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Revista de historia americana y argentina

versão impressa ISSN 2314-1549versão On-line ISSN 2314-1549

Rev. hist. am. argent. vol.52 no.1 Mendoza maio 2017

 

ARTÍCULOS DE HISTORIA ARGENTINA

DE LOS CARBONEROS A LOS VENDIMIADORES. La Virgen de la Carrodilla y su historia

 

Pilar Dussel

 FFyL UNCuyo. Mendoza, Argentina. pilardussel@ffyl.uncu.edu.ar

Recibido: 25-VII-2016
Aceptado:
07-IV-2017

 

RESUMEN

Desde su llegada a Cuyo en el siglo XVIII, la Virgen de la Carrodilla estuvo vinculada con los trabajadores rurales. Primero en las fiestas populares de los cosechadores y después en la Fiesta de la Vendimia con su incorporación al protocolo oficial; al tiempo que fue declarada “Patrona Celestial de los Viñedos” en 1938 por Monseñor Verdaguer. Este trabajo relata la historia de su devoción, que nace en España, en la sierra aragonesa, donde su imagen fue encontrada por unos carboneros en el siglo XIII y, posteriormente su llegada a las tierras cuyanas, para convertirse en una figura identitaria de Mendoza y la vitivinicultura. Se repasa la resignificación de la devoción en el marco de los cambios históricos, sociales y culturales y, también los cambios iconográficos hasta su vinculación al mural compuesto Coronación de la Virgen de la Carrodilla, obra que conforma su representación.
Palabras Claves: Virgen de la Carrodilla; Iconografía religiosa; Devoción mendocina; Fiesta de la Vendimia; Murales.

ABSTRACT

Since her arrival to Cuyo in the 18th century, the Virgin of Carrodilla was linked with rural workers. First in the popular festivities of the harvesters, and then on the Feast of the Harvest with their incorporation into the official protocol; by the time she was declared "Heavenly Patroness of the Vineyards" in 1938 by Bishop Verdaguer. This work tells the story of her devotion, that is born in Spain, in the sierra in Aragon, where his image was found by some coal miners in the 13th century, and later their arrival to the lands of Cuyo, to become a figure of identity of Mendoza and the viticulture. The signification of the devotion in the framework of the historical changes, social and cultural rights, and also the iconographic changes to her link to the mural made up of Coronation of the Virgin of Carrodilla, work which conforms her representation.
Key words: Virgin of Carrodilla; Religious iconography; Mendocinas devotions; Harvest Festival; Murals.

 

INTRODUCCIÓN

El fervor popular que despierta la imagen de la Virgen de la Carrodilla, es evidente cuando comienza la Fiesta Central de la Vendimia y entra al escenario del Teatro Griego Frank Romero Day escoltada por gauchos, mientras entonan su canción, coreada por el público1. Es una muestra más de su presencia señera en los festejos vendimiales. Días antes, la Virgen, presidió la Bendición de los Frutos y Ella misma abre, acompañada de las colectividades y centros tradicionalistas, el desfile de las carrozas departamentales en el Carrusel previo a la Fiesta Central. La escena se repite todos los años y siempre ocupa el lugar de honor en esta celebración de la cosecha, al tiempo que es sensible el entusiasmo de la gente cuando pasa su carro. Estos festejos son la culminación de las fiestas que cada departamento organizó en los meses previos para elegir la reina que los va a representar en el Acto Central, donde la imagen Peregrina de la Virgen de la Carrodilla estuvo presente en cada una de estas fiestas departamentales2.
¿Cómo esta devoción de origen español llegó a arraigar tanto en la provincia de Mendoza?, ¿desde cuándo se la venera?, ¿fue siempre igual su iconografía?, son algunas de las preguntas que se imponen.
La historia de la Virgen de la Carrodilla comenzó a relatarse muy escuetamente a partir de 1930. Pero en estos escritos se eludían a las prácticas religiosas con un interés por narrar el origen del culto y, sobre todo, destacar el valor patrimonial de la imagen, la iglesia y su tradición. Estos son los datos que se repiten hasta ahora en guías patrimoniales y artículos periodísticos.
En este trabajo se ha buscado indagar sobre su pasado y para ello se consultaron inventarios, testamentos y documentos oficiales. Su historia, además, está atravesada por relatos orales y tradiciones que no siempre se pueden documentar y, muchas veces, se desvanecen cuando se los rastrea. Sin embargo, para tratar de comprender el significado y lugar que ocupa en el imaginario social, cultural y religioso de la región, hay que comenzar por ver el origen peninsular de la devoción y su llegada a Cuyo. También su historia española está mediada por la tradición lugareña, el relato oral y los acontecimientos de Estadilla, de donde es originaria esta advocación.
La trayectoria de la Virgen de la Carrodilla en Mendoza se focaliza, entonces, en cuatro momentos: el primero, es el de la cristianización de la actual zona aragonesa cuando a esta Virgen no se la mencionaba con el actual nombre; un segundo tiempo es cuando la imagen fue encontrada en la sierra estadillana y tomó el nombre actual. Un tercer hito es en el siglo XVIII, cuando su facsímil fue traído a la Provincia de Mendoza, y el último estadio es a partir de 1937-1940, momento en que fue coronada por Monseñor José Aníbal Verdaguer, primer Obispo de Mendoza y Neuquén, como Virgen Patrona Celestial de los Viñedos y comenzó a presidir los actos vendimiales.
Se propone en este artículo3 mostrar las variaciones iconográficas de la imagen y la historia de la devoción enmarcada en los momentos y espacios geográficos señalados. El abordaje se orientó a pensar esta historia como un proceso religioso, artístico, cultural y social que implicó acercarse desde distintas perspectivas para entender el significado y permanencia de esta devoción. La Virgen de la Carrodilla, pensada como una representación social4 resultó un instrumento de integración, que asociado a la Fiesta de la Vendimia creó y reforzó vinculaciones territoriales donde se cruzan identidades nacionales, regionales y barriales. Estas relaciones se tejieron paulatinamente a partir de la llegada de la imagen a suelo mendocino. Su inserción en la sociedad cambió de escala al tiempo que los hechos políticos y culturales la involucraron en la historia provincial. La Virgen de la Carrodilla conforma una imagen identitaria desde el ámbito cultural y religioso que la vincula al pasado y la proyecta en el tiempo ocupando en su peregrinaje al interior de la provincia en la época vendimial, un lugar destacado tanto en el espacio oficial como en la recepción de la gente. Pensar esta trama permite interrelacionar los hechos históricos y sociales con los relatos orales, pictóricos y líricos en la búsqueda de relaciones dialógicas y análisis interdisciplinarios de estos fenómenos múltiples donde, se evidencian trasplantes, apropiaciones y resignificaciones.

DE LA SIERRA AL SANTUARIO. LA VIRGEN DE LA CARRODILLA EN ESPAÑA

Estadilla es un pueblo de la provincia de Huesca, en la zona prepirenica aragonesa. Fue fundada en los tiempos de la expansión romana y de allí que su nombre haga referencia a establecerse5. La imagen de la Virgen de la Carrodilla que actualmente se venera, se encuentra en un Santuario a siete kilómetros de la ciudad cabecera. Los orígenes de la advocación son inciertos, algunos los datan en el siglo XIII o XIV y otros estudiosos del tema, como José María Leminyana y Narciso Camos6, sostienen que la Virgen de la Carrodilla es una cristianización del culto pagano a la diosa Cibeles, teniendo en cuenta que la fundación de Estadilla se remonta a los tiempos romanos. En Asia Menor se originó el culto a esta diosa que se extendió por el mundo helénico primero y posteriormente por el mundo romano entre otros cultos mistéricos que subrayaban la salvación personal. Se la consideraba la madre de todas las diosas y protectora de la naturaleza7. En principio se la representó con una piedra negra; después en la época del Imperio, se la personificó sentada en un carro conducido por leones y con la corona amurallada en señal de ser la diosa protectora de la ciudad8. No es extraño que este culto haya llegado a la provincia de Hispania y con la cristianización de la zona se haya producido un sincretismo entre la imagen de la diosa Cibeles y la Virgen María9. Hay coincidencias que refuerzan esta posibilidad y es significativa la analogía entre las iconografías: a las dos, la primitiva Virgen de la Carrodilla y la diosa Cibeles, se las representa sobre un carro. Mientras en la época de la República Romana, a la deidad se la caracterizó con el tympano y la cornucopia10, en el Imperio estos elementos fueron reemplazados por el cetro y la esfera en representación del mundo. En tanto, la imagen original de lo que después se llamó Virgen de la Carrodilla, llevaba un niño en un brazo y la otra mano sostenía el orbe coronado con la cruz11. Por lo que se infiere que al cristianizarse esta imagen se le agregó la cruz al orbe y se cambió el cetro, símbolo del poder o señorío sobre el mundo, por el Niño Dios.
El tiempo que media entre la cristianización de la zona aragonesa y el hallazgo de la imagen de una Virgen sentada sobre un carro dentro de una cueva de la sierra estadillana coincide con la ocupación musulmana de la zona. Son numerosos en la España reconquistada los casos de vírgenes encontradas en el fondo de un pozo, en una cueva, enterradas o emparedadas. En la época del avance moro que impuso una clara iconoclasia, se optó por esconder las imágenes ante el temor de que fueran profanadas o destruidas. La reconquista valorizó el hecho de hallarlas y vinculó simbólicamente la imagen y la comunidad con su remoto pasado cristiano, al mismo tiempo que reforzó un sentido de pertenencia o territorialidad. Así se construyeron numerosas tradiciones y relatos en torno a estas vírgenes que Grabar las considera iconografías populares12.
Puntualmente la historia de la Virgen hallada en una cueva estadillana sobre un carro, razón por la cual primero se la mencionó como Señora de la Carrocilla y luego con el tiempo el vocablo derivó en Carrodilla, fue narrada por el padre Camos, en 1657:

Acostumbrase en este lugar y parte de estos montes, hacerse mucho carbón para cuyo ejercicio moraban en él dos hombres que tenían esto por oficio, por lo cual, son comúnmente llamados carboneros. Llamábase uno Portules y el otro Betez, de alguno de los cuales hay aún descendencia en Estadilla. A estos dos hombres, pues, apareció en una ocasión muy, hermosa y bella, esta celestial Señora sobre de dicho carro y fue en el lugar donde hoy tiene su iglesia. Díjoles que fuesen a Estadilla, de donde eran naturales, y dijesen a los Jurados que le edificasen una capilla en aquel lugar. Fueronse en esto y, aunque muy consolados, dudaban todavía si les creerían o no. Llegaron a la villa con estos pensamientos y luego hicieron lo que les había mandado la Virgen, aunque les sucedió como habían pensado, porque no les dieron crédito, antes bien les parecía que el contarles aquello era caduquear13.       

Por otro lado el padre Roque Alberto Faci publicó en 1739 el libro Aragón, reyno de Christo y dote de María Ssma, donde agregó que cuando quisieron llevar la imagen a la villa fue imposible, entendiendo los sacerdotes que era allí donde quería quedarse. Este relato se completa con la tradición oral lugareña que cuenta que cuando los pobladores fueron en procesión a conocerla, la trasladaron hasta la iglesia del lugar, pero a la noche la Virgen dio dos pasos y llegó de nuevo a la sierra. Así actualmente se menciona una roca que está entre Estadilla y el santuario como Pie de la Virgen14.
La descripción de la imagen de bulto policromada encontrada originalmente por los carboneros fue detallada por el Padre Camos, en 1657:

La imagen es de piedra que parece mármol, pero no lo es, está sentada en un trono (…) y por esto (…) Es llamada también de la Carrodilla. (…) el manto es de color azul y le baja hasta la falda por entrambos lados. Lo demás es blanco. Es morenita, un tanto colorada, bajo su mano izquierda tiene un libro. De alto tiene tres palmos y tres cuartos. El Jesús tiene en el lado derecho, el cual mama de su teta derecha15.

Coincide con las tradicionales vírgenes medievales, llamadas en España majestades; imágenes hieráticas, sentadas en el trono en alusión a María Reina del mundo. En el Románico, la Virgen es a la vez el trono del Niño Dios, en tanto en el Gótico el Niño es sostenido por María o amamantado16, al tiempo que en la otra mano generalmente sostienen el libro o el orbe17. Vale aclarar que la iconografía de María amamantando, se inicia con los primeros cristianos y está presente en la Edad Media y el Renacimiento; representación que se abandona después de Trento por considerarse poco decorosa. La imagen a la que refiere el padre Camos se mantuvo con algunas modificaciones hasta el siglo XX. Antes de la Guerra Civil se la transformó en imagen de vestir, pero no perdió su situación de sedente. El niño ya no estaba prendido al pecho sino en brazo de María y sosteniendo el orbe en una mano; a los pies de la Virgen había un eje de carreta con sus ruedas recordando el primitivo carro. Estas adaptaciones responden a modas y tendencias de cada momento; es posible que después de Trento, en el santuario estadillano se haya cambiado la posición del Niño y posteriormente, a principios del siglo XX, la cofradía decidiera vestir la imagen, acorde con los gustos de la época. Estas observaciones surgen de la comparación de fotografías anteriores a la Guerra Civil18, donde se muestra siempre sedente y reposa sobre un escabel en forma de nube. Se deduce que las fotos más antiguas son aquellas que se la reconoce como una imagen de bulto policromada, con un Niño Dios en brazos de clara tipología medieval. La otra imagen, mantiene la misma posición pero ya está vestida. En 1936, durante la Guerra Civil, el Santuario fue saqueado; de la imagen de la Virgen de la Carrodilla sólo se rescató su cabeza de piedra y el Niño Dios y a partir de ahí se reconstruyó la actual imagen de vestir que está de pie y mantiene la alegoría del carro sobre la que la encontraron los carboneros (figura 1).


Figura 1: Virgen de la Carrodilla, Santuario de Estadilla, Aragón España19

A la Virgen de la Carrodilla se la conoció por los milagros curativos del aceite que manaba de la lámpara de una de las columnas del santuario, pero también relacionaban su culto con las coronetas, piedras esféricas habituales de la zona, que los lugareños las guardaban porque:

(…) siguen creyendo como sus ancestros, que atraen la protección milagrosa de la Virgen de la Carrodilla (…) se ubican, generalmente, en los dormitorios, junto al lecho, para ayudar a la recuperación de los enfermos, parturientas y accidentados (…) incluso había quien las ponía en los graneros, para preservar la cosecha de grano (…) También se ponían en campos de cereal, viñas y huertos, para conjurar los desastres del pedrisco20.

Esta tradición ayuda a entender por qué un estadillano, afincado en tierras cuyanas, pidió auxilio a la Virgen de la Carrodilla cuando vio peligrar sus cosechas. Además de esta costumbre, actualmente se conserva la tradición de la romería del primer viernes de dolor y del Domingo de Quasimodo que termina con un almuerzo comunitario donde se bendicen las judías o alubias21.
Se puede distinguir hasta ahora dos tiempos distintos para esta devoción: una primera etapa desde la cristianización de la región hasta la conquista musulmana, y un segundo momento, el de la reconquista, cuando la imagen fue encontrada por los carboneros. Es en ese tiempo en que comienza a nombrase como Virgen de la Carrodilla o Carrocilla22.

DE LOS CARBONEROS A LOS VENDIMIADORES. LA VIRGEN DE LA CARRODILLA EN MENDOZA

La Virgen de la Carrodilla en América es una devoción que se afinca en las últimas décadas del siglo XVIII. En ese tiempo, en una zona rural llamada Las Tortugas, a ocho kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza, se encontraban las tierras de Don Isaac Estrella. En 1778 este criollo comenzó a construir el solar que aún hoy, en parte se mantiene en pie. Es una casa de clara tipología chilena rural, con un patio abierto hacia el norte y rodeado por galerías23. Como era costumbre de esa época en las casas patronales, había un oratorio particular al que concurrían a las celebraciones litúrgicas los vecinos de las estancias cercanas. La hija de Don Isaac, Mercedes se casó entonces con un español oriundo de Estadilla, llamado Antonio Solanilla24.
A la muerte de Don Estrella, debido a que el oratorio resultó pequeño para los concurridos actos litúrgicos, Antonio Solanilla proyectó la construcción de una capilla en honor de la Virgen de la Carrodilla, pero murió sin realizar la obra. En la sucesión, el oratorio con todas sus alhajas fue heredado por Agustina Solanilla, a quien se le hizo muy difícil mantener el culto por no contar con las rentas necesarias. Cedió parte de la propiedad a su hermano Carlos Solanilla y a Tomás Pleitel, su cuñado. Con ellos como administradores, se comenzó a edificar el templo propuesto por Don Antonio, contando además con ayuda, donaciones y suscripciones de los vecinos. En 1845 se pidió el permiso eclesiástico para la construcción de una Capilla bajo la advocación de la Virgen de La Carrodilla25. Oficialmente el templo fue bendecido en 184926. Adquirió la categoría de viceparroquia cuando la Iglesia de San Vicente fue proclamada parroquia en 1904 y declarada parroquia en 1913 por Monseñor Orzali27.
Hasta 1897, año en que fue donada la Iglesia por Elena Velázquez Solanilla a las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario, el lugar perteneció a los descendientes de Antonio Solanilla. Finalmente Monseñor Alfonso María Buteler, Obispo de Mendoza, cuando las Hermanas Dominicas se retiraron del lugar, encomendó la parroquia a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en 1955 y son ellos los que actualmente atienden el culto.
En cuanto a la Virgen y su llegada a tierras cuyanas, la tradición cuenta que Don Antonio Solanilla28 en una noche de tormenta, ante el temor de perder la cosecha por la granizada, prometió que traería al oratorio familiar una imagen de la Virgen de la Carrodilla29. De esta manera la devoción estadillana a la Virgen protectora, anida en Mendoza. Se relata que mandó a traer la talla de España y es la misma que actualmente se venera. Es una imagen policromada de vestir, con ojos de vidrio y pelo natural30. Originalmente la Virgen llevaba mantilla y corona de plata, igual que las potencias del Niño Dios.

Es probable que Don Antonio al encargar la imagen haya tomado la iconografía no de la imagen de bulto estadillana sino de alguna ilustración, estampa o grabado de esta advocación donde se la representa de pie, con el Niño en brazos y sostiene en su mano el orbe (figura 2).


Figura 2: Virgen de la Carrodilla Estampa española de la Virgen de la Carrodilla (1729)31

Esta iconografía se asemeja notablemente a la que trajo Don Solanilla. La diferencia o innovación es el cambio del orbe por el grano de uva y sobre esto no se han encontrado referencias que indiquen su razón u origen, más allá de la relación al cultivo regional. El abandono de la forma piramidal del ropaje de la Virgen, propia de la época medieval en España y muy común en las vírgenes coloniales americanas y, su opción por un modelo de virgen de vestir, de tipología sevillana también responde a las tendencias de los talleres peninsulares y americanos del siglo XVIII.
La talla de la Virgen con el Niño que encargó Solanilla32 se colocó en el oratorio familiar hasta que fue trasladada a la actual iglesia cuando esta se consagró en 1848 bajo la advocación de la Virgen de la Carrodilla33. En ese momento, según relata el inventario de 1849, se encontraba:

En dicha Iglesia el altar mayor retablo de madera pintada y dorada con su Sagrario pintado y dorado por fuera, la mesa del altar pintada toda de madera. En dicho Altar una piedra Ara. Sobre la mesa del altar una repisa pintada y dorada. En el trono Una Imagen titulada de la virgen de la Carrodilla con un niño en las manos con su Gala de seda con los sarcillos de plata y piedras y en el pecho su adorno de piedras buenas de topacio con su corona de plata, con su cabellera con sus pendientes puesta en un carro de madera que le sirve de piaña con su suelo de raso color como el nicho (sic)34.

Para comprender la importancia de la devoción a la Virgen de la Carrodilla hay que valorarla en su entorno espacial. Además de la iglesia que alberga esta imagen, a su costado se encuentra parte de la casona original de Don Isaac Estrella. Es uno de los pocos solares de dos plantas que se mantienen en pie, anteriores al terremoto de 1861. Frente al templo, hacia el oeste, se encuentra el Calvario de la Carrodilla construido en 1840 por el franciscano español Fray Aymón en terrenos donados por los vecinos. En Semana Santa, desde el siglo XIX hasta la actualidad, es un sitio de peregrinación y centro de los actos litúrgicos pascuales. Desde hace años el Obispo de Mendoza reza el Vía Crucis del Viernes de la Pasión, manteniendo una tradición antigua que convoca a miles de fieles. Así el conjunto arquitectónico e histórico conocido como La Carrodilla35 lo conforman la Iglesia, el museo parroquial, la casa solariega de los Solanilla y el Calvario.
Este complejo enraíza en la tradición decimonónica de dos celebraciones; por un lado los festejos de fin de cosecha donde se le agradece a la Virgen su protección y, por otro, los actos litúrgicos de la Pascua. El interés que despertó esta advocación también impactó en la morfología de la zona. El móvil de la fundación de ciudades, pueblos o distritos de la provincia de Mendoza fue la cercanía a la red de agua, los caminos o los sitios religiosos: muchas poblaciones crecieron en torno a una capilla o iglesia. Este es el caso de la Iglesia de la Carrodilla que primero nucleó a los pobladores cercanos y luego motivó que el camino que bordeaba la acequia grande y unía la ciudad de Mendoza con Lujan de Cuyo y de allí continuaba al sur, pasara por el lugar36. Esto se puede observar en el Plano Topográfico de la Ciudad de Mendoza de 180237 donde está señalado el oratorio La Estrella como se lo nombraba en ese tiempo.
Los estudios sobre las devociones marianas y la religiosidad popular, anclados sobre todo en el campo disciplinar de la historia, permiten un análisis del culto en sus coordenadas espacio temporales en relación con las configuraciones sociales en las cuales ha sido posible y se ha ido desarrollando38. Pensado desde esta perspectiva, es significativo ver cómo opera la costumbre local en la apropiación de una devoción trasplantada. A la hora de levantar la nueva capilla,Antonio Solanilla, la pensó bajo la advocación de la Virgen de la Carrodilla, una devoción que ya convocaba devotos. Los vecinos del lugar, además de participar en las misas y otros oficios del antiguo oratorio, tenían la costumbre de celebrar los bodegones39 en las arboledas que rodeaban el solar. Eran fiestas populares donde la población rural se juntaba a comer, cantar y bailar, pero antes hacían un acto de súplica o agradecimiento a la Virgen por un bautismo o una boda. Era también una costumbre llevarle a la Virgen una ofrenda de flores o frutos, como el primer ritual, antes de juntarse a festejar la finalización de la cosecha40. De este modo, la Virgen de la Carrodilla fue convirtiéndose en la guardiana de los viñedos y sus cultivadores. Pero también conviene recordar, que las prácticas religiosas de los Viernes de la Pasión en el Calvario, frente a la Capilla, convocaban gran cantidad de devotos. La Carrodilla, como comenzó a llamarse al lugar, se conformó en un espacio referente de la religiosidad popular de Mendoza.

DE LOS BODEGONES A LA FIESTA. LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA CARRODILLA

El cultivo de la vid tuvo una singular presencia en los tiempos coloniales y desde fines del siglo XIX la vitivinicultura fue cada vez más significativa dentro de la economía regional. El periodo de la primera modernización (1880-1959)41 estuvo marcado por la llegada del ferrocarril en 1885, los cambios tecnológicos en el cultivo y elaboración del vino y los nuevos emprendimientos que llegaron de la mano de las familias inmigrantes. Este modelo se sostuvo con algunos cambios hasta la década del 70 en el siglo XX. Sin embargo la crisis de 1929 obligó a los gobiernos del momento a tomar medidas para paliar la difícil situación provincial afectada por la drástica disminución del consumo. En este contexto se entiende la estrategia del gobierno de diversificar la economía: se alentaron las inversiones en fruticultura y el turismo se pensó como una nueva actividad rentable. En lo relacionado con la industria madre, se creó la Sociedad Vitivinícola de Mendoza primero y después la Junta Reguladora de Vinos. Con estas instituciones se buscó restringir la producción vínica por un lado y promover el consumo nacional por otro. Mediada por esta encrucijada, la Fiesta de la Vendimia, creada en 1936, permitió hacer visible a nivel nacional e internacional el cultivo de la vid y publicitar los vinos mendocinos, mostrar los paisajes provinciales para impulsar la actividad turística42 y, hacia el interior de la provincia, reforzar la cohesión y la construcción identitaria.
Desde el siglo XIX los obreros rurales celebraban y elegían reinas entre las cosechadoras de cada bodega como parte de los festejos populares de la vendimia. En tanto en 1911, José Trianes Díaz, un bodeguero español residente en Mendoza presentó al gobierno provincial un proyecto para organizar anualmente una fiesta de la vendimia que incluía exposiciones y concursos. Otro antecedente fue el desfile de carrozas que se realizó en 1913 en el centro de la ciudad en el marco del II Congreso de la Industria. De esta manera la primera Fiesta oficial de la Vendimia en 1936, se inspiró, tomó y se apropió de las iniciativas empresariales y los festejos populares en torno a la cosecha. Se unieron tradiciones populares e intereses de la burguesía industrial en la búsqueda de rescatar y a la vez construir una identidad, pensada desde el espacio oficial. También se puede leer como un cruce entre el sector de empresarios vitivinícolas que buscaban trasplantar los ritos de las vendimias europeas43 y las tradicionales fiestas en las bodegas propias de los criollos rurales. De este modo, se instaló en torno a la fiesta un sentimiento identitario que atravesó varios grupos sociales y culturales y que religó a través de los ritos del vino, una práctica unificadora de la región.

En este contexto epocal, Monseñor Verdaguer tomó la iniciativa de declarar a la Virgen de la Carrodilla Patrona Celestial de los Viñedos, en 193844. En el cruce de su labor apostólica y sus estudios sobre historia, cultura y patrimonio religioso regional, este primer Obispo de Mendoza y Neuquén45, supo establecer vinculaciones que ayudaron a llevar adelante las iniciativas de promover las devociones históricas locales. El 13 de febrero de 193846, se realizó la bendición de la corona y la Coronación Arzobispal de la Virgen de la Carrodilla en el Calvario aledaño a su iglesia47: La imagen de la Virgen era llevada a hombros en medio de un respetuoso silencio de la gran multitud allí congregada. Las tropas rindieron los honores de práctica mientras se entonaban himnos religiosos48 (figura 3).


Figura 3: Fiesta de la Coronación de la Virgen de la Carrodilla (1938). Nota: En la foto: El Gobernador de la Provincia Dr. Guillermo Cano y el Arzobispo de Mendoza y Neuquén, Monseñor Aníbal Verdaguer, acompañados por Enrique Day, Silvestre Peña y Lillo y Frank Romero Day. Fuente: Diario Hoy, 21-02-2003.

Después de la procesión, el ingeniero Frank Romero Day, Ministro de Industrias y Obras Públicas del Gobernador Guillermo Cano (1935-38), leyó el decreto del Gobierno de la Provincia de Mendoza declarando Monumento Histórico a la Iglesia y al Calvario y otro decreto oficial nombrando a la Virgen Patrona de los Viñedos de la Provincia. A partir de 1940, la Virgen fue llevada a la Bendición de los Frutos en el Prado Gaucho del Parque General San Martín, celebración con la que comenzaban los actos vendimiales:

Desde su santuario de la Virgen de la Carrodilla, es traída una imagen de esta Patrona de los Viñedos, que acompañan en una procesión núcleos de trabajadores del agro mendocino, hasta el lugar en que se ha instalado el altar para la ceremonia litúrgica de la bendición de los frutos. Llegan las altas autoridades provinciales y los representantes del gobierno nacional. En un momento dado el maestro de ceremonias invita al gobernador de la provincia para que, mediante tres simbólicos golpes con una maza en la reja del arado, que estará ubicado al pie del altar, de la señal de la iniciación del gran acto. Se entona entonces el Himno Nacional y la Canción de la Vendimia49.

En esta primera ocasión, la Virgen llegó escoltada por gauchos sobre un carro tirado por bueyes. Fue la primera vez que lució el vestido de seda blanco y bordado con hilos de cobre que dibujaban pámpanos y uvas. En 1947, por Ley 1627, se incorporó la Virgen al protocolo oficial de la Fiesta de Vendimia50. En esa misma década Hilario Cuadros y Pablo Herrera compusieron la Canción Vendimial:

Virgen de la Carrodilla Patrona de los viñedos/ Esperanza de tus hijos/ Que han nacido junto al cerro/ Los que han hundido el arado/ Y han cultivado su suelo/ Te piden que los ampares/ Patrona de los viñedos./ En las viñas de mi tierra/ Hay un recuerdo querido/ En cada hilera un amor/ En cada surco un suspiro/ En cada hoja una esperanza/ Y la esperanza en racimos/ Virgen de la Carrodilla/ Es todo lo que pedimos./ Ten piedad de aquellos hijos/ Que le han clamado a tu cielo/ Haz que a ellos se les cumplan/ Sus más queridos anhelos/ Para ti van estos cantos/ Para ti van estos ruegos…/ Virgen de la Carrodilla,/ Patrona de los viñedos.

Los versos rescatan el sentir popular y recuerdan la costumbre de los bodegones. Los distintos recursos de la canción subrayan la pertenencia lugareña, la vinculación con los laboreos vitícolas y piden la protección celestial para los trabajadores del campo. En el imaginario provincial, esta canción-súplica no sólo remite a la Virgen sino, también, a la Fiesta de la Vendimia. Las imágenes visuales de la canción y la figura de la Virgen convergen y se unen de forma recurrente tanto en los actos oficiales como en los religiosos, al tiempo que es un tema significativo del folklore zonal (figura 4 y figura 5).


Figura 4: Estampa de la Virgen de la Carrodilla (1930)


Figura 5: Estampa de la Virgen de la Carrodilla (1950)

La estrategia institucional y religiosa de unir esta devoción a los festejos oficiales de la vendimia fue una manera de enraizar esta iniciativa coyuntural con el pasado cuyano y las prácticas populares. Ayudó a crear vínculos a la vez que una conciencia histórico-cultural en una provincia donde el aporte inmigratorio fue sensible. Como señala Ameigeiras haciendo referencia a las devociones marianas:

(…) la apelación a diferentes ritos y elementos simbólicos ha tendido tanto a generar sentimientos de pertenencia, que contribuyeran también a la “cohesión social” como elementos mítico-simbólicos en el espacio público que aportaran a la identificación y reconocimientos colectivos51.

La relación que se dio entre los distintos elementos y el hecho de que estos festejos se sostuvieron en el tiempo contribuyó a identificar a la Virgen de la Carrodilla con las prácticas vitivinícolas.
Si bien la devoción a la Virgen era cada vez mayor, con el tiempo el templo se fue deteriorando hasta que el Gobierno de la Provincia, respondiendo a un reclamo de la sociedad52, decidió en 194653 hacer una intervención que, por su magnitud y alcances, resultó una reforma. La iglesia original de lenguaje criollo-chileno, propio de la zona cuyana, se convirtió en el nuevo proyecto en un claro exponente de arquitectura de lenguaje colonial norteño54. Los siete altares de mampostería y las tres naves delimitadas por columnas de madera talladas y pintadas, al ser eliminadas, dieron lugar a un espacio unitario. El arquitecto Raúl Loewie Guevara55 proyectó un ábside abierto a la iglesia que se convirtió en el camarín de la Virgen. Este espacio permitió colocar a la imagen original sobre un carro de madera aludiendo a la iconografía estadillana, pero la tipología usada corresponde al carrito guanero utilizado en Cuyo para abonar las hileras o para recoger los sarmientos de la poda56. Detalle que se tuvo en cuenta para aunar las dos tradiciones en una iconografía que incluyó tanto el pasado español como su pertenencia local. En este sincretismo iconográfico se sumó el grano de uva, un elemento propio del laboreo de las viñas al igual que el tipo carro elegido.
La reforma, ambientación y revalorización de la Iglesia de la Virgen de la Carrodilla nació como la inquietud de una sociedad que se interesaba por rescatar y valorar su patrimonio. El terremoto de 1861, la llegada de los inmigrantes, el traslado de la ciudad y los cambios en la formas de producción, impulsaron en el sector conservador de la ciudad, una valoración de la historia local para conformar una identidad, que en ese momento, percibían que se desdibujaba.
El nacionalismo cultural, movimiento intelectual que nació en tiempos del Centenario y se afianzó en las décadas posteriores, buscó reforzar la idea de nación con una fuerte mirada hacia las culturas regionales. Los estudios que se inspiraron en este clima, hicieron que al interior del país, la literatura, las artes y la arquitectura se tiñeran de una mirada localista. Mendoza, al igual que otras provincias creó y promovió instituciones para dar lugar a las nuevas inquietudes. La Asociación de Damas Pro Gloria Mendocinas (1913), el Museo Provincial de Bellas Artes (1927), la Junta de Estudios Históricos de Mendoza (1934) y la fundación de la Universidad Nacional de Cuyo (1939) son algunos ejemplos de las iniciativas de una sociedad que buscaba definirse con respecto al pasado. En estos espacios tuvieron fuerte presencia figuras del partido conservador mendocino57. Cultura, iglesia y gobierno, se prestaban un mutuo respaldo a la hora de llevar adelante y concretar proyectos. Desde este lugar se debe entender el acto de provincializar y adjuntar la Virgen de la Carrodilla a los actos oficiales de la Fiesta de la Vendimia.
En la década de 1950 se encargó a un taller de Buenos Aires, una imagen más grande, de 150 cm, nombrada Virgen Peregrina de la Carrodilla (figura 6) para ser llevada a los actos vendimiales: Bendición de los Frutos, Vía Blanca, Carrusel Vendimial y Fiesta Central. Desde ese momento la Virgen también acompañó los festejos preliminares donde se eligen las candidatas departamentales. En este recorrido la Virgen, abandona el espacio sacro de la iglesia y se traslada a un espacio secular, sin embargo, permitió ampliar los espacios devocionales al interior de la provincia y vinculó el culto a pobladores rurales y colectividades de migrantes. Éste proceso de apertura creó y recrea una memoria colectiva que aúna territorio y comunidad, donde la constitución peregrina reforzó lazos de pertenencia, logrando distintas escalas, primero lugareña y después provincial. En este caso particular, al organizarse conjuntamente la visita entre las municipalidades y la parroquia, la región devocional concuerda con el ámbito político de la provincia.


Figura 6: Virgen de la Carrodilla. Fuente: foto Ricardo Cubisino

Es muy difícil marcar los límites entre lo público y lo religioso. La trama, desde el acto de coronación a la actualidad, se va entrelazando en espacios y tiempos compartidos, donde se une fervor popular, devoción religiosa, sentido festivo y sentimiento identitario. A la imagen de la Virgen de la Carrodilla se la encuentra en lugares públicos como el Instituto Nacional de Vitivinicultura, también en bodegas tradicionales como Bodega La Rural en Maipú o Bodega La Anunciada en Lujan de Cuyo; en tanto, desde ámbito religioso, se conformó en un símbolo identificatorio, convirtiéndose su imagen tallada, pintada o modelada en embajadora de la Diócesis58.
La modernización de la agroindustria vitivinícola que se impuso a partir de los años noventa del siglo pasado, habilitó zonas vitícolas antes impensadas. Las nuevas bodegas y las antiguas firmas, que se adscribieron a este modelo productivo, se orientaron a vinos varietales de calidad y sumaron propuestas de turismo enológico y cultural que subrayaron la marca territorial. Algunos de estos emprendimientos también incorporaron la imagen de esta devoción en sus montajes artísticos y arquitectónicos como una manera de enraizarse a la tradición provincial y a la cultura del vino, para mostrarse al mundo como parte de la historia local.

DEL RELATO AL MURAL. LA HISTORIA PINTADA

Con la intención de reafirmar la iconografía vendimial de la Virgen, en 1960 se le encargó al artista italiano Salvino Spinnato59 pintar unos murales en la iglesia de la Carrodilla. Entonces el ábside fue decorado con una pintura al silicato, donde los viñedos mueren al pie del Cordón del Plata, enmarcando a la talla en un paisaje de tono local al tiempo que otros elementos aluden a su historia.
Es un mural compuesto que se lee interrelacionando las imágenes de dos módulos arquitectónicos sucesivos: la pared del transepto donde se encuentra la arcada que abre hacia el presbiterio y el muro semiesférico del ábside que delimita este espacio. El artista sumó a esta composición un tercer elemento: la imagen original de la Virgen sobre un carro. De esta manera se entrelaza arquitectura, pintura parietal y la talla del siglo XVIII para representar una historia de tiempos y espacios distintos. Es una resolución propia de los años sesenta, donde se buscaba la articulación de las artes, que proponía la integración del proyecto arquitectónico con obras artísticas como murales y elementos escultóricos en la búsqueda de una lógica espacial60.

Hay tres planos de lectura que se leen de atrás hacia adelante: la pared del ábside, la zona superior del muro del transepto y los dos lados de la arcada de este mismo plano (figura 7). Como se dijo, el ábside es a la vez el camarín de la Virgen en un espacio abierto y elevado que balconea hacia el presbiterio. En este punto, la pintura mural cubre la pared semicircular, donde el artista pintó unos viñedos que se desdibujan al llegar al pie del Cordón del Plata, logrando un singular efecto de profundidad. En el otro plano, la parte superior de la pared del presbiterio, se presenta el espacio celestial. En una imagen epifánica, dos ángeles suspendidos sostienen la diadema, aludiendo al acto de coronación que realizó Monseñor Verdaguer en 1938. Visualmente para el espectador, la talla de la Virgen en esta escena, se encuentra bajo los ángeles. De esta manera, por un efecto óptico, el muro del transepto se interrelaciona con la talla que está en el ábside, al tiempo que simbólicamente se une cielo y tierra en el acto de la unción. En la zona inferior del muro, a cada lado de la arcada, se arrodillan vendimiadores y pobladores urbanos pidiendo a la Virgen que los ampare, como se menciona en la canción vendimial. El mural de la derecha muestra un grupo de cosechadores que ofrecen los racimos de uva a la Virgen. Conforman una escena campesina, donde se los reconoce por sus canastos y canecas de mimbre al hombro, las mujeres con sus pañuelos y los hombres con chupallas (figura 8). En el lado izquierdo, dos pequeños le llevan flores a la Virgen, la niña con mantilla de misa y el varón porta un cirio. Los dos vestidos con ropas típicamente ciudadana. Los otros personajes parecen representar cada uno un momento histórico diferente: en las mujeres se reconocen pañuelos, mantones y mantillas; en los varones ropas de distinta época. Una manera de recorrer los distintos tiempos de la devoción (figura 9).


Figura 7: Salvino Spinnato, mural Coronación de la Virgen de la Carrodilla, 196061


Figura 8: Detalle del mural Coronación de la Virgen de la Carrodilla. Fuente: foto Daniel Grilli.


Figura 9: Detalle del mural Coronación de la Virgen de la Carrodilla. Fuente: foto Daniel Grilli.

Se presenta una relación dialéctica entre el mural compuesto y la iconografía de la Virgen: la obra pictórica se complementa con el carro y la talla de la Virgen; así como el horizonte de viñedos y las cumbres del Plata pasan a formar parte en el imaginario mendocino de la representación de esta advocación. De esta manera el mural materializa un relato simbólico que proporciona identidad y vincula con las prácticas antiguas y modernas, donde está señalada la geografía y representados los actores sociales. Se impone pensarlo como una obra donde la intertextualidad permite articular las relaciones entre la oralidad, la escritura, la plástica y el rito o la fiesta. Son elementos que están presentes en el cruce de la pintura con el canto folklórico, la tradición local y los festejos vendimiales. La historia y la tradición oral quedaron plasmadas en el relato plástico, al igual que la actual iconografía de la Virgen de la Carrodilla, estampado su vestido con vides y sosteniendo un grano de uva en la mano. Salvino Spinnato supo rescatar y subrayar la significación local de la devoción a la Virgen de los vendimiadores y su vinculación con la tradición mendocina.
La Virgen de la Carrodilla se convirtió en el cruce entre la devoción popular y la utilización oficial de su imagen en una representación social de la Mendoza vitivinícola.

A MODO DE CONCLUSIÓN

La Virgen de la Carrodilla comenzó como una práctica devocional familiar y luego zonal. A partir de la coronación y participación en el protocolo oficial del Fiesta de la Vendimia, su imagen quedó vinculada a la cultura local del vino. El peregrinaje de la imagen y su presencia en las fiestas departamentales refuerza la territorialidad, al tiempo que construye una frontera que se circunscribe a la provincia.
La resignificación que adquirió esta devoción desde sus orígenes estadillanos, donde cuidaba al pueblo de las inclemencias de la naturaleza, hasta su llegada a Cuyo, donde fue venerada primero por los vecinos rurales, para convertirse finalmente en la Patrona de los Viñedos, replica la historia vitícola de la provincia. Su vinculación con la sociedad está atravesada de momentos significativos que favorecieron su presencia en los tiempos de fiesta. En el cruce singular del abandono de prácticas populares como fueron los bodegones, con los tiempos de revalorización de las costumbres lugareñas que se dio en las décadas del 30-40, surge una mirada que focaliza en las tradiciones vigentes del momento y encuentra en las prácticas culturales que se daban alrededor de la Carrodilla un lugar para subrayar lo peculiar de la cultura mendocina. Lo tradicional se cruza con los emprendimientos gubernamentales que buscan imponer una imagen turística y vitícola de Mendoza. En efecto, la iniciativa del gobierno demócrata de vincularla a los festejos vendímiales fue en su momento un reconocimiento de la religiosidad popular en torno a su devoción y una manera de integrar prácticas tradicionales. Esta oficialización y, por tanto, legitimación de la fiesta constituyó una estrategia pensada para potenciar el turismo y la vitivinicultura. Estas circunstancias impusieron un deslizamiento de las prácticas devocionales, desde un lugar sacro, la original capilla de los Solanilla, a un espacio de celebración en una fiesta vendimial que organizaban el gobierno provincial y las municipalidades. En esta apropiación se intentó articular lo culto y lo popular, como una manera de instrumentar la búsqueda de la memoria y la identidad.
En esa trama epocal, Monseñor Verdaguer la nombró Virgen Celestial de los Viñedos, y desde el ámbito oficial la proclamaron Virgen Protectora de los Viñedos; al tiempo que desde el quehacer musical se compuso la canción vendimial pidiendo su amparo y por su vestido trepan vides y racimos de uvas. De este modo, la devoción a la Virgen de la Carrodilla quedó fuertemente entrelazada con la historia mendocina, formando parte de su patrimonio tangible e intangible y fue un vector ineludible para una construcción identitaria en los distintos lugares de la sociedad y del tiempo. Sentires o vivencias que la Fiesta de la Vendimia recrea anualmente.
La zona de contacto entre lo culto y lo popular, ese espacio de encuentro, se traslada en dos tiempos históricos. El primero es la llegada de la devoción a un oratorio particular y la adopción por parte de los pobladores de la zona de una advocación que se conformó con el tiempo en la Esperanza de tus hijos / Que han nacido junto al cerro /. El segundo es partir de la incorporación de la Virgen al protocolo oficial de la fiesta. Los sectores empresariales y gobernantes buscaron aunar tradición y modernidad para rescatar y conformar una historia, al tiempo que favorecían intereses provinciales. Así, una devoción lugareña alcanzó un nivel provincial. El carácter peregrino de la Virgen y la popularización de la canción-plegarias de Hilario Cuadros medió para que la imagen se conformara en una representación social que identifica el nous mendocino, especialmente en tiempo de vendimia.
Con relación a lo iconográfico la contribución repasa la evolución de la imagen de la Virgen de la Carrodilla desde su primera representación española, una imagen de bulto sentada sobre un carro, pasando luego a la imagen de vestir con una uva en la mano, que Solanilla trae a Mendoza a fines del siglo XVIII, hasta el año1940, cuando se suman adornos de uvas tintas y parras a su vestido. Finalmente, los viñedos del mural pintado por Spinnato colocan a la Virgen en un camarín único, que obliga a pensarla siempre en ese paisaje mendocino como un atributo más de su representación.

Queda pendiente repasar las diferentes interpretaciones plásticas de la Virgen de la Carrodilla en el tiempo. Cómo ha sido pensada por los distintos artistas que trabajaron sobre ella impone repasar el mencionado mural y otros trabajos, las distintas imágenes del bulto, obras en lienzo, trabajos cincelados y otras imágenes realizadas en cerámica. Su iconografía mantiene las características adquiridas en 1940, pero el entorno es distinto. Las nociones de fiestas, patrimonio cultural y relaciones históricas permiten estudiar estas representaciones desde otras perspectivas, lo que abre la posibilidad de futuras investigaciones.

 

NOTAS

1 Virgen de la Carrodilla, letra de Hilario Cuadros y música de Pablo Herrera. Es una canción vendimial compuesta en la década de 1940.

2 La Provincia de Mendoza está dividida políticamente en 18 Departamentos que equivalen a municipios.

3 Un avance de este estudio se presentó como ponencia en las IX Jornadas de Historia de la Iglesia en la Argentina, CABA 1916, con el nombre Nuestra Señora de la Carrodilla, de España a Mendoza, de los Carboneros a los Vendimiadores.

4 El concepto de representaciones sociales nace de la psicología social en los años sesenta con autores como Moscovici y Jodelet. Roger Chartier, en El mundo como representación,propone un cruce entre antropología cultural, historia y sociología. Respecto de la comprensión de las representaciones colectivas, este autor se focaliza en la producción, circulación y recepción de las obras que refieren (…) los modos de articulación entre las obras o las prácticas y el mundo social, sensibles a la vez a la pluralidad de divergencias que atraviesa una sociedad y a la diversidad de empleos de materiales o códigos compartidos (Chartier, 1995: 50). El impacto de las representaciones sociales en el ámbito social y religioso lo definen Nicoletti y Barelli como aquellos elementos activos que señalan sus rumbos, por la manera en la que distribuyen sus fuerzas; y la forma en cómo la sociedad local percibe las situaciones y actúa dentro de ellas. Son en definitiva, imágenes mentales del mundo compartidas por un colectivo que se constituye como marco de referencia para las representaciones individuales, cuya circulación es permanentemente retroalimentada desde el discurso de los sujetos sociales en sus contextos históricos e institucionales (Nicoletti y Barelli, 2014: 118).

5 Stata, del verbo sto significa permanecer, estar fijo en un lugar. Stata es el participio pasado pasivo que se traduce como establecida. El nombre actual Estadilla ha invertido los términos, colocando el participio primero estada y la terminación de villa.

6 Chazal Playan,2013:26-27.

7 Cibeles etimológicamente es la diosa de las cavernas, personifica la Tierra en su estado primigenio y se la adoraba en las cumbres de las montañas. Cfr. Guirand, 1960: 215.

8 Cfr. Grimal, 2008: 100.

9 La presencia del culto a la diosa madre Cibeles en Hispania queda demostrado por las numerosas citas epigráficas que sobre esta deidad se han encontrado. Cfr. Munilla Cabrillana, 1979: 277-286.

10 El tympano o pandero aludía a las fiestas que se celebraban y la cornucopia es característica de las diosas madres de la naturaleza proveedora de las cosechas.

11 A veces se trata de imitaciones de estatuas más antiguas, lo cual, es perfectamente normal, dado que muchas de esas estatuas culturales son de madera (…) Cabe preguntarse porque esas estatuas, más que otras, fueron seleccionadas por la devoción del pueblo con vistas a un culto religioso que en ciertos casos tuvo un éxito duradero entre multitudes (…) La causa habría que buscarla por otro lado, en relación a los usos inmemoriales que, en los medios rurales, se transferían a esas estatuas (…)Todas estas estatuas, o casi todas, se atienen a la misma fórmula iconográfica: se ve a la Virgen (generalmente con el Niño) en actitud estrictamente frontal y rígida, sentada en un trono.Grabar, 1985: 201-202.

12 Grabar reconoce dos categorías: obras maestras e iconografías populares en las estatuas de vírgenes y santos medievales, reconociéndose en ellas distintas vías de creación y diferente público a las que están dirigidas. Cfr. Ibídem: 197.

13 Chazal Playan, 2013: 41.

14 Honorio Velasco hace referencia a estas leyendas-historia y considera: un comportamiento metonímico que no sólo convierte a la imagen en sujeto de actividad, sino que se la involucra en un circuito de reciprocidades Hay sobradas razones para considerar que estas historias-leyendas pueden haber alcanzado una gran popularidad, pueden haber sido trasmitidas por oralidad, pero en todo caso fueron igualmente literarias, es decir insertas y trasmitidas por tradición escrita y aún más sujetas a una cierta racionalidad ilustrada. Velasco, 1990: 90.

15 Chazal Playan, 2013: 27.

16 María amamantando representa a la Virgen como cabeza mística de la Iglesia y madre de todos los cristianos y como tal los amamanta. Esta iconografía se relaciona con la costumbre de la Iglesia primitiva de dar a beber a los neófitos leche con miel como alegoría del nuevo nacimiento. Cfr. Rodríguez Peinado, 2013.

17 Libro: símbolo de la sabiduría, del conocimiento, y también alegoría de la totalidad del universo. En ocasiones se encuentra también la representación de un Liber Mundi que contiene escrita la totalidad de las leyes de que se sirvió la inteligencia divina para crear el mundo. Murga, 1983: 136.

18 Las imágenes fueron consultadas en archivos personales (Elena Chazal y Ricardo Cubisino). Las fotografías de la Virgen de la Carrodilla del Santuario estadillano, anteriores a 1936 no están datadas pero se infiere que son del siglo XX.

19 Chazal Playan, 2013: 40

20 Heraclio Astudillo, Los fósiles ibéricos y el santoral católico en la religiosidad popular de España y Portugal, citado en Chazal Playan, 2013: 114.

21 Es una antigua tradición: después de la misa del primer domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, se organiza un almuerzo comunitario. Allí se bendicen los canastos con judías y después se sirve un guiso a base de bacalao, judías y otras verduras. Esto se realiza para recordar las comidas de caridad. El santuario de la Carrodilla en 1863 por la desamortización del ministro Mendizábal dejó de pertenecer a las manos muertas, el clero, y pasó a manos privadas que siguieron manteniendo el culto y esta tradición.

22 En el siglo XII y XIV se la mencionaba como Virgen de la Carrocilla, pero a partir del siglo XVII ya se la nombra como Virgen de la Carrodilla. Esto desdice lo sostenido por Juan Isidro Maza: (…) Antonio Solanilla, quien desde Aragón (España), que era su tierra natal, había traído una imagen venerada allá con el nombre Nuestra Señora de la Carrocilla; pero al ser entronizada en la capilla mencionada, por costumbre lugareña se le dio el nombre de Nuestra Señora de la Carrodilla. Maza, 1990: 41. La tradición popular cuyana adjudica el cambio de vocablo a la dificultad que tenían los cotudos para hablar: coto: turgencia, tumor provocado por el bocio (hipertrofia de la tiroides) (…) cotudo: el que padece coto (…) El bocio era endémico en Mendoza (…) Viene del quichua, KCOTO, KOTO, QOTO; a veces también aplicado a buche (…).Rogé, 2000: 128.

23 Cfr. Villalonga, 1943.

24 Antonio Solanilla contrajo matrimonio con Mercedes Estrella el 8 de agosto de 1781. Fotocopia del Acta de matrimonio en Archivo Familia Solanilla.

25 Autorización para construir la iglesia: Por cuanto D. Manuel Tomás Pleytel de la ciudad de Mendoza se ha presentado ante Nos, solicitando con vivo aínco (sic) promover el culto Divino con la construcción de una Capilla pública a expensas de su fortuna en el barrio denominado de las Solanillas (sic), en el departamento de Luján perteneciente a la Parroquia de San Vicente; en cuyo Santuario al mismo tiempo se puedan tributar al Ser Supremo su debido homenaje en honor y devoción de Nuestra Madre y Señora María santísima bajo la advocación de la Carrodilla (…) Dado en Nuestro palacio Episcopal de San Juan a 28 de Fev° (sic) de 1845. En Archivo Diocesano de Mendoza (en adelante ADM), Sección Histórica, Nuestra Señora de la Carrodilla.

26 En esa fecha se pide permiso para la bendición oficial del Templo. ADM, Sección Histórica, Nuestra Señora de la Carrodilla.

27 En 1786 se crea la viceparroquia de San Vicente, (actual Parroquia de San Vicente Ferrer en el departamento de Godoy Cruz) dentro de su jurisdicción se mencionaba la capilla La Estrella o De Estrella como se la nombraba entonces. ADM, Sección Histórica, Nuestra Señora de la Carrodilla.

28 Verdaguer, 1932, Tomo II: 129.

29 (…) quien trajo de su patria una imagen de la Santísima Virgen de dicho título, facsímil de la que desde el siglo XIII se venera en Aragón en su santuario de la villa de Estadilla. Ibídem.

30 Imagen de la Virgen de la Carrodilla: época colonial, Virgen con Niño. Virgen: madera, 98 cm. Imagen de vestir, ojos de vidrio color celeste, pelo natural. Encarne rosado repintado. Lleva el Niño en el brazo derecho y en la mano izquierda un grano de uva. El Niño, de bulto o talla completa, contemporáneo a la talla de la Virgen. Es de vestir, ya que está desnudo. Se ataba por medio de una cinta al brazo derecho de la Virgen. Lleva una corona y un cetro de oro donado en 1938.

31 Gentileza de Elena Chazal.

32 Cuenta la tradición oral de la familia Solanilla que la imagen de la Virgen de la Carrodilla con el Niño en brazos fue traída desde España. (Entrevista realizada a María Elena Solanilla por la profesora María Pannunzio)

33 Se venera en esta iglesia, cuyas construcciones de “adobón” se mantienen firmes desde su erección en 1815, la Imagen de la Virgen de la Carrodilla, patrona de los Viñedos, traída de Aragón por el español don Antonio Solanilla fundador del Oratorio que existió, allá por el año 1778 y que sirviera de base a esta Iglesia. La imagen es reproducción fiel como reza en actas “de la aparecida” según la Leyenda religiosa, en las montañas de Estadilla (Aragón-España) siglo XIII. Godoy, 1939: 315.

34 Inventario de la Iglesia de la Carrodilla, 1949. ADM, Sección Histórica, Nuestra Señora de la Carrodilla.

35 Fueron declarados por Decreto N°54 del Gobierno de Mendoza, 9-3-1938, Art 5° “Monumento Histórico”. Luego por Ley 1627, 06-03-1947. Boletín Oficial 12670 – 25-04-47 “Monumento Histórico Provincial”. En 1975 fue declarado Lugar Histórico Nacional por Decreto Nacional N° 368/75 Boletín Oficial de la Provincia de Mendoza (en adelante BO), 10-3-75.

36 Cfr. Bórmida y Dabul, 1989-90.

37 Este Plano Topográfico fue levantado a requerimiento del Obispo de la Diócesis de Santiago de Chile, Francisco José de Marán y se encuentra en el Archivo General de la Nación. Ponte, 2008: 105.

38 Fogelman, 2006: 185.

39 Los bodegones eran fiestas populares, comunes entre 1880 y 1920, en los espacios rurales y plazas de la ciudad donde se levantaban renramadas  para el despacho de bebidas y comidas. Se celebraba la esquila, la yerra, los tiempos de pariciones, las fiestas de las brevas y las sandías y también las vendimias. Las comidas típicas cuyanas (locro, cazuela, empanadas y pasteles) se acompañaban de sangría y vino tinto. Las tonadas, cuecas,  gatos y habaneras  animaban el clima festivo, al igual que los payadores y los aros entre el copeo. La jarana se alargaba hasta la madrugada. Con la llegada del siglo XX, estas prácticas festivas populares se fueron perdiendo. Pacheco, 2003: 125-127.

40 Cfr. Pacheco, 2003: 125-138.

41 Cirvini y Manzini (2012: 103) Identifican tres etapas de la vitivinicultura: Protoindustrial desde el siglo XVI hasta 1885, la Industrialización y primera modernización desde 1885 hasta 1970 y por último Crisis y segunda modernización 1970 a la actualidad.

42 Decreto 87, Marzo de 1936 sobre la Fiesta de la Vendimia: Que la música y canto apropiados, son el complemento indispensable de todas las fiestas y el medio seguro para penetrar en las raíces del alma popular. Que la institución de una festividad así, es indudable que contribuiría a acrecentar la corriente de turismo hacia la Provincia, con evidente beneficio para el fomento del consumo de la uva, el vino y otros productos regionales

43 La tradición provincial en creación conjuga y conceptualiza imágenes simbólicas de estas festividades, tomando los elementos contemporáneos europeos de una fiesta de origen mucho más antigua. Desde la mitología griega se da cuenta de las fiestas en honor a Dionisio, Dios del Vino. Belej, 2005: 50.

44 Decreto N°54 del Gobierno de Mendoza, 9 de febrero de 1938. El Poder Civil adhiere a los actos resueltos en homenaje a la Virgen de la Carrodilla, Patrona Celestial de los Viñedos de Mendoza.

45 Fue el primer Obispo de Mendoza y Neuquén (1935-1940). Perteneciente a una antigua familia cuyana, Verdaguer fue un estudioso de la historia religiosa local y su patrimonio. Realizó sus estudios en Gerona; se ordenó sacerdote en 1901, en 1931 fue director del Seminario de San Juan y Obispo de Mendoza y Neuquén desde 1935 hasta 1940. Se destacó como investigador publicando entre otras obras Historia Eclesiástica de Cuyo (1930) e Historia de Mendoza (1935).

46 Actualmente en la Iglesia de la Carrodilla se sigue celebrando el 13 de Febrero la festividad de la Virgen, recordando el día de su coronación.

47 La corona se encargó a la Joyería Kleymont, ubicada en ese momento en la calle Lavalle 72 de la ciudad de Mendoza. Bernardo Kletechme, un orfebre alemán, realizó en 1938 la corona de oro para la Virgen y el cetro del Niño Dios. En la década del cuarenta se le hizo también una corona al Niño Dios en remplazo de las potencias de plata. Actualmente están resguardadas y sólo se usan para celebraciones oficiales. En 1970 fue robada la réplica hecha de bronce, lo mismo sucedió en 2013. En 2014 Ricardo Cubisino y Antonio Llanos realizaron las coronas nuevas de bronce semejante a las anteriores y con el escudo de la provincia. Datos obtenidos en la entrevista a Ricardo Cubisino. artista plástico especialista en imágenes religiosas (2016).

48 Se procedió ayer a la coronación de la Virgen de la Carrodilla, declarada Patrona de los Viñedos. Diario Los Andes, 14-02-1938.

49 Colluccioni, 1948, s/p.

50 Ley 1627, 06-03-1947. BO 25-04-47. Declara Art. 1: Monumento Histórico de la Provincia la Iglesia, el Calvario y los edificios adyacentes. Art. 2: Autoriza la reconstrucción de la Iglesia. Art. 3: Faculta la expropiación de los terrenos aledaños. Art. 4: Faculta designar una comisión “Pro-Restauración del Santuario y Calvario Aledaño, Art. 5: En los actos oficiales de la Fiesta de la Vendimia deberá incluirse la pertinente celebración de la Virgen de la Carrodilla. Instituía Patrona de los Viñedos. Art. 6: Refiere de dónde se obtendrán los fondos.
El 3 de enero de 2006 por Ley 7484, BO 17-02-06 Se designa en el Art. 1: la advocación de “Patrona de los Viñedos de la Provincia” a la denominada Virgen de la Carrodilla. Art. 2: Adóptese a la obra musical “Virgen de la Carrodilla”, autoría de Hilario Cuadros, como canción dedicada a la advocación del Art. 1°.

51 Ameigeiras, 2014: 181.

52 Diario Los Andes, 9-8-1944: Deben ser restauradas, para evitar su destrucción la iglesia parroquial y el calvario de la Carrodilla; 3-5-1946: Obra de valor histórico es la restauración del Calvario y de la Iglesia de la Carrodilla.

53 La formación de una comisión: Pro restauración de la Iglesia de la Carrodilla y el Calvario. La comisión se nombra por Decreto 1094-E-1947 – Ley 1627. – art 4.

54 Las acciones más importantes fueron el reemplazo de la torre original por otra, también de dos cuerpos, pero con ventanas cuadradas en el primer módulo y de medio punto en el segundo; con grandes pilastras a modo de contrafuertes en las esquinas y una bóveda en semiesférica como remate. Se edificó un salón parroquial en el costado Oeste pero por razones acústicas fue transformado en museo. Para proteger las puertas de entrada, se prolongó el techo, formando un alero que apoya sobre las crujías o muros laterales del templo, éstos avanzan en línea perpendicular con respecto al muro de la fachada principal, otorgándole plasticidad al conjunto.
Se eliminaron las cabreadas del techo, que fueron reemplazadas por una estructura de hormigón armado. Las vigas se recubrieron con madera y se conservaron los muros originales, construidos en adobe. También, se abrieron nuevas ventanas y dos arcos de medio punto próximos a la cabecera de la iglesia, que al comunicar la nave con dos capillas laterales, configuran un crucero. De esta manera la planta basilical deviene en planta de cruz latina. El coro de madera se reemplazó por uno de ladrillo y su escalera externa fue suprimida, accediéndose al mismo por el campanario.

55 Raúl Loewie Guevara se graduó en la UBA, entre sus obras tenemos el Seminario Arquidiosesano en Lunlunta (1946), el actual Consulado de España en Mendoza y la Iglesia de Cruz de Piedra en Maipú (1946).

56 Dato obtenido en la entrevista al Ing. Mario Day Corominas, especialista en costumbres y folklore cuyano (2017).

57 El partido Demócrata Nacional de Mendoza, gobernó la provincia desde 1930 hasta 1943.

58 Conviene recordar como ejemplo de esta costumbre, que a los Obispos visitantes, en el Congreso Mariano Nacional de 1982, se le regalaron más de trecientas imágenes de la Virgen de la Carrodilla realizadas por el taller de cerámica de Nenacha Peña y Lillo.

59 Pintor, muralista, arquitecto, grabador y escultor. Nació en Ventimiglia, Palermo, Italia, el 7 de diciembre de 1910. Estudió en la Facultad de Arquitectura de Roma. A partir de 1948 se radicó en nuestro país donde realizó numerosos trabajos murales, proyectos arquitectónicos y escribió sobre pintura mural.

60 (...) debía destruir (...) los bordes entre las expresiones artísticas, llevando hacia la “conciliación” de las artes: a la fusión de la pintura y la escultura con la arquitectura, e incluso, (...) con todas las prácticas de construcción del entorno humano. Liernur, 2005: 276.

61 http://mapio.net/pic/p-107038506/

FUENTES

1. Archivo Diocesano de Mendoza - Archivo Histórico- Carpeta Iglesia Nuestra Señora de la Carrodilla (ADM)        [ Links ]

2. Archivo Familia Solanilla        [ Links ]

3. Archivo Personal: Ricardo Cubisino        [ Links ]

4. Archivo Personal: Elena Chazal        [ Links ]

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9. Entrevista a Elena Chazal, realizada por Pilar Dussel, 2016.         [ Links ]

10. Entrevista a Ricardo Cubisino realizada por Pilar Dussel, Mendoza, 2016.         [ Links ]

11. Entrevista a Mario Day Corominas realizada por Pilar Dussel, Mendoza, 2017.         [ Links ]

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