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Revista de historia americana y argentina

versión impresa ISSN 2314-1549versión On-line ISSN 2314-1549

Rev. hist. am. argent. vol.54 no.2 Mendoza jun. 2019

 

ARTÍCULOS LIBRES DE HISTORIA AMERICANA Y ARGENTINA

LA INTERVENCIÓN COMO ESTRATEGIA PARA LA UNIDAD DEL PROLETARIADO: Los anarquistas del Partido Liberal Mexicano

THE INTERVENTION AS A STRATEGY FOR THE UNIT OF THE PROLETARIAT: The Anarchists of the Mexican Liberal Party

 

Marco Antonio Samaniego López

Instituto de Investigaciones Históricas. Universidad Autónoma de Baja California. Baja California, México. marcoantoniosamaniego@uabc.edu.mx

 

Recibido: 14-03-2008
Aceptado: 28-02-2019


RESUMEN

Los anarquistas del PLM considerabanla invasión extranjera como parte de una estrategia paragenerar la revolución mundial. Desde sus escritos afirmaron que la expropiación de la tierray de los medios de producción se realizaba siguiendo los preceptos del manifiesto del 23 de septiembre de 1911. Contrario auna historiografía que los ubica como precursores de la revolución mexicana, se pone en evidencia que esta es una construcción posterior, dado que la verdadera intención era generar un movimiento internacional quetuviera como finla destrucción del capitalismo. El artículo explica en esta dinámica la actuación, relaciones y discursividad de un grupo de anarquistas que en sus escritos dejaron claro su pretensión: un mundo sin clases, sin autoridad, sin leyes ni gobierno.

Palabras clave: Invasión; Anarquismo; Frontera; Revolución mundial; Revolución mexicana.

ABSTRACT

The anarchists of the PLM considered the foreign invasion as part of a strategy to generate the world revolution. From their writings they affirmed that the expropriation of the land and of the means of production was carried out following the precepts of the manifesto of September 23, 1911. Contrary to a historiography that places them as forerunners of the Mexican Revolution; it becomes evident that this is a later construction, given that the real intention was to generate an international movement that aimed at the destruction of capitalism. The article explains in this dynamic the performance, relationships and discursivity of a group of anarchists who in their writings made clear their pretension: a world without classes, without authority, without laws or government.

Key words: Invasion; Anarchism; Border; World revolution; Mexican revolution.


 

(…) pero las potencias europeas, cuyos súbditos están siendo despojados de las riquezas que pudieron
amasar explotando al proletariado mexicano, ejercerán tal presión sobre el Gobierno americano,
que al fin la intervención será un hecho, aunque no efectuada por los Estados Unidos solamente,
pues no cuenta esta nación con recursos suficientes para llevar a cabo una obra de esa naturaleza,
sino por la acción combina de todas las potencias; pero entonces, la Revolución Social estallará en Europa;
el proletariado europeo se levantará indignado contra sus gobiernos y el mundo entero será una sola lumbre,
recorriendo por primera vez, con el orgullo de ser pisado por hombres, la órbita por la que por siglos
y siglos arrastrara solamente una humanidad sumisa y vil
.

Ricardo Flores Magón, 17 de febrero de 1912

El presente escrito plantea que para entender los objetivos revolucionarios de los anarquistas del Partido Liberal Mexicano (PLM) es necesario poner de relieve sus pretensiones de incitar a la revolución mundial. A través de las páginas de Regeneración el PLM enfatizó que la intervención extranjera ―encabezada por Estados Unidos― era inminente. El fin era llamar al proletariado internacional y en especial los trabajadores estadounidenses para que, unidos los pueblos de México y Estados Unidos, destruyeran al capitalismo. La propaganda anarquista esperaba el apoyo de los proletarios del mundo, quienes se sumarían a la avanzada emprendida por los mexicanos. Por ello el periódico Regeneración, se convirtió entre 1910 y 1918 en un órgano de divulgación y llamado constante.

Como parte de la estrategia propagandística de los ácratas del PLM era necesario el arribo inmediato de estos hombres y mujeres conscientes a fin de evitar que la intervención de gobiernos capitalistas extranjeros acabara con los logros mexicanos de expropiación de la tierra y el trabajo común, aun cuando estas acciones no se hubieran logrado realizar del todo en el país.

Hay una línea historiográfica que ubica como líder a Ricardo Flores Magón y deja de lado el contexto del anarquismo de fines del siglo XIX y principios del XX. De acuerdo con ésta, se ha construido una memoria oficial en la que los miembros anarquistas del PLM, enemigos del Estado, han sido ubicados como sus constructores al señalarlos como aquellos que sentaron las bases de las reformas plasmadas en la Constitución de 19171.

Cuestionamos, ¿por qué un colectivo que luchó en contra del Estado ha sido colocado como parte del fundamento de éste?; ¿cómo se construyó esta memoria colectiva sobre un grupo de anarquistas que fue transformado a nacionalista y reformista? Ante ello consideramos que es pertinente explicar el proceso de construcción de una memoria en la cual los objetivos de un conjunto de hombres y mujeres quedaron relegados ante la potencia de un Estado posrevolucionario que logró cooptarlos y presentar a uno de ellos como el precursor de una revolución que tomó el sentido opuesto al pretendido por los anarquistas2.

Los estudios sobre memoria e historia y la historia de la memoria han encontrado un referente en la obra de Maurice Halbawchs (1925), quien ha planteado el estatuto colectivo de la memoria al negar su individualidad en favor de una producción espacial y temporalmente situada que, en referentes sociales específicos, otorga un sentido a las experiencias de un grupo.

Halbawchs indicó que el pasado no podía ser recordado a voluntad ya que su evocación implicaba procesos de selección a partir de los intereses y valores del presente3. Los estudios sobre memoria colectiva tomaron especial relevancia dentro de la escuela de los Annales con March Bloch, quien cuestionó por un lado a Halbawchs al mismo tiempo que utilizó varias de sus premisas para analizar los mecanismos de transmisión de la memoria. Para los efectos de este escrito, nos resulta de particular relevancia que el anarquismo como forma de pensamiento que se fija en contraposición a la constitución de estados nacionales es una ideología opuesta a la tendencia historiográfica que se constituyó a partir de un dogma oficial: el nacionalista precursor de la Revolución Mexicana fue Ricardo Flores Magón.

Francois Hartog (2007) ha propuesto el concepto régimen de historicidad para explicar la relación entre pasado, presente y futuro. En esta relación la memoria social es creada por la acción del historiador. El presente logra dominar el pasado para encontrar relaciones que son consideradas dadas, en las que se deja de cuestionar. Como apunta citando a Braudel, existen inercias, disciplinas, rutinas, peso de las instituciones4. El orden del tiempo generado por la Revolución Mexicana en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y como parte de las disputas por varios actores para resignificar el pasado fue construyendo una interpretación sobre la actuación del PLM y Ricardo Flores Magón que no se corresponde con las acciones de los anarquistas. Ellos querían una revolución en México para ejemplo de los trabajadores del mundo a través de las expropiaciones realizadas y lograr llevarla a todo el orbe. Ubicarlos como precursores de la Revolución Mexicana fue un acto presentista que modificó el sentido de la actividad del grupo de ácratas que aquí tratamos.

La declaratoria de Ricardo Flores Magón como el precursor de la Revolución Mexicana, como su ideólogo, ocurrió sobre todo a partir de la sanción oficial de 1944, cuando fue reconocido para que sus restos descansaran en la Rotonda de los Hombres Ilustres. En el dictamen correspondiente se asentó:  

Para fundamentar este dictamen, ya que no sería posible ni prudente analizar en toda su magnitud la obra eminentemente patriótica de Ricardo Flores Magón, precisa señalar que merece el bien de la patria y de la revolución no  sólo porque es uno de los más viejos precursores, quizás el primero, ni tampoco por  las persecuciones, destierros, vejaciones, miserias y enfermedades que sufrió, sino porque desde 1906 en que elaboró el Programa del Partido Liberal Mexicano tuvo en cuenta los aspectos económicos del país y sostuvo como principio básico de la revolución la emancipación  del obrero y del campesino, la restitución de la tierra y la libertad política5.

De esta forma, en momentos críticos para el Estado mexicano Ricardo Flores Magón fue ubicado como un patriota, autor de un programa que mantenía la propiedad privada, reformas laborales y principios democráticos. Es decir, se relegaron sus posturas anarquistas manifestadas en diversos escritos en 1905 y que en 1907 quedaron plasmadas en el semanario Revolución, para después repetirse de manera clara en Regeneración de 1910 a 1918.

Visto de esta forma, el anarquismo del PLM resulta sólo un dato, un error6, numerosos textos centran su atención en los hermanos Flores Magón y otros personajes poco se mencionan. Esta forma de plantear el tema ha llevado a la escritura de apologías y hagiografías que han intentado reubicar el contexto equívoco en el cual se inserta la lucha anarquista.

Una de las discusiones en torno a la actuación del Partido Liberal Mexicano se refiere al pretendido movimiento que éste habría encabezado en el Distrito Norte de la Baja California. Algunos autores que han narrado estos acontecimientos le han llamado la otra revolución, la verdadera revolución, o la campaña magonista, pero sus argumentos para asignar estos calificativos carecen de sustento7. Estas interpretaciones abordan el tema desde perspectivas que no han dado respuestas acerca de los objetivos del movimiento armado y mucho menos sobre las pretensiones de los anarquistas. Se limitan a reconocer que el liderazgo del movimiento eran los hermanos Flores Magón pero dejan de lado que la composición del grupo era muy diversa. Aunque la mayoría de estos hombres se declaró maderista, hubo otros que se identificaron como socialistas ―y contrapuestos al anarquismo―; un sector importante no distinguió el liderazgo de Madero o Magón y sobre todo, hubo un grupo que tuvo intenciones claramente anexionistas8. Respecto al movimiento Baja California en julio de 1911 los anarquistas del PLM fueron quienes se deslindaron de haber participado en su organización pues en sus propias palabras indicaron que se había tratado de un grupo de cowboys americanos y no la revolución anarquista que ellos buscaban9. Hacemos la distinción de indicar que fueron los anarquistas del PLM debido a que existieron otros miembros de la organización que no compartieron dicha ideología. Mencionamos a los más conocidos liberales como son Juan y Manuel Sarabia, Antonio I. Villareal, Lázaro Gutiérrez de Lara, Antonio Díaz Soto y Gama o John Kenneth Turner, varios de ellos socialistas y severamente confrontados desde 1911 en adelante. Pero cuando nos referimos al grupo de anarquistas estamos considerando a Ricardo y Enrique Flores Magón, Librado Rivera, Anselmo Figueroa, Antonio de Pío Araujo, Teodoro Gaytán, Blas Lara, Margarita Ortega, Ludovico Caminita, Victorio ¨La roca¨ Cravello, William C. Owen, Rafael Romero Palacios, Tomas Labrada, Juan Francisco Moncaleano, Francisca J. Mendoza, María Talavera, o los hijastros de Ricardo y Enrique, como Estela Arteaga y Lucia Norman.

Dado que la intención de los anarquistas fue iniciar un movimiento revolucionario en todo el orbe, consideraron a la frontera México-Estados Unidos como un espacio importante, y al libre paso que existía entre ambos países en las primeras décadas del siglo XX como una oportunidad para llevar a cabo sus objetivos10. Lugar especial era la península de la Baja California; en varias ocasiones, durante 1908, 1911 y 1912, Ricardo Flores Magón destacó lo estratégico de la península para el asentamiento de anarquistas italianos y españoles que realizaran propaganda.

Mantener el llamado a los trabajadores de todo el mundo requirió de cuatro condiciones que le dieron continuidad a la narrativa emancipadora planteada por Regeneración: 1) Estados Unidos apoyado en gobiernos burgueses del mundo invadiría México en cualquier momento. El anuncio de esta intervención formaba parte de una estrategia que los reivindicaría como anarquistas libres de jefes o caudillos, en espera de la actividad revolucionaria de trabajadores europeos y estadounidenses11;  2) La revolución en México, de carácter económico- social, era un movimiento que se identificaba  con el comunismo anárquico que ellos defendían; 3) El movimiento armado mexicano triunfaba constantemente y el anarquismo se imponía en las regiones dominadas y 4) El constante cambio, caída y ascenso de gobernantes durante los años del movimiento armado, pudo verse como muestra de que los mexicanos no querían ninguna autoridad, pues al ser la eliminación de la propiedad privada la verdadera meta de los revolucionarios, el movimiento armado se terminaría cuando ya no existiera ningún gobierno.

La idea de los anarquistas del PLM de introducir la revolución mundial por Baja California estuvo presente en ellos desde 1908 puesto que estaban convencidos de que la invasión de Estados Unidos era inminente. Por ello, a la par de iniciar el movimiento armado en los primeros meses de 1911 se llamó a los revolucionarios anarquistas del mundo, sobre todo italianos y españoles para trasladarse a la península12. Por otra parte, dada la intervención directa del gobierno federal estadounidense y varios sectores sociales que solicitaban la anexión, ―mientras otros se oponían― el tema de la posible invasión sin duda encontraba un escenario en Baja California13

En las siguientes páginas realizamos una breve descripción del surgimiento del PLM.  Si bien retomamos lo que ya se ha planteado de manera frecuente, destacamos el rol del semanario Revolución, que en 1907 ya hacía un llamado al despertar del pueblo americano y al proletariado mundial para acabar con el capitalismo. Asimismo, destacamos las relaciones de esta publicación con otros medios anarquistas de Estados Unidos y Europa. Estos elementos son una novedad que no se encuentran en la extensa historiografía sobre esta organización.

También consideramos pertinente organizar la actuación del PLM en tres momentos. El primero comprende de 1908 a 1911, cuando se actúa con plena certeza de que la invasión de Estados Unidos a Baja California iba a realizarse y se promovía la llegada de anarquistas que apoyarían lo que ellos denominaron el movimiento más hermoso en la historia de la humanidad. De este periodo, destacamos dos circunstancias: a) su estancia en la ciudad de Los Ángeles, California, escenario en donde la solicitud de anexión por parte de empresarios o agricultores era frecuente y b) periodo en el que se llevó a cabo de manera clara y explícita el vínculo con los anarquistas de Paterson, Nueva Jersey.

El segundo momento corresponde al periodo entre 1912-1913, cuando Antonio de Pío Araujo afirmó reiteradamente que la invasión iba a efectuarse y aseguraba que los trabajadores estadounidenses ya estaban listos y preparados para la batalla y el triunfo del comunismo anárquico14. Este periodo se distingue del primero por la pérdida de la esperanza para obtener el apoyo de los anarquistas de Paterson a excepción de Alberto Cravello y Ludovico Caminita; éste último mantuvo el vínculo con el PLM, ofreció conferencias en el Este de Estados Unidos a favor de la revolución social en México y ocasionalmente publicó algunas caricaturas en Regeneración. Después del encarcelamiento de Anselmo L. Figueroa, Librado Rivera y Ricardo y Enrique Flores Magón se publicaron escritos de anarquistas como Jaime Vidal, Pedro Esteve, Antonio Lorenzo o Antonio Loredo – por mencionar a algunos – en los cuales se afirmaba que la revolución anarquista de México debía ser apoyada. Sin embargo, este llamado no generó el esperado arribo de anarquistas que lucharían por medio de las armas. 

El tercer periodo lo ubicamos de 1914 a 1918 y obedece a la salida de prisión de los anarquistas más conocidos del PLM –ya mencionados en el párrafo anterior–, quienes retomaron el control de Regeneración pero se enfrentaron a tener que reducir su tiraje drásticamente. Durante estos años los anarquistas también intentaron el establecimiento de una comuna en Edendale, California.

Aunque en abril de 1914 se realizó la toma del puerto de Veracruz por tropas estadounidenses, hubo decepción entre los anarquistas del PLM debido a que no se desencadenaron los sucesos previstos, sobre todo porque los trabajadores europeos no se presentaron para luchar. A pesar de ello, afirmaban, la intervención de diversos países habría de ocurrir, ya fuera para contrarrestar a los Estados Unidos o para apoyar a los trabajadores de dicho país que hermanados con los mexicanos llevarían al mundo a la anarquía.

El inicio de la Primera Guerra Mundial se consideró el gran momento de la intensificación del llamado a todo el orbe. En ese contexto podemos ubicar la expedición punitiva de 191615, cuando los anarquistas del PLM –así como muchos otros sectores de Estados Unidos y México- supusieron que se realizaría la invasión. Solo de esta forma es posible explicar cómo Francisco Villa, a quien habían calificado repetidas veces de ladrón, asesino, violador, cínico, entre otros epítetos, se convirtiera en el personaje que habría de hacer posible la revolución mundial16.

Finalmente, con el triunfo de Lenin y los soviets en Rusia, la nueva propuesta era que los trabajadores estadounidenses habían llegado a tal grado de inconformidad con el desarrollo capitalista que no se sumarían a la invasión inminente a México. En un horizonte futuro, cuando se consiguiera el ingreso de las tropas, los pueblos unidos de ambos países lucharían en contra del capitalismo. Entonces, los anarquistas expropiadores defenderían el sistema que habrían logrado concretar varios años atrás.

EL PARTIDO LIBERAL MEXICANO. UNA BREVE INTRODUCCIÓN

El pronunciamiento del obispo de San Luis Potosí, Ignacio Montes de Oca y Obregón en 1900, sobre la política conciliadora del Estado mexicano con la iglesia católica generó una activa respuesta de parte de quienes se sentían herederos de las tradiciones liberales, como Camilo Arriaga quien fuera el más destacado. Tal respuesta se tradujo en reuniones y congresos que proponían retomar el anticlericalismo y propugnar por el restablecimiento de la Constitución de 1857. Entre 1900 y 1903 numerosos participantes fueron encarcelados y perseguidos por los agentes del gobierno17.Por otro lado, como parte de una oposición que surgió en la ciudad de México desde 1892, los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón iniciaronen 1900 la publicación de Regeneración, órgano que criticó al gobierno de Porfirio Díaz y a los encargados de impartir justicia.

En este periodo, y de acuerdo con sus escritos, los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón iniciaron sus lecturas ácratas de manera clandestina dado que el anarquismo entonces era condenado por diversos grupos sociales18. Enrique planteó que no estaban dadas las condiciones para que el pueblo mexicano comprendiera el significado de dicha propuesta. Al igual que ellos, otros liberales se sumaron a la crítica del gobierno de Díaz y la represión violenta y el encarcelamiento fue constante para hombres como Juan Sarabia, Alfonso Cravioto, Santiago de la Hoz, Rosalío Bustamante y Santiago R. De la Vega. En 1904 los hermanos Flores Magón huyeron a Estados Unidos debido a que el gobierno de Porfirio Díaz dio la orden expresa de que cualquier publicación que apareciera bajo sus nombres implicaría un cargo de prisión para ellos19.

Ya en Estados Unidos desarrollaron una intensa actividad para formar grupos revolucionarios con la idea de hacerlos cruzar la frontera y buscar apoyo del lado mexicano. Sus actividades en este nuevo contexto los llevaron a formar Partido Liberal Mexicano, en septiembre de 1905, siendo nombrado presidente de éste Ricardo Flores Magón. De manera paralela se llamó a la integración de un programa, mismo que se elaboró sin destacar el tema del anarquismo. Juan Sarabia y Antonio I. Villareal fueron redactores principales y es referencia común que Ricardo escribió las secciones más radicales. Para este momento, sus diferencias con Camilo Arriaga y otros habían provocado enfrentamientos y divisiones20. Cockfrot (1971) destaca que el tema en disputa era el anarquismo, propuesta que era considerada radical por Arriaga. Por nuestra parte queremos destacar la relevancia del inicio de las relaciones con los ácratas de origen italiano de la comunidad de Paterson, Nueva Jersey. Este vínculo fue de suma importancia, dado que entre ellos estaban Ludovico Caminita y Alberto Cravello, quienes formarían parte de la junta del PLM en 1911.

En septiembre de 1906 iniciaron el movimiento armado, mismo que no tuvo éxito en términos militares. Diversos autores remarcan el fracaso de las acciones armadas y sin duda es uno de los elementos para justificar la relación con la idea del movimiento precursor. Sin embargo, esta interpretación peca de teleológica, ya que se desprende del conocimiento de que en 1910 efectivamente se inició un movimiento armado. Desde el enfoque del presente escrito planteamos que los miembros del PLM tomaron las armas para lograr la revolución e iniciar las expropiaciones que marcaran el derrotero anarquista.  Su idea, como la manifestaron en varias ocasiones, era seguir los planteamientos de Enrico Malatesta, quien consideraba que no debían esperarse a que todos tuvieran como meta la anarquía, sino que con el ejemplo de la expropiación se sumarían más hombres para lograr la libertad para todos21.

Como efecto del movimiento de 1906 hubo numerosos encarcelados y los dirigentes del partido fueron perseguidos tanto por autoridades estadounidenses como por el sistema consular mexicano de los Estados Unidos. Si bien, el acoso de parte de las autoridades estadounidenses se debía al anarquismo, los delitos que les imputaron tuvieron relación con la violación a las leyes de neutralidad22. En ese contexto, se presentaron algunos movimientos entre los trabajadores textiles entre los cuales destaca el de Río Blanco, en Veracruz, en el que participaron elementos del PLM. Aunque el régimen de Porfirio Díaz reprendió de manera brutal las manifestaciones y protestas, algunos de los anarquistas, como José Neira, continuaron llamando a la revolución armada. Neira, quien conocía sobre la propuesta anarquista y cuando menos en cierta etapa fue parte de la organización, posteriormente seguiría la causa de Madero23.

Destacamos el tema del anarquismo en relación directa a queen 1907 en el semanario Revolución se estableció una doble condición. Se publicó que el plan era seguir el Programa del Partido Liberal, pero seindicó que este era solo el principio. Además, se anunció quelos libertarios del mundo realizaran una intensa campaña en contra del Porfirio Díaz24, que se divulgó en varias de las publicaciones anarquistas con las cuales, entre 1906 y 1910, habían establecido una relación. Estas publicaciones fueron Mother Earth, que circulaba en Estados Unidos; Huelga General y Tierra y Libertad, de Barcelona, España; The Emancipator, de Home, Washington; L´Era Nuova y La Questione Sociale, de Paterson, Nueva Jersey; Cronaca Sovversiva, de Barre, Vermont y Les Temps Nouveaux y Le Libertaire, de París, Francia. Todas estas revistas fueron un apoyo para difundir mundialmente la imagen negativa de Porfirio Díaz25. En ellas también se plasmó que el lema Tierra y Libertad se convertiría en su grito de batalla26.

Bajo el pseudónimo de Espartaco, Ricardo Flores Magón publicó el texto La expropiación se impone en el que apuntó:

Si convenimos en el que privilegio de la propiedad individual no tiene razón de existir, debemos de abolirlo, ayudando a la obra destructora del capital, dando fuerzas a la revolución que se avecina, pues sin un golpe violento, sin un choque entre los poseedores y los desposeídos, la propiedad continuará azotándonos y la explotación será cada día más aplastante27.

Queda claro que el tema de la revolución en contra del capitalismo y la propiedad privada está presente entre los anarquistas del PLM  y publicado desde 1907.

La permanencia en la cárcel de dos anarquistas como Ricardo Flores Magón y Librado Rivera hasta 1910 impidió que el tema ácrata fuera de carácter abierto y público. Por ello indicamos en páginas anteriores que su intento de revolución no fue un programa exclusivo para México o para derrocar a Díaz; se habían organizado para luchar contra el capitalismo y con la intención de despertar al pueblo americano. Aunque ese llamado fue constante, hubo decepciones frecuentes.

En función de no vincular a Ricardo Flores Magón con Estados Unidos, en México se ha desarrollado una historiografía que lo salva como ¨patriota¨, cuando en realidad toda su intención era vincularse con el proletariado estadounidense y europeo. A ello nos referimos al indicar anteriormente que se constituyó un régimen de historicidad que en la década de 1940 convirtió a un hombre en precursor de la Revolución Mexicana cuando éste buscaba la unidad del proletariado internacional.

LA INMINENTE INVASIÓN: BAJA CALIFORNIA EN 1908-1911

La certeza de que la revolución armada generaría una invasión a Baja California fue planteada por Ricardo Flores Magón en 1908. En documento escrito desde la cárcel a Enrique, Ricardo planteó una referencia que cambió en algunas ocasiones: la actitud del pueblo de Estados Unidos. Entre los varios asuntos le manifestó sus dudas acerca de cuándo empezar a realizar la agitación revolucionaria en dicho país pues a causa de los intentos armados de 1906, así como los planes que se realizaban en ese momento, se había filtrado información que les afectaba negativamente. Posteriormente le indicó:

A mayor abundamiento, los gringos, tarde o temprano, tienen que echársenos encima para adueñarse de la Baja California, cuya propiedad anhelan por la buena o por la mala. En México hay en estos momentos una tremenda agitación anti gringa, y aunque cobardemente se acusa de traidor al gobierno, bastaría la sola amenaza de Roosevelt de invadirnos para que nuestras filas aumentaran, con el fin de acabar cuanto antes con el gobierno traidor, y si de todos modos nos invadía el gringo, tendría que lucharcon un pueblo altamente excitado por los abusos yanquis y en completa tensión de nervios en virtud de la revolución28.

Esta seguridad de Ricardo sobre el interés de diversos sectores estadounidenses por invadir y anexar una parte o toda la península de la Baja California tiene como sustento las propuestas constantes que surgieron por empresarios, agricultores o políticos de California y Arizona. El tema era recurrente en la prensa desde hacía al menos tres décadas atrás29.

Como ya hemos señalado, la pretensión de llamar al pueblo estadounidense a la lucha armada fue constante. Así, por ejemplo, en diciembre de 1910 se publicó en Regeneración una nota tomada del Kansas City Socialist, firmada por L. E. Knowles. En el escrito se mencionaba que en una reunión de octubre de 1909 entre Taft y Díaz estos habían acordado la invasión de los oligarcas estadounidenses. De acuerdo con el escrito, debido a la venta del país realizada por Díaz, los dos archi conspiradores tenían todo arreglado para aplicar las leyes de neutralidad a los mexicanos que intentaran un levantamiento desde el vecino del norte. Pero en el caso de que el movimiento armado iniciara se enviarían tropas a la frontera que, con el permiso de Díaz, ingresarían a México para reprimir a los mexicanos. Con ello la opresión sobre los estadounidenses sería más intensa. Posteriormente habría un tratado de libre comercio, lo que propiciaría la caída de las condiciones de vida de los trabajadores en Estados Unidos debido a que los productos elaborados en México inundarían por sus bajos precios su mercado. Por ello era necesario que los trabajadores de dicho país estuvieran atentos y se preocuparan por la traición que planeaba su gobierno30.

Los preparativos para la ocupación de Baja California fueron un llamado general sin distinción ideológica. Arribaron socialistas, agricultores de Valle Imperial, California, varios de ellos integrantes de la International Workers of the World (IWW), ex militares del ejército mexicano, indígenas tanto yaquis como paipai, kiliwa y cucapa, estos últimos originarios de la región. También muchos jóvenes estadounidenses que no distinguían entre la propuesta de Madero y el PLM, así como seguidores de John Kenneth Turner, autor del libro México Bárbaro. La afirmación de que estos hombres eran seguidores de Ricardo Flores Magón es un error que se ha multiplicado dado que no se ha tomado en cuenta que de manera clara y abierta durante la contienda hubo sectores que se pronunciaron a favor de Madero, mientras una minoría declaró sus intereses de anexión de la península a los Estados Unidos. Otros claramente defendieron la idea de que merecían obtener tierras en propiedad, lo que contrastaba con los principios anarquistas.

En enero de 1911 cuando se inició la toma de Mexicali el llamado fue ambiguo; por un lado, se indicó que la pauta a seguir sería el Programa del Partido Liberal Mexicano de julio de 1906. De manera paralela se hicieron constantes llamados al proletariado mundial para la lucha anarquista. Así, el 28 de enero, Ricardo Flores Magón publicó en Regeneración que la revolución era contra toda forma de gobierno e indicó que no tenía caso luchar por el programa de 1906 si a los congresos sólo iban burgueses que no lo aprobarían31. En febrero de 1911 Ricardo realizó un llamado al pueblo americano en el que señaló que era indispensable despertar en contra de los millonarios estadounidenses; que si bien enfrentarían una tremenda guerra en contra de México y saldrían derrotados, podría ocurrir el caso ―que no se presentaría― de que si triunfaran, los capitalistas intensificarían la opresión en su contra. Por ello enfatizaba (…) comprende al fin que tus gobernantes son como todos los gobernantes del mundo: polizontes de los capitalistas32.

El 6 de marzo de 1911 el presidente Taft ordenó la movilización de 20,000 soldados a la frontera con México. Las especulaciones sobre las razones de ello fueron cuantiosas. Todo indicaba que se cumplía la profecía: la invasión a México. El 11 de marzo en Regeneración se destacó que esta ignominiosa acción era inminente y producto de un acuerdo entre Porfirio Díaz y los capitalistas extranjeros. Pero los mexicanos, escribió Ricardo, no iban a pelear por patrioterismos ridículos, la lucha sería por una tierra para todos ellos que a través de la expropiación ya obtenían. ¿Y el pueblo estadounidense, qué haría? Ya los mexicanos le estaban mostrando la rebelión como el mejor camino para lograr la libertad económica propuesta: todo en manos de todos, no de unos cuantos33. De acuerdo con el autor, la indecisión de los americanos solo mantenía latente una amenaza que se cernía sobre ellos. Y es que los japoneses estaban empeñados en conquistarlos. La raza amarilla ―como los llamaron― los haría sus esclavos; solo si apoyaban la revolución en México tendrían la posibilidad de oponerse a esta tragedia.

A principios de abril se incrementaron las especulaciones acerca del posible ingreso de tropas a la península; fue en ese contexto que se efectuó el llamado a los trabajadores de todo el mundo. De acuerdo con los ácratas del PLM, todos los capitalistas se encontraban unidos en su contra dado que la revolución avanzaba. El proletariado mexicano ya era una amenaza para la burguesía y esta se preparaba para atacar. Se requería de acción y dinero para mantener la revolución; se trataba de una Era Nueva, (…) en la que existirá la patria universal de los libres y de los hermanos; y preguntaban: ¿Qué esperaban para rebelarse?, ¿la derrota del proletariado mexicano? Por ello, era necesario comprender el peligro (…) en que nos encontramos enfrente de todos los gobiernos del mundo, que ven en el movimiento mexicano la aparición de la Revolución Social, la única que temen los poderosos de la tierra34.El diario anarquista Cronaca Sovversiva, de Barre, Vermont, retomó el texto y comparó a la Revolución Mexicana con la comuna de París. En la nota se afirmó que en todo México se implantaría el comunismo anárquico; la Revolución Mexicana era la que llevaría al cumplimiento del ideal propuesto desde Rusia: tierra y libertad35.  En abril de 1911 se afirmó que en todo el mundo se empezaban a organizar en su apoyo. Emma Goldman, recocida anarquista que realizaba labor de propaganda, escribió que la revolución ya era por la emancipación de todo el orbe36.

En mayo, Ricardo Flores Magón invitó a los anarquistas españoles e italianos a llegar a la Baja California. Era el momento para (…) llevar la revolución a todo México y aun al mundo entero37. Entre los atractivos que resaltaba estaban las tierras que eran  ricas y abundantes, capaces de satisfacer las necesidades de cualquiera. La respuesta fue escasa; a finales de mayo llegaron alrededor de cincuenta anarquistas italianos en momentos en que los hombres que ocupaban Tijuana se habían pasado al maderismo. Ahora estos hombres se enfrentaban por la nacionalidad y lo que ellos consideraban diferencias raciales y se llamaba a la anexión a Estados Unidos. Por ello, los anarquistas italianos calificaron la revolución como da tavolino, es decir, de mesita, inventada en el papel por los escritores de Regeneración. Esta circunstancia desató una polémica durante varios meses entre la prensa anarquista de Europa y Estados Unidos38.

El 20 de mayo de 1911 se publicó en Regeneraciónla afirmación de que no se trataba de formar una república en Baja California, esta (…) será la base de operaciones para llevar la revolución social a todo México y a todo el mundo39. La aclaración, en el contexto de la zona fronteriza no dejó mucha huella en ese momento, sin embargo, en los días siguientes el tema de la posible anexión se reforzó por las acciones de varios hombres que ocupaban Tijuana.

La renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia en mayo de 1911 generó entre los anarquistas un discurso que enfatizó la necesidad de mantenerse en la lucha. No se trataba de la caída de un presidente, sino del capitalismo. El imperialismo estadounidense, en palabras de Antonio de Pío Araujo, había exacerbado la pobreza y la miseria en los países que había intervenido: Cuba, Nicaragua, México. Por ello, los liberales sentían el deber ―en donde quiera que estuvieran, California o Nuevo México, Texas o Arizona, Oklahoma o Luisiana― de tomar las armas de inmediato o mandar dinero para enfrentar a los enemigos: Morgan, Taft, e incluso al presidente Francisco I. Madero, quien con sus acciones había generado un profundo odio en su contra. De esta forma, la revolución continuaría hasta acabar con la clase burguesa, (…) sea de la nacionalidad que fuere, incluso la del país40.

El 23 de septiembre, los anarquistas del PLM publicaron un manifiesto que declaraba la guerra al capital, gobierno y clero, los tres monstruos que era indispensable combatir. Desde ediciones anteriores se remarcaba que el único camino posible era el comunismo, hacia donde se dirigía la revolución que sin líderes ni jefes realizaba el proletariado mexicano. Madero, quien había prometido entregarles todo a los burgueses estadounidenses provocaría la intervención americana, quienes defenderían sus intereses en contra de los expropiadores. Los países europeos al ver que los mexicanos no se sometían al deseado orden burgués, enviaron despachos para que Estados Unidos (…) meta la mano a la lumbre en México41. A los desheredados se les llamó a apoyar, de no hacerlo ellos serían quienes pagarían el precio por no actuar.

De manera alterna los anarquistas del PLM se confrontaron acremente con los socialistas de Estados Unidos, en especial con los de California, por no sumarse al movimiento armado. De igual forma se enfrentaron a los miembros no anarquistas del PLM que se sumaron a la causa de Madero. Además fueron recluidos en prisión en varios momentos de 1911. En esas condiciones Ludovico Caminita, Rafael Romero Palacios, Rosa Méndez y Francisca J. Mendoza, fueron piezas claves para mantener vivo el llamado de Regeneración.

LA INVASIÓN EXTRANJERA NO DEBE CREAR TEMOR: 1912-1913

La figura de Antonio de Pío Araujo cobró especial relevancia durante dieciocho meses, debido a que Ricardo y Enrique Flores Magón, Anselmo Figueroa y Librado Rivera estuvieron en la cárcel (de junio de 1912 a enero de 1914). Durante ese período y desde la clandestinidad, Antonio de Pío Araujo sostuvo la tesis de que el proletariado mundial se sumaría al gran incendio anarquista42. En varios momentos recibió el apoyo de Rafael Romero Palacios y del colombiano Juan Francisco Moncaleano. Sin embargo estos últimos tuvieron enfrentamientos en contra de los anarquistas encarcelados y durante varios años en diversos foros rebatieron sus posturas acremente.

El 17 de febrero de 1912, Ricardo Flores Magón publicó el artículo ¿Ya no habrá intervención?, en el que insistió que ante el avance de la expropiación de la tierra las potencias europeas presionarían de tal forma que obligarían a lo inevitable. Debido al despojo del que estaban siendo víctimas los propietarios de los medios de producción (…) la intervención será un hecho, aunque no efectuada por los Estados Unidos solamente43. La invasión provocaría una gran reacción del proletariado europeo y todo sería convertido en llamas con el gran triunfo del proletariado mundial44.

La certeza de la futura invasión y necesaria unidad con los proletarios de Estados Unidos se repite con insistencia en la pluma de Antonio de Pío Araujo. La fuente de dicha posibilidad aparece en comentarios de la prensa de California, donde se manifiesta la necesidad de eliminar a los diferentes grupos armados.  La visión de que Madero no era capaz de pacificar el país mantuvo las propuestas de empresarios, agricultores o políticos que veían con temor el que no se lograra tomar decisiones con referencia a varios temas. Además, en ciudades como San Diego y Los Ángeles, ambas en California, se gestaron en 1912 movimientos de trabajadores portuarios que los anarquistas consideraron como resultados de sus actividades proselitistas.

En las páginas de Regeneración se interpretaban las grandes expropiaciones que hacían los revolucionarios mexicanos como parte del establecimiento de una nueva forma de vivir en el mundo. De acuerdo con Pío Araujo, los avances de la IWW eran tan evidentes que lo inevitable estaba por llegar: el anarquismo en Estados Unidos45. Sostenía que, debido a una gran crisis que atravesaba al país de los Grandes Lagos hasta el Golfo de México y desde el Atlántico hasta el Pacífico, el pueblo estadounidense ya odiaba al gobierno: La (…) raza negra se arma en secreto entre los semi vírgenes campos de Oklahoma. También afirmaba que la miseria de los algodoneros de Texas los impulsaba a buscar en la fuerza el remedio de la explotación burguesa; los trabajadores de las minas de carbón, cansados de los empresarios, pensaban en la lucha armada y los abusos de la policía en Los Ángeles o Toronto, Canadá, provocaban el odio hacia la autoridad. Además, el arribo de inmigrantes europeos con ideas de libertad y justicia estaba provocando grandes disturbios. Incluso los políticos ya profetizaban lo inevitable, que Estados Unidos seguiría a México en la consecución de la gran revolución social anarquista. Era por ello que los mexicanos que trabajaban desde años atrás en dicho país debían organizarse con los radicales anarquistas y de la IWW, para que:

Con la revolución social en este país, el comunismo mexicano por cuya implantación luchan ahora en los campos de batalla en México compañeros altruistas, se cimentara y coadyuvará después de extirpar por completo de los Estados Unidos la llaga gangrenosa de la política. Hay que trabajar fuerte, compañeros mexicanos, por la causa de los trabajadores americanos y negros, que nuestro movimiento no reconoce fronteras46.

En este escenario de Pío Araujo denunciaba que en Texas, ante la amenaza de ver destruido el capitalismo, algunos americanos manifestaban por medio de textos llenos de prejuicios raciales, su disposición para invadir México y salvar a Madero, quien se había mostrado incapaz de defender las inversiones de los grandes empresarios como Rockefeller, Morgan, Carnegie y Randolph Hearst. A pesar de estas incendiarias declaraciones, De Pío Araujo confiaba en que los habitantes de Estados Unidos y México no lucharían de nación a nación. No habría hostilidades entre los dos países ya que:

El proletariado americano conscientese unirá a las fuerzas rebeldes mexicanas y la guerra se extenderá en ambos lados del Río Grande. Todos los que sufren por virtud de las vergonzosas condiciones que existen en Estados Unidos se unirán a los revolucionarios mexicanos. El trabajador mexicano chocará manos con el trabajador americano y con el negro y todos lucharan contra el enemigo común: el capitalismo internacional. La revolución social abarcará los dos países más importantes del continente47.

Por ello, apuntaba Blas Lara en la misma edición de Regeneración, no debemos temer la intervención.

En Estados Unidos existían trabajadores conscientes de que los capitalistas estadounidenses tan bandidos como los de México deseaban la protección de sus intereses48. El gran error de nuestros tiempos era el sentimiento patriótico, afirmaba de Pío Araujo, dado que los pobres no tenían ninguna patria. El sentimiento patriótico era un engaño, un mito. El modelo de anarquista era Gaetano Bresci. De origen italiano, residió en la comunidad anarquista de Paterson, Nueva Jersey, Estados Unidos, donde se preparó para asesinar en Italia al rey Humberto I de Italia. Él no había obrado como italiano sino como trabajador y por ello se le otorgaba el honor eterno49. Poco después de estas declaraciones, de Pío Araujo llamó a la unión de nicaragüenses y centroamericanos en general, como respuesta a la invasión que en julio-agosto de 1912 realizaron tropas estadounidenses durante la presidencia de William Taft50.

Los levantamientos en contra del gobierno de Francisco I. Madero animaron la idea de que no habría un presidente que durara en el cargo hasta que la propiedad privada fuera eliminada. Era la confirmación de que el pueblo mexicano harto de la autoridad seguiría la lucha hasta lograr el objetivo de acabar con toda forma de gobierno. La bandera, afirmaban, ya era vista como un trapo y prueba de ello era que en Ensenada, en el Distrito Norte de la Baja California ésta había sido pisoteada con repudio. Mientras tanto, las expropiaciones continuaban en todo México y era cuestión de días para que la invasión extranjera se presentara. Los europeos estaban en plena discusión sobre la intervención y el pueblo estadounidense era clave en el porvenir mundial: su participación era lo único que salvaría a la revolución51. Bienvenida era, pues, la intervención52.

En la edición de Regeneración del 1 de febrero de 1913 y bajo el título de La intervención americana y la voracidad yankee, Antonio de Pío Araujo sostuvo la tesis de la inevitabilidad de la invasión. El avance del anarquismo en México, conocido en todo el mundo, provocaba que los inversionistas y senadores de dicho país vieran con peligro los avances expropiadores de los comunistas mexicanos. Sin leaders ―el término que usan― sin jefes que pudieran establecer negociaciones, la revolución social avanzaba y Estados Unidos se estrellaba con un movimiento que parecía confirmar la amenaza  del capitalismo. En México, los yankees no podrían actuar como lo habían hecho en Cuba, Nicaragua, Honduras, Santo Domingo, Colombia, Panamá o Venezuela pues el pueblo mexicano, en defensa de los logros obtenidos con la expropiación de los medios de producción saldría a luchar con todo. Los soldados de amarillo, como De Pío Araujo se refiere a los militares estadounidenses, eran un ejército (…) ebrio de sangre y de carne de placer, (que) no respetará a ningún mexicano, a ninguna mujer de cabello negro ni a ninguna niña de ojos negros; se reproduciría la barbarie que se había cometido en Filipinas. Era pues indispensable que todos los mexicanos se levantaran en armas porque de no hacerlo morirían como gallinas retorcidas por la cocinera.

En esa lucha desigual, apuntaba de Pío Araujo:

Esperamos que los trabajadores del mundo vengan en nuestra ayuda y con sus grandiosas protestas en las grandes metrópolis de Europa y las Américas contra los actos de los Estados Unidos y sus constantes contribuciones financieras y morales a los revolucionarios, impidan que el primer movimiento del proletariado consciente sea ahogado en sangre por el ejército y la marina de un estado capitalista53.

Así, el pueblo mexicano podría sostenerse en esa lucha por tres lustros en espera de que la solidaridad internacional llegara en apoyo de los comunistas. No había que temer al gobierno norteamericano, ni al inglés, ni a ningún otro, escribía a los rebeldes mexicanos el anarquista español Salvador Fabre (…) aquende los mares hay compañeros que velan por vosotros54.

En este punto es importante destacar que en febrero de 1913 ocurrieron los eventos que culminaron con la muerte de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez. El ascenso de Victoriano Huerta al poder recibió poca atención de parte de los anarquistas y las principales plumas que escribían en ese momento eran personajes como Moncaleano y de Pío Araujo. Sin embargo, como efecto de la caída de Madero, las propuestas intervencionistas se incrementaron en la prensa de Estados Unidos. Entre las diversas posturas se destaca la de William Randolph Hearst, quien motivado por el peligro al que se veían expuestas sus múltiples inversiones indicaba:

La emergencia mexicana está aquí. El congreso debe de una vez ordenar que tropas de Estados Unidos sean enviadas a México en el nombre de la humanidad y el establecimiento de la ley y el orden en el mundo entero. Tomarlo rápido, por la fuerza y con la total aprobación de la mayoría de los poderes del mundo55.

Con argumentos como el anterior, que se multiplicaban entre empresarios o agricultores de California o Arizona, la idea de que la invasión era inevitable se consolidaba para los anarquistas del PLM. Por ello es importante reconocer a Los Ángeles, California como el lugar social de producción de la escritura; como el espacio en donde se generaba discursivamente parte de esa constante pretensión intervencionista.

El tema del petróleo se tornó motivo de discusión pública por los arreglos de que se acusó a Madero en 1913 y propició artículos en la prensa en los que se afirmaba que el ingreso de tropas era inminente. Era conocido, afirma De Pío Araujo, que en Veracruz se habían descubierto importantes yacimientos. La información permitía señalar que el pozo Juan Casiano era en ese momento el de mayor importancia en el mundo. Por tanto, las empresas estadounidenses estaban dispuestas a que se mantuviera el caos. Sin embargo, estaba también la verdadera revolución social en marcha, la que no reconocía fronteras ni privilegios, la que se extendería (…) más y más y los mismos Estados Unidos pueden verse envueltos en una sangrienta conflagración de clases que opacará a los horrores de la guerra separatista (…) derivado de ello, al final (…) saldrá triunfante el derecho de vivir del proletariado de Norte América56.

En los siguientes meses el movimiento opositor a Victoriano Huerta generó que la revolución tomara un cariz más convulso. Diferentes grupos de diversos lugares del país provocaron la desarticulación del Estado. Los movimientos regionales se incrementaron en vinculación directa con los ejércitos que se destacaron por derrocar a Huerta. Esto dio oportunidad a Antonio de Pío Araujo para sostener que se trataba del gran movimiento anarquista que el mundo esperaba; la revolución más hermosa en la historia de la humanidad. Prueba de ello era que los mexicanos de San Bernardino, California, no habían festejado el 16 de septiembre como repudio a la patria. Era un anarquismo en marcha y de expropiación en expropiación57.

A finales de 1913, de Pío Araujo retomaba las terribles condiciones que imperaban en Texas, Luisiana, Carolina y Arizona para indicar que ante las numerosas propuestas anexionistas de Hearst y las declaraciones de índole racial en las que se hablaba de la inferioridad de los mexicanos, la invasión era inaplazable. De Pío Araujo se apoyó en discusiones y publicaciones aparecidas en diversos lugares de Estados Unidos en los que se planteaba que la revolución era el resultado del enfrentamiento de la dicotomía civilización/barbarie; los bárbaros eran las tropas yankees que llegarían a invadir. Los mexicanos deberían unirse en contra de los soldados de amarillo, pero sobre todo defender las expropiaciones realizadas en todo el país bajo los preceptos del manifiesto del 23 de septiembre de 1911. No se reconocía ningún derecho al gobierno estadounidense por las propiedades que reclamaban dado que la revolución social declaró la abolición de la propiedad privada. Por ello, ante la invasión, el PLM rompería hostilidades en contra de la burguesía americana. En el caso de vencer se habrían liberado de toda cadena y si la eventualidad era morir también habrían conseguido quitarse de todas las humillaciones y sufrimientos que generaba la sociedad burguesa; en ambas situaciones, quedaría el ejemplo para los demás pueblos (…) que algún día los sigan y siendo solidarios, se lancen a conquistar su libertad económica, que es la verdadera libertad58.

De Pío Araujo había mantenido el llamado a que los trabajadores estadounidenses imitaran lo que sucedía en México; en lugares tiránicos como Arizona y Texas debían de formar guerrillas como lo hacían los comunistas mexicanos. En enero de 1914 salieron de prisión Librado Rivera, Anselmo Figueroa y los hermanos Flores Magón. Estos señalaron con toda certeza que las expropiaciones y la vida comunal eran un asunto en todo México y que la invasión provocaría el colapso de Estados Unidos. Los trabajadores norteamericanos, que vivían para ese momento peores condiciones que México en el porfiriato  -en su presente ya no por los avances de los anarquistas-59 se verían forzados a levantarse en armas. Apuntó Enrique:

Yo no creo estúpidamente en superioridades de razas, y, por lo mismo, estoy seguro de que no pasará mucho sin que la revolución estalle por todas partes, y que la intervención combinada de las Potencias, bien puede ser el toque de clarín a las armas, para el proletariado universal60.

El 21 de abril de 1914 las tropas estadounidenses tomaron el puerto de Veracruz. El plan para una posible ocupación de México se había presentado desde octubre de 1913 por el general Leonard Wood61. El pretexto para dicha acciónfue un incidente en Tampico, Tamaulipas, donde se consideró que hubo una afrenta a la bandera estadounidense. Si bien se trató de un incidente fue menor, la respuesta de Woodrow Wilson fue la toma delsitio con el fin de presionar a Victoriano Huerta. La interpretación de dicho suceso era que Wilson buscaba la salida de Huerta del poder. Por ello favoreció en determinado momento a Francisco Villa así como a Venustiano Carranza. Ambos personajes, durante la ocupación del puerto mencionado que duró hasta noviembre de ese año, se enfrentaron acremente. Villa apoyó inicialmente los nombramientos de la Convención de Aguascalientes mientras que Carranza se sostuvo en el cargo a pesar de las diferencias.

Ante el escenario de los primeros días de la ocupación, los editores de Regeneración consideraron que el momento tan anunciado había llegado. El 25 de abril, como encabezado publicaron Las fuerzas americanas invaden México. Aseguraron que los mexicanos darían su sangre en el enfrentamiento. La idea que manifestaba Ricardo era que triunfaría el principio de Tierra y Libertad, no para que (…) se encaramen nuevos caciques y quede en pie el principio de propiedad individual62. De manera semejante al llamado de mayo de 1911 se afirmó que la extensión del territorio mexicano era vasta, por lo que no faltaría tierra para todos los anarquistas que llegaran de Europa63. Ricardo aseguro que quienes llegaran no debían temer de (…) los naturales que luchan por poseer el suelo y ser libres en una sociedad de iguales; qué revolución más grande sería si los obreros dejaran Europa para los burgueses y fundaran sus hogares en un México donde habría tierra para todos.

En esta línea de interpretación de los acontecimientos, Ricardo afirmó que la invasión americana tenía la intención de imponer las condiciones que existían en México durante el porfiriato pues dados los avances notables de los anarquistas, Venustiano Carranza, el esbirro del capitalismo, estaba de acuerdo. Respecto a Francisco Villa, el bandido, señalaba que éste no se cansaba de alabar a Woodrow Wilson; Villa era el mejor ejemplo en la historia de una mezcla de rufianería, estupidez, bajeza, cinismo, (…) como la que emplea ese pobre diablo cuando se trata de que manifieste su actitud respecto a la invasión americana64. Afirmaba también que la inclusión de Argentina, Brasil y Chile en las negociaciones era una distracción, sólo retrasaban lo que iba a suceder tarde o temprano, la instauración del comunismo anárquico.

Para Enrique Flores Magónla invasión a Veracruz había provocado una proliferación de explicaciones en la prensa estadounidense para entender los problemas sociales de México. Se había logrado el reconocimiento de que el movimiento no era político sino económico-social. El capitalismo que tanto habían combatidogracias a su ambición y deseos de continuar:

(…) logrará lo que nosotros no podemos lograr por más que los ansiamos: que el proletariado americano se decida al fin seguir el ejemplo del mexicano, y se levante en armas contra sus opresores y explotadores al sentirse empujado a una guerra desastraso (sic) y sin provecho para los pobres65.

Por ello no se debía temer la intervención, de cualquier manera la causa proletaria avanzaba. Los hombres que luchaban con Carranza, sólo para retrasar lo inevitable como falsos revolucionarios, comprenderían en algún momento que de manera semejante a los miles que luchaban en México por el manifiesto del 23 de septiembre de 1911 deberían de sumarse al grito de Tierra y Libertad. De Pío Araujo insistía ¿dejarían solos a los proletarios mexicanos los trabajadores del mundo? ¿Permitirían que los expropiadores mexicanos se quedaran aislados? El futuro lo diría, pero en México se disputaba el destino de la humanidad. El proletariado internacional debía de seguir las palabras de Enrico Malatesta en el sentido de que no deberían esperar a que todos conocieran el anarquismo, era con los triunfos armados y la expropiación de los medios de producción como la masa tomaría el rumbo deseado66. Por tanto, el deber de los revolucionarios era ayudar el movimiento mexicano siguiendo a Malatesta67.

Sin embargo las tropas estadounidenses no tomaron más posiciones. La interpretación en las páginas de Regeneración fue que las negociaciones de los representantes mexicanos, autoridades estadounidenses y los miembros de Argentina, Brasil y Chile servían solo como cobertura para medir la forma en que se realizaría la verdadera invasión de México. Las conferencias de paz eran sólo para ganar tiempo. La ventaja para la revolución anarquista era que los enfrentamientos entre Carranza y Villa empezaban a mostrar la verdad: la revolución de la masa no era para poner a alguien en la presidencia, sino para que nadie ocupara dicho cargo nunca más.

El inicio de la Primera Guerra Mundial ratificó la certeza publicada en numerosas ocasiones en Regeneración que el comunismo anárquico llegaría. El 28 de julio de 1914, el nacionalista serbio Gavrilo Prinzipdio muerte a Francisco Fernando, heredero al trono del imperio Austro-Húngaro. El crimen desató un conjunto de fuerzas sociales y políticas que se manifestaban en la zona de los Balcanes. Aunado a ello, los deseos de expansión de países europeos desencadenaron una de las grandes conflagraciones del siglo XX.

Para los anarquistas del PLM, las masas imbéciles que no habían comprendido el mensaje debían de morir para que se entendiera que la única forma de defender el derecho a la vida era con la muerte del capitalismo. El sentimiento patriótico era una de las ideas imaginarias que provocaban sólo el retraso del advenimiento de la anarquía68

En agosto de 1914 Ricardo publicó que el desempleo provocado por la guerra estaba en incremento constante y que esto daría motivo para que los trabajadores estadounidenses siguieran el ejemplo de los mexicanos. La catástrofe (…) será la gota que haga rebosar el vaso; millones de cadáveres quedarían tendidos sobre la faz de la tierra y por ello no se presentaría (…) en la historia de la humanidad una mejor oportunidad que la presente para precipitar la revolución social69. Estados Unidos era un lugar tan lamentable para los trabajadores en el que existían tiendas de raya como en el México de Porfirio Díaz. Se robaba a los trabajadores de la misma forma que en México y en lugares como Luisiana, Texas, Colorado y Nevada se asesinaba a sangre fría a los obreros que reclamaban por vivir en condiciones de esclavitud. De igual forma indicaba que existían lugares como Valle Nacional, en Oaxaca, o casos semejantes a Río Blanco y Cananea, sólo que en mayor escala. En numerosas ocasiones le nombraron ¨Texas Bárbaro¨ a ésa o alguna otra entidad para indicar que la barbarie estaba en Estados Unidos70. En ese contexto en febrero de 1915, se descubrió el llamado Plan de San Diego, Texas. Si bien no hubo relación de los anarquistas con dicho proyecto sí se indicó en la prensa que hubo cierta influencia de miembros del PLM71.

El ataque de Francisco Villa al poblado de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916, provocó una respuesta de Woodrow Wilson en el territorio de México. En abril se inició la llamada expedición punitiva con el objetivo de capturarlo72. Para los anarquistas del PLM el ingreso de tropas estadounidenses no se trataba de una invasión73. Sin embargo, los trabajadores estadounidenses, conscientes ya de que el verdadero enemigo era la burguesía se negaban a sumarse. Esto se debía, apuntaron, a la labor de Regeneración en Estados Unidos. Era la muestra de que se había formado una clase consciente y que por tanto Wilson no lograría mandar las tropas suficientes para apoyar a un Carranza que se desmoronaba en el gobierno dados los avances de los anarquistas expropiadores en México74.

La intervención americana estaba ante la tensión que se generaba en ambos lados: los mexicanos expropiaban sin jefes ni leaders y defendían su vida comunal, y los trabajadores estadounidenses se negaban a atacar a sus hermanos mexicanos. En ese dilema Woodrow Wilson tenía el temor de ingresar a México porque estaba convencido de que los expropiadores darían su vida antes que permitir el retroceso que deseaban los burgueses. Además, entre las tropas estadounidenses apostadas en Chihuahua se efectuaban deserciones y suicidios75. Álvaro Obregón, el negociador ante la comisión estadounidense desarrollaba un acto teatral de salvador de la patria cuando en realidad era un entreguista. Incluso, escribió Ricardo, en mayo de 1916 las guerrillas mexicanas estaban iniciando incursiones en territorio de Estados Unidos. El general Pershing, quien encabezaba a las tropas americanas tenía temores fundados del peligro en que se encontraba ya que Carranza no podía contener al pueblo mexicano. Incluso, entre el ejército mexicano las deserciones eran frecuentes; por su parte, las tropas de los hombres de amarillo preferían recluirse a salir a campo abierto76

Estas claves articularon un discurso que fue publicado de manera reiterativa en los pocos números de Regeneración aparecidos durante 1916 hasta que los hermanos Flores Magón fueron encarcelados nuevamente por causa de sus afirmaciones sobre la muerte necesaria de ciertos personajes como Venustiano Carranza77. Al ser liberados, en el mes de julio, Enrique señalaba que como resultado la batalla de Villa Ahumada  las tropas mexicanas, con 55,000 hombres estaban listas para iniciar la invasión a Estados Unidos; Pershing no lograba que se sumaran voluntarios y apenas tenía 20,000 soldados. Enrique publicó que la guerra estaba por iniciarse y los obreros estadounidenses se negaban a alistarse dado que no creían en la patria78. El 29 de julio, Enrique Flores Magón planteó en uno de sus escritos un escenario de guerra a realizarse muy pronto en la frontera. De acuerdo con el texto, Venustiano Carranza estaría incapacitado para saber qué hacer, lo mismo le ocurría a Wilson, pero el proletariado americano pensaba de manera más convincente:

() de ir a morir a México para el beneficio de los amos a morir aquí para el beneficio propio, vale más que nos lleve el diantre aquí, peleando nosotros también por Tierra y Libertad, como nuestros hermanos mexicanos79.

Bajo esa interpretación de la expedición punitiva no se debía tener miedo a la intervención americana, (…) porque ese será lo que force la revolución social en este país; será lo que forcé a los proletarios americanos a enarbolar la bandera roja de Tierra y Libertad en el Capitolio de Washington. Todo el norte mexicano empezaba a unirse en torno a Villa y con ello a la guerra que ocurría en ambos lados de la frontera. El ejemplo a seguir estaba en los territorios ocupados por el revolucionario Zapata, donde sólo se trabajan dos horas diarias y vivían los hombres más felices de la Tierra: todos eran dueños de todo, sin propiedad, jefes o autoridad, pero con abundante producción agrícola. La leva, a la que se negaban los trabajadores americanos, (…) sería la espuela que impulse a este pueblo a encabritarse para derribar a los tiranos que lo oprimen80. Durante 1916 los escritos de Ricardo  Flores Magón mantuvieron esta tónica.

En el contexto de la Primera Guerra Mundial, la abdicación del Zar Nicolás II y la formación de los soviets en Rusia, los anarquistas del PLM encontraron el referente que tanto buscaron en Estados Unidos y Europa. En marzo de 1917, con el título de La revolución mundial, Ricardo Flores Magón festejaba que la burguesía había provocado su propia caída y que Estados Unidos seguiría el mismo derrotero. Con la leva, a la que se negarían los proletarios americanos se provocaría la gran conflagración81.  En otra nota titulada El contagio, se comentaban los avances revolucionarios en varios lugares del orbe. Los corazones debían de estar alegres; no se luchaba por patrias ni banderas, no se enfrentaban pueblos contra pueblos, (…) sino los oprimidos contra los opresores, de los explotados contra los explotadores. Nadie permanecería indiferente ante la catástrofe, (…) porque todos nos veremos envueltos en las llamas bienhechoras. El pueblo estadounidense estaba levantado en Carolina del Norte, Georgia y Oklahoma82.  En Texas estaban ya en armas y todo empezaba a consumirse en un gran incendio de cuyas cenizas nacería la nueva humanidad.

Algún tiempo después, Enrique Flores Magón se separó de su hermano Ricardo. Este último, junto a Librado Rivera fue apresado por violar el acta de espionaje, misma que se había aprobado para encarcelar a quienes estaban en contra de la propaganda para acudir a la guerra. Finalmente, el pueblo estadounidense no siguió el ejemplo de los mexicanos. El anarquismo solo existía de manera textual, ―da tavolino, como escribieron los italianos―; puesto que el germen no estaba en México, su viralización no fue posible.

CONCLUSIONES

Para los anarquistas del PLM la intervención extranjera era un elemento que permitiría realizar la revolución mundial83.  La condición de frontera entre México y Estados Unidos era una opción que se debía utilizar para movilizar a los anarquistas del orbe. Debido a que eran motivo de deportación durante 1905-1910 mantuvieron limitados sus comentarios sobre el anarquismo; pero en 1910-1911 abrieron su discurso para atraer a quienes iban a destruir cualquier forma de autoridad. Sin embargo, el análisis historiográfico sobre este grupo ha llevado a una interpretación totalmente distinta a sus verdaderos objetivos: fueron convertidos en patriotas, autores del Programa del Partido Liberal de julio de 1906, del que se deslindaron en repetidas ocasiones ―y al que calificaron de viejo, abrogado y tímido― y fueron colocados como precursores de la Revolución Mexicana, cuando su verdadera intención era promover el anarquismo en el mundo. Se creó para ellos una condición de héroes patrios y promotores reformistas cuando la realidad era que no creían en la patria y no buscaron las reformas que se plasmaron en la Constitución de 1917.

La estrategia utilizada por el PLM entre 1910 y 1918 fue indicar que la invasión se iba a realizar con la idea de encontrar apoyo en el proletariado mundial. Esta es la razón que explica su negativa a regresar a México. Desde Los Ángeles, California, tuvieron un mejor foro para llevar a cabo la agitación revolucionaria. El medio de comunicación que utilizaron fue la prensa para hacer circular sus ideas a través de los medios de distribución de Estados Unidos, lo que les permitía que sus escritos circularan en dicho país y en Europa.  Esa misma condición no la hubieran encontrado en México ni mucho menos en Baja California. Por ello nunca planearon regresar al país a tomar las armas: ellos estaban para agitar, para promover la formación de trabajadores conscientes, los que tarde o temprano llevarían el ideal por todo el orbe. Uno de sus objetivos eran los proletarios estadounidenses a quienes pretendían despertar y volverlos agentes de la transformación anárquica.

Debido a la modificación sustancial en la forma de pensar y actuar de Enrique Flores Magón con respecto a la revolución, sobre todo a partir de la década de 1930, la intención de ser reconocidos como precursores de la Revolución Mexicana llevó a una reinterpretación de las propuestas de los anarquistas del PLM. Este cambio transformó en nacionalistas y patriotas, para la discursividad oficial y la izquierda mexicana, a quienes pretendían la revolución mundial.  Con ello, lo que fue un ideal, la causa anarquista, pasó a ser un elemento “precursor” de la Revolución Mexicana.  Reconocer esto es importante debido a que explica que la estrategia del PLM de insistir que la invasión extranjera era un factor para promover la acción del proletariado mundial quedó prácticamente olvidada en los textos de quienes han escrito sobre el tema. Esta estrategia de los anarquistas del PLM fue para atraer la atención del proletariado de todo el orbe y llamar a los libertarios, sobre todo italianos y españoles, a que estos realizaran el trabajo de propaganda para incrementar el anarquismo. Decir que la revolución ya expropiaba la tierra y los medios de producción fue una estrategia discursiva para extender el llamado a todos los trabajadores sin distinción de nacionalidad.  En función de ello indicaron en numerosas ocasiones a través de las páginas de Regeneración que la invasión se presentaría dado que la burguesía de Estados Unidos y Europa trataría de eliminar el avance de las numerosas expropiaciones. Desafortunadamente para los anarquistas tal avance solo ocurría a nivel discursivo, no en la realidad. Sucedía lo mismo con sus proclamas de la inminencia de la intervención; en esa utopía, el proletariado estadounidense y europeo habría de acudir en ayuda del movimiento más hermoso para la historia de la humanidad: la revolución comunista-anarquista que realizaban los campesinos mexicanos quienes, sin saberlo, seguían las propuestas de Piotr Kropotkin.

A partir de la década de 1940 surgieron una serie de apologías sobre Ricardo Flores Magón que lo colocaron como líder de reformas que los anarquistas no buscaban. Se volvió un héroe sancionado por el Estado por sus aportaciones a la Revolución Mexicana, aunque en la realidad Ricardo no buscaba ser líder de nadie y muchos menos precursor de un movimiento armado al que criticó acremente. Como se ha demostrado en el presente escrito, la verdadera aportación de los ácratas fue divulgar que las ideas anarquistas triunfaban en todo México, pues las expropiaciones de la tierra y los medios de producción no se detenían y por tanto, el temor de la burguesía internacional provocaría la invasión. Según Flores Magón tales acciones desembocarían en el incendio universal anarquista, esto habría sido el fin del capitalismo porque finalmente el proletariado internacional llegaría a colaborar en la gran tarea que llevaba a cuestas: terminar para siempre con toda forma de autoridad.

 

NOTAS

1 Abad, 1925; Cumberland, 1942; Martínez, 1958; Silva, 1960;   Kaplan, 1960; Duffy, 1960; Blaisdell, 1962; Cockroft,  1971; Hernández, 1984; Albro,  1992; Taylor.  1992.

2 Nora,  2001: 23-43;

3 Sorgentini, 2003; Crenzel, 2010.

4 Hartog, 2007: 17.

5 Se puede consultar en http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/historia_revolucion/30.pdf.

6 Amezcua, 1943; Anaya, 1955.

7 Martínez, 1958; Blaisdell, 1962; Cockroft, 1971; Hernandez, 1984; Albro, 1992; Taylor, 1992; Portilla, 1995.      

8 Samaniego, 2008.

9 Samaniego, 2017: 1123-1175.

10 Archivo Electrónico de Ricardo Flores Magón (en adelante AEFM). Ricardo Flores Magón a Crescencio Villareal, 22-7-1906.  Señala Ricardo Flores Magón: (…) por el contrario, creo que nada hay tan mal resguardado como la frontera.

11 Por otra parte, el tema de la importancia de la península para diversos sectores de estadounidenses era una referencia constante en la prensa del sur de California.  Las propuestas anexionistas eran constantes y como hemos demostrado influyeron de manera directa en la idea de que el movimiento armado de 1911 era parte de dichas pretensiones. Ver Samaniego, 2008, en especial el capítulo 2.

12 AEFM. Ricardo Flores Magón a Pedro Esteve, 3 -5-1911: 27. Desde 1908, Ricardo señaló que la intención era que llegaran anarquistas italianos y españoles para promover el anarquismo entre las masas.

13 Samaniego,   2008.  .

14 El periodo de 1912-1913 no ha sido abordado con la debida profundidad. Nosotros consideramos que el hecho de que no estuvieran los más conocidos anarquistas no le resta importancia.  Incluso, planteamos que el papel de Antonio de Pío Araujo no ha recibido la atención que merece, dado que con sus textos prácticamente mantuvo la publicación durante 18 meses, mientras era administrado por Blas Lara.

15 La expedición punitiva es la forma común de denominar la  campaña militar que el gobierno de Estados Unidos realizó en México para capturar Pancho Villa, quien había atacado el poblado estadounidense de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916. La expedición inició el 14 de marzo de 1916 y terminó el 5 de febrero de 1917, sin haber logrado la captura de Villa. 

16 Regeneración, 29-4-1916: 3.

17 Barrera, 1955; Cockroft, 1971; Torres Pares, 1990.

18 La Protesta, 30-3-1925: 2.

19 Lomnitz, 2016.

20 Hernández Padilla, 1984.

21 Malatesta, 1909 y Regeneración, 13-6-1914: 4. Sueiro Seone, 2013.

22 Samaniego, 2015: 33-53.

23 Hernández Padilla, 1984.

24 Revolución, 1-6-1907: 1.

25 Les Temps Nouveaux, 12-9-1908, 10-10-1908, 26-12-1908, 5-3-1910.

26 Revolución, 20-7-1907: 2.

27 Revolución, 12-10-1907: 2.

28 AEFM. Ricardo Flores Magón a Enrique Flores Magón, 7-6-1908.

29 Samaniego, 2006. El tema de mayor importancia era lo referente al Rio Colorado y los efectos que se provocaban en el delta. Aquí destacamos que las obras de irrigación se realizaron en México para proteger territorio de Estados Unidos.

30 Regeneración, 31-12-1910: 3.

31 Regeneración, 28-1-1911:.2.

32 Regeneración, 18-2-1911: 2.

33 Regeneración, 11-3-1911:1.

34 Regeneración, 8-4-1911: 1.

35 Cronaca Sovversiva,  27-5-1911.  El comentario sobre el ideal ruso en la página 2.

36 Regeneración, 22-4-1911: 4.

37 AEFM. Ricardo Flores Magón a Pedro Esteve, 3-5-1911.

38 Samaniego, 2017: 1123-1175

39 Regeneración, 20-5-1911: 2.

40 Regeneración, 29-7-1911: 4.

41 Regeneración, 25-11-1911: 1.

42 Antonio de Pío Araujo fue claramente anarquista desde 1908. En 1914, se retiró de la organización para sumarse temporalmente con Emiliano Zapata. En algunos comentarios posteriores, indicó que se arrepentía de haber pertenecido al PLM.

43 En el epígrafe de este escrito hemos transcrito la continuación del texto.

44 Regeneración, 17-2-1912: 1.

45 Regeneración, 3-8-1912: 1.

46 Ibídem.

47 Regeneración, 17-8-1912: 1.

48 Ibídem: 4.

49 Regeneración, 31-8-1912: 3.

50 Regeneración, 7-9-1912: 3.

51 Regeneración, 26-10-1912: 1.

52 Regeneración, 14-12-1912: 4.

53 Regeneración, 1-2-1913: 1.

54 Regeneración, 26-4-1913: 1.

55 Regeneración, 19-4-1913:4. La nota fue tomada del Saint Louis Star.

56 Regeneración, 10-5-1913:1.

57 Regeneración, 11-10, 18-10, 25-10-1913. Citamos estos ejemplares solo como ejemplo de las numerosas afirmaciones en ese sentido.

58 Regeneración, 6-12-1913:1.

59 Regeneración, 21-3-1914: 1.

60 Regeneración, 21-3-1914: 3.

61 Ulloa, 1971.

62 Regeneración, 25-4-1914:1.

63 Regeneración, 25-4-1914:2.

64 Regeneración, 2-5-1914: 1.

65 Regeneración, 30-5-1914: 2.

66 L'Agitazione,  21-3-1897.

67 Regeneración, 13-6-1914:.4.

68 Regeneración, 8-8-1914:1

69 Regeneración, 22-8-1914: 1.

70 Regeneración, 25-12-1915: 2.

71 Harris III - Sadler, 1978: 381-408; Cumberland,1954: 285-311; Sandos, 1972: 5-24; Coerver- Hall,1984; Katz,1988. El Plan de San Diego, Texas, fue organizado por Venustiano Carranza. Los dirigentes del movimiento indicaron que la pretensión era regresar a México los territorios perdidos en la guerra de 1846-1848.

72 Katz, 1998.

73 Regeneración, 22-4-1916: 3.

74 Regeneración, 13-5-1916: 3.

75 Regeneración, 6-5-1916:3

76 Regeneración, 13-5-1916: 3; 18-7-1916: 3.

77 Maclachlan, 1991.

78 Regeneración, 8-7-1916: 3.

79 Regeneración, 29-7-1916:3.

80 Regeneración, 12-8-1916:1.

81 Regeneración, 24-3-1917:1.

82 Regeneración, 1-9-1917:1.

83 Existen numerosos elementos que permiten afirmar que los hermanos Flores Magón,  Librado, Práxedis y de Pío Araujo eran anarquistas desde 1902-1903. En Revolución, publicado en 1907, existen claras referencias a la lucha por desaparecer la propiedad privada. Se presenta lo que llamamos el doble discurso alternativo, es decir que se lucha por el Programa del Partido Liberal Mexicano de julio de 1906 y, por otro, declararse en contra del capitalismo, la autoridad y el clero.

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