Editar una revista implica desplegar un equilibrio dinámico entre las demandas de un campo en constante movimiento y las posibilidades de renovar agendas temáticas y espacios para la discusión. Precisamente este es el telón de fondo sobre el que se proyecta este número, el cual presenta el dossier Historia de la Educación Inicial, un tópico relevante para esta comunidad intelectual, pero que no ha tenido una presencia notoria en los números pasados del Anuario.

El Anuario 21.1 está compuesto por nueve artículos de colegas de Argentina, Brasil, México y Uruguay, y es coordinado por Mónica Fernández Pais y Rosana Elizabeth Ponce. Además de este dossier, forman parte de este número tres reseñas de libros y una reseña de tesis.

Queremos aprovechar este editorial para destacar que el Anuario continúa con la política de publicar en su página web números pasados que sólo se conseguían en papel, apuntando a mejorar la accesibilidad pública al conocimiento de la historia de la educación latinoamericana. La artesanal digitalización de la revista, impulsada por el equipo editorial anterior, es una tarea que sostenemos y priorizamos, y ya pusimos a disposición 6 números (desde 1997 a 2005).

Por último, una mención a la portada, que es una foto publicada en el libro Jardines de infantes: plan, programas e instrucciones de Próspero Alemandri (1941), una imagen que representa una actividad característica de la historia de la educación inicial.

Organizado por Mónica Fernández Pais y Rosana Elizabeth Ponce, a quienes les agradecemos profundamente su trabajo y dedicación, el dossier Historia de la Educación Inicial expone la centralidad que viene teniendo la institucionalización de la educación en las infancias, un tema de indudable importancia pero que, como sostienen las editoras invitadas, permanece todavía como área de vacancia en el campo de la producción académica. incluso cuando uno de los puntos más sobresalientes de este número temático es la pluralidad de voces que aparecen -contando con artículos que analizan realidades argentinas, brasileras, mexicanas y uruguayas-, sobresale el carácter de lo público y el rol de lo estatal como articulador de estas historias, tanto en los análisis más generales del Sistema Educativo como totalidad como en las experiencias particulares en escuelas puntuales.

Si bien en la presentación de este dossier Ménica y Rosana realizan una excelente reseña de los textos que lo componen, queremos destacar sus tópicos más sobresalientes. Por un lado, el debate sobre la construcción de los Sistemas Educativos de las primeras infancias en los escritos de Laura Graciela Rodríguez, para el caso de Argentina, de Elena Guadalupe Rodríguez Roa y Alejandro Ortiz Cirilo, en relación con México, y de Meily Assbú Linhales y Giovanna Camila da Silva, respecto de Brasil. Por otra parte, se trabajan los usos y sentidos de la materialidad para la educación preescolar finisecular en el artículo de Adriana Alejandra García Serrano.

La circulación de ideas es también un tema de este dossier, tanto desde una perspectiva transnacional, como despliegan Caroline Braga Michel, Eduardo Arriada y Gabriela Medeiros Nogueira al analizar las misiones brasileras en suelo uruguayo, como en lo relativo a experiencias entre lo rural, la ciudad y la metrópolis, todo lo cual se observa en los textos de Larissa Wayhs Trein Montiel y Magda Sarat (para el contexto brasilero) o bien en el artículo de Ivana Evans (para el contexto argentino). Como puede interpretarse, si bien la formación de profesionales en el campo de la educación inicial es un asunto que atraviesa todos los escritos, es la temática específica que desarrollan en profundidad Ignacio García Hervás, Jennifer Guevara y Ángela Aisenstein. Por último, con un balance historiográfico sobre la historia de la educación inicial, cierra este dossier el artículo de Victoria Soledad Almiron y Alcides David Musín que, incluso centrado en Argentina, puede funcionar como un punto tanto de conclusión como de apertura de nuevas discusiones.

Los tiempos que corren están marcados por las incertidumbres que atraviesan nuestras cotidianeidades a raíz de la pandemia del Covid-19. Y si bien las medidas sanitarias motivaron el aislamiento físico y el cierre temporal de los establecimientos escolares, es sabido que las prácticas educativas están más abiertas que nunca, mostrando, entre otros aspectos, un estrecho vínculo con los dispositivos tecnológicos que no se circunscribe a las peculiaridades de esta inédita realidad. Entendiendo que la mejor manera de comprender el presente es interpelando los pasados y proyectando los futuros, cerramos esta presentación del número 21.1 del Anuario. Historia de la Educación anunciando la apertura del llamado a artículos para el dossier sobre usos de la tecnología en la historia de la educación, que será organizado por María Silvia Serra y Marcos Villela Pereira.

La Plata y Buenos Aires, octubre de 2020