INTRODUCCIÓN
El suicidio representa la tercera causa de muerte en jóvenes de 10 a 24 años y, a diferencia de Norteamérica, su incidencia ha aumentado en Latinoamérica 1 . En Argentina, la tasa de suicidio en varones de 15 a 24 años aumentó de 7 a 19 cada 100 000 habitantes para el periodo 19882008, en contraste con una tasa general de suicidios relativamente estable, cuyo valor oscila entre 6 y 8,5 muertes cada 100 000 habitantes 2 . Entre los 15 y 24 años, la incidencia de suicidio es mayor en la subpoblación de 20 a 24 años en varones y en la de 15 a 19 en mujeres, pero en ambos sexos es el grupo de 15 a 19 años el de mayor incremento de tasas en 1980-20 04 3 .
El estudio comparativo del fenómeno entre grupos particulares se realiza desde finales del siglo XIX, y forma parte la teoría social del suicidio propuesta por Durkheim, teoría vigente en el estudio de este problema a nivel colectivo. Según Durkheim, el suicidio se plantea como un fenómeno influenciado por la integración y la regulariza-ción social. La integración determina en qué medida los integrantes de una sociedad interactúan entre sí, mientras que la regulación social mide el grado de control que una sociedad tiene sobre las emociones y motivaciones de sus individuos. Así, el suicidio resulta de perturbaciones en la relación entre el sujeto y la sociedad en que está inserto y, por lo tanto, la frecuencia de suicidios varía en consonancia con el nivel de integración social 4 . Los aportes de Durkheim se relacionan epistemológicamente con la epidemiología social latinoamericana, donde se plantea que la estructura económica y la configuración política y cultural constituyen la determinación general de la salud en una sociedad, y ese marco es el que determina los modos de vivir de los diferentes grupos 5 . En el ámbito particular de cada grupo, los modos de trabajar, consumir, relacionarse y construir identidad conforman la dimensión en la que los individuos se desarrollan. En el grupo particular de jóvenes, es necesario considerar mecanismos específicos de integración social que puedan determinar la constitución de vulnerabilidades, entre los cuales la institución educativa y sus cambios históricos serían aspectos relevantes 6 , 7 .
Entre 1990 y 2010 la educación secundaria en Argentina presentó grandes cambios, desencadenados por la promulgación de la Ley Federal de Educación N° 24195 en 1993 y de Educación Nacional N° 26206 en 2006. La primera, si bien extendió en tres años la educación obligatoria, implicó una diversificación de estructuras académicas, curriculares e institucionales, desdibujando el sistema educativo en general y la escuela secundaria en particular. La segunda definió a la educación secundaria como una unidad pedagógica y organizativa destinada a adolescentes y jóvenes que hayan cumplido con el nivel primario, estableciendo una duración de 5 o 6 años (con un ciclo básico y común a todas las orientaciones y un ciclo final diversificado según las distintas áreas del conocimiento, del mundo social y del trabajo). A partir de estos cambios, junto a la crisis económica de 2001, el incremento paulatino y moderado de la matrícula de nivel secundario evidenciado desde 1960 se detuvo en 2002 y permaneció con pocos cambios hasta 2006, momento en que el Estado generó un "golpe de timón" en cuanto a las políticas de accesibilidad a la educación secundaria 8 .
En los últimos 30 años, las investigaciones sobre la correlación entre el suicidio y aspectos sociales referencian directa o indirectamente la teoría de integración social de Durkheim. Mientras las más antiguas tienden a centrarse en los mecanismos tradicionales de integración social, como la religión organizada y la migración, investigaciones más recientes concentran la atención en la fragmentación y el aislamiento social, la privación socioeconómica y las diferencias entre zonas rurales y urbanas 9-18 . La escolaridad es analizada mediante la tasa de matriculación 19 y el nivel educativo 20 , sin que se encuentre una asociación significativa con las tasas de suicidio. En cuanto al análisis de la relación entre suicidio y aspectos sociales discriminados por género y grupo etario, estudios realizados en Canadá, Australia y Nueva Zelanda en las décadas del 70 y 80 muestran una correlación positiva entre la tasa de desocupación y la tasa de suicidio en jóvenes de 15 a 24 años 18 , 21 .
En Argentina no hay estudios que analicen la relación entre la evolución de las tasas de suicidio en jóvenes y los cambios de las políticas educativas desde una perspectiva temporal.
El propósito de esta investigación fue aportar a la discusión sobre la condición de los adultos jóvenes en la sociedad argentina actual. Su objetivo fue analizar la correlación entre la mortalidad por suicidio en jóvenes de 15 a 24 años y la tasa neta de matriculación para educación secundaria en Argentina durante el periodo 1998-2015, ante la hipótesis de que la mejora en la accesibilidad al estudio de nivel secundario opera como un mecanismo de integración social que disminuye la incidencia del suicidio en jóvenes.
MÉTODOS
Se realizó un estudio ecológico de tipo serie temporal durante el periodo 1998-2015 a nivel nacional, que incluyó a toda la población argentina de 15 a 24 años. Las variables dependientes fueron las tasas anuales de suicidio discriminadas por edad en dos grupos etarios (15-19 y 20-24 años) y sexo, expresadas cada 100 000 habitantes. Para su construcción se accedió a la información demográfica de los Censos Nacionales de Población y Vivienda y proyecciones intercensales intermedias, realizados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos 22 . Los datos sobre mortalidad se obtuvieron de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud 23 del Ministerio de Salud de la Nación, considerando como suicidio las causas básicas de muerte con intencionalidad determinada (códigos X60.0-X84.9 de CIE 10 y E950-E959 de CIE9). La variable independiente fue la tasa neta de matriculación secundaria anual (TNM): se trata del porcentaje de alumnos en edad escolar oficial matriculados en ese nivel educativo y se calcula dividiendo el número de alumnos matriculados por grupo de edad oficial en cada nivel de enseñanza por la población para ese mismo grupo de edad. Estos datos fueron obtenidos de la base de datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe 24 .
Para cuantificar la relación entre dos series de tiempo se analizó el comportamiento de la función de correlación cruzada (FCC), que permite resaltar asociaciones muy claras entre las series. La covarianza, para cada retraso, se cuantifica de -1 (covarianza contracíclica absoluta) a +1 (covarianza cíclica absoluta). Esa correlación cruzada es, entonces, la correlación entre una serie X en un tiempo dado t, Xt, con otra serie Y en otro tiempo t+k, Yt+k. La covarianza cruzada entre dos series estacionarias para un lag o retraso k se define como:
>γxy(k)=E(xt-μx)(yt+k-μy) para k = 0, ±1, ±2…
y estandarizando γxy(k) por los desvíos estándar de cada serie σx y σy, se obtiene la FCC
Cuando el lag es cero, la FCC tiene el mismo valor que el coeficiente de correlación lineal de Pearson, puesto que las series ocurren simultáneamente; no hay retardo o desfase entre los datos.
La FCC mide no solamente la fortaleza de la relación, sino también su dirección temporal, lo cual es útil para identificar variables causales.
Si bien existen otros métodos para medir el grado de relación entre variables seriadas, la FCC tiene ventajas sobre otros métodos estadísticos cuando el análisis de la precedencia y dirección es tan significativo como el grado de relación. En otras palabras, la FCC incorpora en el análisis la variable tiempo, pudiendo identificar correlaciones positivas (cíclicas) o negativas (contracíclicas) en términos contemporáneos, rezagados o adelantados 25 . En este sentido, los correlogramas incorporan visualmente el grado de correlación en el eje vertical y el rezago o adelanto del efecto en el eje horizontal.
Para valores positivos de k, la FCC indica la influencia de los valores pasados de xt sobre yt; para valores negativos de k, describe la influencia de los valores pasados de ytsobre xt.
En este estudio se denomina xt a las series de tasas de suicidios que se quieren explicar a partir de la variable TNM, que es denominada yt. Como la relación que se busca encontrar tiene según el marco teórico un efecto rezagado, se consideraron los valores de k negativos, que indicarían esa situación, ya que un retardo de k positivo no tendría sentido en el contexto del problema (invertiría en el análisis la dirección de la causalidad).
Dado que las series cronológicas estudiadas en esta investigación tienen pocos datos, no es posible realizar una prueba sobre su estacionalidad. Es por ello que se decidió trabajar con las series a las que se les quita su tendencia lineal, por lo que serán más estacionarias que la serie original. Para analizar en forma integral toda la información estadística se construyeron correlogramas, que grafican la modificación de la covarianza cruzada para cada orden k, identifican el máximo de correlación cruzada en cada análisis bivariado y comparan el comportamiento de la variable dependiente con las variables independientes. Se utilizaron las librerías de código abierto NumPy (versión 1.16.4) 26 y SciPy (versión 1.2.2) 27 .
RESULTADOS
En el periodo de estudio fueron identificados 13 795 casos de suicidio, con un 79,34% de varones. La subpoblación con mayor incidencia de suicidio fue la de varones de 20 a 24 años, con un 45,13% del total de eventos registrados.
Las Figuras 1 y 2 presentan la variación temporal de las variables del estudio. En cuanto a las tasas de suicidio, la subpoblación con mayor incidencia fue la de varones de 15 a 24 años (entre 11,48 y 26,02 muertes cada 100 000 habitantes). Al final del periodo de estudio la tasa de suicidio presentó un incremento del 90,12% en relación con la basal. En varones de 15 a 19 años la tasa de suicidio osciló entre 8,63 y 18,96 muertes cada 100 000 habitantes, con un incremento en 2015 de un 90,60% en relación con la tasa de 1998. En el caso de las mujeres, las tasas de suicidio oscilaron entre 3,50 y 6,85, y entre 2,35 y 5,65 muertes cada 100 000 habitantes en población de 15 a 19 y de 20 a 24 años, respectivamente. En relación con el año 1998, el incremento de las tasas de suicidio para mujeres en 2015 fue de 4,30% (15-19 años) y 58,98% (20-24 años). La TNM secundaria presentó en ambos sexos una tendencia incremental durante 1998-2000 y 2007-2015, con mayor aumento en varones al final del periodo (71,98% en 1998 a 87,84% en 2015).
Para la población de varones de 15 a 19 años se determinó un retardo de 2 años entre la tasa de mortalidad específica por suicidio y la TNM secundaria; y la FCC en dicho desfase presentó un valor de -0,72. Esto indica una relación contracíclica entre ambas variables, con un retraso del efecto máximo de 2 años entre la TNM y la tasa de suicidio. Esta correlación pierde fuerza en varones de 20 a 24 años, con un máximo de la FCC de -0,48 en un lag -3 (ver Figuras 3 y 4). En las mujeres de 15 a 19 años, el máximo de FCC es de -0,32 con un retraso de 2 años (ver Figura 5). En la subpoblación de mujeres de 20 a 24 años no se halló correlación estadísticamente significativa.
DISCUSIÓN
Los cambios en las tasas de suicidio en Argentina muestran un incremento de la vulnerabilidad particular en jóvenes de 15 a 24 años hacia la muerte por esa causa. Para poder analizar su determinación, es necesario comprender que su contexto interpretativo incluye un periodo de cambios que supera los 10 años. En este sentido, la conceptualización teórica del suicidio como un hecho social de Durkhe-im 4 y su determinación como una síntesis de dimensiones generales, particulares y singulares 5 dan sustento al presente estudio para aportar conocimiento y un primer acercamiento a la comprensión de esta vulnerabilidad. Los cambios observados en la TNM secundaria, con un incremento significativo en jóvenes varones, ofrecen la oportunidad de obtener datos empíricos a nivel colectivo y analizar la problemática con este marco teórico. En la construcción del estado actual de esta investigación no se han encontrado estudios que utilicen la metodología aquí propuesta y permitan comparar resultados, a excepción del estudio de Rossi, quien no encontró la misma correlación en Uruguay con series temporales de 1900 a 2007 19 . Cabe señalar que dicho estudio compara la TNM con la tasa de suicidios en población general, y no en adultos jóvenes.
Este estudio encontró una fuerte correlación negativa, con un retraso de 2 años, entre la TNM y la tasa de suicidios de varones de 15 a 19 años. El hallazgo es coherente con el marco teórico utilizado para analizar la vulnerabilidad, según el cual la inserción social para este grupo está determinada principalmente por su rol de estudiante, y la educación formal es el principal instrumento que tiene una sociedad moderna para elevar su capital en recursos humanos y promover el bienestar y la integración de los jóvenes 7 . En cuanto a la determinación general, es válido considerar el contexto político, económico y social en el cual se da un amesetamiento en la TNM. En 1993 se produjo el primer cambio en las políticas de educación en más de 100 años: se amplió la educación obligatoria en 3 años, lo que mostró un impacto positivo en las tasas de matriculación hasta la crisis política, económica y social argentina de 2001, cuando esta tendencia se detuvo. Otro hito en la mejora de la accesibilidad fue la Ley de Educación Nacional N° 26206, que extendió la educación obligatoria a todo el nivel secundario y devolvió el rol rector y garante del derecho a la educación al Estado nacional. Tomando conceptos de Castel 6 , la vulnerabilidad de los sujetos en las interacciones depende del trasfondo que establece el orden social (trasfondo como soportes que los espacios institucionales brindan al sujeto para construir su fachada). Estos soportes generan la potencialidad de los individuos y su capacidad de representarse en las interacciones. De esta manera, es posible apreciar cómo la existencia de ciertos soportes habilita el desarrollo de la individualidad del sujeto moderno, la construcción de su identidad y la posibilidad de que los individuos se constituyan como actores, mientras que aquellos que no cuentan con esos soportes se encuentran desafiliados y transitan distintos espacios de vulnerabilidad. El concepto de desafiliación sugerido por Castel se ve como una alternativa interesante para integrar la concepción durkheimiana del suicidio al marco analítico que propone la epidemiología social latinoamericana en el caso del problema identificado en este estudio. Este proceso de desafiliación implica la disociación por parte del individuo de las redes sociales y societales que podrían protegerlo de las contingencias incontrolables de su vida. Tales consideraciones teóricas permiten sostener la validez de la correlación contracíclica con un retraso de 3 años, entendiendo que la correlación positiva que puede observarse en los gráficos con un retraso de 9 años no refleja un efecto real de la variable independiente sobre la dependiente.
Aun considerando el efecto mitigador que podría tener el incremento de la TNM en la vulnerabilidad de los jóvenes argentinos, la tasa de suicidios aumentó de 8,60 a 16,45 muertes cada 100 000 habitantes entre 1998 y 2015. Resulta así evidente que existen otras cuestiones que determinan esta tendencia incremental. Los conceptos de desafiliación y metamorfosis de la cuestión social planteados por Castel 6 son atractivos para dar cuenta de los cambios que surgen en las dimensiones generales y particulares de la sociedad argentina actual y que puedan guardar relación con la tendencia incremental de suicidios en jóvenes, pero la sistematización y clarificación de evidencias de dicho impacto presenta dificultades y limitaciones con la metodología propuesta. La baja incidencia del evento en estudio requiere agrupar su población en quinquenios y en el ámbito nacional para disminuir la inestabilidad en las líneas temporales por su variación aleatoria, lo cual conlleva generalizaciones al interior de las subpoblaciones; esto puede tener mayores implicancias en la población de 15 a 19 años, que suele contener personas que han finalizado su estudio secundario y otras que se encuentran a mitad del trayecto formativo. Por otro lado, los datos para construir las distintas series temporales permiten, como máximo grado de desagregación, la observación anual. Esto, sumado al hecho de que los datos se encuentran disponibles a partir de 1998, da como consecuencia la construcción de series temporales con 17 puntos de observación, lo cual disminuye la significancia estadística de los resultados.
En cuanto a la calidad de los datos, cabe señalar que existen cuestiones legales, culturales y administrativas que limitan la fidelidad con la que las estadísticas de mortalidad describen la incidencia real de muertes por suicidio 1 , 3 . Si bien los cambios históricos en los mecanismos de registro de los suicidios podrían influir en la tendencia observada en las series temporales en adultos jóvenes, la estabilidad que presenta la tasa tomando todas las edades y ambos sexos permite sostener que esta influencia es tolerable en términos analíticos. Finalmente, es necesario considerar que dentro de la población en estudio hay distintos grupos particulares en cuanto a las bases estructurales de las inequidades en el campo de la salud mental, pero que la metodología propuesta y las fuentes de datos disponibles no pueden discriminar.
Aun con estas limitaciones, la tendencia incremental de suicidios en la población de estudio guarda coherencia con las evidencias de procesos similares en países de Latinoamérica y el Caribe, donde pueden considerarse como denominador común ciertas desigualdades sociales y la instalación de un modelo neoliberal en dicho periodo 28 . Si bien se entiende que en el estudio de correlación de series temporales es deseable contar con más puntos de observación, para el presente estudio los mecanismos de eliminación de tendencia y el análisis del máximo de la FCC permiten discriminar en qué casos el modelo estadístico puede considerarse válido, con conclusiones coherentes con el marco conceptual de referencia y la hipótesis de este estudio. En cuanto a las tasas de suicidio en población femenina, se observa una alta variación aleatoria, y el escaso número de puntos de observación genera correlogramas con gran inestabilidad. En contrapartida, los análisis de las correlaciones entre tasas de suicidio en varones de 15 a 19 años y las series temporales de TNM secundaria dan resultados robustos como para considerar válida la hipótesis de esta tesis. Es importante destacar que, a diferencia de la correlación de Pearson, la FCC es un análisis global que involucra el parámetro temporal, por lo cual constituye un poderoso instrumento estadístico para inferir causalidad, principalmente cuando el lapso de tiempo para la manifestación del efecto de una variable sobre otra no se conoce a priori.
Es necesario enfatizar que este estudio propone un nivel de análisis colectivo, abordando la relación entre los cambios de la política educativa con el suicidio en la población adulta joven. Como plantea Diez Roux, para el estudio de la determinación social de la salud debe considerarse la presencia de múltiples niveles de organización, y la definición y medición de las variables en cada uno de ellos 29 . Dado que cada nivel adquiere propiedades colectivas, que son más que la suma de las propiedades de sus miembros individuales 30 , es importante saber que el nivel en el que se formula la pregunta determina las unidades de análisis que han de utilizarse en la investigación empírica, y la omisión de dicha contemplación metodológica puede dar lugar a inferencias erróneas al aplicar datos empíricos de un nivel distinto al de la pregunta (falacias ecológica y atomista) o ignorar datos de otros niveles que causan variabilidad en el nivel de la investigación (falacias sociologística e individualista).
Como se planteó previamente, la correlación entre la tasa de matriculación secundaria y la tasa de suicidio en la población de estudio se sustenta en los conceptos teóricos de metamorfosis social y desafiliación propuestos por Castel y de suicidio como hecho social planteado por Durkheim, pero la tendencia incremental de suicidios evidencia que existen determinantes de distinto nivel, que operarían de forma contraria a la tasa de matriculación. Entre ellos podrían considerarse la relación de adultos jóvenes con el mundo del trabajo y la mayor exigencia en capacitaciones específicas para inserción laboral, cambios culturales en los patrones de socialización familiar mediante los cuales se acumulan recursos sociales, afectivos e instrumentales para su emancipación, acceso y consumo a distinto tipo de drogas, cambios de metas y objetivos aspiracionales, etc. 7 Si se contara con datos más precisos, cuyas variables pudieran discriminarse también a nivel individual, podría realizarse un estudio epidemiológico de niveles múltiples, con un análisis crítico más profundo sobre el rol e impacto de las bases estructurales de las inequidades en salud en la población de adultos jóvenes, que se reflejan en un incremento de su vulnerabilidad hacia el suicidio.
RELEVANCIA PARA LA INVESTIGACIÓN EN SALUD
Este estudio muestra la correlación existente entre la tasa de mortalidad por suicidio en adultos jóvenes y los cambios en la matriculación secundaria en Argentina en 1998-2015. A partir del marco conceptual de referencia, es válido considerar que los indicadores de cambio del sistema educativo utilizados son aproximaciones parciales al cambio del rol integrador del sistema educativo, ya que existen otros aspectos (la desigualdad de la calidad educativa, el crecimiento de matrícula pública/privada y el proceso de segregación educativa) que pueden abonar de forma antagónica el rol integrador que tiene la educación formal en la constitución de la identidad de la juventud en Argentina. En tal sentido, este estudio aporta una primera aproximación empírica para responder a la hipótesis de que los cambios del rol de integrador social de la educación formal en Argentina se relacionan con los cambios en la tendencia de suicidio en adultos jóvenes, especialmente en varones. A partir de estos resultados, es posible avanzar en distintas líneas de investigación, desde la epidemiología crítica y con un análisis más profundo desde las ciencias sociales, que permitan reforzar esta aseveración. Los resultados de estas líneas de investigación pueden ser un insumo para orientar las políticas públicas que buscan mitigar el problema del suicidio en las poblaciones jóvenes en Latinoamérica, jerarquizando el rol que las instituciones tienen en la construcción del telón de fondo para la constitución de la individualidad y corriendo así el eje que en reiteradas ocasiones se centra en la dimensión singular de un problema con múltiples determinaciones.