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Relaciones internacionales

versión On-line ISSN 2314-2766

Relac. int. vol.27 no.55 La Plata dic. 2018

 

LECTURAS

“¿Quién gobierna el mundo? El rol del G20 en el nuevo orden mundial”

Jorge Argüello

Capital intelectual, 2018, 239 pp.
ISBN 978-987-614-555-8
En el año en el cual Argentina ostenta la presidencia pro tempore del Grupo de los 20 (G20), el libro de Jorge Argüello resulta de vital importancia para la comprensión y el análisis de uno de los principales foros de gobernanza global.

Al momento del estallido de la crisis en 2008 y de la realización de la primera cum- bre de Jefes de Estado y de Gobierno del G20, en noviembre de ese año, Argüello se encontraba trabajando en Washington como embajador y Representante Permanente de Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo cual le permitió contar con testimonios de primera mano sobre las consecuencias de la crisis en el centro finan- ciero del mundo, que sería la sede donde tendría lugar la conversión del G20 ministerial a uno de líderes.
El eje central del libro pasa por las tensiones dadas por el choque entre el viejo or- den que no ha terminado de perecer, centrado en el sistema creado a partir de los Acuerdos de Bretton Woods de 1944 y la constitución de la ONU al año siguiente, y un nuevo orden que no ha terminado de nacer, vinculado al surgimiento de nuevos espacios como el G20, que incorporan a emergentes que demandan reformas por un orden más equitativo. Los principales espacios analizados en donde se vislumbra esta puja son las Instituciones Financieras Internacionales (IFI), especialmente el Fondo Monetario Inter- nacional (FMI).
La obra cuenta con una introducción, cuatro capítulos, las conclusiones y un anexo. En la introducción, el autor analiza la constitución del G20 de líderes y el surgimiento de una discusión en el seno de la Asamblea General de la ONU, en donde se cuestionaba: “¿Por qué hablar de un G20 si aquí está reunido el G192?” –en referencia a los entonces 192 países miembro de la ONU–. También se indaga brevemente sobre el desenvolvi- miento y las oportunidades que se les presentan a los miembros latinoamericanos del foro.
Asimismo, se examinan los principales cambios acontecidos en las últimas décadas, vinculados a cuestiones demográficas, socioeconómicas y políticas, en el marco de la pérdida de la vigencia indiscutida del orden estipulado en los Acuerdos de Bretton Wo- ods. Se destaca el hecho de que, si bien la crisis de 2008 y las respuestas dadas desde el G20 han evitado un desastre mayor, las mismas han aumentado las desigualdades inter- nas en las principales economías del Norte, lo cual ha sido terreno fértil para el desarrollo de procesos que culminaron en el brexit y la presidencia de Donald J. Trump.
En el primer capítulo, se examina minuciosamente todo el proceso previo al surgi- miento del G20 de Jefes de Estado y de Gobierno en 2008: desde el sistema creado en Bretton Woods y San Francisco, a través de la constitución de lo que podría llamarse como el G4 en marzo 1973, pasando por el G7, G8, G22 y el G33 hasta la conformación definitiva del G20 en 1999 y la realización de sus primeras cumbres ministeriales.
Cabe resaltar las afirmaciones esgrimidas por el entonces ministro de Finanzas de Canadá, Paul E. P. Martin, en relación a quiénes debían ser los Estados que participaran en un nuevo Grupo más amplio que el G8 para dar solución a las crisis económicas que se produjeron en la periferia en los 90, del cual se conformaría el G20 en 1999: “Estaba convencido de que tenían que ser potencias regionales. Podría decir que hicimos la lista tomando los PIB, pero no fue así”. Es decir, la principal fundamentación para la mem- bresía en el G20 estaba dada por la “importancia sistémica” de los países, en palabras de Argüello.
Al finalizar el primer capítulo, se describen brevemente las principales crisis económicas que tuvieron lugar en la década del 90, cuyo ciclo culminaría en la crisis de Argentina en el 2001.En el segundo capítulo, el análisis parte de la identificación de logros y lecciones del G20 ministerial, y se centra en la crisis subprime estadounidense de 2008, su rápida ex- pansión global y las respuestas brindadas por los países del Norte, en primer lugar, y luego desde el G20 de líderes.
Más adelante, se analizan los principales resultados de las cumbres de líderes, des- de reunión realizada en Washington en 2008 hasta la de Hamburgo en 2017. Se exami- nan las intenciones iniciales de reformar de fondo el sistema financiero sin dejar de esti- mular las economías ni caer en el proteccionismo comercial, el surgimiento de un con- senso sobre la necesidad de reformar las IFI, pasando por la dicotomía sobre ajuste o expansión fiscal y la incorporación de nuevos temas en la agenda del foro –como seguri- dad alimentaria, cambio climático y terrorismo, entre otros–, para culminar con las impli- cancias del ascenso de China y la conformación de una especie de G19+1 con la llegada de Trump, que rompió muchos de los consensos multilaterales vigentes.
A lo largo del segundo capítulo también se describen brevemente los espacios de afinidad del G20: Business 20 (B20), Labour 20 (L20), Think 20 (T20), Civil 20 (C20), Wo- men 20 (W20), Science 20 (S20) y Youth 20 (Y20). Al finalizar el apartado, se vislumbra una reseña de las declaraciones finales de cada una de las 12 cumbres del G20 de líderes que se realizaron entre 2008 y 2017.
En el tercer capítulo, se retoma el análisis planteado en la introducción. Se analizan las diferencias y la competencia de funciones entre el G20 y la ONU, en un escenario caracterizado por un doble vacío –relativo– de gobernanza económica global y de gober- nanza política multilateral. En este marco, el sistema multilateral evidenciaba en 2008 una triple crisis: de representatividad, de legitimidad y de efectividad, y la crisis de ese año desnudó la limitada capacidad de reacción de las propias instituciones de la ONU, sobre todo el Consejo Económico y Social (Ecosoc).
Si bien desde sus inicios el G20 de líderes y la ONU mantuvieron relaciones que os- cilaron entre el reconocimiento mutuo y una fría distancia, esta última vinculación se profundizó luego de que el G20 se instalara como centro real de la gobernanza económi- ca mundial.
En el último capítulo, el análisis parte del contexto de bonanza económica en la pe- riferia en los primeros años del 2000 y se centra en las implicancias que tuvo la crisis del 2008 para los países latinoamericanos del G20 –Argentina, Brasil y México–, y cómo la constitución de un G20 de líderes inauguró un espacio de desafíos y oportunidades para los miembros de la región para elaborar consensos entre sí, los cuales, finalmente, quedó más en aspiraciones que en la concreción.
Si bien México ha abogado por el multilateralismo, ha acrecentado su dependencia con Estados Unidos una década después del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, en inglés), por lo que su agenda se encuentra irremediablemente influen- ciada por la estadounidense mientras se profundiza la brecha de consenso con sus socios sudamericanos, en virtud de la diferencia de intereses y modelos de desarrollo entre estos y México. Por su parte, Argentina y Brasil, en un contexto de mayor autonomía regional a comienzos del siglo XXI, lograron la incorporación institucional de la Organiza- ción Internacional del Trabajo (OIT) al G20 y dejaron sentado un precedente político sobre la reestructuración de deudas soberanas. Sin embargo, América Latina hoy carece de una organización que abarque exclusivamente a sus países, lo que, sumado a otros factores, ha significado la inexistencia de una agenda regional en el G20.

Como conclusión, se arguye que la creación del G20 simbolizó el inicio de una tran- sición de aquel viejo orden establecido en la posguerra a otro nuevo que todavía está por definirse. Ello ha suscitado una división en la academia entre posturas optimistas y otras más críticas en virtud de la dicotomía existente entre la legitimidad institucional que representa la ONU y los consensos efectivos que logra el G20. Por su parte, Argüello destaca la división dentro del G20 entre los hacedores de las reglas, los rule makers – compuesto por el G7 y otras potencias medias coadyuvadoras–, que se las imponen casi sin alternativas a la mayoría, los rule takers.
Finalmente, en el anexo se examinan los principales datos de cada uno de los miembros del G20 y se analiza brevemente el perfil país de cada uno y su desenvolvi- miento histórico en el foro.

Francisco Castaño

Licenciado en Relaciones Internacionales (UNCPBA). Maestrando en Relaciones In- ternacionales (IRI-UNLP). Miembro del Departamento de América Latina y el Caribe y del Grupo de Jóvenes Investigadores (IRI-UNLP).

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