SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.17 número2Arquitectura para la educación e higienismo: el Hospital e Instituto de Enseñanza Médica del Centenario y la Escuela Normal n.° 1 «Dr. Nicolás Avellaneda» en la ciudad de Rosario índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Historia de la educación - anuario

versión On-line ISSN 2313-9277

Hist. educ. anu. vol.17 no.2 Ciudad autonoma de Buenos Aires. dic. 2016

 

ARTICULO

Un análisis histórico del abordaje sobre el abandono universitario en Argentina

 

Andrés Santos Sharpe1

1 El autor es becario doctoral del CONICET con sede en el Instituto de Investigaciones «Gino Germani» (Facultad de Ciencias Sociales/UBA), cuyo presente artículo se enmarca en el proyecto «Narrativas sobre la discontinuidad de los estudios universitarios. Un análisis de dos carreras de la UBA en tiempo presente». Contacto: [andres.iss@gmail.com].

Recibido: 3 de diciembre de 2015
Aprobado: 6 de diciembre de 2016


 

Palabras clave Abandono universitario, deserción, universidad, estudios superiores, discontinuidad.

Abstract

This añide introduces a study on how university dropout has been historically studied in Argentina, which were the conditions of emergence for research on this phenomenon, and what discussions are held among the different analytical perspectives regarding the approaches developed on an international level.
In this sense, the añide situates the question of university dropout within the framework of the various concerns that changed through time and educational policies related to university, from the beginning of the twentieth century until the first systematic approaches on the phenomenon. Aditionally, it focuses on the internationally predominant theoretical approaches that nurtured research on the subject at the beginning ofthe 21st century.
Thereby, not only a classification ofthe types of theoretical approaches is presented, but also the context of their emergence, the previous works that nourish them and with which they dialogue, their common grounds even within their differences, and which aspects that areyet to be developed.

Keywords University abandonment, education, discontinuity. dropout, college, higher


 

Introducción

El presente análisis forma parte de una investigación en desarrollo en el marco de una beca doctoral CONICET en donde se aborda el fenómeno de la discontinuidad de los estudios universitarios. Es en el marco de dicha investigación se recuperan y contextualizan los estudios previos sobre el abandono universitario al explicar no solo sus condiciones de emergencia sino también sus vínculos con el abordaje del fenómeno a nivel internacional.

El interés por las correlaciones con las investigaciones de otros países se debe a que los estudios locales sobre el tema estuvieron ausentes en los debates sobre educación superior. Mientras que en algunos países centrales ya se habían desarrollado distintas líneas teóricas la particular coyuntura histórico-política del país, en relación a la universidad hasta fines del siglo XX, impidió estas discusiones. La preocupación por parte de las ciencias sociales en Argentina sobre el abandono universitario es relativamente reciente si tenemos en cuenta que las primeras investigaciones específicas surgen en la década del sesenta, pero recién cobra fuerza como objeto de estudio a comienzos del nuevo milenio.

Durante la primera mitad del siglo XX, los debates sobre política educativa universitaria se centraban, sobre todo, en aspectos tales como la apertura a la clase media o la democratización de los planteles docentes en los ensayos reformistas o la masividad para otros sectores. El abandono en la educación superior recién emergió como un fenómeno social no restringido a la esfera del individuo a fines de los años '50. En la actualidad, si bien las investigaciones sobre abandono en la educación superior han crecido en número, siempre fue abordado sin revisar la evolución del concepto y su tratamiento. Es decir, se lo presenta como un objeto eminentemente empírico a analizar en una coyuntura particular, construyendo al fenómeno como ahistórico.

En ese sentido el presente artículo propone una aproximación histórica a los estudios sobre el abandono en la medida en que fueron configurando parcialmente cómo se percibe y se valora a la universidad y al abandono, sin por ello dejar de lado las tensiones entre las distintas posturas que se materializaban en prácticas sociales y discursivas en el seno de la universidad y en el conjunto de la sociedad.

Con dicho objetivo, se analizan investigaciones en el caso argentino y para lo cual el artículo se organizará de la siguiente manera: un primer apartado expondrá las primeras referencias y discursos públicos acerca del abandono, cuando la alusión a dicho fenómeno era bastante esporádica y muy centrada en la responsabilidad individual. Estas citas se realizaron mayormente en algunos ensayos que referían a la universidad pública en el marco de los debates de la Reforma de 1918 y hasta 1957 cuando por primera vez se problematiza el abandono desde la gestión en un discurso de Alejandro Ceballos como rector-interventor de la UBA.

Un segundo apartado reseña los primeros trabajos de investigación sobre el tema bajo dos perspectivas distintas: 1) la socio-demográfica/estadística, y 2) las que ponen el eje en la inversión. Ambas llegaron con las políticas de planeamiento educativo, las nuevas teorías sociológicas y las teorías del capital humano. Sin embargo, dichos estudios se interrumpen con la intervención del Estado en las universidades en 1966 y con las disímiles políticas en relación a la educación superior, a excepción de los análisis más vinculados con la teoría del Capital Humano. Por otro lado, en el plano internacional las investigaciones sobre abandono universitario se mantuvieron y fueron estabilizando teorías predominantes en distintas regiones.

En síntesis, el segundo apartado va a dar cuenta de los inicios del tratamiento del fenómeno en el ámbito local haciendo referencia a las condiciones históricas para su emergencia hasta que el contexto político motivó un corrimiento del foco de las investigaciones sobre universidad hacia el eje de las políticas públicas.

Un tercer apartado va a dar cuenta del desarrollo que tuvieron los estudios sobre abandono en otras partes del mundo, distinguiendo los análisis predominantes a partir de lo cual se ordenarán en la siguiente tipología: la perspectiva norteamericana, la francesa y la teoría del capital humano.

Por último, se hace referencia a los estudios más recientes, cuando hacia el fin de siglo la universidad se empieza a consolidar como objeto de estudio específico2. De esta manera el abandono vuelve a ser retomado tardíamente para el análisis si se lo compara con otros países del mundo y su resurgimiento se nutrió de las investigaciones internacionales previamente señaladas, que ya llevaban una larga trayectoria. Se va a desarrollar entonces las últimas investigaciones sobre el fenómeno y su vinculación con las distintas tradiciones internacionales nombradas, las cuales fueron recuperadas en el proceso de revitalización de los estudios sobre abandono en el ámbito local.

Los primeros estudios

Discursos sobre el abandono en el período de La Reforma Universitaria del '18

Durante la primera mitad del siglo XX, el abandono universitario no suscitaba un interés como objeto de estudio específico. En las pocas referencias al tema siempre hubo una mirada que focalizó en el logro individual soslayando un análisis pertinente sobre la temática.

Estos primeros escritos no aludían específicamente al abandono universitario sino que era referido tangencialmente o en el marco de ensayos más generales sobre la universidad. Por ejemplo, Arturo Orgaz, uno de los principales referentes del movimiento estudiantil de la Reforma del '18 junto con Capdevila, Deodoro Roca, entre otros, expresaba lo siguiente en relación al abandono en un ensayo escrito en 1922:

Como se ve, no hay que sorprenderse del fracaso de muchos en los exámenes; al contrario, eso quiere decir que hay muchos que no tienen capacidad o vocación para la vida universitaria y esos fracasos, a la larga, producirán la aspirada selección y enseñará que para emprender estudios universitarios se necesita algo más que tener un padre vanidoso, o una novia exigente o una tozudez de bestia. Y veremos, entonces, que las universidades se descongestionan de tanto «condenado a estudiar» y los campos se pueblan de «sembradores de papas», que dice el adagio. Sería verdad universitaria aquello de: «Al que natura no da, Salamanca no presta»3.

Ciertamente hay que ubicar ese párrafo en contexto. Orgaz lo escribió a modo de crítica de aquellos «hijos de padres notables» que iban a la universidad argentina y aprobaban los exámenes por los lazos familiares, mientras que los estudiantes de clase media obtenían el mismo mérito a través de «su propio esfuerzo». Sin embargo, aun considerando el marco en el que se circunscribe el párrafo citado, eso no niega la asociación que realiza entre la graduación con «la capacidad natural» y, como contrapartida, el abandono («el fracaso») con una selección armoniosa de aquellos a los que «natura no da». Es decir que, más allá de la crítica a la aristocracia universitaria de la época, en la literatura existente sobre el abandono se observa una perspectiva del fenómeno muy centrada en el individuo y en la noción de fracaso, en el sentido de que la graduación era el indicador principal para clasificar a «los mejores» en cada área del conocimiento.

Aun así, podemos encontrar referencias al abandono estudiantil en educación superior que explicaban el fenómeno a partir de otras causas más allá de la «voluntad» del alumno. Por ejemplo, Daniel Inchausti, Decano de la Facultad de Agronomía entre 1924 y 1927, explicaba los bajos porcentajes de graduación en relación a los inscriptos en el período de su decanato — porcentajes de entre un 16% y un 28,5%4— debido a la ubicación distante de la Facultad y al poco interés de los hacendados de «recurrir al auxilio de técnicos para mejorar las condiciones de sus explotaciones». Al margen de si tal análisis estaba fundamentado o no, encontramos acá una explicación de la «baja graduación» que va más allá de las atribuciones «individuales» del estudiantado.

De todas formas, hay que considerar que la mirada de Inchausti respecto del abandono universitario era bastante aislada. La idea predominante sobre quiénes se graduaban y quiénes no, en su mayoría, se centraba en la voluntad del individuo y se podría resumir en la siguiente premisa: se gradúan los mejores, los que pueden graduarse; refiriéndose a una concepción que exponía la idea de que en este período se considera al abandono como parte de una selección necesaria en la carrera educativa. En este sentido, la deserción es un proceso natural, y si es natural, no es un problema (o por lo menos no uno pasible de ser resuelto sociológicamente).

Este análisis de época tiene, en parte, sus fundamentos en la fuerte perspectiva positivista que circulaba en los ambientes universitarios y científicos argentinos5. Sobre todo en relación a su «criterio naturalista y biológico en la elaboración de conceptos sociológicos»6, que se puede observar en su expresión máxima en las obras de Joaquín V. González, Juan Agustín García, Ambrosetti o Pizzurno. Sin embargo, desembarcaron también en los debates sobre la universidad argentina de la primera mitad del Siglo XX incluyendo a los discursos reformistas.

Aun así, las referencias al abandono universitario seguían siendo escasas, poco desarrolladas analíticamente y ciertamente marginales, algunas modificaciones en la universidad a partir de la década del cincuenta derivaron en que el fenómeno del abandono se consolide como una cuestión social a analizar más allá de la individualización del problema.

Del peronismo y la Universidad

Una de las razones para la emergencia de los estudios sobre abandono son las políticas implementadas por el peronismo en relación a la universidad y en los ámbitos de inserción profesional, el incentivo de sectores de la industria, el impulso a la investigación de dedicación exclusiva7 y el crecimiento del estado, el cual comenzó a demandar mayor cantidad de egresados.

Como se expuso previamente, el abandono universitario todavía no irrumpía como pregunta en el contexto de la primera mitad del siglo XX, pero hubo una serie de factores que colaboraron a que emerja el abandono como pregunta sociológica. El movimiento peronista, desde sus inicios en 1946, tuvo una relación ambivalente con la universidad8 que dio lugar a una serie de debates de larga data sobre el funcionamiento de la misma, siendo uno de ellos su relación con las políticas públicas o, en términos de la discusión más filosófica: el debate autonomía y heteronomía.

Esta dicotomía puede rastrarse ya en Kant cuando escribió en El conflicto con las facultades de 17949 y también en los debates de los Reformistas al introducirla como la «ajenidad al pueblo» que tenía la universidad10. Esta ajenidad era el principal cuestionamiento por parte de los sectores peronistas a la universidad y, en consecuencia, desarrollaron una serie de políticas tendientes a que «las instituciones académicas dejasen de constituir un instrumento y reducto de la oligarquía»11 y a que las universidades se «llenasen de pueblo».

Durante los primeros años del gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1952) se crearon catorce facultades en cinco universidades. Asimismo, el proceso de industrialización por sustitución de las importaciones que caracterizó a la economía del gobierno peronista requirió, como contrapartida, personas más capacitadas en áreas técnicas. En función de ello el estado llevó a cabo una serie de políticas públicas destinadas a capacitar personas en disciplinas técnicas, principalmente a nivel secundario con la multiplicación de escuelas técnicas, pero también a nivel universitario con la creación de la Universidad Obrera Nacional (hoy Universidad Tecnológica Nacional-UTN) cuyas sedes llegaron incluso a varias ciudades del interior12. Sin embargo, esas políticas no fueron suficientes a la hora de compensar la nueva demanda de ingenieros.

Al mismo tiempo, el aparato estatal durante el peronismo creció exponencialmente, con lo que empezó a demandar personal capacitado en distintas áreas del gobierno (principalmente carreras profesionales: abogados, economistas, médicos para los nuevos hospitales, etc.). Finalmente, se crearon una serie de instituciones que fomentaban la inserción de investigadores en organismos académicos: en 1951 se creó Comisión Nacional de Energía Atómica (hoy Instituto Balseiro) y el CONITYC (Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas), antecedente del hoy CONICET, refundado en 1958.

Una característica importante de la época fue explosión de la matrícula y la ampliación de la base social del estudiantado producto de, principalmente, dos políticas públicas en relación a la universidad como fueron la supresión de los aranceles a la educación superior en 1950 y la eliminación del examen de ingreso en 1953 (que fue repuesto años más tarde). Aun así, la mayor parte de los debates y los escritos en relación a la universidad centraban la discusión sobre la masificación de la universidad pública y no tanto en la graduación13.

Los altos porcentajes de abandono de la década peronista no se sustanciaron linealmente en una preocupación por la temática, puesto que el interés del momento y de las políticas públicas y universitarias estaban focalizadas en «la inserción del pueblo» a las instituciones académicas. Recién con el cambio de gobierno el abandono cobró más relevancia, aunque analizado desde el supuesto gasto que ocasionaba y desde el planeamiento educativo del desarrollismo.

Los primeros abordajes sistemáticos

El inicio de una preocupación epocaly el planeamiento educativo Luego de ciertas modificaciones en la matriz productiva de la Argentina, el incipiente incentivo a la investigación y el crecimiento del Estado, aparece por primera vez claramente tematizada la cuestión del abandono universitario en un discurso pronunciado por Alejandro Ceballos, quien fuera el rector-interventor de la Universidad de Buenos Aires luego de los cortos períodos de José Luis Romero y José Babini. En el acto de entrega de diplomas a los nuevos profesores designados por concurso en la Universidad de Buenos Aires el 5 de diciembre de 195614 Ceballos manifestó que:

El problema de más importancia que es necesario solucionar es el creado por el número de estudiantes que acuden a nuestras Facultades. Es cierto que es una honrosa característica argentina, pero nos exige aplicación urgente para resolverlo, pues la enseñanza que se imparte es, por esa razón, deficiente e ineficaz [...] los datos suministrados y los que obran en nuestro poder permiten comprobar la extraordinaria decadencia de los estudios universitarios durante el último período de la dictadura15.

En el discurso, Ceballos enarbola como una de las principales causas del abandono a la masividad de la UBA16 y, en segundo término, «a la influencia de la vocación y el examen de ingreso»17. Al margen de los argumentos expresados en dicho discurso, Ceballos expresó el comienzo de una preocupación de época por parte de los actores que habitaban la universidad. El debate sobre el fenómeno se continuó en el rectorado de Risieri Frondizi18 en cuya gestión se creó el primer Departamento de Orientación Vocacional para consulta de los estudiantes ingresantes, el Departamento de Extensión Universitaria, se publicó la primera Guía del Estudiante con el fin de dar información sobre las carreras a los interesados, se amplió el sistema de becas a estudiantes de bajos recursos, se organizó una formación preuniversitaria de los estudiantes (año propedéutico), se encargó el primer censo universitario de la UBA y se propuso un proyecto (jamás concretado) de un Ciclo Básico Común para los ingresantes19. Todas estas políticas de gestión se pensaron con el fin de aumentar la tasa de graduación. Uno de los aspectos que se observan es la preocupación respecto al fenómeno del abandono que se mantuvo en los espacios institucionales de la UBA al margen del cambio de rector (de Ceballlos a Frondizi) y del perfil político disímil de cada uno. En otras palabras, se puede decir que el abandono universitario comenzaba a ser una preocupación instalada y frente a la cual ya estaban buscando mecanismos institucionales para solucionarlo o aliviarlo. Interesa observar también cómo el fenómeno aparece fuertemente vinculado con el ingreso y la masividad y ya no con el «esfuerzo individual».

Primeras investigaciones en Argentina

No sorprende que en este contexto surjan las primeras investigaciones focalizadas específicamente en el fenómeno del abandono. Junto con estas expresiones de preocupación y con la creación de los proyectos vinculados (Centros de Orientación Vocacionales, Censos Universitarios, etcétera) también surgieron investigaciones incipientes y parcialmente desconectadas entre sí sobre el abandono; mayormente se trataron de artículos de revista o capítulos dentro de una investigación mayor.

De esta manera se ubican dos líneas de investigación principales que en general tuvieron poco diálogo entre sí: por el lado de la tradición sociológica encontramos las investigaciones de Jorge Graciarena vertidas en Diseño de un modelo de investigación sobre la deserción estudiantil universitaria (1961), de Hilda Habichayn en Deserción universitaria (1965) y la obra de Regularidady origen social de los estudiantes universitarios de Germani y Sautu (1965). Mientras que desde las disciplinas ligadas a la economía se desarrolló un creciente interés por la temática, coetáneamente con los trabajos del Dr. Julio H. G. Olivera desarrollados en Die Universitat ais Produktionseinheit (1967), de Alberto Aráoz en su artículo Comentarios sobre el trabajo del Dr. Julio Olivera (1968) y de Stephen Merrett a partir de su trabajo La actividad Económica del Estudiante de Ingeniería Argentino (1968). Por otro lado, existían algunos antecedentes aislados como el caso de la tesis doctoral de León Geller denominada Aspecto financiero y el costo de la enseñanza

en la Universidad de Buenos Aires en el período 1932 a 1935 (1941).

De manera resumida, la diferencia principal entre estas dos líneas de investigación radica en cómo encaran el fenómeno. Mientras la tradición sociológica se focalizó en encontrar ciertas «regularidades que constituyen una desventaja»20 por parte de los estudiantes provenientes de clases bajas con respecto al resto, desde las ciencias económicas se empezó a pensar al abandono en función de los costos para una sociedad que luego no se ven patentados en un profesional formado21. Mientras que desde una mirada el foco estaba puesto en la desigualdad en base al concepto de clases sociales, en el otro estaba puesto en la eficiencia y en el gasto que genera para la sociedad.

Tanto Graciarena, quien entendía que «existen buenas razones para pensar que una alta proporción de los que desertan poseen ciertos rasgos o características sociales [de las clases populares] en mayor medida que los que sales de ella con su título»22, como Habichayn problematizaron al abandono en relación con la clase de origen y con las variables proporcionadas por el primer y reciente censo universitario, del cual Graciarena fue uno de los principales organizadores.

Por otro lado, Germani y Sautu confirmaban la existencia de una «obvia relación»23 entre educación universitaria y nivel socio-económico (NSE), reafirmado por la correlación estadística derivada del censo universitario de que los estudiantes de origen social «popular» tienen menores porcentajes de ingreso a la universidad en correlación con el porcentaje poblacional que ocupan a nivel país en comparación con los estratos medios y altos. Pero esa correlación no es una vinculación directa tal como la planteaba Graciarena (1961); Germani también toma en cuenta los datos de «movilidad social que caracteriza a las familias de los estudiantes»24, refiriéndose a los cambios en cuanto al NSE de los padres de los estudiantes en relación a los abuelos.

Germani pudo observar que aquellos estudiantes cuyos abuelos provenían de sectores medios pero cuyos padres «descendieron» en el NSE a los sectores populares, mantenían, aun así, porcentajes mucho más altos de estudiantes universitarios en comparación con aquellas familias que ya tenían una pertenencia de mayor data en el NSE popular.

Por el lado de las disciplinas vinculadas con la economía se traslucía, detrás de sus análisis sobre el abandono universitario, la base teórica de la Teoría del Capital Humano. Era entendido como un cúmulo de teorías que tienen como

premisa común que la «inversión» en conocimiento constituye un factor decisivo para el desarrollo económico. Es decir que los sujetos o la sociedad deben hacer una inversión económica para capacitar a las personas que después serán miembros activos en la sociedad y le darán un plusvalor en donde se desempeñen profesionalmente. En este sentido, la educación tiene un vínculo directo con el trabajo y tendría que ser pensada en función del mercado laboral; así, la educación deja de verse como un valor para ser visto como un objeto comercializable.

Esta tradición, iniciada por economistas norteamericanos en los años sesenta, tuvo su correlato en Argentina. Así podemos situar como gran exponente de esa corriente el trabajo de Alberto Aráoz quien en 1968, desde el instituto Di Tella, desarrolló las ventajas que tendría que la universidad dejasen de estar «manejadas por educadores» para que intervengan en su gestión «hombres de empresa que utilizan las herramientas propias de su oficio como estudio de métodos y de procesos, control de costos y control de calidad, para citar solo algunos»25.

Un año antes, Julio Olivera realizó un estudio sobre la UBA en el que se mostraba preocupado por aumentar la eficacia de la misma, entendida entre otros aspectos en la calidad y el número de graduados en relación a la cantidad de ingresantes26.

Esto se sumaba a la emergencia de una serie de estudios que calculaban «los costos» de la Universidad o de alguna carrera en particular para la sociedad27.

Esta preocupación por los costos o el gasto tuvo como contexto el marco de una emergencia de la discusión del desarrollismo y del planeamiento educativo pensada como una técnica racionalizadora de la política educativa28. Este discurso también se traslucía en las palabras de Alejandro Ceballos, previamente citado, donde el eje no estaba puesto en el sujeto estudiante, ni en la institución como agente sociabilizador, sino en la «pérdida» de lo que se entiende como una mera inversión económica.

Sin embargo, una hipótesis de este trabajo es que dichas investigaciones no solo surgieron porque las condiciones materiales y políticas de la Argentina habilitaban un debate más profundo sobre el fenómeno del abandono, sino que además esta temática ya venía siendo trabajada en distintos países del mundo, particularmente en Europa y EEUU, y los investigadores locales, a partir de redes y conexiones con esos centros empezaron a tomar esa preocupación para pensarla en el contexto local.

En este sentido, la primera investigación densa sobre el fenómeno señala que «ha sido reiteradamente probado en investigaciones sociológicas que se han realizado en Europa y

por él sostenido, aunque no nombraba ningún estudio en particular. De la misma manera, las investigaciones de las disciplinas económicas citaban reportes y análisis provenientes mayoritariamente de Estados Unidos pero sobre autores vinculados con la Teoría del Capital Humano.

Sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno de Onganía y su política represiva en relación a la universidad, los (pocos) estudios sobre el tema dejaron de interesarse por el abandono para centrarse principalmente en las políticas universitarias.

Vale destacar que aun así se siguió pensando el fenómeno, pero principalmente desde los abordajes de la economía (como el ya mencionado trabajo de Aráoz publicado en 1967) o desde ciertos informes sobre el sistema educativo en general que analizaban el abandono en algún capítulo, como el libro Educación, recursos humanos y desarrollo económico-social: situación presente y necesidades futuras editado por el Consejo Nacional de Educación donde problematizaban brevemente el abandono y la orientación de las carreras en el país30. Sin embargo, más allá de algunas breves alusiones en el marco de informes más generales sobre educación superior, entre 1966 y 2006 no hubo una producción exclusiva sobre el tema ni se desarrolló comparativamente con el nivel internacional, sobre todo debido a que las constantes modificaciones en materia de políticas educativas en relación a la educación superior centraron los debates sobre la relación universidad-políticas públicas.

Este período (1966-2006) puede parecer prolongado, pero las modificaciones en relación a la política de educación superior que sobrellevaron las universidades fueron muy grandes: el Plan Taquini, la Ley Universitaria n.° 20.564 en 1974, la ocupación de la universidad por parte del golpe de 1976 y la eliminación y/o modificación de numerosas carreras; los cupos y los exámenes de ingreso para «desmasificarla» en 1977; la Ley n.° 22207 en 1980, las nuevas políticas de «normalización» del alfonsinismo, la Ley de Educación Superior en 1995 y las luchas presupuestarias en los años subsiguientes entre otros fueron cambios muy grandes en cortos plazos que acapararon las reflexiones sobre la universidad.

A nivel de política universitaria, recién en la última década se puede hablar de un período más estable. Retomando a

Suasnábar: «[...] este primer período puede caracterizarse por el carácter reparador de las acciones estatales donde el Estado no tuvo una política en el sentido de reformar o modificar la configuración de las universidades»31.

Debido a esta situación coyuntural, es que recién en 1995 los estudios sobre universidad se empezaron a formar como campo, con el inicio de los encuentros sobre «La universidad como objeto de investigación»32. Krotsch y Suasnábar especifican que previo a la crisis de 2001 no se puede hablar de un campo estrictamente consolidado debido a la inexistencia de «reglas de juego que estructuren el conflicto y la competencia entre posiciones objetivas vinculadas a los distintos modos legítimos de producir saber acerca de la educación superior»33. Sin embargo, era posible encontrar algunos temas que fueron recurrentes, como los cambios en las políticas universitarias, las orientaciones globales en la educación superior y, en relación a los estudiantes, el movimiento estudiantil en tanto actor protagónico34.

Lo que quiero destacar es que cuando se empezaron a retomar con mayor fuerza los estudios sobre abandono universitario en Argentina los investigadores locales se encontraron con un fenómeno ya bastante abordado en otros países. Estas investigaciones fueron utilizadas como estado de la cuestión para pensar el fenómeno a nivel local. Es por ello que, antes de retomar los últimos desarrollos sobre la temática, se dará cuenta de los distintos enfoques recuperados en mayor o menor medida en Argentina y cómo estos orientaron la comprensión del fenómeno.

Para ello se distinguen tres tipos de enfoques: aquellas investigaciones que indagan el abandono en relación a las desigualdades sociales, culturales y simbólicas previas al ingreso a la universidad (la perspectiva francesa); los estudios que focalizan más en los aspectos institucionales y de integración social como motivos principales del abandono (la perspectiva Norteamericana); y aquellos que analizan el fenómeno haciendo foco en el individuo y en el abandono, no como problemática sino de aquello que consideran sus «consecuencias», particularmente, el gasto a nivel económico que el abandono generaría (la perspectiva de la Teoría del Capital Humano).

Cada uno de estos enfoques, que se desarrollaron principalmente entre los años sesenta del siglo XX y hasta la actualidad, se ha vinculado con ciertas disciplinas, visiones y problemáticas sobre la universidad y los jóvenes. Asimismo vale destacar, a modo de adelanto de la conclusión, que los distintos enfoques disciplinares (desde la sociología francesa, norteamericana, o desde la economía) organizaron los modos de abordaje pero que al mismo tiempo no generaron debates interdisciplinarios.

Tres perspectivas de estudio para el abordaje del abandono universitario

La perspectiva Norteamericana

Estados Unidos tuvo un recorrido inicial en relación a los análisis sobre abandono similar al de Argentina. Según Berger, Blanco y Lyons los primeros estudios claramente focalizados sobre el fenómeno del abandono universitario aparecieron en la década del teinta35. En general, se centraban en lo que denominaban la student morality que era conceptualizada como aquellos aspectos de la personalidad de los estudiantes que los hacían incapaces de graduarse36, perspectiva que puede homologarse a la de aquellos primeros intelectuales que sentenciaban el abandono bajo la frase «al que natura no da, Salamanca no presta»37.

Pero luego de un proceso de masificación del sistema universitario, que comienza en la década del veinte38, continúa luego del fin de la Segunda Guerra Mundial39 y se expande en 1965 luego de la redacción del Higher Education Act, que estipulaba un régimen de créditos accesibles a quienes quisieran comenzar cualquier estudio universitario40, surgieron algunas investigaciones vinculadas con el abandono universitario, siendo la primera específicamente dedicada a la temática realizada por Robert E. Iffert en 1957, denominada Retention and Withdrawal ofCollege Students.

Por otro lado, se realizó un estudio —no directamente vinculado con la universidad— que dinamizó las investigaciones sobre abandono: el Reporte Coleman en Estados Unidos en 196441. Si bien se centró en escuelas públicas sus análisis posteriores tuvieron un gran impacto en los estudios sobre educación superior. De hecho, su publicación marcó tal antecedente que a partir de ese momento las revisiones históricas de los estudios sobre abandono universitario clasificaban las investigaciones en dos grupos: antes y después del Reporte Coleman42.

Luego de este informe emergieron numerosos trabajos que analizaron el abandono más allá de la variable «logros académicos». Entre ellos se encuentran como los autores más reconocidos y citados a Astin (1970; 1971; 1984), Spady (1970; 1971), Pascarella (1985) y especialmente Tinto (1973), junto con Cullen (1975; 1981; 1986; 1992).

Con el tiempo dichas investigaciones fueron corriendo el eje del mainstream de la investigación norteamericana sobre abandono universitario desde los estudios sobre los «antecedentes familiares» (Coleman, 1966) hacia los estudios basados en la conformación de modelos que pretendían identificar las variables e indicadores de mayor peso en la decisión de los estudiantes para permanecer en la universidad o abandonarla.

Los primeros modelos reconocidos en los estudios sobre el fenómeno fueron el de Astin (1970) y posteriormente el de Spady (1970; 1971) que se focalizaron en aquellos factores que, en mayor o menor medida, contribuían a la integración social del sujeto43. Estos fueron condición de producción de la que, hasta ahora, es la obra más citada en relación al fenómeno: los trabajos de Vincent Tinto quien junto con John Cullen armaron un primer bosquejo del «Modelo de Integración del Estudiante» (Student Integration Model-SIM), que en 1975 sería reelaborado por Tinto bajo el nombre de «Teoría de Salida de Estudiantes» (Theory ofStudents Departure).

Esa primera versión fue sujeta a diversas revisiones hasta tener su forma más acabada en 1987 (Leaving College: rethinking the causes and cures of student attitrion), aunque el planteo central se mantuvo. De forma resumida, la idea motriz de la investigación de Tinto consistía en que los estudiantes abandonan los estudios porque no se integran social y académicamente al nuevo medio. En este sentido, Tinto analiza el papel que desempeñan «las influencias institucionales en el

desarrollo social e intelectual de sus alumnos»44 inspirado en El suicidio de Durkheim (1982) y en Los ritos de paso de Van Gennep (1986), particularmente por los conceptos de suicidio de tipo egoísta45 y el de transiciones46 puesto que consideraba que le permitía realizar una analogía con el abandono estudiantil.

Si bien los aportes de Tinto no estuvieron exentos de críticas (Tierney, 2000; Weidman, 1989) sus investigaciones marcaron un canon en los estudios sobre abandono e impusieron el uso de modelos de análisis en los estudios del fenómeno tanto en Estados Unidos como en otros países, siendo recurrentemente citados en México y Colombia (dos casos en Latinoamérica) como en las investigaciones que se realizan desde las disciplinas vinculadas con la economía en la Argentina.

La perspectiva Francesa

En consonancia con las investigaciones referidas de Argentina y Estados Unidos, fue en la década del cuando surgen los primeros estudios que dinamizaron el análisis sobre abandono en Francia. En particular interesan el trabajo de Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron Los herederos. Los estudiantes y la cultura, escrito en 1964 en un contexto de fuerte vinculación con el posterior movimiento estudiantil de 1968 y de reencuentro con la obra de Durkheim.

No voy a realizar una reseña de Los herederos en este artículo, pero sí vale la pena destacar algunas lecturas particulares que se realizaron a posteriori de la primera edición. En esas interpretaciones pesó mucho el uso en contexto que se realizó de esa investigación: Alain Gras47 menciona que durante los acontecimientos de mayo de 1968 en Francia ese libro fue considerado por los estudiantes como bandera de denuncia de un sistema educativo —particularmente el universitario— que fue perpetrado para «elegir a los (ya) elegidos», sentido que Gras define como una lectura en clave moral como si sus páginas constituyeran una suerte de juicio de responsabilidad al sistema educativo.

Pero dejando de lado la discusión sobre cómo leer a Bourdieu, el principal aspecto que quiero destacar respecto a Los herederos es que dinamizó el campo de la sociología de la educación y, como contrapartida, fue una investigación que articuló los debates sobre el abandono en la universidad en torno suyo. De alguna manera, muchas de las investigaciones surgidas en esos años en Europa dialogaban o discutían con Los herederos, aunque por supuesto no fue la única línea teórica desarrollada desde la tradición francesa.

Uno de los primeros trabajos en marcar una diferencia es el de Coulon, quien desde una perspectiva etnometodológica refiere a que el éxito universitario consiste en gran medida en el aprendizaje del oficio de estudiante, el paso «del estatus de alumno al de estudiante»48. Esta transformación va acompañada de un proceso de afiliación que es, a la vez, institucional e intelectual, quienes no se afilian, fracasan49. De la misma manera que Tinto (1992), Coulon (1997) apela al concepto de ritos de paso de Van Gennep para analizar la transición del estudiante que llega a un nuevo espacio. Sin embargo, Coulon plantea que la afiliación es un pasaje hacia la adquisición del lenguaje universitario. Asimismo, comparte cierta perspectiva con Bourdieu y eso puede observarse en cómo analiza la constitución de un miembro como tal en una comunidad universitaria, de lo que entiende que afiliarse, «es forjarse un habitus de estudiante»50.

Otros autores ampliamente reconocidos que han realizado abordajes desde la experiencia de los sujetos fueron Dubet y Martuccelli en su libro En la escuela. Sociología de la experiencia escolar (2000) originalmente publicado en 1996 y que luego Dubet continuó con Los estudiantes (2005). En sus investigaciones reflexionaron sobre los procesos de integración social y las tensiones que se generan cuando las normas que regulan las acciones institucionales pierden legitimidad como factores de cohesión sistémica. De esta manera discuten la concepción de la socialización como proceso único y terminado (como se observa en Tinto) para convertirse en una realidad abierta y múltiple.

Por otro lado, también se han desarrollado abordajes metodológicos diferentes: tal es el caso de Erlich51 quien estudió los modos de vida y comportamientos estudiantiles, dentro y fuera de los planteles, desde un análisis de los «procesos biográficos» que organizan la existencia. Sin embargo, la perspectiva de Bourdieu y Passeron sigue siendo la de mayor peso en los análisis sobre el fenómeno y en Argentina asumieron mayoritariamente una perspectiva metodológica de tipo cuantitativo.

La perspectiva del Capital Humano

Si bien este enfoque tuvo más impulso en los estudios sobre abandono universitario durante la década de los noventa, sus inicios en Argentina pueden rastrearse mucho antes, en la década del sesenta, donde este fenómeno fue un objeto de gran interés por parte de otras disciplinas, principalmente la economía.

En la última década del siglo XX esta perspectiva cobró más impulso dinamizada por las políticas públicas de la época y porque esos años trajeron en sus comienzos nuevos debates y transformaciones en la universidad que fueron configurando una nueva agenda de problemas. Esta agenda se construyó sobre las bases de una crítica a la masificación y a la sobredimensionada crisis presupuestaria de la universidad hacia finales de los años ochenta, situando en un lugar privilegiado los problemas vinculados con «la administración y gestión del presupuesto, las políticas de admisión de los estudiantes, las formas de remuneración del personal docente y no docente, el lugar de la investigación en la Universidad y la conformación de la oferta curricular»52.

Como se refirió previamente, los primeros abordajes de esta corriente teórica se pueden ubicar en los años sesenta con Julio Olivera y Alberto Aráoz, quienes retomaron los postulados de Theodore Schultz, uno de los exponentes de la Teoría del Capital Humano. Para este autor la educación pasa de ser un derecho para convertirse en una inversión que tiene como principal objetivo alcanzar una renta individual y social. El crecimiento del país ya no pasaría únicamente por la capacidad de extraer materias primas, desarrollar tecnología o industria, sino por la capacidad de generar «capital humano» altamente calificado53. Estos primeros «economistas de la educación» de la década de los años sesenta no tuvieron un peso significativo en los estudios sobre universidad hasta fines de los ochenta, cuando fueron releídos y reinterpretados bajo la siguiente premisa en común:

[...] el agente económico (individuo) en el momento que toma la decisión de invertir o no en su educación (seguir estudiando o no) arbitra entre los beneficios que obtendrá en el futuro si sigue formándose y los costos de la inversión (por ejemplo, el costo de oportunidad — salario que deja de percibir por estar estudiando— y los costos directos —gastos de estudios). [...] La Teoría del Capital Humano considera que el agente económico tiene un comportamiento racional, invierte para sí mismo y esa inversión se realiza en base a un cálculo54.

El segundo eje en el que focalizaron las teorías de Capital Humano sobre el abandono universitario es en relación a los efectos que el abandono generaría y, sobre todo, sus implicancias socio-económicas (entendidos en términos de altos costos presupuestarios para la sociedad que luego no se ven patentados en un profesional formado, la interrupción del abandono en universidades privadas que les imposibilita a estas prever sus recursos, su vinculación con el mercado de trabajo, etc.).

En este sentido Alieto Guadagni, una de las figuras públicas que impulsan este andamiaje teórico-ideológico tanto desde los medios masivos como en boletines académicos, escribió respecto a la baja graduación:

[...] es importante tener presente que una universidad con pocos graduados en proporción al total de alumnos incrementa fuertemente el costo presupuestario de cada graduado a cargo de los contribuyentes. [...] No hay que olvidar que el financiamiento de la universidad proviene de millones de argentinos que no pueden acceder a ella, porque no concluyen la escuela secundaria y la inmensa mayoría de ellos son pobres55.

 

Aún con diferencias entre ellos, hay una premisa común que se basa en considerar a la educación como un bien de mercado que puede ser econométricamente mensurable, lo que se puede observar en numerosos autores Latinoamericanos también, como Guadagni (2014) o Brunner y Elacqua (2003), muchas veces en el marco de distintos informes de organismos internacionales (UNESCO, BID, SITEAL-ONU, OEI).

Sin embargo, esta perspectiva analítica predominó en los estudios sobre abandono y graduación en Argentina entre fines de los años ochenta y los noventa únicamente en disciplinas específicas. Se puede observar cómo en las áreas de conocimientos más vinculadas con la economía esta perspectiva dominaba, mientras que en las ciencias sociales todavía no se había consolidado un campo respecto al fenómeno. Sin embargo, a medida que se fue constituyendo, el camino elegido fue distinto. De esta manera se fue consolidando un escenario más fragmentado en donde distintas áreas de conocimiento iban delineando los estudios sobre el abandono a partir de andamiajes teóricos distintos y sin mucha interacción entre ellos.

Tal como se mencionó previamente, los estudios sobre universidad no tuvieron como eje de interés al abandono sino hasta mediados de los años noventa cuando se empezaron a diversificar los debates sobre el campo universitario y luego con el nuevo milenio aparecieron con mayor recurrencia los primeros debates públicos y académicos sobre universidad.

Estos nuevos estudios trabajaron primordialmente la relación entre mercado de trabajo, políticas universitarias y abandono estudiantil. Tal es el caso de Miriam Aparicio, quien fue una de las iniciadoras de esta nueva producción en relación al abandono universitario con Causas de la Deserción en Universidades Nacionales (1998) y sus producciones posteriores57 en donde se propuso hacer confluir los indicadores estadísticos referentes al tema con la construcción de perfiles psicosociales58.

El resurgimiento de los estudios sobre abandono en Argentina

A partir de 1984 hubo nuevas condiciones institucionales y materiales para la emergencia de los estudios sobre abandono, en gran parte debido a la restitución del ingreso irrestricto y al aumento de la cantidad de estudiantes56. Sin embargo, los debates sobre la normalización de la universidad, luego la caída

Desde la perspectiva Capital Humano, García de Fanelli (2004 y 2005), Paula Giovagnoli (2002), posteriormente Schulman (2007), de Lopera Oquendo (2008) y Luciano Di Gresia (2009) reintrodujeron la disciplina económica en los debates acerca del abandono, sobre la base de una crítica a la masificación y a la sobredimensionada crisis presupuestaria de la universidad. De esta forma situaron en un lugar privilegiado los problemas vinculados con la administración y gestión del presupuesto y analizaron a los sujetos en tanto que agentes económicos que toman la decisión de invertir o no en su educación, arbitrando entre los posibles beneficios de cada decisión. Asimismo, desde los debates públicos y periodísticos en principio, y luego desde los boletines del Centro de Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, Alieto Guadagni fue otro gran impulsor de este tipo de análisis del fenómeno cuando a partir del año 200059 corrió el eje de sus estudios desde la energía a la educación. Desde otra perspectiva teórica, pero aún desde una lectura preocupada por el vínculo universidad-sistema económico, los trabajos de Panaia60 pensaron la relación entre el abandono universitario y el mercado de trabajo.

Así como lo hicieron las ciencias económicas, las sociales y de la educación empezaron a estudiar al abandono recuperando los modelos de análisis que ya trabajaban el fenómeno para pensarlo localmente, particularmente el caracterizado previamente como «perspectiva francesa». Cabe recordar que la norteamericana no tuvo tanto peso en Argentina más allá de algunas referencias, pero no como modelo de análisis.

Los que recuperaron la tradición francesa, centraron el estudio sobre el abandono en relación a las desigualdades sociales, culturales y simbólicas previas al ingreso a la universidad. De esta forma analizan las relaciones de dominación y las diferenciaciones jerárquicas entre los distintos establecimientos de educación superior estratificados por prestigio, recursos y selectividad de alumnos y docentes por el que los miembros de ciertos sectores sociales son canalizados a segmentos institucionales de menor estatus. Dentro de esa posición teórica se encuentran los trabajos de Ezcurra (2011), de Gluz y Rosica (2011a y 2011b), de Grandoli (2011) o de Aponte-Hernández (2008). Estas investigaciones pensaron el fenómeno del abandono universitario desde una mirada más sistémica, recuperando algunos de los conceptos bourdieanos pero distinguiendo las especificidades de la universidad argentina.

Vale mencionar que tanto a nivel internacional como local en la segunda década del siglo XXI hubo una gran producción de literatura que reflexionó sobre el papel de la universidad en la actualidad. Eminentemente hay dos grandes líneas: una más vinculada a los estudios comparados en educación superior, con referentes locales como Fernández Lamarra, que emergieron con fuerza luego del proceso de Bologna y la mayor circulación de científicos y universitarios; por otro lado se encuentran los estudios que reflexionaron en torno a la noción de «derecho a la educación», el cual pone en un plano central al fenómeno del abandono y el del acceso a la universidad. Tal es el caso de Dubet61, en el plano internacional, mientras que en el argentino se caracterizó además por el debate sobre la inclusión en el marco de un gobierno que se asumía como garante de la justicia social. En este caso emergieron reflexiones de distintos actores como Gentili (2011) o Rinesi (2016).

Por otro lado, si bien no se trata de una investigación directamente vinculada con el abandono, a lectura de Carli (2012) sobre la experiencia de los estudiantes en el ingreso permite observar las complejidades del abandono en el período donde éste se manifiesta con más fuerza: el ingreso y los primeros años de cursada. Esa mirada hizo un aporte que guarda similitudes con Dubet y Martucelli.

A modo de cierre

El presente trabajo tuvo distintos objetivos. Se propuso dar cuenta de la literatura existente en relación al abandono universitario en Argentina, tomando como base libros, informes y artículos en su vinculación con los estudios en el país. Sin embargo esto no supuso solamente una revisión de antecedentes, sino una exploración de las diversas perspectivas analíticas, su tipologización y una observación de las tendencias en un determinado período histórico y en distintos lugares del globo, así como sus elementos en común y divergencias. Este «estado de la cuestión» suponía, además de la revisión bibliográfica, una vinculación de la misma con las políticas públicas en relación a la universidad y con los elementos coyunturales que injerían, en mayor o menor medida, dinamizaron o ralentizaron los estudios sobre el fenómeno.

Un aspecto que se pretendió demostrar es que el perfil de las investigaciones sobre abandono universitario, su surgimiento y su desarrollo no solamente dependían de las condiciones materiales en las que se inscribía, sino que a partir de los años cincuenta ya nos encontrábamos con una internacionalización de la producción de conocimiento científico y con ciertas redes incipientes de intercambio de investigaciones que tuvieron un progresivo crecimiento. En este sentido, no se puede descartar que las investigaciones sobre abandono universitario en países en donde había una mayor trayectoria de estudio del fenómeno hayan tenido importancia en la búsqueda de respuestas en el contexto local.

Esa relación permite dar cuenta de otra de las conclusiones: que la recuperación de cada uno de los análisis y perspectivas teóricas internacionales presentadas se realizó a partir de áreas disciplinares que no discutían ni generaban debates entre sí, sino que actuaban de forma aislada una de otra. En este sentido, observamos por ejemplo que las ciencias sociales en términos generales recuperaban la tradición sociológica francesa mientras que las ciencias económicas trabajaron desde la teoría del capital humano. Sin embargo, los resultados producto de cada uno de los análisis realizados desde una perspectiva no eran recuperados por la otra.

Agregando a lo ya referido en el cuerpo del artículo, se plantean dos aspectos en común en todas las investigaciones. Por un lado, el hecho de que suelen plantear distintas interpretaciones acerca de las implicancias negativas del abandono para la sociedad (fracaso estudiantil, derroche financiero, ineficacia institucional, una desigual distribución del capital cultural y académico, fortalecimiento de las desigualdades sociales, culturales y simbólicas previas al ingreso, etc.) con excepciones como la de Panaia (2013) quien destaca que el paso por la universidad, aún entre quienes no consiguen el título, les permite una inserción diferenciada en el mercado laboral. Por otro lado, la predominancia de estudios de tipo cuantitativo (en todas las áreas disciplinares) que en gran medida se explica: 1) por el mayor acceso y cantidad de datos estadísticos comparativamente con décadas anteriores y 2) por la dificultad metodológica de contactar a personas que hayan abandonado sus estudios superiores una vez que se desvincularon de la universidad y que quieran ser entrevistados para hablar sobre ello para llevar adelante un abordaje de tipo cualitativo.

Por estas razones, el abandono universitario como objeto de estudio tradicionalmente se abordó desde distintas investigaciones que ponían más el eje en un análisis del sistema en su conjunto que en los actores participantes. En este sentido, un análisis histórico del fenómeno, permite comprender los intereses epistemológicos sobre el objeto y situar los nuevos abordajes, pero además da cuenta de cómo las construcciones metodológicas en el abandono universitario son particularmente de tipo disciplinar.

Teniendo en cuenta estas conclusiones, la investigación general en la que se enmarca el presente artículo busca aportar nuevas lecturas del fenómeno del abandono a partir del análisis sobre los rasgos de las experiencias estudiantiles.

Notas

2 Cfr. Carli, S. (2012). El estudiante universitario. Hacia una historia del presente de la educación pública. Buenos Aires: Siglo XXI, p. 13.

3 El resaltado es propio. Cfr. Orgaz, A. (1941). "La Reforma Universitaria y la Facultad de Derecho de Córdoba". En Del Mazo, G. La Reforma Universitaria. Ensayos críticos (1918-1940). Tomo III. La Plata: Editorial Centro Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de La Plata, p. 80.

4 Cfr. Pérez, O. (2004). Historia de la Facultad de Ciencias Veterinarias: cien años de enseñanza. Buenos Aires: EUDEBA, pp. 41-42.

5  Cfr. Martínez de Codes, R. M. (1988). El positivismo argentino una mentalidad en tránsito en la Argentina del Centenario. Madrid: Editorial Universidad Complutense.

6  Cfr. Martínez de Codes, R. M. (1998). Ob. cit, p. 207.

7  Cfr. Moguillansky, M. (2008). "Tradiciones políticas y modernización en las reformas peronistas de la universidad: el ethos ilustrado en debate". En Naishtat, F. y Aronson, P. (editores), Unzué, M. (coordinador). Genealogías de la universidad contemporánea. Sobre la Ilustración o pequeñas historias de grandes relatos. Buenos Aires: Ed. Biblos, p. 168.

8  Según Buchbinder, dicha ambivalencia se encontraba marcada por un lado con el avance de la educación técnica en las universidades y con la masificación en la educación superior. En gran parte, estimulada por una serie de medidas como la supresión de los aranceles universitarios en 1950 y la eliminación del examen de ingreso en 1953 (p. 160). Pero por otro lado, por la persecución a ciertos intelectuales y académicos contrarios al peronismo generando rivalidades y exilios forzados. Cfr. Buchbinder, P. (2010). Historia de las universidades argentinas. Buenos Aires: Sudamericana, p. 149.

9     Cfr. Kant, I. (2004). El conflicto de las facultades. Buenos Aires: Losada.

10    Cfr. Lanuza, J. L. (1941). "La universidad separada del pueblo". En Del Mazo, G. (1918-1940). La Reforma Universitaria. Ensayos críticos. Tomo III. La Plata: Editorial Centro Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de La Plata, p. 96.

11    Cfr. Buchbinder, P. (2010). Ob. cit, p. 152.

12    Cfr. Buchbinder, P. (2010). Ob. cit., p. 157.

13    Ibídem.pp. 159-160.

14 Este y otros discursos, resoluciones y leyes vinculadas con las políticas universitarias de principios de la dictadura que inició Axamburu se encuentran registrados en el libro La revolución libertadora y la universidad. Cfr. Ministerio de Educación y Justicia (1957). La Revolución Libertadora y la universidad (1955-1957).

15    Cuando el Rector-interventor Alejandro Ceballos dice «la dictadura» hace alusión al gobierno peronista. Cfr. Ministerio de Educación y Justicia (1957). Ob.cit.,pp. 220-221.

16    Cfr. Ministerio de Educación y Justicia (1957). Ob. cit, p. 221.

17    Ibídem, p. 222.

18    Cfr. Buchbinder, P. (2010). Ob. cit., p. 161.

19 Lo expresado puede observarse en las versiones taquigráficas del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires de aquellos años. Disponible en [http://www.uba.ar/historia/contenidos.php?id=6&s=30]. Consultado en mayo de 2014. Cfr. Carli, S. (2014). "Entre la formación cultural y la educación política de los estudiantes. Las Visiones sobre la universidad del rector Risieri Frondizi y del intelectual Juan José Hernández Arregui". En Carli, S. (compiladora). Universidad pública y experiencia estudiantil. Historia, política y vida cotidiana. Buenos Aires: Miño y Dávila, p. 70.

20    Cfr. Habichayn, H. (1965). Deserción universitaria. Santa Fe: Universidad nacional del Litoral, p. 64.

21    Cfr. Olivera, J. (1967). Die Universitat ais Produktionseinheit. Weltwirtschaftliches, 98 (1).

22    Cfr. Graciarena, J. (1961). Ob. cit, p. 7.

23    Cfr. Germani, G. y Sautu, R. (1965). Regularidad y origen social en los estudiantes universitarios. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, p. 18.

24    Ibídem, p. 19.

25    Cfr. Aráoz, A. (1968). "Comentarios sobre el trabajo del Dr. Julio Olivera: La Universidad como unidad de producción". En Revista Económica, 1 (2),p. 111.

26    Ibídem, p. 112.

27    Cfr. Almada, M. A., Horowitz, M. A. y Zalduendo, E. A. (1963). Los recursos humanos de nivel universitario y técnico en la República Argentina. Buenos Aires: Editorial del Instituto Di Tella;         [ Links ] Miguens, J. E. (1965). Capacidades profesionales y su aprovechamiento en la Argentina. Buenos Aires: Fundación Bolsa de Comercio de Buenos Aires; Merrett, S. (1968). La actividad Económica del Estudiante de Ingeniería Argentino. Buenos Aires: Instituto Torcuato di Tella, Centro de Investigaciones Económicas.

28    Cfr. Fernández Lamarra, N. y Aguerrondo, I. (1971). La Planificación Educativa en América Latina. Una reflexión a partir de los planificadores de la región. Buenos Aires: Comisión Económica para América Latina, p. 7.

30 Cfr. CONADE (1968). Educación, recursos humanos y desarrollo económico-social: situación presente y necesidades futuras.

31    Cfr. Suasnábar, C. (2013). "Las políticas universitarias en los 30 años de democracia: tendencias históricas de cambio y movimiento pendular de las políticas públicas". En Dossier Argentina: 30 años de democracia. Buenos Aires: Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, p. 363.

32    Cfr. Carli, S. (2012). Ob. cit, p. 13.

33    Cfr. Krotsch, P. y Suasnábar, C. (2002). "Los estudios sobre la Educación Superior: una reflexión en torno a la existencia y posibilidades de un campo". En Pensamiento Universitario, número 10, p. 8.

Cfr. Carli, S. (2012). Ob. cit.

35    Cfr. Berger, J.; Blanco Ramírez, G. y Lyons, S. (2012). "Past to present: a historical look at retention". En Seidman, A. (Ed.), College student retention: formula for student success. Maryland, USA: Rowman & Littlefield.

36    Ibídem, p. 11.

37    Cfr. Orgaz, A. (1941). Ob. cit., p. 80.

38    Cfr. Seidman, A. (2012). College student retention: formula for student success. Maryland, Estados Unidos: Rowman & Littlefield.

39    Thelin, J. R. (2004). A history of American higher education. Baltimore, MD: John Hopkins University Press.

40    Cfr. McDonough, P. M. y Fann, A. J. (2007). "Trie study of inequality". En P. J. Gumport (editors). Sociology of higher education: Contributions and their contexts. Baltimore: John Hopkins University Press, pp. 53-93.

41    El Reporte Coleman en Estados Unidos durante el año 1964 surgió como una demanda del Congreso de dicho país cuando le solicitó al Comisionado de Educación realizar un censo que sirva como insumo para investigar las causas de «la falta de igualdad de oportunidades en educación para individuos de distintas minorías» (como ser étnicas, religiosas, etc.). Cfr. Coleman, S. J. (1966), p. 1 (la traducción es propia). Esto condujo a un estudio nacional que abarcó 600.000 estudiantes, 60.000 maestros y 4.000 escuelas públicas. En dicha investigación se intentó relacionar los antecedentes familiares (tomando en cuenta estatus socioeconómico y étnico), la variables de equidad en la escuela (integración de niños blancos y afro-americanos) con los resultados que los estudiantes obtenían en los exámenes y con sus actitudes hacia el ingreso a la educación superior.

42 Cfr. Tinto, V. (1975). Dropout from higher education: a theoretical synthesis of recent research. Review of Higher Education, 68(1), pp. 1-16; Demetriou, C. & Schmitz-Sciborski, A. (2011). "Integration, motivation, strengths and optimism: Retention theories past, present and future". En R. Hayes (2011). Proceedings of the 7th National Symposium on Student Retention. Charleston, Norman: The University of Oklahoma, pp. 300-312.

Cfr. Demetriou, C. y Schmitz-Sciborski, A. (2011). Ob. cit., p. 3.

44    Cfr. Ramírez García, R. (2013). Cambiar, interrumpir o abandonar. La construcción de experiencias de los estudiantes en su tránsito por una institución de educación superior tecnológica. México: ANUIES, p. 36.

45    Recordemos que Durkheim propone cuatro formas de suicidio: altruista, anómica, fatalista y egoísta. Este último tipo de suicidio «ocurre cuando las personas son incapaces de integrarse y establecer afiliaciones en las agrupaciones sociales» . Cfr. Tinto, Vincent (1992). El abandono de los estudios superiores: una nueva perspectiva de las causas del abandono y su tratamiento. México DF, México: UNAM-ANUIES, p. 109. Y continuando el paralelismo, concluye que los estudiantes que no se integran, se suicidan (abandonan).

46    El autor de Los ritos de paso dice que los individuos atraviesan numerosas transiciones (juventud-adultez-vejez; soltería-matrimonio; etc.) que implican la necesidad del sujeto para integrarse a «nuevos mundos». Tinto lo recupera para pensar las etapas de cambio representadas por el tránsito del colegio de nivel medio a la universidad.

47 Cfr. Gras, A. (1976). Textos fundamentales en sociología de la educación. Madrid: Narcea.

48 Cfr. Coulon, A. (2008). A condicao de estudante. A entrada na vida universitaria. Salvador: Edufba, p. 31.

Ibídem, p. 32.

50    Cfr. Coulon, A. (2008). Ob. cit., p. 80.

51    Cfr. Erlich, V. (1998). Les nouveaux étudiants. Un groupe social en Cfr. Buchbinder, P. (2010). Ob. cit., p. 220.

53 Cfr. Carnoy, M. (1967). Rates of return to schooling in Latín América: Earnings and schooling in México. Washington: Brookings Institution.

54 Cfr. Destinobles, A. (2006). El capital humano en las teorías del crecimiento económico. Chihuahua: Textos Universitarios, Universidad Autónoma de Chihuahua, p. 21.

55 Cfr. Guadagni, A. (Marzo de 2014). "Las universidades nacionales deben cuidar mejor sus recursos". En Boletín CEA, número 19, pp. 2-11.

Cfr. Carla, S. (2012). Ob. cit, p. 70.

57    Cfr. Aparicio, M. (2001). "La deserción en la Universidad. Algunos ejes para el replanteo de las políticas universitarias y de empleo". En Revista Internacional de Estudios en Educación, 1 (1), pp. 1-21; Aparicio, M. (2007). Causas de la deserción en Universidades Nacionales. Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo; Ministerio de Educación; Ciencia e Innovación.

58    Cfr. Aparicio, M. (2012). "La deserción universitaria como parámetro de calidad y su relación con factores psicosociales". En Revista Diálogo, número 20, p. 145.

59 El jueves 24 de agosto de 2000, Alieto Guadagni publica su primera nota periodística vinculada con los estudios sobre universidad. Disponible en [http://www.lanacion.com.ar/30140-funcion-de-la-universidad]. Consultado el 18/09/2015. Previamente, si bien existen notas periodísticas vinculadas con el fenómeno del abandono universitario, estas se inscribían más bien en los debates sobre las políticas públicas y en la disputa UBA/Decibe.

60 Cfr. Panaia, M. (2013). Abandonar la universidad con o sin título. Buenos Aires: Miño & Dávila Editores/Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Avellaneda.

61 Cfr. Dubet, F. (2011). Repensar la justicia social. Buenos Aires: Siglo XXI editores.

 

Referencias bibliográficas

  1. Almada, M. A., Horowitz, M. A. y Zalduendo, E. A. (1963). Los recursos humanos de nivel universitario y técnico en la República Argentina. Buenos Aires: Editorial del Instituto Di Tella.
  2. Aparicio, M. (1998). Causas de la Deserción en Universidades Nacionales. Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo.         [ Links ]
  3. Aparicio, M. (2001). "La deserción en la Universidad. Algunos ejes para el replanteo de las políticas universitarias y de empleo". En Revista Internacional de Estudios en Educación, 1 (1), pp. 1-21.         [ Links ]
  4. Caribe: tendencias y escenario alternativo en el horizonte 2021". En Gazzola, Ana Lucía y Didrksson, Axel (2008). Tendencias en la Educación Superior de América Latina y el Caribe. Venezuela: Editores Gazzola, Ana Lucía y Didrksson, Axel. Disponible en [www.iesalc.unesco.org.v e/index.php].         [ Links ]
  5. Aráoz, A. (1968). "Comentarios sobre el trabajo del Dr. Julio Olivera: La Universidad como unidad de producción". En Revista Económica, número 1 (2).         [ Links ]
  6. Astin, A. (1970). The methodology ofresearch on College impact Sociology of Education, Partes I-II. 43 (3). Recuperado de Education Resources Information Center (ERIC) n. ° ED041948. Disponible en [http://files.eric.ed.gov /fulltext/ED041948.pdf].         [ Links ]
  7. Astin, A. (2007). Causas de la deserción en Universidades Nacionales. Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo; Ministerio de Educación; Ciencia e Innovación.         [ Links ]
  8. Astin, A. (2012). "La deserción universitaria como parámetro de calidad y su relación con factores psicosociales". En Revista Diálogo, número 20, pp. 145-166.         [ Links ]
  9. Aponte-Hernández, E. (2008). "Desigualdad, inclusión y equidad en la educación superior en América latina y el
  10.         [ Links ]
  11. Aponte-Hernández, E. (1971). Predicting academic performance in college. Nueva York: Free Press.         [ Links ]
  12. Aponte-Hernández, E. (1984). Student Involvement: A developmental theory for Higher Education. Journal of College Student Personnel, 25 (5). Disponible en [http://kvccdocs.com/KVCC/2013-Spring/FY125-OLA/content/L-17/Student%20Involveme nt%20Article.pdf], pp. 297-308.         [ Links ]
  13. Berger, J.; Blanco Ramírez, G. y Lyons, S. (2012). "Past to present: a historical look at retention". En Seidman, A. (editor). College student retention: formula for student success. Maryland, USA: Rowman & Littlefield.
  14. Brunner, J. J. y Elacqua, G. (2003). Informe. Capital Humano en Chile. Santiago de Chile: Universidad Adolfo Ibáñez, Escuela de Gobierno.
  15. Buchbinder, P. (2010). Historia de las universidades argentinas. Buenos Aires: Sudamericana.
  16. Carli, S. (2012). El estudiante universitario. Hacia una historia del presente de la educación pública. Buenos Aires: Siglo XXI.
  17. Carli, S. (2014). "Entre la formación cultural y la educación política de los estudiantes. Las Visiones sobre la universidad del rector Risieri Frondizi y del intelectual Juan José Hernández Arregui". En Carli, S. (compiladora). Universidad pública y experiencia estudiantil. Historia, política y vida cotidiana. Buenos Aires: Miño y Dávila.
  18. CONADE (1968). Educación, recursos humanos y desarrollo económico-social: situación presente y necesidades futuras.
  19. Coulon, A. (1997). Ee Métier d'etudiant. L'entrée dans la vie universitaire. París: Universitaires de France.
  20. Coulon, A. (2008J. A condigno de estudante. A entrada na vida universitaria. Salvador: Edufba.
  21. Demetriou, C. & Schmitz-Sciborski, A. (2011). "Integration, motivation, strengths and optimism: Retention theories past, present and future". En R. Hayes (2011). Proceedings of the 7th National Symposium on Student Retention. Charleston, Norman: The University of Oklahoma,pp. 300-312.
  22. Department of Health, Education and Welfare (1966). Equality of Educational Opportunity.
  23. Destinobles, A. (2006). El capital humano en las teorías del crecimiento económico.  Chihuahua:        Textos Universitarios, Universidad Autónoma de Chihuahua.
  24. Carnoy, M. (1967). Rates ofreturn to schooling in Latin América: Earnings and schooling in México. Washington: Brookings Institution.
  25. Di Gresia, L. (2009). Educación universitaria: acceso, elección de carrera y rendimiento. La Plata: Universidad Nacional de La Plata
  26. Dubet, F. (2011). Repensar la justicia social. Buenos Aires: Siglo XXI editores.
  27. Dubet, F. y Martucelli, D. (2000). En la escuela. Sociología de la experiencia escolar. México: Losada.
  28. García de Fanelli, A. M. (2004). "Indicadores y estrategias en relación con el abandono y la graduación universitarios". En Marquis, C. (2004). La Agenda Universitaria. Buenos Aires: Colección Educación Superior, Universidad de Palermo.
  29. Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (2005). Acceso, abandono y graduación en la educación superior argentina.
  30. Durkheim, Emile (1982). El suicidio. Madrid: Ed. Akal.
  31. Erlich, V. (1998). Les nouveaux étudiants. Un groupe social en mutation. Paris: Armand Colin.
  32. Geller, L. (1941). Aspecto financiero y el costo de la enseñanza en la Universidad de Buenos Aires en el período 1932 a 1935. Tesis de Doctorado. Buenos Aires: Facultad de Ciencias Económicas (UBA).
  33. Ezcurra, A. M. (2011). "Abandono estudiantil en educación superior. Hipótesis y conceptos". En Gluz, Nora (2011). Admisión a la universidad y selectividad social. Cuando la democratización es más que un problema de "ingresos". Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento.
  34. Fernández Lamarra, N. y Aguerrondo, I. (1971). La Planificación Educativa en América Latina. Una reflexión a partir de los planificadores de la región. Buenos Aires: Comisión Económica para América Latina.
  35. Gentili, P. (2011). "Adentro y afuera. El derecho a la educación y las dinámicas de exclusión". En Gentili (2011). Políticas, movimientos sociales y derecho a la educación. Buenos aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
  36. Germani, G. y Sautu, R. (1965). Regularidad y origen social en los estudiantes universitarios. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
  37. Giovagnoli, P. (2002). Determinantes de la deserción y graduación universitaria: Una aplicación utilizando modelos de duración. Tesis de la Maestría. La Plata, Argentina: Universidad Nacional de La Plata.
  38. al CAU". En Gluz, N. (2011). Admisión a la universidad y selectividad social. Cuando la democratización es más que un problema de "ingresos". Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento.
  39. Gluz, N, y Rosica M. (2011a). "¿Selectividad social o escolar? Fragmentación del sistema educativo y trayectoria en el CAU". En Gluz, N. (2011). Admisión a la universidad y selectividad social. Cuando la democratización es más que un problema de "ingresos". Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento.
  40. Gluz, N. y Rosica M. (2011b). "¿Ingreso condicionado o condicionantes en el ingreso? El acceso al sistema universitario en contextos de fragmentación escolar". En Martínez, Silvia (compiladora). Democratización de la Universidad. Investigaciones y Experiencias sobre el acceso y la permanencia de los/las estudiantes. Cipoletti: Universidad Nacional del Comahue.
  41. Graciarena, J. (1961). Diseño de un modelo de investigación sobre la deserción estudiantil universitaria. Santa Fe: Imprenta de la Universidad del Litoral.
  42. Grandoli, M.E. (2011). "Aproximación al estudio de las dificultades académicas como condicionantes del desempeño y permanencia de los estudiantes ingresantes
  43. Gras, A. (1976). Textos fundamentales en sociología de la educación. Madrid: Narcea.
  44. Guadagni, A. (Marzo de 2014). "Las universidades nacionales deben cuidar mejor sus recursos". En Boletín CEA, número 19, pp. 2-11.
  45. Habichayn, H, (1965). Deserción universitaria. Santa Fe: Universidad nacional del Litoral.
  46. U.S. Dept. of Health, Education, and Welfare, Office of Education (1957). Retention and withdrawal of college students.
  47. Kant, I. (2004). El conflicto de las facultades. Buenos Aires: Losada.
  48. Krotsch, P. y Suasnábar, C. (2002). "Los estudios sobre la Educación Superior: una reflexión en torno a la existencia y posibilidades de un campo". En Pensamiento Universitario, número 10, pp. 35-54.
  49. Lanuza, J. L. (1941). "La universidad separada del pueblo". En Del Mazo, G. (1918-1940). La Reforma Universitaria. Ensayos críticos. Tomo III. La Plata: Editorial Centro Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de La Plata.
  50. Lopera Oquendo, C. (2008). "Determinantes de la deserción universitaria en la Facultad de Economía Universidad del Rosario". En Serie Documentos. Borradores de investigación, número 95.
  51. Martínez de Codes, R. M. (1988). El positivismo argentino una mentalidad en tránsito en la Argentina del Centenario. Madrid: Editorial Universidad Complutense.
  52. Ministerio de Educación y Justicia (1957). La Revolución Libertadora y la universidad (1955-1957).
  53. Moguillansky, M. (2008). "Tradiciones políticas y modernización en las reformas peronistas de la universidad: el ethos ilustrado en debate". En Naishtat, F. y Aronson, P. (editores), Unzué, M. (coordinador). Genealogías de la universidad contemporánea. Sobre la Ilustración o pequeñas historias de grandes relatos. Buenos Aires: Ed. Biblos.
  54. Olivera, J. (1967). Die Universitat Weltwirtschaftliches, 98 (1).
  55. McDonough, P. M. y Fann, A. J. (2007). "The study of inequality". En P. J. Gumport (editor). Sociology ofhigher education: Contributions and their contexts. Baltimore: John Hopkins University Press, pp. 53-93.
  56. Merrett, S. (1968). La actividad Económica del Estudiante de Ingeniería Argentino. Buenos Aires: Instituto Torcuato di Tella, Centro de Investigaciones Económicas.
  57. Miguens, J. E. (1965). Capacidades profesionales y su aprovechamiento en la Argentina. Buenos Aires: Fundación Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
  58. Orgaz, A. (1941). "La Reforma Universitaria y la Facultad de Derecho de Córdoba". En Del Mazo, G. La Reforma Universitaria. Ensayos críticos (1918-1940). Tomo III. La Plata: Editorial Centro Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de La Plata.
  59. Panaia, M. (2013). Abandonar la universidad con o sin título. Buenos Aires: Miño & Dávila Editores y Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Avellaneda.
  60. Pascarella, E. (1985). "College environmental influences on learning and cognitive development: a critical review and synthesis". En Smart (editor). Higher Education: Handbook of Theory and Research, volumen 1, Nueva York: Agathon.
  61. Pérez, O. (2004). Historia de la Facultad de Ciencias Veterinarias: cien años de enseñanza. Buenos Aires: EUDEBA.
  62. Ramírez García, R. (2013). Cambiar, interrumpir o abandonar. La construcción de experiencias de los estudiantes en su tránsito por una institución de educación superior tecnológica. México: ANUIES.
  63. Rinesi, E. (2016). Filosofía y política de la universidad. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento.
  64. Sautu, R. (1965). "Factores sociales de la regularidad en los estudios en la Universidad de Buenos Aires". En Regularidad y origen social en los estudiantes universitarios. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires.
  65. Schulman, D. (2007). Retención y rendimiento académico de los estudiantes desde una perspectiva organizacional. El caso de la Universidad Nacional de Lujan. Tesis de Doctorado. Buenos Aires: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
  66. Seidman, A. (2012). College student retention: formula for student success. Maryland, Estados Unidos: Rowman & Littlefield.
  67. Spady, W. (1970). "Dropouts from higher education: an interdisciplinary review and synthesis". En Interchange, 1 (1), pp. 64-65.
  68. Spady, W. (1971). "Dropouts from higher education: toward an empirical model". En Interchange, 3 (2), pp. 38-62.
  69. Suasnábar, C. (2013). "Las políticas universitarias en los 30 años de democracia: tendencias históricas de cambio y movimiento pendular de las políticas públicas". En Dossier Argentina: 30 años de democracia. Buenos Aires: Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
  70. Thelin, J. R. (2004). A history of American higher education. Baltimore, MD: John Hopkins University Press.
  71. Tierney, W. (2000). "Power, identity, and the dilemma of college student departure". En Braxton (editor). Reworking the student departure puzzle. Nashville, Vanderbilt University Press, pp. 213-234.
  72. Tierney, W. (1981). The limits of theory and practice in student attrition. Journal of Higher education, número 45.
  73. Weidman, J. (1989). "Undergraduate socialization: a conceptual approach". En Smart (editor). Higher education: Handbook of theory and research, volumen 5. Nueva York, Agathon.
  74. Weidman, J.(1986). "Theories of College Student Departure Revisited". En J. C. Smart (editor). Higher education handbook of theory and research, volumen 2, Nueva York, Estados Unidos: Agathon.
  75. Weidman, J.(1992). El abandono de los estudios superiores: una nueva perspectiva de las causas del abandono y su tratamiento. México DF, México: UNAM-ANUIES.
  76. Tinto, Vincent y Cullen, John (1973). Dropout from higher education: a review and theoretical synthesis of recent research. Nueva York, Estados Unidos: Columbia University, Teachers College, Office of Education (DHEW), Washington, DC Office of Planning, Budgeting and evaluation.
  77. Van Gennep, Arnold (1986). Los ritos de paso. Madrid, España: Taurus

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons