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Argos

versión On-line ISSN 1853-6379

Argos vol.38 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul. 2015

 

RESEÑAS

Steph en Colvin (2014) A Brief History of Ancient Greek, Oxford, Wiley-Blackwell (Wiley Brief histories of the Ancient World), 219 pp., 6 ilustraciones.

A Brief History of Ancient Greek, el libro recientemente publicado por Stephen Colvin, no pretende ser un estudio exhaustivo del griego, como lo es, por ejemplo, A Historical Greek Reader: Mycenaean to the Koiné (Oxford: 2007), del mismo autor. Más bien, y según el mismo Colvin expresa en el prefacio, ofrece una historia social, más que puramente lingüística, del griego, destinada a lectores que no conocen esa lengua, o la conocen poco. En esa línea, ofrece un esbozo de los desarrollos más salientes del griego, concentrándose en la relación entre la lengua y la historia social, literaria y política de los hablantes.

El libro presenta la siguiente estructura:

• Una tabla de contenidos.

• Una lista de ilustraciones (seis en todo el libro).

• Un prefacio de cinco páginas, en el que el autor fundamenta la importancia del griego en el marco general de las lenguas, precisa algunas cuestiones terminológicas, especifica el modo en que aparecen transliteradas las palabras griegas y establece el destinatario del libro.

• Diez capítulos, que recorren desde los orígenes indoeuropeos del griego hasta la modernidad.

• Un apéndice que presenta el alfabeto griego y su pronunciación en griego antiguo y en griego moderno.

• Un apartado de abreviaturas y símbolos utilizados en el libro.

• Un glosario que reúne términos vinculados fundamentalmente con el ámbito de la Lingüística.

• Referencias: la bibliografía a la que remite es variada, pero no excesiva; aparecen títulos más generales y otros más específicos.

• Un index de términos y temas muy completo, que permite ubicarse fácilmente en los pasajes del libro correspondientes.

En el capítulo 1, Colvin establece las raíces indoeuropeas del griego, deteniéndose en el descubrimiento del sánscrito y el surgimiento de la lingüística histórica. Ejemplifica las correspondencias de las lenguas indoeuropeas en los diferentes ámbitos: fonología, morfología, léxico y sintaxis; a partir de ellos explica de modo claro y simple el método comparativo, propio de aquella disciplina. En la ejemplificación la comparación con el inglés es permanente y altamente ilustrativa.

El capítulo 2 se desarrolla a partir del presupuesto de que las lenguas constituyen "co-producciones", y de que el griego representa por tanto el desarrollo de una lengua indoeuropea en interacción con otras lenguas de la zona del Egeo, de raíces indoeuropeas o no. Los distintos apartados que constituyen el capítulo se centran en la explicación de diferentes pueblos y lenguas no griegos con los que interactuaron los helenos en sus orígenes más antiguos: los pelasgos, la civilización minoica, los fenicios.

El capítulo 3 está dedicado al griego micénico. Tras ubicar cronológica y culturalmente la etapa, se detiene en las tablillas micénicas, y en la escritura que les es propia: la linear B, de carácter silábico.

Tras presentar el silabario, aparecen textos que el autor transcribe y explica (con un nivel de especificidad alto teniendo en cuenta que se está pensando en un lector no especializado); concluye precisando las características que la lengua presenta a nivel fonológico, morfológico y de vocabulario (algunas de esas características aparecen también en griego clásico, otras reflejan un estadio arcaico de la lengua, más próximo al indoeuropeo).

El capítulo 4 se focaliza en la llamada Edad Oscura, con una detallada contextualización en la que se ponen en diálogo lengua e historia. Se detiene en la distribución de los dialectos en Grecia hacia el siglo VIII como evidencia para conocer lo que pasó antes, y se proponen posibles clasificaciones de los mismos.

El capítulo 5 se centra en el alfabeto griego, su origen fenicio y su adaptación al griego. Aparecen todos los signos correspondientes a las mayúsculas griegas, su nombre en esa lengua, el nombre y el valor fonético en fenicio. Se detiene en la incorporación de las vocales, indispensables para escribir el griego, así como en los otros signos que el griego necesitó añadir para hacer posible su escritura. Las explicaciones acerca del valor de las letras en griego serían más comprensibles si estuvieran los signos originales, y no la transliteración de su nombre (habla, por ejemplo, del "signo psi").

Tras la explicación del alfabeto, el foco se desplaza a la historia de la escritura griega, resumida en el apartado final, que aborda las cuestiones vinculadas con la puntuación, espíritus y acentos, precisión sobre el modo de escribir algunos signos y materiales sobre los que se realizó.

En el capítulo 6 se desarrollan los temas vinculados con los dialectos, a partir de un enfoque histórico de los mismos. El autor se detiene en los términos que en griego clásico podían ser usadas con el valor de "dialecto", en las fuentes para conocer los dialectos griegos, en el lazo que los propios griegos establecieron entre lengua (dialecto) con grupo étnico, y, tras presentar un mapa de la distribución de los dialectos griegos hacia el 500 a.C., presenta la clasificación moderna de los dialectos griegos. Dicha clasificación supone cuatro grupos fundamentales, más un dialecto que no muestra vinculaciones con los demás: Arcadio-Chipirota, Ático-Jónico, Eólico, Griego Occidental, Panfilio. La descripción de los mismos se centra en cinco características "diagnósticas" para cada dialecto:

• el paso de la tercera personal plural del verbo ti > si;

• la desinencia verbal para la primera persona del plural: -men o -mes;

• la desinencia del infinitivo del verbo "ser": -nai o -men;

• la conjunción "cuando": hote o hoka;

• la desinencia de dativo plural de los sustantivos en -os: -ois u -oisi.

Al considerar entonces cada grupo dialectal, tras una breve presentación histórica de cada uno de ellos, su ubicación geográfica y los testimonios epigráficos existentes, aparece la ejemplificación de las variantes adoptadas en cada caso, así como algunas otras características propias del grupo o dialecto incluido.

Los capítulos 7 y 8 se detienen en los dialectos literarios griegos: Homero y la tradición épica, en primer lugar, la poesía lírica después.

El autor profundiza primero en la Ilíada y la Odisea, los textos de mayor influencia en la historia de la lengua griega, en Homero, su autor, en la lengua de los poemas, que no es un dialecto del griego, sino una mezcla de formas que nunca se habló, una lengua literaria.

Ofrece luego una explicación clara y sencilla del hexámetro dactílico, estableciendo las diferencias que separan la poesía en griego de la poesía en inglés y enfatiza la importancia de entender el estricto patrón métrico para poder comprender cómo la poesía homérica preserva una lengua muy anterior a la composición de los poemas, producto de la composición oral, y no escrita. Se detiene, finalmente en la génesis de la lengua épica, en la escritura de las obras que la utilizan y repasa rápidamente las otras obras épicas conservadas (Hesíodo y los Himnos Homéricos).

Al abordar la lengua de la poesía griega, Colvin presenta cinco grandes bloques: poesía jónica, poesía eólica, poesía dórica, poesía epigráfica y el drama ateniense. En todos los casos, de un modo atractivo y ágil, contextualiza histórica y culturalmente los dialectos, y establece la relación entre dialecto histórico y dialecto literario, así como entre dialecto literario y un género poético específico.

En el desarrollo de cada una de las variantes, comienza con una consideración sobre la métrica que le es propia, las características fundamentales de la lengua y sus representantes más conocidos. Concluye con uno o varios ejemplos tomados de los poetas: presenta un texto y lo analiza precisando sus peculiaridades lingüísticas.

El capítulo 9 está dedicado al comienzo de una lengua común. Se enfoca primero en la idea de "prosa", el modo en el que fue entendida por los propios griegos y los términos que ellos usaron para referirse a la misma. Se presenta un rápido recorrido por los primeros testimonios "sin metro", para adentrarse luego en el surgimiento de la prosa ática y sus principales representantes. Desemboca así en las consideraciones acerca de la Koine, la "lengua" que se desarrolló a partir del dialecto ático, y que comienza a ser utilizada en la escritura de inscripciones y otros documentos a partir del siglo III aC, reemplazando rápidamente a los dialectos locales del griego del registro escrito; se presenta su increíble expansión como signo de la nueva estructura política del mundo helenístico. En relación a la pregunta "¿Cuándo comenzó la koine en Grecia?", el autor responde simplemente "Tan pronto como los griegos comenzaron a escribir", utilizando para explicarlo el término "diglosia", que alude a la realidad de un pueblo en el que la lengua hablada se va separando progresivamente de la variante escrita estandarizada.

En el capítulo 10, el eje se desplaza a la historia del griego a partir de la Edad Media, en un desarrollo ágil que va poniendo la lengua en el contexto de los movimientos históricos y culturales de los diferentes períodos. Llega así hasta el siglo XX, cerrando con un poema del premio Nobel Seferis en el que se enfatiza que la lengua griega tiene una continuidad (lingüística y literaria) que no depende del arcaísmo, sino del compromiso creativo de una lengua viva con su larga historia.

En este libro verdaderamente interesante, dos cuestiones llaman sin embargo la atención: por un lado, que el autor no mantenga un criterio uniforme en la presentación de los términos griegos, que a veces aparecen con caracteres griegos y a veces transliterados. Por el otro, un alto nivel de especificidad en el desarrollo de algunos temas puntuales, que no parecen fácilmente accesibles para alguien que no sabe griego (en el ámbito de la fonética, por ejemplo, menciona en los pronombres quis del latín y tis del griego la presencia del tema de interrogativo e indefinido indoeuropeo *kwi-/kwo-, difícilmente reconocible en griego si no se maneja el concepto de "labiovelar" y las tres etapas en que evolucionó). Más allá de ello, A Brief History of Ancient Greek representa un esfuerzo considerable de síntesis y de creatividad, que consigue, en apenas unas doscientas páginas, poner de relieve los aspectos más significativos de la historia del griego y presentarlos de una manera atractiva y accesible para un lector no especializado. Un aporte valioso también para los estudiosos del griego, por la solidez de los conocimientos en que se funda y por la integración que realiza entre la lengua y la literatura y el contexto social y político en el que se desarrollaron.

Elisa Ferrer

Universidad Nacional de Córdoba,
Facultad de Filosofía y Humanidades

elisaferrer5@yahoo.com.ar

Fecha de recepción: 07-11-14
Fecha de aceptación: 07-11-14

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