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Revista de historia americana y argentina

versión impresa ISSN 2314-1549versión On-line ISSN 2314-1549

Rev. hist. am. argent. vol.56 no.2 Mendoza dic. 2021  Epub 24-Dic-2021

http://dx.doi.org/10.48162/rev.44.014 

Artículos libres de historia americana y argentina

El estilo neocolonial en Mendoza, Argentina en la primera mitad del siglo XX. Obras e ideas sobre la arquitectura de tendencia hispánica

Neocolonial Style in Mendoza, Argentina. Hispanic Tendency expressed in Architecture and Ideas

1Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales. Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Artes y Diseño. Mendoza, Argentina. vcremaschi@mendoza-conicet.com.ar

Resumen

El siguiente artículo profundiza en la arquitectura neocolonial de influencia hispánica en la provincia de Mendoza, tendencia que surgió y se popularizó en la primera mitad del siglo XX en el marco de búsquedas culturales relacionadas con la identidad.

Para este estudio analizamos distintas obras de arquitectura y las ponemos en relación con las opiniones y representaciones publicadas en la prensa del período en los que la temática hispánica está presente.

Como resultado observamos, durante las primeras décadas del siglo xx, un notable interés por lo español, que se expresó a partir de distintos soportes materiales y que constituye un importante acervo patrimonial de la ciudad y la cultura poco destacado por la historiografía local.

Palabras clave: arquitectura hispánica; Mendoza; primera mitad siglo XX

Abstract

The present article analyzes neocolonial Spanish style architecture in Mendoza, Argentina. This tendency emerged and became popular in the first half of the 20th century.

For this study we relate architecture´s works and representations published in the press of the period that has the Hispanic theme in common.

As a result we observe that, during the first decades of the 20th century, there was a notable interest in Spanish issue that was expressed through different supports that constitute an important heritage not studied by local historiography.

Key words: Hispanic architecture; Mendoza; first part of 20th century

Introducción

Hasta fines del siglo XIX las elites intelectuales americanas centraron su atención en los modelos culturales europeos. Estos grupos, denominados por algunos pensadores como los civilizadores latinoamericanos, trataron de enterrar el pasado colonial, la cultura hispana y la indígena, e intentaron imitar los modelos culturales de la Europa occidental, tanto las instituciones políticas sajonas como la literatura y la filosofía de la cultura de Francia (Zea, s/f). España quedaba excluida de los intereses de los artistas e intelectuales por representar la opresión feudal y confesional a la que se oponían los valores laicos y republicanos de los nacientes países. (Aliata y Liernur, 2004).

Allende América se extrajo el repertorio arquitectónico con el que se construyeron las pujantes metrópolis que surgieron en todo el continente en el siglo XIX. La línea academicista fue la que se utilizó en muchas edificaciones públicas, relacionadas con las nuevas necesidades que surgieron con el crecimiento poblacional luego de finalizadas las luchas por las independencias. Bajo este signo estilístico se construyeron teatros, petits hôtels, plazas, edificios de gobierno, etc.

El repertorio estilístico academicista comenzó a cambiar a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Entonces surgieron distintas tendencias que renovaron la disciplina como el art nouveau, el art decó y las manifestaciones neocoloniales. Según Ramón Gutiérrez (1997), los cambios en el plano arquitectónico se integraron con un movimiento histórico marcado por el agotamiento del modelo del liberalismo económico y de su posición autoritaria en lo político y social. En este contexto surgió la arquitectura neocolonial que, a diferencia de las tendencias renovadoras foráneas antes citada (art decó, art nouveau), encontró sus fuentes de inspiración en el pasado americano, relacionado con las búsquedas de las identidades nacionales.

Este nuevo interés fue un acontecimiento continental. Como consecuencia encontramos expresiones de arquitectura neocolonial en distintos países americanos simultáneamente, sus ejemplos se extienden desde California, Texas y Florida en los Estados Unidos hasta el Cono Sur, con características distintivas en cada país. En toda su extensión geográfica se distinguió por el interés acerca del origen, del carácter y de lo propio, nociones convergentes donde se fundamentan las expresiones de la arquitectura latinoamericana de inicios del siglo XX. (Ramírez Nieto, 2009, p. 177) La importancia de su surgimiento a escala continental no ha sido suficientemente destacada por la historiografía de la arquitectura, debido a que los autores consideran que la diversidad americana es tal que no puede ser englobada en un conjunto (Arango, 2009, p. 33).

En Argentina, uno de los hitos que propició la aparición de las expresiones neocoloniales, fue la celebración del Centenario de la Revolución de Mayo, en 1910. A partir de este momento comenzó un proceso de reflexión acerca de la nación, que implicó la elaboración de narraciones históricas que se articularon con las producciones artísticas. Tanto las artes como la arquitectura del período acompañaron coherentemente estos relatos y reflexionaron principalmente sobre los nuevos tiempos en relación a elementos plásticos locales, lo que produjo un rescate de la estética colonial y de elementos hispánicos (Malosetti Costa, Siracusano y Telesca, 1999, p. 1). De esta manera, el surgimiento del estilo neocolonial se insertó en un proceso mayor que abordó la remodelación de la cultura e indagó en la historia previa al mayo de 1810 (Feal, 2006, p. 4).

Fue durante la conmemoración del Centenario que se celebró un congreso en el que se manifestó por primera vez la necesidad de reflexionar sobre la arquitectura nacional. En esta oportunidad dos ponencias interrogaban acerca de la especificidad de la disciplina en nuestro país; fueron la del ingeniero Mario Buschiazzo y la de su colega Muñoz González, quien se refirió al “Estilo Nacional Argentino en Arquitectura” (Aliata y Liernur, 2004, p. 184).

Además de la influencia significó el Centenario, según Ramón Gutiérrez, en Argentina y Uruguay el surgimiento de estas tendencias estuvo relacionado con la convicción de que estos países carecían de una identidad, a raíz del aniquilamiento criollo y el aluvión inmigratorio (Gutiérrez, 1997, p. 559). Esta certeza habría surgido luego del impacto que significó el arribo y la posterior integración de miles de inmigrantes al país a partir de 1860. La mencionada circunstancia produjo que se pusiera en duda el sentimiento antiespañol que había signado el sigo XIX, y que empezara a revalorizarse la herencia hispana como manifestación de la condición patricia y criolla de quienes habían sido fundadores y de los cuales se era descendiente (Aliata y Liernur, 2004, p. 182). La sensación de carecer de identidad frente a la ola de inmigrantes y la consecuente impresión de falta de elementos constitutivos propios, contribuyó a construir un relato elaborado con elementos decorativos que habían sido rescatados del pasado idealizado, es decir incontaminado de las influencias del eclecticismo propio del siglo XIX.

Debido a las diferencias nacionales y a búsquedas particulares, tanto de arquitectos locales como de comitentes, la arquitectura neocolonial se expresó a través de diferentes variantes: las hispanistas, la colonial o de fusión (en la que preponderan elementos americanos o hispánicos alternativamente) y la indigenista o prehispánica (Cirvini, 2004, p. 166). Según De Paula sus líneas son cuatro: hispanista, hispanoamericanista, ecléctica e indigenista (De Paula, 2005, p. 95). Para Ortíz y Gutiérrez (1971) se distinguen: ejemplos hispanos, precolombinos, americanos coloniales y eclécticos.

A partir de la observación de ejemplos locales y foráneos, podemos distinguir:

1) En primer lugar una tendencia que engloba formas coloniales o de fusión, que se caracterizan por la utilización de elementos de la arquitectura criolla. Algunos ejemplos presentan elementos hispánicos pero se emplean en detalles puntuales.

2) La segunda tendencia es la indigenista, que rescata elementos de culturas precolombinas como mayas, incas, toltecas y marajoaras. Los arquitectos que adoptaron esta línea se interesaron, por un lado, en la búsqueda de lo nacional anterior a la conquista y por otro, tuvieron la intención de dar al arte precolombino importancia a nivel universal (Schavelzon y Patti, 1992, p. 40)

3) La ecléctica, que hace uso de elementos del pasado combinándolos de manera libre.

4) Una variante que se popularizó al final del período estudiado, es la californiana y mission style. De influencia estadounidense se caracteriza por el uso de la teja, los muros blancos despojados de ornamentos, la utilización de galerías y de hall. Para algunos autores, estas diferencias se borraron con el trascurso del tiempo para derivar en una suerte de "esperanto neo-colonial-español", de poco rigor histórico pero fuerte poder aglutinador y comunicativo que se sucedió tanto en España como en América Latina (Arango, s/f, p. 2).

5) Finalmente la variante hispanista, que presenta un gran espectro de posibilidades. Ello se explica si tenemos en cuenta que España conservó sus dominios americanos durante más de tres siglos en los que se produjo la totalidad del ciclo estético del Renacimiento: desde el Gótico tardío hasta el Iluminismo. Se caracteriza por el empleo de un repertorio ornamental altamente significativo que manifestaba la reconciliación cultural con lo que escritores, pensadores y artistas consideraron el origen de nuestra nacionalidad. Esta última variante, que abordaremos a continuación, fue muy difundida en Mendoza.

Nueva valoración de lo hispánico

Como señalamos, estos cambios en el campo de la arquitectura se enmarcaron en una revalorización cultural del pasado americano e hispánico.

En Argentina los nuevos intereses nacionalistas tuvieron representantes como el escritor y pensador Ricardo Rojas, quien ya en 1909 con su libro “La Restauración Nacionalista”, sentó las bases ideológicas y fue el motor de lo planteados por el estilo neocolonial tanto en el nivel edilicio como en las propuestas de diseño. La importancia de este intelectual en relación a los aportes efectuados a la arquitectura se acrecienta si tomamos en consideración que fue el primer escritor que expuso el tema fuera del ámbito de las revistas y periódicos especializados para dedicarle un capítulo en un libro (Cirvini, 2004, p. 169).

Otro escritor destacable a nivel nacional fue Manuel Gálvez que, como Ricardo Rojas, se apoyó en la teoría de la raza para apuntalar sus ideas. Para estos escritores, esta categoría no era tanto una distinción positivista sino el fruto del mestizaje de lo americano indígena y lo hispánico que condensaba y generaba un “alma nacional” (Malosetti Costa, Siracusano y Telesca, 1999, p. 2). Basándose en esta noción, muy utilizada en la época, distintos pensadores comenzaron a emplear el vocablo mestizaje como fenómeno propio de la cultura latinoamericana. Como ha destacado Martínez Nespral (2010), lo español era una referencia en la confusión cultural luego de la inmigración, lo que se observa claramente en la obra El solar de la raza de Manuel Gálvez (1913).

Como expresión del nuevo acercamiento a lo español podemos citar el interés por la visita, en 1910, de la Infanta Isabel de Borbón, en representación de Alfonso XIlI. En esa oportunidad la visitante recibió una entusiasta acogida popular, que dio cuenta de esa “nueva valoración” (Ponte, 1999, p. 17). Ese día la multitud que se dirigió al puerto, lucía banderas españolas y argentinas. Cuando el Presidente de la Nación escoltaba al coche de la Infanta, la gente rompió las barreras y los acompañó en todo el trayecto (Sánchez Mantero, Macarro Vera y Álvarez Rey, 1994, p. 105). Esta aclamación no decayó en ningún momento, rodeaban a la representante del rey en cuanto acto público se encontrara, al punto que los soldados debieron abrirle paso a culatazos (Sánchez Mantero Macarro Vera y Álvarez Rey, 1994, p.105).

El diario mendocino Los Andes opinó sobre la visita ilustre. Realzó aspectos de la personalidad y obra de la Infanta, y destacó nuestra filiación con la “madre patria”:

Y nuestro pueblo, heredero de las virtudes y la caballerosidad españolas, como un homenaje á [sic] la raza y como un tributo á [sic] la madre patria, se descubrirá respetuoso ante la ilustre señora cuyo nombre evoca la aurora de nuestro origen y la grandeza aún no excedida de España1.

En similar sentido, unos años más tarde, se expresaba una revista también mendocina llamada Mundo Cuyano. Para la publicación se había superado una etapa de enfrentamientos y existía una identificación con el país ibérico:

El rey de España habla de todas las naciones de la América Latina con cariño y admiración. Ya no son las colonias tributarias semi bárbaras. Son grandes pueblos que honran a España porque de España surgieron. Hoy ya nos sabemos de una misma familia y de una misma tendencia pacifista y razonadora, en medio de la demencial violencia de otras naciones que endiosan el derecho de la fuerza2.

Lo mismo encontramos en la Quincena Social, revista que consumían mayormente los estratos más adinerados de la sociedad local, en los cuales se reflejó notablemente el acercamiento a lo español. Un ejemplo de ello es que en las páginas de la revista se divulgaran notas en defensa de las corridas de toros, práctica extendida en la provincia durante las dos primeras décadas del siglo XX. Es notable la cantidad de colaboradores españoles que se expresaban a través de esta publicación, Sevillano Solís, Belisario Roldán, etc. Tal vez debido a ello se enfatiza tanto la cercanía a España que era “madre”, “raíces”, “cuna”:

Una poderosa corriente de inmigración, compuesta de diversas razas, habrá podido borrar el sello netamente español de la América por España descubierta y civilizada, con la única civilización que le era dado ofrecer por entonces; pero la historia, el origen, el habla y la hidalguía, todo lo que es, en suma, fiel reflejo de las limpias ejecutorías de nuestros progenitores, eso no ha desaparecido ni desaparecerá (…)3.

En este fragmento quedaba claramente planteado que a pesar de la inmigración seguía existiendo una identidad nacional, en la que se observa cómo España era considerada tutora y madre. La filiación con este país a su vez se traducía en otra sutura4: un acercamiento a la conciencia de una región latinoamericana con un pasado, un idioma y algunas características culturales similares debido a nuestra ascendencia común.

Detectamos innumerables alusiones a la “grandeza” de España y al vínculo entre ambos países durante todo este período:

Nuestro acercamiento a España, producido en los últimos tiempos; los estudios de los archivos de Indias, el envío de los delegados al congreso Hispano-Americano de Sevilla, explican claramente que deseamos conocer la génesis de nuestra vida como nación, la razón de nuestras aptitudes de raza, y el por qué se nos conoce en el mundo que estamos poseídos de un alto y seguro espíritu de civilización5.

Esta revalorización cultural de lo español fue acompañada por los comitentes y por los arquitectos locales, quienes se interesaron por los ejemplos neocoloniales hispánicos. Por ello, la arquitectura de esta tendencia cuenta con hitos muy destacados en Mendoza, no solo por su número, sino también por su calidad estética. Como analizaremos más adelante, según las noticias expuestas en la prensa, la misma fue altamente valorada en la época.

Las expresiones arquitectónicas hispánicas en Mendoza

En la provincia las líneas hispanistas se materializaron en dos variantes6. Por un lado encontramos el Neoplateresco que se basa en la ornamentación plateresca hispánica. Plateresco es el nombre que recibe la implementación por parte de arquitectos y orfebres españoles de formas irradiadas por el renacimiento italiano. Es típico de esta tendencia la utilización del grutesco de la antigüedad y el soporte abalaustrado, que ha perdido su sentido de soporte funcional, transformándose en un elemento decorativo. Por otro lado, dentro del lenguaje hispanista, encontramos una tendencia influida por la arquitectura andaluza que asimiló distintas técnicas y motivos musulmanes. También se caracteriza por el uso de mayólicas en fuentes y patios que contrastan con muros blancos y tejas. Es importante la aplicación de una amplia gama de artesanías provenientes de distintas regiones de España (Ortíz y Gutiérrez, 1971, p. 71).

En la variante Neoplateresca, los elementos decorativos tienen un significado de prestigio que se remonta al Plateresco o Protorrenacimiento español. Ejemplo de ello es que éste se caracterizó por el uso de blasones y escudos como objetos destacados en la composición de sus fachadas. La utilización de estos elementos procedía de la tradición de la caballería medieval y se incorporaron a la arquitectura como testimonio de linaje y de nobleza de los comitentes, como elementos materiales que sintetizaban la importancia de la familia. Si bien en los ejemplos del Neoplateresco provincial los escudos no portan emblemas, se considera de gran relevancia la adopción de este elemento para constituir la fachada, ello condujo a la prensa a adjetivarlos como “palacios suntuosos”, “joyas”, etc. La condición de “palacio”7 venía a cuenta tanto por el delicado trabajo de ornamentación por medio de un tratamiento escultórico vasto, como por las alusiones iconográficas de blasones, escudos y leones. Se agregaba el costo alto de realización.

Vemos este sello en diversas obras con impronta hispánica edificadas durante período tratado: Mercantil Andina (España y Necochea. 1925-1928), Casa Arenas (Bulogne Sur Mer y E. Civit. 1928), Casa López Frugoni (Civit y Paso de los Andes, 1928), Banco Hipotecario (España y Gutiérrez, 1929). De aspecto más andaluz, se suman a los ejemplos anteriores el Hospital Español (1924-1939) y la casa de Jacinto Arizu (1927), en Gutiérrez y Patricias Mendocinas. Ambas fueron proyectadas el arquitecto Raúl J. Álvarez, quien estuvo estrechamente vinculado a la familia Arizu, para quien realizó varias obras.

En la prensa tuvieron significativas repercusiones las edificaciones neoplaterescas de carácter público. A excepción de algunas notas sobre la casa Arenas, la mayoría trataban sobre los “suntuosos palacios” del Banco Hipotecario Nacional y de la Compañía de Seguros Mercantil Andina.

El Banco Hipotecario Nacional

En el caso del Banco Hipotecario Nacional, la prensa estuvo muy atenta a su construcción. Tanto la colocación de la piedra fundacional, el 4 de noviembre de 1924, como su inauguración, fueron cubiertas por los diarios Los Andes y La Libertad.

El banco había ocupado un edificio alquilado, lo que para las publicaciones significaba un gasto que se agregaba al de carácter impositivo que existía por el lote en las calles Gutiérrez y España, que había sido adquirido por la entidad años atrás8. Según la prensa en un primer momento se anunció que iba a realizarse con similares características estéticas que el Banco de la Provincia, de estilo academicista. Sin embargo en la misma nota se aclaraba que se había cambiado de opinión: “(…) habiéndose decidido que su fachada tenga un sello netamente colonial”9. Efectivamente, el matutino La Libertad publicó un dibujo con la fachada proyectada en líneas coloniales criollas, con columnas torsas en el frente, frontis discontinuos, arcos conopiales y ventanas de medio punto10.

El edificio cambió su apariencia colonial hacia 1925, en esta fecha aparecieron noticias en las que podía apreciarse su aspecto neoplateresco que se corresponde con el edificio actual. (Figura 1). Este nuevo proyecto fue diseñado por Estanislao Pirovano11, quien se ha destacado por la realización de distintos edificios con sello neocolonial en Buenos Aires (Escuela Argentina Modelo, ex sede del diario La Nación). En Mar del Plata realizó distintos chalets y petits-hotels neocoloniales y pintoresquistas, muchos en coautoría con su hermano José Manuel.

Fuente: La Quincena Social, 30 de agosto de. 1929: s/p.

Figura 1 Fachada del Banco Hipotecario Nacional 

El nuevo aspecto neoplateresco del banco se difundió gráficamente el 14 de abril en que se publicó un fotograbado que promocionaba su futura concreción y se destacó que se emplearía en su realización el “Renacimiento Español”12. En el mismo sentido La Libertad aclaraba que sería construido empleando “(…) renacimiento español con gótico y plateresco”13. Notable fue el aumento de presupuesto destinado a concretar este nuevo edificio, mientras que el primer proyecto hubiera costado más de medio millón de pesos14, en 1925, luego de ser modificado al añadírsele al lote original los terrenos contiguos y otorgarle el carácter estilístico, esta suma ascendió al millón15. La duplicación del monto nos da la pauta de la importante inversión que requirieron los cambios, tanto por el aumento de los metros cuadrados como por la decoración empleada.

Las repercusiones de la construcción de este edificio fueron vastas. Distintos medios se hicieron eco del proceso de su edificación y de su inauguración.

El reconocimiento estético fue uno de los puntos más reiterados por la prensa. En este sentido se preconizaba: “(…) será uno de los más hermosos de que pueda enorgullecerse nuestra ciudad”16, y también: “(…) el palacio es una nota bellísima que adorna uno de los barrios más importantes de la capital”. En la nota gráfica que publicamos puede apreciarse la magnificencia del frente principal17.

No solamente se destacaba su presencia en la provincia, sino que era un referente a nivel nacional, lo que producía que los mendocinos se sintieran orgullosos de su ciudad:

Entre los numerosos edificios públicos de este mismo estilo, que se han levantado en el país en los últimos años, creemos fundamentalmente que el banco Hipotecario Nacional, de Mendoza, es uno de los mejor logrados (…) Es una verdadera joya arquitectónica de la que podemos sentirnos justamente orgullosos18.

Su concreción superaba la finalidad económica característica de este tipo de instituciones y resultaba “Un acontecimiento social, arquitectónico y financiero”19.

La “popularidad” y buena recepción del edificio manifiestas en las fuentes citadas perduró en el tiempo. Ponte lo detectaba en 1987, cuando afirmó que muy pocos edificios poseían tan buena “imagen pública” como el Banco (Ponte, 1987, p. 3). En la actualidad también es altamente valorado. Según una encuesta realizada por la revista ARQ del diario Clarín es considerado, a la vez, el más emblemático y el más bello de la ciudad, esto es así tanto para los arquitectos como para los no especialistas que participaron de la encuesta (Hendler, 2011, s/p). La obra fue votada por el 58,8% de los arquitectos mendocinos como la más emblemática y por el 55,9% como la más bella (Hendler, 2011, s/p).

Consideramos también que es muy significativo que, a pesar de su carácter español y su construcción reciente, sea catalogado como emblemático y representativo de nuestra ciudad. Es decir que en este caso, la identificación no se produjo con las obras fundacionales ni de la ciudad colonial ni de la ciudad nueva20, como se esperaría de una obra representativa de la ciudad, sino que se corresponde con una de construcción posterior.

Compañía de Seguros La Mercantil Andina

La Mercantil Andina es otra obra españolizante de la cual hemos encontrado datos y rastreado algunas de las representaciones generadas en torno a ella. Este edificio fue realizado por el Arq. Daniel Ramos Correas21 (proyecto de 1926), el Ing. Emilio López Frugoni (estructura), la empresa Nicolás Seminara y Cía. (construcción) y artesanos de Mendoza y Buenos Aires (Cirvini, 2011, p. 111). Los Andes refería que en el lugar donde se emplazaría, “(…) la piqueta de numerosos artesanos ha comenzado la obra de demolición de una de las más viejas construcciones”22. En su lugar se alzaría este suntuoso edificio fruto del tesón mendocino.

Es interesante notar que cuando en el artículo se destacaba que el edificio demolido era uno de los más antiguos, no se percibe ninguna cuota de conciencia patrimonial, por el contrario, su desaparición daba paso a la construcción de un palacio, de impronta neocolonial españolizante. Este acto y esta aseveración manifestarían que la identificación realizada con la arquitectura foránea fue propiciada por la falta de estimación de la edificación local.

El diario La Libertad también iba a señalar que la concreción implicaba un cambio frente a la arquitectura preexistente, que no era considerada valiosa: “Esta obra la cual está llamada a enriquecer y a llenar de orgullo nuestra modestia urbana que cuenta ya con algunos halagüeños exponentes (…)”23.

Esta obra junto con algunos otros ejemplos implicaban una ruptura con el pasado inmediato: “(…) el afianzamiento definitivo de lo que con legítimo orgullo pudiéramos llamar el Renacimiento Arquitectónico de la ciudad, es la expresión elocuente de cuanto puede la grandeza de Mendoza en sus horas de paz, de labor y de progreso”24. Es muy sugerente el empleo del término renacimiento, recordemos que otro de los nombres que recibió lo neocolonial fue “renacimiento colonial”. Esta palabra hace alusión a un “volver a nacer” luego de un tiempo intermedio no valorado, sin embargo aquí no hay una vuelta a la arquitectura regional mendocina, sino al pasado hispánico. La sutura e identificación por medio de la recuperación estilística no se produjo con la arquitectura regional cuyana, que no fue considerada por los arquitectos neocolonialistas, sino con la española.

Teniendo en cuenta el estado de construcción del Banco Hipotecario y a partir de la concreción de la Mercantil Andina: “(…) los alrededores de la plaza San Martín brindarán al visitante la perspectiva de la ciudad moderna”25. Notamos también la referencia reiterada a la apreciación del visitante en relación a cómo estas obras colaborarían a generar una imagen positiva de la urbe.

Así como se mencionaba para el caso del Banco Hipotecario, su construcción fue un evento con significación social y no solo económica o comercial. En este sentido es indicativa la concurrencia femenina, que también se aprecia en las fotos y crónicas de la inauguración, que se hizo presente espontáneamente. No sólo acudieron señoras, además fueron señoritas, a pesar de que no estaban oficialmente invitadas: “Inesperada la visita, por cuanto la ceremonia había sido preparada para los hombre de labor”26.

Según Ramos Correas, la decoración de la Mercantil Andina “(…) no tiene ninguna simbología especial. Nos basábamos en diseños que aparecían en libros de composición. El más usado era el francés de Raguenet.” (Figura 2) (Ramos Correas cit. en Barrancos, 1984, p. s/p).

Fuente: Imagen recuperada de: http://www.unav.es/ha/002-ORNA/raguenet-002/ragu-032.jpg s/p. agosto 2019

Figura 2 “Raguenet, dibujo de decoración en candelieri” 

Para el tratamiento de las fachadas, Ramos Correas contrató a José Catalá, frentista, a quien probablemente conocía de su práctica en el estudio de Gastón Mallet (Cirvini, 2011, p. 113). Además participó J. Demars, un especialista en estucos, mármoles y piedra para las decoraciones de los interiores, los Hierros Artísticos de J. Diez de Oñate, y un artesano en vitrales, Miguel Casanova e Hijos, entre otros, de Buenos Aires (Cirvini, 2011, p. 114)

Como hemos visto, la construcción de estos dos edificios movilizó ampliamente la opinión pública. Muestra de ello es que en los matutinos circularon fotos y dibujos de sus proyectos, obras e inauguraciones, con epígrafes que los definían como “palacios monumentales” y destacaban su preciosismo y calidad estética.

Es oportuno mencionar que otro edificio de esta línea cuya autoría y construcción corresponden a Ramos Correas y López Frugoni, fue el Cine Teatro Avenida, ubicado en la calle San Martín entre Buenos Aires y Lavalle. Su proyecto fue difundido en las páginas de La Libertad27 y de la revista Mundo Cuyano28.

Proyectos para asistencia pública

En contraste con la función comercial y financiera de los edificios citados, resulta muy particular el empleo del neoplateresco en un proyecto para la asistencia pública y la atención social. El dibujo del edificio, tanto de la fachada como de algunas de sus plantas, fue difundido a través de la prensa durante el gobierno lencinista de Alejandro Orfila. Esta edificación iba a estar ubicada en la calle Mitre, entre San Lorenzo y Montevideo, con frente también a la calle Chile29. Su emplazamiento en una zona céntrica y con salida a dos calles resulta destacable y nos habla de sus dimensiones e importancia. Consideramos que diseñar un edificio destinado a la atención pública en clave neoplateresca resulta una muestra de voluntad por parte del gobierno lencinista para hacer llegar a las clases menos favorecidas el confort y el lujo de la arquitectura con mayor valoración positiva en la época.

El proyecto fue diseñado por el ingeniero Segismundo Klot, quien para entonces era director de obras públicas de la municipalidad de la ciudad de Mendoza (Figura 3). Contaría con subsuelo, planta baja, primero y segundo pisos. Además de la atención médica, este edificio estaba destinado a la prevención, con consultorios para atención primaria, sala de vacunas, etc; además de salas de operaciones. Desde entonces, estos servicios para los más necesitados estarían nucleados en un edificio monumental que, además de disponer de la mejor tecnología de la época, era un ejemplo de belleza y buena arquitectura.

Fuente: La Libertad, 11 de febrero de 1927: s/p.

Figura 3 Proyecto de edificio para la Asistencia Pública 

El Hospital Español de Mendoza

Además de las obras privadas o impulsadas por el Estado, en Mendoza se destacan aquellas que fueron llevadas a cabo por las instituciones de fomento. Alberto Petrina ha señalado que dentro del amplio espectro del modelo hispanista, existen ciertos ejemplos que corresponden a los clubes y sedes sociales de las numerosas colectividades de la inmensa masa inmigratoria española (Petrina, 2006, p. 114). El asociacionismo, es una forma particular de sociabilidad basada en el agrupamiento voluntario que se expande con el mayor desarrollo institucional de los estados y sociedades receptoras. (Blanco y Dacosta, 2014, p. 14) Desde fines del siglo XIX existió la tendencia de los emigrantes europeos a organizarse tempranamente en agrupaciones de carácter étnico, las primeras asociaciones de inmigrantes surgieron para solucionar algunos de los principales problemas con que se encontraron en los países de acogida (Llordén Miñambres, 1998, p.80) La imposibilidad jurídica o fáctica que los inmigrantes tenían de participar en partidos u organizaciones políticas de los países de acogida, fue uno de los factores que influyeron en la creación de estas organizaciones (p. 81).

Entre las obras que se destacan de estas asociaciones, retomamos el Hospital Español que había surgido de la iniciativa de la Sociedad Española de Beneficencia, constituida en 1923, lo que puede haber influido para que la tendencia estética del hospital se volcara al estilo hispánico. Sin embargo La Libertad aseguraba que en el momento del concurso, la entidad solo explicitó la cantidad de camas y capacidad de los pabellones30, por lo que el sello español en la construcción habría sido decisión del arquitecto Raúl Álvarez. Los socios tendrían pabellones exclusivos y con mayores comodidades31; a su vez había un sector destinado a compatriotas de bajos recursos. Se esperaba que además del servicio hospitalario, el edificio expresara “el mayor homenaje a la cultura y a la dignidad de la raza, así como prueba fehaciente de la confraternidad hispano- argentina”32.

Su concreción constituyó un largo periplo durante varios años. Los trámites iniciales datan de 1922, cuando Rito Baquero como presidente de la comisión pro Hospital Español solicitó al gobierno la sesión de un terreno. Inicialmente iba a estar ubicado en el Parque San Martín (ciudad de Mendoza), dispuesto por una concesión del gobernador José Néstor Lencinas, en un acto simbólico llevado a cabo en el marco del aniversario del 12 de octubre. Se emplazaría entre el Zoológico y el canal del Jarillal en un predio de siete hectáreas que se redujeron a tres con el transcurso del tiempo. La importancia de su concreción se relacionaba con que esta obra “(…) por su significado y beneficios, será un alto exponente de filantropía y progreso”33. Finalmente el nosocomio se emplazó en la calle San Martín, en un terreno de 55 metros de frente por 274 de fondo, con salida a la calle Belgrano34 (actual departamento Godoy Cruz). El mismo fue donado a la Sociedad Española de Beneficencia por el empresario vitivinícola Miguel Escorihuela Gascón, que junto con la familia Arizu, fueron los que mayor apoyo económico dieron a esta obra.

Para decidir el proyecto se llamó a concurso en la Capital Federal, de la República Argentina, y en Mendoza. De las doce propuestas resultó ganadora la de Raúl J. Álvarez. La licitación de la obra tuvo lugar en marzo de 1924 y se presentaron a ella tres empresas constructoras locales y dos compañías de la Capital Federal. Examinados los pliegos y condiciones económicas en que harían el trabajo, resultó la más conveniente la de la firma mendocina Carlos Silvestri y Cia., compañía que había construido el Hospital Lencinas35. Se preveía que los primeros cuatro pabellones estuvieran listos en junio de 1925, sin embargo su inauguración se concretó el 2 de enero de 1939.

Esta obra materializaba los anhelos simbólicos de la comunidad española, ya que la obra había sido “(…) imaginada y llevada a cabo por el alma de España, fecunda y latente en sus hijos de este lado del mar”36 . Además del beneficio a nivel sanitario, estaba “(…) destinada a perpetuar el sentimiento Ibero, en cuanto tiene de fraterno, de abnegado y hermoso” (.Figuras 4 y 5). El tipo de arquitectura adoptada sería para La Libertad “(…) de la mayor sencillez de líneas, salvo algunos frentes de pabellones que llevarán decoradas las aberturas a la manera del renacimiento español”37.

Fuente: Los Andes, 14 de agosto de 1927, p. 4.

Figura 4 Dibujo del Hospital Español 

Fuente: Álbum del Hospital Español, s/f. Propiedad de José Gadea Diez

Figura 5 Foto de un patio interior 

Para concretar su ejecución se hicieron verbenas españolas en las que se construyeron una serie de quioscos de las distintas regiones de España. Las fotografías dan cuenta de su monumentalidad e indican el enorme despliegue y potencia de la comunidad española en la provincia. Además, y con bastante precisión, se representan las distintas variantes estilísticas del país ibérico, lo que conduce a pensar que en la organización o ejecución debe haber estado comprometido un arquitecto o constructor que tuviera conocimiento de los lenguajes. Lo mismo apreciamos en el vestuario38. (Figuras 6 y 7)

Figura 6 Kioscos de las Verbenas para juntar fondos para el Hospital Español de Mendoza 

Fuente: Álbum de las Verbenas del hospital Español, 1928 c, colección de la autora.

Figura 7 Kioscos de las Verbenas para juntar fondos para el Hospital Español de Mendoza 

El programa, que se difundía en la prensa, da cuenta de la magnitud de los festejos que duraban 4 días e incluían desfiles de carros alegóricos y de trajes regionales, almuerzos y bailes populares, juegos, musica, cabalgatas, concurso de mantillas, etc. Los números de rifas se vendían en pesetas y se sorteaban a través de la lotería nacional española, lo que nos da la pauta del continuo fluir de relaciones entre ambos países39.

Los espacios para la sociabilidad: El Club Español y la Plaza España

Unos años más tarde, la comunidad española también gestionó dos obras arquitectónicas y urbanas de trascendencia: el Club Español (1940) y la plaza España (1949) Ambas se encontraban dispuestas en el eje de la avenida España y cercanas a otras dos edificios emblemáticos anteriormente analizados, el Banco Hipotecario y el de la Mercantil Andina, también construidos sobre esa calle, unas cuadras hacia el norte.

El Club Español había sido fundado en 1911 con el objetivo de mantener viva la hispanidad y promover el espíritu de asociación40. Luego de alquilar distintos locales, en 1940 se estableció en su sede definitiva de la calle España 948, con una marcada tendencia hispana en un frente neoplateresco y un amplio patio estilo sevillano (Figura 8) Las instalaciones incluían comedor, biblioteca, espacios de esparcimiento y reuniones y se preveía la concreción de un campo de deportes. Este edificio fue demolido.

Fuente: La Libertad, 12 de octubre de 1948, p. 9

Figura 8 Club Español de Mendoza. Patio estilo andaluz (demolido) 

También destacamos la concreción de la Plaza España, a partir de la reforma de la plaza Carlos Pellegrini a la que se imprimió, por pedido de la colectividad española y en honor al país ibérico, líneas hispánicas. (Figura 9) Los Andes describía que “El estilo mudéjar del proyecto se amolda en las directrices modernas a la arquitectura del verde (…)”41. El plan incluía el empleo de mayólicas, faroles de hierro, una escultura en el centro y juegos de agua con clara alusión hispanomusulmana. El diseño en diferentes alturas, que le otorga carácter de paseo, la importante fuente, los bancos de mayólicas y los murales otorgaron unidad al conjunto.

Fuente: La Libertad, 12 de noviembre de 1949, p. 4

Figura 9 Vista General de la Plaza España 

El monumento principal fue encargado al joven escultor Luis Bartolomé Somoza. La comisión pro-monumento, que juntó los fondos para su realización, estaba integrada por representantes de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, la Sociedad Española de Beneficencia, una comisión del Hospital Español, el Centro Asturiano y el Club Español. Es destacable que entre los integrantes del jurado que eligió el autor del monumento, se encontraba el reconocido arquitecto neocolonialista Martín S. Noel42. Fue inaugurado el 12 de noviembre de 194943. El basamento albergaría tierra traída de Yapeyú, del solar de San Martín, y de Burgos, del solar del Cid Campeador, lo que implicaba la unión cultural de las dos naciones. Representaba a los dos países en el cuerpo de mujeres desnudas, lo que despertó ciertas controversias entre la sociedad mendocina. En este sentido una carta anónima fue publicada en La Libertad alegando que no era correcto representar sin ropa la figura que encarnaba al país ibérico, puesto que de esta manera no personalizaba cabalmente los ideales católicos, afirmaba que “(…) más quiere España honra sin monumento que monumento sin honra”44. Pensamos que a causa de estos comentarios, Somoza modificó el proyecto y España ya no se presentaba desnuda sino vestida con una tela hasta el nivel de la cintura45, como puede apreciarse hasta la actualidad. Sin embargo, en una entrevista al escultor también se alegaban cuestiones técnicas a esa decisión: concederles más solidez en las piernas y evitar rupturas en las extremidades46.

Además, sobre la misma calle España se construyó, en 1950, el edificio de departamentos de Manuel Diez para él y sus hijos en la variante neoplateresca. El Señor Diez formaba parte de la comisión del Hospital Español, era socio del Club Español, de la Sociedad Española de Socorros Mutuos y había sido un activo impulsor del proyecto de transformación de la plaza.

A modo de cierre

Como observamos en los ejemplos analizados, existió una identificación cultural con España que se expresó a través de opiniones en las revistas, imágenes y arquitectura, con el tema común de la búsqueda de los orígenes y la consecuente revalorización de la relación con el país ibérico.

Este nuevo interés estuvo relacionado con los planteos identitarios de las primeras décadas del siglo XX y fue cultivado especialmente por exponentes del mundo de las letras y de las artes. También fue fomentado por asociaciones que comenzaban a cobrar importancia en la vida provincial.

Resulta interesante destacar la concentración de parte de estos espacios y edificios sobre el eje de la Avenida España, lo que es una particularidad poco destacada de la ciudad de Mendoza y constituye una singularidad no evidente en otras zonas de Argentina.

La adopción de esta variante estilística del neocolonial, constituye la expresión material de un ideario que configuró buena parte de la historia urbana mendocina. Conocer el entramado cultural que dio origen a estas producciones, así como también sus historias particulares y las valoraciones que tuvieron durante su surgimiento, permite dotar de sentido a la arquitectura e, indirectamente, propiciar su preservación patrimonial.

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1 La Infanta Isabel en Buenos Aires, Diario Los Andes (LA), Mendoza, 22-3-1910, s/p.

2Acotaciones marginales. Los agasajos a nuestro futuro presidente, Mundo Cuyano (MC), Mendoza, 15-8-1922, s/p.

3Vega, G. Madre España. La Quincena Social (QS), Mendoza, 15 y 30-1-1922.

4 Hall (2003) ha definido la identificación como una sutura en las que las partes no coinciden plenamente sino que están articuladas en relaciones complejas, en las que siempre hay un otro diferente y necesario (p. 16). Está constituida por representaciones y discursos que son provisionales pero que poseen la característica de cohesionar a determinados colectivos históricos.

5Solís, E. Para el Concurso pedagógico de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires. QS, 15-4-1922.

6Para la temática del neocolonial en Mendoza y conocer las variantes y su importancia puede consultarse Cremaschi, 2015.

7Para el caso de la Mercantil Andina, Cirvini ha destacado que este edificio posee las características de palacio propia del renacimiento “Tanto la volumetría, escala y morfología exterior como la torre articula ambas fachadas” (Cirvini, 2011, p. 114).

8El edificio del Banco Hipotecario. LA, 27- 2-1924, s/p

9El futuro edificio del Banco Hipotecario Nacional. LA, 29- 10-1924, s/p

10El Banco Hipotecario Nacional. LA, 27-11-1924, s/p

11Su autoría fue establecida en nuestra tesis de doctorado (Cremaschi, 2015) en la que publicamos un artículo en La Libertad, donde figuraba su nombre como autor de la obra (LL, 17-8-1925, s/p) Además, comparamos las firmas del proyecto del banco publicado en Los Andes con las rúbricas de distintas fotos disponibles de obras reconocidas de su autoría.

12El futuro edificio del Banco Hipotecario Nacional. LA, 29- 10-1924, s/p

13El nuevo edificio para la Sucursal del B. Hipotecario Nacional. La Libertad (LL), Mendoza. 17-8-1925, s/p.

14El edificio del Banco Hipotecario. LA, 27- 2-1924, s/p

15En breve empezaráse la construcción del nuevo Banco Hipotecario Nacional en Mendoza. LA, 14-4- 1925, s/p

16El nuevo edificio para la Sucursal del B. Hipotecario Nacional. LL, 17 -8-1925, s/p.

17El palacio del Banco Hipotecario Nacional que será inaugurado en breve es un exponente del sólido arraigo de la institución en Mendoza. LL, 15-3-1929, s/p.

18LL, 15-3-1929, s/p

19Inauguración del suntuoso edificio del Banco Hipotecario Nacional. QS, 30-8- 1929, s/p.

20El 20 de marzo de 1861 un sismo que destruyó casi completamente la ciudad de Mendoza. Este episodio, en el que murió 70 % de la población (Ponte, 1999: 76) significó una bisagra en la historia provincial En 1863 se refundó la ciudad a algunas cuadras de la traza colonial. Esto dio lugar a que existiera una sectorización de la urbe en que se distinguía la ciudad nueva de la ciudad fundacional.

21Daniel Ramos Correas se formó en la Escuela de Arquitectura de Ciencias Exactas de la UBA. Fue Director de Parques y Paseos de la Provincia. Fue docente de la Facultad de Arquitectura de Mendoza en la década del sesenta hasta los años ochenta, institución de la que también fue decano. Promovió el concurso Internacional para el Plan Regulador de Mendoza (1940). Además, fue presidente de la Comisión Especial para el Planeamiento Urbano y Código de Edificación de la Ciudad de Mendoza. Actuó interinamente como intendente municipal en 1963. Fue miembro fundador de la Sociedad de Arquitectos Regional Cuyo y presidente de la Federación Argentina de Sociedades de Arquitectos entre 1963 y 1967 (Raffa, 2010, p.21).

22La Mercantil Andina. LA, 7-10-1926, s/p.

23La compañía La Mercantil Andina, levantará en esta ciudad un edificio propio. LL, 7-10- 1926, s/p.

24Ayer se inauguró oficialmente en esta ciudad, el suntuoso edifico de “La Mercantil Andina”. LL, 1-10-1928, s/p

25Hoy inaugura "La Mercantil Andina" su edificio propio. LA, 30-9-1928, p. 12

26Hoy inaugura "La Mercantil Andina" su edificio propio. LA, 30-9-1928, p. 12

27Se han anunciado los trabajos para la construcción de un cine teatro en esta ciudad. LL, 29-9- 1925, s/p

28Cine Avenida, MC, 10-7-1926, s/p.

29El nuevo edificio de la asistencia pública costará $600.000 aproximadamente. LL, 11-2-1927, p. 6

30La colectividad española ofrecerá al pueblo de Mendoza un nuevo hospital. LL, 16-3-1925, s/p

31La colectividad española ofrecerá al pueblo de Mendoza un nuevo hospital. LL, 16-3-1925, s/p

32Álbum del Hospital español, s/f.

33La ubicación del Hospital Español. LA, 17-7-1922, s/p.

34Información de los departamentos. LA, 4-1-1925, s/p.

35La construcción del Hospital Español se debe a la acción tesonera de un grupo de benefactores, LL, 20-10-1928, s/p.

36El Hospital Español. LL, 12-10-1928, s/p

37La colectividad española ofrecerá al pueblo de Mendoza un nuevo hospital. LL 16-3-1925, s/p.

38Álbum de las Verbenas del hospital Español, 1928 c, colección de la autora.

39El Hospital Español. LL 12-10-1928, s/p.

40El Hospital Español. LL 12-10-1928, s/p

41La plaza España tendrá motivos especiales de arte, LA 22-12-1947, p. 5

42Valor artístico tendrá un monumento de confraternidad Hispano-Argentina. LA, 10-6-1948, s/p

43El club español contribuyó con su esfuerzo para que la plaza España sea todo un exponente de confraternidad. LL, 12-11-1949, p. 4.

44El monumento a España. LL, 7-7-1948, s/p.

45Valor artístico tendrá un monumento de confraternidad Hispano- Argentina. LA, 10 -6-1948, s/p

46Está casi terminado el grupo escultórico del monumento a la confraternidad hispano- argentina. LA, 25-1-1949, s/p

Recibido: 27 de Mayo de 2020; Aprobado: 02 de Julio de 2020

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