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Pampa (Santa Fe)

On-line version ISSN 2314-0208

Pampa  no.11 Santa Fe June 2015

 

ARTÍCULOS

San José Navajas, México: una comunidad rural frente al impulso industrial

 

Marja Teresita González Juárez, Marco Antonio Carrillo Pacheco, Rolando Javier Salinas García, Gaspar Real Cabello, Edgar Belmont Cortés

Universidad Autónoma de Querétaro, México. E–mail: carrillo.pacheco81@gmail.com

Fecha de recepción: 03 | 12 | 2013
Fecha de aceptación final: 03 | 02 | 2015


RESUMEN

Se analizan las condiciones económicas, políticas y sociales de la construcción del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro, México, asentado en zonas rurales y los efectos producidos en el territorio y en las comunidades, especialmente en la localidad de San José Navajas. Se revisa el proceso de negociación para la expropiación de las tierras, los conflictos suscitados, las modificaciones en los espacios geográficos y en las condiciones laborales de los habitantes. También se estudian las expectativas de desarrollo creadas por la llegada de una inversión que supuestamente generaría riqueza para todos, así como los cambios en la identidad de la población, producto del nuevo perfil de la tierra. El trabajo muestra la forma en que las decisiones unilaterales del gobierno provocaron problemas de orden económico, político y social entre los grupos de campesinos asentados en la zona afectada.

Palabras clave: Región; Identidad; Conflictividad social; Política pública.

SUMMARY

San Jose Navajas, Mexico: a rural community about the industrial impulse

This paper explores the economic, politic and social conditions around the construction of the Queretaro's Intercontinental Airport in Mexico. Rural communities surround this airport and the research is oriented to analyze what kinds of changes have been produced in one of the most important locality: San José de Navajas. In order to do so, it is study the negotiation process that allow to expropriate the community land, the conflicts generated as a result of it and the changes in the labor conditions and labor identity of the inhabitants. The research team also studies the expectative of development created in the community as a result of the arrival of foreign direct investment, which supposed to create new jobs in benefit of the community. The results of the research show how negatives effects are produced when government takes unilateral decisions and do not consider the opinion of the community residents.

Key words: Region; Identity changes; Social conflicts; Public policy.


 

1. Introducción

En el año 2002, el Gobierno del Estado de Querétaro, México, toma la decisión de construir el Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ), afectando la dinámica social, cultural y económica de las zonas rurales de los municipios de El Marqués y Colón. La construcción del AIQ parte de dos imperativos económicos: i) darle un mayor dinamismo al transporte aéreo (pasajeros y carga) y ii) impulsar el desarrollo de la Industria Aeroespacial de Querétaro. Sin duda, la construcción del AIQ y la infraestructura del Parque Aeroespacial de Querétaro (PAQ) en las inmediaciones, ha dado lugar a dinámicas novedosas en el ámbito de las sociedades locales y en la forma en que se articulan las condiciones históricas y culturales de las regiones. Estos procesos de reconfiguración territorial han estado enmarcados dentro de relaciones de poder con efectos, incluso, supra-regionales al insertarse en lógicas globales (Ayora, 2005). La construcción del AIQ en zonas rurales significó una profunda transformación de la región. Predios expropiados, habitantes engañados con la idea del progreso que suponen estas obras, agresión al entorno ecológico al modificar la vocación agrícola de la región, problemáticas entre las comunidades, entre otros factores, gestaron un escenario de pobreza y conflictos sociales. Una práctica común de las acciones de gobierno en México es la toma de decisiones unilaterales y autoritarias, sin un diagnóstico realista que lleve a valorar las ventajas y los posibles perjuicios al territorio y a sus habitantes. Las decisiones son de naturaleza política y carentes de sensibilidad social, generalmente se imponen los criterios productivistas por encima de las opciones de un desarrollo a largo lazo basado en la sustentabilidad.
El eje conceptual del estudio parte de dos significados fundamentales. El primero refiere a la noción abstracta de un territorio en cuyo interior se cumplen requisitos de semejanza/diferencias, homogeneidad/heterogeneidad y convivencia/conflicto. En este sentido, el territorio es:

Un espacio determinado por relaciones de poder, determinando, así, límites ora de fácil delimitación (evidentes), ora no explícitos (no manifiestos), y que posee como referencial el lugar; es decir, el espacio de la vivencia, de la convivencia, de la copresencia de cada persona. Y considerando el establecimiento de relaciones internas o externas a los respectivos espacios con otros actores sociales, instituciones y territorios. (Schneider y Peyré, 2006, p. 12)

El segundo significado lo denominamos ámbitos concretos de la realidad física, sus elementos nos permiten identificar porciones determinadas de la superficie terrestre, definidas a partir de criterios (económicos, políticos, culturales) específicos y objetivos preconcebidos. (Palacios, 1983) Así, una región tiene sentido y existencia solo cuando en ella se asienta un conglomerado humano que le otorga forma y extensión. Por otra parte, se incorpora el concepto de región sociocultural, esta categoría sirve para analizar los efectos que produce la metamorfosis territorial en los núcleos poblacionales. Con este recurso teórico se contribuye al conocimiento y explicación del pasado y presente de las colectividades en un espacio compartido. La idea de espacio compartido no significa necesariamente homogeneidad, pues como menciona Lomnitz (citado en Gimenez, 1994), la homogeneidad no es criterio principal para definir lo regional en términos culturales, sino la articulación de diferencias culturales complementarias e internamente jerarquizadas. De hecho, la articulación regional de las diferencias culturales no es precisamente armoniosa, frecuentemente incluyen contrastes, contradicciones y ambigüedades entre los diversos sectores sociales (De la Garza, 2010). Es necesario contemplar cómo cada sociedad organiza su espacio y le imprime una forma específica de configuración espacio–temporal.
En Querétaro, la expropiación de los predios desencadenó una intensa dinámica de cambio territorial, laboral y cultural. Los ejidatarios que aceptaron la indemnización, emplearon el monto de la venta de sus tierras de las formas más diversas. Algunos ampliaron sus casas–habitación; otros iniciaron negocios dentro del giro comercial (tiendas de abarrotes, venta de alimentos); otros más trataron de insertarse como proveedores de materiales para la construcción o para la industria aeronáutica. ¿Qué ocurrió en la comunidad? Prácticamente en todos los casos los resultados fueron similares: al paso de los años los negocios cerraron, el dinero se acabó y los ejidatarios hoy son obreros o están desempleados y tratan de ingresar a trabajar a las fábricas de la zona. La construcción de este nuevo polo de desarrollo industrial en el Estado de Querétaro modificó incluso las expectativas, planes y patrones de vida de los habitantes de la comunidad, generando un abandono de las prácticas identitarias que este asentamiento rural construyó y acumuló a lo largo del tiempo.

2. Objetivos del estudio

Por lo expuesto, el objetivo central del artículo es analizar cuáles han sido las transformaciones experimentadas por la comunidad de San José Navajas, específicamente, en los aspectos sociales, culturales, laborales e incluso en las relaciones de poder entre la comunidad y el gobierno estatal, a raíz de la puesta en operaciones del AIQ. Ligado a nuestro objetivo general, establecemos un conjunto de objetivos específicos orientados a identificar cómo las decisiones de naturaleza política generan dinámicas económicas y culturales que inciden en las configuraciones sociales de los territorios afectados por ellas. Una de esas dinámicas son las nuevas identidades de los miembros de la comunidad al ver modificado su entorno, otra es la tendencia a la emigración de los jóvenes hacia Estados Unidos. Ambos aspectos merecen estudios más profundos, aquí solamente destacamos cuestiones que prefiguran una tendencia de comportamiento de las comunidades.

3. Nota metodológica

Se llevó a cabo un estudio antropológico de corte cualitativo con base en el método etnográfico de la observación participante, historias de vida, entrevistas abiertas y a profundidad con los principales actores sociales de la comunidad de San José Navajas, especialmente a los ejidatarios que decidieron vender sus tierras y participaron directamente en el proceso de negociación para la instalación del Aeropuerto internacional de Querétaro dentro de un espacio tradicionalmente rural. La investigación se llevó a cabo a lo largo de 8 años, buscando dar seguimiento de manera individual a cada uno de ellos, en busca de entender hasta qué punto estas transformaciones modificaban la vida de los habitantes de las comunidades cercanas al proyecto y a la vocación de la región, modificando las estructuras socioeconómicas y culturales en un periodo relativamente corto.
Los actores con los que trabajamos son:

• Delegado.
• Subdelegado.
• Subdelegado.
• Comisariado ejidal.
• Comisariado ejidal.
• Comisariado ejidal.
• Comisariado ejidal.
• Familia Responsable de la capilla del Santo Niño de los Atribulados.
• Representantes de programas DIF (Desarrollo Integral de la Familia).
• Médico responsable del Centro de Salud.
• Médico responsable del Centro de Salud.
• Médico responsable del Centro de Salud.
• Familia Martínez Hernández.
• Familia Romero Camacho.
• Ejidatarios que vendieron sus tierras.
• Jóvenes con aspiraciones de emigrar a Estados Unidos.

También se realizó un registro (descriptivo y fotográfico) de las principales características de la comunidad en dos etapas: al inicio de las negociaciones de la tierra y cinco años después, contrastando las trasformaciones en el paisaje natural y arquitectónico, incremento de servicios y comercios, así como las principales transformaciones en la dinámica social.

4. La región de estudio y el Aeropuerto Internacional de Querétaro

El Estado de Querétaro, México, se localiza a 200 km. al norte de la ciudad de México, contiene 18 municipios a lo largo de su territorio. Es un Estado centralizado en población y actividades económicas y políticas alrededor de la ciudad capital. Al paso de los años, los municipios adyacentes se han ido conurbando con la ciudad, dando lugar a la integración de la Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ) que incluye a los municipios Querétaro, Huimilpan, Corregidora y El Marqués. La zona de influencia del Aeropuerto Internacional de Querétaro (AIQ) se ubica dentro del municipio de El Marqués y Colón, este último fuera de la ZMQ. El Municipio de El Marqués colinda al norte con el Estado de Guanajuato, al sur con los municipios de Pedro Escobedo y Huimilpan, al este con el municipio de Colón y al oeste con el municipio de Querétaro; que representa el 5.9% de la superficie del Estado. Hasta 1980 la población del municipio del Marqués fue predominantemente rural, las actividades rurales abarcaban al 84% de la población y ocupaban el 32% del terreno municipal. Para 2010, la situación se modifica radicalmente dentro de este municipio, el 56.1% de la población vive en localidades urbanas con más de 2,500 habitantes y el 43.3% es población rural (SEDESOL, 2010). Por su lado, el municipio de Colón está ubicado al centro oeste del Estado de Querétaro, su superficie ocupa el 6.9% del total del Estado, encontrándose en el tercer lugar entre los 18 municipios; limita al noreste con el municipio de Tolimán, al este con Ezequiel Montes, al sureste con Tequisquiapan, al sur con Pedro Escobedo, al oeste con El Marqués y al norte con el municipio de Tierra Blanca en el Estado de Guanajuato. La Población Económicamente Activa (PEA) es del 57.4%; el sector primario emplea al 26.2% de la población ocupada, mientras que el manufacturero absorbe al 19.5%; solamente 31.2% de la población vive en localidades urbanas (SEDESOL, 2010). En lo que toca al AIQ, se localiza a 12 km. de la carretera Querétaro–Tequisquiapan, a 23 km. de la ciudad de Querétaro y a 200 km. aproximadamente, de las ciudades de San Luis Potosí, León, Guanajuato, Morelia, Toluca y el Distrito Federal. El AIQ, el Parque Aeroespacial de Querétaro (PAQ) y la Universidad Aeronáutica de Querétaro (UNAQ), transfiguraron esta zona rural en el nuevo polo de desarrollo aeroespacial de México. Estas obras ocupan la superficie ejidal de tierras de riego y temporal que fueron propiedad de 98 ejidatarios y de la comunidad en su conjunto.
La historia del AIQ tiene su origen en el fallido intento de trasladar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a San Mateo Atenco, ubicado en el Estado de México. El gobierno federal emitió el 2 de octubre de 2000 un decreto presidencial en virtud del cual se expropiaban más de 5.000 hec
táreas de los municipios de Texcoco y San Salvador Atenco, para la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México. Esta decisión proviene del plan de modernización de la infraestructura aeroportuaria mexicana para generar una mejor integración de la economía nacional en los mercados globales. En esta perspectiva de desarrollo, la elección del sitio fue resultado de una decisión política, carente de estudios de impacto social, ecológico y de consulta a los habitantes, ocasionando una serie de movimientos sociales en contra de ese proyecto, llevándolo al fracaso (Gómez, 2002). Al cancelarse el proyecto del aeropuerto alterno a la ciudad de México debido a la presión social, se abrieron distintas opciones en las regiones cercanas a la ciudad de México, siendo Querétaro quien logró concretar la construcción del aeropuerto por la cercanía geográfica que tiene con la ciudad de México. Sin embargo, el AIQ no constituye en lo absoluto una alternativa a los problemas del aeropuerto de la capital mexicana.
Con el precedente de los problemas generados San Mateo Atenco, el 4 de febrero de 2001 se anuncia por parte de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado de Querétaro, la construcción del AIQ, informando además que la construcción del nuevo aeropuerto no sería licitada porque participaría en una sociedad anónima llamada Aeropuerto de Querétaro (S.A. de C.V.), integrada por el gobierno estatal y federal con una contribución de 51%, mientras que los inversionistas privados se quedaron con el 49% de las acciones. El proyecto consistió en un Aeropuerto Regional con servicios internacionales, la inversión total proyectada fue de 82,1 millones de dólares, contando con una pista de 45 m. de ancho y 3.500 m. de longitud total, capacidad proyectada de 45 operaciones por hora, en el Plan Maestro se estimaban 98.454 pasajeros anuales (82.284 pasajeros comerciales de itinerario, 6.740 taxis aéreos y 9.430 de aviación comercial). De acuerdo a la propuesta gubernamental, el AIQ podría favorecer económicamente a la región, convirtiéndola en un espacio regional competitivo al enlazar la producción regional a un mercado más amplio y aumentar la capacidad productiva generando nuevas fuentes de empleo que elevarían el nivel de vida de las poblaciones involucradas. El Plan Estatal de Desarrollo 1998-2003 de Ignacio Loyola Vera, gobernador constitucional del Estado de Querétaro en esa fecha, mencionaba como objetivo primordial: Consolidar y ampliar la infraestructura requerida para la movilización de productos hacia el exterior por medio de la construcción de un aeropuerto ya que actualmente México ha optado por un rumbo para competir en un entorno globalizador, donde las negociaciones comerciales, sea a nivel local, nacional o internacional dependen de factores basados en la calidad, precio, servicio e innovación tecnológica de los productos y servicios (Loyola, 1998, p. 36).
No obstante, en ningún momento se consideró el perfil ecológico y poblacional del territorio en el que finalmente se construyó el AIQ, aún más, se cambió la vocación productiva de municipios con los más altos niveles de producción agropecuaria, con tierras de cultivo de alta calidad, un clima ideal para diversas cosechas durante el ciclo anual y en donde se cuenta con un importante número de pozos de alta capacidad hidráulica que favorecen la productividad agropecuaria. El Gobierno del Estado cuidó los procedimientos formales para no enfrentar problemas legales, pero desatendió la situación social. La Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, presentó un estudio previo en los municipios de El Marqués y Colón abarcando 17 comunidades susceptibles de ser afectadas, comprendiendo una superficie de 15.017.71 ha. En el estudio se menciona que las afectaciones ecológicas no tendrían gran repercusión, pudiendo ser subsanadas con programas alternos de alto nivel de desarrollo y crecimiento económico. La realidad fue que sí hubo afectación en el entorno ecológico de la zona y nunca se hizo el estudio sobre el impacto sociocultural para las diecisiete comunidades afectadas. A pesar de que algunas organizaciones públicas y privadas protestaron inmediatamente al saber la decisión unilateral, el proyecto siguió en marcha.

5. La negociación por la tierra

Los núcleos urbanos más cercanos al aeropuerto son: Navajas, Galeras, Agua Azul y Viborillas, con una superficie de terreno de 687.25 m2. La elección del sitio donde se situaría el AIQ fue siguiendo la normatividad oficial establecida en la Ley de Aeropuertos (Cámara de Diputados, 2003); así como por los estudios de geotecnia, mecánica de suelos, impacto ambiental y urbano. Posterior a la notificación oficial para la construcción del AIQ en el Diario Oficial del 4 de octubre de 2001, se menciona la aprobación del Plan de Desarrollo Urbano Galeras–Navajas, orientado a beneficiar a las localidades afectadas por la construcción del aeropuerto, mediante una estrategia de negocios para dotar de infraestructura a la región, políticas de empleo y desarrollos habitacionales. Al conocerse la inminente expropiación de terrenos ejidales, se produjeron diferentes manifestaciones en contra de la negociación de compra-venta. El grupo de ejidatarios de San Mateo Atenco, que se opuso a la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, se trasladó a las comunidades de Navajas, Viborillas y Agua Azul para brindar apoyo a los ejidatarios locales e invitarlos a unirse al movimiento que hasta ese momento había detenido la obra proyectada en el Estado de México.
Las negociaciones entre Gobierno del Estado y los ejidatarios iniciaron al nombrarse como representantes al Delegado de la Reforma Agraria y Director Agrario de Concertación de Gobierno del Estado de Querétaro, un miembro de la Confederación Nacional Campesina (CNC), organización que forma parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Por parte de las comunidades, se incluyó a los representantes legales de los ejidatarios de Navajas y Coyotillos, pertenecientes al municipio de El Marqués y a la comunidad de Viborillas, situada en el municipio de Colón, así como con la organización formal de los campesinos, los denominados «Comisariados Ejidales», que son el órgano representativo del ejido y los responsables de coordinar y ejecutar los acuerdos tomados en la Asamblea de Ejidatarios. Este órgano de representación ejidal se integra por un presidente, un secretario y un vocal, los cuales son electos para periodos de dos a tres años. El proyecto de expropiación incluía inicialmente la afectación a 88 ejidatarios: 32 de Coyotillos, 30 de Viborillas y 26 de Navajas. Se realizó un avalúo con costos superiores a los marcados en la negociación con los habitantes de Atenco en el Estado de México y algunos beneficios adicionales como concesiones de taxis y microbuses, permisos para venta de alcohol. A pesar de ello, según declaraciones del Presidente del Comisariado Ejidal de Navajas, Don Antonio Almaraz, se elaboró un listado de peticiones que le fue entregada al gobernador, solicitando que se les contratara como proveedores de materiales para la construcción del aeropuerto. No hubo respuesta por parte del Ejecutivo a esta petición. A seis meses de iniciadas las negociaciones, se llegó a un acuerdo tanto en el número de parcelas expropiadas como en el precio de los terrenos y, en el discurso, también se aprobó el conjunto de peticiones. En total se expropiaron 98 terrenos (10 más de los inicialmente proyectados); del ejido Navajas se expropiarían 31 parcelas, de Coyotillos 34 y de Viborillas 33. Se pagó el equivalente a 7,5 dólares americanos por m2 de tierras de temporal y 11,3 dólares el m2 de tierras de riego. Además, se pagaron seis años por adelantado de un apoyo económico para los campesinos que se destina a través de un programa federal de corte clientelar, el Programa de Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO). Adicionalmente se autorizaron pasos ejidales, tierras de uso común y beneficios de obra pública para las tres comunidades. No sólo se vendió parte de las tierras ejidales, también entraron en la negociación dos parcelas escolares equivalentes a 12 ha. El producto de la venta de estas últimas se repartió entre los 67 ejidatarios de la comunidad de Navajas. La cantidad de dinero que recibieron cada uno de estos ejidatarios, junto con el producto de la venta de caminos parcelarios, fue de 1,400 dólares.
En el convenio del 21 de marzo de 2002 para cerrar la venta de terrenos al aeropuerto, firmado por los representantes de Gobierno del Estado, el municipio de El Marqués y el Ejido de Navajas, se establece el compromiso de colaboración entre las partes, con el propósito de llevar a cabo obras de infraestructura para el desarrollo urbano (Gaceta Municipal, 2002). Adicionalmente, tanto las autoridades estatales como federales se comprometieron a la aportación de recursos económicos para becas de estudio y programas de empleo temporal. Del mismo modo, las autoridades gubernamentales se implicaron en la conclusión de las obras especificadas en el convenio, en los doce meses siguientes a la firma del documento, cuestión que no cumplieron. Para el mes de julio de 2003, se había pagado la totalidad de las indemnizaciones por la expropiación de tierras, pero los puntos señalados en el convenio seguían sin ser atendidos. Esta situación generó descontento entre la población y se expresó públicamente con una manifestación en las calles de la ciudad de Querétaro y cuyo resultado directo fue la destitución del Presidente del Comisariado Ejidal que realizó la negociación. También se llevó a cabo un plantón ante las autoridades municipales por el incumplimiento del convenio y de los apoyos ofrecidos. El descontento y la movilización de ejidatarios llegó hasta el Palacio de Gobierno del Estado de Querétaro, exigiendo el cumplimiento del convenio (Periódico Noticias, 2003). Para dotar de más terrenos al complejo aeroportuario donde se ubica el AIQ, el Parque Aeroespacial de Querétaro (PAQ) y la UNAQ, en octubre de 2004 se informa en los periódicos locales que el Ayuntamiento de El Marqués ha cambiado el uso de suelo de 492 ha. de explotación agrícola de propiedad privada de las cuales 279.5 serán destinadas para uso industrial y 212.5 para uso comercial y de abasto. El Municipio de Colón, hace lo propio y autoriza la permuta de uso de suelo de 55.7 ha. de uso agrícola a desarrollos inmobiliarios de alojamiento. Un mes después, en noviembre de 2004, inician las operaciones formales del nuevo aeropuerto, con el nombre de Aeropuerto Intercontinental de Querétaro, S.A. de C.V. (Periódico Noticias, 2004).

6. La realidad de la comunidad

La aplicación de políticas públicas y proyectos de desarrollo por parte de instancias gubernamentales se caracterizan por la falta de interés en la dinámica social de los grupos y comunidades que se encuentran en los territorios en donde se aplican dichos proyectos. Se trata más bien de proyectos privados que resultan beneficiados por las decisiones de funcionarios gubernamentales y, como lo menciona Cernea (1977), este tipo de inversiones «tienden a crear enclaves y sustraer recursos a las actividades que no figuran en el proyecto, mientras resulta dudoso que exista un desarrollo sostenido más allá de su plazo limitado.» (p. 31)
Las transformaciones en las comunidades a raíz de la construcción del AIQ son diversas y han conducido a una serie de acciones y situaciones no contempladas dentro del proyecto económico. Por ello, es necesario conocer las expectativas y percepciones de los habitantes respecto a los beneficios sociales y personales que la construcción del aeropuerto traería. Cuando la comunidad acepta este proyecto como un nuevo elemento de su entorno, se generaron una serie de imágenes y símbolos de bienestar que se generarían a partir de su instalación y, como resultado, mejorarían la calidad vida de la comunidad. Estas visiones dieron pauta a un conjunto nuevo de prácticas sociales, culturales y económicas, las cuales se describen a continuación:

6.1. Afectaciones al espacio geográfico
Una de las primeras transformaciones ha sido la modificación del paisaje rural y, con ello, la dinámica social y cultural de la población en su conjunto. La expropiación de los caminos de paso, no solo perjudicó a los ejidatarios, afectó a la comunidad en general porque en los terrenos expropiados se localizaba un camino vecinal de terracería que comunicaba a la comunidad de Navajas con Viborillas y era un acceso rápido para que algunos niños de la comunidad de Viborillas pudieran acceder a la telesecundaria. Este camino rural también servía para las procesiones religiosas, ya que se transportaba la imagen del «Santo Niño de los Atribulados» a Viborillas; actualmente presenciamos que la imagen se transporta en autobús. Los trabajadores de las comunidades que trabajaban en otras zonas industriales de la región también se vieron afectados, otra vía de comunicación expropiada llevaba a las orillas de la comunidad de Agua Azul y era utilizado por los habitantes de Navajas como un acceso rápido al Parque Industrial O'Donell y «La Alameda». Además, se llevó a cabo la ampliación a cuatro carriles de las carreteras número 100, 200 y 500, convirtiéndose en un obstáculo físico que profundizó la división de la comunidad al quedar segmentados entre «los de arriba» y «los de abajo». La población ha puesto en riesgo su seguridad ya que cruza cotidianamente estas vías de comunicación para realizar compras, ir al santuario del «Santo Niño de los Atribulados», a consulta médica o a los diferentes cursos que se imparten en la Casa de la Mujer, en el caso de los niños para asistir a la escuela. Esta moderna carretera es símbolo de separación para las comunidades. En el plano de los espacios de convivencia, la comunidad tenía destinado un terreno para la práctica del futbol y espacio de entretenimiento de los niños, el cual quedó ubicado junto a la malla que divide a la población del aeropuerto. Debido a la cercanía con el AIQ se ha prohibido el uso de la cancha, asignando un nuevo lugar en la zona norponiente. A pesar de ello, se manifiesta una resistencia no consciente de los habitantes por mantener este espacio común; se puede observar cómo la cerca de malla metálica que separa la comunidad del terreno del aeropuerto no ha detenido a los niños para que sigan jugando dentro del área expropiada. Encontramos también a personas que han roto la malla tanto del lado de Navajas como de Viborillas para utilizar las antiguas veredas y no rodear por la carretera, resistiéndose a los cambios y buscando mantener los usos y costumbres.
En lo concerniente a los recursos naturales, el terreno expropiado formaba parte importante del sustento de las familias. Las personas recolectaban vegetales silvestres de la zona, como nopales, vainas de mezquite, garambullos, quelites, verdolagas, tunas; también se podían ver pequeñas especies de animales: conejos, pájaros, ardillas, lagartijas. Estas condiciones naturales se vieron perturbadas, pues la parte cerril en donde se realizaban las actividades de recolección y pastoreo de manera libre, prácticamente desapareció debido con la nueva distribución territorial y los usos del suelo. Los ejidatarios de la comunidad iniciaron un juicio legal para el deslinde del ejido de Navajas, El Lobo y Galeras, colindantes con la parte cerril; solicitaron la división de la mitad del agostadero para distribuirse entre los ejidatarios de la comunidad con la finalidad de contar con una pequeña propiedad y emplearla de la manera que más les conviniera. Su expectativa fue vender esos terrenos a las empresas hoteleras y de servicios que supuestamente llegarían a la zona. También se expropió un pozo ubicado en terrenos del aeropuerto, la Comisión Estatal del Agua (CEA) negoció que el pozo quedara a cargo de esta dependencia, los habitantes pagarían una mensualidad por el uso de suelo y la CEA quedaría a cargo del mantenimiento. El hecho de que los terrenos ejidales se convirtieran en objeto de intercambio, trajo consigo la reconfiguración territorial. Los ejidatarios que mantuvieron algunas parcelas en los alrededores las pusieron en venta con la expectativa de obtener dinero en efectivo. La tierra comunal que hasta el momento era utilizada como agostadero y al que podía acceder el total de la población libre y gratuitamente, se privatiza y adquiere un carácter mercantil. Poco importó que los habitantes de las comunidades se quedaran sin tierra para sembrar, perdiéndose de golpe la liga afectiva con la tierra. Lo mismo sucedió con los ejidatarios de la localidad La Esperanza, primero exigieron a los no ejidatarios el pago obligatorio para el uso de agostadero para animales. Después, acordaron en una de las asambleas ejidales, que los terrenos comunes, también de agostadero y ubicados en la parte norte de la comunidad, fueran divididos y repartidos por partes iguales entre el número de ejidatarios. Esta situación produjo grandes conflictos y divisiones.
La imagen actual de las casas de las comunidades aledañas al aeropuerto, ya no es la de las zonas rurales tradicionales; la modernidad muestra híbridos de zona periurbanas con todo su rezago. En las casas de las comunidades ya no se observan animales en los corrales de traspatio, limitándose a la cría de aves para autoabasto. El cambio de sentido de la tenencia de la tierra influye en la concepción del espacio y de los recursos explotables como el suelo y los minerales. Los ejidatarios han solicitado el permiso para la explotación de un banco de tepetate, suspendiendo la concesión que tenían con el municipio a pesar de que no cuentan con la maquinaria especializada para su extracción. Actualmente, el paisaje de la zona es una argamasa ilusoria de modernidad y rezago social, la ilusoria imagen del progreso quedó en el papel y en el discurso gubernamental. Carreteras amplias y bien trazadas, parques industriales con todas las ventajas tecnológicas; la presencia de la Universidad Aeronáutica de Querétaro (UNAQ) y el AIQ, conviven con los asentamientos urbanos precarios, carentes de servicios públicos, medios de transporte eficientes, servicios educativos de calidad y espacios recreativos. La pobreza sigue presente en la región.

6.2. Organización social y política
La organización comunitaria es otro elemento que sufrió transformaciones a partir de la instrumentación del proyecto. A partir de las negociaciones entre ejidatarios y representantes del gobierno se modificaron las relaciones de poder. En el periodo previo a la venta de los terrenos para la construcción del AIQ, el Comisariado Ejidal ocupaba un lugar secundario en las decisiones políticas de la comunidad, el control lo ejercía el subdelegado municipal. La figura que adquiere relevancia es el Presidente del Comisariado Ejidal, se constituye en el centro de la negociación con las autoridades gubernamentales. Este representante de la comunidad es reconocido por su nueva situación económica, por la cercanía con la gente y capacidad de gestión con las autoridades municipales y ante las diferentes instancias estatales y federales. El poder obtenido por el Presidente del Comisariado Ejidal a lo largo del proceso se mantiene, se heredó y hereda a los siguientes ejidatarios que ocupan este puesto. Ahora desempeña un rol de gestor de servicios para la comunidad como alumbrado público, señalamientos para la carretera o de cualquier otro tipo de apoyo que deberían ser tramitadas por el subdelegado municipal. Ahora, este trabajo de gestión es una actividad normal del Presidente del Comisariado Ejidal, el cual ya no se dirige a las autoridades delegacionales, sino que acude directamente al municipio o a las oficinas de Gobierno del Estado.
Otro dato interesante, que muestra el creciente poder de los representantes de las comunidades, se observó durante las ceremonias de la comunidad (fin de cursos escolares, festividades ciudadanas y celebraciones religiosas). Ahora, los miembros del Comisariado Ejidal son invitados de honor; incluso se documentó que algunos oficios de solicitud realizados por la dirección de la telesecundaria de la comunidad y dirigidos a la Unidad de Servicios Educativos Básicos del Estado de Querétaro (USEBEQ), llevaban copia con el visto bueno del Comisariado Ejidal. Este es un trámite totalmente interno de la dependencia y el visto bueno de esta autoridad carece de fundamento legal. Durante una charla con el Presidente del Comisariado Ejidal, comentó que a partir de la ampliación de la carretera, esta se había convertido en un peligro para la comunidad y de igual manera para los animales que subían al cerro a alimentarse. Debido a esta situación, la autoridad ejidal estaba pensando en solicitar un puente, pero no sea solo peatonal sino ancho y con rampas para que también cruzaran los animales, mencionando de manera contundente:

«y más vale que me lo den y me lo cumplan, porque si no, ya sabe el secretario que le puedo armar un escandalito si empiezo a reclamar. Yo por eso ya ni necesito anunciarme, solo llego y le digo que estoy y sale a recibirme, si le conviene tenernos contentos, imagínese que le cerramos la carretera por un rato». (Entrevista con Don José Guadalupe Pérez)

6.3. Actividades económicas
Parte de las expectativas de los pobladores, en gran medida inducidas por el discurso gubernamental, radicaban en la idea de que con la instalación del aeropuerto se necesitaría la construcción de unidades económicas de servicios varios como hoteles, restaurantes, etc. Se vendió la idea de que los ejidatarios dispondrían de terrenos y apoyos para convertirse en empresarios; producto de esta expectativa, se da una sustanciosa disminución de la cría de traspatio (ganado bovino, ovino y caprino) el cual se alimentaba cotidianamente en los terrenos cerriles y con esto se da la desaparición de una forma de ingreso económico alterno para un alto porcentaje de la población. Los ejidatarios expropiados se crearon altas expectativas, imaginaron cantidades inacabables de dinero y, con ello, alcanzar un mejor nivel de vida al invertirlo y multiplicarlo. Es oportuno mencionar que se presentaron en la comunidad diferentes asesores bancarios de diferentes firmas ofreciendo sus servicios de inversión. La respuesta de los ejidatarios a estos asesores bancarios fue mínima. Las trayectorias laborales de los habitantes de las comunidades se vieron transformadas; el grupo dedicado a actividades agropecuarias ya no pueden hacerlo en terrenos de la comunidad y han encontrado una opción empleándose en las agroindustrias localizadas en los alrededores. Quienes optan por esta alternativa se insertan en agroempresas exportadoras, se convierten en proveedores de materias primas o están contratados como peones asalariados, realizando actividades agropecuarias que conocen muy bien.
Por otro lado, los jóvenes de las comunidades estudiadas buscan opciones laborales en las empresas instaladas en los parques industriales como «La Cruz», «O'Donnell» y «Bernardo Quintana», o bien, en empresas cercanas a dichos parques, empleándose como obreros. Al momento de interrogar a los jóvenes sobre su nueva situación laboral, nos encontramos con la problemática de que les cuesta trabajo acostumbrarse a este tipo de actividades. Para los jóvenes con fuerte arraigo en actividades agropecuarias es muy duro estar encerrados en una empresa durante la jornada laboral, en consecuencia, el índice de renuncias es alto, el promedio de permanencia es de dos a tres meses. Es común que salgan de las industrias y busquen temporalmente empleo en alguna granja; otra opción es la de emplearse como albañiles, sea en la ciudad de Querétaro o en zonas aledañas a sus comunidades, en municipios como Pedro Escobedo, Colón, Tequisquiapan o San Juan del Río. Otro grupo de jóvenes ha encontrado una alternativa de empleo en las empresas agroindustriales establecidas en el Parque «AgroPark», ubicado en el municipio de Colón. Los jóvenes empleados en ese parque industrial expresan su gusto por esta actividad, pues aducen que eso los mantiene cerca del campo y, por tanto, cerca de su familia, de sus amigos y conocidos. También se destaca el incremento de mujeres que trabajan en las fábricas; este grupo poblacional manifiesta su preferencia por trabajar como obreras y no estar como empleadas domésticas y, a diferencia de los varones, afirman no tener problemas de adaptación con los horarios o con las actividades laborales. Estos cambios demuestran que el supuesto impacto económico positivo del AIQ sigue sin manifestarse en la comunidad. El crecimiento en el movimiento del aeropuerto muestra un comportamiento errático y no ha logrado cumplir con las expectativas establecidas por el gobierno estatal. A la fecha, no logra consolidarse como una opción fuerte para el transporte de pasajeros y de carga, las empresas van y vienen, las rutas comerciales no son atractivas. En 2008, el promedio de pasajeros fue de 22.000 al mes, con una capacidad de 51 pasajeros por hora, esto representa apenas el 30% del tránsito originalmente proyectado; en 2009, el gobierno del Estado reconocía la subutilización del AIQ y toma algunas medidas correctivas. La más importante fue ampliar la capacidad a 400 pasajeros por hora, el inicio de operaciones de la aduana interior y la inauguración de la terminal de carga aérea cuya finalidad básica fue atraer a quienes utilizan el aeropuerto de la ciudad de México para estos fines.
El perfil adquirido por el AIQ es más de carga que de movimiento de pasajeros, la respuesta de los posibles clientes no se ha correspondido con la oferta, obligando a las aerolíneas a modificar constantemente sus rutas comerciales, a posponer sus planes de crecimiento y, en algunos casos, como Continental Airlines, debieron cerrar sus operaciones. La tabla 1, muestra un comparativo entre 2008 y 2012 en cuanto al movimiento aéreo del AIQ; como mencionamos es notoria la poca participación de las aerolíneas y su escasa oferta, tanto para el tránsito de pasajeros como de carga. Las expectativas de futuro del AIQ son modestas, se aspira a mantener el funcionamiento del aeropuerto, pero no se vislumbra, ni por el lado gubernamental ni por el lado privado, una estrategia agresiva de crecimiento. Los resultados no han dado frutos todavía y la prometida derrama económica, el empleo decente, las oportunidades de desarrollo educativo, cultural y personal se quedan en simples palabras. La prosperidad no llega a la comunidad ni a los ejidatarios.

Tabla 1. Operaciones del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro

6.4. Migración
Uno de los fenómenos recurrentes que acompañan a los espacios rurales como medio de sobrevivencia es el traslado hacia otros destinos, tanto en el interior del país como en el extranjero, especialmente Estados Unidos (EU). Lo que motiva este tipo de desplazamientos humanos es la búsqueda de mejores oportunidades, el grado de situación precaria que actualmente vive el campo mexicano ha provocado un aumento sustancial en la movilidad de sus habitantes. El fenómeno migratorio de los trabajadores hacia la ciudad de Querétaro o a comunidades cercanas, sin cambiar de lugar de residencia,
es muy común en la región donde se instaló el AIQ. No obstante, la emigración EU es un fenómeno relativamente nuevo; los habitantes mencionan que a principios de siglo no representaba un número significativo dentro de la población. Actualmente, el crecimiento de la migración ha sido muy claro en la comunidad de San José Navajas; en el primer censo realizado dentro de la comunidad en el 2001, se detectó solamente a un migrante hacia EU. A partir de entonces la cifra se incrementa y los migrantes se movilizan a este país ya sea por medio de programas de contratación temporal o bien como braceros ilegales. En 2005 se registraron 137 casos, actualmente no se lleva ningún tipo de conteo, pero por comentarios del joven Everardo Rodríguez, el número actual supera las 300 personas que han dejado la comunidad en busca de otras opciones laborales.
Los jóvenes con deseos de migrar piensan que encontrarán una vida más interesante que la que tienen en la comunidad, mejores trabajos y salarios, esperan colocarse en la construcción, manejando transportes o en alguna fábrica. A pesar de no saber cómo llegar a EU y carecer de redes o contactos que los puedan llevar, mantienen la ilusión de subirse al tren e iniciar su aventura. Se percibe que este fenómeno irá en aumento, pues en entrevistas con estudiantes de nivel medio superior que habitan la comunidad de entre 13 y 16 años, mencionaron en su totalidad la falta de interés de trabajar la tierra. De 15 jóvenes entrevistados, 11 mencionaron la intención de irse al terminar la escuela, el resto de los jóvenes entrevistados tiene la intención de buscar empleo en alguna empresa de los parques industriales cercanos. En entrevista con alumnos de segundo grado de telesecundaria, mencionaron que al terminar la secundaria ninguno tiene expectativas de trabajo dentro del AIQ. Los proyectos de estos jóvenes son a corto plazo, piensan trabajar en alguna fábrica para conseguir el dinero suficiente y emigrar. Tampoco tienen interés en cursar alguna carrera técnica o universitaria, muy pocos piensan trabajar la tierra, la razón que los motiva a migrar es contundente «tienen que ayudar a sus padres».

6.5. La identidad
En el periodo 2003–2004 en el noreste de la comunidad y como parte de los acuerdos a los que se llegó con el municipio para su mejoramiento, se empedraron tres calles de este sector con lo que quedó definitivamente enterrado el banco de obsidiana que da nombre a la comunidad y que los ligaba a su mito fundacional. La identidad de la población ahora se relaciona directamente con el aeropuerto. Anteriormente el sello oficial del ejido era un tributo a Emiliano Zapata y su imagen era el distintivo; actualmente se tiene la imagen de un avión. Además, el referente geográfico que los mismos habitantes utilizan para ubicar la comunidad e indicarles a las personas dónde está la localidad, utilizan la frase: «es la que está junto al aeropuerto». Perder la tierra significó un fuerte golpe a la identidad, el cambio de las actividades laborales agropecuarias y ganaderas hacia el sector de los servicios y la industria, implicó tanto una reconfiguración productiva de la zona, como un conjunto de cambios sustantivos en la vida cotidiana, en las formas de comportamiento y en los modos de relacionarse al interior de la comunidad. Estos cambios han sido impulsados, como lo menciona Aragonés (citado en Rubio, 2004), por los efectos negativos de las políticas neoliberales y la apertura comercial del sector agropecuario. El resultado ha sido perjudicial para los ejidatarios que siguieron trabajando sus tierras ya que las dificultades para acceder a créditos se incrementan, mientras que el acceso a sus tierras de cultivo se ve obstaculizado por la nueva infraestructura aeroportuaria.
La pobreza y el desempleo crecen, se profundizan las brechas de desigualdad entre las regiones, marcando la escasez de oportunidades productivas y laborales para los habitantes de las comunidades. Existe una carencia importante de políticas gubernamentales que permitan incluir a la población rural en condiciones dignas de trabajo en sus lugares de origen. De manera particular, los productores agrícolas encuentran una salida a modo de estrategia de sobrevivencia en la migración, lo cual ha mantenido un incremento sostenido en este fenómeno. Adicionalmente, se han reconfigurado las identidades locales de la comunidad por los ajustes en las rutinas cotidianas, en los horarios de sueño, alimentación y trabajo, los espacios y tiempos para compartir con la familia y los amigos, las formas de traslado al trabajo y los sitios de descanso y recreación. En otras palabras, se gestaron nuevos códigos culturales y, como afirma Comas (1997):

La cultura sintetiza los rasgos que comparten un grupo y lo hacen diferir de otros, puesto que lo relevante es a formar la especificidad del grupo, la aceptación del concepto de cultura tiende a proyectar una imagen de unidad, basada en todo aquello que se comparte; tiende a transmitir también la imagen estática en un mundo cambiante, ya que los elementos externas que el grupo incorpora se entiende que alteran su unidad y hacen perder su especificidad. (p. 37)

Estas nuevas formas de vida llevaron a transformaciones de las pautas de comportamiento, caracterizadas por el debilitamiento de la resistencia identitaria de los habitantes de la comunidad. Por ejemplo, a partir de la venta de los terrenos una persona de la comunidad que participó en el proceso de compraventa obtuvo el permiso para vender alcohol. Esta situación fue cuestionada por los habitantes, pues lo vieron como algo pactado. Actualmente, esta persona vende cerveza en un sitio bien acondicionado, con refrigeradores a la vista sin que los inspectores lo sancionen. Este negocio se encuentra en la parte norte de la comunidad a pie de la carretera y se ha constituido en punto de reunión y conflicto entre los habitantes. Otro aspecto que muestra el debilitamiento de los vínculos de identidad es la disminución de la organización social establecida. En este momento, el Comisariado Ejidal se dedica a gestiones aisladas de apoyo a personas de la comunidad ante las distintas autoridades locales. Las familias buscan resolver sus necesidades y problemas sin recurrir a la organización de la comunidad.

7. Algunos puntos para el debate

Como se ha señalado, en el Estado de Querétaro se aplican políticas estatales de desarrollo que inciden en la transformación económica, social y cultural de las regiones donde se instrumentan. La construcción de infraestructura de grandes dimensiones incide irreversiblemente en el paisaje rural, provocando la modificación y reestructuración de los espacios y las relaciones sociales de los habitantes de las comunidades que están dentro del área de influencia de estos proyectos de desarrollo. El caso que se expone es representativo de la escasa relación entre las necesidades de los actores sociales, los proyectos estratégicos del Estado y las exigencias de los capitales en los procesos macroeconómicos de inserción neoliberal. Es clara la postura del Estado, que actúa como facilitador del capital dejando de lado su función de asegurar el bienestar social de la población que lo requiere. El curso seguido por la comunidad de San José Navajas desemboca en aspectos que deseamos enfatizar, todo esto con la finalidad de alimentar el debate y buscar opciones sociales de beneficio colectivo para fomentar un tipo de desarrollo centrado en la sustentabilidad y no en el interés particular de los grandes capitales.

7.1. La venta de terrenos ejidales
Durante el proceso de negociación para la venta de los terrenos ejidales, es donde se puede ver más claramente la posición unilateral que toma el Estado a través de sus representantes. El interés preferencial es facilitar las circunstancias y trámites administrativos y legales para el cumplimiento del proyecto que finaliza con la mejora y optimización de espacios, recursos y todo tipo de apoyos para favorecer a la inversión privada. En la ejecución de los planes y proyectos de desarrollo no se incluyen los intereses locales, sobre todo los de carácter social, por lo cual se daña a las comunidades y al entorno regional que recibe directamente el impacto de ellos. En lo que respecta a la forma en cómo se realizaron las negociaciones de venta de tierra ejidal, podemos reflexionar dos puntos. El primero gira en torno a la facilidad con la que se llevó a cabo la negociación con los ejidatarios de la comunidad, a diferencia de la situación problemática que por esas mismas fechas se verificó en la comunidad de San Mateo Atenco (Estado de México), donde la movilización social impidió la construcción del aeropuerto. Una explicación ante este tipo de respuestas es que para la comunidad las intervenciones y modificaciones del entorno relacionadas con el proyecto gubernamental de estructurar un área industrial y actividades urbanas no fue percibida como un peligro para los habitantes, a la inversa, la propuesta se concibió como algo que cambiaría positivamente su vida. En suma, se creó la ilusión de una mejor situación económica y buenos proyectos de futuro para los habitantes de la comunidad.
Segundo, las negociaciones abarcaron dos niveles; por un lado, se pactó de manera grupal, es decir, no solo con los ejidatarios de la comunidad directamente afectada sino con las comunidades vecinas también. Aspectos turbios en la negociación fueron frecuentes, sobre todo, se alcanzaron acuerdos individuales que incluían promesas de beneficios personales con personajes clave que facilitaron el proceso de la transacción. Dicho sea de paso, estas promesas no se cumplieron. Junto a esto, el discurso modernizador tuvo un impacto importante, a las comunidades se les vendió la idea de participar activamente en un proceso generador de bienestar económico. Si tomamos en cuenta las condiciones precarias en las cuales vive el campesino mexicano, este discurso facilitó la venta de la tierra ejidal.

7.2. La comunidad y el proceso de aceptación
La principal alteración experimentada por la comunidad de San José Navajas fue la transformación que implicó el paso de ser históricamente una comunidad campesina, a convertirse en una de empleados obreros y pequeños comerciantes. En términos territoriales se crea un entorno urbano/industrial muy desperdigado que no se corresponde con la realidad de las localidades. Las reacciones que la comunidad de Navajas y las localidades aledañas han mostrado ante la construcción del aeropuerto, pueden resumirse en tres etapas: incertidumbre, aceptación y resignación.
Incertidumbre: principalmente desconcierto ante lo desconocido y las crecientes expectativas de un cambio positivo en sus formas de vida. En esta primera etapa, circularon diversos rumores como la reubicación de la comunidad, a pesar de que su historia ha estado ligada a la construcción de vías de comunicación. También se habló de la llegada de grandes centros comerciales (supermercados y tiendas departamentales).
Aceptación del proyecto: ante la inminencia de la construcción del AIQ se crearon nuevas ilusiones sobre los beneficios económicos a la comunidad, junto con aspectos simbólicos. Por ejemplo, la ilusión de que con el arribo de importantes personalidades que hagan escala en la estación aérea, se podría tener la oportunidad de saludarlos y, por qué no, solicitarles algún tipo de ayuda.
Resignación: finalmente, la construcción deja de tener importancia y pasa a formar parte de la cotidianeidad para algunos de sus habitantes. Para otros se convierte en un elemento ajeno que genera indiferencia, como es el caso de los jóvenes, quienes no esperan que se convierta en una alternativa laboral. Los que fueron entrevistados sostuvieron que no les interesa un empleo dentro de este sector, piensan que la mejor opción es la migración a EU.

7.3. Identidad y fenómenos emergentes
Encontramos en un sector de la comunidad una búsqueda por mantener su identidad campesina al continuar realizando el trabajo agrícola, vendiendo su fuerza de trabajo en granjas y agroindustrias de la región, como parte de la estrategia laboral mediante la cual algunos productores agrícolas se han insertado en la economía capitalista neoliberal. Esta región es un ejemplo donde se puede observar la alteración en los patrones tradicionales de cultivo, sustituyendo el maíz, trigo, fríjol, sorgo, alfalfa y cebada por la producción de hortalizas de brócoli, ajo, jitomate y cebolla para exportación, así como el incipiente desarrollo de la floricultura con vías de exportación. Por otra parte, encontramos cierta adaptación a las pautas culturales de la comunidad. Un ejemplo es el reforzamiento del sentido de identidad ante las festividades religiosas. Como se mencionó, las obras obstaculizaron la ruta habitual de las procesiones para celebrar al Santo Niño de los Atribulados, considerado el santo patrono de esta región. Sin embargo, la comunidad generó nuevas estrategias para garantizar y resignificar el culto religioso y mantener la tradición. En el caso de los jóvenes se puede observar una construcción cultural diferente respecto al sentido de pertenencia y apego a la tierra como rasgos distintivos de la identidad. Ya no se reconocen como campesinos, a los adultos jóvenes les interesa el trabajo de obreros, en tanto que los adolescentes ven en los Estados Unidos la opción de crecimiento personal.
La construcción del aeropuerto no significó ningún beneficio en cuanto a creación de empleos para los habitantes de la comunidad, pero sí una reconversión ideológica y es un elemento que se añade a las tendencias de fragmentación social de las comunidades. Las distintas formas de reacción y adaptación de la población se dan dependiendo de la edad, del arraigo y sentido de pertenencia con la comunidad y al territorio, generando reacciones de resistencia, adaptación o de ajuste; la poca credibilidad hacia el gobierno por parte de los ciudadanos provoca que las expectativas de bienestar social o de satisfacción individual se busquen en el exterior de la comunidad, generando nuevas estrategias económicas que hasta el momento parecen funcionar relativamente y mantener en el mínimo de sobrevivencia a los miembros de la comunidad.

8. Conclusiones

La investigación documenta el proceso de cambio socioterritorial originado por la construcción del AIQ en comunidades rurales de los municipios de Colón y El Marqués, centrando la atención en la localidad de San José Navajas. Se muestra cómo las políticas públicas estatales que buscan desarrollo económico tienen efectos concretos en aspectos sociales, culturales y económicos de las regiones afectadas por ellas. En el caso de las comunidades estudiadas, no existieron beneficios sociales, en los hechos solo produjeron situaciones de mayor pobreza, problemas de empleo y efectos negativos en la identidad de las comunidades. Para concluir, se puede decir que:

1 • La globalización económica de corte neoliberal en la que está inserto nuestro país, fomenta el asentamiento de nuevas empresas nacionales y transnacionales en espacios tradicionalmente agropecuarios. Esto modifica la dinámica interna de las comunidades rurales debido a que los trabajadores agrícolas dejan su actividad para insertarse en el trabajo industrial. Esta problemática nos lleva a plantear la necesidad de formular los modelos de desarrollo que se están aplicando desde el Estado; es necesario retomar lo que Appadurai (1996) llama «geografías de procesos», que dependen de rasgos comunes como valores, lenguajes, prácticas materiales, adaptaciones ecológicas, necesidades económicas y materiales, entre otros. Estos señalamientos permitirán la adaptación y optimización tanto de proyectos como de programas de desarrollo para que los beneficios que se generen sean aprovechados al máximo por aquellos que son directamente afectados en los niveles locales.
2 •
La construcción del AIQ ha sido el detonante de transformaciones en el mediano y largo plazo, no solamente en el aspecto económico sino también social y cultural de la población local y de la región. La planeación de este proyecto es un ejemplo claro de la desvinculación entre proyectos y necesidades locales. Las autoridades vendieron falsas ilusiones a la población de las comunidades, diciéndoles que ellos serían los beneficiarios directos. Al contrario, los resultados fueron negativos, los ejidatarios que vendieron sus tierras se quedaron sin actividad productiva para realizar y la ausencia de una estrategia de inversión para el dinero que les fue entregado por la venta de las parcelas agudizó a precarizar sus condiciones de vida. Se resignificó el concepto de la tierra como abastecedora de alimento y factor de pertenencia, convirtiéndose en una mercancía, violentando a las nuevas generaciones quienes sin el vínculo u obligación de trabajar la tierra, ponen su mirada en las fábricas, la ciudad o en el extranjero.
3 •
Las comunidades rurales en Querétaro, especialmente las involucradas en procesos de transformación territorial debido al surgimiento de nuevos polos de desarrollo industrial, sufren la desestructuración en sus formas de vida y en aspectos relevantes de su organización sociocultural, económica y política. No obstante, tratan de impulsar estrategias alternas para conservar su identidad cultural, las festividades religiosas son ejemplo de ello. A través de ellas se fomenta la cohesión social mediante actividades comunitarias (fiestas civiles, eventos deportivos y artísticos).
4 •
En regiones y localidades dañadas por políticas de integración global, grupos locales de población sufren un proceso acelerado de transformación que los sitúa repentinamente ante situaciones diferentes a su cotidianeidad, a su historia y a sus esperanzas futuras. Los habitantes de estos espacios se ven obligados a replantear sus objetivos de vida, buscando en las raíces de su historia, elementos para reafirmar su identidad, reivindicar su sentimiento de pertenencia o redefinir sus relaciones de intercambio con los demás. Es en este punto donde las formas de actuar en referencia a procesos generalizados externos y globales generan respuestas de acciones locales.
5 •
Los modos en que cada comunidad afronta las decisiones políticas de las autoridades, están lejos de ser homogéneos, sobre todo cuando se da la fragmentación local. En el caso de la construcción del AIQ, el proyecto se presentó a los ejidatarios de manera que los principales beneficiados serían ellos, ocultando las consecuencias negativas. Cuando estas empiezan a presentarse, la comunidad se organiza y solicita ciertos beneficios, entre ellos la electrificación de un sector de la comunidad, el empedrado de calles o la construcción de banquetas y guarniciones. Algunos de estos requerimientos fueron cumplidos como mero trámite para no entorpecer la compraventa de los terrenos.

Finalmente, es necesario repensar el modelo de desarrollo que se está aplicando en países como México; es imperativo exigir políticas públicas de verdadero impacto social, alejadas de la perspectiva clientelar para conseguir votos en los tiempos electorales o del simple beneficio de los capitales. Deben madurarse propuestas reales de desarrollo para los espacios sociales afectados por el surgimiento de los nuevos polos de desarrollo industrial. Esto implica darle importancia a las visiones y propuestas nacidas y reflexionadas desde el interior de las comunidades y transformadas en estrategias de participación comunitaria. La realidad plantea varios retos, entre ellos, i) evaluar el alcance de la globalización y su relación con lo nacional y lo local; ii) el nuevo papel del Estado; iii) el surgimiento de nuevas identidades; iv) replantear la naturaleza de las políticas públicas y la participación de la sociedad civil en estos procesos. No se trata de negar el discurso y los beneficios de la modernidad. Sin embargo, tampoco se trata de actuar unilateralmente porque lo que se está afectando es el bienestar de amplios sectores sociales.

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Fuentes directas

Archivo Agrario del Estado de Querétaro.

Acta de delimitación, destino y asignación de las tierras ejidales del Ejido Navajas, municipio de El Marqués, Querétaro, 8 de octubre de 1996.

Acuerdo de compra venta de terrenos ejidales entre Gobierno del Estado y El Ejido Navajas, 21 de marzo de 2002.

Diario oficial «La Sombra de Arteaga».

Gaceta municipal. Municipio de El Marqués.

Principales informantes

• Ing. Antonio Vera Soto. Director de Asuntos Agrarios 2004. Secretaria de Gobierno, Gobierno del Estado de Querétaro.
• Ing. Fernando Sánchez Rello. Secretaría de Obras Públicas, Gobierno del Estado de Querétaro.
• Don José Guadalupe Pérez. Comisariado Ejidal de Navajas 2004.
• Doña Cenorina Roque. Partera, San José Navajas.
• Doña Alicia Romero Camacho. Responsable de la capilla del santo Niño de los Atribulados, San José Navajas 2002–2012.
• Doña Angelita Romero Camacho. San José Navajas.
• Don Antonio Almaraz. Comisariado Ejidal de San José Navajas.
• Doña Guadalupe Hernández Gutiérrez. San José Navajas.
• Don José Almaráz Ordaz. Subdelegado de San José Navajas.
• Mtra. Angélica Morado. Coordinadora del Programa Red Móvil, DIF Estatal.
• Mtra. Alma Rosa Pérez de Martínez. Presidenta del Sistema DIF del Municipio de El Marqués.
• Don Ventura Martínez Becerra. Ejidatario, San José Navajas.
• Doña Victoriana Hernández. San José Navajas.
• Don Salvador Pacheco. Ejidatario, San José Navajas.
• Don Roberto Olvera Hernández. Secretario Particular del Delegado de la comunidad «La Griega».

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