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Sociedad y religión

versión On-line ISSN 1853-7081

Soc. relig. vol.25 no.44 Ciudad Autónoma de Buenos Aires oct. 2015

 

 

ARTÍCULO

De 1985 a 2015: de la posdictadura a la ampliación de derechos y de la hegemonía católica a la pluralidad religiosa.

Reflexiones a partir de la  primera editorial de Sociedad y Religión

From 1985 to 2015: from the post-dictatorship to the extension of rights and from Catholic hegemony to religious plurality.

Reflections from the first editorial of Sociedad y Religión

Fortunato Mallimaci


Es un privilegio poco común tener la posibilidad de comentar un texto que uno escribió en una revista hace treinta años. Más aún, cuando esa revista sigue publicándose y ese texto fue el de la primera editorial en  setiembre de 1985.

En mi caso particular fue al regreso del exilio comenzado en 1975 en Perú y continuado en Francia de 1978 a 1984. Salimos dos personas con dos valijas, retornamos una familia con tres hijas, dos peruanas y una apátrida. Antes había vivido como estudiante de Ingeniería Química el mundo universitario, el compromiso político y religioso, el terrorismo de estado y la persecución en Bahía Blanca previa a 1975; volvíamos con la esperanza de construir una vida democrática en la Argentina. Estudiando en Francia había obtenido la diplomatura, luego la Maestría y comenzado el Doctorado en Sociología en la École des Hautes Études en Sciences Sociales bajo la dirección del gran maestro Émile Poulat. 

Gracias al apoyo de los investigadores Julio Neffa y Floreal Forni solicité y entré como becario al CONICET en 1985, con cartas de recomendación del Profesor Torcuato Di Tella y el sacerdote investigador del CIAS, Jacinto Luzzi. Ya inserto en el CEIL de la calle Montevideo 666 en la ciudad de Buenos Aires, una de las primeras actividades desarrolladas fue la creación de la revista Sociedad y Religión.

En el primer número hay comentarios de libros, un testimonio personal y de una institución social, vinculados al mundo católico y una amplia bibliografía facilitada por la revista Archives de Sciences Sociales des Religions del CNRS de Francia. Ese primer volumen muestra el origen de la revista. Allí están presentes las discusiones, tensiones, acuerdos y visiones del primer grupo que la conformó.

Su director era Floreal Forni y colaboraron en ese número Arturo Fernández, Ricardo Murtagh, Alberto Sily y Ana Padró, mientras yo era el secretario de redacción. El domicilio fijado era la casa de F. Forni, la composición y diagramación estuvo a cargo de Alberto Rosales,  técnico del CEIL, la administración de Latinoamérica Libros dirigida por las hermanas Castro De Nevares y el financiamiento provenía de un mecenas empresario interesado en la temática. El precio de tapa del número era de cuatro dólares para el exterior y de 1,50 australes en el país.

En esa primera editorial partíamos de varias constataciones  en 1985. La primera era fáctica: "la existencia de una significativa laguna en los trabajos, investigaciones, encuestas en relación con el comportamiento religioso, ya sea en sus instituciones, símbolos, grupos, relaciones, etcétera". La segunda, la necesidad de debates teóricos y metodológicos: "lo religioso no es exclusivo de las instituciones y grupos que se autodefinen como tales, sino que asistimos a una diversificación en la producción de lo religioso. El monopolio de lo religioso ya no está en manos de las ‘instituciones e iglesias’ sino que diversos grupos de la sociedad civil y a veces del propio Estado hablan y se manifiestan como tales , sin que las ‘autoridades religiosas’ puedan impedirlo, puesto que no se trata de un problema de "poder" sino de los cambios que se están produciendo en el conjunto de la sociedad"  y agregábamos una tercera sobre la importancia de analizar estos fenómenos desde la sociedad: "puede darse también una concepción religiosa de la política y el poder. Esto lo demuestran aquellos libros escritos sobre los socialismos y la sociología de la religión".

Es decir que desde el primer momento insistimos en  investigar tanto instituciones como actores (hoy lo llamaríamos la dualidad de la estructura en la interacción social); en dar importancia a la construcción de conocimientos teóricos y metodológicos (los paradigmas en disputa que nutren nuestra producción de conocimientos); en estudios cualitativos por medio de  encuestas (necesidad de triangulación o métodos mixtos) y en analizar las múltiples dimensiones y presencias del fenómeno religioso –dentro y fuera del sentido común del término- como manera de comprender nuestras sociedades. Por eso la revista nombra primero a la Sociedad y luego a la Religión. 

En los "estudios sobre el tema" y en las "investigaciones en América Latina" podemos afirmar que hemos construido un área significativa  del punto de vista científico y académico en ciencias sociales. La revista en sus treinta años ha publicado numerosos artículos que han dado respuestas a numerosos interrogantes y ha posibilitado una apertura para nuevas temáticas ausentes en 1985. Dado que desde el primer número rechazamos  la utilización del concepto secularización  entendido como desaparición de lo religioso y como "proceso irreversible y que engloba de manera igual a todos los hombres (sic) de todas las sociedades", pudimos en cambio profundizarlo como "recomposición de lo religioso" y distinguir entre lo que habíamos mencionado como de "pérdida de poder institucional" y el reconocimiento de las múltiples formas de expresión de lo religioso en nuestras sociedades. Al investigar e historizar el cuentapropismo religioso, el creer a su manera, el creer por su propia cuenta, pudimos tomar distancia de los paradigmas del retorno de lo religioso. Del mismo modo, al estudiar la presencia social, política y simbólica de lo religioso -en especial lo cristiano y lo católico- en el largo

plazo en el espacio público de América Latina, los historiadores, antropólogos y sociólogos buscaban conceptos que nutrieran los datos, hechos, acontecimientos y representaciones encontrados. La "desprivatización" de lo religioso no es un fenómeno del siglo XXI o de la alta modernidad sino constitutivo – al menos hasta hoy- de la modernidad religiosa existente en América Latina.

Así también pudimos ir distinguiendo entre niveles de laicidad con sus avances y retrocesos (o sea comparar vínculos y relaciones históricas y sociológicas entre grupos religiosos, sociedad política y Estado) con los de una secularización latinoamericana con impacto cultural y simbólico diversos en la construcción de sociabilidades y subjetividades. Pudimos así retomar nuestras investigaciones y hablar de catolicismos, evangelismos, judaísmos, islamismos, chamanismos y otras experiencias como laicidades y secularizaciones en cada país de nuestro continente, fruto de las múltiples modernidades.

Estos 30 años de Sociedad y Religión junto al fortalecimiento del programa Sociedad, cultura y religión del CEIL/CONICET, permitieron y vieron fortalecer en el mundo de la sociología, antropología, historia y últimamente ciencia política, ciencias de la comunicación y psicología, varios centros de investigación en nuestro país y América Latina, que se ocupan de los estudios de las religiones; se fortalecieron redes de investigadores en el nivel latinoamericano (CLACSO, FLACSO, CEHILA, LASA y otros); se abrieron cátedras de grado y posgrado en sociedad y religión  en la UBA y otros centros académicos y se crearon redes de cooperación europea-latinoamericana como ECOS y ALFA .

Citamos la página de la ACSRM: "Luego de años de trabajo académico aislado en cada uno de los países del  Cono Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay), un numeroso grupo de investigadores, estudiosos y profesores de diversas universidades y centros de estudio de esas naciones decidieron compartir sus trabajos y reflexiones sobre el fenómeno religioso que poco a poco iba concitando el interés en nuestras sociedades y ámbitos académicos. Convocadas por nuestra  Revista Sociedad y Religión  se realizaron las primeras Jornadas Internacionales de Alternativas Religiosas en 1991. Desde esa fecha hasta hoy se han realizado en cada uno de esos países. Las Jornada Internacionales nacieron interdisciplinarias –se promovió el análisis del fenómeno religioso desde la antropología, la ciencia política, la historia y la sociología- y regionales, pues desde su origen convocó a cientistas sociales de los diversos países de la región y de América latina . Como expresión institucional de esa comunidad académica se crea la Asociación de Cientistas Sociales de la Religión en el Cono Sur en Montevideo en 1994, siendo electo como primer presidente quien suscribe este artículo. En 1997 la Asociación obtuvo la personería jurídica (nº 26.374) en el Serviço de Registro Civil das Pessoas Jurídicas de Porto Alegre, Brasil inscribiéndose con el nombre de Asociación de Cientistas Sociales de la Religión en el Mercosur (ACSRM)". Este año, al festejar en noviembre los treinta años de la revista, se realizarán las XVIII Jornadas por primera vez en la Universidad Nacional de Cuyo, en  Mendoza.

En la primera editorial también planteábamos interrogantes de la investigación, la importancia del trabajo empírico, de la presencia cotidiana en el campo a fin de mostrar "las características específicas (de cada país) que exigen de los investigadores un conocimiento profundo y directo". Nuestro programa –como también decíamos en la primera editorial- trata de lograr aquello que era y es central para nuestra concepción: producir nuevos conocimientos críticos. Nos referimos a crear un triángulo virtuoso que vincule los centros de investigación de excelencia, las necesidades de la sociedad civil, gobiernos y estado y la perspectiva de los actores. La doble hermenéutica, la de los investigadores y la de los actores, sigue ocupando el lugar central en el camino recorrido. En tal sentido, la pregunta que nos hacíamos en aquel primer número está aún más vigente en el siglo XXI: "la Argentina ¿es o debe ser un país laico? ¿Qué significa para el investigador social tal afirmación?" y citábamos un artículo del notable investigador Carlos Altamarino titulado "Laicismo" aparecido en 1984. 

Esos interrogantes de los primeros años se fueron profundizando. Si decíamos en el primer número que el clima cultural de la época " ha estado largo tiempo dominado por el liberalismo académico y el prestigio de la ciencia positiva" en la cual "el marxismo siguió muchas veces los avatares de la vida política de los países", y que era necesario recrear otros paradigmas a partir de nuestro trabajo empírico en la Argentina y América Latina y recrear teorías, epistemologías y ontologías . Fue así como poco a poco construimos un tercer paradigma, al que hemos llamado "interpretativo". Esa reflexión la venimos haciendo desde hace años en el grupo de metodología cualitativa del CEIL. Se trata de "convertirnos"  como nos lo recuerda continuamente nuestra colega y amiga, la Dra. Irene Vasilachis "a una ontología de la mutua manifestación de ambos sujetos -el que conoce y el conocido- en la interacción cognitiva", donde la validez  "depende de la actitud, de la conversión del sujeto cognoscente en un igual, pero distinto al sujeto conocido" y donde dicha actitud "supone no solo la capacidad de ver el mundo a través de los ojos del otro sino, además, comprender a ese otro en los términos de su propio mundo de la vida".

En 1985 era determinante apoyar todo aquello que impidiera el retorno de la dictadura cívico-militar y religiosa para lo cual el Nunca más fue el mito movilizador del conjunto de la sociedad. Hoy en 2015 estamos en otro momento histórico en el que lo central pasa por profundizar las democracias de América Latina y el mundo, frente a regímenes sociales de producción capitalistas cada vez mas desregulados y concentrados. El Ni una menos pronunciado contra la violencia de género y el femicidio, la continua ampliación de derechos sociales y de reconocimiento de las diferencias, son hoy ejes que nos orientan. Los científicos no vivimos en una campana de cristal y nuestras investigaciones –en lo teórico, metodológico, epistemológico, conceptual- deben aportar soluciones a las principales representaciones sociales y culturales que denigran, invisibilizan, violentan  y ningunean a los/as otros/as. Las discriminaciones,  estigmatizaciones, privilegios, vulnerabilidades, el punitivismo mediático son representaciones que dificultan el pluralismo, la  diversidad, la vigencia de derechos y el ser felices. Como sabemos que las creencias religiosas pueden o no ser vehiculizadoras de tales concepciones, no podemos callarnos y mirar para otro lado. Sumarnos desde la sociedad civil y el Estado a profundizar nuestra democracia en una estructura capitalista que produce desigualdades materiales y simbólicas, estaba poco presente en la primera editorial. Ahora es un desafío vital para nuestros estudios sobre los fenómenos religiosos y para nuestro accionar como investigadores y ciudadanos.

Lo que buscábamos en el número uno de la revista sigue vigente y se ha ampliado. ¡¡¡En buena hora!!! Sociedad y Religión ha sido un importante y valioso grano de arena en todo este camino de treinta años. Nos veremos, los mismos, sumaremos otros y otras, en veinte años, cuando celebremos, con dioses, diosas, energías y fuerzas cósmicas de aquí y de allá, los cincuenta años. Si se desea, se puede. 

"La primera editorial

Dentro del campo de las ciencias sociales, en estos últimos años se han desarrollado y profundizado diversas áreas de investigación y estudio: el Estado; el autoritarismo, la historia social, la situación, el aparato educativo, el papel de la mujer, las migraciones, etc. Esto da una idea hacia donde se orienta en nuestro país el conocimiento de la compleja vida social.

Al mismo tiempo comprobamos la existencia de una significativa laguna en dicho análisis. Nos estamos refiriendo a los trabajos, investigaciones, encuestas en relación con el comportamiento religioso, ya sea en sus instituciones, símbolos, grupos, relaciones, etcétera.

Efectuando un somero análisis de la literatura sobre el tema o los artículos o libros que incluyen alguna mención al respecto, podríamos comprobar su escasez y pobreza.

¿A qué se debe esta ausencia?

¿Qué es lo que hace que en nuestro país todo lo relacionado con lo religioso ocupe tan poco lugar en la preocupación de los investigadores sociales?

Todos hemos podido comprobar, de una y otra manera, el lugar que ocupan los fenómenos religiosos en la vida diaria de la gran mayoría de los argentinos: desde los ritos típicos del nacimiento, comunión, casamiento y muerte, pasando por las procesiones y manifestaciones callejeras, innumerables declaraciones, conciliaciones, reuniones de diversos grupos y líderes religiosos hasta la presencia de lo "cristiano"

(ya sea en militantes, símbolos o referencias), en los documentos y expresiones de políticos, sindicalistas, militares, actores, etc.

Más aún, la religiosidad popular es un elemento fundamental en la cultura argentina. Así, podemos afirmar que lo religioso no es exclusivo de las instituciones y grupos que se autodefinen como tales, sino que asistimos a una diversificación en la producción de lo religioso. El monopolio de lo religioso ya no está en manos de las "instituciones e iglesias" sino que diversos grupos y sectores de la sociedad civil y a veces del propio Estado hablan y se manifiestan como tales, sin que las "autoridades religiosas" puedan impedirlo, puesto que no se trata de un problema de "poder" sino de los cambios que se están produciendo en el conjunto de la sociedad. Los trabajos efectuados en otros países nos muestran también que el fenómeno religioso no se agota en lo que comúnmente podemos llamar lo "espiritual", o "sagrado", sino que puede presentarse también un discurso o Estado, o partido, o grupo con una concepción religiosa de la política o del poder. Esto lo demuestran aquellos libros escritos sobre los socialismos y la sociología de la religión.

Estudios sobre el tema

El estudio y comprensión del fenómeno religioso ha interesado desde hace años a diferentes investigadores dentro del campo de la filosofía, antropología, sociología, etc.

Dentro de la corriente europea, Comte (1) se plantea el problema y ve la necesidad de crear una neoteología. Para Durkheim (2), la sociología asimila el objeto religioso y la sociedad, suprimiendo totalmente lo sobrenatural. Por otro lado, con Max Weber (3), ella se reserva la cuestión de los valores. E. Troeltsch (4) es a la vez teólogo y sociólogo del cristianismo, y escribe su obra tratando de crear los modelos tipos en esa religión, en contra de una visión mecanicista del problema; Marx, Engels y ciertas corrientes marxistas subordinan la especificidad religiosa en nombre de la primacía de las estructuras económicas (5).

Junto a estas corrientes (que aún hoy siguen sobreviviendo como escuelas), se fue desarrollando entre los científicos sociales con tradición académica americana, la utilización de categorías de análisis que parecían indicar la evolución continua y lineal de un proceso histórico de modernización y secularización en el cual las pautas de racionalidad irían apartando poco a poco el mito y lo sagrado (6).

Se pensó que la Secularización -en sus diferentes concepciones: mundo sin Dios, muerte de Dios, fin de las creencias, progreso infinito de la razón, pérdida de influencia de las instituciones eclesiales, etc.- era un proceso irreversible y que englobaba de manera igual a todos los hombres de todas las sociedades. Estos estudios mostraban que así se vivía en los países "desarrollados" y que en los países en desarrollo era un proceso que iría acompañado con la "modernización", "industrialización" (eufemismo que recubría el modelo propuesto desde esos mismos países del Norte). Lo religioso era mostrado como uno de los mayores obstáculos para ese "cambio". Al "progreso de la ciencia" se oponía el "oscurantismo religioso de las creencias".

Otro grupo de análisis va a resaltar el papel altamente integrador de la religión en la sociedad. La religión vendría a sacralizar el orden establecido, a dar sentido a la vida de los hombres, pudiendo así llegar a ser el instrumento más extendido y efectivo de la legitimación. Este telón de fondo estuvo presente en numerosos estudios que se desarrollaron en diversos países. Se estudiaban las religiones primitivas, en las áreas rurales; se buscaban los "restos" de las "religiones tradicionales" y se hacía el inventario de todo aquello que "había sido" o "estaba dejando de ser". No es casual que el fenómeno religioso interesara más a antropólogos que a sociólogos.

Cuando se producían algunas transformaciones (por ejemplo lo que sucede en ciertos grupos (el .catolicismo en A. L.) estas corrientes lo veían como esfuerzo para "no perder el poder" como "continuación de su influencia por otros medios". En estos análisis, lo religioso está casi circunscrito a la Iglesia y ésta, a sus autoridades. En lo social, se analizan sociedades sin distinción de clases, grupos, conflictos.

La investigación en América Latina

El fenómeno religioso comienza a interesar cada vez más a numerosos científicos sociales del continente. Así lo prueban los diferentes títulos que han ido apareciendo estos últimos años (7)."Cuando se analiza la realidad social latinoamericana, no se puede tratar ligeramente el tema de lo "cristiano", ya sea en sus creencias como en sus expresiones institucionales; el puesto que cumple y ha cumplido en sus funciones sociales, ideológicas y políticas. Además la religiosidad popular es parte de la herencia cultural de América Latina; y es la forma como la inmensa mayoría de los sectores populares participa, celebra y festeja en el catolicismo" (8)."Es enorme la importancia social y política de la Iglesia Católica en el continente. Esta no puede ser vista solamente a partir de sus estructuras institucionales de poder o de autoridad, sino como lugar e importante espacio social de encuentro, reflexión, crítica y organización popular que en ciertos momentos más autoritarios y represivos se convierte en el único lugar en que eso es posible" (9).Si hemos citado extensamente estos dos párrafos es para mostrar la importancia que algunos científicos sociales latinoamericanos van dando al tema.

Esas fueron las conclusiones de un importante encuentro de investigadores de diversos países de América Latina llevado a cabo en México hace unos años. Y como ellos mismos dicen en uno de sus textos: "El análisis del hecho religioso, independientemente de la condición creyente o agnóstica del científico, es una responsabilidad de las ciencias sociales".

Lo que caracteriza a diversas investigaciones en curso es la comprensión del fenómeno religioso no solo como "legitimador" de un orden social sino también como generador de resistencias, luchas, enfrentamientos a un determinado orden social que encuentran "no religioso", "pecaminoso", etc. El fenómeno religioso es analizado dentro de un contexto social y nacional, atravesado por tensiones y conflictos dentro y fuera de su propio campo. Esto permite descubrir que la religiosidad es vivida de manera diferente según los diversos sectores sociales. Lo que para algunos sirve de legitimación, a otros les sirve de fundamento a su resistencia.

De este modo se va descubriendo que el actuar de los creyentes -cristianos, judíos, musulmanes, etc.- está ligado también a la cosmovisión que su creencia aporta. La religión no es solo rezar e ir al culto sino que es también cantar, hablar, participar, comprometerse, organizarse, festejar, peregrinar, solidarizarse, educarse, construir. Las funciones sociales que se cumplen son infinitas y el querer organizar "toda la vida desde lo religioso" es una posibilidad siempre latente.Pero el querer cantar, hablar, participar, organizar, ... puede o no encontrar espacios vacíos, puede o no encontrar resistencias de otros grupos que también quieren cantar, hablar, participar, organizar, ... a esas mismas personas que ya participan en el otro grupo. La posibilidad de conflicto con el exterior es posible y las alianzas comienzan a ser múltiples. Si a eso le sumamos que ese cantar, hablar... es vivido de manera diferente según los diversos sectores sociales a los cuales se pertenezca, y según el momento histórico preciso en el que se vive, vemos que el fenómeno religioso deja de ser lo del "más allá" para ser una fuente de tensiones en el "aquí y ahora" de una realidad social determinada.

Interrogantes de la investigación

La profundización de los estudios en sociología e historia de la religión ha conducido a los investigadores a abordar diversos temas de discusión y de clarificación métodológica.

La importancia de tal o cual discusión se revela también en cada contexto por las polémicas que se dan entre las diversas escuelas de investigación.Nosotros las planteamos para ir abriendo el debate entre todos aquellos que se sientan interesados por el tema y quieren aportar desde su lugar de conocimiento.

Uno de estos temas se refiere a la generalización, a la globalización. Cuando nos movemos de lo general a lo particular, o sea desde las grandes concepciones y teorías a los hechos concretos de la historia, a las vivencias directas de un fenómeno, vemos que las diferencias locales, regionales, nacionales se hacen más y más importantes. En el tema que nos ocupamos tenemos también esas características. La Argentina, como el Brasil, México o Perú tienen sus características específicas que exigen de los investigadores un conocimiento profundo y directo de la misma. ¿Cuáles son las particularidades del fenómeno religioso en Argentina?.

El catolicismo es la religión de una gran mayoría de los argentinos. Pero ¿qué sabemos de él? ¿cuál es su historia, su configuración, su formación?, ¿cuánto conocemos de sus movimientos, grupos, militantes?, ¿cuáles son los sectores, grupos, áreas de mayor o menor implantación?, ¿cuál es su presencia en los sectores populares, empresarios, militares, profesionales?, ¿qué se ha ido transformando en su enseñanza?, ¿cuáles han sido resistidas?, ¿qué conflictos lo afectaron al interior, que "heridas" sangraron y cuáles persisten?. ¿Cuál ha sido la relación de sacerdotes, obispos, fieles con los diferentes partidos políticos?, ¿con qué medios económicos cuenta, cuáles son sus canales de formación?, ¿cuáles los de producción, distribución y consumo de propaganda?

Miles de interrogantes que esperan estudios detallados y profundos de los científicos sociales.

Los mismos interrogantes podemos hacernos sobre las otras comunidades religiosas presentes en la Argentina. ¿Cuánto sabemos sobre la historia, sentimientos, grupos, tensiones de la comunidad judía en Argentina?, ¿qué movimientos existen en su seno?, ¿cuáles son sus relaciones con lo político?. Las mismas preguntas podríamos hacernos sobre la comunidad protestante o musulmana. En estos últimos años han proliferado las "sectas1" ¿qué significa?» ¿a qué responde ese fenómeno?, ¿qué caracterizamos como fenómeno "sectario"? ¿Cuáles son sus canales de captación e integración?, ¿dónde están asentadas?.Conocer estos y otros temas es también conocer el desarrollo y complejidad de la vida social, política, cultural en nuestro país. Estamos a veces tan "impregnados" del fenómeno religioso que lo hemos hecho parte de nuestra vida sin darnos cuenta. ¿Hasta dónde llega el dominio de lo religioso?, ¿lo religioso es todo?, ¿todo es religioso? ¿cómo podemos caracterizar a un fenómeno de religioso?, ¿cuáles son las actividades religiosas, ¿se reducen solo a los fenómenos que comentan las columnas religiosas de los diarios?.Mucho se ha discutido y afirmado en ciertos ambientes de las ciencias sociales que la Argentina es o debe ser un país laico. ¿Qué significa para un investigador social tal afirmación?, ¿que la Iglesia no tiene peso?, ¿Qué  la religión no existe o debe existir en lo público?, ¿que lo religioso es un fenómeno privado?, ¿qué no hay o debe haber ingerencias de lo religioso en lo político o cultural?, ¿la Argentina, es un país católico?, ¿cómo podemos discernir desde las ciencias sociales, lo uno o lo otro?, ¿qué comparación podemos hacer a este nivel con los demás países de América Latina?.

Otro interrogante siempre presente en los estudios de sociología de las religiones es el referido a las convicciones (¿creencias?) del investigador. Cómo conciliar la objetividad a la cual se intenta llegar en todo estudio sociológico con el carácter casi pre-"militante" con el que se abordan estos problemas". El ser "creyente", agnóstico, no creyente, o ateo, ¿lo hace a uno más inapto (o apto) para realizar este tipo de análisis? El estar "afuera" (o adentro significa mejores (o peores) condiciones para profundizar en el objeto a definir?.La historia es un problema que afecta a todos aquellos que realizan sociología de la religión, o al fin y al cabo es un problema que se presenta a todo investigador, sea cual fuere su temática, y la sociología son oficios que se aprenden en la universidad y se completan en la práctica diaria. Ellas se han desarrollado (la historia sobre todo) en un clima cultural que ha estado largo tiempo dominado por el liberalismo académico y el prestigio de la ciencia positiva. El marxismo hizo su entrada en ciertos círculos y siguió muchas veces los avatares de la vida política de los países; su influencia en las ciencias sociales, especialmente en América Latina, generó una vasta literatura y diferentes corrientes que aún perduran en su influencia. Los otros modelos que han intentado "entrar en juego" tarde o temprano han sucumbido o han buscado otros espacios para manifestarse, fuera de las universidades. El oficio de historiador o de sociólogo es el arte de ser lo más objetivo posible. Pero seamos claros: esta objetividad, que es real y que debe serla para llegar a su fin, esta siempre dirigida contra otro punto de vista (9), o contra varios otros puntos de vista.

¿Qué buscamos con esta publicación?

Nuestro interés al publicar esta revista es tratar de cubrir ese vacío que existe en los estudios sobre el fenómeno religioso en la Argentina. Lo hacemos como universitarios, como investigadores, como personas que queremos aportar con nuestros trabajos a un mejor conocimiento del tema.

En esto no nos mueve ningún interés apologético ni destructor de tal o cual creencia, sentimiento o pertenencia. Para nosotros, los fenómenos religiosos son un factor de la vida social, y si los dejamos de lado, corremos el riesgo de no comprender nada de la vida social o de presentar una imagen caricaturesca de la vida.

Nuestro espíritu es pluralista e interdisciplinario. Creemos que es importante que todos aquellos que se interesen en el tema puedan tener un lugar de expresión, encuentro, servicio. Solo exigimos la seriedad científica que merece todo estudio en sociología, en historia y antropología. Queremos estar en condiciones de abrir un diálogo con las teologías y las ciencias de la religión que se desarrollan contemporáneamente.

Seremos de este modo solidarios con todos aquellos que en el país, América Latina y en el resto del mundo, se interesan o trabajan sobre el tema, abriendo estas páginas para ir conociéndonos y aportándonos mutuamente los conocimientos que vayamos elaborando.

Como hemos visto anteriormente constatamos en nuestro país una cierta "soledad11 con respecto a los estudios que se hacen en el resto del continente y del mundo. Por eso creemos importante dedicar una parte de esta publicación para dar a conocer reseñas, artículos, trabajos que se realicen en los otros países y que pueden brindar elementos a nuestra reflexión.

Del mismo modo publicaremos estudios sobre el fenómeno religioso en Argentina y comentarios de trabajos que permitan a los investigadores de otros países conocer todo lo que por aquí se realiza.

Sabemos también de otras personas que trabajan en el interior del país y que a veces no pueden visitar archivos, bibliotecas, librerías. Buscaremos los modos de intensificar los contactos y aceptamos todas las sugerencias posibles sobre la manera de acrecentar la comunicación.

Serán bienvenidas todas las colaboraciones que se quieran publicar. Un comité de redacción estudiará las posibilidades de su publicación en la revista.

Como todo primer número, éste está lleno de errores e imperfecciones. Les pedimos mil disculpas y esperamos recibir de ustedes todo tipo de sugerencias y comentarios que nos permitan mejorar nuestra publicación.

RevistaN°1

 

 

Notas

1. Comte, Auguste; "Cours de philosophie positive"; Paris, Bachelier, 1839-1842.

2. Durkheim, Emile; "Les formes élémentaires de la vie religieuse"; Parts, Alcan, 1912.

3. Weber, Max; "Economía y Sociedad"; México, F.C.E., 1983.

4. Troeltsch, Emst; "The social Teaching of the Christian Churches"; Londres, George Alien and Unwind, 1931.

5. Marx, Kart y Engels, Friedrich; "Sobre la Religión"; Salamanca, Sígueme, 1979.

6. Ver los trabajos de Merton, Robert K.; Parsons, Talcott, Dahl, Robert; Huntington, Samuel y Luckmann, Thomas.

7. En el próximo número de la publicación daremos una lista exhaustiva de los títulos aparecidos en los diversos países de América Latina.

8. Aporte colectivo de los científicos sociales en Puebla: "Para entender América Latina", Madrid, IEPALA, 1980.

9. Altamirano, Carlos; "Laicismo", en Punto de vista; Bs. As., N° 22, Dic. 1984, pág. 1.        

   

 

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