradición y modernización socioeconómica en los años ´30". En: Revista Estudios del Trabajo. N.° 25, Primer semestre de 2003.         [ Links ]
  4. JUNALD (1938a) Memoria Elevada al Ministerio del Interior: 1936-1937. Buenos Aires, Compañía Impresora Argentina, Buenos Aires.         [ Links ]
  5. JUNALD (1938b) Memoria Elevada al Ministerio del Interior: 1938-1939. Buenos Aires, Compañía Impresora Argentina, Buenos Aires. Tomo I.         [ Links ]
  6. JUNALD (1939) Memoria Elevada al Ministerio del Interior 1938-1939. Buenos Aires, Compañía Impresora Argentina, 1939, Tomo II.         [ Links ]
  7. RAPOPORT, Mario y SEOANE, María (2007) Buenos Aires, Historia de una Ciudad. Editorial Planeta, Buenos Aires, Tomo I, Cap. III.         [ Links ]
  8. RÉ, Juan Alejandro (1937) El problema de la mendicidad en Buenos Aires, sus causas y sus remedios. Biblioteca Policial Argentina, Buenos Aires.         [ Links ]
  9. ROHLAND de LANGBEHN, Régula (1997). "Apuntes sobre la trayectoria del poeta". En: La Argentina de un poeta alemán en el exilio 1933-1946. FFyL, UBA, Buenos Aires.         [ Links ]
  10. ROUQUIÉ, Alain (1994) Poder militar y sociedad política en la Argentina. Emecé, Buenos Aires.         [ Links ]
  11. YUJNOVSKY, Oscar (1993). "Del conventillo a la villa miseria". En: Buenos Aires, historia de cuatro siglos. Editorial Abril, Buenos Aires.         [ Links ]
  12. ZECH, Paul (1997). "Villa de los Desocupados". En: La Argentina de un poeta alemán en el exilio 1933-1946. FFyL, UBA. Buenos Aires.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons