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Palabra clave

versión On-line ISSN 1853-9912

Palabra clave vol.10 no.1 Ensenada oct. 2020

http://dx.doi.org/https://doi.org/10.24215/18539912e114 

Lecturas críticas

Parada, Alejandro E. (coord.) (2018). Una polémica con historia: el debate Juarroz-Sabor sobre bibliotecología y documentación. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, 134 p. (Cuadernos de bibliotecología; 26).

1Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP - CONICET). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE). Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina

Parada, Alejandro E.. Una polémica con historia: el debate Juarroz-Sabor sobre bibliotecología y documentación.. 2018. Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires: 13p.

“Bibliotecología y documentación: otro acercamiento a una crisis de familia” fue el título que escogió Roberto Juarroz para el artículo de 1966 que cierra la polémica entre él y Josefa Emilia Sabor sobre las relaciones de oposición y diferencia entre esos ámbitos del conocimiento que, durante buena parte del siglo XX, potenciaron, con sus acercamientos y distancias, las maneras de comprender e intervenir en el mundo fluctuante de la información. En ese escrito, Juarroz introdujo la idea de crisis como la oportunidad de ingresar a un estadio disciplinar estable y durable de colaboración solidaria entre la bibliotecología y la documentación. Pero en los avatares subsiguientes del campo, la significación y la fuerza que el término documentación había alcanzado para ese entonces se disolvió progresivamente. La década del ´70 puso a jugar nuevas palabras en el vocabulario bibliotecario. Los debates adquirieron relieves diferentes. La necesidad de ordenar y brindar sentido a la disciplina abrió un tiempo de discusiones que aún permanece abierto.

El libro comienza allí y se rige, en términos generales, por el principio del comentario. Lo nuevo en él —parafraseando al Michel Foucault de El orden del discurso— reside en el momento elegido para hablar, en el hecho tangible y significativo de reintroducir un texto acaso olvidado. Al glosar la polémica Juarroz-Sabor se restituye uno de los debates constitutivos de la historia de las ideas bibliotecarias en la Argentina y, en ese acto, se renueva también el ejercicio crítico que supone la interrogación por el oficio del bibliotecario. Todo lo que fue dicho a su tiempo por Juarroz y Sabor sobre la bibliotecología y la documentación, concentrado en el debate de finales de los ´60 o dilatado entre sus otras obras, ha pasado a integrar el archivo de la disciplina, que es lo que hace posible el decir, de cierto modo y en potencia indefinidamente, algo sobre las tramas históricas que forman su saber.

La ocasión escogida para decir algo sobre el tema que convoca el libro fue alentada por las celebraciones del 120° aniversario de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y, de manera más específica, por el cincuentenario del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas que allí se radica. El texto se aleja de las reseñas que sintetizan los procesos de cristalización institucional de la disciplina y opta, en cambio, por revisar ciertos encadenamientos cognitivos, sus relaciones con el pasado que los produjo —sincrónica y diacrónicamente considerado— y con el futuro conceptual que ya estaba inscripto en ellos. No se trata, asimismo, del resultado de una investigación dilatada o sistemática de esos principios de análisis. La obra es ante todo la reunión de una serie de primeras aproximaciones que, tal vez, se rehagan como proyectos de más largo aliento en los próximos años.

Por lo pronto, el ensayo inicial del libro, a cargo de Alejandro Parada, brinda unas coordenadas sobre las cuales situar el contrapunto entre Juarroz-Sabor y, en ese paso, reingresar a la historia bibliotecaria de la Argentina a través del despliegue discursivo y técnico de las dos tradiciones que le son constitutivas: la norteamericana y la europea. El camino algo zigzagueante recorrido por cada una de esas vertientes se expresa, con toda evidencia, en el punto de vista elaborado por la bibliotecología y la documentación como respuesta al siempre problemático exceso de información. En la encarnación local de ese diálogo, las voces de Juarroz y Sabor representan, al mismo tiempo, un pasaje significativo: el que va de la escritura de la práctica a la reflexión escrita sobre la práctica. Si bien existían algunas intervenciones de tipo epistemológicas —bastaría invocar las meditaciones de Augusto Raúl Cortazar—, estas eran aisladas, dispersas y poco conectadas entre sí. De esta constatación puede formularse una hipótesis que, si bien es arriesgada, por ello mismo promete potencia heurística: el efecto que emerge y se prolonga de aquel intercambio fue tanto o más significativo que los cómos y los porqués propiamente dichos que Juarroz y Sabor elaboraron sobre la cuestión en esas intervenciones. Una afirmación así obliga, por una parte, a una revisión de toda la bibliografía producida con posterioridad y hasta la fecha sobre la episteme de la disciplina para comprobar la vigencia de dicho debate y, por otra, impone un examen de las modalidades propias del intercambio, que tal vez hayan permanecido demasiado atadas a la brevedad de las formas editoriales que imponían las revistas de la época (hay que ver la modesta factura del Boletín de la Asociación de Ex alumnos de la Escuela Nacional de Bibliotecarios donde salieron publicados los artículos para darse cuenta de ello). La propia Sabor decía al respecto: “Valga toda excusa para escribir sólo unas pocas palabras sobre este interesante tema, con el único objeto de abrir -si fuera posible- una discusión más seria y mejor documentada…” (p. 121).

La primera forma de la exégesis de los textos que aparece en el libro remite a su inscripción en el tiempo: la disposición diacrónica y sincrónica presenta, en sus respectivas escansiones, el pasado del que emanan eso discursos —y del que, podríamos decir, están hechos y al que reingresan de forma constante— y el presente que los acosó como urgencia crítica —en palabras de Juarroz: “(...) las vertientes más fértiles del problema es haber sacudido el campo bibliotecario, sembrando en él una inquietud…” (p. 129) —. Esas dos alternativas se traducen en la exploración del debate Juarroz-Sabor entre el contexto internacional, signado por la proliferación de organismos multilaterales aplicados en controlar la multiplicación de información documental —caso UNESCO—, y la trayectoria nacional, marcada por la acumulación de experiencias y saberes que de modo progresivo constituyeron lo que hoy se reconoce como un campo, con su doxa, concurrentes y reglas específicas.

El segundo principio de análisis intenta avanzar sobre aquello que dicen los textos, es decir, procura introducirse en los intersticios de sus significados y exponerlos, glosarlos e incorporarlos a la economía del lenguaje bibliotecario contemporáneo. Este esfuerzo se orienta al restablecimiento de la noción algo olvidada de documentación, cuya fuerza académica en Argentina fue vigorosa en las décadas del ´60 y ´70 —incluso durante una parte de los ochenta—, y su problemática relación con la referencia —a secas, o especializada, según los muchos currículums actuales—. Allí está el núcleo del debate entre Juarroz y Sabor, urdido entre las interrogaciones sobre los procesos de formación de cada disciplina, sus alcances y sus ámbitos de aplicación. En estos pivotes metodológicos, esbozados con mayor o menor estabilidad propositiva, quizá se encuentren las claves para formular una hipótesis que busque comprender una escisión demasiado cara a las pretensiones de construcción de un saber estable.

Finalmente, la tercera fase de la exégesis que resulta de los textos se produce como prospección. Al reinscribir el debate en una contemporaneidad que no es la suya se produce un extrañamiento que, además de requerir los mecanismos de interpretación descriptos, desata una inquietud, devenida ya en disposición, a examinar los dilemas históricos de la disciplina y que, como tales, ya están presentes, de manera relativamente explícita, de forma más o menos incubada, en las intervenciones de Juarroz y Sabor. Y esta trascendencia —la de los problemas— es en definitiva la propensión de toda disciplina, que construye un objeto de conocimiento y lo prolonga en el tiempo, bajo el requisito de habilitar las condiciones de creación de nuevos enunciados. La tecnología e identidad conceptual son dos cuestiones que forman parte de las cosas dichas y por decir en el campo de la bibliotecología, y que en el final del libro se abren como posibilidades indefinidas del deber práctico y teórico de los bibliotecarios.

Una polémica con historia: el debate Juarroz-Sabor sobre bibliotecología y documentación reúne una serie de trabajos iniciales sobre la materia, con las ausencias y carencias que son atribuibles a la naturaleza aproximativa de las contribuciones, y con las disparidades teóricas y metodológicas propias de toda compilación. No obstante, una lectura de las intervenciones dispuestas en ese volumen podrá auxiliar a más de un proyecto en curso o que en el futuro inmediato pueda elaborarse. Y es que un buen estado de la cuestión sobre los tópicos tratados en el libro —y de los que eventualmente se encuentran en potencia— no revelaría otra cosa que una vacancia alarmante. A saldar esta deuda flagrante contribuye la obra y su momento de intervención. Los estudios venideros podrán favorecer un encadenamiento de sentidos y volver sobre las tradiciones enunciadas, aunque más no sea para alejarse de ella.

Referencias

Cortazar, A. R. (1956). Visión sintética de un curso de introducción a la bibliotecología. Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral. [ Links ]

Foucault, M. (2005). El orden del discurso. Buenos Aires: Tusquets. [ Links ]

Juarroz, R. (1966). Bibliotecología y documentación. Otro acercamiento a una crisis de familia. Boletín. Asociación de Ex alumnos de la Escuela Nacional de Bibliotecarios, 2(6), 1-5. [ Links ]

Sabor, J. E. (1966). Bibliotecología y documentación. Boletín. Asociación de Ex alumnos de la Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1(4), 1-5. [ Links ]

Recibido: 03 de Junio de 2020; Aprobado: 20 de Agosto de 2020; : 01 de Octubre de 2020

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