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Historia de la educación - anuario

versión On-line ISSN 2313-9277

Hist. educ. anu. vol.17 no.2 Ciudad autonoma de Buenos Aires. dic. 2016

 

DOSSIER: MUJERES EN LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN

María Luisa Navarro (1885-1948): de la II República Española al exilio en Buenos Aires. Entre la educación, la psicología y la justicia social

 

María Teresa Bejarano Franco1

1 Licenciada en Ciencias de la Educación y Doctora en el programa Estudios de las Mujeres por la Universidad de Granada. Actualmente es Profesora Contratada Doctora en la Universidad de Castilla La Mancha, adjunta al Departamento de Pedagogía. Imparte clases en las áreas de Didáctica y Teoría e Historia en la Facultad de Educación de Ciudad Real. Es tutora en la UNED en el Grado de Educción Social, imparte materias de los Departamentos de Historia de la Educación y Pedagogía Social. Sus líneas de investigación se centran en la innovación, formación inicial docente y educación-género. En relación a estas líneas indagatorias ha participado y participa en los Proyectos de investigación nacionales financiados por Ministerio de Educación en España e internacionales, UBACYT (Argentina) y COLCIENCAS (Colombia). Contacto [mariateresa.bejarano@uclm.es].


Ofreció apoyo para luchar por los derechos de las mujeres, especialmente por el sufragio femenino, con otras figuras destacadas como Clara Campoamor, participando de organismos y asociaciones feministas. Igual que otras intelectuales de la época, fue víctima del alzamiento militar que acabó con la II República en 1936. Junto a gran parte de su familia abandonó España para vivir distintos exilios en Londres, Glasgow, Tucumán y Buenos Aires. A pesar de esta dura situación de exilios, siguió realizando actividades docentes, editoras y trabajando en el fomento de la cultura de paz. Se rescata del pasado a Ma Luisa Navarro a partir de fuentes históricas y también mediante los testimonios ofrecidos por familiares directos, que muestran a esta maestra como una figura polifacética y comprometida con el proyecto socio-educativo republicano, los derechos de las mujeres y la justicia social.

Palabras claves II República española, maestra republicana, educación, psicóloga social, exilios.

Luisa Navarro is presented as a republican teacher considered as one of the first psychologist in the Spanish context. She carried out important contributions to educational institutions in the Second Spanish Republic; it should be pointed out her commitment with the Pegagogical Missions and different special education schools. She was co-founder of Boletín Escolar (1917) and Revista de Pedagogía (1922). She offered support to fight for women's rights, especially for the femóle vote, in association with other relevant figures as Clara Campoamor, benefiting from institutions andfeminist associations. As other intellectuals ofthat period, she was a victim of the military uprising which finished with the Second Spanish Republic in 1936. With part of her family, she left Spain to Uve different exiles in hondón, Glasgow, Tucumán and Buenos Aires. Despite that hard situation of exiles, she continued making teaching activities, editing and working to promote a culture ofpeace. Ma Luisa Navarro was recovered from thepastfrom historical sources and alsofrom testimonies offered by cióse relatives, who showed this teacher as a multi-faceted and committed figure to the republican so ció-educational project, women's rights and social justice.

Keywords The Second Spanish Republic, a republican teacher, education, social psychologist, exiles.


 

Introducción

La figura de María Luisa Navarro (1885-1948) está ligada a un importante periodo reformista acontecido en España, el de la II República (1931-1936). Molero (2009) determina que de todas las reformas que se emprendieron a partir de abril de 1931, la más importante fue la de la enseñanza con especial relevancia la llevada a cabo en relación a la formación de los maestros.

María Luisa contribuyó al periodo de modernización del sistema escolar. Formó parte del grupo de mujeres cuyo trabajo socio-educativo revirtió en avances sustantivos para la sociedad española. Se trata de una figura en cuyo perfil confluyen las dimensiones académicas, feminista, editora y exiliada. Como señala Paz2, se hace necesario acudir a las investigaciones centradas en la II República con perspectiva feminista para recuperar los discursos y políticas de las mujeres que formaron parte de los proyectos republicanos y entender la repercusión de los mismos en las identidades femeninas de época.

Rescatar a María Luisa ha sido posible gracias al marco de un proyecto de investigación3 que recurre desde el punto de vista teórico-metodológico al enfoque biográfico-narrativo4 y que ha trabajado con los testimonios de los familiares y personas cercanas a ella5. Se trata de entrevistas narrativas6 llevadas a cabo en España y Argentina durante el verano de 2010. A partir de la utilización de este enfoque cabe señalar que:

El valor de lo testimonial y el recurso de la entrevista se destacan, porque desde la recuperación de registros de múltiples memorias, es posible rescatar y recortar tramos de una historia reciente, y desde allí reconstruir información sobre la que no hay documentación suficiente [...]. Se trata de construcciones narrativas que condensan diferentes versiones del pasado atravesadas por el tiempo y condicionadas por la posición de quienes relatan, protagonistas y testigos, ocuparon o les son atribuidas7.

El manejo de las fuentes orales ha propiciado el diálogo con la trayectoria y la obra de la autora a través del encuentro con familiares y conocidos. Ello también ha facilitado el contacto con experiencias académicas y políticas de las cuales formó parte8. Se han consultado documentos personales inéditos que han servido para compilar datos de interés sobre su recorrido vital y profesional. Ha sido necesaria la consulta de legajos científicos facilitados por investigadores especialistas en Historia de la Educación y cuyo objeto de estudio han sido las mujeres de la II República pioneras en distintos ámbitos del conocimiento. Con las fuentes documentales y orales, se busca recuperar el perfil de María Luisa Navarro a partir de una serie de materiales específicos que nutren los estudios de Historia de la Educación.

En este texto, nos proponemos presentar los distintos planos de actuación que se entrecruzan en María Luisa: el personal, el activista y el académico. Ello la dispone en el presente como una figura a estudiar y considerar, debido a las grandes aportaciones que realizó y los compromisos políticos que adquirió, como tantas mujeres maestras republicanas a favor de la igualdad, la cultura universal y la paz social.

Las mujeres maestras y psicólogas en la II República, aquellas grandes olvidadas

Referenciar la II República española en la actualidad supone un esfuerzo intelectual para quienes tenemos como referencia político-social la Democracia española (1978). Después de décadas de silencio y discreción, pareciera como si la memoria estuviera hoy todavía quebrada por todo lo que supuso el capítulo más negro de la historia española con la Guerra Civil (1936-1939) y la Dictadura Franquista (1939-1975). Existe mucha bibliografía sobre el movimiento cultural que aconteció en la II República española9. En ella se recoge lo que supuso el periodo republicano en España (I y II República) en cuanto a las instituciones que se crearon y los perfiles políticos y académicos de época. La educación fue uno de los compromisos de la II República. Así lo hacían saber un grupo de profesores universitarios conocidos como los institucionistas a finales del siglo XIX, entre los que se encontraba Francisco Giner de los Ríos. Para ellos, la escuela tenía que ser un taller cuyas máquinas se debían mover sin descanso con el fin de dar a la sociedad personas, lo primero, que más tarde serían sabios y sabias. Sostenían que aprender era vivir y que vivirera aprender. Se trataba de configurar el Estado docente capaz de educar a ciudadanos y ciudadanas en el compromiso de la construcción de una nueva sociedad, que dejara atrás las desigualdades de otras épocas10.

En la última década se viene haciendo una labor muy interesante por recuperar este periodo de la historia española. Aparecen publicaciones11 que vienen a otorgar el valor que merecen las experiencias pedagógicas que se gestaron en la España de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Estas publicaciones señalan el avance que supuso para la sociedad de la época el periodo republicano desde las vertientes educativa y pedagógica. Los intelectuales españoles ocupaban, por primera vez, un lugar determinante en el devenir educativo de España a partir de una visión innovadora que postulaban debía atravesar los procesos formativos, especialmente aquellos que se centraban en la formación de los futuros maestros y maestras. Se educaba para el conocimiento del saber, esto es, el fin de la enseñanza no era solo la instrucción, sino también formar en el carácter, educar la sensibilidad estética y el cuerpo; el interés educativo abarcaba distintos campos12. Sin embargo, la reconstrucción de las trayectorias profesionales de intelectuales de aquel momento no se ha hecho de la misma manera según hablemos de hombres o de mujeres. Al consultar las fuentes para mostrar el periodo republicano, éstas nos devuelven muchos más perfiles masculinos que femeninos y ello implica «una marginalidad culturalmente determinada y psicológicamente internalizada de las mujeres que convierte su experiencia histórica en diferente a la de los varones»13. También implica despojarlas de autoridad, pues, «la autoridad como categoría de análisis permite reflexionar con mayor complejidad sobre el papel de las científicas y el trabajo de recuperación de las aportaciones que ellas hicieron al conocimiento a lo largo de la historia»14. Esta autora habla sobre dos tipos de autoridad, una relacionada con una visión más científica o de origen divino, y otra llamada de mediación, que aparece cuando se registran y analizan las contribuciones de las mujeres en cualquier ámbito del conocimiento. La autoridad femenina debe estar ligada a la capacidad para hacer crecer.

El no reconocimiento de autoridad a las mujeres se extiende aún más en el caso de aquellas que participaron de la construcción de la II República desde la implicación en el proyecto político y educativo que conllevaba, y concretamente en las reconocidas como primeras psicólogas, como es el caso de 266 María Luisa. Aproximar sus perfiles ha srdo muy complicado, pues, como señala García Colmenares , existen tres obstáculos que impiden su estudio: el largo tiempo transcurrido desde que las mujeres comienzan a participar en el ámbito profesional y la tardanza con la que se ha puesto en marcha la recuperación de la memoria histórica en España; la dispersión de la obra escrita no solamente en la geografía española, sino también en los países en los que tuvieron que exiliarse la mayoría de ellas al ser perseguidas por el franquismo; los criterios de pertenencia para incluirlas dentro de la categoría de psicólogas cuando no existían en aquella época estudios específicos en Psicología en la Educación Superior.

Bajo este marco de dificultades se resignifica en este texto a María Luisa, quien cumple las tres características que han dificultado su mayor visibilidad en el espacio representativo de la educación española. A esto, también ha contribuido la imposición de la perspectiva androcéntrica en el análisis histórico que ha generado un marco interpretativo centrado en categorías patriarcales y capitalistas. Ello ha difuminado voces y aportaciones femeninas como la que nos ocupa. Nos proponemos, pues, recuperar su genealogía, como la de otras mujeres maestras y psicólogas republicanas, para colaborar con la memoria colectiva. Scott16 defiende el uso de la perspectiva de género en el análisis histórico, sosteniendo que el género es susceptible de redelinearse bajo condiciones de equidad política y social, incluyendo necesariamente las categorías de clase y raza.

La vida de María Luisa debe ser considerada en el trayecto dual espacio público-espacio privado, trayecto paralelo identificado en dimensiones no excluyentes. Como afirma Flecha «pues sabemos que lo privado es también público y susceptible de ser historiado como lugar donde han circulado saberes creados y transmitidos por las mujeres, de unas a otras y de madres a hijas»17. Este es el caso de María Luisa, quien, sin duda, dejó enseñanzas ideológicas y vitales a su hija Isabel Luzuriaga, que se convirtió en especialista del psicoanálisis infantil.

De esta dualidad imbricada en lo público-privado se destacan las constantes colaboraciones con su marido Lorenzo Luzuriaga18 en publicaciones que quedan recogidas en revistas pedagógicas de gran relevancia. También dedicó su tiempo a formar a maestras y a niños y niñas sordomudos. No menos importante fue su presencia en distintos espacios activistas en pro de la igualdad femenina y la paz social. Veamos ahora el recorrido de este perfil biográfico.

Notas sobre la biografía de María Luisa Navarro

María Luisa Navarro pertenecía a una familia de Cádiz. Su padre aristócrata republicano tuvo que exiliarse junto a su esposa a Francia, debido a las discrepancias con el régimen de la época. Nace en Séte en 1885. Vuelve a España en la adolescencia y pronto toma contacto con una de las primeras instituciones dedicadas a la instrucción de las mujeres, la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, situada en Madrid, en la cual estudiará. Años más tarde, toma contacto con grandes intelectuales de la época como José Ortega y Gasset o Domingo Barnés en la recién inaugurada Escuela Superior del Magisterio en Madrid, sección Letras. Esta Escuela fue creada por Real Decreto del 3 de junio de 1909. Era un centro específicamente diseñado para la formación de futuros profesores de Escuelas Normales e inspectores de enseñanza primaria19. La formación se inspiraba en las innovaciones introducidas en Europa y América en materia de formación de los profesores de las Escuelas Normales. Se reforzaba la cualificación científica y pedagógica, tanto en la selección de los profesores como en el plan de estudios20. María Luisa Navarro formó parte de la primera promoción de maestras (1909-1912) de la Escuela. En 1919 fue profesora en esta institución y en 1922 ocupará la Cátedra de Ortoepía21. Allí coincidirá con otras jóvenes que, como ella, tendrán influencia en la educación de la época: Gloria Giner, Leonor Serrano, María de Maeztu o Juana Ontañón, entre otras. María Luisa y María de como el Lyceum Club Femenino que ambas apoyaron para su fundación.

María Luisa también coincidirá en estos años de formación con el que será su marido y compañero de vida, Lorenzo Luzuriaga, que pertenece al grupo de intelectuales y políticos de la «generación del 1914», considerados los nietos espirituales de Giner de los Ríos.

Ambos trazarán un camino comprometido con la defensa de la igualdad social, la alfabetización de toda la población, la mejora de la formación de los docentes y la atención educativa a menores en situación de riesgo social. Estos propósitos formaron parte de la ideología de vida de la intelectual. Isabel Luzuriaga, hija de María Luisa, nos recuerda en la entrevista que concedió cómo sus padres tenían un gran compromiso con que la educación fuera un derecho para todas las personas independientemente de su clase social:

Había un ochenta por ciento de analfabetos en las zonas rurales. Bueno, de modo que... ellos (mis padres) no querían que eso pasara, de modo que persona de servicio que entraba en casa, persona que salía con una carrera. Eran cuatro las que trabajaban en casa en Madrid22.

Junto a su esposo fundó El Boletín Escolar (1917) y la Revista de Pedagogía (1922-1936). El propio Luzuriaga relata como dio paso a que María Luisa escribiera en esta revista23:

La Revista de Pedagogía fue fundada por mí en 1922. Mi propósito era reflejar el movimiento pedagógico contemporáneo y, en la medida de sus fuerzas, contribuir a su desarrollo. Dotada de la amplitud de espíritu que requiere, el espíritu científico, está alejada de toda parcialidad y exclusivismo [...] Pasado el tiempo se vio que algunos de los nombrados del Consejo no escribían nada para la Revista [...] y entonces los sustituí por otros amigos y por Maruja24.

La Revista de Pedagogía fue considerada una de las más prestigiosas publicaciones de España y Europa y constituyó una excelente atalaya a la hora de analizar el binomio filosofía-educación en España25. Fue igualmente un importante órgano de difusión de los principios y métodos de la Escuela Nueva en España. María Luisa emprendió una completa carrera docente como profesora en el Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos de Madrid. Su interés por la educación de estos niños la moviliza para formar a profesores a través de los cursos especiales. María Luisa, junto a Jacobo Orellana, ambos perfiles de gran relevancia en el Colegio en los planos educativo y directivo, tuvieron una importante repercusión en el desarrollo de la formación del profesorado, ya que fueron directamente responsables de la enseñanza que se impartía en base a la especialización para sordomudos.

También viajó por Europa gracias al apoyo que obtuvo de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), implantada por Real Decreto en 1907. Esta Junta tenía como principales propósitos becar a profesionales del ámbito educativo para ampliar estudios dentro y fuera de España, emitir ayudas para facilitar la presencia en congresos y reuniones científicas nacionales e internacionales, fomentar las relaciones internacionales, impulsar trabajos de investigación científica y proteger las instituciones educativas en la enseñanza secundaria y superior26.

Fue becada en dos ocasiones para ampliar su formación en materias ligadas a la Psicología y para entrar en contacto con las nuevas tendencias e innovaciones en la educación de los niños y niñas sordomudas. Como nos señalan Carpintero y Herrero27, María Luisa disfrutará de su primera estancia en Alemania durante 1913, país al cual volverá pero esta vez en condición de pensionada. La segunda estancia la realizó desde 1927 hasta 1928 y estará en Francia, Bélgica y Suiza. Se interesará por la enseñanza de sordomudos, así como por los defectos y perturbaciones de la palabra28. En estos países se encontrará bajo la tutela profesional de Alfred Binet, Théodore Simont, Henri Piéron, Jean Pierre Rousselot y Ovide Decroly, entre otros29, siendo especialmente provechosa su asistencia a los laboratorios de Psicología Experimental y de Psicología Aplicada en la Sorbona de París. La JAE constituyó un instrumento que rompió el aislamiento científico y logró un acercamiento a lo que en aquellos momentos se estaba realizando en Europa sobre materias de Educación y Psicología30.

En 1930 funda la Liga Femenina española para la Paz junto con Clara Campoamor, Matilde Huici e Isabel Oyarzabal, entre otras. En 1931 ocupa la Presidencia de la Agrupación Femenina Republicana y en agosto del mismo año es nombrada vocal del Patronato de Misiones Pedagógicas junto con Amparo Cebrián. Fueron las dos únicas mujeres vocales. La encontramos en el primer curso que se realizó para la formación de maestros en 1932, en San Martín de Valdeiglesias (Madrid), o como experta dando charlas y conferencias sobre las Misiones Pedagógicas para organismos españoles y extranjeros que se interesaron por las actividades del Patronato. También se implicó en otras actividades encaminadas a la formación de maestros y maestras, como fueron las misiones de arte31. A su vez colaboró en las Colonias Escolares, que estuvieron pensadas como un potencial educativo que trataba de llegar a toda la instrucción primaria y de segunda enseñanza para incorporar actividades físicas que desarrollaran cuerpos fuertes y sanos32.

Cuando se produce la sublevación militar en 1936 sale de España acompañada por gran parte de su familia, iniciando una larga etapa de exilios. Dos de ellos tuvieron lugar en Europa, donde seguirá trabajando por los ideales republicanos, y un tercero en Argentina; allí impartirá clases en la Universidad de Tucumán. Muere en Buenos Aires en 1947.

Práctica política y feminista a favor de los derechos de las mujeres

Las décadas de los años 20 y 30 suponen un periodo de gran actividad intelectual y desarrollo profesional para María Luisa. Tendrá tiempo para escribir en la prensa madrileña, como recoge Cotelo33, publica en la página de Pedagogía en el diario El Sol durante dos años (1918-1921) y en la Gaceta Literaria, así como en el Diario Informaciones. Los temas más recurrentes en las publicaciones se centraban en la enseñanza de la infancia y en cuestiones sobre mujeres. La nombran miembro del comité de redacción de la Revista Cultura Integral y Femenina (1933-1935)34.

La vertiente feminista viene avalada por el gran apoyo que ofreció para luchar por los derechos de las mujeres, especialmente por el del sufragio y para el fomento de la cultura de paz. Su activismo la llevó a ser fundadora de organizaciones determinantes para progresar en la justicia social. Durante 1930, funda junto a Clara Campoamor (1888-1972) e Isabel Oyarzábal (1878-1974) la Liga Femenina Española por la Paz35. Las prácticas políticas de estas mujeres, republicanas, socialistas, anarquistas y librepensadoras, se centran en la reivindicación a favor de los tribunales de arbitraje y el desarme. En esta organización unieron la actividad pública y la cultura de paz a través de sus experiencias femeninas como sujetos sociales. Se movilizaron contra las guerras, abogaron por la supresión de la tortura y la pena de muerte. Este movimiento estuvo muy unido a la Organización de mujeres contra la guerra y el fascismo (1934). Su compromiso con la igualdad la lleva a ocupar en 1931 la Presidencia de la Agrupación femenina republicana, siendo uno de sus objetivos luchar por la defensa de los derechos de los niños y las mujeres. Desde 1931 a 1934 dirige la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer y en 1936 es nombrada vocal en el Consejo Superior de

Protección de Menores. Esta labor profesional la sitúa como una de las «primeras madres» de la Pedagogía Social.

La marca de los exilios. De Londres a Buenos Aires

El verano de 1936 iba a ser determinante en la vida familiar de María Luisa. Hubo elecciones generales en febrero, que dieron el triunfo a la izquierda gracias a la coalición de varios partidos y sindicatos unidos en torno al Frente Popular. Se respiraba un clima muy tenso en las calles de Madrid debido a que en España las posiciones de fuerzas políticas antagónicas se habían enconado. Por un lado, la derecha no quería perder más poder y proponía una vuelta a la España reformista. Por otro, las izquierdas querían convertir su victoria en una gran revolución social. En las calles proliferaron actuaciones radicales que conllevaron graves altercados de orden público. El clima social empezó a ser irrespirable por los continuos enfrentamientos y altercados que ya avanzaban el episodio bélico que estallaría meses más tarde36.

Esta situación duró desde febrero a julio del año 1936. A ello hay que sumar la ocupación ilegal de tierras y los atentados a instituciones religiosas, lo que contribuyó decididamente a inclinar a la derecha moderada hacia soluciones anticonstitucionales. Un hecho determinante fue el asesinato de dos figuras importantes de las filas socialistas y derechistas. Falangistas asesinaron a un teniente de la Guardia de Asalto, de conocida filiación socialista; al día siguiente desde las filas socialistas asesinaron al principal dirigente de la extrema derecha. La conspiración militar que se venía preparando desde hacía meses encontró la excusa necesaria para alzarse contra la República37.           Las autoridades mudares castrón duramente a todos aquellos que estuvieran relacionados con el sistema republicano, fueron especialmente crueles con los intelectuales de época. Una muestra de esto último la tenemos en el asesinato de Federico García Lorca en agosto del 36 o del diplomático y escritor Ramiro de Maeztu en octubre del año 1936.

Los testimonios de la familia Luzuriaga Navarro y el acceso a documentos personales de la psicóloga han permitido saber cómo vivieron la sublevación militar y las consecuencias de ésta. En los primeros días de la revuelta política, la primera medida que emprende la familia es trasladarse de su domicilio habitual, situado a las afueras de Madrid, a un convento. María Luisa y Lorenzo tenían tres hijos y una hija. Con la finalización del verano y soportando una gran presión política, el matrimonio comienza a barajar la posibilidad de abandonar el país. La salida sería facilitada por políticos socialistas y republicanos, quienes, ante la situación tan dramática que se estaba viviendo en la capital, facilitaban permisos y contactos para llevar a cabo misiones políticas en el extranjero europeo.

Con tres de sus hijos salen del país en tren. El hijo mayor, Jorge, decide alistarse en el bando republicano para luchar por la libertad en España. Inician un periplo vital que les llevará a transitar por Europa y Argentina. Para María Luisa arranca un viaje sin retorno; ya nunca volverá a España. El primer destino es Londres. A esta ciudad llegan a principio de octubre, después de pasar por Valencia, Barcelona y París. Dejan atrás a familiares, ideales, y un gran legado cultural e ideológico que será asolado por el alzamiento militar.

Los inicios de la familia en Londres fueron muy duros, ya que al poco de llegar, el matrimonio recibe la notificación de cese de Luzuriaga del cargo que ocupaba en la Secretaría Técnica del Ministerio de Instrucción Pública. Ello implicó la pérdida de ingresos económicos. María Luisa demostró una gran capacidad de adaptación a la situación, pero la precariedad en la que vivía junto al resto de su familia hizo que se agudizara la enfermedad que padecía, diabetes. Mientras que su esposo impartía clases en una escuela secundaria, ella daba clases particulares a un noble británico.

Sin embargo, y pese a las malas condiciones de vida, no dejó de trabajar desde el exilio por la causa de la justicia social. Emprendió la tarea de facilitar protección a menores españoles en riesgo debido a la situación por la que estaba atravesando el país. Siendo informada de este drama, hace las gestiones oportunas para intentar conseguir un barco inglés que desempeñara la labor humanitaria de trasladar a los niños desde Valencia a Marsella. Acude a reuniones donde se trataban temas sobre la ayuda a España. Sin embargo, los trámites no prosperaron. Esta decepción, junto con las penurias que la familia estaba pasando hace que inicien el traslado a Glasgow. Allí a Lorenzo le ofrecen un modesto puesto en la Universidad como profesor auxiliar de español. Sin embargo, María Luisa no encuentra espacio en el ámbito universitario y se dedica a gestionar la casa con ciertas dificultades debido a que la enfermedad que padecía va minándola poco a poco. A esto se suma la preocupación que siente por no obtener noticias sobre su hijo Jorge.

En el verano de 1938 les llega la oportunidad de cambiar de continente. La familia decide trasladarse a Argentina para emprender una nueva vida con más oportunidades. Fueron contratados por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Luzuriaga dictó clases de: Pedagogía General, Historia de la

Educación y Psicología Pedagógica38. Ocupó el puesto de Vicedecano en la Facultad de Filosofía. María Luisa también impartió clase de Didáctica en esta Universidad como Profesora Titular. Así lo atestigua un documento acreditativo personal de la propia María Luisa, firmado por una autoridad del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación Argentina39. Formaron parte del movimiento intelectual acaecido en la UNT (1936-1946). Participaron de la transmisión e intercambio entre la primera y segunda generación que se produjo básicamente entre maestros europeos con mayor experiencia en docencia, investigación y gestión institucional y los más jóvenes que recién se iniciaban en la carrera académica40.

En Tucumán María Luisa también realiza trabajos relacionados con la acción social. Su hija, Isabel Luzuriaga, nos deja este testimonio:

Cuando llegamos allí, mi madre se dio cuenta que no había hospitales para pobres y que éstos no tenían medicinas, se puso a trabajar para que hubiera instituciones sociales. A mi casa iba gente pobre para que ella la ayudara, se sabía que ayudaba a la gente más necesitada. También daba conferencias, mi madre era muy inteligente. Se dedicaba también a la casa que era colonial, y a enseñar a las muchachas que eran indias41.

En 1943 la Universidad de Tucumán es intervenida por los militares y el matrimonio abandona las Cátedras de la Facultad de Filosofía y se marchan a Buenos Aires. Pronto Lorenzo se integra en la Universidad. También trabaja en la Editorial Losada, por medio del gerente Gonzalo Losada. Mabel Peremarti, colaboradora de Luzuriaga por un tiempo en la editorial, comenta en la entrevista realizada en Buenos Aires que el pedagogo contribuyó mucho al desarrollo de la editorial y en general a la cultura del país. Esta colaboradora muy relacionada con los intelectuales exiliados españoles, supo captar cómo vivían la ausencia de España:

Vivían con mucho fervor, se hablaba mucho de España, España siempre estaba presente en todo. No creo que hubiera desesperación porque habían encontrado un campo muy propicio para ellos, porque se podían desarrollar en un lugar donde eran bien acogidos, y además podían desarrollar sus ideas con mucha libertad. Eran personas de mucho peso intelectual. Eran muy adelantados42.

Los últimos años de María Luisa transcurrieron en la paz de su hogar cansada por la enfermedad que padecía y probablemente colaborando en las traducciones que Lorenzo llevaba a cabo de las obras clásicas pedagógicas. Sin embargo, y como nos deja Laura Cruzalegui con su testimonio, su suegra no cesó de trabajar para los más necesitados aun estando ya bastante enferma. Destaca de ella la afectividad que profesaba y la colaboración que dio hasta sus últimos días a la agrupación dedicada a enviar ayuda a niños españoles en situación de precariedad pese a su avanzado estado de enfermedad.

Releer la Historia Educativa en clave feminista para el presente

Con estas últimas palabras en alusión a la persona de María Luisa nos aproximamos al perfil de esta intelectual que vivió aferrada a los valores republicanos y los hizo valer en cada uno de los exilios que tuvo que enfrentar. Releer la historia en clave feminista nos ofrece la posibilidad de recuperarla para la memoria educativa colectiva resaltando los valores que fue dejando por las instituciones que pasó. Sus obras43, poco conocidas y estudiadas en el contexto educativo español, han de ser recuperadas para detectar, a través de sus ideas, los principios de la Escuela Activa entre los que destacan: formar a personas con sentido democrático, aprendizaje compresivo y crítico, con una enseñanza centrada en el respeto al alumno y el planteamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de las necesidades e intereses del alumnado. Por otro lado, hay que subrayar las contribuciones que hizo al desarrollo de los estudios de la Psicología Evolutiva en el contexto español. En este ámbito se interesó porque se utilizaran instrumentos de medida de la inteligencia, se apostara por métodos de enseñanza individualizados para sordomudos y se ampliara el campo del diagnóstico44. También volcó sus preocupaciones hacia cuestiones relacionadas con la creación de disposiciones y reglamentos que afectaran al currículo, a la organización o a la formación del profesor en materia de educación especial45. Igualmente, el estudio de la obra de María Luisa nos lleva a detectar las contribuciones que realizó en el ámbito de los métodos para la enseñanza del lenguaje a sordomudos46. Entre otros, destacan las aportaciones a la ortoepía y las secciones de disartria sin olvidar el detallado estudio llevado a cabo detectando las principales deficiencias que se observan en la enseñanza de la pronunciación en sordomudos, los defectos que al aprender el lenguaje oral cometen con el movimiento respiratorio, con el mecanismo de articulación, con la actividad del velo del paladar o con las cuerdas vocales. También expone notables conocimientos sobre los métodos que el profesorado debe llevar a cabo para corregir dichas dificultades así como sobre la fisiología del lenguaje47.

Como dice la expresión popular, María Luisa Navarro no fue una gran mujer detrás de un gran hombre. Fue una gran mujer con un gran hombre a su lado. Es una figura intelectual a la que la historia más reciente de España ha pretendido esconder, como a tantas otras mujeres cuyas aportaciones y conquistas son poco reconocidas. La historia debe hacer justicia con mujeres como ella, quien a pesar de haber sido víctima de la represión política e intelectual, nunca renunció a sus ideales soportados por los valores de la paz, la igualdad y la justicia social. Igualmente, debemos acudir a aquellas instituciones que hoy llevan su nombre, como es el caso del Hogar Social Patriota María Luisa Navarro (ubicado en Valencia) o al Colegio de Educación Especial de la localidad de Valdepeñas (en Ciudad Real). El repaso por su vida desde la II República española hasta el exilo en Buenos Aires dan cuenta de las contribuciones que hizo a favor de la lucha por la justicia social y educativa.

Recibido: 21 de septiembre de 2016
Aprobado: 7 de abril de 2017

Notas

2  Cfr. Paz, Olga (2015). "Aspiraciones y oportunidades de las mujeres en la Segunda República española: el acceso a la inspección de trabajo". En IUSLabor, número 1, pp. 1-15. Barcelona: Universidad Pompeu Fabra.

3  Este artículo se enmarca dentro del Proyecto de investigación: Reposición de trazas e itinerarios didácticos en la formación universitaria (UBA) para la enseñanza de la Psicología. Interpelaciones al desdibujamiento de la Carrera de Profesorado (1957-1976). Proyectos de investigación. UBACyT. Programación Científica 2014-2017. Resolución (CS) N° 1271/14. Dirigido por la Dra Ana Diamant.

4  Ver Arfuch, Leonor (2002). El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica;         [ Links ] Carnovale, Vera; Lorenz, Federico; y Pittaluga, Roberto (2006). "El lugar de las fuentes orales en la comprensión del pasado reciente". En Sociohistórica, números 19-20, pp. 217-222. La Plata: Centro de Investigaciones Socio Históricas; Bolívar, Antonio y Domingo, Jesús (2006). "La investigación biográfica y narrativa en Iberoamérica: Campos de desarrollo y estado actual". Disponible en [http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs0604125].        Consultado        el 25/01/2016 y Benadiba, Laura (2007). Historia oral, relatos y memorias. Buenos Aires: Ediciones Maipue.         [ Links ]

5  En este artículo se recogen extractos de las entrevistas hechas a familiares de María Luisa. Las entrevistas se realizaron a Maruja Lamana, nieta de la pedagoga, a Isabel Luzuriaga, su hija, y a Laura Cruzalegui, nuera de María Luisa. Las dos primeras entrevistas fueron grabadas en Madrid, en julio del 2010. La tercera entrevista se realizó en septiembre de 2010 en la Ciudad de Buenos Aires. También se cuenta con el testimonio de Mabel Peremarti, colaboradora de Lorenzo Luzuriaga (esposo de María Luisa) en la Editorial Losada de Buenos Aires. La entrevista a Mabel se realizó en la capital argentina en agosto del 2010.

6  Ver Flick, Uwe (2004). Introducción a la investigación cualitativa. Madrid: Morata y Kvale, Steinar (2011). Las entrevistas en la investigación cualitativa. Madrid: Morata.

7  Cfr. Diamant, Ana (2010). Testimonios de enseñar y aprender. Buenos Aires: Teseo, p. 344.

8  Cfr. Ferrando, Emili (2006). Fuentes orales e investigación histórica. Orientaciones metodológicas para crear fuentes orales de calidad en el contexto de un proyecto de investigación histórica. Barcelona: Serbal y Pasquali y Pasquali, Laura y Videla, Osear Rubén (2008). Historia social e historia oral: experiencias en la historia reciente de Argentina y América Latina. Buenos Aires: Homo Sapiens.

9 A este respecto véanse los trabajos de: Tuñón de Lara, Manuel (1976). La II República. Madrid: Siglo XXI; Tuñón de Lara, Manuel (1985). Tres claves de la Segunda República. Madrid: Alianza, Universidad; Huertas, Eduardo (1988). La política cultural de la Segunda República española, Madrid: Ministerio de Cultura. Más recientemente los de Holguín, Sandie (2003). República de ciudadanos. Cultura e identidad nacional en la España republicana. Barcelona: Crítica; Pozo, Ma del Mar (2008). "Educación para la ciudadanía democrática en la Segunda República: un intento de la construcción de la identidad nacional desde la escuela. Historia de la Educación". En Revista Interuniversitaria, número 27, pp. 105-135. Salamanca: Universidad de Salamanca; Murga, Idoiay López Sánchez, José María (2016). Política cultural de la Segunda República española. Madrid: Pablo Iglesias. También es recomendable acceder a los estudios de Molero, Antonio (1977). La Reforma educativa en la Segunda República Española: primer bienio. Madrid: Santillana; Pérez Galán, Mariano (2011). La enseñanza de la Segunda República. Madrid: Biblioteca Nueva; Samaniego, Mercedes (1977). La política educativa de la Segunda República durante el bienio azañista. Madrid: CSIC.

10    Cfr. Sánchez de Madariaga et al. (2012). Las maestras de la República. Madrid: Catarata.

11    Crf. Jiménez-Landi, Antonio (2010). Breve historia de la Institución Libre de Enseñanza (1896-1939). Madrid: Tébar; Otero, Eugenio; Navarro, Rubén y Basanta, Silvia (2013). "Las colonias escolares de vacaciones y la Institución Libre de Enseñanza. Historia y actualidad". En Revista de Investigación en Educación, número 11, pp. 140-157. Vigo: Universidad de Vigo y Felipe, José Luís (2014). "La Institución Libre de Enseñanza: sus principios pedagógicos innovadores y su presencia en el currículo de la educación física actual. El primer centro docente español que utilizó el deporte como elemento educativo". En Citius, Altius, Fortius, número 7, pp. 57-82. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

12    Cfr. Monés Jordi y Ontañón, Elvira (2000). "Francisco Giner de los Ríos. Pedagogía y conducta moral". En Cuadernos de Pedagogía, número especial: 59-69. Madrid: CISS Praxis.

13    Cfr. Furumoto, L. (1992). "The new History of Psychology". En Bollan, J. (editor). Replancing Women in psycholoy. Reading Toward a More Inclusive History. Iowa: Kendall/Hunt Publ. Company, p. 20.

14    Cfr. Solsona, Nuria (2001). "Itinerarios epistemológicos de las científicas a lo largo de la Historia". En Asparkía, número 2, pp. 99-112. Castellón: Universitat Jaume I, p. 101.

15 Cfr. García Colmenares, Carmen (2006). "Autoridad femenina y reconstrucción biográfica: el caso de las primeras psicólogas españolas". Revista de investigación en educación, número 3, pp. 51-70. Vigo: Universidad de Vigo.

16 Cfr. Scott, Joan (2000). "El concepto de género". En Lamas, Marta (comp. e int). El género. La construcción cultural de la diferencia sexual. México: PUEG, pp. 265-302.

17    Cfr. Flecha, Consuelo (2004). "Las mujeres en la Historia de la Educación". XXI. Revista de Educación, número 6. Huelva: Universidad de Huelva, pp. 21-34, esp. p. 28.

18    Pedagogo español (1889-1959). Máximo representante del movimiento de Escuela Nueva en España. Colaborador del proyecto educativo y político de la II República.

19    Cfr. Viñao, Antonio (2004). Escuela para todos. Educación y Modernidad en la España del siglo XX. Madrid: Marcial Pons.

20    Cfr. Ferrer, Salvador (1973). La Escuela de Estudios Superiores del Magisterio (1909-1932). Madrid: Cedesa.

21    Cfr. García Colmenares, Carmen (2010). "Psicólogas republicanas en el exilio". En Barona, Josep (editor). El exilio científico republicano. Valencia: Universitat de Valencia.

22 Isabel Luzuriaga, entrevista, Madrid, 2010.

23    Documento personal escrito por Lorenzo Luzuriaga en el que relata cómo creó la Revista. Este documento lo donó Laura Cruzalegui cedido del archivo familiar. Buenos Aires, septiembre de 2010.

24    Documento inédito cedido por Laura Cruzalegui. Buenos Aires, 2010.

25    Casado, Ángel (2011). "Filosofía y Educación en España. Luzuriaga y la Revista de Pedagogía". En Bajo Palabra. Revista de Filosofía, número 6, pp. 53-62. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

26 Gaceta (1910, 28 de enero). Real Decreto de 22 de enero de 1910, modificando el Real Decreto constitutivo de la JAE.

27    Carpintero, Helio y Herrero, Fania (2007). "La Junta para la Ampliación de Estudios y el desarrollo de la Psicología Española". En Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia, número 2, pp. 181-212. Madrid: CSIC.

28    Datos que nos ofrece su hija Isabel Luzuriaga en la entrevista concedida en julio del 2010 en Madrid.

29    Cfr. Herráiz, Mariano (1995). Aproximación a la educación especial española del primer tercio del siglo XX. Cuenca: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla La Mancha.

30    Cfr. Marín, Teresa (2002) "Mujeres en la europeización de España (1907-1936)". En Marín, Teresa y Pozo, Ma del Mar (coordinadoras). Las mujeres en la construcción del mundo contemporáneo. Cuenca: Diputación de Cuenca, pp. 157-194 y Sánchez de Madariaga et al. (2012). Las maestras de la República. Madrid: Catarata.

31    Cfr. García Colmenares, Carmen y Martínez Ten, Luz (2014). La escuela de la República. Memoria de una ilusión. Madrid: Catarata.

32    Cfr. Jiménez, Felipe y Bejarano, Ma Teresa (2016). "Renovación pedagógica en Castilla-La Mancha en el primer tercio del siglo XX: regeneracionismo pedagógico y pensionados manchegos de la JAE". En Tendencias Pedagógicas, número 27, pp. 141-159. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

33    Cfr. Cotelo, Ma Dolores (2000). "María Luisa Navarro de Luzuriaga: una vida anónima en el exilio europeo (1936-1939)". En Sarmiento. Anuario galego de historia da educación, número 4, pp. 49-82. Vigo: Universidad de Vigo.

34    Cfr. Aguilera, Juan (2004). "María Martínez Sierra: artículos feministas a las mujeres republicanas". En Berceo, número 147, pp. 7-40. Logroño: Universidad de la Rioja.

35 Cfr. Moreno, Mónica (2005). "Republicanas y República en la Guerra Civil: Encuentros y desencuentros". En Ayer. Revista de Historia Contemporánea, número 60, pp. 165-195. Madrid: Asociación de Historia Contemporánea.

36 Para un panorama general de este periodo son muy ilustradores los trabajos de Ranzato, Gabriele (2006), El eclipse de la democracia. La guerra civil española y sus orígenes, 1931-1939, Madrid, Siglo XXI y Payne, Stanley (2014), La guerra civil española, Madrid, Rialp.

37 Esta parte del artículo ha sido elaborada gracias a la consulta de numerosas fuentes históricas, recurrentes para la consulta de esta época. Destacan: Carr, Raymond (1985), Estudios sobre la República y la Guerra Civil española, Valencia, Sarpe y Jackson, Gabriel (2013), La República española y la Guerra Civil, Barcelona, Planeta.

38    Cfr. Díaz-Regañón, Ma Aránzazu (2004). "De España a la Argentina: los profesores universitarios españoles exiliados por la guerra civil (1936-1939). Una aproximación a través de las fuentes del AGGC". En Navajas, Carlos. Actas del IV Simposio de Historia Actual. Logroño: Instituto de Estudios Riojanos, pp. 649-662. Disponible en [https://dialnet.unirioja.es/servlet/libroTc odigo=5589].

39    Este documento fue cedido por su nuera, Laura Cruzalegui, Buenos Aires, septiembre del 2010.

40    Cfr. Vanella, Liliana María (2013). "La migración intelectual de la Universidad de Tucumán en Argentina durante el período de entreguerras. Complejo generacional, filiaciones e identidades académicas". En Integración y conocimiento, número 2, pp. 165-178. Revista del núcleo de Estudios e Investigaciones en Educación Superior del MERCOSUR

41 Isabel Luzuriaga, entrevista, Madrid, 2010.

43    Entre las más conocidas: La Enseñanza de la lectura y la escritura en la enseñanza primaria (1936). Buenos Aires: Losada y El método del trabajo por equipos (1947). Buenos Aires: Losada.

44    Cfr. Herráiz, Mariano (1995). Ob. cit.

45    Navarro, Ma, Luisa (1917) El Instituto Nacional de Sordomudos. Notas para su reorganización. Boletín Escolar, número 14, pp. 287-288; número 15, pp. 312-313; número 16, pp. 337-338 y número 17, pp. 369-370. Tomo I, mayo-diciembre. Editorial Calleja.

46   Véanse a este respecto los siguientes trabajos de Navarro, Ma Luisa (1921). La enseñanza de la pronunciación a los sordomudos. Madrid: Instituto Nacional de Sordomudos y Ciegos de Madrid y de Navarro, Ma Luisa (1926). "Los métodos para la enseñanza del lenguaje de sordomudos". EN Revista de Pedagogía, número V, pp. 486-496.

47    Información extraída de la Memoria presentada al presidente de la JAE cuyo contenido iba dirigido a la creación de una Cátedra de Fonética Experimental en la Escuela Nacional de Sordomudos. Extraída del libro Herráiz, Mariano (1995). Aproximación a la educación especial española del primer tercio del siglo XX. Cuenca: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla La Mancha.

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