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Historia de la educación - anuario

versão On-line ISSN 2313-9277

Hist. educ. anu. vol.11  Ciudad autonoma de Buenos Aires. jan. 2010

 

ARTICULOS

La Patagonia en los libros de lectura de la escuela primaria de Río Negro y Neuquén 1956-1962. Imágenes y representaciones: entre la realidad y el mito.1

Amelia Beatriz García*

Facultad de Ciencias de la Educación- UNCO
beatriz1843@yahoo.com.ar

* Docente e Investigadora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue. Co-Directora de Proyectos de Investigación sobre Historia de la Educación de Río Negro y Neuquén desde 1988. Coautora de los siguientes libros: Sobre Maestros y escuelas. Una mirada a la educación desde la Historia, Neuquén1884-1957; Actores y escuelas, una historia de la educación de  Río negro; Hoy nos visita el Inspector. Historia e historias de la Inspección y Supervisión escolar en Río Negro y Neuquén-1884-1992.

1 Este trabajo forma parte del Proyecto: "Libros de texto. Imágenes y representaciones: La construcción de la Patagonia en el imaginario escolar. Río Negro y Neuquén (1884-1957)". Dirigido por Mirta Teobaldo y codirigido por Amelia B. García en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue.

 


Resumen          

El estudio de los textos escolares como reflejo de las influencias pedagógicas e intenciones políticas, supone un nuevo horizonte dentro del campo de búsqueda de la realidad escolar en la medida en que cada vez más se procura conocer qué ha sucedido dentro de las aulas, qué parte de la cultura ha sido seleccionada para su transmisión, cómo han sido los espacios, los contenidos, los libros, los métodos. En esta línea de análisis nuestro objetivo es analizar las representaciones que sobre la Patagonia están presentes en los textos (manuales y libros de lectura).
De un corpus documental de veinticuatro libros de lectura, editados entre 1956 y1962, hemos seleccionado para trabajar en este artículo diez lecturas puntualmente referidas a la Patagonia cuyos contenidos plantean la ubicación geográfica, utilizan la comparación con algunos lugares de Europa para describir el paisaje, vinculándolo a posibilidades turísticas de la zona, o se refieren a la famosa leyenda de los Césares, uno de los mitos más fantásticos, que formó tempranamente parte del imaginario argentino. La construcción de esta región, de sus habitantes, de sus posibilidades aparece a través de conceptos claves que se presentan como opuestos: desierto/civilización, bárbaro/civilizado, aridez/belleza imponente, inhospitalaria/fértil, vacío/progreso que, a modo de mapa indiciario permiten ir identificando posibles representaciones.

Palabras clave: Libros de texto; Patagonia; Enseñanza de la geografía; Representaciones escolares; Escuela primaria.

Abstract

The study of the school texts as reflex of the pedagogic influences and political intentions, it supposes a new horizon inside the field of search of the school reality in the measurement that increasingly is got to know what has happened inside the classrooms, it what divides from the culture it has been selected for its transmission, how they have been the spaces, the contents, the books, the methods. In this line of analysis our lens is to analyze the representations that on the Patagonia are they present in the texts (manual and books of reading).
Of a documentary corpus of twenty-four books of reading, edited between 1956-1962, we have selected to be employed at this article ten readings punctually recounted to the Patagonia which contents raise its geographical location; they use the comparison with some Europa's places to describe the landscape, linking it to tourist possibilities of the zone; or they refer to the famous legend of Los Cesares, one of the most fantastic myths, which formed early part of the imaginary Argentinian. The construction of this region, of its inhabitants, of its possibilities they appear across key concepts that they present like opposite: Desert /civilization; barbarian /Civilized aridity/impressive beauty; inhospitable/ fertile; empty/ progress, that like map indiciario they allow to be identifying possible representations.

Key words: School texts; Patagonia; Teaching of geographie; School representations; Elementary school.


 

Un libro que no despierte emociones en el alma del niño, que no hable directamente a su corazón es un libro ineficaz.

"Días de Infancia"
(Libro de lectura para 4to grado, 1957)

Presentación                                            

Los textos escolares2 como instrumentos formadores de representaciones que reflejan la sociedad, colaboran en la construcción del imaginario de una época desde el proyecto hegemónico y las relaciones de poder. Teniendo en cuenta la importancia de este material escrito, el objetivo central del proyecto de investigación está dirigido a rescatar las imágenes de la Patagonia que encierran sus páginas. La Patagonia como tierra mítica y sus habitantes originarios, han sido objeto de diferentes estudios en el campo de la interculturalidad. Desde esta perspectiva, en una primera etapa histórica, el núcleo de la representación sobre esta región se constituye a partir de dos ideas vinculadas entre sí: la idea de "desierto" y "vacío y la idea de "salvajismo" y "barbarie", que refieren al plano territorial y al plano de sus habitantes respectivamente.
Esta primera mirada que recorre la época colonial hasta la conquista militar de 1879 se constituye, en la plataforma que legitima la política de conquista. En una segunda etapa, tras las campañas militares iniciadas en 1879, las representaciones de la Patagonia asisten a un período de redescubrimiento y resignificación, producto del relevamiento de recursos, utilidad y aprovechamiento del espacio. Las investigaciones se concentran en caracterizaciones que representan a la Patagonia como "santuario natural" (Podgorny, 1999, p.161) "patrimonio" (Andermann, 2000, p. 94) y "construcción estatal" (Nouzeilles, 1999, pp.36-37).
Sin embargo, la representación de la Patagonia a través de los libros de texto es un contenido escasamente estudiado. Sólo existe una breve incursión al tema en el artículo de Navarro Floria sobre dos manuales de geografía de 1862 y 1887, anteriores a nuestra etapa de investigación. En este sentido el autor demuestra como la imagen de la Patagonia reflejada en los textos no responde a la transposición de los conocimientos científicos de la época, sino más bien a la funcionalidad política que buscaba "canonizar una imagen unificada del país y de su territorio" (Navarro Floria,2001, p.149). El texto escolar "se convierte en una herramienta de la apropiación discursiva del espacio nacional y de la fijación de su imagen", a través de la representación de la Patagonia como espacio "indiscutiblemente sometido a la soberanía nacional" y a la visión de una tierra radicalmente desconocida y vacía". (Navarro Floria, 2001, pp. 139, 140).
En esta línea de análisis el cuerpo de los textos escolares analizados en este proyecto lo constituyen todas las producciones escritas que circularon en las escuelas oficiales y salesianas en el período de Territorio Nacional (1884-1957)3. Particularmente para este artículo reunimos un corpus documental de 24 Libros de lectura cuyas fechas de edición (1956-1962) corresponden al período pos-peronista durante el cual aparecen nuevas ediciones que, en función de la política educativa nacional vigente, prescinden de todos aquellos contenidos que respondían a la orientación ideológica del gobierno justicialista. Asimismo el proceso de provincialización4 (1955-1962), y por ende el cambio de status de Territorio a Provincia, no tuvo repercusión en el ámbito de la producción y uso de textos escolares. En consecuencia hasta la mitad de la década del 60, circulan a nivel provincial los editados en Bs. As., en primera o sucesivas ediciones (1956-1962) y aprobados por el Consejo Nacional de educación y de distribución nacional5.
Dicho corpus esta integrado por  los textos que a continuación se enumeran: AFÁN Y FE, 4º grado, 3ra. ed. 1957. VOCES CORDIALES, 3º grado, 4ta. ed. 1957. SOSIEGO, 5º grado, 1961. AMAPOLA, 1º grado superior, 3ra. ed. 1959. PANORAMAS DE AMERICA, 5º grado, 3ra. ed. 1956. PANORAMAS DE AMERICA, 5º grado, 9na. ed. 1960. DIAS DE INFANCIA, 4º grado, 3ra. ed. 1957. DIAS DE INFANCIA, 4º grado, 6ta. ed. 1960. FUENTES DE VIDA, 6º grado, 13ra. ed. 1957. FUENTES DE VIDA, 6º grado, 17ma. ed. 1958. MOTIVOS AMERICANOS, 5º grado, 1956. NUESTRA TIERRA, 5º grado, 1957. DOS CHIQUILLOS, S/R, 1957. CALIDOSCOPIO AMERICANO, 6º grado, 3ra. ed. 1959; ABRIENDO HORIZONTES, 4º grado, 1954-2d. Ed. s/fecha. NUEVA JORNADA, 4º grado, 1957. REPUBLICA, 6º grado, 1957. SAVIA NUEVA, 5º grado, 12da. ed. 1958. ACUARELAS, 2º grado, 2da. ed. 1958. HACIA UN MUNDO FELIZ, 6º grado, 2da. ed. 1958. RUTA GLORIOSA, 4º grado, 5ta. ed. 1960. ORIENTACIÓN, 7º grado, 3ra. ed. 1959. ROCIO, 1º grado superior, 5ta.ed. 1959.6
De la documentación hemos seleccionado para trabajar en este artículo diez lecturas7 puntualmente referidas a la Patagonia. En algunas el contenido gira en torno a su ubicación geográfica; en otras a través de la  comparación con algunos lugares de Europa describe el paisaje y lo vincula a las posibilidades turísticas de la zona. Asimismo, se propone como lectura la famosa leyenda de los Césares, uno de los mitos más fantásticos que formó tempranamente parte del imaginario argentino.
La construcción del espacio, de sus habitantes, de sus posibilidades aparece a través de conceptos opuestos: desierto/civilización, bárbaro/salvaje, árida/bella e imponente, inhospitalaria/fértil, vacío/progreso. Entre otros conceptos, son estos, los que a modo de mapa indiciario permiten ir identificando posibles representaciones8, entendidas: "como formas de conocimiento socialmente elaborado y compartido, que definen identidades personales y sociales y con las cuales aprehendemos los acontecimientos de la vida diaria, las características de nuestro medio ambiente y las informaciones que en el circulan" (Jodelet, 1994, p. 30).

De la ubicación geográfica de la Patagonia y de sus límites

La ubicación geográfica de la Patagonia y sus límites no es una cuestión sobre la cual los libros de lectura del período analizado presenten visiones comunes. Muy por el contrario, registramos a través de algunas de las lecturas seleccionadas una diversidad de información al respecto que no guarda relación con la división regional, que al decir de S. Quinteros: "se convirtió en esquema canónico de interpretación del territorio argentino en el sistema escolar: las "regiones geográficas argentinas." [Esta regionalización.] "es un modo de organizar diferencias identificadas en un territorio, y de registrar inscribir modalidades de visualización y de narración de esas diferencias". (Quinteros, 2002, p.16).
Ahora bien, en la lectura "Viñetas patagónicas"9, cuya autoría corresponde a Nice Lotus10, del libro de lectura: "República" observamos que  se expresa textualmente:

Si no fuera por el río Negro, la Patagonia comenzaría antes de llegar a Bahía Blanca [...] Económica, geográfica y socialmente el Río negro pertenece todavía al norte del país, desmintiendo a la historia. La verdadera Patagonia la constituyen Chubut y Santa Cruz. La tierra del Fuego no es Patagonia; (Darnet de Ferreyra, 1957, pp.153-154).

Mientras que en la lectura "Neuquén"  encontrada en el libro "Nuestra Tierra", la cuestión sobre los límites de la Patagonia se resuelve en estos términos: 

El sur argentino tiene una vida reciente. Según un mapa italiano de mediados del siglo X IX, la Patagonia se consideraba como América indígena independiente. La República Argentina terminaba antes de la margen izquierda del río Negro. La Patagonia de hoy no es lo que ha sido la Patagonia de ayer [...] no hay una nueva Patagonia. Ahora hay que decir: Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego. (el subrayado es nuestro). (Estrella Gutiérrez, Barrio de Estrella Gutiérrez, 1956, p.163).

Creemos que las citas son por demás evidentes respecto de la existencia y/o la extensión de la Patagonia. En la primera lectura la idea de cierta homogeneidad geográfica que el autor atribuye a Chubut y Santa Cruz, define la extensión de lo que llama la "verdadera Patagonia". Esta cartografía refuta los límites frecuentemente considerados para esta zona, como es el caso de Río negro en el norte y Tierra del Fuego en la parte más austral. En la segunda, la imagen fuerte es la de la Patagonia indígena, ubicada en el pasado. El mapa del sur argentino se construye en función de negar ese pasado con todo lo que ideológicamente esto implica. Se le propone al lector una nueva forma de mencionar esa parte del territorio, nombrando las provincias por separado; el imperativo: "Ahora hay que decir", (Estrella Gutiérrez, Barrio de Estrella Gutiérrez, 1956, p.163), no deja lugar a dudas.
La diferencia de información de estos textos, editados entre 1955 y 1962, da cuenta de la indeterminación y/o visiones particularizadas respecto de la extensión/ubicación geográfica que siempre rodeó a este espacio de territorio tan desconocido como inquietante que es la Patagonia. En la primera de las lecturas mencionadas del autor salesiano Luis Gorosito Heredia, se plantea una particular visión del sur argentino construida a partir de la acción misionera y educativa, de avanzada, que la congregación desarrolló en la Patagonia. Mientras que en la lectura "Neuquén", el fragmento seleccionado que data de 194311, con el título: "De los territorios", recoge las discusiones que ya desde la década del 30 se estaban dando en los ámbitos políticos respecto de la necesidad y posibilidad de cambio de status de territorio a provincia12.
Asimismo, los datos geográficos que proporcionan las lecturas anteriormente estudiadas, no se encuadran en la noción de "región" que permite las diferencias del territorio argentino y que generalmente se incorporaba a los textos escolares. Precisamente en la periodización que propone S. Quinteros el período entre 1948-1980s13 lo denomina "el país mosaico", siendo esta la imagen fuerte que desde la geografía escolar se propuso para interpretar el territorio.
A partir de 1948 el enfoque de las "regiones geográficas" se tradujo en una nueva regionalización, quedando el territorio divido en siete regiones: Llanura pampeana, Mesopotamia, Llanura chaqueña, Noroeste, Sierras pampeanas, Andes centrales y oasis ricos de Cuyo, y Patagonia e Islas oceánicas.  (Quinteros, 2002, pp.6-7).

Para completar el análisis hasta aquí realizado, y no obstante haber dado prioridad a las cuestiones en torno a la ubicación geográfica y límites, nos parece especialmente interesante tener en cuenta otras referencias geográficas articuladas con detalles sociológicos que proveen las lecturas. Estos datos imprimen, a nuestro criterio, mayor énfasis en la construcción de la representación emblemática de la Patagonia, vinculada al "indio" y al desierto."
Entre los detalles sociológicos en la lectura titulada: "Neuquén", hallamos una explícita desvalorización por los "primeros pobladores" de esas regiones, cuando se expresa:

A mediados del siglo XVI se establecen las primeras poblaciones australes a uno y otro lado de los Andes, consignamos el dato como antecedente, no le damos ningún valor, los territorios son de ayer. El sur argentino tiene una vida reciente. (Estrella Gutiérrez, Barrio de Estrella Gutiérrez, 1956, p.161).

Desde esta perspectiva la existencia del Sur argentino y concretamente de Neuquén se establece después de la Conquista del Desierto, al respecto se agrega:

Si Roca conquistó el desierto, su colonización quedó a merced de los pobladores que corrían el riesgo de radicarse en él. [...] la distancia y el aislamiento le gravaron su impronta a esta provincia como a toda la Patagonia, para utilizar una expresión que se sigue usando aunque la misma haya cambiado por completo de significado. (Estrella Gutiérrez, Barrio de Estrella Gutiérrez, 1956, p.162)

Entre otros aspectos, presente en el discurso, se destaca el "espíritu pionero" que tiñó la política de fines del siglo XIX, y principios del XX, vinculado a las posibilidades de prosperidad en esta parte del Territorio.
A estos aspectos sociológicos, la lectura "Viñetas patagónicas" agrega aquellos de carácter geográfico sobre la región, describiendo el contraste de paisaje entre la precordillera con una "riquísima y maravillosa vegetación, pero demasiado alejada de los caminos de la concurrencia comercial, y a muchas leguas de la costa" (Darnet de Ferreyra, 1957, p.153), y lo yermo e inhospitalario de la costa Patagónica, donde:

Las poblaciones de los puertos están allí entre dos abismos: el mar y el desierto [...] bajo el látigo de los vendavales, sin agua, sin flores". La región central de la Patagonia, como la más pobre y la más rica". La única riqueza está concentrada en la cría de lanares. "En ese inmenso desierto vagan esparcidos dieciséis millones de ovejas, productoras abundantes de carne y lana para el mercado mundial [...] matas raquíticas, secas y ardidas cubren el suelo doquiera (Darnet de Ferreyra, 1957, p.154).

De "Tierra maldita" a "Ciudad de los Césares"

Los rótulos de "tierra maldita" y "Ciudad de los Césares" por mucho tiempo alimentaron el imaginario de la sociedad Argentina, sustentando diferentes representaciones sobre la Patagonia y aún hoy estas etiquetas u otras como: "Suiza Argentina"  son usadas por el discurso turístico con fines publicitarios y comerciales. El rótulo de "Tierra maldita", atribuido a Darwin por la impresión que le causó el panorama de la Patagonia durante las exploraciones, se constituyó en un estigma que recorrió todo XIX y pesó sobre la región. (Navarro Floria, 2004, pp.66-67). Asimismo, una visión totalmente opuesta es la que narra la leyenda de la "Ciudad de los Césares" o "la ciudad encantada", que movilizó ingentes esfuerzos en vastas campañas de exploración que se armaron para dar con ella, teniendo como objetivos: descubrir tesoros y encontrar la llama de la vida eterna.
Estas caracterizaciones de la Patagonia aparecen reflejadas de algún modo en los contenidos de los libros de lectura del período analizado. En algunos a través de la referencia directa al tema, tal como se presenta en la lectura titulada: "la ciudad encantada"; en otros libros, los contenidos se despliegan bajo los siguientes títulos: "Un pioneer del sur", "las Termas de Copahue" y "El Valle Superior del Río Negro", que muestran otra Patagonia no sólo a través de un paisaje agreste, un suelo árido y pedregoso -"tierra maldita"- sino destacando también la bonanza de sus aguas, las posibles riquezas como fruto de la acción del hombre, y por tanto las posibilidades de progreso.
La primera de las lecturas mencionadas está incluida en el libro: "Hacia un mundo feliz". Es un fragmento tomado de "La Patagonia y sus problemas" que corresponde a José María Sarobe. La misma da cuenta de la leyenda acerca de la fundación de una ciudad, creada, con los sobrevivientes de sucesivas expediciones, en el interior de la Patagonia,

El descalabro sufrido por las sucesivas expediciones enviadas a la conquista o colonización de las tierras australes y el hecho de que la mayoría de ellas hubieran dejado multitud de náufragos abandonados en sus playas, dio asidero a la leyenda de la fundación en el interior de la Patagonia de una ciudad de sobrevivientes. 'Estos hechos históricos [...] dieron origen a la existencia de la Ciudad encantada de la Patagonia", por otro nombre "Ciudad de los Césares" (González, 1958, p.180).

Según el saber popular, esta leyenda sobre una ciudad fantástica, fue producto de la imaginación de los conquistadores incentivados por los dichos de los indígenas. En este sentido el texto continúa:

Varias fueron las expediciones que salieron en procura de la Ciudad de los Césares: en 1605 el primer gobernador del Río de la Plata, el fundador de Córdoba Luis de Cabrera en 1662" [...] otros capitanes y misioneros prosiguieron con sus exploraciones en su afán de descubrir la famosa Ciudad de los Césares, cuyo miraje exaltaba el ardor de los aventureros y los incitaba a acometer las más arduas empresas (González, 1958, p.181).

Una mirada más realista, si se quiere opuesta a la visión mítica sobre la Patagonia, ofrece la lectura: "Un 'pioneer' del sur". El título ya preanuncia el sentido que encierra el escrito, pues el significado del término 'pioneer', así lo revela. Una nota a pie de página, indica que se trata de "el hombre de lucha, emprendedor que se aventura a dejar las comodidades de la civilización para llevar la civilización a lugares vírgenes incultos e inhospitalarios" (Sedano Acosta, 1956, p.118).
Nuestro subrayado intenta advertir, acerca de la representación de la Patagonia que deviene del significado del término14. Asimismo vale recordar que, si bien se trata de la tercera edición del texto, con fecha 1956, el uso de dicho término y el sentido de lo que expresa conserva el "espíritu pionero" -al cual hacíamos referencia en párrafos anteriores- que había orientado a los colonos en el marco de la política del Estado nacional, puesta en marcha a posteriori de las acciones militares, del Gral. Roca, en el sur del territorio.
En ese sentido, el párrafo más significativo de la lectura es el que reproduce una conversación con un ´pioneer´, al tiempo que señala la posibilidad de "un porvenir cierto" o de la "conquista segura de la riqueza":

Aquí sólo tienen éxito los hombres de  acción, de trabajo y perseverancia. El que venga a la Patagonia a mandar hacer, puede estar seguro de un fracaso; el que se imagine que se enriquecerá sin sacrificio, quédese, es mejor [...] Aquí sólo medra el trabajo personal, continuo. Pero el que, en medio de estas privaciones, sea obrero y patrón, sobrelleve necesidades y fatigas, y luche con esperanza y sin tregua, ése llegará infaliblemente a rico (Sedano Acosta, 1956, p.120).

El mensaje que se desprende tiene que ver con mostrar un paisaje donde los rasgos naturales son posibles de ser transformados por la acción enérgica del hombre. La visión propuesta sobre la Patagonia está claramente asociada a lugar de progreso.
Particularmente significativa -no obstante su reducida dimensión- nos parece la iconografía que acompaña el texto, ubicada en el margen superior derecho de la página. Representa a un hombre de rodillas con los brazos estirados sobre la tierra como rasguñándola y si bien el objetivo más inmediato del dibujo es ilustrar lo escrito acerca de la odisea de un 'pioneer' para conseguir agua, paralelamente la imagen presenta la idea del hombre que con esfuerzo es capaz de extraer todo aquello valioso que tiene la tierra.
Precisamente esta riqueza de la tierra Patagónica, motiva la lectura: "Las termas de Copahue", incorporada al libro: "Abriendo horizontes"15, mostrando al lector otro aspecto de la geografía de la región: la existencia de fuentes de agua mineralizadas y termales que surgen en esta parte del mundo, "... a una temperatura de 100 grados, temperatura no superada por ninguna otra fuente de la República". (HME, 1954, p.176).Las cuatro carillas dedicadas a esta información reúnen datos explicativos de la ubicación geográfica de las termas,se describe el paisaje, destacando las cualidades de las aguas: "tienen propiedades terapéuticas, debido a su elevada temperatura y a los minerales que llevan en disolución. Estas  aguas  son sulfurosas, ferruginosas y bicarbonatadas" (HME, 1954, p.177).16
A través del lenguaje escrito tanto se expresa la bonanza de las aguas que atesora el lugar, como se describe la pobreza y precariedad atribuida a la zona. No obstante, algunos enunciados preanuncian la importancia de la misma, a partir del reconocimiento de cierto "potencial turístico", que podía devenir en desarrollo económico y cultural. En este sentido queremos resaltar dos párrafos que convocaban al lector a construir una visión positiva sobre este lugar  del Sur argentino. Uno de ellos expresa:

En todas partes del mundo donde existen fuentes termales y minerales, ellas constituyen una fuente segura de riquezas, pues sus cualidades medicinales atraen a gran número de viajeros que dan vida la región. (HME, 1954, p.177).

Otro párrafo refuerza la idea de bienestar y de progreso:

[...] aquella zona, es una promesa de riqueza para la gobernación de Neuquén. [...] cada año aumenta el número de turistas que las visitan [...] esta afluencia favorecerá el intercambio económico y cultural del Territorio con otras provincias y con los países vecinos creando una corriente de prosperidad cuyos efectos han de sentirse en un futuro muy cercano. (HME, 1954, p.179).

La actividad turística, como modo particular de ocupar el espacio, se vio favorecida por ciertas acciones del Estado central hacia estas regiones del Sur Argentino tales como la construcción del ferrocarril, que desde sus inicios en la segunda mitad del siglo XIX, había aumentado considerablemente cantidad de vías férreas y desempeñando el papel de organizador del espacio regional. Dentro de las ofertas de las zonas turísticas, con la llegada del ferrocarril en 1934 a la ciudad de San Carlos de Bariloche, la propaganda de la empresa británica devenida en "agencia turística", incluía la zona de baños curativos de Los Copahues (Territorio de Neuquén) y los pintorescos lugares de Nahuel Huapi, en Río Negro. Si bien la edición del libro de lectura que estamos analizando es posterior a las fechas mencionadas, creemos que este mapa turístico de la Argentina permaneció como recurso de apelación al conocimiento de la Patria.
Por su parte los dibujos a color de líneas simples que acompañan el texto, ubicados al comienzo y al final de la lectura, ponen en imagen el paisaje descrito, representando un caserío de viviendas muy modestas que, tal como se expresa en el texto sigue manteniendo las particularidades de las viviendas "aborígenes". Es oportuno señalar que fueron estos primeros habitantes del territorio los que inicialmente reconocieron las bonanzas de sus aguas, utilizándolas para calmar dolencias, y que llamaron a este lugar: "Copahue", nombre del cacique mapuches que también da nombre al volcán.
La imagen positiva de la Patagonia, si bien parcial por estar referida a uno de los territorios que la componen (Neuquén), se vuelve a reiterar través de los contenidos de la lectura titulada "El Valle superior del Río Negro", incluida en el libro: "Sosiego"17. En este caso de modo similar a lo registrado sobre la lectura: "Termas de Copahue"- es desde la actividad frutícola que se le propone al lector acercarse al conocimiento de la heterogénea geografía de la región. 
La lectura mencionada es un fragmento del escritor y publicista costumbrista argentino, Félix de San Martín. Dicho fragmento está tomado de su libro: "Tierras del Confín" edición 1933. La comparación que hace el autor del paisaje del valle con el de "Arcadia"18, lugar de "inocencia y la felicidad", da cuenta de la representación del mismo expresada en estos términos: "los cientos de miles de frutales vestidos de flores de primavera, dan al cuadro la dulce expresión que es fama tuviera el paisaje de Arcadia" (Michelini, 1958, p.94). A continuación abundan los contenidos que refuerzan la representación de un espacio19 favorecido, tanto por la calidad de la tierra como por la perseverancia y la esperanza de sus pobladores:
Con su vino y su fruta, el Valle Superior de Río Negro es uno de los centros de mayor producción del país [...] Esto, no sólo dice de la excelencia de la tierra, si que (sic) también de la laboriosidad y la fe de sus pobladores (Michelini, 1958, p. 95). 
     

De la belleza del paisaje a las posibilidades turísticas.

El potencial turístico de la Patagonia es un tema que se reitera en los libros de lectura analizados. Ya hicimos referencia a dicho tema en relación a la información sobre las aguas termales del Copahue. En las dos lecturas que a continuación analizaremos, encontramos que explícitamente se alude al posible viajero que pudiera recorrer la extensión de la Patagonia. En torno al turista se presenta la descripción de algún lugar puntualmente elegido como el área cercana a Puerto Deseado, (Provincia de Santa Cruz), que se describe en la lectura titulada: "El bosque petrificado". Tratándose de un "panorama muerto" encierra, según lo expresa el autor en las primeras líneas, "el vigor de todo lo pétreo" (Michelini, 1958, p.61) y una belleza particular. Siempre pensando en el panorama que la zona pudiera ofrecer al posible visitante, en otro párrafo se lee: El cuadro que ofrecen es, sin duda, extraordinario en las noches de luna [...], y el espectáculo se torna más impresionante a los ojos del viajero" (Michelini, 1958, p.61). También se apela a la comparación con otros lugares de Europa para mostrar a través de una visión panorámica la diversidad de los "componentes geológicos y geográficos" de la región. El título de la lectura: "Una 'vitrina' sudamericana"  (Sedano Acosta, 1956, p.25) es ilustrativo pues, a los ojos del autor, la región de la Patagonia, de modo análogo, se presenta como una "gigantesca vitrina" en la que se exhiben variados paisajes. Estos conforman un panorama diverso entre lo que se destacan: "crestas pirenaicas, valles de Suiza y del Tirol, fiordos de Noruega, montañas canadiense" (Sedano Acosta, 1956, p.26). En la semejanza subyace la visión de la Patagonia como la "Suiza Argentina", imagen emblemática que resulta funcional para una mirada turística sobre la Argentina. Así la región, pensada con una dimensión europea está a la vez, distanciada de la imagen de territorio bárbaro y vacío como fue reconocida en los inicios de la construcción del Estado.
El turismo, como lo adelantáramos en párrafos anteriores, fue alentado por el Estado a través de acciones concretas sobre esta región patagónica. Al respecto queremos enfatizar que 1934 fue un año significativo para la región; con la llegada del ferrocarril a la localidad de Bariloche y la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi se instaló un turismo regional que, atraídos por la fuerza de ese imaginario sobre la Patagonia como "la "Suiza Argentina", benefició fundamentalmente algunos sectores de la sociedad favorecidos económicamente.
No obstante, el turismo no permaneció al margen de los cambios que se producían en las políticas sociales durante la Presidencia de Perón. A partir de 1946, la política se orientó a la reasignación de recursos para la producción y al desarrollo de una estrategia de distribución del ingreso, esto significó la promoción del turismo social posibilitando el acceso masivo a esta región.
Ahora bien, estas dos lecturas analizadas corresponden a textos editados en 1956 y 1961; sin embargo, incorporan fragmentos, o notas que por su año de publicación bien pudieron inscribirse dentro de las políticas a que hemos hecho referencia. Así La lectura: "Una 'vitrina' sudamericana" es un fragmento extraído del artículo 'La Patagonia ante el turista, de la Revista Geográfica Americana' de enero de 1935; mientras que el título: "el bosque petrificado" es una "Adaptación de una crónica de 'Un viaje a la Patagonia', aparecido en el diario La Nación en abril de 1948.

Finalmente... Un "Canto a la Patagonia"

El título aquí encomillado corresponde a una lectura incorporada en el texto para 4to grado "Abriendo horizontes". Se trata de un escrito que ocupa tres carillas, un singular himno de alabanza a esta parte del Territorio que, desde la perspectiva del escritor, aparece relegada al olvido. Esta alusión  al canto opera como un cierre significativo para los análisis que hasta aquí venimos realizando. La Patagonia asociada a desierto y soledad encierra un tipo de belleza particular sobre el cual el autor se interroga poéticamente de este modo: "¿Por qué no cantamos tú belleza, hecha de inmensidad, de desolación, de altivez bravía?" (HME, 1954, p.190). En ese sentido el primer párrafo de la lectura entre signos de admiración marca con fuerza, buena parte de esas características, mientras que Las expresiones finales vuelven a reiterar la idea del esforzado "espíritu pionero".
¡Suelo hostil a la sonrisa del vergel y a la profunda caricia del arado; tierra abandonada que tiembla aterida bajo tu manto glacial de soledad: 'tierra maldita', mundo solitario del cual huyen los que no tienen fibra de luchadores, los que no saben vencer a la adversidad! (HME, 1954, p. 190).20              

Esta imagen de la Patagonia, vinculada al vacío y al desamparo -planteada en el inicio de la lectura- a nuestro entender se modifica con el reconocimiento de la "riqueza" oculta que posee, depositando en ella el futuro de las generaciones. Al respecto al finalizar la lectura, estas son las afirmaciones: "¡Patagonia inculta! Como las almas hoscas, tú ocultas, en la profundidad de tu seno, ignotos tesoros que sólo desean ser desenterrados por la fuerza del amor, para prodigarse sin término sobre la progenie argentina del futuro". (HME, p.192).
La expresión consignada entre signos de admiración puede motivar a una interpretación desvalorizante, sin embargo, en una de las notas que figuran a pie de página, se aclara expresamente: "¡Patagonia inculta!': en este grito, 'inculta' quiere decir sin cultivar, sin explotar"(HME, 1954, p.192).Otros párrafos se estructuran en torno a una idea fuerza: la Patagonia como una "región"21 de contrastes. En consecuencia se describen las particularidades de su geografía física en estos términos:

No te vistes de bosques, pues no hay árbol que acepte la batalla de tus vientos, tan mezquinos de agua [...] Eres no obstante hospitalaria en los cañadones [...] allí dejas de ser el desierto de piedra [...] para cubrirte con la mantilla tierna y sedosa de las hierbas que te prestan fisonomía de pradera. Y se detallan las características de las costas: "Ellas han de escuchar el clamor de la Cruz del Sur [...] que anhela iluminar, para los hombres, sendas de civilización y progreso a través de tú suelo. (HME, 1954, pp.190-192). 

Nuestro subrayado pretende señalar la resolución del contraste entre lo indómito y la posibilidad de sometimiento en función de objetivos tan representativos como los que se expresan con los términos "civilización" y "progreso". Son estas categorías las que revelan la posición ideológica de finales del siglo XIX, fundamento del proceso de construcción nacional y en el cual "desempeñó un papel central el territorio como elemento básico de integración". (Quijada, 2000, p. 179).
Finalmente este Canto a la Patagonia dedica parte de sus alabanzas a la riqueza del suelo concentrada en la cría de la oveja:

Allí pacen [...] las manadas de ovejas en apretado racimo de nieve", y los minerales entre los que se destaca el petróleo: "Tuyo es el oro negro [...]; la turba [...]  fiel auxiliar de la industria del hombre [...] que poco a poco el luchador tenaz va conquistando.  (HME, 1954, pp.191-192). 

La referencia al petróleo se refuerza en el texto a través de la iconografía que ilustra la lectura y corrobora lo escrito. Se trata de un dibujo a color de líneas simples que ocupa la mitad inferior de una de las hojas, con la representación de las torres de petróleo.

A modo de cierre

El recorrido que nos propusimos a través de algunas lecturas nos permitió observar distintos aspectos a partir de los cuales el lector podía construir una representación de la Patagonia. 
Uno de esos aspectos está relacionado con la ubicación y la cuestión de límites. En ese sentido la Patagonia no es mostrada como una  de las "regiones geográficas" ubicada  del Río Colorado al Sur. Por el contrario, o bien se la desconoce como tal, para resaltar la presencia de las provincias como aparece en la lectura titulada "Neuquén", o bien la Patagonia es Chubut y Santa Cruz, tal como se presenta en la lectura "Viñetas Patagónicas".
En relación a estos límites, las riquezas aparecen concentradas en torno al petróleo y la cría de ovejas y ni aún cuando se mencionan las provincias por separado se considera la actividad agrícola y frutícola; esta referencia solamente es recogida por uno de los textos, que dedica una lectura al Valle del Río Negro. Sin embargo, el período de edición de la totalidad de los textos trabajados se corresponde con el de consolidación y expansión de la fruticultura.
Más allá de estas diferencias cartográficas, otra imagen recorre los libros de lectura, la Patagonia como tierra de promisión, como escenario de progreso, como una suerte de respuesta a Darwin que la caracterizó como la "tierra maldita". En este contexto la figura recurrente en las lecturas es la del pionero al que se ensalza de este modo: "huyen los que no tienen fibra de luchadores, los que no saben vencer a la adversidad. Aquí sólo tienen éxito los hombres de acción, de trabajo y perseverancia". Sin embargo, esta mirada alentadora se construye sobre la representación más significativa y recurrente que encontramos en los libros analizados: la Patagonia desierta.
Asimismo, de la exploración por las páginas de estos textos escolares se comienza a delinear otra postal. Se trata de la Patagonia turística, asentada en la riqueza y variedad paisajística que se extiende desde la costa hasta la montaña, pasando por innumerables panoramas de la zona, que la convierten en la Suiza Argentina.
Creemos que a través de estas imágenes los libros de lectura permitieron construir una representación de la Patagonia integral en la que era posible abarcar la realidad y el mito las altas cumbres y los helados desiertos, la quietud y el movimiento, la cordillera y el mar, la desolación y la riqueza, la aridez y las bellezas imponentes. Todo por momentos complementándose, por momentos contraponiéndose, pero siempre presentando múltiples miradas de este "lugar en el mundo".

Notas

2 Por textos escolares entendemos todo material escrito, producido intencionalmente para su utilización sistemática por alumnos y docentes en el ámbito de la institución escolar. Cfr. Johnsen, E. 1996, Libros de textos en el calidoscopio. Barcelona: Ed.Pomares-Corredor.

3 Es importante destacar que en una primera etapa de la investigación, se analizaron textos desde principios de siglo XX  hasta 1944 y desde 1956 hasta 1960. El trabajo con los libros del periodo peronista fue mas lento, dado que debieron resolverse cuestiones relacionadas con su ubicación y posterior digitalización, circunstancias que obligaron a postergar su estudio.

4 El proceso de provincialización se inicia en 1955 con la Ley del Congreso 14.408 a partir de la cual se crean las Provincias de la Patagonia. Recién en 1957, en Río Negro entra en vigencia la constitución provincial, que llevará a la elección del primer gobernador, Edgardo Castello, para el período 58-62.

5 A fines de la década del 60 aparece un texto de edición provincial titulado  "Río Negro mi Provincia".

6En la mayoría de los textos, las lecturas son resultado de una selección antológica de fragmentos de autores nacionales y latinoamericanos, manteniendo así una de las condiciones aprobadas por la Comisión de Didáctica del Consejo Nacional de Educación y que aparecen explicitadas en el Monitor De la  Educación Común de Enero-Febrero de 1941, Nº 817 y  818.

7 Los títulos de las lecturas escogidas son: "El bosque petrificado" de autor anónimo, crónica de un viaje a la Patagonia del Diario La Nación; "El Valle superior de Río Negro" de Félix de San Martín fragmento tomado de: "Una "vitrina" sudamericana" de Dr. Julio de Kinkelín Pelletán; Un "pioneer" del sur" de Roberto Paryró "Neuquen"; "Viñetas Patagónicas" de Nice Lotus; "La ciudad encantada", de José María Sarobe, extractado de "la Patagonia y sus problemas"; "Las Termas de Copahue" y "Canto a la Patagonia".

8 Como resultado de análisis ya realizados hemos podido identificar algunas  representaciones acerca del Sur Argentino, que en unos casos marcan continuidades como la Patagonia indígena y desierta, la Patagonia Petrolífera, mientras que en otros instalan una visión diferente como la Patagonia turística y la Patagonia como fin de la Patria.

9 El título nos parece muy significativo en tanto metafóricamente "viñetas" alude a los dibujos, pinturas que sobre la Patagonia se puede reflejar a través del lenguaje escrito.

10 Seudónimo del sacerdote salesiano Luis Gorosito Heredia a quien pertenece el escrito y que misionó en la Patagonia. En nota al final de la lectura se expresa: "Su obra misional le ha permitido adentrarse en el alma de la Patagonia que ha reflejado magistralmente en algunos de sus escritos".

11 Fragmento extraído de "De los territorios"- Instituto Cultural ", Joaquín V. González 1943.

12 A partir de 1930, se evidenció un interés mayor por los territorios, en lo que se refiere al cambio de status a Provincia materializado en numerosas propuestas de reforma de la ley orgánica de Territorios y de ampliación de los derechos políticos. En ese sentido los Congresos de Municipios de los Territorios Nacionales fueron los ámbitos de discusión. Estos Congreso se celebraron en 1933, 1935,1940. Asimismo varios fueron los proyectos presentados en la Cámara de diputados entre 1939 y 1941.Cfr. Leoni de Rosciani, María Silvia Cuestiones en torno a la participación política en el territorio nacional del Chaco 1930- 1943. (CONICET 1992).

13 Quinteros, S. Propone tres cortes cronológicos: Diversidades (1863-1926); dividir para ordenar (1926-1948); el país mosaico (1948-1980s.) Ver: "geografías regionales en la Argentina. Imagen y valorización del territorio durante la primera mitad del siglo XX", Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales.

14Se refuerza esta representación si se tiene en cuenta que se trata de un fragmento del Roberto Payró de su libro sobre la Patagonia: "La Australia Argentina"

15 Los textos de la Editorial HME no tienen autor. En este caso, si bien no contamos con datos precisos sobre el año de la 2da edición, el texto está dentro del período analizado, dado que las ediciones desde la 1ra en 1954 hasta 1959, mantuvieron la sigla HME. A partir de esa fecha es conocida en el país y fuera de él, como GRAM EDITORA

16 Respecto de los minerales que se mencionan, en nota al final de la lectura se especifican a que componentes se aluden con los términos ferruginosos, sulfurosos y bicarbonatados.

17 Vale resaltar que los datos sobre la riqueza de la Patagonia frecuentemente se reducen a señalar la actividad petrolera y las cría de ovejas. Sin embargo, dentro del corpus documental de libros de lectura analizados para este artículo, cuyas ediciones datan entre 1955-1962,  el texto de referencia "Sosiego" es el único que menciona la actividad frutícola.

18 En la nota al final de la lectura se aclara: "la cita que hace el autor refiriéndose al paisaje de Arcadia significa: región de Grecia que los poetas describen como lugar de la inocencia y la felicidad".

19 El concepto de "espacio" alude al medio natural sobre el que la sociedad interviene para aprovechar "los recursos que le brinda, desarrollando diferentes actividades productivas con el fin de satisfacer sus necesidades. De esta manera lo modifica, le imprime su huella". Cfr. Bante, S. M. y Ferreira, P. A. 2004 el Gran libro de la Provincia de Río Negro, 2004, sección La tierra, Geografía física. Ediciones Barcel/Baires.

20 En las notas al final de la lectura se explica: "Darwin, naturalista inglés, llamó 'tierra maldita' a las estepas patagónicas, por su desolación y su aspecto de esterilidad"

21 El término "región" no es usado en el texto.

Bibliografía

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8. Quinteros, Silvia (2002). "Geografías regionales en la Argentina. Imagen y valorización del territorio durante la primera mitad del siglo XX" Scripta Nova Revista electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.  Disponible:  http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-127.htm         [ Links ]

Fuentes Primarias

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6. Sedano Acosta, Juana Caso de (1956). Panoramas de América, libro de Lectura  5togrado. Buenos Aires: Kapelusz, 3ra. Edición.

Recibido en mayo de 2008
Aceptado en abril de 2009

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