SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número40Políticas, grupos académicos y proyectos curriculares de Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de La Plata (1966 - 1986)Trayectorias académicas: mecanismos de acceso, permanencia y promoción en la docencia universitaria: Un estudio de caso en la UBA índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Propuesta educativa

versión On-line ISSN 1995-7785

Propuesta educativa (Online)  no.40 Ciudad Autonoma de Buenos Aires nov. 2013

 

RESEÑAS

"Somos bachiyeres". Juventud, docencia y política en la cultura escolar del Colegio Nacional Mixto de Morón (1949-1969)1

 

Adrián Cammarota*

* Lic. en Historia, Universdad Nacional de Tres de Febrero; Mg. en Historia, Universidad Nacional de Tres de Febrero; Dr. en Ciencias Sociales, Universidad Nacional de General Sarmiento - IDES; Integrante del grupo de investigación Historia y Prospectiva, Universidad Latinoamericana-HISULA. E-mail: adriancammarota2000@gmail.com

Tesis de Doctorado en Ciencias Sociales, Universidad Nacional de General Sarmiento - Instituto de Desarrollo Económico Social, UNGSIDES)
Directora: Dra. Karina Ramacciotti
Codirectora: Dra. Carolina Biernat
Fecha de defensa: 16 de octubre de 2013
Miembros del jurado:
Dra. Lucia Lionetti (UNICEN)
Dra. Sandra Carli (UBA)
Dr. Pedro Nuñez (UBA- FLACSO)

 

La tesis examina las relaciones entre la cultura escolar y las prácticas juveniles en un Colegio Nacional Mixto fundado por el peronismo en el distrito de Morón (provincia de Buenos Aires) hacia el año 1949. Estas prácticas estuvieron mediadas por imaginarios sociales, códigos culturales y normativos definidos por el género, la sexualidad y las relaciones de clases; a su vez, fueron intermediadas, por un currículum escolar que esbozó un ideal de ciudadanía.
Consideramos el caso del Colegio Nacional Mixto de Morón, una institución de carácter nacional, que nos permite pensar el siguiente problema: ¿Hasta qué punto el acceso de los jóvenes a los colegios secundarios, durante la década de 1950 y 1960, incrementó la sociabilidad juvenil, volviendo a sus protagonistas más visibles en la sociedad? Sobre este escenario los interrogantes que estructuran la investigación son los siguientes: en un plano general, ¿Cuáles fueron los condicionamientos históricos y los recursos materiales concursados por el Estado argentino para incorporar a la juventud al sistema educativo? Desde el plano local, ¿Qué demandas sociales llevaron a la fundación de un Colegio Nacional Mixto en el oeste del conurbano de Buenos Aires? ¿Quiénes eran sus estudiantes y de qué extracción social provenían? ¿Qué sentidos y valores le otorgaron a esta experiencia escolar? ¿Qué tipo de miramientos culturales se coagulaban en torno a la escuela secundaria? ¿Cómo construyeron sus subjetividades juveniles en un colegio mixto? ¿Qué tipo de asociacionismo juvenil impulsaron? ¿Quiénes eran los docentes y qué formación o trayectorias tenían? ¿Cómo era vislumbrada la juventud y qué tipo de paradigma primó a la hora de establecer los fines educativos ejercidos por las elites pedagógicas?
El espacio temporal de la tesis tiene su punto de partida en la fundación del colegio en 1949, los condicionamientos históricos que hicieron posible su experiencia y tiende hilos hasta 1969, año en el cual se termina de consolidar la institución con la creación de un moderno edificio.
Nos preguntamos por qué la cultura escolar del Colegio Nacional Mixto de Morón dejó una impronta tan marcada en los jóvenes que participaron en ella. La hipótesis que vertebra la investigación radica en que las promesas de movilidad social y la inclusión de los jóvenes en un colegio nacional mixto -novedoso para los cánones genéricos de la época, teniendo en cuenta que la mayoría de las instituciones secundarias estaban apostadas sobre una división sexuada- forjó, entre las décadas de 1950 y fines de 1960, una sociabilidad juvenil expresada en tendencias asociativas. Esta sociabilidad, que funcionó como un fuerte colectivo identitario, se logró en interacción con una cultura escolar anclada en antiguas estructuras, sustentada en el normalismo académico y mediada por las aspiraciones curriculares de un Estado que apuntaba al forjamiento de un determinado "ser joven".
La tesis se comprometió a desarrollar el nivel de "lo cotidiano", ya que en esa plaza es donde cobran relevancia los actores educativos y la tradición que estos sustentaban. Nos apartamos de encarar el estudio de caso desde una mirada basada en estructura y función devenida de ciertos parámetros sociológicos que tienden a repetir modelos y categorías de análisis perdiendo de vista la contextualización. En esta dirección, procuramos incorporar y articular distintas dimensiones que se vislumbran en la vida cotidiana escolar: las intenciones estatales (el paradigma de juventud, los objetivos pedagógicos del Ministerio de Educación, el currículum, etc.) y las prácticas e imaginarios sustentados por los sujetos pedagogizados. Por su carácter mixto, abordamos la perspectiva de género como un marco teórico transversal en el corpus del trabajo. Se configuró un enfoque analítico que permitiera dialogar con el contexto histórico, entablando una relación entre lo general y lo particular. Siguiendo esta mirada, dejamos de lado los límites que a veces imponen los estudios locales, con historias microsustentadas en personas ilustres y vertebradas en torno a un mundo armonioso y sin fisuras como las que, en ocasiones, presentan los entrevistados.
La tesis cuenta con un acervo documental poco o nada explorado en las investigaciones histórico-educativas. El punto de partida fue el archivo de la institución. También nos hemos provisto de periódicos estudiantiles, circulares ministeriales, el Boletín de Comunicaciones (fuente oficial del Ministerio de Educación), de periódicos locales, nacionales y revistas. También se realizaron una serie de entrevistas a ex alumnos/ as y docentes. Los testimonios orales fueron cruzados con las fuentes escritas teniendo en cuenta el contexto de producción de los relatos. De esta manera, se recopilan un total de 33 entrevistas encaradas, en líneas generales, como objeto de información empírica.
La tesis se dispone en seis capítulos en función de la hipótesis y cada uno cuenta con una breve introducción que anuncia al lector los ejes que estructuran los mismos. Así, el capítulo 1 da cuenta de la expansión de la matrícula secundaria, las demandas sociales previas a la llegada del peronismo y el ámbito público y privado del sistema de enseñanza. Entendemos que el crecimiento del consumo y la diversificación social durante la década de 1930 y 1940 se transformaron en un eslabón para la gestación de nuevas demandas sociales en los grandes centros urbanos. El surgimiento del Colegio Nacional Mixto estuvo inscripto en este contexto, impulsado por una demanda de los jóvenes de Morón que debían viajar hasta Capital Federal para cursar los estudios secundarios y entroncado con las aspiraciones políticas del recién llegado peronismo moronense encarnado en la figura del intendente otrora radical, César Albistur Villegas.
Ahora bien, para abordar el objeto de estudio fue necesario auscultar los orígenes de la cultura escolar del colegio teniendo en cuenta, principalmente, dos actores fundamentales: docentes y alumnos/as. En el capítulo 2, se describen las biografías de los alumnos/as -en su mayoría primera generación de escolares-, sus aspiraciones educacionales, su perfil social, los mecanismos de selección del colegio y los límites por parte del Estado para incorporar a la población estudiantil. Juzgamos que estos límites, producto de la falta de edificios de enseñanza, reforzaron los mecanismos de selección basados no en la clase sobre todo en los colegios recién creados en la periferia del sistema escolarsino en el mérito (obtención de calificaciones suficientes para sortear el examen de ingreso). Las notas de padres y alumnos y las fichas de inscripción -entre otros datos- nos inducen a pensar que el perfil social del alumnado era muy heterogéneo. Con respecto a los docentes se analiza la titulación académica y las perspectivas que generó la apertura de la institución.
El capítulo 3 da cuenta de los significados, sentidos y micro-dimensiones que le daban vida a lo "cotidiano" dentro del colegio. Nos permite adentrarnos en la relación de los jóvenes con la cultura escolar de la época. Atiende al currículo, la cultura académica brindada por la institución, el rol docente y los mecanismos disciplinarios. Nuestra hipótesis radica en que en el proceso de apelación a un modelo de juventud estudiantil juventud entendida como un paso expeditivo al mundo adulto, sustentada en el paradigma de la transiciónel colegio estuvo permeado por una serie de dinámicas que se vincularon intrínsecamente con la propuesta escolar, cuyo esquema lo hacía poco o nada permeable a lo "diferente" en el proceso socializador. Los estudiantes incorporaban un mensaje educativo creíble gracias a las promesas de movilidad social y cierta "distinción" devenida de los valores auspiciados por la cultura humanística o "cultura bachiller". A su vez, ellos eran educados en una serie de arquetipos humanos en pos de forjar un ciudadano modelo. Paradójicamente, en el marco de esa cultura escolar, que retrospectivamente los investigadores piensan como "autoritaria", los jóvenes desarrollaron espacios de socialización deportivos y culturales corporizados en el Club Colegial.
El capítulo 4 nos incita a pensar cómo, en un período dominado por el esparcimiento público, en los clubes de barrio y las sociedades de fomento, el impulso gubernamental al deporte y la acción cultural activaron una serie de relaciones y vínculos sociales por dentro y fuera del colegio, reforzando una serie de prácticas juveniles más descentradas del mundo adulto. El deporte contenía un fuerte valor cívico para modelar a los ciudadanos y afianzar la identidad nacional por medio de los campeonatos intercolegiales. El capítulo también abreva en las relaciones de género entabladas por los jóvenes, gracias al análisis de los periódicos estudiantiles -SEXO FUERTE, ELLAS y El Mentor- y la historia oral, lo que nos llevó a colegir que las instituciones educativas pensaban a las mujeres como una entidad sexual diferenciada y que actuaban "anestesiando" los cuerpos y silenciado la información en torno a ellos. Este marco cultural era sostenido por el colegio y las familias.
Ahora bien, estos espacios de socialización "compitieron" con los intentos de encuadrar a la juventud, y al sistema de enseñanza en general, en un asociacionismo político más amplio por parte del gobierno peronista. En el capítulo 5, se avanza sobre la percepción que tuvieron los sujetos pedagogizados de ese proceso. En un contexto de crisis económica signada por la disminución de la distribución material, en la que se generó una suerte de distribución simbólica a partir de la implementación de los manuales "peronizados" y la lectura obligatoria de los planes quinquenales, era menester impulsar un asociacionismo político corporizado en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y en los intentos de adoctrinamiento del sistema escolar. Según se desprende de los testimonios, el fenómeno peronista que alteró las jerarquías y las subjetividades sociales, impactó de manera diferencial entre los alumnos y los docentes del plantel.
Sin embargo, la caída del peronismo dio lugar a la participación estudiantil. A fines de la década de los 50, los jóvenes cobraron mayor visibilidad, ocupando las calles y bregando por la creación de centros estudiantiles en el seno de los colegios secundarios (capítulo 6). Las elites educativas percibieron que, tras el derrocamiento del peronismo, la educación "estaba en crisis" y que la cultura escolar debía encauzarse en nuevos carriles para afrontar el clima de época en una coyuntura caracterizada por el cruzamiento de diversas culturas pedagógicas y tendencias modernizantes que entraban en tensión. El surgimiento de una nueva sociabilidad juvenil dentro del Colegio Nacional Mixto de Morón, imbuida por las movilizaciones en torno a la lucha "libre o laica" o el funcionamiento de un centro de estudiantes clandestino, puso en la tapa de las novedades las grietas que alejaban al sistema de enseñanza de las nuevas prácticas juveniles que estaban despuntando en los albores de la década sesentista. El capítulo se complementa con las percepciones que tuvieron los docentes sobre este proceso gracias al análisis de las fuentes atesoradas en el archivo.
En resumen, la tesis puede ser leída desde tres perspectivas: desde una historia socio-cultural de la educación, desde el campo de la política social o desde una historia de la juventud previa a la década de 1960. Más allá de estas consideraciones, la investigación permite entender la combinación entre un sistema escolar meritorio y la cultura escolar de la época en relación con los jóvenes, logrando un relato comprensivo y rico en contexto que llena un vacío historiográfico. Pero, sobre todo, promueve un diálogo interdisciplinario en lo que atañe a las investigaciones histórica-educativas con hipótesis sugerentes que en un futuro merecerían ser exploradas mediante la recuperación de los archivos escolares.

Nota

1 La tesis se encuentra en prensa en la editorial Biblos. Será publicada con el título "Somos bachiyeres" Juventud y cultura escolar

Recibida el 25 de octubre de 2013

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons