SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número48Repensar el futuro de la educación superior:¿con qué desafíos podemos encontrarnos?¿Estudiar o trabajar?: Dilemas en la formación de profesionales de clase media en Córdoba (Argentina) índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Propuesta educativa

versão On-line ISSN 1995-7785

Propuesta educativa (Online)  no.48 Ciudad Autonoma de Buenos Aires nov. 2017

 

ARTÍCULOS

Tendencias internacionales emergentes para la transformación de la educación: aportes y reflexiones

 

Xavier Aragay Tusell*

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Bellaterra (UAB), Máster en Desarrollo Organizacional y en Liderazgo y Gestión de la Ciencia. Director del Reimagine Education Lab. Fue director general de la Fundación Jesuitas educación. E-mail: xaragay@gmail.com


Resumen

A partir de la experiencia y de las observaciones realizadas en distintos países, el autor identifica nueve tendencias emergentes en las iniciativas de cambio y transformación educativa que se llevan a cabo en el mundo, se detiene especialmente en la evaluación del impacto sobre los alumnos de los cambios realizados en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y presenta una de las pocas experiencias realizadas y publicadas en este sentido. Posteriormente, se centra en las cinco condiciones fundamentales que, a su entender, han de concurrir en las escuelas para que sean posibles las transformaciones y, de esta forma, los cambios iniciales no queden limitados a meros brotes primaverales. Completan el artículo los aportes en torno a la relación entre las personas dentro de un centro y a la necesidad de ver el cambio como un proceso integral en el tiempo. Finalmente, el autor reflexiona sobre innovación educativa e inclusión social para acabar realizando una llamada a la imprescindible implicación de todos los actores de la comunidad educativa en el necesario cambio educativo.

Palabras clave: Transformación educativa; Inclusión social; Interdisciplina; Evaluación.

Abstract

Based on the experience and the observations made in different countries, the author identifies nine emerging trends in the initiatives of change and educational transformation that have been carried out worldwide. He evaluates the impact the changes made in the teaching and learning process have on students and presents one of the few experiences made and published in this regard. Subsequently, he focuses on the five fundamental conditions that, in his opinion, have to concur in schools so that the transformations become possible and not limited to mere spring buds. The article highlights the importance of people relationships within a center. In addition, it demonstrates the need to see change as an integral process over time. Finally, the author reflects on educational innovation and social inclusion. He declares all actors within the educational community essential in the much needed educational change.

Key words: Educational transformation; Social inclusion; Interdisciplinary work; Assessment.


 

Hoy la sociedad está viviendo una verdadera primavera pedagógica vinculada a la innovación y al cambio en las escuelas. Efectivamente, ante la profunda percepción de crisis que experimentan la mayor parte de los sistemas educativos de todos los países, son centenares las escuelas, redes de escuelas, instituciones y proyectos en los que también a menudo están involucrados los gobiernos, que exploran y hacen realidad metodologías innovadoras y nuevas escuelas en edificios y tradiciones con frecuencia centenarios. De esta forma, aparece un renovado interés por la educación como motor y herramienta básica para mejorar la humanidad. Y está ya en la agenda mundial todo lo que tiene que ver con la innovación y transformación del proceso de enseñanza y aprendizaje. Hoy se habla más que nunca de educación y de su sentido.
Por mi experiencia en el diseño y la puesta en marcha durante ocho años del proyecto Horizonte 2020 de los jesuitas de Cataluña, y por mi responsabilidad actual como director del equipo de Reimagine Education Lab, en estos últimos cuatro años, he viajado a más de diecisiete países donde he entrado en contacto con centenares de equipos directivos y profesores de escuelas y universidades que están reaccionando frente a la crisis de la educación y están avanzando en la innovación educativa. Por lo que atañe a este enriquecedor contacto y a los intercambios de experiencias y conocimientos realizados, he podido constatar un conjunto de nueve tendencias internacionales en aquellas escuelas y experiencias de muy distintos países que transitan por la transformación y el cambio educativo. Estas tendencias no son fruto tan sólo de la investigación y el debate. Son fundamentalmente producto del intercambio de experiencias y de la observación de la realidad, de los sueños de equipos que no esperan leyes o señales para cambiar y que consideran que ningún obstáculo es lo bastante grande como para bloquearles.
Vamos a repasar, una por una, las nueve tendencias internacionales emergentes de la transformación educativa que he identificado y observado:

• Un alumno que se ubica en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje es su protagonista, y aprende haciendo
En el sistema tradicional que tratamos de transformar, el centro lo ocupan el profesor, los contenidos y el currículum que se aspira a aprender. Todo ello debe descentrarse para conseguir poner en el centro al alumno, su desarrollo, sus intereses. Para que sea él quien de forma activa, mediante su trabajo individual y en equipo, vaya aprendiendo y desarrollándose mediante un planteamiento significativo y basado en la experiencia. Este camino nos ha de permitir plantearnos una mayor personalización, diversidad e inclusión.

• Un profesor que cambia de rol y que pasa de estar centrado en su materia o contenido a estar centrado en el desarrollo humano y personal del alumno
Efectivamente, un profesor que deja de estar en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje y centrado en su materia o foco curricular de forma individual y muy solitaria, y que transforma su rol de presentador y transmisor oral del conocimiento para devenir un profesional centrado en el desarrollo y el crecimiento de la persona mediante una acción en equipo e interdisciplinar con otros profesores. Así, mediante el diseño de proyectos y entornos de trabajo, y la dinamización de actividades en el aula pero siempre cerca de los alumnos, impulsa, interpela, guía y orienta sus trabajos individuales y en equipo. El profesor se convierte, pues, en un referente vital para sus alumnos.

• Un aprendizaje basado en la comunidad educativa, en la relación personal, en la creación de vínculos y en el trabajo cooperativo
El aprendizaje con los otros y en equipo, es fundamental para conocernos y construirnos como personas. Por tanto, el sistema de trabajo colaborativo debe ocupar una proporción significativa del tiempo lectivo de los alumnos mediante el trabajo por proyectos, la resolución de retos o problemas complejos, de forma que se establezca como referencia básica del proceso de enseñanza y aprendizaje la comunidad educativa. En ella, las agrupaciones de alumnos y profesores pueden variar combinando grupos grandes, grupos naturales o grupos pequeños, pero primando, en todo caso, el aprendizaje entre iguales.

• Un aprendizaje interdisciplinar basado en el planteamiento y la resolución de retos que superan las materias curriculares y están conectados con la vida y el contexto significativo que rodea al alumno
El trabajo interdisciplinar para la resolución de problemas y retos vinculados a la vida real y al contexto de los alumnos, que utiliza además dinámicas participativas y lúdicas, permite una educación más integral y un aprendizaje más activo y dinámico. En este sentido, las evidencias científicas existentes vinculan el trabajo en equipo y la interdisciplinariedad a la creatividad, a la capacidad de iniciativa, a aprender a aprender y al trabajo con los demás. Todos ellos, aspectos básicos de la persona que queremos educar, y que son básicos para el futuro del alumno y su proyecto vital.

• Una educación con mirada y sentido integrales dirigida a todas las inteligencias del alumno y orientada a impactar en el conjunto de la persona para ayudarla a conocerse y a construir su proyecto vital
La educación y el proceso de aprendizaje se enfocan de forma integral, con una nueva mirada al conjunto de la persona para integrar todas las inteligencias del alumno y así desarrollar aptitudes, competencias, conocimientos y valores pertinentes con el modelo de persona a educar. En este sentido, el eje fundamental de la nueva mirada y el sentido integral de la educación es la búsqueda del desarrollo del proyecto vital del alumno para que pueda disponer de las herramientas fundamentales para devenir un ciudadano activo en su entorno.

• Una evaluación de los alumnos y de su progreso totalmente transformada y al servicio del objetivo de educar
La evaluación de los alumnos es un elemento fundamental que cambia completamente su dinámica y enfoque. Así, la evaluación debe enfocarse de forma holística, cualitativa, informal y continua, y ha de estar al servicio del desarrollo de la persona y del aprendizaje. De esta forma, pasa a ser diagnóstica, formativa y sumativa, e incluye autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación para tener un feedback constante y avanzar en los procesos metacognitivos. En consecuencia, más allá del enfoque y de su función, ha de cambiar también el boletín de notas para el alumno y las familias a fin de que explique y comunique el nuevo modelo educativo y la nueva forma de evaluar.

• Un acompañamiento activo de los maestros y profesores en su cambio de rol
Los maestros y profesores deben tener un acompañamiento activo para cambiar de rol, en un proceso que vaya más allá de la formación clásica conceptual y que asegure también el «aprender haciendo» y el compartir con otros docentes sus preocupaciones y avances. Sin una dedicación específica y temporal para que el profesor pueda reflexionar sobre su acción docente y transitar individual y colectivamente por el camino del cambio de metodología y de rol, es imposible realizar y asegurar un cambio educativo en condiciones. Esta es, sin duda, una inversión necesaria.

• Una evaluación efectiva de las iniciativas innovadoras y de cambio basada en el análisis, la observación y la cuantificación del impacto realizado en el alumno
Se hace imprescindible evaluar el impacto sobre los alumnos y sobre el modelo de persona a educar de todas las innovaciones educativas que se vayan decidiendo e implementando. Esta evaluación se debe plantear en el mismo momento del diseño del cambio que se quiere realizar, en un avance decidido hacia una pedagogía más fundamentada en datos y en evaluaciones científicas, y en la construcción de una teoría para el cambio que posteriormente permita contrastarla y validarla. En este sentido, se va abriendo camino progresivamente la distinción entre resultado e impacto en el devenir del alumno dentro de la escuela.

• Un trabajo abierto y en red con otras escuelas e instituciones para construir, de forma cooperativa, el camino de cambio
Transformar una sola escuela aislada, por grande que sea, es muy difícil. Los diferentes contextos, el trabajo compartido y en red, la observación de las buenas prácticas de otros y el compartir errores y aciertos, y hacerlo en red, es la mejor forma de aprendizaje colectivo que conocemos. Así, el trabajo abierto, experimental y en red se convierte en un gran instrumento para avanzar.

En todas las iniciativas de cambio e innovación que se llevan a cabo en estos momentos en el ámbito escolar, podemos observar la mayoría de las nueve tendencias que he descrito brevemente. Aunque no las llamen por este nombre o las bauticen con algún nombre técnico o específico. Y ciertamente, aunque no hay un solo modelo por replicar, porque todos los contextos son distintos, como distintas son también las maneras de entender la educación por parte de cada institución y escuela, sí que podemos reconocer estas nueve tendencias, de una forma u otra, en prácticamente todas las iniciativas innovadoras, que, generalizando, podemos denominar "pedagogías activas".
Antes de continuar con más aportes o reflexiones en torno a la transformación de la educación, voy a detenerme brevemente en la evaluación efectiva de las iniciativas de cambio basadas en el análisis, la observación y la cuantificación del impacto sobre los alumnos. No son suficientes las sensaciones, intuiciones u opiniones cuando ponemos en marcha innovaciones en el proceso de enseñanza y de aprendizaje en nuestras escuelas. Es preciso valorar, cuantificar y contrastar los progresos con base científica, sobre todo en cuanto al modelo de persona que queremos educar y a su impacto (o no) sobre los alumnos. Esta debe ser nuestra fortaleza, porque la evaluación debe ser el verdadero motor de la mejora y transformación educativa, y el instrumento fundamental para reimaginar nuestra educación.
Cuando hace cuatro años, en Barcelona, después de cerca de otros cuatro años preparando el terreno, en el marco del proyecto HORIZONTE 2020 de la red de escuelas de Jesuïtes Educació http://h2020.fje.edu/ es/, pusimos en marcha la innovación disruptiva de la experiencia piloto de la NEI (Nueva Etapa Intermedia http://h2020.fje.edu/materials/ v13/), nos comprometimos públicamente a realizar una evaluación externa del impacto de los cambios educativos sobre los alumnos. El elemento clave es que en el mismo momento en que diseñábamos la innovación de la NEI, pusimos en marcha los mecanismos para evaluar su impacto. Así, en primer lugar, al acabar el primer curso de la NEI, realizamos, con medios internos, la evaluación del proceso http://h2020.fje.edu/wpcontent/uploads/2017/03/Infograf%C3%ADaObservaci%C3%B3nNEI.pdf. En este caso, se trataba de observar y evaluar si el diseño que habíamos realizado sobre el papel se había trasladado a la realidad del aula. De esta evaluación se hizo el correspondiente informe, que incorporaba una serie de observaciones y recomendaciones de mejora para el equipo directivo de la NEI. Estas recomendaciones se implementaron con el correspondiente plan de mejora.
Posteriormente, al terminar el segundo curso de la NEI, pusimos en marcha la primera ola de evaluación (habrá que realizar más) del impacto producido sobre los alumnos que se resume en este informe final, que está a disposición de todos los educadores e investigadores interesados http://h2020.fje.edu/wp-content/uploads/2017/04/Informe-final-CAST-WEB.pdf. También hemos publicado el cuaderno número 9 de la colección Transformando la educación, como divulgación más amplia de la evaluación de dicho impacto http://h2020.fje.edu/wp-content/uploads/2017/03/Q9-CAST-WEB.pdf
La evaluación la han llevado a cabo grupos de investigación externos (Barcelona, Chicago y, en Buenos Aires, un equipo de investigación de FLACSO dirigido por la investigadora Sandra Ziegler) según una metodología específica, la he dirigido yo mismo y ha sido coordinada por el nodo de innovación de la red jesuita de Cataluña (llamado CETEI), que también ha realizado el informe final. Los resultados más interesantes derivados de esta primera ola de evaluación han sido en relación con la mejora del clima del aula (que tiene una importancia capital para la mejora del aprendizaje y la educación), con un claro aumento de la creatividad de los alumnos y con un cambio de su marco mental respecto al trabajo en equipo y a su forma de aprender (más claramente colaboradora). A la vez, se constata que el descentramiento del rol del profesor ha dado poder al alumno y una mayor autonomía, así como un vínculo más estrecho con los docentes y también con los demás alumnos. Y se sabe que si mejora el vínculo, sin duda mejoran la educación y el aprendizaje. Y todo ello manteniendo los buenos resultados académicos de estos alumnos antes de comenzar la innovación. Para llevar a cabo esta evaluación diseñamos un modelo lógico que nos ha dado una metodología global para el diseño, la planificación, la observación y la evaluación de las innovaciones introducidas de acuerdo con el modelo de persona que nos proponíamos educar http://h2020.fje.edu/wp-content/uploads/2016/09/EXCEL%C2%B7LENCIA-HUMANA-documento-de-las-4C-CATF-150505.pdf. Además, la implantación progresiva de las innovaciones en las distintas escuelas de la red nos permitió hacer un estudio "cuasi experimental" y contar con un grupo de intervención y otro de comparación, lo que da más solidez a los resultados y en conjunto sitúa el modelo como una importante novedad en el panorama educativo tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Es evidente que la sistemática de la evaluación del impacto no ha hecho más que empezar y que esta primera ola de evaluación en el marco del proyecto Horizonte 2020 tiene importantes limitaciones (entre ellas, el hecho de que los alumnos sólo habían realizado dos cursos de los cuatro que prevé la NEI), pero las opiniones recogidas en el proceso de evaluación de alumnos, familias y docentes confirman también una valoración positiva respecto al crecimiento personal y al proyecto vital de los miembros de la comunidad educativa. Evidentemente, también se recogen una serie de alertas y recomendaciones dirigidas al equipo directivo de la NEI (muy útiles para el proceso de calibrado y mejora de la innovación) y otras treinta recomendaciones vinculadas a las próximas olas de evaluación (fiabilidad de los registros, mejora de las herramientas usadas y potencialidad de nuevas herramientas).
Y después de mi insistencia en la importancia de la evaluación de las innovaciones introducidas en el proceso de enseñar y aprender basada en los impactos sobre los alumnos, sigo con las reflexiones y aportes en torno a la transformación educativa. Vamos ahora a reflexionar en torno a las cinco condiciones fundamentales que, a mi modo de ver, concurren junto con las nueve tendencias antes citadas, y que son muy importantes para que no se desarticule o frustre el proceso y quede en una primavera sin continuidad:

1. El liderazgo práctico y activo del equipo directivo que está al frente de un proceso integral de cambio. Generar un cambio en educación es un proceso sostenido en el tiempo que requiere una estrategia clara y un liderazgo fuerte, globalizador y compartido para llevar adelante la experiencia.

2. Sueño y convicción. Es decir, sueño para visualizar el cambio que queremos realizar, que es mucho más que la suma de pequeñas innovaciones, y convicción de que ello es posible más allá de la dificultad y complejidad que conlleva.

3. Superación de los marcos mentales de los equipos directivos. Los marcos mentales de los directivos son normalmente el principal freno para el cambio. Aunque a veces nos escudamos en otros frenos, como las leyes y normas, la falta de recursos o las familias, la verdad es que de las principales experiencias de cambio se concluye que el obstáculo que hay que superar son las creencias preestablecidas, los encargos inerciales y los marcos de actuación que tienen fijados los directivos de una escuela.

4. Identificación de la trasformación educativa como un proceso que requiere tiempo y que afecta a todos los elementos de la escuela como institución. Es decir, si transformar la educación y la escuela es un proceso de cambio personal, colectivo, organizativo y cultural, no podremos improvisarlo ni seguramente empezar directamente por realizar cambios en el aula, aunque este sea el objetivo final. Deberemos utilizar una metodología de cambio que permita una estrategia integral.

5. Unas condiciones favorables y promotoras de la administración o administraciones educativas pertinentes. Aunque, si bien es cierto que en este siglo los cambios reales y efectivos se establecen de abajo arriba, no es menos cierto que una administración educativa que aporte más recursos, no ponga trabas a la innovación, sino que la facilite e impulse mediante la simplificación de procesos y controles, y busque el fomento de la misma, asegura la generalización y una velocidad de crucero más favorable.

Porque es muy importante entender que estamos hablando de un "proceso" de transformación educativa. Es decir, no hablamos solamente de innovar o realizar cambios en las aulas… Claro que los realizaremos, pero nuestra intención, nuestro proyecto, es un cambio sistémico. Y, por tanto, un cambio de mirada, cultural, organizativo, de espacio físico. Es toda la escuela la que entra en un proceso de cambio profundo. Y para que esto ocurra, he observado que deben concurrir los cinco elementos citados. En este sentido, no debemos olvidar que la escuela, la universidad, son personas. Personas que realizan muchas actividades con otras personas y para las personas que se están formando o educando. Y aunque es verdad que a menudo hablamos de la universidad o de la escuela como instituciones, más verdad es aún, y esto a veces se olvida, que estas instituciones están formadas por personas. Y solamente la persona, cada una de ellas, puede decidir realizar un cambio educativo. Y sólo si lo decide en su interior, si lo decide libremente, si sueña y se arriesga a dar el salto, el cambio puede entrar en el terreno institucional. Y precisamente en el interior de las personas, y sobre todo en el interior de los directivos educativos, reside la principal fuerza y también la limitación más importante para realizar el cambio. La fuerza para la transformación se halla en la conexión entre la vocación y la mirada dirigida a la persona y al futuro. La limitación radica en los marcos mentales desajustados respecto al momento que vivimos y al futuro que adivinamos. Y, a menudo, estos marcos desajustados se expresan en forma de desconcierto, de conservadurismo, de perfeccionismo, de miedo o de hiperactivismo.
Si el lector ha llegado a este punto del artículo, lo que le agradezco profundamente, quizás ha tenido la duda de que la innovación y el cambio de los que hablo sólo se los pueden permitir las escuelas que tienen recursos y que desarrollan su actividad en contextos favorecidos… En mi opinión, nada más lejos de la realidad. Concibo la innovación educativa como un intento organizado y colectivo de transformar el proceso de aprendizaje de los alumnos (en una escuela o red de escuelas) para conseguir una educación integral (valores, competencias, aptitudes y contenidos curriculares) que les permitan desarrollarse como personas (proyecto vital) en el siglo en que les toca vivir. Realizar este proceso (que no consiste únicamente en introducir algún pequeño cambio) es muy complejo y requiere intervenir en todos los elementos del proceso educativo y con todos los actores de la comunidad educativa.
Y para impulsar este cambio es imprescindible una necesidad clara que apremie. Y en mi experiencia directa, basada en la transformación desarrollada, o indirecta, sustentada en las visitas a escuelas y organizaciones de distintos países, la necesidad de mejorar los resultados e impactos educativos en entornos socioeconómicos difíciles y complejos ha sido, es y será un motor de innovación transformadora que busca la inclusión social. Hay muchas experiencias en este sentido. La investigación y la experiencia muestran que se pueden mejorar mucho los resultados educativos y, por tanto, avanzar decididamente hacia la inclusión social introduciendo innovaciones disruptivas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Porque los alumnos de menor nivel socioeconómico son los que más problemas tienen para adaptarse a un modelo de educación hoy caduco, que se diseñó en el siglo xix para una minoría de nivel socioeconómico alto y que, sin cambios sustanciales, afortunadamente hemos extendido a toda la población y a todos los niveles sociales. Situar al alumno en el centro del proceso, asegurar que "aprende haciendo" mediante el trabajo colaborativo y que desarrolla proyectos interdisciplinares que integran conocimientos, valores y competencias y aptitudes a la vez que incluye todos los elementos específicos personales y sociales que le permiten una vida plena para integrarse en la sociedad y transformar el mundo en que vive, es la mejor manera de llevar a cabo la inclusión social que queremos y deseamos. Y para ello, es imprescindible una innovación profunda que transforme la escuela y el aula.
Asegurar una educación plena y la inclusión social implica innovar también en tres elementos clave del cambio educativo: el establecimiento de un vínculo con los alumnos, el trabajo directo con las familias y la integración de la educación formal con el tiempo libre. El vínculo con el profesor (más allá de la mera transmisión de contenidos) refuerza y apodera. Incorporar a las familias en el proceso de aprendizaje mediante nuevas estrategias asegura el impacto educativo. Tener una visión integrada y operativa del proceso de la educación formal y de la no formal es garantía de éxito en entornos socioeconómicos pobres. Nos queda camino por recorrer, pero inclusión social e innovación educativa son inseparables. Y personalmente no concibo la una sin la otra. La educación debe reimaginarse. Y es una herramienta tan poderosa e importante que no podemos dejarla en manos de la inercia o de la mera actividad por la actividad. Tampoco podemos esperar que una nueva ley o norma la transforme. La educación se debe transformar de abajo arriba. Con la participación de toda la comunidad educativa.
La educación te necesita para cambiar. Sí, te necesita a ti. Por esto he escrito este artículo. Para realizar aportes y reflexiones globales sobre las tendencias emergentes de trasformación educativa que te ayuden a avanzar en un contexto concreto. Quizás no sea un artículo corriente. Quizás no hayas encontrado soluciones técnicas. Tampoco profundas explicaciones de por qué debemos hacer el cambio. Ya existen muchos libros y artículos que cuentan todo eso. Pero, a menudo, no desarrollan lo que, a mi entender y de acuerdo con mi experiencia, es esencial para poder realizar un cambio profundo en la educación: identificar y conocer qué tendencias emergentes se desarrollan hoy en el mundo y qué condiciones de proceso son imprescindibles para avanzar en un camino posible pero complejo.
¡Ojalá avances por este camino! ¡Y ojalá lo podamos compartir!

Recibido en Mayo de 2017
Aceptado en Julio de 2017

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons