IN MEMORIAM

Semblanza del Dr. Octavio A. Sequeiros

El 27 de abril de 2008 falleció en La Plata el Dr. Octavio Agustín Sequeiros, personalidad destacada por su desempeño como fiscal penal y por su labor intelectual y docente en el campo del derecho y de las humanidades en general.

O. A. Sequeiros había nacido en Jujuy, en el seno de una familia tradicional; en esa provincia inició su trayectoria como funcionario judicial, pero, siendo muy joven se radicó en La Plata, donde formó su familia y desarrolló una fecunda trayectoria en el Poder Judicial y en la docencia superior. Ingresó a Tribunales en 1969 como secretario de primera instancia. Luego pasó a secretario de Cámara, siempre en el fuero penal. Y desde 1979 ocupó el cargo de fiscal, desde el cual intervino en numerosos casos resonantes. Controvertido, muchas veces polémico, Sequeiros fue una personalidad relevante en el Poder Judicial. Fuertemente comprometido con el Derecho, su actuación de décadas como fiscal lo convirtió en una voz de referencia para colegas y abogados jóvenes. Se lo recuerda como un hombre de fuertes convicciones y recto proceder. De sólida formación jurídica y académica, tenía un manejo del lenguaje y la oratoria que deslumbraba. Combinaba con maestría el apasionamiento y la vehemencia con los rasgos de una cultura refinada. También sabía, con estilo singular, articular el humor, la ironía y hasta los refranes populares con la terminología árida del Derecho.

Lector constante y meduloso de los clásicos y de los grandes filósofos, fue profesor de Griego en el Instituto Robles de Dolores (B.A.), luego en la Fac. de Humanidades de la UNLP (de 1977 a 1985) y por casi veinte años en el Seminario San José de la Plata; también dictó Antropología Filosófica en la Escuela Naval Militar de Río Santiago (de 1987 a 1993 aproximadamente).

Desde los primeros tiempos de la AADEC Octavio Agustín Sequeiros, "el Pato Sequeiros", como lo llamaban sus amigos, sumó su entusiasmo y su empeño al afianzamiento de nuestra institución. Por ello, y por su labor de estudioso de los clásicos, la AADEC le dedica desde estas páginas un cariñoso recuerdo.