OBITUARIO

BILL ALBERT (1942-2020).

Una triste noticia nos conmovió en setiembre último, el fallecimiento de uno de los integrantes de nuestro Comité Asesor, Bill Albert. Destacado historiador económico, fue autor de una de las mejores investigaciones sobre la industria azucarera peruana (An essay on the Peruvian sugar industry, 1880-1922, Norwich, University of East Anglia, 1976) y de un meduloso estudio sobre el impacto de la Gran Guerra en América del Sur (South America and the First World War. The Impact of the War on Brazil, Argentina, Peru and Chile, 1988, Cambridge Latin American Studies).
Fue, por otro lado, el alma mater de una relevante red de investigadores de la agroindustria del azúcar, el “Grupo de Norwich” como lo definió el recordado Tamás Szmrecsányi, que entre 1982 y 1990 se congregó en tres ocasiones en dicha ciudad inglesa, dando lugar a dos volúmenes que editó, junto a Adrian Graves, con los trabajos presentados en los dos primeros eventos (Crisis and Change in the International Sugar Economy, 1860-1914, Norwich and Edimburg, 1984; The World Sugar Economy in War and Depression, 1914–40, Routledge, Londres y Nueva York, 1988). Lamentablemente, los ajustes del gobierno de Margaret Thatcher, que afectaron los presupuestos universitarios, impidieron la publicación de los trabajos de la tercera y última edición de la serie, celebrada en setiembre de 1990.
También con Adrian Graves fundó World Sugar History Newsletter, un boletín de actualización y novedades sobre investigaciones y publicaciones sobre historia azucarera, cuya dirección recayó luego en manos de otros colegas y que hoy conducen Peter Blanchard y David Lincoln desde la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Simpatía, amabilidad y un agudo sentido del humor eran algunas de las facetas que caracterizaban a este gigantón de más de dos metros de altura, que en esa difícil década de los ‘90 decidió dar un radical giro en su actividad intelectual. Afectado por una dolencia que lo postró en una silla de ruedas y por las perspectivas poco alentadoras que ensombrecían el panorama universitario británico, solicitó una jubilación anticipada y concentró sus esfuerzos en la problemática de la discapacidad y, por sobre todo, dio rienda suelta a su veta literaria, publicando varias novelas, cuentos y poesías. Sin duda esta decisión afectó de manera notable el funcionamiento de una red internacional de especialistas en historia azucarera, que nucleaba a investigadores de todas las latitudes y continentes y que se sostenía por la convicción, la energía y el carisma de Bill. Pero lo que hizo solo en la década que funcionó el “Grupo de Norwich” bastó para dejar un legado imperecedero a la historia económica y social del azúcar.

Daniel Campi
Instituto Superior de Estudios Sociales, ISES (UNT-CONICET).