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Pampa (Santa Fe)

versión On-line ISSN 2314-0208

Pampa  no.21 Santa Fe ene. 2020

http://dx.doi.org/https://doi.org/10.14409/pampa.2020.21.e0021 

Reseñas

Breve historia del espíritu del desarrollo latinoamericano

Ignacio Tomás Trucco1  Ignacio.trucco@gmail.com

1Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales del Litoral Universidad Nacional del Litoral/ Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

MALLORQUIN, Carlos. Breve historia del espíritu del desarrollo latinoamericano. 2019. Colofón, México: 172p. ISBN: 978-607-8663-33-0.

Carlos Mallorquín es uno de los más importantes investigadores dedicados a la tarea de recuperar el pensamiento latinoamericano sobre el desarrollo, en particular, las contribuciones estructuralistas centrándose en las figuras de Celso Furtado (Mallorquin, 1996) y Raúl Prebisch (Mallorquín, 2007; Mallorquín y Lora, 1999).

Uno de los aspectos que caracterizan la obra de Mallorquín lo constituye la persistencia y la profundización de sus investigaciones en torno a la elucidación de la originalidad del estructuralismo latinoamericano. Esta problemática alcanza cierta complejidad al momento de ser definida, ya que la originalidad no puede resolverse de forma binaria, es decir, como la mera dicotomía entre presencia y ausencia. El sentido y alcance, es decir, la naturaleza de dicha originalidad es lo que en realidad se pone en juego.

Así, por ejemplo, es posible preguntarse si la originalidad hay que buscarla en el pensamiento mismo o en el objeto de estudio, o en ambos lugares, observando allí sus interacciones. Debe considerarse que, desde muy temprano en la era moderna (pienso por ejemplo en Francisco Bilbao y en El evangelio americano [1865]-1943-), la especificidad de la América Latina, constituiría una pregunta histórico filosófica de hondura, que prácticamente no perderá vigencia nunca, más allá de debilitamientos e intensificaciones coyunturales.

En este marco, es posible trazar tres ideas orientadoras para la lectura de estas investigaciones. En primer lugar, si el estructuralismo latinoamericano contiene una forma de originalidad, algo indómita y escurridiza, que va más allá del haber agregado alguna variante, giro u observación, en el marco de los programas de investigación dominantes emanados de los centros. En segundo lugar, lo anterior implica evaluar en qué medida, estas teorías llegan hasta los principios con las que se piensa a la sociedad en general y sus instituciones fundamentales y, luego, las formaciones sociales específicas que constituyen la realidad de la América Latina. Y, en tercer lugar, debe evaluarse si el motor que desencadena esta originalidad se haya en la aquella pregunta primera, tan exótica como minusvalorada, sobre lo propio de la América Latina y su implicancia para la reconceptualización de profesos histórico-sociales de alcance mundial.

Si seguimos este hilo, es posible pensar al estructuralismo latinoamericano como un capítulo más en la historia de una realidad social y cultural que, en su proceso de desarrollo y consumación, hace todo lo posible por captarse, pensarse, conceptualizarse. Este proceso se daría en ambos planos, es decir, en la realidad efectiva y a la vez latente de América Latina, profunda e incierta, desplegada en la historia, aunque incompleta y ambivalente, incluso misteriosa, y en el propio pensamiento, es decir, en la formación del concepto de sí que busca captar lo específico de este desarrollo, produciendo allí un desafío que incluso trastoca el estatus de las propias centralidades.

El título, Breve historia del espíritu del desarrollo latinoamericano propuesto por Mallorquín incorpora una sugestiva convergencia sobre estos interrogantes e ideas, poniendo en evidencia que este proceso sigue en pleno desarrollo.

El trabajo constituye una recopilación de artículos ya publicados en diferentes momentos, con una introducción y un capítulo final original. Con lo cual, aunque es evidente la independencia de los artículos reunidos, es sobre todo el hilo que los conecta el que invita al lectora a hacer una valoración de conjunto de la dificultad de definir el estructuralismo, su emergencia, desempeño y ocaso, en relación a los intercambios, deudas y tensiones entabladas con el centro y, sobre todo, puesto en la perspectiva de la originalidad que lo latinoamericano proyecta por sí mismo y sobre todos aquellos que se aventuran a captarlo conceptualmente.

En la Introducción el autor adelanta la orientación principal de las contribuciones reunidas en este volumen, al ubicar el énfasis en el desarrollo de las ideas que distinguen al estructuralismo latinoamericano y su tensión, en particular, con el pensamiento económico dominante.

El primer capítulo es una versión extendida de un artículo publicado en 1991, en el que se realiza una reconstrucción del momento histórico en el que surge “el concepto de ‘subdesarrollo’ como síndrome” (Love, 1980, pp. 390-1 citado por Mallorquin, 2019 p. 24) y en el que se forma un espacio intelectual, cultural y político que permitió restablecer el estudio de la periferia subdesarrollada frente a su invisibilidad en el marco del pensamiento convencional.

El segundo capítulo, recupera un artículo publicado en 1993, que constituye una contribución directa a la pregunta sobre qué es el estructuralismo, repasando las premisas y observaciones, así como también la historia intelectual de tres figuras que conectan, de sur a norte, el pensamiento estructuralista con el estatus mismo de la América Latina: Prebisch, Furtado, Noyola.

En este capítulo se observa uno de los aspectos característicos de la evolución del pensamiento estructuralista: su evolución hacia esquemas de pensamiento de complejidad creciente basados en la búsqueda de conciliar la estructuración económica con la estructuración social cultural e institucional, que da lugar a formaciones sociales interdependientes y asimétricas, centros y periferias. Quizá haya sido esta misma complejidad creciente la que evidenció los propios límites de los esquemas estructuralistas. Es decir, los límites a la hora de contener en el sistema de premisas la fenomenología del desarrollo que la América Latina ha puesto de manifiesto en su historia.

El tercer capítulo, que recupera un artículo de 1994, sintetiza diferentes interpretaciones y evaluaciones del pensamiento estructuralistas emitidas desde los países centrales en el marco de la formación y crecimiento de las teorías del desarrollo y el subdesarrollo. En este capítulo se ponen en evidencia evaluaciones y encuadres que, en más de una ocasión, evidenciaron incomprensión y prejuicio y permiten ver la distancia que media entre el estructuralismo y el pensamiento dominante.

El cuarto capítulo, basado en una contribución hecha en 2007, constituye un intento sumamente original de tender un puente teórico entre el estructuralismo y el viejo institucionalismo americano. Se trata de una tarea difícil ya que las fuentes y bases del estructuralismos no siempre explícitas y directas, de modo que los paralelos entre ambas corrientes deben ser reconstruidos y postulados como criterios de lectura. Tal y como puede ocurrir con la evaluación de las influencias de economistas de comienzos del siglo XX como Sombart o Perroux (Love, 1996) para el caso de Prebisch. Mallorquin en este capítulo encuentra ciertas simetrías entre ambas corrientes que hicieron contribuciones originales desafiando a las ideas básicas y extendidas y que fueron interrumpidas de manera relativamente brusca aun cuando todavía estaban en pleno y probablemente más creativo desarrollo.

Los nexos conceptuales se establecen a partir del objetivo compartido de intentar conceptualizar las relaciones económicas en contextos institucionales más amplios, sin embargo, no existe claridad que la respuesta dada a este problema sea necesariamente convergente entre ambos programas. Quizá sea la observación del problema de base, es decir, la iluminación del nudo que ata los procesos de producción y distribución a la pluralidad de instituciones que componen la realidad social, lo que constituye el punto fuerte y más prometedor de este diálogo teórico que todavía resuena como posibilidad.

Finalmente, en el último capítulo, inédito, el autor realizar un balance de la globalización neoliberal desmontando algunos de los más populares prejuicios que sobre ella se levantaron sobre todo bajo formas ideológico-apologéticas. Frente a la necesidad de una reconceptualización de estas transformaciones y, simultáneamente, ante la necesidad de pensar posibles respuestas desde América Latina, el autor repasa diferentes perspectivas sobre la relación entre el Estado y de la sociedad civil, que tienen la particularidad de buscar evitar tanto la oposición directa como la subsunción de una a otra realidad. En esta compleja relación el autor entiende que pueden hallarse pistas ciertas sobre los desafíos que América Latina tiene al momento de integrarse a las relaciones económicas y políticas globales.

El libro constituye una pieza que contribuye a la obra general de un investigador dedicado fundamentalmente al conocimiento y actualización del pensamiento estructuralista, considerando su originalidad con el telón de fondo de una honda pregunta histórico-filosófica sobre la particularidad de la América Latina. Las contribuciones de este libro rodean desde diferentes ángulos esta problemática y en algunos casos da la sensación de cierta oscuridad en la estructura y justificación de cada uno de los pasajes, citas, temas o argumentos por los que autor transita. No obstante, estas dificultades “locales” se subsanan en el ánimo general de la obra, cuya contribución debe ser evaluada como el intento de captar conceptualmente unidades históricos-sociales y teóricas que se desarrollan concomitantemente y mutuamente referidas. Es decir, aquella unidad compleja que podría denominarse el Espíritu del desarrollo latinoamericano.

Referencias

Bilbao, F. (1943). El evangelio americano. Tiempo de América. [ Links ]

Love, J. L. (1996). Las fuentes del estructuralismo latinoamericano. Desarrollo económico, 391-402. [ Links ]

Mallorquin, C. (1996). Celso Furtado: Un retrato intelectual. Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, 41(163), 2. [ Links ]

Mallorquín, C. (2007). The unfamiliar Raúl prebisch. En E. Pérez y M. Vernego (eds.), Ideas, policies and economic development in the America, London, Routledge, pp. 98–122. [ Links ]

Mallorquín, C., y Lora, J. (1999). Prebisch y Furtado: El estructuralismo latinoamericano. Puebla: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. [ Links ]

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