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Estudios Socioterritoriales

versión On-line ISSN 1853-4392

Estudios Socioterritoriales vol.17  Tandil jun. 2015

 

ARTÍCULO CIENTÍFICO

Lugares de frontera en la circulación entre Posadas (Misiones, Argentina) y Encarnación (Itapúa, Paraguay)

Border places in the circulation between Posadas (Misiones, Argentina) and Encarnación (Itapúa, Paraguay)

 

Linares, María Dolores(*)

(*)Doctora en Geografía. Becaria Postdoctoral CONICET
Instituto de Estudios Socio-Históricos, Universidad Nacional de La Pampa UNLPam. Coronel Gil Nº353, 3º piso (C.P. 6300) Santa Rosa, La Pampa, Argentina
linares.dolores@gmail.com

 

Recibido: 27 de abril de 2015
Aprobado: 20 de mayo de 2015


Resumen

Este artículo se propone describir un tipo de movilidad espacial determinada, la circulación de las paseras paraguayas en el espacio fronterizo argentino-paraguayo de Posadas (Misiones, República Argentina)y Encarnación (Itapúa, República del Paraguay), y analizarla en virtud de las territorialidades que ésta implica. Mediante una metodología cualitativa, basada en la realización de entrevistas en profundidad y en la observación participante, presentaremos una tipificación de los "lugares" que las paseras paraguayas transitan y construyen en la frontera. Para ordenar nuestra argumentación, en primer lugar, describiremos el marco legal-institucional que regula la frontera y cuáles son sus implicancias en la práctica laboral de las paseras. En segundo lugar, caracterizaremos la circulación en términos de trayectorias y motivaciones, incluyendo así mercaderías, medios de transporte y paradas. Por último, indicaremos y analizaremos los "lugares" que hemos identificado dentro de esta circulación internacional.

Palabras clave: Ciudades fronterizas, Circulación, Lugares de frontera, Posadas-Encarnación

Abstract

This article aims to describe a specific type of spatial mobility, the circulation of Paraguayan "paseras" in the Argentine-Paraguayan border area of Posadas (Misiones, Argentina) andEncarnación (Itapúa, Paraguay), and analyze the new territorialities that it creates. Through a qualitative methodology based on interviews and participant observation, we present a typification of "places" that Paraguayan paseras walk along and build on the border. To organize our argument, first we describe the legal-institutional framework governing the border and its consequences for the paseras' practice. Second, we characterize the cross-border circulation in terms of trajectories and motivations, thus including goods, transportation and stops. Finally, we indicate and discuss the "places" that we have identified within this international circulation.

Key words: Border cities, Circulation, Border places, Posadas-Encarnación


Introducción

Este artículo se propone describir un tipo de movilidad espacial determinada, la circulación de las paseras paraguayas (1) en el espacio fronterizo argentino-paraguayo de Posadas (Misiones, República Argentina)-Encarnación (Itapúa, República del Paraguay) (2), y analizarla en virtud de las territorialidades que ésta implica, con el fin de tipificar los "lugares" de la frontera. El paso internacional Posadas-Encarnación es uno de los cuarenta pasos habilitados dispuestos a los largo de los 1.699 kilómetros de perímetro de frontera que comparten Argentina y Paraguay. Este paso internacional vincula, a través de un puerto y un puente, a dos aglomeraciones urbanas, transformando la frontera en un área "viva", atravesada por innumerables relaciones personales, familiares, de trabajo, comerciales y turísticas. Se trata, entonces, de dos ciudades fronterizas que se caracterizan por aprovechar socio-económicamente la discontinuidad fronteriza, es decir, las diferencias existentes entre los dos Estados (diferencias culturales, educativas, laborales, sanitarias, macro-económicas, etcétera), generando así una circulación constante en la frontera, de personas con diversos fines. El atractivo de este tipo de ciudades recae en esta duplicidad, en el juego constante entre uno y otro Estado. Entre otros fenómenos, estos centros urbanos provocan la aparición de una economía fronteriza, marcada por el dinamismo del comercio -formal e informal- y por los vínculos generados a partir del mismo.

En el caso de Posadas y Encarnación, separadas y unidas por el río Paraná y el puente internacional San Roque González de Santa Cruz, una gran parte del comercio fronterizo informal es llevado a cabo mediante la circulación de las llamadas "paseras" paraguayas. Utilizamos el concepto de circulación cuando nos referimos al trabajo "de la frontera" -como lo llaman las paseras- para poner el acento en la dimensión repetitiva y durable de los flujos (Cortès, G. y Faret, L. 2009) que permite pensar las trayectorias de las personas a través de países de una forma dinámica e intentando superar la dicotomía aquí/allá, residente o en tránsito, permanente o temporario, lo cual lo convierte en un concepto pertinente a los espacios fronterizos. Las prácticas de la circulación,

appellent à prendre en compte le caractère pluri-local des stratégies d'utilisation des espaces et des constructions territoriales, intimement liées à des systèmes de déplacements bipolaires voire multipolaires, variables dans le temps, et renvoyant à un élargissement des espaces de vie (Cortès, G. y Faret, L. 2009:13) [llaman a tener en cuenta el carácter pluri-local de las estrategias de utilización de los espacios y de las construcciones territoriales, inminentemente ligadas a sistemas de desplazamientos bipolares e incluso multipolares, variables en el tiempo, e indicando un crecimiento de los espacios de vida]

La circulación de las paseras, entonces, es una práctica que comprende el uso de espacios urbanos en ambas ciudades, la creación de espacios propios o "lugares" para realizar su labor y el cruce de un paso internacional fronterizo. Entendemos por lugar, desde la geografía humana y social, un punto, un nombre o una localización que, además, tiene un sentido, una identidad, una personalidad y un valor, porque es producto de la interacción humana (como por ejemplo los "haut lieu" de Bédard, M. 2002; Musset, A. 2008, entre otros). El lugar está así marcado por el relato, los recuerdos y la percepción de la propia cotidianeidad. Según la definición de Pascal Clerk en la enciclopedia de geografía Hypergéo:

(-) el lugar y el hombre se funden mutuamente; el lugar participa de la identidad del que está en él -cada uno se define, y define su entorno, especialmente según su pertenencia espacial- y los individuos dan una identidad, e incluso fundamentalmente una existencia, al lugar. Esta relación estrecha permite la metáfora del arraigo y supone una dimensión temporal. El lugar se inscribe en la duración; es memoria y tiempo cristalizados (Clerk, P. 2005).

En este trabajo, la particularidad de los lugares transitados y construidos por las paseras paraguayas es que, al ser producto de su interacción cotidiana entre las dos ciudades fronterizas, tienen algunas características de la misma frontera como espacio de interfase.

Siendo el objetivo de este trabajo la descripción de la circulación de las paseras paraguayas y el análisis de los espacios que transitan y los "lugares" que construyen entre Posadas y Encarnación, estimamos necesario, en un principio, describir el marco legal-institucional que regula la frontera y que implicancias tiene para la práctica laboral de las paseras. Luego, describiremos la circulación en términos de trayectorias y motivaciones, incluyendo así mercaderías trabajadas, puntos de partidas, medios de transporte, tipo de cruce, paradas y puntos de llegada. Por último indicaremos y analizaremos los lugares que hemos identificado dentro de esta circulación. A manera de hipótesis, consideramos que los territorios recorridos y construidos por las paseras paraguayas en la circulación cotidiana entre Posadas y Encarnación se desenvuelven en un contexto de fluctuación constante entre la tensión y la comodidad, el conflicto y la permisividad, característico de los espacios fronterizos y, por esa razón, son lugares cargados de identidades y significados diferenciados y que también poseen, en algunos casos, la permeabilidad necesaria para adaptarse a los marcos legales e institucionales que regulan los espacios fronterizos.

Área de estudio

Para la realización de este estudio se han recopilado datos resultantes de tres trabajos de campo realizados en el espacio fronterizo Posadas-Encarnación entre los años 2007 y 2010. El relevamiento del terreno se realizó según las áreas de observación seleccionadas por su valor testimonial. En reglas generales, como lo demuestra la Imagen Nº 1, en la margen izquierda del río (Ciudad de Posadas), esta área abarca la franja costera de la ciudad de Posadas desde la cabecera argentina del Puente Internacional hasta la intersección de la nueva Avenida Costanera con la Avenida Roque Pérez, el área del Mercado Modelo (comúnmente llamado "mercado paraguayo" o "la placita") y el barrio Villa Sarita, ubicado al norte del casco céntrico y delimitado por las avenidas Roca, Roque Pérez y la Avenida Costanera de Posadas. También se relevó la cabecera argentina del puente internacional y el Mercado "La Placita del Puente", ubicado a doscientos metros del Centro de Frontera. En la ciudad de Encarnación -margen derecha del río Paraná- el área está compuesta por el viejo barrio comercial de la "zona baja", antes y después de su anegación por la subida de la cota del río Paraná, y el nuevo barrio comercial, ubicado a pocos metros del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz.

 


Imagen Nº 1.
Nodo estratégico Posadas-Encarnación, áreas céntricas de ambas ciudades
Fuente: Fotografía satelital, fecha de imagen 09/06/2010. Google Earth, Google Maps

 

Materiales y métodos

La estrategia metodológica empleada fue predominantemente cualitativa. La producción de fuentes primarias (obtención y generación de la información), se realizó mediante la utilización de dos técnicas (o métodos) de investigación: la observación participante y la entrevista en profundidad. En el proceso de la observación participante se reconocieron los informantes claves y se inició la llamada bola de nieve, una técnica para ir vinculándose a nuevos informantes a partir de los datos de los primeros. La observación participante estuvo centrada en la realización de los "cruces" de la frontera en sus dos vías, la terrestre y la fluvial. Después de haber realizado más de veinte cruces por cada vía siguiendo los recorridos y los espacios de las paseras paraguayas, tuvimos la oportunidad de realizar un "cruce" con una de ellas, una pasera verdulera. La técnica de la entrevista en profundidad se utilizó tanto en los informantes claves (13 representantes de los organismos nacionales de control fronterizo y funcionarios varios), como a los sujetos sociales seleccionados (30 paseras paraguayas), respetando siempre, como lo indican las normas éticas de la investigación en ciencias sociales, el anonimato de los entrevistados. Las historias de vida de las paseras entrevistadas reflejan también la época que les tocó vivir, las normas sociales y morales que fueron sentidas y reproducidas no sólo discursivamente, sino también emocional y físicamente. En cuanto a la dimensión espacial de la narrativa de los entrevistados, se buscó aquello que "se escurre entre las interpretaciones, sensaciones e impresiones de los lugares por donde se desarrolla la vida cotidiana y distintos lugares clave de la historia de la persona" (Sassone, S. et al., 2004: 22). Por último, cabe aclarar que se relevaron las siguientes fuentes secundarias: 1) corpus Legal (Leyes y decretos nacionales relativos a las fronteras, Acuerdos Mercosur, Resoluciones SENASA, Acuerdos y Disposiciones de la Dirección Nacional de Migraciones, Normativa legal -leyes, resoluciones, disposiciones- de la Dirección General de Aduanas); 2) fuentes Censales: locales y nacionales, de Argentina y Paraguay; 3) registros administrativos (Dirección Nacional de Migraciones-Ministerio del Interior, etcétera); 4) literatura gris: Actas de Comités de Frontera, actas de la Municipalidad de Posadas, etcétera.

Posadas/Encarnación: un paso fronterizo en el contexto de la integración regional

Los orígenes de las ciudades de Posadas y de Encarnación dependieron de la existencia y desarrollo de cada ciudad vecina: Posadas fue fundada por el padre jesuita San Roque González de Santa Cruz en 1614 para luego ser abandonada y transformarse en Villa Encarnación (Amable, M. et al, 1996: 38). Los jesuitas tuvieron un papel preponderante en la conquista espiritual y material del actual territorio que componen Posadas y Encarnación hasta su expulsión en 1767 (Maeder, E. y Bolsi, A. 1980). Hasta 1870 este espacio fue objeto de disputas territoriales, primero entre las coronas portuguesas y españolas y luego entre los estados nacientes resultantes luego de la lucha por la Independencia, Argentina, Paraguay y Brasil. En la década de 1830, Paraguay tomó la zona a ambos lados del río Paraná y formó en el sitio de la actual Posadas, una trinchera militar, que se conoció como Trinchera de San José. Esta situación cambió en 1870 con la derrota paraguaya en la Guerra de la Triple Alianza (1865-1970) que tuvo lugar entre Paraguay y la alianza conformada por Brasil, Argentina y Uruguay. La frontera argentino-paraguaya fue delimitada luego de la guerra mediante el Tratado de 1876 que establece el río Paraná como el límite entre los dos Estados, quedando así Posadas separada de Encarnación por el límite internacional. Cada ciudad representaba, ahora de forma indiscutida, a países diferentes.

Pero esta diferenciación jurisdiccional no implicaba ausencia de vínculos sociales y, mucho menos, comerciales. Los agrimensores de los territorios "alejados de la patria" enviados por el Estado argentino -Alejo Peyret, Rafael Hernández, Adolfo de Bourgoing, entre otros- harían notar ya a fines de 1870 la existencia de un comercio fronterizo que perdura hasta nuestros días, el de las "paseras" paraguayas:

"Las mujeres van y vienen constantemente de un lado á otro del río, á llevar frutas, á negociar, á vender, á comprar. En el mercado no hay más que mujeres descalzas, envueltas en su tipoy y con el cigarro en la boca, con el niño al pecho, agachadas al lado de sus montoncitos de naranjas, de mandioca, de caña de azúcar y otras fruslerías. Eso constituye indudablemente un vicio social: es necesario que el Estado intervenga para hacerlo desaparecer" (Peyret, A. 1881: 163).

Podemos observar que la circulación de las paseras paraguayas fue registrada apenas delimitada la frontera internacional entre Argentina y Paraguay. Ahora bien, la circulación de personas a través de una frontera se enmarca en cada caso en un contexto histórico-geográfico y normativo que condiciona las frecuencias y las formas de los vínculos fronterizos. En el paso internacional Posadas-Encarnación, son cuatro los elementos que delinearon la política de frontera argentina desde 1990:

1) la creación del Comité de Frontera Posadas-Encarnación: creado en 1985, constituyó un primer eslabón en el camino de la integración regional. Asisten a sus reuniones representantes diplomáticos y políticos, aunque se ha invitado, asimismo, a representantes sociales pero, como sus decisiones no son vinculantes, la resolución de problemas fronterizos no ha sido efectiva en la mayoría de los casos (Valenciano, E. 1990).

2) la inauguración del puente internacional San Roque González de Santa Cruz: un puente para el cambio de época. Los dos países estaban gobernados por presidentes legítimamente elegidos y se estaban abandonando en la región las concepciones geopolíticas duras para reemplazarlas por acercamientos binacionales de cooperación regional, como por ejemplo los firmados entre Brasil y Argentina en la década de 1980 (3). El puente aceleró los intercambios y la circulación de personas en ambas direcciones. Antes de 1990 el cruce fluvial se realizaba mediante un servicio de lanchas que llegó a transportar a 600.000 pasajeros por año, mientras que durante los años de nuestro trabajo de campo (2007 al 2010) ingresaron y egresaron entre 250.000 y 320.000 personas por mes, según los datos otorgados por la Delegación Posadas de la Dirección Nacional de Migraciones (Documento Dirección Nacional de Migraciones, Delegación Posadas, 2010).

3) la integración fronteriza desarrollada en el ámbito del Mercado Común del Sur (en adelante Mercosur): a partir de 1991, en el marco de los acuerdos Mercosur, se creó un Sub Grupo de Trabajo Nº2, denominado de Asuntos Aduaneros, que recomienda el control integrado de los "puntos" de frontera por parte de los Estados miembros del bloque. Los controles integrados implican que el control es realizado de forma conjunta entre los funcionarios de ambos países involucrados, utilizando los mismos sistemas administrativos e informáticos, lo cual agilizaría y simplificaría la circulación en la frontera. Además, desde 1991 existieron numerosas declaraciones del Consejo del Mercado Común sobre la instalación del sistema de Tránsito Vecinal Fronterizo (TVF). Uno de los acuerdos más importantes en este sentido fue la Declaración MERCOSUR/CMC/DEC. Nº 18/99, que aconseja la instalación de la credencial para regularizar la práctica del TVF.

4) las funciones de control fronterizo argentino: el control fronterizo es una prerrogativa de cada Estado. En Argentina se cumple mediante representantes de organismos nacionales apostados en los Centros de Frontera. Las funciones de control básicas son la fiscal, la legal, la fitosanitaria y la de seguridad. Desde el punto de vista fiscal, la Dirección General de Aduanas determina que los regímenes aduaneros en vigencia en este paso son el de "Tráfico Vecinal Fronterizo" (para aquellas personas que habitan en un radio de 50 kilómetros a la redonda de Posadas y Encarnación, con una franquicia reducida) y el Régimen de Equipaje (para personas con residencia fuera de los 50 kilómetros a la redonda de Posadas y Encarnación, con una franquicia de 150 dólares estadounidenses en artículos de uso personal) (Ley 22.415, Código Aduanero). Desde el punto de vista migratorio, la Dirección Nacional de Migraciones concede generalmente en este paso internacional dos tipos de permisos de ingreso al país: el de "Tránsito Vecinal Fronterizo" (de duración de tres días en un radio de 50 km a la redonda) y el de "Turista" (de duración de tres meses en todo el territorio nacional) (Ley 25.871, Política Migratoria Argentina). Por otra parte, desde el punto de vista fitosanitario, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (en adelante SENASA), se rige por dos resoluciones, la Nº295/99 y la Nº 299/99, que establecen un listado de productos permitidos y prohibidos y un manual de procedimiento para la revisación y el decomiso de los productos prohibidos. La seguridad está bajo responsabilidad de la Gendarmería Nacional Argentina, encargada de garantizar la seguridad de los funcionarios de control, de las personas que transitan y del estado edilicio del Centro de Frontera.

Estos cuatro elementos se pueden visibilizar en la práctica del cruce de la frontera, en especial en los Centros de Frontera, en donde se realizan todos estos controles mediante los representantes de los organismos oficiales. La disposición física del Centro de Frontera Posadas-Encarnación (Puente internacional) y el del Puerto Posadas-Puerto Pacú Cuá está segmentada a partir del recorrido del control gracias a los siguientes mecanismos: vallas de contención, mesas que forman barreras, senderos únicos y obligatorios, prohibición de circular dentro del Centro de Frontera, etcétera. Por otra parte, a lo largo de dos décadas, los organismos nacionales fueron informatizando y perfeccionando los controles fronterizos gracias a los avances en la tecnología utilizada, como el sistema informático migratorio o el escáner de equipajes, por ejemplo.

La circulación de personas en este Centro de Frontera es realizada, en un 90%, bajo el régimen de TVF. Esto quiere decir que diariamente 18.000 personas cruzan la frontera en los dos sentidos: de ida y de vuelta a su país. Pero, para ello, estas personas deben cumplir con todos los requisitos legales, fitosanitarios y fiscales antes mencionados, seguir un procedimiento determinado, rígido y controlado por autoridades nacionales y recorrer un camino señalizado, vallado, frenado, estableciendo así un mecanismo que se va integrando a su vida cotidiana, con sus esperas, sus ritmos, sus relaciones humanas. La tensión generada entre su labor y los controles fronterizos originan conflictos en el Centro de Frontera de Posadas. Para un alto funcionario del SENASA, el problema cotidiano más recurrente lo constituye:

-lo que acá se llama "pasera", que es la persona que ingresa al país con mercadería que se llama, popularmente, contrabando. Generalmente traen escondida la mercadería, hay que revisarlas, a veces se ponen nerviosas, se enojan, pero es algo muy cotidiano que acá lo viven todos los organismos, no sólo nosotros" (Alto funcionario del SENASA, Dra. "P", julio 2010).

Además de un práctica fronteriza cotidiana, un alto funcionario de la Aduana analiza: "el de las paseras es un tema social, es un tema de cultura de los pueblos: esto siempre se dio. Ellas ya nos conocen, ya conocen la metodología de los controles. Y eso para ellas es, entre comillas, un ‘trabajo' (Alto funcionario de la Aduana de Posadas, el Ingeniero "L.", agosto de 2010). El "conocimiento" personal, entre los funcionarios de los organismos de control fronterizo y las paseras, el conocimiento de las metodologías de cruce, así como las de control, implican un vínculo fronterizo individualizado a la vez que institucionalizado: cada uno "conoce" al otro y al lugar que les toca en esa situación de control. Por eso explica el Alférez "C" de Gendarmería Nacional: "Las paseras son las que traen poca cantidad de mercadería y la ponen acá en Posadas e intenta venderla. Es más un comercio transfronterizo que una infracción (-) ¡nosotros las conocemos a todas!"

Los tratados, las instalaciones edilicias, las normas y la labor de los funcionarios de control, en conjunto, establecen una forma de control fronterizo que finalmente configura un tipo de frontera: cerrada, abierta o entreabierta (Bottino Bernardi, M. 2009), configuración que, a su vez, enmarca parcialmente a las prácticas de circulación que se dan en su seno. La tensión se genera entonces porque la circulación propone continuidades allí donde la norma establece el límite, el control y la restricción. Observaremos, en los próximos apartados, que las continuidades que proponen la circulación de las paseras paraguayas tienen, así como la misma frontera, una expresión espacial. Su caminar diario horada el espacio de la frontera, su actividad genera nuevos lugares o plantea otros a los ya existentes entre Posadas y Encarnación.

Comercio fronterizo: circuitos laborales de las paseras paraguayas

Como se mencionó anteriormente, las ciudades fronterizas generan una economía de características especiales, dinamizada a partir del comercio fronterizo. Éste hace referencia a un tráfico comercial a través de la frontera, que se basa en el aprovechamiento de las diferencias cambiarias monetarias y en la comercialización de bienes y servicios "no comercializables" desde el punto de vista del comercio exterior. Esto significa que, en un espacio como el de nuestro caso, productos como materiales de construcción, o servicios como peluquería, son aptos para el comercio a través de la frontera (Oviedo, A. 2001). El conjunto del comercio fronterizo incluye al comercio formal, es decir, se desarrolla según las normas y requerimientos del país, lo que garantiza la procedencia y la calidad de los bienes. Otro tipo de comercio incluido en el fronterizo es el comercio informal, que es aquel que no se rige por las normativas y leyes relativas a las transacciones de bienes y/o servicios del país en donde se ejerce.

En este marco, la labor de la pasera paraguaya es descripta comúnmente como "contrabando hormiga", dado que consiste en ingresar al país, mercancía sin declarar y en escasas cantidades -argumentando que son para "uso personal"- para no pagar tributo, práctica característica de las áreas fronterizas. Ellas tienen la posibilidad, en algunos casos, de amparar su estrategia legalmente mediante los diferentes regímenes aduaneros y migratorios. La categorización de esta actividad comercial como contrabando, aún como contrabando hormiga, es compleja ya que diariamente los regímenes de Tránsito y Tráfico Vecinal Fronterizo o el Régimen de Equipaje habilitan el paso de diferentes actores del comercio fronterizo de manera informal. Por esta razón, siguiendo a Alejandro Benedetti (2011), llamamos a este tipo de actividad "comercio hormiga". Y decimos "actores del comercio fronterizo" porque, a partir de 1990 no sólo aumentó la cantidad de mujeres que se iniciaron en el "trabajo de la frontera", sino que su práctica comercial implicó el movimiento de otros factores afines a la actividad que fuimos descubriendo a partir de la observación participante y de las entrevistas realizadas, éstos son: taxistas, mototaxistas, estudiantes "paquitos", paseros y puesteros de los mercados "paraguayos" (Linares, M. 2013).

El universo de paseras paraguayas entre Posadas y Encarnación es incierto, estimamos que podrían existir cientos de ellas (entre 700 y 1200), según un ejercicio de observación realizada en el paso internacional (4). Analizamos la circulación cotidiana de estas mujeres desde dos perspectivas o ámbitos: el laboral y el espacial. El ámbito laboral incluye sus estrategias comerciales, la mercadería que "cruzan", sus modos de venta, sus clientes y su aprovisionamiento. El ámbito espacial hace referencia a los lugares en donde estas actividades comerciales se desarrollan y la capacidad de apropiación y creación de espacios urbanos en el trascurso de su cotidianeidad en la frontera. Según nuestro trabajo de campo, hemos realizado una categorización de los tipos de paseras -categorización no exhaustiva- según estas dos perspectivas, como se indica en el Cuadro Nº 1:

Cuadro Nº1. Categorización de paseras, dimensión espacial y laboral
Fuente: elaboración personal a partir de datos obtenidos en entrevistas

 

Desde el punto de vista laboral, la circulación está determinada por el tipo de mercancías que "cruza" cada pasera. Encontramos, de acuerdo a estas mercancías, dos tipos de paseras: las verduleras, que comercian frutas, verduras y "yuyos medicinales" y las "intermediarias" o "vendedoras", que comercian una gran variedad de mercaderías paraguayas e importadas, como por ejemplo artículos textiles (manteles, toallas, sábanas, acolchados, repasadores), artículos de vestir, termos, paraguas, zapatillas de segundas marcas, maquillaje, medicamentos caseros (jarabes de miel y propóleos) y artículos para el cabello (hebillas, peines, etcétera). Las paseras "intermediarias" pasan las mercaderías para un cliente, en general un puestero en los Mercados paraguayos de Posadas (el Mercado Modelo y la Placita del Puente), mientras que las "vendedoras" venden ellas mismas en sus puestos. Emilia, en una entrevista del año 2010, nos explicaba: "-Yo, nosotras somos vendedoras porque compramos allá [por Encarnación], traemos y vendemos acá. Porque hay algunas que son paseras, que le compran otra persona y ellas hacen pasar nomás. Nosotras traemos y vendemos" (Emilia, 06/08/10) (5).

De acuerdo a dichas mercaderías se decidirá la vía del cruce hacia Posadas: la fluvial o la terrestre, decisión realizada en función del tipo de control que recibirán en cada caso. En el puente internacional se encuentran todos los organismos de control fronterizo (aduanero, fitosanitario, migratorio) mientras que en el puerto de Posadas no existe el control fitosanitario del SENASA, que controla el ingreso de frutas y verduras. Todas realizan el cruce llevando bolsos negros y "surtidos", dado que se organizan para dividir la mercadería de manera equitativa en sus equipajes. Esto implica que, luego del aprovisionamiento de mercaderías en Encarnación, deberán "armar" la carga: en vez de llevar un bolso con 10 termos y otro con 10 pares de zapatillas, cada pasera llevará un bolso con un ejemplar de cada artículo para argumentar en los controles fronterizos que son para "uso personal" y así estar amparadas por la ley. Cuando llegan a Posadas, las paseras "vendedoras" arman puestos de venta (con mesas o directamente con mantas en el suelo) y hacen un horario "comercial", volviendo a sus hogares en Encarnación recién a las 20 hs. Las paseras intermediarias, en cambio, esperan en alguna esquina o en las veredas de los alrededores de los mercados paraguayos para "entregar" la mercadería a su cliente/empleador. El tiempo de espera es variable, en ocasiones pueden llegar a ser algunas horas. Una vez que entregan la mercadería, vuelven a Encarnación a "buscar más" -si aún es temprano- o regresan a sus hogares.

En el caso de las paseras "verduleras", éstas prefieren cruzar por medio de la lancha para evitar los controles fitosanitarios y llevan bolsos cargados con productos de sus huertas, que se encuentran en las inmediaciones de Encarnación (por ejemplo, Coronel Bogado o Colonia Cuatro Potreros). Algunas se dirigen, una vez en Posadas, al Mercado Central de frutas y verduras para abastecerse mejor. Luego tienen dos opciones: armar un puesto precario en las veredas de la ciudad o la venta ambulante. Las paseras que trabajan del comercio ambulante ofrecen sus productos "casa por casa" y suelen caminar cargadas de mercadería un barrio o dos. Nuestra experiencia, en el Barrio Villa Sarita, nos indicó que se reparten el barrio entre diez y veinte paseras, que se mueven en grupos de tres o cuatro, ya sea por días (unas van a Posadas sólo dos veces por semana) o por calles. Cuando terminan la venta, regresan a Encarnación. En general, todas las paseras, al terminar su jornada, realizan alguna compra en Posadas y regresan a Encarnación. Entre el cruce de "ida" y el de "vuelta", las paseras ganan su sustento, conversan con clientes, se encuentran con amigas y familiares, descansan, almuerzan, viven su cotidianeidad en la ciudad de Posadas.

Geografía de la circulación: los lugares de frontera de las paseras paraguayas

Desde el punto de vista espacial, se comprobó que los lugares recorridos/creados por las paseras paraguayas se pueden caracterizar en:

1) lugares de preparación del cruce (compra de mercadería en Encarnación en comercios y armado de bolsos de manera grupal en plazas públicas);

2) lugares del control fronterizo (el cruce propiamente dicho);

3) lugares de venta o entrega de mercadería (puestos de venta y de entrega de mercadería a los comerciantes en Posadas) y

4) lugares del confort (ocio, espera, descanso y alimentación).

Preparación del cruce: esta tarea implica la articulación de una serie de lugares para garantizar un cruce sin contratiempos. Los lugares de abastecimiento de mercaderías en Encarnación están delimitados por los centros comerciales de la ciudad. Cuando la zona baja (6) estaba en plena actividad, las paseras compraban allí sus productos, armaban los bultos para el cruce y tomaban el medio de transporte que las llevaría a Posadas: la lancha o el ómnibus internacional, todo en la zona baja. Allí también existían plazas arboladas con puestos de comidas en donde descansaban o esperaban bajo la sombra para poder cruzar. Los comercios en la zona baja estaban dispuestos de manera desordenada y confusa, las veredas de las calles cubiertas en su totalidad por puestos con improvisados techos. Esta zona, con sus negocios, sus puestos de comidas al paso, sus "terrenos baldíos" (7) ocupados por puestos de venta, era un ambiente en donde las paseras se sentían a gusto. Al levantar la cota del río Paraná por las obras del Plan de Terminación de Yacyretá (8), la zona baja se inundó y la actividad de las paseras se trasladó al nuevo centro comercial de Encarnación, ubicado a sólo doscientos metros de la cabecera paraguaya del puente internacional. Este barrio, cuidadosamente planificado y controlado, cuenta con gran cantidad de comercios, todos iguales, que albergan a los viejos propietarios de puestos y negocios de la zona baja. Aún en el año 2010 no existían plazas públicas en esta nueva zona, aunque sobraban los "terrenos baldíos" en donde las paseras armaban sus bolsos antes del cruce y donde se habían improvisado los mismos puestos de comidas al paso que antes se ubicaban en las plazas de la zona baja.

Identificamos asimismo los lugares de armado de bolsos que son, como se expresó, vitales para cruzar. Como se trata de una actividad grupal y que se realiza una vez adquirida la mercadería, se efectúa en lugares amplios y públicos, en general plazas o terrenos desocupados o incluso en las veredas de los comercios. Las paseras se suelen sentar en bancos o en los cordones de las veredas, como se observa en la Fotografía Nº 1, y allí van organizando el cruce mientras conversan entre ellas.


Fotografía Nº 1.
Paseras armando el cruce. Encarnación, año 2010

Fuente: Fotografía de la autora, Encarnación, año 2010

Los lugares del cruce (o el territorio del control) están compuestos por los medios de transporte utilizados -la lancha o el ómnibus- y los centros de frontera en donde se realiza el control fronterizo. La identidad de estos lugares está delineada por la normativa de control fronterizo y su aplicación por medio de los funcionarios que los ejercen. Operativizado mediante requisitos, procedimientos y recorridos impuestos por la normativa argentina de control fronterizo, este territorio constituye, finalmente, un espacio restringido y un territorio de la espera. La "espera" se manifiesta en muchos sentidos para las paseras. A veces es una estrategia: "Cada una hora se cambia la guardia, a veces está la cola y cuando llegás se cambia la guardia y ahí no podés cruzar. Hay gente con la que se puede cruzar. Si no se puede esperamos horas, del lado paraguayo, todos juntos" (Anónima Nº 9, 12/08/2010). También la espera es "paciencia", "esperanza" y "tiempos de inacción", todo conjugado en el mismo lugar de cruce:

"Hay días que la Aduana no te deja pasar, nos vamos, volvemos hasta que después hay un lugarcito en que podemos, pero son días-en todos los trabajos hay días malos. Pero nosotras sobrellevamos todo, una vez que pasamos para acá ya es otro ambiente, otro clima- a veces no nos dejan pasar, y nos tenemos que volver-pero eso es normal. Cuando no nos dejan pasar, volvemos a Paraguay, con nuestras cosas, y tenemos que esperar. Por ahí hay un cambio de guardia y pasamos-Y por ahí, si no hay cambio de guardia, bueno, buscamos-buscamos la vuelta, con maña-hacemos bolsos más chiquitos y todo eso-y pasamos de a poco, si a veces no podemos pasar con uno así (me muestra un bolso grande) hacemos uno chiquitito, y así vamos y volvemos, con paciencia-Pero es así-" (Tamara, 06/08/2010).

Como propuesta analítica, el enfoque de los "territorios en espera" prioriza los espacios de tiempos lentos dentro de las movilidades internacionales, espacios que, bajo la impresión de la inactividad, son fundamentales para la circulación internacional (Vidal, L., Musset, A. y Vidal, D. 2013). En este lugar, la espera es crucial: se espera haciendo filas para llegar al funcionario de control, se espera mientras ellos controlan los documentos y los bolsos y se espera que den el permiso de paso para llegar a Posadas. En esta espera se combinan sus dos acepciones en el idioma español: la esperanza de que suceda algo favorable y la inacción hasta que suceda algo (9). En este lugar del control, la "espera" más relevante para las paseras es aquella relacionada con la esperanza, con la posibilidad de poder realizar el cruce sin que los funcionarios lo impidan. Por esa razón las paseras "esperan" en silencio (en una aparente inacción), su turno en la fila de control, su turno en la revisación y su turno de salida. La espera consiste entonces en momentos de tensión, de silencios, de angustias y de miedo. Este territorio de la espera es un territorio del padecimiento.

Los lugares de venta o de entrega de mercadería se encuentran ya en Posadas. Una vez que realizan el cruce, los circuitos de comercio urbanos de la ciudad de Posadas dependen, para la mayoría de ellas, de los dos mercados paraguayos, el Mercado Modelo y "La Placita" del Puente. En los alrededores del Mercado Modelo hay una plaza en donde se sientan las paseras a esperar la entrega de su mercadería.

"Yo llego con mi mercadería y voy a los clientes del mercado, yo no me quedo todo el tiempo acá. Vengo a esperar que me paguen o que busquen su mercadería, también traigo para vender casa por casa, a algunos clientes conocidos, pero sólo a la mañana. Después ya vengo al mercado y espero. Recorro cerca del supermercado, dos o tres cuadras nomás, no voy lejos. Hago una vueltita nomás y ya vengo" (Lina, 19/07/2010).

También en las calles laterales del mercado encontramos sus puestos de venta de verduras, yuyos y productos medicinales, como lo muestra la Fotografía Nº 2. La Placita del Puente no tiene una plazoleta cercana, pero las paseras se ubican en las esquinas o en los terrenos baldíos para vender sus cigarrillos. Existen también lugares donde las paseras "guardan" su mercadería o los elementos para armar sus puestos en la casa o comercio de algún vecino de Posadas. Las paseras que arman puestos de venta en el centro lo hacen de manera provisoria, cambiando de lugar todos los días para evitar controles, con lo cual es difícil su identificación como espacios de venta. Suelen tender una manta en la vereda y vender sus productos hasta que, si ven a algún inspector, "levantan" todo y cambian de lugar.

 


Fotografía Nº2.
Puesto de pasera verdulera. Posadas, año 2010
Fuente: Fotografía de la autora. Posadas, año 2010

Finalmente, los lugares de ocio están definidos por tres acciones cotidianas realizadas por las paseras en Posadas: la alimentación, la compra y la espera. Cerca de los mercados paraguayos existen restaurantes de comidas rápidas o "minutas" -hamburguesas, empanadas, milanesas, etcétera- en donde las paseras almuerzan, cerca de las 14 horas. Es común ver también grupos de paseras almorzando "al paso" en las veredas de las calles laterales del Mercado Modelo o en una plaza. Antes de regresar a Encarnación, las paseras realizan sus compras del hogar para aprovechar la diferencia de precios en artículos específicos como harinas y aceites. Los lugares de la espera están compuestos por los espacios de la ciudad de Posadas en donde se desarrollan los quehaceres de las paseras fuera de su jornada laboral. En estos espacios (plazas, restaurantes, esquinas céntricas, etcétera) las paseras "esperan" al comerciante de Posadas a quien deben entregar su mercadería. Pero mientras lo "esperan", disfrutan de momentos de ocio, de alimentación, de descanso y recreación. En estos momentos están en grupos de cinco o seis, se sienten cómodas, conversan y distienden. Se las escucha hablando en guaraní, compartiendo anécdotas y riendo. Tamara relata con orgullo:

"-Crié a todos mis hijos trabajando en la frontera. Me gusta trabajar, venimos acá y charlamos con las compañeras, con las otras compañeras, con los clientes-todo ese clima, ese ambiente que hay-que viene a ser como de amistad ya, por todos los años-ya no es un trabajo-pero tiene también su sacrificio, ¿verdad? Hay días y hay días-" (Tamara, 06/08/2010).

Esta espera se traduce en un espacio fundamental de la vida cotidiana de la pasera, en donde, ya relajadas por haber realizado el cruce exitosamente, se encuentran en su zona de confort: se distienden, conversan, rearman sus bolsos con total tranquilidad (10).

La articulación de estos lugares da forma al territorio de las paseras en Posadas, es decir, a la apropiación del espacio transitado y utilizado en su vida cotidiana y en los ritmos cotidianos del trabajo entre los dos países, como lo muestra la Imagen Nº2. Algunos de estos lugares son sólo transitados (como los lugares de venta ambulante, por ejemplo) mientras otros son apropiados, como los lugares de ocio y de "espera" para la entrega de mercadería. Estos dos lugares pueden coincidir porque en ocasiones almuerzan mientras esperan en forma grupal (aunque cada una espere a un comerciante distinto para recibir su paga). La espera se vive, para las paseras, por un lado, como un lugar del confort, un momento de disfrute que construyen dentro de su jornada laboral cotidiana. Por otro lado, el caso opuesto a estos lugares son los territorios del control, transitados diariamente por las paseras pero que implica un padecimiento, un momento de angustia cotidiana.

 


Imagen Nº2.
Centro de Posadas y Villa Sarita. Circuito de Paseras paraguayas
Fuente: elaboración de la autora. Mapa de referencia: Plano Áreas Posadas. Secretaría de Planificación Estratégica y Territorial, Municipalidad de Posadas, Abril, 2009

Estos dos territorios, aunque parecidos en su tiempo lento, son muy diferentes entre sí: mientras uno es impuesto por las normas y los funcionarios del control fronterizo, el otro es construido por las mismas paseras. El territorio impuesto significa un problema para su labor cotidiana, una fuente de tensión, según las entrevistas realizadas. Por otra parte, el territorio construido significa, para ellas, un espacio ganado a la ciudad, un espacio confortable para vivir la ciudad de Posadas más allá de su trabajo diario. Esta forma de apropiación del espacio entre la tensión y el confort demuestra un saber, un conocimiento aprendido que indica los "cómo" y los "dónde" de su labor.

Conclusión

En este trabajo intentamos describir de una manera integral la práctica de circulación de las paseras paraguayas a través del espacio fronterizo Posadas-Encarnación para demostrar que se trata de un tipo de movilidad espacial que produce y reproduce continuidades socio-económicas y culturales allí donde la frontera implica una discontinuidad geográfica, un quiebre en el espacio. Estas relaciones sociales en la frontera conllevan, como advierte Alejandro Benedetti (2011), el manejo de distintas localizaciones, personas y bienes que abarcan los transportes, los flujos, los tipos de cambio y las circulaciones con un abanico de motivaciones en juego. Todo esto, enmarcado en un espacio de características especiales como es la frontera, regido por una normativa compleja (por su cualidad multiescalar) y gestionado cuidadosamente por agentes estatales.

En el primer apartado observamos que la creación del Comité de Frontera, la inauguración del puente internacional y las resoluciones del Mercosur fueron delineando este tramo de la frontera argentino-paraguaya a través de una red normativa regional que busca, en la letra, la integración fronteriza. Se pasó, entonces, desde una concepción de frontera cerrada a una entreabierta, porque las normas nacionales que regulan las funciones de control del Estado Argentino en su frontera son restrictivas en tanto establecen límites de tiempo de estadía (política migratoria), límites de cantidad de productos a "pasar" expresados en dólares estadounidenses según cada franquicia (política fiscal/aduanera) y limitaciones de tipos de productos a "pasar" (política fitosanitaria). Por otro lado, la actividad relativa a la aplicación de esta normativa de control se desenvuelve en un espacio cargado de instrucciones, de permisos y prohibiciones que hacen de la frontera un espacio condicionado, controlado y que actúa sobre las representaciones de las personas que cruzan. Los numerosos pasos a seguir, las diferentes instancias de control (migratorio, sanitario y aduanero), la sensación de direccionamiento de los vallados y el trato personal con los funcionarios hacen de "la frontera" un espacio dual: por un lado, la ley permite el cruce pero, por otro lado, el sistema lo desalienta.

Sin embargo, en el segundo apartado observamos que el trabajo en la frontera es una práctica de larga data, que se mantiene con distintas modalidades y que incluso ha aumentado a partir de la inauguración del puente internacional. Esta circulación en la frontera se podría catalogar de comercio fronterizo e implica un uso del espacio entre Posadas y Encarnación articulando lugares de circulación, de venta, de compra, de descanso, de espera, de encuentros, justamente en los intersticios que quedan entre la prohibición y el permiso. Los lugares que describimos en el tercer apartado tienen esta identidad dual que transita entre la tensión y el confort porque implican, todos, haber cruzado la frontera. Como vimos, los lugares transitados, como el lugar del control, por ejemplo, tienen sus normas y procedimientos que las paseras acatan, aunque siempre con la astucia para lograr sus objetivos. Son espacios que deben transitar y lo hacen desplegando una serie de estrategias que dan indicios de cómo se compone su "saber circular", en términos de Alain Tarrius (1992), objetivo que escapa a este trabajo. Los lugares construidos, sin embargo, tienen impresos los tiempos y las labores de las paseras entre Posadas y Encarnación. En una vereda arman un sistema de carga de mercadería (en Encarnación), en otra vereda la re-arman y esperan a "colocarla" (en Posadas), se agrupan en un puesto de venta para almorzar o en una plaza para organizar la vuelta a casa. Estos lugares, además de sus tiempos y sus "objetivos", tienen también su lengua (el guaraní) y sus límites: al ocupar una esquina entera, los pasantes deben cambiar su recorrido, por ejemplo. Por esta razón, creemos que no son lugares apropiados, sino producidos o construidos: ellas crean un "comedor" (con todas sus características, sillas improvisadas, comida, manteles) allí donde sólo había una vereda o crean un salón de venta donde sólo había un banco de plaza. Por último, la mayoría de estos lugares -exceptuando los restaurantes y la parte techada del Centro de Frontera- se caracterizan por situarse "a la intemperie", así como el trabajo de la pasera. Tanto las paseras que realizan venta ambulante como las que arman puestos, destacan que trabajan "a la intemperie". Las paseras intermediarias, aunque trabajen con los clientes de los mercados, no ingresan en ellos sino que esperan afuera, nuevamente a merced del clima.

Por estas razones consideramos que los lugares producidos por las paseras entre las dos ciudades poseen una identidad única, propia del trabajo que realizan en la frontera y cargada de sus ritmos, su idioma, su visibilidad en el espacio público y su desprotección. La capacidad de adaptación a diferentes territorios y normas fronterizas por parte de las paseras podría constituir un ejemplo de aquello que R. Abínzano llama la subcultura de la frontera, aquella que le permite a las paseras "vincularse con más de un Estado simultáneamente" (Abínzano, R. 1993: 76). Esta misma capacidad sutil e inteligente define la circulación de las paseras y podría definir también su manera de construir lugares propios entre el "acá y allá", obligadas, en palabras de Sandro Mezzadra (2005), a vivir en un doble espacio cultural y político como consecuencia de habitar un territorio de transición.

Por último, entendemos que los espacios transitados por las paseras entre Posadas y Encarnación no tienen las mismas cualidades identitarias que aquellos producidos por ellas, sino que son espacios de la transición, típicamente fronterizos, en donde se impone un esquema normativo y de poder que, aunque en ocasiones es resistido, supone acatamiento. En este sentido, la frontera internacional es un territorio donde el mapa de poder es especialmente complejo. La frontera es límite y unión, es transición y freno, todo se puede detener en las fronteras, en ese cambio de soberanía y sistema de poder. Entre estos tiempos rápidos y lentos, entre estos territorios en espera y en movimiento, las paseras tienen la capacidad de poder sacar el mejor partido de cada espacio (aún con sus tensiones y angustias) y de mantener relaciones ambiguas con los poderes estatales. Esto podría demostrar que las formas del espacio social (Di Meo, G. 1998: 250) de la frontera se van moldeando a partir de la fluctuación entre la capacidad de accionar sobre otros y que los otros accionen -desde una concepción de poder relacional-, y la capacidad de organizar y controlar que tiene el Estado Nación.

Notas

(1) Llamamos paseras paraguayas a las mujeres cuyo trabajo consiste en "pasar" a través de la frontera pequeñas cantidades de mercaderías para su venta, re-venta o entrega, desde Encarnación a Posadas. En su mayoría provienen de la ciudad de Encarnación (Paraguay) y sus alrededores (Schiavoni, 1993).

(2) Este espacio fronterizo está compuesto por las dos ciudades, Posadas y Encarnación, y las vías de vinculación entre ellas, el Puerto Posadas-Pacú Cuá y el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz. Estas vías componen el "lugar de comunicación internacional habilitado" o el "paso de frontera habilitado" o el "paso internacional" (Ley Nº 22.352, Ministerio del Interior y de Transporte, http://www.mininterior.gov.ar) o el "Punto de frontera" según la normativa del Mercosur (Mercosur/GMC/RES Nº 29/07, Nómina de puntos de frontera de controles integrados entre los Estados partes).

(3) Entre los acuerdos más importantes, se destacan el "Acta para la integración Argentino-Brasileña", firmado el 29 de julio de 1986 por los Presidentes Sarney (Brasil) y Alfonsín (Argentina), cuyo resultado fue el Programa de Integración y Cooperación Económica entre la Argentina y Brasil (PICAB); el "Acta de Amistad Argentino-Brasileña Democracia, Paz y Desarrollo de 1986" y el Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil, el 29 de noviembre de 1988, antecedente directo del Mercosur.

(4) En el año 2010, realizamos un ejercicio de observación para estimar la cantidad aproximada de paseras paraguayas que trabajan entre Posadas y Encarnación. Nos apostamos en el Centro de Frontera durante tres horas a la mañana y tres horas por la tarde, observando específicamente la gente que cruzaba por medio del ómnibus internacional, que pasaba cada 10 o 15 minutos. Comprobamos que en las primeras tres horas matutinas de 8.30 hs. a 1130 hs. cruzaron en dirección Encarnación-Posadas alrededor de 250 paseras paraguayas, mientras que por la tarde de 14 hs. a 17 hs. lo hicieron 150.

(5) Debemos aclarar que esta tipología realizada responde al objetivo de identificar tipos de trabajos diferenciados pero, en la realizad, en ocasiones los tipos se encontraron combinados.

(6) El casco histórico de Encarnación del Barrio Pacú Cuá, devenido en centro comercial de la ciudad hasta el año 2009, es conocido comúnmente como "zona baja" por la gente del lugar.

(7) Terrenos en los que no se ha edificado ni se cultivan ni dan frutos.

(8) El Plan de Terminación Yacyretá (PTY) es una obra pública que tiene por objeto la realización de diversas obras y acciones tanto del lado paraguayo como argentino para culminar el proyecto de la Central Hidroeléctrica de Yacyretá. La central requiere, para funcionar en forma plena y eficientemente, una cota de embalse de 83 metros sobre el nivel del mar (msnm), por lo cual la prioridad principal del PTY fue finalizar las obras necesarias para poder elevar la cota a ese nivel en el eje Encarnación-Posadas.

(9) Según el diccionario de la Real Academia Española, estas dos acepciones de espera como "acción de esperar" se pueden comprender a partir de estas cuatro definiciones: 1) Tener esperanza de conseguir lo que se desea, 2) Creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable, 3) Permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo, 4) No comenzar a actuar hasta que suceda algo.

(10) Es interesante remarcar que la mayoría de las primeras entrevistas y los primeros abordajes a las paseras paraguayas fueron realizadas en estos espacios, en los cuales se sentían cómodas para conversar y entablar contacto.

Bibliografía

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MERCOSUR/GMC/RES Nº 29/07, Nómina de puntos de frontera de controles integrados entre los Estados partes

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Funcionario de rango intermedio de la Gendarmería Nacional Argentina, "C", del Escuadrón 50 (Posadas) de Gendarmería Nacional Argentina, entrevista realizada en el Escuadrón 50, Posadas, 15 de julio de 2010.

Ing. "L", funcionario de alto rango de la División Aduana de Posadas, entrevista realizada en su oficina el 3 de agosto de 2010.

Dra. "P", funcionaria de alto rango del SENASA del Puesto de Centro de Frontera Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz, entrevista realizada en el Centro de Frontera el 21 de julio de 2010.

Lina, pasera "verdulera", entrevistada en Posadas el 19/07/10.

Tamara, pasera "vendedora", entrevistada en Posadas el 06/08/10.

Emilia, pasera "vendedora", entrevistada en Posadas el 06/08/10.

Anónima Nº 9, pasera intermediaria, entrevistada en Posadas el 12/08/10.

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