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Revista de historia americana y argentina

versão impressa ISSN 2314-1549versão On-line ISSN 2314-1549

Rev. hist. am. argent. vol.51 no.2 Mendoza jul. 2016

 

CRÍTICA BIBLIOGRÁFICA

RAFFA, Cecilia. Plazas fundacionales. El espacio público mendocino, entre la técnica y la política (1910-1943). Mendoza: Ed. Autora, 2016, 309 p. Libro digital. ISBN 978-987-42-0934-4

 

Silvia Augusta Cirvini

INCIHUSA-CONICET

 

Este libro es el resultado de un trabajo de investigación desarrollado como tesis doctoral, de elaboración minuciosa y lenta, con una dedicación sostenida a través de varios años. La autora: Cecilia Raffa, una investigadora con una excelente formación académica y un talento inquieto por hallar respuestas a la preguntas de la historia. El tema: Una ciudad con dos plazas fundacionales: Pedro del Castillo e Independencia, lo que tal vez sea la más reveladora originalidad en la historia de Mendoza.
Otros trabajos abordaron el tema de la antítesis entre las dos ciudades: antigua y nueva, en la historiografía reciente. Entonces donde reside la novedad y el valor de esta obra?
En primer lugar el uso de las fuentes, que son variadas, complejas en su interpretación y novedosas con relación al enfoque que integra múltiples miradas disciplinares. En este sentido hay una complementariedad de las fuentes utilizadas, algunas hasta ahora inéditas y un uso nuevo, integrado, re-creado, de textos, fotos y planos ya conocidos sobre la ciudad. Las fotografías, los planos, las memorias de los proyectos y las crónicas periodísticas, además de los expedientes oficiales componen el material documental que sirvió a la autora tanto para acreditar análisis e interpretaciones, como para apoyar las valiosas reconstrucciones históricas de la situación de las plazas en el período.
En segundo lugar las perspectivas teórico-metodológicas imbricadas en el análisis a lo largo del desarrollo del libro: la historia urbana y de la arquitectura otorgan la base de interpretación de los proyectos políticos y técnicos propuestos para las plazas y la sociología de la cultura, que desde la teoría de las representaciones, la teoría de la comunicación y la teoría de la acción, aporta un marco explicativo más amplio del cómo y porqué se construyen los significados en torno de estos dos espacios públicos. Esta especial combinación donde predomina lo transdiciplinar, fue posible por el perfil de la autora que es Arquitecta (UM) en su formación de grado, tiene una Maestría en Arte Latinoamericano (UNCuyo) y es Doctora en Ciencias Sociales (UNCuyo).
El enfoque propone un proceso de condensación en el análisis: de la ciudad a las plazas. De más está fundamentar la centralidad que éstas tuvieron como el espacio público por antonomasia en las ciudades americanas. Importancia que mantienen desde tiempos coloniales hasta el presente.
Las dos plazas hacen de núcleos articuladores de todos los estadios, conflictos, etapas que atraviesa la ciudad. La Plaza Pedro del Castillo condensa el “mundo antiguo” y representa a la ciudad colonial, mientras que la Plaza Independencia resume el “mundo moderno” y es la génesis de la modernidad que aún hoy perdura. Esta oposición que ya ha sido tratada tanto por Raffa como por otros autores está enriquecida este trabajo porque apela a:

  • Los Imaginarios en este caso referidos a ambas plazas, cómo se construyen, cómo se alimentan y por qué perduran en el tiempo. Paul Ricoëur decía “no se hace historia sino porque algunos fenómenos continúan”. El libro plantea que  la permanencia y retroalimentación de una vieja antinomia no hacen sino ratificar la posición de que las obras, el uso y la construcción de la memoria social en torno de ambos sitios los cualifican como espacio público y especifican de tal modo su identidad que en ocasiones – como estas- lo marcan de por vida.

  • El tratamiento del espacio público desde una mirada histórica, permite ligar el destino de estas dos plazas con el presente donde crece la preocupación por el tema por las implicancias que tiene en la vida urbana, en la identidad y la memoria colectiva. Cecilia Raffa expone de manera precisa la articulación entre representación, modos de comunicación y funciones asignadas al espacio público en estas dos plazas y con ello da cuenta de la historia de Mendoza.

La autora explica los momentos clave donde se abren caminos de transformación para la ciudad y qué sucede con las plazas. El terremoto fue la gran oportunidad de ensayar lo nuevo. La autora analiza ese momento donde declina la importancia de una plaza y surge como promesa de futuro la otra en la Ciudad Nueva. En este proceso la ciudad cambiará de estructura: ya no más la plaza central como espacio público predominante, sino que germina la ciudad lineal alrededor de una calle: la Avda. San Martín con distintos núcleos caracterizantes. Esa ciudad, de la cual la actual es heredera, surgió en el siglo XIX después del gran terremoto y las dos plazas son elementos representativos de este proceso de modelación de la urbe.
Por otro lado el relato ayuda a comprender cómo en tiempos modernos se materializan las ideas, proyectos y utopías urbanas: cómo son los grupos mejor posicionados en lo social, en lo político y lo económico quienes sostienen esa capacidad de mayor poder en las decisiones.
En el proceso de construcción de lo urbano participan además otros actores: los técnicos y profesionales que tienen un gran protagonismo por el poder de imposición simbólica que les otorga la posesión del saber, del conocimiento que da autoridad a la palabra. La relación entre Técnica y Política está extensamente tratada en el trabajo: rica en conflictos pero también potente vínculo cuando la dupla saber / poder político redunda en obras que “hacen historia”. Para los técnicos la ciudad es arena de luchas materiales y simbólicas. A medida que avanza el siglo XX aparecen nuevas ideas y proyectos que pugnan por imponerse, cuanto más vasto, más amplio es un campo disciplinar más posiciones aparecerán con apetencias de disputar su centralidad. El trabajo de Raffa permite entender la materialidad de la ciudad que hoy tenemos como resultado de los proyectos “triunfantes” pero también conocer aquello que “no fue”, los proyectos que quedaron en el camino, las voces que fueron desoídas o las posiciones que simplemente perdieron en la disputa social. Esta suerte de discurso contrario, omitido, en la historia y en la memoria es también constitutivo de la ciudad real porque opera como ausencia o carencia en la identidad cultural. Rastrear sus huellas hace posible hoy objetivar un patrimonio intangible casi desdibujado y negado.
Pero volvamos a la asociación saber técnico/ poder político. Quienes eran los técnicos, ese grupo cada vez más numeroso y más heterogéneo (ingenieros, arquitectos, urbanistas, paisajistas, higienistas, etc.)? Qué ofrecieron, propusieron y dijeron en torno de la ciudad? Qué efectos tuvieron sus prédicas sobre la realidad urbana? El trabajo de Raffa arroja luz sobre los vínculos o modalidades de acción de este grupo respecto del poder político. Así no será lo mismo el período gubernamental de Emilio Civit que el de los Lencinas, las obras representan las gestiones, se tornan mensajes políticos. La modalidad de contratación de los “especialistas” va cambiando desde fines del siglo XIX a mediados del XX. La presencia y ausencia de Concursos, la consolidación de una burocracia técnica en la estructura de las administraciones nacionales y provinciales, y el fortalecimiento del campo disciplinar harán que los vínculos entre saber técnico y política encuentren mecanismos específicos y validados por las corporaciones y el Estado para operar sobre la ciudad.
Durante el siglo XX la prensa escrita actúa como ámbito de lucha, como espacio de expresión y de imposición de las representaciones sobre la ciudad y la vida urbana. La política hace de la ciudad un escenario, un teatro de la vida pública. A veces el espacio físico no cambia en su modelación material sino en el uso, lo que hace variar su función en la ciudad y sus significados en la sociedad. Por ejemplo si comparamos los años en torno del centenario de Mayo (1910) y los que siguieron a la asunción del lencinismo (1918), la ciudad es casi la misma pero la apropiación en el uso por parte de los sectores populares de espacios como Plaza  Independencia o Parque General san Martín es inédito y provocador.
También esta obra sobre las Plazas fundacionales nos brinda una rica información poco conocida o totalmente inédita de la historia urbana de la ciudad vinculada con la política, como por ejemplo el paso por Mendoza de Benito Carrasco o de Gastón Mallet con sus propuestas para Mendoza.
Durante el lencinismo continúa la distribución desequilibrada de obras entre ambos sitios: mientras se llama a Concurso Nacional para la erección de la Casa de Gobierno en Plaza Independencia, la otra, la Plaza Pedro del Castillo es convertida en un Stadium para la práctica del futbol de las clases populares. Recién en 1930 se decidirá valorizar esta plaza que había sido un espacio central en la ciudad de tiempos sanmartinianos. Como parte de un operativo nacional de construcción de la argentinidad las obras contemplaban un monumento al fundador y un equipamiento en neocolonial como el estilo adecuado a las búsquedas de una arquitectura nacional. El campo técnico y el campo político acuerdan intervenir en esta zona abandonada de la ciudad para convertirla en foco de la nacionalidad en “lugar de la memoria”, esto es, del pasado.
Raffa explica con gran solvencia cómo la “identidad” de la ciudad de Mendoza, que se forjó desde 1863 con la modernidad como principio y como meta fue incorporando en la memoria colectiva imaginarios fuertemente asociados al desarrollo de ambas plazas, imaginarios que aún perduran. Si bien el trabajo se ocupa de analizar imaginarios desde la voz de los técnicos y del poder político, estos penetraron en el mundo social e incidieron en la modelación de los imaginarios sociales donde también han perdurado mitos como el de la ciudad bosque como una suerte de idea de avanzada ecologista, o el que afirma que el diseño de las calles anchas y arboladas responde a la búsqueda de una solución a los terremotos.
Como los imaginarios se despliegan sobre la realidad material de la ciudad, con el marco de las representaciones y de los imaginarios, las grandes intervenciones que afectan  la dimensión material de lo urbano, modifican o reconfiguran nuevos significados. En este sentido hay antinomias que han comenzado a resolverse recién a fines del siglo XX. La plaza Pedro del Castillo y el Área fundacional (núcleo de la Ciudad Antigua) recibieron atención recién a partir del advenimiento de la democracia en 1983. La puesta en valor del área implicó trabajos de arqueología, obras de remodelación de la plaza, recuperación de la fuente histórica, restauración de las ruinas de San Francisco y la construcción del Museo del Área Fundacional en el predio del Antiguo Cabildo. Fue ésta una operación simbólica de gran envergadura que vino a reparar una postergación histórica de todo el patrimonio cultural vinculado. En este caso también los “especialistas”: técnicos, científicos, arquitectos, arqueólogos, historiadores, tuvieron un papel importante en la activación de este patrimonio que había permanecido invisibilizado, enterrado y olvidado por décadas. El marco político que lo hizo posible a este proceso fue el que brindó el retorno a la democracia.

Finalmente el libro está dividido en cuatro capítulos. El primero es una introducción a las representaciones sobre la ciudad que surgieron luego del terremoto de 1861, en vista de la premisa de la autora que la antinomia entre ciudad nueva/ciudad vieja tuvo su origen precisamente a partir de este trágico acontecimiento. El segundo capítulo muestra cómo el espacio público estuvo inmerso en terrenos de significación política, en tanto la política supone una fundamental dimensión representativa y que es la plaza el ámbito por excelencia donde puede desplegarse esa actividad. El tercer capítulo expone la contraposición de los usos y las funciones diferenciales que se le asignaron a las plazas fundacionales casi simultáneamente entre 1915 y 1931. En el cuarto capítulo, se indaga sobre los «modernos» proyectos en torno al espacio público que llevó adelante el gobierno conservador en los últimos años de su gestión. El trabajo cierra con un epílogo y un apéndice que contiene la nómina de las fuentes empleadas, la bibliografía consultada y las abreviaturas utilizadas.

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