SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número37César Vallejo: El intelectual revolucionario y el fin de las diferenciasAnte el "hombre nuevo": dandismo y monstruosidad en Bomarzo, de Manuel Mujica Lainez índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


CELEHIS (Mar del Plata)

versión On-line ISSN 2313-9463

CELEHIS  no.37 Mar del Plata jun. 2019

 

MISCELÁNEA

Elías Castelnuovo en la prensa anarquista (1919-1923): humor, sátira y sarcasmo para la crítica del capitalismo y de la literatura [1]

Castelnuovo in the anarchist press (1919-1923): humor, satire and sarcasm towards a criticism of capitalism and literature

Esteban V. Da Ré*

CONICET-Universidad de Buenos Aires

Fecha de recepción: 04-12-2018 / Fecha de aceptación: 15-02-2019


Resumen

El abordaje de la literatura de Elías Castelnuovo por la crítica literaria se circunscribe, de manera predominante, a su participación en el grupo de Boedo entre 1924 y 1930 aproximadamente, y sostiene que es quien mejor manifiesta las características literarias de este grupo, por proponer un naturalismo anacrónico, pietista, mesiánico, fatidista, crístico, trágico, entre otros atributos. No obstante, en contraposición con estas características, una lectura de sus contribuciones en la prensa anarquista entre los años 1919 y 1923 -bajo la forma de poemas, diálogos ficcionales y artículos de opinión, entre otros géneros- permite advertir que en estos textos predomina un tono humorístico, que se vale de la sátira y el sarcasmo para la crítica de la sociedad y la literatura de su época, tomando como blanco de sus invectivas instituciones como las Fuerzas Armadas, la Iglesia Católica y el Estado, discursos sociales como el criollismo, géneros teatrales como el sainete o corrientes literarias como el romanticismo y el naturalismo. El análisis de estas contribuciones permite explorar otras zonas de la obra de Castelnuovo que, a su vez, puede traer como consecuencia la posibilidad de establecer las condiciones para un nuevo abordaje de su obra literaria posterior.

Palabras claves Elías Castelnuovo; prensa anarquista; humor; sátira; sarcasmo.

Abstract

The approach by literary critique to the literature of Elías Castelnuovo circumscribes itself, predominantly, to his participation in the Boedo Group between 1924 and 1930, approximately, and it contends that he is the best example of the literary characteristics of the group, in his proposal of an anachronistic, pietistic, messianic, fatalistic, Christ-inspired, tragic naturalism, among other attributes. Nevertheless, in contraposition with these characteristics, a reading of his contributions to the anarchist press along the years 1919 and 1923 -in the form of poems, fictional dialogues and opinion articles among other genres- reveals that in these texts a humoristic tone is the predominant one, making use of satires and sarcasm to criticize the society and literature of his time, aiming with his wit at institutions such as the Armed Forces, the Catholic Church and the State, social discourses such as criollismo, dramatic genres such as the sainete or literary schools such as romanticism and naturalism. The analysis of these contributions enables the exploration of other areas in the works of Castelnuovo which, in turn, could have as a consequence the possibility of establishing new conditions in the approach to his later literary work.

Keywords Elías Castelnuovo; anarchist press; humor; satire; sarcasm.


 

Elías Castelnuovo, el grupo de Boedo y la crítica literaria: el humorismo de sus publicaciones en la prensa anarquista como problema

 

El abordaje de la literatura de Elías Castelnuovo por la crítica literaria se circunscribe, de manera predominante, a su participación en el grupo de Boedo entre 1924 y 1930 aproximadamente. En efecto, Sylvia Saítta considera que la narrativa de Castelnuovo de los años veinte "fue la que mejor representó las características del grupo de Boedo como corriente cultural al sostener el arte social, el populismo, el naturalismo y la visión piadosa de la clase trabajadora" (100). Este grupo estuvo conformado por un conjunto de escritores provenientes "del anarquismo, del socialismo filomarxista, del socialismo que llamaríamos nacional, y de una izquierda fluctuante y sin banderías" (Prieto 1959: 321) y que, bajo el marco abierto por la Revolución Soviética, se propuso contribuir a la conformación de una cultura revolucionaria (Candiano y Peralta) en un contexto de modernización de Buenos Aires y de su cultura (Sarlo) y de la correlativa profesionalización de la figura del escritor (Rivera). Asimismo, la crítica coincide en señalar que, dentro de esa relativa heterogeneidad ideológica del grupo, la perspectiva de Castelnuovo abreva en particular del anarquismo, movimiento político cuyos militantes en la Argentina "desde la década de 1890 pero particularmente durante la primera década del siglo XX (...) fueron quienes construyeron las organizaciones obreras más fuertes y dirigieron las huelgas más importantes" (Suriano 2011: 1-2). En este sentido, Juan Carlos Portantiero sostiene que la perspectiva anarquista en Castelnuovo se expresa en los rasgos populistas y naturalistas de sus ficciones, así como en su "visión piadosa de la clase trabajadora" y en el "fatidismo mesiánico" que mueve "al horror o a la piedad mediante la minuciosa cargazón naturalista de desdichas y tragedias" (120). Según Portantiero, todos estos "vicios teóricos del 900" que actualiza la literatura de Castelnuovo ponen de manifiesto que este autor no pudo superar "la mala herencia del anarquismo literario" de Evaristo Carriego, Roberto Payró y Florencio Sánchez (115). Asimismo, Beatriz Sarlo encuentra que en Castelnuovo se articula una "conmiseración de matriz cristiano-anarquista" (181) con sus personajes marginales y Nicolás Rosa percibe en este escritor un "populismo fúnebre" que se encuentra "vinculado ideológicamente con el anarquismo crístico" (127).

No obstante, hasta el momento no se han desarrollado análisis críticos sobre la participación de Castelnuovo en la prensa anarquista entre 1919 y 1923, es decir, sobre sus producciones anteriores a la publicación de Tinieblas (1923b), su primer libro de cuentos, y a la conformación del grupo de Boedo, el cual tiene como su hito inicial la salida del primer número de la segunda época de la revista Los pensadores, en diciembre de 1924. Durante esos primeros años, Castelnuovo -quien nació en Montevideo en 1892 y residió en Argentina desde 1912, hasta su fallecimiento en 1982-, realiza al menos catorce publicaciones en seis órganos distintos vinculados con el anarquismo: las revistas Prometeo, Cuasimodo y Nuevos Caminos y los periódicos La protesta, El trabajo y El libertario, publicación esta última de la Alianza Libertaria Argentina, de la cual Castelnuovo fue su Secretario de Prensa. La diseminación de las participaciones de Castelnuovo en la prensa anarquista puede deberse al hecho de que sectores del anarquismo, por las características de sus propios principios, resistieron la posibilidad de contar con un medio único de difusión -si bien por largos períodos La protesta cumplió ese papel- y puede considerarse que en este hecho radicaba su "principal fortaleza y, a la vez, la mayor fuente de complejidad para sostener publicaciones periódicas que fueran expresión de esas diversas tendencias." (Anapios 2016: 3). Dentro de la multiplicidad de publicaciones anarquistas, Castelnuovo participa principalmente en medios de la tendencia "anarco-bolchevique", la cual se diferenciaba de otras corrientes por apoyar a la revolución soviética, en lugar de ser refractaria, pero que, al mismo tiempo, intentaba hacerlo "sin subordinarse a la hegemonía de su política" (Doeswijk: 286).

Ahora bien, en el análisis de estas publicaciones de Castelnuovo se advierte de manera predominante -lejos de un tono pietista, conmiserativo, pedagógico, trágico, mesiánico y/o crístico- un tono humorístico para la crítica de la literatura y de la sociedad: se satiriza a las Fuerzas Armadas, a la Iglesia Católica, al discurso pedagógico estatal y al criollista así como se efectúa una crítica fuertemente sarcástica de las principales manifestaciones literarias de la época, como el naturalismo, el sainete y la novelística romántica de José María Vargas Vila. La elección de los objetos de su humorismo crítico, en efecto, se muestra coherente con la participación política de Castelnuovo en el anarquismo, cuyos principios, como es sabido, "ponían énfasis en la libertad del individuo y en la crítica excluyente de la autoridad" (Suriano 2001: 26). De esta manera, el análisis de estas primeras publicaciones de Castelnuovo permite cuestionar los lugares comunes críticos sobre su poética e interrogarse respecto de la persistencia de este tono humorístico en su producción ficcional posterior.

 

1919: Castelnuovo en La Protesta y en Prometeo

 

Durante 1919 Castelnuovo realiza sus primeras publicaciones en la prensa anarquista que se distribuyen simultáneamente entre el periódico La protesta y la revista Prometeo. Mientras La protesta, como se señaló anteriormente, es el principal periódico anarquista y funciona, no sin tensiones, como tribuna de las distintas corrientes de este movimiento, Prometeo es una revista de un alcance mucho menor y que, en particular, es uno de los primeros órganos de difusión de la tendencia anarco-bolchevique.

En el primer número de la revista Prometeo, aparecido en la segunda quincena de agosto de 1919, Castelnuovo publica "Petrificando cerebros", breve diálogo ficcional de dos páginas de extensión, que consta de una escena única con dos personajes, instructor y marinero, y que comienza in media res:

 

Instructor.- Prosigamos la lección. Quedamos en que: "Todo superior, por razón de su jerarquía, tiene derecho a la ´obediencia´ y al respeto de sus subalternos aunque no le estén subordinados" ¿Estamos?

Marinero.- (Poniendo cara de estúpido) - Estamos. (11)

 

Ya desde esta primera interacción se puede advertir el sentido del título y el tono humorístico y satírico de la ficción: el diálogo es una crítica corrosiva al verticalismo militar, al sadismo de los superiores y a la sumisión voluntaria de los subordinados:

 

I.- Si un señor alferez, le dice: Usted es un idiota remachado; muerto de hambre, sifilítico, degenerado; su padre es un destripacañas consuetudinario, su madre es una desorejada; cafañote, cochino, cuadrado, etcétera, etc., ¿qué debe contestar? ¡Fíjese bien, lo que responderá eh?

M. (Cariembrutecido) -Nada.

I.- Muy bien. (11)

 

Para generar el efecto humorístico, expone la transgresión de una regla social presupuesta en la ficción, al mismo tiempo que la realización de esta transgresión efectúa la "crítica consciente y explícita" de esta regla, gestos claves del humorismo en la literatura, según sostiene Umberto Eco (284). El final del diálogo refuerza la crítica a la arbitrariedad del instructor pero también a lo infructuoso de la obsecuencia del marinero dado que, sin justificación alguna y pese a su total obediencia, el instructor ordena: "¡Sargento! ¡Ponga a este marinero inmediatamente en el calabozo por insubordinado, zafio, trompeta y contestador!" (12)

En el tercer número de Prometeo, de septiembre de 1919, Castelnuovo publica "Catecismo", un nuevo diálogo breve entre los personajes sacerdote y obrero. En esta ocasión, el foco satírico es el discurso eclesiástico, dado que el sacerdote sólo se preocupa por interrogar al obrero respecto de si cree en los dogmas de la Iglesia Católica y se desentiende de las urgencias materiales del personaje. El obrero, a su vez, es representado en principio, al igual que el marinero, propenso a la obediencia y la sumisión. Asimismo, se hacen referencias sarcásticas a la relación entre la Iglesia Católica y la cruenta represión operada sobre los trabajadores -cuyos núcleos más activos se encontraban dentro del anarquismo- en la llamada Semana Trágica, ocurrida en enero de 1919 durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen, pocos meses antes de la publicación del número: [2]

 

S.- ¿Crees en la abnegación de la liga patriótica que se propone castrar todos los cerebros y concluir a balazos las huelgas que fomentan los agitadores de oficio?

O.- Sí, padre.

S.- ¿Te falta algo por creer?

O.- Creo que no.

S.- ¿Crees que crees?

O.- Creo.

S.- (Le da una hostia bendita que el paciente traga con voracidad). (4)

 

El diálogo interrumpe su tono cortés -pero no su efecto humorístico- cuando el obrero le manifiesta al sacerdote que tiene hambre. Ante las evasivas del sacerdote, el malestar del obrero crece en intensidad y el diálogo finaliza con una situación de violencia cercana al gag y con unas palabras del sacerdote cargadas de ironía:

 

S.- ...¿Crees que nuestro señor Jesucristo...

O.- ¡Jesucristo es un idiota!

S.- ¡Ah! (Lo toma del pelo y le empieza a dar botinazos) ¡No digas eso de Jesucristo! ¡No digas eso de Jesucristo. me cago en Dios! (4)

 

Castelnuovo publica dos artículos más en Prometeo durante 1919, pero en estos casos el foco de sus críticas se traslada a la literatura, al tiempo en que abandona el registro ficcional y adopta el periodístico. En el número 4, publicado en la primera quincena del mes de octubre, Castelnuovo firma el artículo "Críticas teatrales: El sainete", en donde realiza una sarcástica invectiva en contra de ese género:

 

 Aquellos que sinceramente aman al teatro, sentirán subir una ola de indignación contra esa camándula de autores, críticos y actores que se han apoderado de la taquilla, estableciendo la dictadura del sainete. (...) Carlos María Pacheco evacúa uno por semana. El buen gusto a fuerza de recibir golpes y porrazos, se encuentra débil y atragantado. (13)

 

Respecto de las formas artísticas en particular, Castelnuovo realiza una crítica del tipo de humor que propone el sainete, al mismo tiempo en que formula una defensa de otro tipo humor, significativamente, el tipo de humor que, a su vez, Castelnuovo propone en sus textos:

    

El sarcasmo volteriano, la ironía aguda, la sátira, todo lo que hiere el corazón y la inteligencia, son productos químicos que no están a la altura de los fabricantes de sainetes. Ellos, saben herir los intestinos con el chiste barato, ordinario, sicalíptico, hecho a expensas del gringo que no habla bien el español o del español que no habla bien el idioma extranjero que nosotros asesinamos. (14)

 

Respecto de los personajes y temáticas planteadas en estas obras dramáticas, resulta significativo que Castelnuovo, precisamente, valora negativamente aquellos rasgos que la crítica literaria contemporánea señala como algunos de los defectos del propio Castelnuovo:

 

En el sainete como en el cine, prevalece la indecencia, lo trágico, la bestialidad, el cuchillo, la trompada, el puntapié y la exaltación de las pasiones más bajas y los más bajos apetitos. (...) El sainete, que representa la forma clásica de teatralizar la vida, embrutece al pueblo. (14)

 

La radicalidad de la crítica humorística hacia el sainete llega a su punto más alto en el cierre del artículo: "Convulsión de ijares, tormenta de tripas y flatulencias, es la síntesis del teatro nacional. No sabemos quién dijo que para regenerar el teatro había que colgar a todos los autores nacionales, y si no lo dijo nadie, lo decimos nosotros." (14)

En el número siguiente de la revista, publicado en la segunda quincena de octubre de 1919, Castelnuovo firma el artículo "Literatura proletaria" en el que, como contracara de su artículo anterior, propone las características de una nueva literatura:

 

Empleamos el término literatura proletaria por oposición a la literatura aristocrática; lo empleamos también para reventar a los burgueses; porque en sustancia no puede haber más que un género de literatura: literatura racional, científica, anarquista. Esto es, literatura que soporte el método racional, científico, anárquico. El método de la verdad sin horizontes, el método de la justicia, el método de la igualdad. (11)

 

La literatura proletaria, como es evidente en la adjetivación, tiene un componente clasista determinante que se vincula con el racionalismo y la ciencia dado que, como señala Suriano (2011), los anarquistas de finales del siglo XIX y principios del XX en Argentina, en consonancia con el movimiento internacional

 

pusieron en marcha un proyecto cultural alternativo de carácter integral cuya objetivo era impartir una nueva educación a los trabajadores y construir una nueva identidad con un contenido iluminista y racional y basado en una fuerte impugnación de la sociedad capitalista, particularmente el autoritarismo, el patriotismo, el militarismo y el clericalismo. (7)

 

De manera coherente con su proyecto político, Castelnuovo sostiene en el artículo que "no hay drama ni poema [publicado en Argentina], salvo muy raras excepciones, que resista la crítica anarquista." (11) en vistas de que

 

el teatro como la escuela, son lacayos de la burguesía, órganos de poder, instrumentos de opresión y embrutecimiento. Casi todas las obras están construidas sobre el "mío" y el "tuyo", la propiedad privada, el amor legislado, la familia y el honor. Responden a la doctrina de Monroe, a los 14 puntos de Wilson, al antiguo y nuevo testamento. (11)

    

En simultáneo con la aparición de este artículo, Castelnuovo publica el poema "Los bárbaros están a las puertas de Petrogrado", en la edición del domingo 26 de octubre de 1919 del periódico La protesta. El poema se destaca del resto de los textos publicados en la edición, dado que se presenta en la parte central de la página, en una tipografía de mayor tamaño, con ribetes góticos, a doble interlineado y con amplios márgenes. El sentido general del poema consiste en un llamado a la acción de quienes defienden la revolución soviética y contra el ejército de la reacción que amenaza la ciudad:

 

Rusia muere; se desploma en el abismo de los sueños libertarios,

(...)

A la calle bolshevikis,

Comunistas visionarios

(...) carne magra del taller, de la fábrica y del campo;

Harapientos pordioseros, prostitutas de esta tierra de corsarios

(...)

Contra el plomo de los "blancos" y el blasón del Vaticano.

¡La metralla de los rojos sublevados, el fusil de los anárquicos,

La revuelta proletaria: un saludo universal de cañonazos! (s/n) [3]

 

En el nivel ideológico, se produce la identificación entre los "sueños libertarios" y "el fusil de los anárquicos" con los "bolshevikis" y los "comunistas" de la Rusia soviética, propia de una perspectiva "anarcobolchevique". Por otro lado, respecto de la forma literaria, el poema se aleja de la retórica modernista, predominante durante las primeras décadas del siglo XX, y se acerca a la propuesta ultraísta en su apuesta por el verso libre y un uso no estructurado de la rima, al tiempo en que se emplea un tono cercano al coloquial sin por eso renunciar al uso sostenido de metáforas. [4]

Esta apelación a la acción que promueve el poema se encuentra justificada en el presente inmediato, dado que, en el momento de su publicación y desde finales de septiembre de ese año, las tropas zaristas del Ejército Blanco, con apoyo de potencias europeas, avanzaban sobre la ciudad de Petrogrado, antigua San Petersburgo, que se encontraba defendida por el Ejército Rojo.

De esa manera, tanto sus breves diálogos satíricos como este poema en tono serio, funcionan como dos respuestas prácticas de Castelnuovo al problema de la formulación de un nuevo tipo de literatura -una "literatura proletaria"- al mismo tiempo en que ponen de manifiesto su exploración de distintos registros y géneros. En este sentido, el tono humorístico, las formas del género dramático y los artículos periodísticos se utilizan para la crítica de las instituciones y de las ideologías dominantes, mientras que la lírica y el tono serio se emplean para la denuncia y el llamado a la acción.

Una vez más, Castelnuovo utiliza la ironía y el sarcasmo como formas del humor en el artículo "Una enfermedad peligrosa", del viernes 24 de octubre de 1919, publicado también en La protesta, pero en este caso su objetivo consiste en la crítica de los detractores de los militantes revolucionarios:

 

La revolución social, según unos sabios alemanes (...) es una enfermedad colectiva, producida por cierto microbio descubierto en las cercanías de Berlín, llamado bacilus spartacus. ¡Ah, ah...! Es una especie de peste revolucionaria, mortífera, avasalladora y cruel. Si este bacilo se presenta solo, los atacados se limitan a formar soviets, repartir palacios a la marchanta, tierra entre los trabajadores y de comer a todo el mundo. En cambio, si interviene el bacilus anárquicus, resulta un caldo vituperable, una polenta peligrosa, una salsa picante, enjundiosa, macanuda. (s/n)

 

Si bien no es posible precisar a quiénes hace referencia Castelnuovo al decir "unos sabios alemanes", cierto es que entre el 5 y el 12 enero de 1919 se produjo en Berlín el llamado Levantamiento Espartaquista, cuyo conocimiento por parte de los lectores se da por presupuesto. [5] Castelnuovo señala al pretendido "bacilo", de manera irónica, como la causa de este levantamiento y de la huelga que dio origen a la Semana Trágica, que se desarrollaron en simultáneo:

 

Por el momento, se estudian nuevos procedimientos curativos en la Liga Patriótica y en el Cuartel de Bomberos. (...) Este germen rojo, surge del fondo de los talleres subterráneos, del prostíbulo infecto de la fábrica obscura, pegajosa y tétrica. (.) Se sienten jaquecas de quemar iglesias, fiebre de colgar tiranos, promover huelgas, sepultar parásitos, abrir cárceles y socializar la tierra. (s/n)

 

Como efecto del tono irónico y burlesco, este pretendido "bacilo" aparece como la cura de las problemáticas sociales y no como su causa.

El 25 de noviembre de 1919, Castelnuovo publica en el mismo periódico el artículo "El cinematógrafo", en el que realiza una crítica a esta industria artística de reciente desarrollo con argumentos similares a los esgrimidos respecto del sainete: "El cinematógrafo se ha convertido en una industria detestable. Es el órgano oficial del embrutecimiento con que cuenta la burguesía para petrificar el cerebro de las masas. Constituye el último parto del capitalismo."

Al día siguiente, el 26 de noviembre de 1919, Castelnuovo firma el artículo de tono ficcional "La eficacia del rosario", también en La Protesta, en el cual, una vez más, satiriza el discurso católico:

 

Leemos en una interesantísima publicación religiosa: "Reza noche y día. Lo primero que debes hacer por la mañana es tomar el rosario y no soltarlo más. Cuando tengas una duda, toma el rosario. (...) Los fantasmas se evaporan rezando un ave maría, rosario en mano. Esta verdad indiscutible la hemos experimentado en campaña. Una noche impalpable y tétrica nos salió al paso un fantasma. Tenía este bicho un aspecto del otro mundo. (s/n)

 

Con el correr del diálogo, el fantasma le cuenta al narrador que se había afiliado a la Federación Obrera Regional Argentina del 5º Congreso (FORA V), de tendencia anarquista, y finaliza el texto con un consejo del fantasma que termina por dar por tierra y ridiculizar al texto católico citado inicialmente: "Al despedirnos, después de comunicarle nuestros deseos de emancipar a los fantasmas, nos aconsejó que metiéramos el rosario en la letrina y nos compráramos un fusil." De esta manera, se implica que el "fantasma" con el que se enfrenta el narrador no es otro que el fantasma del comunismo, en referencia al comienzo del Manifiesto del Partido Comunista, de Karl Marx y Friedrich Engels, contra el cual el rosario, se sugiere, poco tiene para hacer.

 

1920 y 1921: Castelnuovo en Nuevos caminos y Cuasimodo

 

En los años siguientes, Castelnuovo no volverá a publicar en La Protesta y esta discontinuidad, quizá, pueda estar en relación con las tensiones entre las distintas corrientes anarquistas respecto de la línea editorial del periódico durante ese período. [6] Sus siguientes publicaciones se realizan en dos revistas, Nuevos Caminos y Cuasimodo, de características similares a Prometeo, cuyo sexto y último número es de la primera quincena de noviembre de 1919.

En el primer número de Nuevos caminos, del 18 de julio de 1920, Castelnuovo publica "La salud del campo" en donde, una vez más, los escritores y sus producciones son puestos en cuestión pero, en esta ocasión, desde un nuevo ángulo:

 

Digamos que el gaucho de roble, puesto en tragedia, en novela y en milonga, es un triste burreador de árboles, desfacedor de metros cúbicos y astillas, que lleva el estómago pegado al espinazo. Digamos también que, el campesino, el gaucho y el criollo, son tres asnos de dos patas, esclavos de negreros gringos, vascos y metropolitanos. (15)

 

Castelnuovo hace uso, nuevamente, del humor para la crítica de las tendencias literarias dominantes, de sus recursos y de sus intenciones. En particular, a través de reformulaciones polémicas y de animalizaciones, cuestiona humorísticamente la idealización del gaucho en la literatura para denunciar su situación de explotación y subalternidad. De esta manera, Castelnuovo formula una crítica al criollismo, discurso que, según Adolfo Prieto, se constituyó fundamentalmente entre 1880 y 1910 y tuvo como objetivo "unir a los diversos fragmentos del mosaico racial y cultural" de la Argentina a partir de ofrecer "una singular imagen del campesino y de su lengua" (13), en un contexto de gran inmigración en los centros urbanos. Respecto de uno de los usos del criollismo, Prieto sostiene que "para los grupos dirigentes de la población nativa, ese criollismo pudo significar el modo de afirmación de su propia legitimidad y el modo de rechazo de la presencia inquietante del extranjero." (13) Los ataques de Castelnuovo a la idealización de la figura del gaucho persiguen destruir, es posible afirmar, la base de sustentación en que intenta legitimarse ideológicamente la dirigencia argentina. Esta imagen criollista del gaucho cristalizó, por contraste, el rechazo de los sectores dominantes a los nuevos trabajadores de origen inmigratorio -en correlato con la instauración de la Ley de residencia de 1902- y, en particular, de los sectores más politizados de estos inmigrantes. [7] Ahora bien, esta crítica de Castelnuovo, que se vale una vez más del humorismo, también es una impuganción al sistema de explotación que esta literatura oculta al idealizar la realidad del trabajador rural: "Los habitantes de las islas del Delta, en su mayoría proletarios, trabajan como camellos, comen como camellos y lógicamente, revientan como camellos." (15)

En el número siguiente de Nuevos Caminos, publicado el 5 de agosto de 1920, Castelnuovo continúa y profundiza estas críticas al criollismo en el artículo "Patriotismo de pacotilla": "Todo lo que produce esta ´tierra bendita´ -como la llamó un eximio fatuo atacado de pedantitits- es argentino. Aquí, hasta las berengenas parecen inflarse de orgullo y decir: ´¡Somos argentinas!´." (1). El foco de sus críticas se amplía y cuestiona, por ejemplo, la función de la escuela como reproductora de esas idealizaciones y falsedades: "El negro Falucho, en la descripción [escolar], pierde su catinga tradicional y aparece perfumado, limpio y simpático." (2)

En 1921, Castelnuovo publica colaboraciones en Cuasimodo, revista en la cual, como afirma Tarcus (2004) "se articulan a su modo vanguardia política y vanguardia artística, marxismo y anarquismo, clasismo y antiimperialismo" (759). En su número 24, de octubre de 1921, Castelnuovo publica el artículo "El trabajo honra", en el cual, apelando a su sarcasmo característico, destruye la frase hecha que enuncia en su título:

 

Los burgueses aseguran que el trabajo ordinario -esa operación mecánica que requiere, como condición previa, la concurrencia de los brazos y las patas- dignifica y honra. (...)

Los higienistas recomiendan el trabajo para "depurar" el cuerpo y los pedagogos para "higienizar" el alma. El Estado, por su parte, trata de difundirlo por todos los medios a su alcance y de propagarlo con eficacia y rapidez (a veces, a fin de darle mayor velocidad, emplea las ametralladoras y es muy rara la Constitución que no tenga en su texto, una serie de artículos contra la vagancia).

(...) El padre atorrante, lo primero que recomienda a su hijo, es el trabajo. El fraile y el militar -uno se pasa la vida haciendo cruces en el aire y el otro haciendo cruces en el cementerio- también recomiendan el trabajo y está tan generalizada esta recomendación, que cuando un menesteroso solicita un pan o una galleta, se lo despide ordinariamente así: "Vaya a trabajar". (...)

Si el trabajo honra, debemos confesar que el burro y el camello son los animales más honestos de la creación. (23-24)

 

En este pasaje se concatenan los principales sujetos contra los que Castelnuovo fue dirigiendo sus invectivas a lo largo de sus artículos anteriores: la burguesía, el Estado, las Fuerzas Armadas, la Iglesia, la escuela, la familia. Al mismo tiempo, legitima esta crítica y su valoración negativa del trabajo asalariado en la conformación de un particular tipo de ethos autoral:

 

  Nosotros que no somos burgueses, ni higienistas, ni pedagogos; nosotros que sufrimos el horror del trabajo sistematizado, metódico, ordinario, decimos que embrutece y degrada. (...)

  Es tan cierto lo que decimos que, lo que vulgarmente se llama "un hombre trabajador", mirándolo bien, no es más que una variación del burro con dos patas. (24)

 

Castelnuovo autoriza su voz a partir de articular su propia figura en torno de la experiencia directa de ese trabajo al que se critica, a diferencia de quienes lo elogian que, por el contrario, no trabajan. En un guiño humorístico, Castelnuovo finaliza su artículo y se incluye -junto a sus lectores- como objeto de su sarcasmo: "Venimos a la vida sólo un instante y después nos marchamos para no volver jamás, y este instante supremo y único en la eternidad de la materia, lo empleamos trabajando. ¡Si seremos camellos!" (24).

En los números 25 y 27, de la segunda quincena de noviembre y de la primera de diciembre de 1921, respectivamente, Castelnuovo publica dos artículos titulados "Los monosabios", en donde realiza una crítica humorística a determinados tipos urbanos. En el primero de estos artículos, "el filósofo de la esquina" es uno de los tipos satirizado:

 

  Una exteriorización sine qua non, del filósofo visible, es hablar "en difícil", decir cinife en vez de mosquito, in vitro en vez de en una botella, axila en vez de sobaco y emplear con frecuencia las palabras licuefacto, tumefacto, putrefacto, rarefacto. (7)

 

En el mismo artículo, también ofrece un perfil burlesco del "redactor en jefe": "Al monosabio periodista le agrada ocupar la jefatura del diario, ser ungido redactor en jefe, proclamado comisario de redacción y, sobre todo, ver estampado al frente de la hoja en negrita o en bastardilla, su nombre formidable.". (7) En estos artículos se produce un desplazamiento y no solo se ataca a los enemigos de clase -como las Fuerzas Armadas, el clero o los poetas de la burguesía- sino que las ironías se dirigen hacia el interior del propio movimiento político y cultural revolucionario:

 

  Sus diez dedos, se le antoja que son diez facones, con los cuales, en un momento dado, puede coserle las tripas a la burguesía.

  (...)

  El monosabio opina que los obreros en vez de romper el pacto solemne que firmaron con la ignorancia, en vez de leer y cultivar el espíritu, deben armarse hasta los dientes, ejercitarse en el tiro boca abajo, boca arriba, disciplinarse, marchar, correr, andar a caballo, saltar paredes, subir y bajar escaleras, hacer gambetas; en vez de robustecer el cerebro, deben robustecer la musculatura: a la humanidad no se la convence con razones: se la convence a garrotazos. (8)

    

Bajo la figura del "monosabio redactor en jefe", Castelnuovo satiriza al periodista militante que, por su condición de trabajador intelectual, se autoproclama con derecho a constituirse en dirigente de los trabajadores manuales, cree poder resolver los problemas de la lucha de clases de manera individual y menosprecia la importancia de la formación política y cultural del conjunto de la clase. De esta manera, Castelnuovo condensa en esta figura aspectos prototípicos de cierto tipo militante, contrarios al modelo que se intenta impulsar desde el anarcobolchevismo, tendencia que apuesta tanto por la conformación de organizaciones de base antiburocráticas, no verticalistas, propias del anarquismo, como por la toma del poder político al modo del bolchevismo.

El artículo "Los monosabios" del número 27 -mismo número en el que Jorge Luis Borges publica los poemas ultraístas "Rusia" y "Guardia Roja", elogiosos de la reciente Revolución Soviética- Castelnuovo continúa por la senda abierta en su artículo anterior y satiriza otra vertiente del "jefe de redacción" de una revista militante, el "monosabio antimaximalizante", sobre quien sostiene que "anda por la calle como una sombra entre las sombras, con cara de pocos amigos, escupiendo aquí y allí, (no traga sus saliva por temor a envenenarse) mascullando diagnósticos y pronósticos, meditabundo y entripado." (11). Una vez más, Castelnuovo se burla, a través de la formulación de este tipo, de la subestimación que los intelectuales realizan del resto de los trabajadores:

 

  [El monosabio] medita y piensa:

"El editorial debe ser de "tesis", so pena de muerte. (...) Su redacción debe ser impecable, llana, fluída, accesible al rebaño. ¡Nada de metáforas que estropean la imaginación; nada de florilegios que sirven de taparrabos a la verdad desnuda!... (...) Kropotkin en cemento armado. Bakunin en lingotes de fierro. Nada de términos alambicados, finos, elegantes, limpios: palabras gruesas, sucias, rotosas". (11)

 

De esta manera, Castelnuovo combate contra una escritura que se autoconciba como transparente, que confíe en la posibilidad de comunicar un mensaje unívoco y que entienda que la recepción es mera reproducción de un sentido dado. En efecto, sus propios textos son una refutación de estas concepciones e intenciones, con su apuesta por la ironía, el sarcasmo y el humor, formas discursivas que implican procesos complejos de recepción. Es decir, Castelnuvo apuesta por una escritura que, en lugar de postular un deber ser, se burla de cómo es la realidad para criticarla y promover su transformación.

 

1923. A modo de conclusión: Castelnuovo en El libertario, en la Colección Las grandes obras y la publicación de su libro Tinieblas

 

En 1923, Castelnuovo es nombrado Secretario de Prensa de la Alianza Libertaria Argentina (ALA) y participa de su publicación periodística, el decenario El libertario. Esta Alianza surgió como un agrupamiento de diecisiete organizaciones anarcobolcheviques que habían sido excluidas, por su orientación ideológica, del Primer Congreso Regional Anarquista, realizado en octubre de 1922. [8] En el número 6 de El libertario, del 20 de mayo de 1923, Castelnuovo publica el artículo "La era vargasviliana de Vargas Vila", en el que vuelve a atacar a la literatura consagrada de la época con su sarcasmo recurrente: "Yo creo modestamente que Vargas Vila no es un genio, aunque Vargas Vila sea el primero en no estar de acuerdo conmigo." (2) Vargas Vila, durante 1923, se encontraba realizando un viaje por distintos países de América que lo lleva a residir en Buenos Aires entre diciembre de ese año y enero de 1924. [9] En particular, Castelnuovo critica el hecho de que Vargas Vila haya querido en su literatura "resucitar el cadáver corrompido del romanticismo literario" (2):

 

Eso de que el genio anda siempre solo, vive solo, se rasca solo, es muy tradicional, muy bibliográfico, muy libresco, pero falso, falso de toda falsedad. Primero: para ser genio no basta con encerrarse en una torre de marfil y evitar la amistad de nuestros semejantes. (2)

 

Si Castelnuovo en sus artículos anteriores criticaba la búsqueda de simplicidad en la escritura como correlato de la subestimación de los lectores propia de ciertos sectores de la militancia política, respecto de Vargas Vila, junto con este ataque al modelo de escritor propugnado por el romanticismo, va a objetar, por el contrario, el hecho de que la búsqueda formal sea su única preocupación literaria: "La forma es algo más que esa superficialidad de palabras bonitas y sonoras engarzadas con soberana ciencia de burro en una sucesión de octavas melindrosas y blandengues. La forma tal cual la entiendo yo, se confunde con el contenido." (2) De esta manera, desde una perspectiva literaria, Castelnuovo se muestra contrario tanto al contenidismo de los "monosabios" como al formalismo de Vargas Vila y propone ubicarse en ese punto en el que forma y contenido se confunden, es decir, en el que se configuran, es posible afirmar, como un todo orgánico. Asimismo, ya en un plano social, como alternativa al individualismo, propone, nuevamente, el modelo de funcionamiento social soviético:

 

Creen todavía [los románticos] que el genio es quien gobierna al mundo, cuando en realidad, son las masas geniales quienes lo gobiernan. Doscientos millones de hombres hay en Rusia y esa multitud anónima y genial está decretando con sus obras nuevas la ruina total del antiguo mundo; está marcando una era que no tiene nada de vargasviliana; la era práctica del comunismo. (2)

 

Al mes siguiente de este artículo, el 29 de junio de 1923, Castelnuovo publica Notas de un literato naturalista (1923a) [10] en la colección "Las grandes obras", dirigida por Julio R. Barcos -de pasado anarcobolchevique-, edición quincenal económica de textos de corta extensión -treinta páginas en el caso de Castelnuovo- en el que se conjugan firmas de autores consagrados en el plano internacional, autores importantes del anarquismo local y escritores que están haciendo sus primeras publicaciones, como Leónidas Barletta o el caso del mismo Castelnuovo. Las Notas. comienzan con una breve biografía de Castelnuovo, en la cual se sostiene que este autor

 

pasea (...) el espejo de su espíritu (.) reflejando, a su modo, humorísticamente, pero con un noble y osado humorismo filosófico comparable al de Mark Twain, las costumbres, las ideas y las imbecilidades de nuestros semejantes. (s/n) [11]

 

Las primeras frases del relato, como se anticipa en la biografía, revelan que Castelnuovo mantiene el mismo tono humorístico que manifestaba en sus publicaciones previas en la prensa anarquista, en vistas de que Mario Yunta, el narrador que luego se definirá como "novelista naturalista" (1), afirma: "Yo soy literato, nací literato y pienso morir literato; en mi familia todos fueron consecuentes con sus ideas hasta la muerte. Tuve un tío que nació tuerto, vivió tuerto y murió tuerto." (1) En este sentido, como efecto de lectura, Castelnuovo presenta al naturalismo argentino como el producto de un gran malentendido de la propuesta europea original. Yunta es un mal lector de Émile Zola y, en lugar de realizar una novela experimental al modo del escritor francés, escribe la novela de un experimento fallido: una problemática operación de colectomía realizada a su hermana. [12] Asimismo, el modo en el que el narrador concibe su relación con los realistas europeos provoca un efecto irónico: "Respecto a mi genealogía literaria tengo dudas terribles que me producen frecuentes jaquecas en la imaginación: a veces se me sube Honorato de Balzac a la cabeza, a veces es Tolstoi quien me perturba el juicio." (1)

Los críticos literarios John E. Eipper (1995) y Adriana Rodríguez Pérsico (2013), en casos puntuales y no retomados posteriormente, advirtieron en el análisis de las Notas. el humorismo de Castelnuovo, pero encontraron que este tono fue excepcional en su producción y circunscripto solo a este texto. No obstante, como fue desarrollado con anterioridad, el tono humorístico de Castelnuovo es una constante desde sus primeras publicaciones. En efecto, es posible considerar la hipótesis de que su humorismo no se interrumpe abruptamente, sino que continúa en su obra posterior, como en el caso del libro de cuentos Tinieblas, también de 1923, -la obra más analizada por la crítica literaria- que obtiene el premio Municipal y que será la primera publicación de la "Colección Los Nuevos" de la revista Los pensadores del grupo de Boedo, en 1924. A diferencia de lo que sostienen los análisis críticos de manera mayoritaria, es posible advertir, en consonancia con sus publicaciones previas, que las apelaciones religiosas de los protagonistas de Tinieblas, así como los epígrafes bíblicos que enmarcan cada uno de sus relatos, se encuentran constituidos por un tono irónico, dado que estos personajes no encuentran respuesta de Dios sino que, por el contrario, sus destinos encuentran finales absurdos o sumidos en las más hiperbólicas de las tragedias. [13] Asimismo, el naturalismo exacerbado de Castelnuovo en Tinieblas podría no ser otra cosa, precisamente, que una parodia de los procedimientos naturalistas de los que el mismo Castelnuovo se burla de manera explícita en las Notas.. En esta misma línea, el sangriento y monstruoso parto del relato "Tinieblas" puede leerse, por ejemplo, como la exageración burlesca del  pasaje de la novela Sin rumbo (1885), de Eugenio Cambaceres -el más destacado dentro de la generación de escritores naturalistas argentinos-, en el que Andrés, joven terrateniente protagonista de la novela, fantasea sobre la monstruosidad de su futuro hijo, dado que una de las empleadas de su estancia, con quien mantenía relaciones sexuales ocasionales, estaba embarazada de él. Andrés imagina que nacerá "un monstruo horrible, un enano deforme, de piernas flacas y arqueadas, de cabeza desmedida, de frente idiota" (64), en una descripción que continúa y se demora en  detalles hiperbólicos que señalan la sangre impura de su amante. [14] Asimismo, el

De esta manera, la lectura de las publicaciones de Castelnuovo en la prensa anarquista abren la posibilidad de percibir la importancia de su tono humorístico para la crítica de la sociedad y de la literatura que, proyectado al resto de su obra, permite realizar una nueva lectura de sus ficciones y resolver en otro sentido las contradicciones aparentes entre su ideología y su proyecto literario señaladas por la crítica literaria predominante.

 

* Esteban V. Da Ré (Buenos Aires, 1983). Licenciado y Profesor en Enseñanza media y superior en Letras por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (FFyL-UBA). Desarrolla en la misma Facultad su doctorado sobre el humor, la parodia y la sátira para la crítica social en la poética de Elías Castelnuovo (1923-1936), bajo el marco de una beca doctoral otorgada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Publicó artículos en revistas especializadas y capítulos en libros académicos sobre literatura argentina. Se desempeñó como Ayudante de Primera en la Cátedra Literatura Latinoamericana II (FFyL-UBA) y participa de proyectos de investigación UBACyT.

 

 

Bibliografía

 

Corpus

 

Castelnuevo, Elías. "Petrificando cerebros".  Prometeo. Año 1, Núm. 1 (agosto de 1919). 11-12.

 Castelnuevo, Elías.  "Catecismo". Prometeo. Año 1, Núm. 3 (septiembre de 1919). 4.

Castelnuevo, Elías. "Críticas teatrales: El sainete", Prometeo. Año 1, Núm. 4 (octubre 1919). 13-14.

Castelnuevo, Elías. "Literatura proletaria". Prometeo. Año 1, Núm. 5 (octubre 1919). 11-12.

Castelnuevo, Elías.  "Una enfermedad peligrosa". La protesta (24 de octubre de 1919).

Castelnuevo, Elías.  "Los bárbaros están a las puertas de Petrogrado". La protesta (26 de octubre de 1919).

Castelnuevo, Elías. "El cinematógrafo". La protesta (25 de noviembre de 1919).

Castelnuevo, Elías. "La eficacia del rosario". La protesta (26 de noviembre de 1919).

Castelnuevo, Elías. "La salud del campo". Nuevos caminos. Año 1, Núm. 1. (18 de julio de 1920). 15.

Castelnuevo, Elías. "Patriotismo de pacotilla". Nuevos caminos. Año 1, Núm. 2 (5 de agosto de 1920). 1.

Castelnuevo, Elías. "El trabajo honra".Cuasimodo. Núm. 24 (Primera quincena de octubre de 1921).

Castelnuevo, Elías. "Los monosabios". Cuasimodo. Núm. 25 (Segunda quincena de noviembre de 1921).

Castelnuevo, Elías. "Los monosabios". Cuasimodo. Núm. 27 (Primera quincena de diciembre de 1921).

Castelnuevo, Elías. "La era vargasviliana de Vargas Vila". El libertario. Núm. 6 (20 de mayo de 1923).

Castelnuevo, Elías. (1923a). Notas de un literato naturalista. Buenos Aires: Las Grandes Obras.

Castelnuevo, Elías. (1923b). Tinieblas. Buenos Aires: Tognolini.

 

Libros y artículos académicos

 

Anapios, Luciana (2008) "El anarquismo argentino en los años veinte. Tres momentos en el conflicto entre La Protesta y La Antorcha". Revista Papeles de trabajo. Año 2, nº 3, Buenos Aires, junio de 2008. http://federacionlibertaria.org/BAEL/Archivo/Tesis,%20monografias/03_1_Art%C3%ADculo_Luciana_Anapios.pdf

Anapios, Luciana (2016). "Prensa y estrategias editoriales del movimiento anarquista en la Argentina de entreguerras". Anuario del Instituto de Historia Argentina, 16 (2) e-025. http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.7688/pr.7688.pdf

Blanco, Oscar (2012). "Modulaciones de un realismo(/naturalismo) militante". En Vitagliano, Miguel (comp.), Boedo. Políticas del realismo. Buenos Aires: Título, 15-52.

Bilsky, Edgardo J. (1984) La semana trágica. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.

Candiano, Leonardo y Lucas Peralta (2007). Boedo: Orígenes de una literatura militante. Buenos Aires: CCC.

Cambaceres, Eugenio.(1992 [1885]). Sin Rumbo. Buenos Aires, Ceal.

Cobo Borda, Juan Gustavo (1988). "Vargas Vila en Argentina". Boletín Cultural y Bibliográfico, vol. 25, no 14. 96-98. https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/2907

Delgado, Leandro (2012). "Criollismo y anarquismo: de la deconstrucción del gaucho al descubrimiento del arrabal". Culturales, vol. 8, no 16. 159-196. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-11912012000200005

De Torre, Guillermo. (1964) "Para la prehistoria ultraísta de Borges". Hispania, Vol. 47, No. 3. 457-463.

Doeswijk, Andreas (2013). Los anarco-bolcheviques rioplatenses (1917-1930). Buenos Aires: CeDInCI.

Eco, Umberto. (1999) "Lo cómico y la regla". En La estrategia de la ilusión. Barcelona: Lumen.

Eipper, John E., (1995). Elías Castelnuovo - La revolución hecha palabra. Buenos Aires: Rescate.

Gnutzmann, Rita. 1998. La novela naturalista en Argentina (1880-1900). Amsterdam: Rodopi.

Portantiero, Juan C. (1961). Realismo y realidad en la narrativa argentina. Bs. As: Procyón.

Prieto, Adolfo (1959). "La literatura de izquierda. El grupo de Boedo". Fichero N° 2, abril de 1959. En Avaro, Nora y Analía Capdevila (2004), Denuncialistas. Literatura y polémica en los ´50. Buenos Aires: Santiago Arcos.

Prieto, Adolfo (1988). El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna. Buenos Aires: Sudamericana.

Rivera, Jorge B. (1998). El escritor y la industria cultural. Buenos Aires: Atuel.

Rodríguez Pérsico, Adriana (2013). "Capitalismo y exclusión. Elías Castelnuovo y la búsqueda de una lengua heterogénea". Estudio preliminar. En Elías Castelnuovo, Larvas. Buenos Aires: Biblioteca Nacional, Colección Los raros.

Rosa, Nicolás (1997). "La mirada absorta". En La lengua del ausente. Buenos Aires: Editorial Biblos.

Saítta, Sylvia (2008). "Elías Castelnuovo, entre el espanto y la ternura". En Álvaro Félix Bolaños, Geraldine Cleary Nichols y Saúl Sosnowski, Literatura, política y sociedad: construcciones de sentido en la Hispanoamérica contemporánea. Pittsburg: Universidad de Pittsburg.

Sarlo, Beatriz (1988). Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920-1930. Buenos Aires: Nueva Visión.

Sewell, Rob (1988). "La revolución alemana de 1918-1919". Capítulo del libro Germany: From Revolution to Counter-revolution. Fortress Books, 1988. Traducción disponible en: http://argentina.elmilitante.org/historia-othermenu-55/5678-la-revolucion-alemana-de-1918-19.html.

Silva, Horacio R. (2011) Días rojos, verano negro: enero de 1919, la semana trágica de Buenos Aires: Libros de Anarres.

Suriano, Juan (2001) Anarquistas. Cultura y política libertaria en Buenos Aires. Buenos Aires: Manantial.

Suriano, Juan (2011) "Las prácticas culturales del anarquismo argentino". En Encuentro Cultura y práctica del anarquismo. Cátedra México-España de El Colegio de México, 23 y 24 de marzo de 2011.

Tarcus, Horacio (2004). "Revistas, intelectuales y formaciones culturales izquierdistas en la Argentina de los veinte". Revista Iberoamericana, Vol. LXX, Núms. 208-209, Julio-Diciembre 2004. 749-772. https://doi.org/10.5195/reviberoamer.2004.5508

Zola, Emile (1989). El naturalismo. Barcelona: Península.

[1] Agradezco a Susana Cella y a Guillermo Blanck la atenta lectura de los borradores de este artículo, sus valiosos comentarios y sus palabras de aliento. Asimismo, como es de rigor, se deja constancia de que no comparten necesariamente las hipótesis vertidas en este trabajo ni tienen responsabilidad alguna por los errores que pueda presentar.

[2] El saldo aproximado de la represión fue de 700 trabajadores muertos, 2000 heridos, 55000 detenidos y 55 desaparecidos, según estimaciones de Horacio Silva (244) a partir de diarios y testimonios de la época, dado que no hubo cifras oficiales. Respecto de la Liga Patriótica en particular, ver Bilsky.

[3] En los casos en los que la publicación original no cuenta con números de página, se aclara con la referencia "s/n" entre paréntesis al final de la cita.

[4] Respecto de las características del ultraísmo y de sus tensiones con el modernismo, ver De Torre.

[5] Respecto del levantamiento espartaquista, ver Sewell.

[6] Sobre estas tensiones y divisiones, ver Anapios (2008).

[7] Para un desarrollo de la relación entre anarquismo y discurso criollista, ver Delgado.

[8] Para más detalles sobre esta coyuntura y sobre los objetivos de la ALA, ver Doeswijk.

[9] Para una análisis de esta visita a la Argentina de Vargas Vila y del libro que publicó relatando su experiencia de viaje, ver Cobo Borda.

[10] De aquí en más, se abrevia este título por Notas...

[11] Pese a que esta publicación cuenta con número de página, este breve biografía se encuentra en una página no numerada, inmediatamente anterior a la primera.

[12] Sostiene Zola en el ensayo "La novela experimental": "...los novelistas naturalistas observan y experimentan y toda su labor nace de la duda en la que se colocan frente a unas verdades mal conocidas, a unos fenómenos inexplicados, hasta que una idea experimental despierta un día bruscamente su genio y les empuja a realizar una experiencia, para analizar los hechos y convertirse en sus amos." (52-3)

[13] Sobre la crítica al discurso religioso en Tinieblas, ver Candiano y Peralta (215) y Blanco (26).

[14] Para la relación entre naturalismo argentino y determinismo biológico, ver Gnutzmann.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons