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Revista de la Asociación Argentina de Sedimentología

versão impressa ISSN 1853-6360

Rev. Asoc. Argent. Sedimentol. vol.4 no.1 La Plata jun. 1997

 

ARTÍCULOS

Caracterización textural de depósitos de ambientes de marea de la Bahía Samborombón (Buenos Aires, Argentina)

 

Germán R. Bèrtola * y Martín Morosi**

* Centro de Geología de Costas y Departamento de Ciencias Marinas (UNMDP) C.C.722 7600 Mar del Plata, República Argentina.
** Comisión de Investigaciones Científicas (CETMIC) C.C.49 1897 M. B. Gonnet, República Argentina.


Resumen

En la Bahía Samborombón, con casi 144 km de planicies mareales fangosas, existen procesos litorales que generan características texturales diferentes a las costas aledañas. Estas diferencias se deben a la interacción entre el Río de La Plata, el Océano Atlántico, ríos y canales provenientes de la Cuenca del Salado y la fuente eólica de sedimentos "Pampeanos", que participan en el aporte y la distribución de sedimentos en la bahía, así como por modificaciones de granometría "in situ" por efecto de organismos bentónicos.
Con el fin de individualizar y caracterizar los ambientes mareales así como comprender su dinámica sedimentaria, se realizaron perfiles topográficos y muestreos sistemáticos, donde se obtuvieron datos texturales y de materia orgánica.
Las diferencias texturales pueden encuadrarse en un contexto regional y uno local:
Hay efectos de la descarga del Río de La Plata hasta el Canal 9, con elevados porcentajes de arcilla sobre las otras fracciones, en tanto que en Punta Rasa hay una importante influencia de la deriva litoral con altos porcentajes de fraccion arena. Localmente se observan variaciones granométricas en relación al ambiente considerado, con tamaños mayores y peor selección en los niveles topográficamente inferiores, debido principalmente a la influencia del oleaje y las mareas.
Mineralógicamente la relación porcentual de argilominerales es uniforme a lo largo de la bahía y se ve modificada localmente por la influencia de canales artificiales y naturales, en tanto que la fracción arena presenta una composición mineralógica compatible con la Asociación Austral.
Los contenidos de materia orgánica en la marisma son constantes y mayores que en los otros ambientes, debido a la particular distribución de la biota en el sustrato.

Palabras clave: Ambientes mareales; Granometría; Mineralogía; Bahía Samborombón.

Extended abstract

In Samborombon Bay, with a coastline of almost 144 km of mudflats, littoral processes generate different grain sizes along the coast. These differences obey to the interaction between de La Plata River, the Atlantic Ocean and small rivers and tidal channels from the Salado Basin. There is also an aeolian source from former Pampean sediments and sediments modified by the activity of benthos organisms.
To study these tidal environments and the littoral dynamics of the bay, topographic profiles were measured together with systematic sampling. Geomorphology, grain size, mineralogy and organic matter were also analyzed.
Grain-size differences can fit within regional and local context: The Rio de La Plata supplies significant amounts of clay to the latitude of Canal 9 inlet. From the South, from Punta Rasa, there is a significant supply of fine sand. Grain-size parameters vary according to sedimentary environments. Due to wave and tidal actions, coarser and less sorted sediments are distributed towards the subtidal sector.
The composition of clay minerals is rather uniform along the bay, although it is locally modified by artificial and natural channels.
The sand population belongs compositionally to the Austral Association (in the sense of Echechury & Remiro, 1960).
Organic matter content in the marsh environment is stable and higher than in other environments, due to the characteristics and increase of biota on the bottom.

Key words: Tidal flats; Grain size; Mineralogy; Samborombón Bay.


 

INTRODUCCIÓN

La Bahía Samborombón que forma parte de la depresión del Salado, está vinculada genéticamente a la evolución del Sistema del Plata en los últimos 6500 años (Codignotto & Aguirre, 1993). Es una amplia bahía ubicada entre los 35°26’32” y 36°20’04” de latitud Sur y 56°46'56” y 57°23'30” de longitud Oeste (Fig. 1), en la sección más externa del Río de La Plata. Su costa extremadamente joven, debe su origen principalmente a fluctuaciones glacioeustáticas y a una continua progradación. A ella se asocian diferentes ambientes, vinculados a determinados procesos naturales de erosión, transporte, depositación y actividad de comunidades biológicas. Estos ambientes mareales representan el 95 % de su costa, el resto lo conforman costas arenosas o constituidas por afloramientos cuaternarios.


Figura 1. Mapa de Ubicación.
Figure 1. Location Map.

El presente trabajo consistió en la elaboración de perfiles relevados topográficamente y muestreados sistemáticamente, teniendo como objetivo individualizar y caracterizar, en base a los datos granométricos y mineralógicos, los distintos ambientes mareales. Al mismo tiempo apunta a inferir un modelo de dinámica del sector costero de la Bahía Samborombón.
Las muestras analizadas corresponden a sedimentos actuales ubicados sobre depósitos de las Formaciones Destacamento Río Salado y Las Escobas (Fidalgo, 1979).

ANTECEDENTES

Las costas bajas e inundables son ambientes que han suscitado el interés de numerosos investigadores para explicar las características y procesos que llevan a la génesis, dinámica, interacción con la biota e importancia económica de estas áreas. En Argentina, los estudios de los ambientes mareales están centralizados principalmente en  el  Río de La  Plata, aunque no faltan trabajos en Bahía Blanca con análisis de su geomorfología, sedimentología y mineralogía (Perillo & Sequeira, 1988; Gelós & Spagnuolo, 1985) y en Bahía San Sebastián con su sedimentología y evolución (Vilas et al., 1986; Isla et al., 1988).
De la Bahía Samborombón no existen estudios de detalle, aunque los hay regionales, que si bien no se ocupan en particular de los ambientes mareales, aportan información acerca de su geomorfología y sedimentología (Bértola et al., 1993; Marcolini et al., 1992), mineralogía (Schnack, 1968) y dinámica costera (ITBA, 1994).

CARACTERÍSTICAS GENERALES

El clima en la Bahía Samborombón es lluvioso moderadamente cálido a templado, subhúmedo a húmedo y mesotermal. En la zona se registran variaciones anuales de temperaturas entre 35 y ‑5°C, con una media de 15°C (Servicio Meteorológico Nacional, 1992). Los vientos de mayor influencia son los del Sudeste y del Este, concentrando la energía de las olas hacia su sector Norte (ríos Salado y Samborombón y Punta Piedras). Hacia el Sur del Río Salado, se producen fenómenos de refracción de olas que favorecerían la progradación (Bértola, 1995), efecto en el que interviene la presencia de la Espiga de Punta Rasa y los aportes del Río de La Plata hacia el Sur por el interior de la bahía.
Su rango mareal (de 1,1 m por tablas del Servicio de Hidrografía Naval, 1992) y su escasa pendiente, originan una dinámica muy poco energética creando las condiciones para que el viento y las olas modifiquen la distribución de sedimentos y las formas del fondo (Guerrero et al., 1989). Cuando sube la marea, y debido a ese escaso gradiente topográfico, se cubren cientos de metros con una delgada cubierta de agua que permite la vida de organismos detritívoros y vegetación halófila. El efecto combinado de energía de olas, la velocidad de las corrientes y la granometría del sustrato, originan óndulas tridimensionales (3D) en los ambientes inter y submareales, así como ondulas con fango en sus senos (Bértola, 1995). Estas estructuras primarias pueden ser rápidamente bioturbadas por organismos como cangrejos (Chasmagnatus granulata y Uca uruguayensis) y bivalvos (Tagelus gibbus).
En cuanto a los sedimentos en suspensión, el Río de La Plata es el que aporta las mayores cantidades, registrándose valores desde 15 a 250 mg/dm3, este último valor tomado en la zona de máxima turbidez, ubicada en la línea que une Montevideo y Punta Piedras (Urien, 1972). Dentro de la bahía los valores disminuyen desde 150 mg/dm3 en el Norte a 50 en el centro, 30 en el Sur y 28 mg/dm3 en Punta Rasa (Bértola, 1995).

METODOLOGÍA

Se eligieron cuatro sitios de ejecución de perfiles según la accesibilidad, representatividad de los distintos ambientes y características sedimentarias: Perfil Punta Piedras (PP), Perfil Río Salado (RS), Perfil Canal 9 (C9) y Perfil Punta Rasa (PR) (Fig. 1).
De ellos se obtuvieron muestras del sedimento en los distintos ambientes que, desde el punto de vista geomorfológico, reflejaban cambios. Las mismas, con un peso aproximado de 100 g fueron tomadas de a pares hincando tubos de PVC y fijadas con formol 1 Normal para inhibir la actividad orgánica, rotuladas y almacenadas en cajas convenientemente etiquetadas. En el laboratorio, se guardaron en heladera a 0°C para su mantenimiento y preservación.
A un juego de muestras se lo empleó para determinar el contenido de materia orgánica siguiendo el método de la titulación con dicromato de potasio de Walkley & Black (Black, 1965). El restante, y tras la eliminación de la materia orgánica con agua oxigenada, se tamizó por vía húmeda a través de un tamiz 230 (4 phi), separándose un retenido (fracción gruesa) y un pasante (fracción fina). Una vez separadas estas fracciones se utilizaron técnicas de tamizado en seco y pipeteo para obtener la distribución granométrica de los sedimentos. A partir de los resultados, se obtuvieron sus parámetros estadísticos (Folk & Ward, 1957, Tabla 1).

Tabla 1.  Valores promedio de los parámetros medidos en las muestras. FK: Feldespatos Potásicos, PX: Piroxenos, PG: Plagioclasas, ANF: Anfíboles, VIDRIO V.: Vidrio Volcánico, D. STD.: Desvío estandar.
Table 1. Mean values of measured parameters. FK: Potassium Feldspar, PX: Pyroxenes, PG: Plagioclases, ANF: Amphiboles, VIDRIO V.: Volcanic Glass, D. STD.: Standard Deviation.

Desde el punto de vista mineralógico se analizó la fracción gruesa retenida en el tamiz 170 (3,5 phi) con lupa binocular y con portaobjetos reticulado para su análisis estadístico. La fracción menor a 8 phi, se analizó a través de la técnica de difracción de rayos X. Se realizaron análisis de rutina sobre muestra orientada normal, glicolada y calcinada a 550°C, siguiendo las recomendaciones de la AIPEA: Project of Standardization on Preparation Techniques (Thorez & Kanda, 1987). Sobre la base de los difractogramas de  la muestra  orientada  glico lada se realizaron estimaciones semicuantitativas, deter minándose porcentajes relativos de argilominerales (Johns et al., 1954).

RESULTADOS

Geomorfológicamente, se pudieron reconocer los siguientes tres ambientes, los que fueron relevados y muestreados sus sedimentos: submareal, como aquel que se encuentra  entre los 10 m de profundidad y el  nivel  de bajamares de sicigia; ambiente intermareal, que se encuentra entre este nivel y el de pleamares de sicigias, y marisma, que se extiende entre éste y el nivel de mareas extraordinarias con tormentas.

Perfil Punta Piedras (PP). El perfil fue realizado 7 km al Sudoeste de Punta Piedras (Fig. 1). Posee una longitud de 180 m, la topografía es llana y la pendiente regional del orden de 0,06 % (Fig. 2). El mismo comienza en la marisma, con una cotade 1,8 m s.n.m. y pendiente  de 0,34 %, y termina en la bahía en una barranca de 0,5 m de altura y un ambiente intermareal, con una pendiente de 2,4 %. En la marisma hay vegetación halófila y en el ambiente intermareal hay pequeños y aislados parches de vegetación de Spartina sp. En cercanías de este perfil se ha constatado la presencia de afloramientos de tosca de hasta 0,4 m de espesor ubicados en forma aislada; su continuidad hacia el ambiente submareal origina los bancos de Punta Piedras.


Figura 2.
Perfil Punta Piedras (PP)
Figure 2. Punta Piedras Profile (PP)

Perfil Río Salado (RS). El perfil fue confeccionado sobre la margen Sur del Río Salado (Fig. 1). Con una longitud de 1650 m, presenta una topografía accidentada por la presencia de cheniers del orden de los 0,6 m sobre el nivel de la marisma, de composición diferente a los sedimentos del entorno (más finos). La pendiente general es de 0,14 %. La transecta comienza en una arboleda nivelada a un mojón trigonométrico de IGM (2,88 m). Luego de atravesar una pradera de paja brava y vegetación de agua dulce, llega a un talar instalado sobre un chenier a cota 1,5 m s.n.m. y posteriormente a una marisma con vegetación halófila y pendiente de 0,11 %, terminando en la bahía, en un ambiente intermareal sin vegetación con pendiente de 0,3 % (Fig. 3).


Figura 3.
Perfil Río Salado (RS)
Figure 3. Río Salado Profile (RS)

Perfil Canal 9 (C9). Este perfil, de 2550 m, fue realizado sobre la margen Norte del canal del mismo nombre (Fig. 1). La presencia de mojones acotados a lo largo del terraplén permitió la nivelación del perfil. Partiendo de un canal mareal, se atraviesa una marisma de 2,25 m s.n.m. donde existe una zona de lagunas salobres con vegetación halófila, que termina en una pequeña barranca de unos 0,4 m y al ambiente intermareal, sin vegetación. El perfil en general presenta una pendiente constante de 0,05 %, en tanto que en el ambiente intermareal es de 2 % y en la marisma de 0,02 % (Fig. 4).


Figura 4.
Perfil Canal  9 (C9)
Figure 4. Canal 9 Profile (C9)

Perfil Punta Rasa (PR). El perfil (Fig. 1), está ubicado a 500 m al Sudoeste de Punta Rasa y posee una longitud de 560 m. Comienza en un terraplén artificial a 3,5 m s.n.m. y se pasa a una marisma con vegetación halófila. Tras superar una pequeña elevación formada por restos de vegetación acumulados durante las pleamares (con una pendiente de 0,33 %), y tras atravesar un canal de mareas y un banco fangoso con Spartina sp., se llega al ambiente intermareal sin vegetación (Fig. 5). La pendiente general es de 0,36 %. En este último ambiente se han encontrado óndulas rectas y lingüoides y óndulas con fango en sus senos, por lo que es la única transecta donde se observó interacción entre estructuras de tracción y suspensión.


Figura 5.
Perfil Punta Rasa (PR).
Figure 5. Punta Rasa Profile (PR).

Las pendientes a lo largo de los ambientes mareales de la bahía poseen los siguientes valores promedio: las pendientes regionales son del orden de 0,29 %, las marismas de 0,14 % y los ambientes intermareales de 1,58%; ello está relacionado principalmente, como se observará en resultados, a la diferencia de granulometría.

Resultados sedimentológicos
Los resultados obtenidos a partir del análisis estadístico de los datos (Tabla 1), permitieron empezar a individualizar y caracterizar los distintos ambientes mareales, así como inferir la dinámica que tiene lugar en ellos.
Los histogramas de las muestras de los perfiles relevados revelan, en general, una distribución unimodal, excepto en el Perfil PR donde los histogramas resultan marcadamente bimodales indicando el predominio de arena y arcilla por sobre el limo, típico de un ambiente mixto.

PP. Los valores de los parámetros estadísticos indican un aumento en el tamaño de grano desde la marisma hacia la bahía, pasando de limo muy fino a limo fino. En la sección central del perfil, la selección es pobre y en los extremos, muy pobre. En toda la traza del perfil, la asimetría se comporta como muy negativa. Los tenores de materia orgánica son elevados, con valores medios de 5 %; el ambiente intermareal posee los mayores porcentajes (7,5%), en tanto que en la marisma ese porcentaje disminuye gradualmente hacia el continente (3,7 %) (Fig. 2).
RS. Hay un aumento progresivo de los valores de la media, pasando de un limo muy fino en la marisma, a un limo fino en el ambiente intermareal. El grado de selección es en general pobre, haciéndose más pobre hacia la costa, posiblemente por la acción episódica de olas de tormenta y olas normales que afectan la zona, así como la descarga variable durante las crecidas del Río Salado. En general la asimetría es muy negativa, pasando en la sección media del perfil a una distribución casi simétrica. Los tenores de materia orgánica oscilan alrededor del 4 %. Hay una notable diferencia en los porcentajes de materia orgánica entre la marisma y el ambiente intermareal, con mayores tenores hacia el continente (6,5 %) que disminuyen hacia la costa (2 %) (Fig. 3).
C9. El valor de la media es de limo muy fino en la marisma, a limo fino en el ambiente intermareal. La selección pasa de media a pobre y termina hacia la bahía en muy pobre. La asimetría en general es negativa. Los porcentajes de materia orgánica son más o menos constantes a lo largo de todo el perfil, con valores de 4,67 %, indistintamente si es la marisma o el ambiente intermareal (Fig. 4).
PR. Existe una disminución del valor de la media desde la marisma hacia la bahía, pasando de un limo fino a una arena fina. La selección aumenta desde el nivel de marisma al ambiente intermareal, desde muy pobre a buena. La asimetría que empieza como muy negativa sobre la marisma, pasa a muy positiva en la sección media del perfil y termina como casi simétrica en los ambientes intermareales. Este perfil posee el menor porcentaje de materia orgánica de los analizados, con valores del orden de 2,1 %. La concentración desciende desde la marisma (6,19 %) hasta el ambiente intermareal (1,37 %). Los bajos tenores de materia orgánica se deben a la mayor granometría de los sedimentos allí ubicados (son más arenosos que en los otros perfiles) (Fig. 5).

Una vez obtenidos los promedios de cada perfil (Tabla 1), se observa que en general la granometría media es de limo muy fino, salvo en el Perfil PR, que es arena muy fina, indicando que estos sedimentos presentan condiciones genéticas y de depositación diferentes. Al Norte del Perfil RS la selección se comporta como muy pobre y pasa a ser pobre hacia el Sur del mismo. La asimetría en general es muy negativa en todos los perfiles excepto en el PR donde es simétrica. El Percentil 1 indica que hacia al Sur, la competencia va disminuyendo desde sábulo hasta arena fina, para volver a aumentar en el Perfil PR a arena muy gruesa.
En relación con el porcentaje de cada fracción, el contenido de arena permanece relativamente constante a lo largo de la bahía, mientras que el de limo disminuye hacia el Norte y el de arcilla aumenta en esta dirección. Estas tendencias regionales se ven modificadas notablemente en Punta Rasa donde los porcentajes de las tres fracciones varían considerablemente (Tabla 1), con un elevadísimo porcentaje de arena y en menor proporción de arcilla, indicando una clara influencia de la deriva litoral del océano, acompañada por la descarga de arcilla del Río de La Plata.
Cuando se comparan los ambientes entre sí, se aprecia que la arena aumenta hacia las cotas inferiores, mientras que la fracción arcilla disminuye, denotando un aumento progresivo de las fracciones más gruesas hacia los ambientes inter y submareales; la fracción limo permanece constante (excepto en PR). Los valores en la marisma de 12,2 % de arena, 25,3 % de limo y 62,3 % de arcilla, cambian hacia los niveles topográficamente inferiores a 40,1 % de arena, 22,5 % de limo y 37,3 % de arcilla, estos valores son promedio e ilustran la tendencia general, tal como se observa en la Tabla 2.

Tabla 2. Granometría promedio en los ambientes mareales. A: % de arena, L: % de limo, a: % de arcilla.
Table 2. Mean grain size of tidal environments. A: % of sand, L: % of silt, a: % of clay.

Entre los perfiles analizados, puede constatarse que en general hay un mayor porcentaje de materia orgánica en el ambiente supramareal (4,1 %) que disminuye hacia los ambientes topográficamente menores (3,7 %). Arealmente los mayores porcentajes de materia orgánica los tenemos en el perfil PP con 5 %, para disminuir hacia el sur a 2 %.

Resultados mineralógicos
Los análisis mineralógicos de la fracción arena, revelan un elevado porcentaje de minerales leucocráticos y de bajo peso específico como el cuarzo, feldespato potásico y plagioclasas, por sobre los melanocráticos como piroxenos y anfíboles. También se destaca la presencia de elevados tenores de vidrio volcánico y de bioclastos (Tabla 1).
En un estudio regional, se observa que los porcentajes de cuarzo que empiezan siendo elevados en el Norte, disminuyen hacia el centro de la bahía (Perfil RS), para volver a incrementarse hacia el sur de la misma; algo similar al comportamiento del vidrio volcánico, aunque éste no se incrementa tanto en el perfil de Punta Rasa. Las plagioclasas y los feldespatos potásicos, están mejor representados en los perfiles centrales de la bahía, en tanto que los piroxenos y anfíboles lo están en los perfiles del norte (Tabla 1).
Los análisis de rutina de la fracción arcilla permitieron identificar la presencia de illita y caolinita como componentes principales, con menores contenidos de esmectitas, mientras que las impurezas corresponden a cuarzo y feldespato potásico. En el estudio semicuantitativo de las mismas se reconoce regionalmente una composición uniforme de las especies illita (44 a 45 %), caolinita (34 a 35 %) y esmectitas (21 a 22 %). Los valores promedio de illita son superiores a los de caolinita en todos los perfiles analizados, excepto en el Perfil RS donde la proporciones se invierten. Localmente se observa en los perfiles una tendencia general de la caolinita a aumentar hacia la marisma, excepto en C9. Las illita y esmectitas, no poseen tendencias definidas: en el sector sur de la bahía, la illita aumenta hacia la marisma (Tabla 3).

Tabla 3. Porcentajes de argilominerales en cada ambiente. C: % de caolinita, I: % de illita, E: % de esmectitas.
Table 3. Percentage of clay minerals in the environments. C: % of kaolinite, I: % of illite, E: % of smectite.

DISCUSIÓN

Al observar los parámetros estadísticos de las muestras por ambiente, se observa que las de marisma poseen mayores valores de phi de media y de percentil 1 y menores valores de selección que las del ambiente intermareal. Estas variaciones en el tamaño de grano y en la selección hacia los ambientes topográficamente más bajos, se debe a la diferencia en la dinámica del agente. En los ambientes submareales, las olas depositan los sedimentos más gruesos a mayores profundidades y llegan a la costa transportando sólo sedimentos finos. En la marisma los sedimentos están peor seleccionados, ya que hay mezcla entre los que llegan por el oleaje, los bioturbados por organismos, los transportados por los arroyos y canales y los depósitos por deflación. Regionalmente la selección es pobre, indicando que dentro de la bahía ocurren fenómenos dinámicos con mayor energía que la normal, relacionados a sudestadas o aumentos de caudal de los canales por efecto de las inundaciones, con aumento de la capacidad de transporte de sedimentos más gruesos.
En base a las características de los ambientes mareales expuestos se puede observar que la granometría de estos ambientes está relacionada a su energía y aporte de sedimentos; ésta, a su vez, condicionará la pendiente del terreno, en tanto  que la acción de olas y corrientes condicionará la selección de los mismos.
Con el fin de delimitar el origen de los depósitos, se analizaron algunos trabajos que aportaron datos sobre esta problemática, como los de Bercowski (1978), Konta (1985), Schnack (1968), Fidalgo (1979) y Bértola (1995). De los mismos se desprende que los porcentajes de cuarzo disminuyen desde la desembocadura del Uruguay-Paraná hacia el Sur, lo mismo que los piroxenos, en tanto que los feldespatos (de potasio y calcosódicos), los fragmentos líticos, los anfíboles y el vidrio volcánico, aumentan en esa dirección. De este modo, se concluye que el material traído por el Uruguay-Paraná desde el Brasil, llega sólo hasta el Norte de la bahía, el material pampeano se distribuye desde Buenos Aires hasta el Río de La Plata Exterior, y la influencia marina se percibe sólo hasta el Norte de la Bahía Samborombón y en el Río de La Plata Exterior. En relación a los argilomineales, para el Paraná se describen altos porcentajes de illita y en menor medida, caolinita; en tanto que para los sedimentos “Pampeanos”, la illita y esmectita superan ampliamente en porcentaje a la caolinita, alcanzando sólo la illita, más del 50 % del total.
En vista a los minerales observados, y del análisis mineralógico regional del Río de La Plata, se puede afirmar que la composición mineralógica de la fracción arena se corresponde con la Asociación Austral (Etchechury & Remiro, 1960) de minerales pampeano‑patagónicos compuesta por sedimentos de origen piroclástico y volcánico transportados por agentes eólicos, fluviales y marinos. La mineralogía de la fracción arcilla, presenta regionalmente contenidos uniformes de las especies illita, caolinita y esmectitas. Los valores promedio de illita son superiores a los de caolinita en todos los perfiles analizados, excepto en el Perfil RS donde las proporciones se invierten. Esto indicaría una influencia del Río Salado que modifica los tenores de los argilominerales. Localmente se observa una tendencia general de la caolinita a aumentar hacia la marisma, excepto en C9; en tanto que la illita y esmectitas, no poseen tendencias definidas. Las grada-ciones ambientales en la caolinita se explicarían por floculación diferencial ante los cambios de salinidad, y presencia de ácidos húmicos en solución, conceptos analizados por Hahn & Stumm (1970).
Se pudo inferir un modelo de dinámica del sector costero de la Bahía Samborombón, donde las muestras son sedimentológicamente finas y depositadas en un ambiente tranquilo. Todas ellas han sido formadas en medios hidrodinámicamente similares, pero poseen diferencias en el contenido de las fracciones gruesas (arena) y finas (pelitas).
La presencia de elevados porcentajes de arcilla en los sedimentos recolectados, se debe al continuo aporte de materiales finos por descarga del Río de La Plata que transporta material en suspensión bordeando la bahía muy cerca de la costa, hacia el Sur (Parker & Marcolini, 1987). La sedimentación en este sector del río está dominada casi exclusivamente por la acción fisicoquímica (Nagy et al., 1987). La arena en tanto, es traída por deriva litoral de las costas bonaerenses (Lanfredi, 1986); la convergencia entre las corrientes fluvial y marina motivaría fenómenos de pérdida de la capacidad de transporte y coagulación, con la consiguiente depositación en Punta Rasa. La acción de las mareas mezcla los materiales, generando sedimentos (sobre todo en el Perfil PR) donde es muy baja la fracción limo en tanto predominan las fracciones arena y arcilla.
Con esta dinámica, la forma de transporte variará en relación al ambiente considerado. En el ambiente de marisma, el transporte de sedimentos es por agentes eólicos y ácueos (no encauzado, fluvial y de oleaje en pleamares máximas), se encuentra estabilizado por vegetación halófila. En el ambiente intermareal, en general sin vegetación, pero en continua estabilización y colonización por especies vegetales, el transporte de sedimentos es por acción de olas y corrientes de marea con velocidades que pueden alcanzar los 70 cm/s (Bértola, 1995). En el ambiente submareal, sin vegetación, la acción de las corrientes de marea ess sumamente importante, con velocidades que alcanzan hasta 2 m/s.
Este movimiento de sedimentos por sobre los ambientes mencionados, origina una entrada neta al sistema debido a un balance sedimentario acumulativo. Asimismo genera una lenta progradación de las marismas hacia los ambientes intermareales y de éstos por sobre los ambientes submareales. El movimiento de los sedimentos en aquellos ambientes que están bajo la directa acción de las mareas, se hace por el proceso denominado retraso en la sedimentación ("settling lag" sensu  Postma, 1961).
Las olas, dada la escasa pendiente, generan rompientes de derrame a grandes distancias de la costa, y llegan con poca energía. Las mismas, así como las corrientes de marea serían los factores dinámicos que modificarían el transporte y distribución de sedimentos en forma local dentro de cada ambiente mareal; en tanto que a lo largo de la bahía, las corrientes costeras y la deriva litoral serían los principales factores que transportan y distribuyen los sedimentos.
En la bahía están representadas varias especies de invertebrados detritívoros. Estos organismos no pueden vivir en fondos duros o arenosos y su acción bioturbadora se registra en el sustrato hasta profundidades máximas de 50 cm, su distribución se establece en las zonas sub e intermareal, pudiendo llegar a la marisma, sobre todo en el caso de los crustáceos (Bértola et al., 1993). La bioturbación es la alteración en mineralogía, granometría y/o estructuras sedimentarias del sustrato por acción animal o vegetal, generando la desestabilización de los sedimentos, reduciendo la velocidad crítica de erosión y favoreciendo la resuspensión (Frey & Basan, 1985). En los ambientes estudiados de la bahía, son comunes y alcanzan un grado de desarrollo tal que el nivel superior de los mismos, se ve casi enteramente bioturbado hasta los 10 cm superficiales.
La materia orgánica, que puede estar particulada (en forma de pellets fecales o mucus) o disuelta, se comporta como agente formador de flóculos y aglutinador de sedimentos, aumentando la granometría y modificando las condiciones dinámicas de la sedimentación, aumentando la estabilidad y la cohesión de los depósitos. Este componente en el ambiente intermareal varía su porcentaje en forma abrupta en cortas distancias, en tanto que en la marisma, esa variación es más gradual y uniforme. Esto se podría deber a que la ubicación de los invertebrados bentónicos dentro del ambiente intermareal no es al azar, ya que no se distribuyen en manto sobre ella, sino que ocupan zonas en relación con las amplitudes de marea y energía del oleaje. Arealmente los mayores porcentajes de materia orgánica los tenemos en el norte. Esta merma de su porcentaje en los ambientes más arenosos de la bahía ubicados hacia el sur, se debe a que la materia orgánica no se concentra del mismo modo en estas fracciones que en las pelíticas.      

CONCLUSIONES

1‑ En base a la geomorfología de la bahía, se pudo realizar una individualización y caracterización local entre los ambientes mareales de la Bahía Samborombón, confirmada posteriormente por las muestras recolectadas, donde la dinámica y la posición de los mismos con respecto al nivel de mareas, condiciona la granometría y porcentaje de argilominerales. El ambiente submareal es de granometría gruesa y de menor selección debido principalmente a la influencia del oleaje. En los sectores intermareales es levemente más fina y mejor seleccionada que la anterior por efecto de las mareas. En las marismas, los sedimentos aportados por las mareas son de granometría aún menor, acumulándose además, limos provenientes de la deflación de la planicie pampeana.

2- Según los estudios sedimentológicos, regionalmente los sedimentos desde Punta Piedras hasta el Canal 9 poseen parámetros estadísticos similares, con altos contenidos de fracción arcilla sobre las de limo y arena, ya que el aporte mayoritario de esa granometría es desde el Norte, en tanto que en Punta Rasa, las relaciones son diferentes, indicando que aquí hay influencias de la dinámica marítima, con mayor concentración de fracción arena. 

3- La relación porcentual de argilominerales es uniforme a lo largo de la bahía viéndose modificada en la cercanías del Río Salado, y la composición mineralógica de la fracción arena, se corresponde a la Asociación Austral .

4- Los contenidos de materia orgánica en la marisma son aproximadamente constantes y mayores que en el ambiente intermareal y submareal. Existe mayor variación local en estos últimos, inducida por la distribución de la infauna en el sustrato.

Agradecimientos

Los autores agradecen al Dr. Federico I. Isla la lectura crítica del manuscrito, y a los Cart. M. Juliana Bó y Marcelo Farenga la confección de las figuras.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 17 de julio de 1995.
Aceptado: 19 de marzo de 1997.

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