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Palabra clave

versión On-line ISSN 1853-9912

Palabra clave vol.12 no.1 Ensenada oct. 2022

http://dx.doi.org/https://doi.org/10.24215/18539912e176 

Lecturas críticas

Lectura crítica de Avedoy, T. (2021). Manifiesto poético-político por la investigación de-en la biblioteca pública. Ciudad de México: Tragaluz

1Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Departamento de Bibliotecología, Argentina.

Avedoy, T.. Manifiesto poético-político por la investigación de-en la biblioteca pública. 2021. Tragaluz, Ciudad de México:

En este manifiesto de 80 consignas Teresa Avedoy desestabiliza la noción actual de biblioteca pública. Alejándose de eslóganes y discursos perimidos (la biblioteca como lugar de conocimiento, de acceso, de resguardo, de cultura…) e invitando a repensar las “frases hechas”, plantea una tensión entre los discursos sobre la biblioteca pública y las vivencias de los individuos que la habitan: en los discursos, la biblioteca pública siempre es “un tema políticamente correcto” (aunque marginada y olvidada en términos sociales, económicos y políticos), encerrada en categorías que capturan lo que de vivo esta tiene y desechando lo íntimo y subjetivo, todo lo que de lugar experiencial tiene para las personas. La biblioteca pública es abordada desde una mirada que indaga en factores íntimos y humanos: la biblioteca es el lugar donde se urde la trama de lo personal y lo colectivo, lo particular y lo común, lo poético y lo político. Allí, dice la autora, en ese entrecruzamiento, está su valor poder. Avedoy escribe entonces en esta tensión entre concepciones y vivencias de y en la biblioteca pública; no importa tanto saber lo que hacemos con los libros sino lo que estos "nos hacen". Es en este sentido que el manifiesto persigue un interés humano más que bibliotecológico.

La biblioteca pública como acontecimiento, como lugar de la experiencia, como algo cercano a la propia cotidianeidad “tiene que ver con nuevos y viejos deseos, con algún sueño personal o cosas que intuimos o creemos que nos interesan, más que con preguntas de investigación“ (Avedoy, 2021, s/p 14). Así, las bibliotecas públicas son lugares del y para el conocimiento, pero también para la poesía --y, para cierto conocimiento que deviene del encuentro con materiales y haceres poéticos--, por lo que hay en el manifiesto, una revalorización de la ficción y de los mundos ficcionales, de todo aquello que da lugar a la introspección, a explorar la propia intimidad. Porque finalmente, el activismo más insospechado no parece tener que ver con eslóganes grandilocuentes, sino con lo que brota desde lo íntimo y personal.

Al mismo tiempo, el manifiesto ubica a la biblioteca pública en el territorio de los bienes comunes. El texto deja oír una reivindicación de la biblioteca como espacio de lo público, lo común. Cualquier proyecto de biblioteca es un proyecto social y por lo tanto político, al mismo tiempo que un proyecto personal. La biblioteca pública es el lugar donde los saberes y el conocimiento se construyen socialmente, saberes que germinan desde aquellas cosas que nos habitan y nos resuenan mientras la transitamos, mientras estamos en ella; el conocimiento no está dado como algo que la biblioteca debe preservar; el conocimiento se co-produce, se co-genera con otros y a partir de lo que otros han hecho y pensado; y es ella, con sus materiales y acervos, su gente, sus servicios la que tiene ese poder, ese potencial. Entonces, la biblioteca pública merece ser pensada desde otros discursos que hablen de su sentido y su valor tanto personal como público (Avedoy, 2021, p. 5).

La biblioteca pública no es un espacio que se cierra sobre sí mismo, por el contrario, es un espacio abierto, que tiene que ver con la ciudad. Dice: “la relación de la biblioteca pública con la ciudad y con lo urbano no tiene que ver con los libros sino con el modelo político, social, urbano y productivo actual por eso importa tanto como lugar físico y como un espacio abierto…” (Avedoy, 2021, p. 13).

La biblioteca pública como espacio físico es la que otorga margen para la creatividad y la acción subjetiva que puede transformar los mundos personales, propios como el entorno, por eso su poder es un “poder social, político y poético, y eso, muestra que su acción es de orden local y que va de abajo hacia arriba” (Avedoy, 2021, p. 12).

La biblioteca pública no es un reservorio de conocimiento, no es guardiana de sabiduría ni memoria de la humanidad (o no solo). De lo que se trata es de acceder para estar en ella, habitarla, para habitar (nos) el mundo, desde nuestros intentos de otorgarle sentido. Entonces, no se habita la biblioteca pública desde aspiraciones académicas sino, en principio y como punto de partida, desde una actitud vital, por razones muy personales (antes que nada, expresa la autora, la biblioteca es un lugar de relevancia para uno mismo) porque “no todo es producción ni productividad, porque no todo tiene que llevarnos a alguna parte (...) La biblioteca no solo recibe a los que están seguros de sí mismos” (Avedoy, 2021, p. 11). La biblioteca pública es también refugio, concentración, lentitud, incertidumbre, entusiasmo emergente, juego, curiosidad.

¿Cómo investigar la biblioteca pública sin definiciones inmutables ni imaginarios que capturen su sentido? ¿Cómo habitarla a la vez que se la investiga sin cercenar su potencial poético-político? Siguiendo los planteos e interrogantes que abre la autora, el manifiesto puede leerse como una propuesta y un programa de investigación: “¿Cuál ha sido nuestra bibliografía para la biblioteca pública? ¿Cuáles son las palabras que le dedicamos? (...) ¿Cómo la leemos?” (Avedoy, 2021, p. 15). A la manera zambraniana, donde sentir y pensar, conocimiento y vida son inseparables,1 política y poética van de la mano para leer la biblioteca pública. Propone entonces que “investigar la biblioteca pública con base en lo personal e íntimo es indispensable” (Avedoy, 2021, p. 15). Claro, como sabemos, lo personal siempre es político. En suma, la poética de la biblioteca pública es su política y su agenda de preguntas para la investigación.

Para terminar, párrafo aparte merecen los aspectos visuales-materiales del manifiesto. Se hace evidente una estrecha relación entre forma y contenido que colabora en la creación de significados: las ideas expuestas por la autora sobre la biblioteca casi como prolongación de nuestro cuerpo, de nuestra cotidianeidad, nuestros anhelos, sueños y proyectos personales se hacen eco en la forma material de la obra. El texto está ilustrado por Juan David Quintero Arenas (Yeidi) dibujante, pintor, ilustrador, practicante del movimiento conocido como yeidismo, práctica religiosa que se basa en la creencia de que las libretas son una extensión del cuerpo y de la mente. Las ilustraciones son más bien intervenciones a modo de trazos en páginas punteadas que invitan a pronunciarse.2 Lo que parece hacerse eco en la idea de biblioteca que trae el manifiesto como lugar para imaginar de formas nuevas (hacia lo urbano, lo colectivo, la ciudad, el entorno, la comunidad), nuevos esquemas, pensamientos, sentimientos… nuevos futuros.

Adoptando la forma de cuaderno de anotaciones o libreta (el texto del manifiesto continúa en papeles cosidos en los pliegues centrales de la doble página), invita al lector a intervenir, a que se apropie --¡se manifieste!-- mediante una escritura reflexiva: apuntes, ideas-hallazgos, “epifanías” caben en él. Se trata de una obra para leer, ver, tocar y escribir. Pero, sobre todo, para volver a pensar la biblioteca pública desde otros horizontes.

Referencias

Zambrano, M. (2020). Claros del bosque. Madrid: Alianza. [ Links ]

Notas

1La filósofa malagueña María Zambrano en su libro Claros del bosque (2020) propone un método que se arraigue en un vivir poético: “Y así, solo el método que se hiciese cargo de esta vida, al fin desamparada de la lógica, incapaz de instalarse como en su medio propio en el reino de logos asequible y disponible, daría resultado. Un método (...) que despierte y se haga cargo de todas las zonas de la vida” (Zambrano, 2020, p. 32).

2De hecho, he escrito parte de esta reseña en esas páginas punteadas.

Recibido: 02 de Agosto de 2022; Aprobado: 31 de Agosto de 2022; : 03 de Octubre de 2022

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