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Temas y Debates

versión On-line ISSN 1853-984X

Temas debates (En línea)  no.40 supl.1 Rosario dic. 2020

 

ARTÍCULOS

Tensiones y desafíos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Práctica Profesional del Trabajo Social en contexto de la pandemia por Covid-19

Tensions and Challenges in the Teaching and Learning Process of the Professional Practice of Social Work in the Context of the Covid-19 Pandemic

 

Silvina Boschetti, Maya Fugini, Raquel Rubio, Nadia Ramírez Benites, Alicia Vilamajó y Facundo Zamarreño

Silvina Boschetti es docente e investigadora de la Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: silvinaboschetti@hotmail.com

Maya Fugini es docente e investigadora de la Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: mayanafu@hotmail.com

Raquel Rubio es docente e investigadora de la Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: raquelr06@hotmail.com

Nadia Ramírez Benites es docente e investigadora de la Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: nadiaramirez88@gmail.com

Alicia Vilamajó es docente e investigadora de la Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: abvilamajo@gmail.com

Facundo Zamarreño es docente e investigador de la Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Argentina. E-mail: facundozamarreno@gmail.com


resumen

En el marco de la pandemia por Covid-19, las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dieron en el corazón de las Prácticas Profesionales dentro de la formación académica en Trabajo Social e interpelaron los modos y fundamentos tradicionales de dictado y cursado de este tipo de materias. En el presente escrito, compartimos en clave reflexiva la propuesta de ateneos como dispositivo habilitante de procesos de enseñanza-aprendizaje que contribuya a no sucumbir a la paradoja de una práctica “sin prácticas” ni a la inmovilidad de la perplejidad que produce esta situación inédita y disruptiva.

palabras clave: Prácticas profesionales; Contexto de pandemia por Covid-19; Ateneos

summary

Due to quarantine/isolation policies, known as Social, Preventive and Mandatory Isolation measures in the context for Covid-19 pandemic, has faced a change in Social Work academic formation and questioned traditional modes and fundamentals of Professional Practice’s dictation. In this writing, we share the proposal of the athenaeums as a device in the teaching-learning process that contributes to not falling into the paradox of a practice “without practices” nor in the immobility of the perplexity that this disruptive and unprecedented situation produces.

keywords: Professional practices; Covid-19 pandemic context; Athenaeums


Presentación

Escribir este ensayo nos reencontró con el devenir de nuestra especificidad docente en la materia Práctica Profesional II del cuarto año de la carrera de Trabajo Social de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario.
El contexto de pandemia canceló la potencia de generar espacios de enseñanza-aprendizaje del quehacer profesional que contemplaran la inserción-intervención del estudiantado en organizaciones o instituciones del Estado y la Sociedad Civil. De este modo, la tarea de supervisión, que durante tantos años urdió la trama que daba soporte a la complejidad de acompañar académicamente al estudiantado en sus centros de prácticas se vió perforada en sus sostenes, y nos hizo sentir que quedábamos sin red ni piso de posibilidad.
Las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dieron en el corazón de las Prácticas Profesionales dentro de la formación académica e interpelaron los modos y fundamentos tradicionales de dictado y cursado de la materia. Quedamos ante la paradoja de una práctica “sin prácticas” que nos ocasionó perplejidad. En medio de este desafío, asumimos la escritura como gesto catártico y a la vez reflexivo, que nos permite inaugurar procesos inéditos de interrogación, posicionamiento, significación y sentido en clave de auto-desciframiento (Rubio y Bobino, 2020). Tomamos la palabra para narrarnos y reflexionar sobre la experiencia pedagógica construida en el primer cuatrimestre, que inesperadamente nos colocó como cátedra en diálogo e intercambio forzados con las exigencias de la virtualidad, sin consensos previos.

Pensar los modos de enseñar la práctica profesional “sin la práctica en las instituciones”  

No fue sencillo transitar la necesidad de asumir la falta de los encuentros interpersonales y grupales. Tampoco fue fácil reconocer que en la virtualidad hay algo del cuerpo que se pierde y se transforma; no solo es mera ausencia física. El enfrentamiento con este real, con esta falta, trastrocó el sentido asignado a la materia. Lo vivimos como un acontecimiento brusco que desplegó diferentes posturas entre quienes integramos la cátedra y que nos obligó a incorporar velozmente conocimientos para el manejo de plataformas virtuales. Eran conocimientos e instrumentos que la mayoría no manejaba, pero que eran indispensables para sostener conjuntamente con el estudiantado una instancia educativa posible.
En este punto dejamos a un lado, casi procrastinamos, la discusión que tiene que ver con los costos emocionales, subjetivos y materiales que asumimos como docentes de la educación pública. Solo diremos que difícilmente hemos podido escapar a la afectación que produjo la alteración inesperada y repentina de nuestra organización del trabajo, con el consecuente aumento de casos de estrés psíquico-físico, y que tampoco nos es posible ignorar el desvelamiento de las desigualdades en torno al acceso a la conectividad y condiciones de trabajo y estudio, tanto en la docencia como en el estudiantado. Entonces cobró fuerzas el interrogante de qué hacemos con una materia de práctica profesional que se queda sin la práctica, y se rompen, de este modo, los pactos de coexistencia pacífica en nuestro universo de formación profesional (Jasiner, 2019).
En este acontecer fuimos viendo que el camino no consiste en eliminar la falta sino en hacer algo con ella, asumirla subjetivamente, bordearla, trabajar con las diferencias, asumir las tensiones y contradicciones y problematizar el dilema. Nuestro posicionamiento frente a las praxis interventivas, en el que problematizamos la relación dialéctica teoría-práctica, nos habilitó a construir otras nuevas propuestas pedagógicas que contemplaran los objetivos planteados para las prácticas profesionales del cuarto año de la carrera.
Dilucidamos que la “práctica profesional” se nos presentaba como una institución en sí misma y que debía ser analizada como tal. Posicionamos la discusión en nuestras trayectorias y experiencias dentro de la materia y pensamos que posiblemente la apuesta estaba en interpelarnos.  Mientras las estrategias debían re-elaborarse y co-construirse en este nuevo contexto, nos preguntamos: ¿qué quiere decir lo presencial? ¿Cómo se tensiona lo presencial y lo virtual? ¿Se flexibiliza la calidad si flexibilizamos el formato? ¿Esta socialización profesional excepcional será parte de las prácticas del futuro? ¿Corremos el riesgo de normalizar estas prácticas? ¿Normalizamos también las prácticas anteriores? ¿Qué es normal? ¿Y el pensamiento crítico-reflexivo? ¿Quiénes son les sujetos de estas prácticas?
Como docentes no escapamos de haber elaborado sentidos que se han hecho comunes y se han instituido. Este modo otro nos impuso la necesidad de revisarlos, ya que han dejado, momentáneamente, de ser completamente válidos. Nuestro esfuerzo docente estuvo puesto en construir una propuesta de práctica reflexiva que no se contente con un “como si”. Intentamos construir, en este marco de excepcionalidad, una base de acuerdos para pensar alternativas acerca del aprendizaje de las Prácticas Profesionales con otra presencialidad sin pretensiones normalizadoras.
Nos propusimos provocar procesos de reflexión crítica generados a partir de experiencias profesionales propias y de colegas, con la finalidad de que el estudiantado tenga la posibilidad de analizar, deconstruir y reconstruir esas experiencias de intervenciones profesionales situadas. Apelamos al fortalecimiento de categorías y conceptos que atraviesan y estructuran los distintos campos de intervención profesional, la revisión panorámica de las políticas que los sustentan, la identificación de los conflictos e intereses en pugna, el reconocimiento de los agentes que los motorizan y los derechos que se promueven y reivindican.
Intentamos didactizar los contenidos con el fin de facilitar la comprensión en un proceso que habilite la interpretación y la construcción significativa de dichos contenidos (Sanjurjo, 2009). Nuestro trabajo consistió en coordinar, guiar y observar “de manera de instalar en el salón de clase ‘el pensar’, promoviendo la complejización  del pensamiento y la construcción de conceptos” (Hernández, 2009: 100), aunque el salón de clases se convirtió en compartir, a veces sincrónicamente, nuestros espacios más íntimos en encuentros virtuales mediatizados por la pantalla.
La ubicación en el plan de estudios nos situó de manera particular para avanzar en esta apuesta al contar con la preeminencia de que el estudiantado ya había cursado de manera presencial sus prácticas de tercer año y podría completar su proceso de formación en el quinto año de la carrera.

Pensar los ateneos en la virtualidad como otro modo de habitar los procesos de enseñanza-aprendizaje a partir de la escritura y la narración

En base a los distintos núcleos temáticos planteados, tanto en el programa de la materia como en el nuevo Plan de Estudios, consideramos factible realizar una propuesta que contemplara espacios de problematización por campos o núcleos, a fin de habilitar diálogos con los centros de prácticas. Para ello, había que recurrir a experiencias profesionales que sean relatadas y puestas bajo reflexión y estudio.
Fue preciso, entonces, reconocer nuestra propia producción de prácticas profesionales y rescatar el rol de tutoría de quienes intervienen en la formación de estudiantes en las instituciones donde el Trabajo Social despliega su desempeño profesional cotidiano. Esa tarea de tutoría y de trabajadorxs nos llevó a redoblar la apuesta y construir nuestros propios materiales como sujetos de un conocimiento situado (Haraway, 1995). Surgió entonces como propuesta una modalidad ya transitada dentro del Trabajo Social: los denominados ateneos, diseñados como dispositivos de formación y socialización de las prácticas, ahora resignificados como ateneos didácticos (España, 2009).
Alfredo Carballeda nos ha desafiado numerosas veces a esta narrativa que parte de momentos profesionales donde lo subjetivo-grupal se pone en permanente juego de tensión; momentos de quiebre en muchos casos. De esta manera, el autor nos invita a hacer uso de los “ateneos” pensando a los mismos como una forma de ensayo que se produce en la elucidación del hacer cotidiano permitiendo una forma de reflexividad que se edifica desde la construcción de relatos. Relatos basados en diferentes expresiones de la realidad como enunciado de lo complejo de la intervención social y de las diferentes formas de presentación de las problemáticas actuales (Carballeda, 2010).
Ubicar la propia práctica profesional en las instituciones estatales y en contexto de pandemia -porque sí, estábamos ahí-, nos permitió realizar una experiencia de formación ante el desafiante contexto que se presentaba como una práctica a aprender ante la tensión de estar/permanecer en los espacios ocupacionales. De esta manera, la propuesta se pensó en base a un proceso de enseñanza de las prácticas profesionales que no excluyen los rastros subjetivos de la misma.  Por otro lado, entendimos que la propuesta de construcción de ateneos desde nuestras experiencias situadas, habilitaba al estudiantado a trabajar con esquemas conceptuales y procesos de lecturas reflexivas tanto grupales como individuales.
En este devenir, la enseñanza de las prácticas nos llevó a la búsqueda de dispositivos que pudieran ponerse en acción para esta compleja tarea, en función de nuestro posicionamiento teórico y metodológico. Por ello, consideramos propicios los ateneos como espacios de encuentro donde se pueden tensionar saberes en relación con las prácticas de enseñanza desde un abordaje reflexivo, produciendo un contexto grupal de aprendizaje en el que se debaten alternativas de resolución a problemas específicos y situaciones singulares (España, 2009).
El desarrollo de la propuesta contempló diferentes momentos y variables. De esta manera, en principio se propuso recuperar las trayectorias del estudiantado y propiciar una aproximación teórica a los diferentes campos de intervención, mediante la indicación de lecturas y guías de trabajo. En ese momento, fue preciso organizar los conocimientos y las teorías que sustentarían el planteo de la situación a problematizar, con ejercicios de resolución individual y/o grupal o colectiva.
Un momento importante previo al trabajo en ateneos fue la problematización del uso inclusivo del lenguaje y la importancia de la comunicación oral y escrita en el ejercicio profesional del Trabajo Social.
El campo a partir del cual propusimos el ateneo didáctico fue seleccionado a partir del cruce de dos variables: los campos de desempeño profesional de quienes integramos la cátedra y los centros de prácticas designados, cuyos referentes de la tutoría habían manifestado posibilidades o interés de cumplir su rol de co-formación.
Las modalidades de presentación del ateneo fueron pensadas de manera que pudieran integrarse en diferentes formatos y lograran empatía en su reproducción. Como cátedra nos adentramos al juego desafiante de las narrativas, y optamos por un relato en formato escrito y de audio que superó las reproducciones esperadas. Fue elaborado en clave biográfica, y giró en torno a una situación vivida por una de las integrantes de la cátedra en su rol de trabajadora social que cumplía funciones en el equipo interdisciplinario del servicio de salud sexual de un hospital general.
El relato se encuadró en el inicio de la pandemia, a la luz de la formulación oficial de los primeros protocolos de cuidado. El contexto de escritura de la situación estuvo configurado por el aislamiento forzoso que la trabajadora social debió realizar ante la sospecha de haber contraído Covid-19. Irrumpe lo inesperado; un intervalo se interpone en la vida cotidiana laboral y en lo personal. En ese intervalo narra su vivencia, a la vez que es narrada por ella, y deja expresar sensaciones encontradas, dudas, miedos, preguntas, planteos, interrogantes. Allí, aparece lo reprimido, lo no dicho y lo fantasmagórico que atraviesa la historia novelada del equipo interdisciplinario que integra, así como el compromiso con la  salud pública, al atender demandas ligadas a la salud sexual y (no) reproductiva, donde la asistencia verá afectada  a causa  del  avance del coronavirus.
Sin restarle importancia a esta problemática, el relato se orienta a dar cuenta  de la relación subjetiva con el trabajo y la tensión o el sufrimiento que se produce como efecto de la “situación de trabajo” agravada por el contexto imperante. Esto tendrá una incidencia directa en el funcionamiento del equipo interdisciplinario, compelido a un cambio estructural de su organización de trabajo habitual para seguir garantizando la calidad de la atención. Se los obligó a mudarse de espacio dentro del hospital, al mismo tiempo que debían extremar medidas de cuidado y autocuidado.
A partir del uso de las herramientas de la plataforma fue posible compartir sentires y saberes a partir de esta narrativa. En principio, se habilitó un foro de preguntas para propiciar la reflexión y preparar la participación en un Meet donde, a partir de poemas, canciones e impresiones, se intercambiaron saberes y sentires. Allí, la pluralidad de voces convergentes fue hilvanando una trama con puntos heterogéneos, entre acuerdos y disidencias, en la cual se pusieron en juego posiciones diversas.
La trama se cosió musical y poéticamente, haciendo nuditos, dejando agujeritos y co-produciendo una narrativa colectiva, pincelada con distintos relatos, murmullos, titubeos, encantos y desencantos; atisbos de haber generado una ocasión para estar y hacer, implicados de un modo distinto, donde el estudiantado tomó la palabra y decidió entrar en el de manera activa con voz y cuerpo propio, en un desafío a la virtualidad.
El producto final arrojó una narrativa-otra devenida de una recomposición lúdica –política– respecto del contenido del relato problematizado, sin la intención de dar respuestas acabadas, sino más bien de dejar preguntas y reflexiones asentadas. Sin interrogación no hay reflexión, no hay posibilidad de subvertir realidades. Esta es la condición para emprender una manera de analizar, de hacer problematizaciones. Vale decir, de hacer visible como problema aquello que viene “dado” como natural y, por ende, se ha “naturalizado” bajo un determinado dominio.
El recurso poético permitió poner en palabras sensaciones y pensamientos referidos al momento actual, en una problematización del concepto de normalidad. Asimismo, funcionó como soporte afectivo para expresar reflexiones, disidencias, denuncias, esperanzas y preocupaciones sobre el rol del trabajo social como disciplina y como trabajo que se lleva a cabo en distintos contextos institucionales. Se pudo definir el trabajo en esta narrativa desde las mujeres en situación de vulnerabilidades económicas, sociales, subjetivas, simbólicas, y situar como problemática su cuerpo como objeto de violencias múltiples, íntimas, familiares e institucionales, agravadas por la aporía de un aislamiento social que opera a la vez como cuidado y amenaza. Esto reedita y pone seriamente en riesgo la accesibilidad a sus derechos de salud integral, en especial a los referidos a su salud sexual y (no) reproductiva. La pregunta que resonó fue: ¿cómo garantizar la salud integral de las personas en el contexto de pandemia?
Luego de varios encuentros virtuales, se indicaron lecturas para continuar la profundización y problematización de las prácticas profesionales en tiempos de coronavirus. Por este motivo, se invitó a la construcción de un cuaderno de ateneos como registro de lo vivenciado, y se socializó una lista en Spotify y en YouTube con las canciones trabajadas en la presentación.
Hacia el final del cuatrimestre, se propuso entrevistar a colegas tutoras y referentes de organizaciones sociales, como una de las vías de acceso para conocer y reflexionar acerca de las complejidades y de las dimensiones que atraviesan las intervenciones en el actual contexto. La actividad principal fue la realización de un conversatorio en el marco de actividades desarrolladas por la cátedra en relación con el ateneo.
A lo largo del conversatorio, se trabajaron ejes generales de la temática convocante y también experiencias específicas. Es importante destacar que en la conversación se hizo mención a la importancia de situar los momentos y reconsiderar el papel del Trabajo Social en los procesos de lucha, así como de contextualizar y recuperar la historia de las políticas sociales. También se ponderó la conformación de servicios asistenciales, tanto como la organización institucional, en términos de la particularidad de cada institución, con su propia dinámica y movimiento. Se destaca asimismo que, en el marco de los conflictos que surgen en el interior de los equipos de trabajo, el Trabajo Social tiende a recuperar y entablar esos lazos que se rompieron.
La incursión en esta modalidad de ateneos virtuales, así como las propuestas que le dieron contenido y sentido, tuvieron en el horizonte la pretensión de habitar de otro modo la virtualidad, la enseñanza y los aprendizajes. Nos animamos partir de la escritura, la narración, la poesía y la música, y generamos la ocasión para que la voz y las voces encuentren un espacio que aloje, un lugar para decirse y enunciarse.
Los encuentros con el estudiantado continuaron en tanto seguimiento y realización de consultas e indicación de un trabajo de evaluación. De esta manera, se cerró un cuatrimestre disruptivo, con tensiones, pero no menos reflexivo, donde la escucha, la lectura, la interpretación y la explicación habitaron, con distintos matices e intensidades, este andar que pretendemos colectivo. 

Reflexiones en movimiento

Si bien el momento de pandemia vivido nos propició diferentes sensaciones –entre ellas incertidumbre–, del mismo modo, habilitó un momento oportuno para la reflexión en torno a nuestras prácticas profesionales y de escritura profesional. Se trató de un tiempo donde poder elaborar nuevos interrogantes y re-posicionamientos en el ejercicio profesional, mientras nos desempeñábamos tanto en las tareas de docencia como en las instituciones otras del Estado.
La revisión docente sobre las Prácticas Profesionales posibilitó la incomodidad teórica-práctica y dio lugar a formas de invención y producción dialéctica. Sucumbieron las convenciones hasta el momento conocidas de dictar las clases, de habitarlas y de estar en ellas.
¿Nos sacudió la pandemia? Sí claro, irreductiblemente. Sin embargo, también se sacudieron nuestros propios discursos, nuestras propias miradas, nuestras trayectorias, nuestras certezas fruto de nuestros largos años de experiencia, nuestros temores, nuestras resistencias, nuestras diferencias y nuestro no-saber. Trabajosamente, el desconcierto nos marcó propiciatoriamente otro camino a ser poblado con otras propuestas pedagógicas para este contexto. Resultaron en la tarea convocante y en el desafío que aún vamos transitando.

Bibliografía

1. Carballeda, A. (2010). La intervención en lo social narrada desde los ateneos. Buenos Aires, Argentina: Espacio Editorial.         [ Links ]

2. España, A. (2009). Los ateneos didácticos como dispositivos de formación y de socialización de las prácticas. En L. Sanjurjo (Coord.), Los dispositivos para la formación en las prácticas profesionales. Rosario, Argentina: Homo Sapiens.         [ Links ]

3. Haraway, D. (1995). Ciencia, Cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Madrid, España: Cátedra.         [ Links ]

4. Hernández, A. (2009). El taller como dispositivo de formación y de socialización de las prácticas. En L. Sanjurjo (Coord.), Los dispositivos para la Formación de las Prácticas Profesionales,pp. 71-106.Rosario, Argentina: Homo Sapiens.         [ Links ]

5. Jasiner, G. (2019). La trama de los grupos: dispositivos orientados a los sujetos. Buenos Aires, Argentina: Lugar Editorial.         [ Links ]

6. Rubio, R. y Bovino, B. (2020). Desandando el camino de institucionalización y la clínica de la restitución del lazo. Ponencia presentada en XIV Jornadas Nacionales de Debate Interdisciplinario en Salud y Población. Instituto de Investigación Gino Germani, Buenos Aires, Argentina.         [ Links ]

7. Sanjurjo, L. (Coord.) (2009). Los dispositivos para la formación en las prácticas profesionales. Rosario, Agentina: Homo Sapiens.         [ Links ]

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